The Ancient Magus Bride, un cuento de hadas sobre crecimiento personal

No soy muy de empezar entradas contando experiencias personales, pero en este caso no se me ocurría otra forma de hacerlo, ya que lo experimentado con The Ancient Magus Bride (Mahô Tsukai no Yome en japonés y al español vendría a ser La esposa del hechicero) no me suele pasar.

Este es uno de esos casos donde conocí el manga cuando todavía no tenía adaptación a anime (ni tan siquiera lo había traído aún Norma Editorial a España), me enganchó, por supuesto esperé a la versión animada y llegó un punto, hacia el final de la trayectoria de ésta última, que la trama alcanzó al manga. Y me cabreé muchísimo. De pronto, viendo los capítulos semanales del anime y leyendo mensualmente los del manga, me pareció que todos los personajes se habían vuelto idiotas o quizás la autora (Kore Yamazaki) había perdido el juicio y control sobre su obra. Todo ello causó que, una vez terminado el anime y finalizado el arco de Cartaphilus, dejase de leer el manga (además el arco de la academia no me resultaba nada prometedor al traerme demasiadas reminiscencias de Hogwarts).

Sin embargo, he aquí que Netflix trajo hace unos días el anime completo de The Ancient Magus Bride (lo que hay hasta ahora, quiero decir, que a todas luces habrá más cuando el manga tenga más capítulos acumulados) y me entró una extraña sensación de morriña (será el temporal). Me encontré viéndomela entera en un fin de semana. Y gozándola. Se puede decir que me he reconciliado con la obra.

Por ello quiero iniciar este análisis con una conclusión: The Ancient Magus Bride se disfruta mucho más de tirón (e incluso en la versión animada que en la de papel, ya que su salida mensual es casi agonizante). Tiene un ritmo lento y pausado, eso se percibe desde sus inicios y conforma parte del encanto y personalidad de la obra, pero es que la evolución de Chise, otro de sus pilares, puede resultar inconexa, forzada y hasta surrealista a un ritmo de capítulo por mes. Admito que incluso había malinterpretado la relación entre la pelirroja y Elias durante los primeros episodios del manga porque, simplemente, se me habían olvidado los matices y detalles (y este título está repleto de ellos respecto a la psique de sus personajes).

The Ancient Magus Bride. Estudio Wit

The Ancient Magus Bride se yergue sobre una premisa complicada

La historia da comienzo con la subasta de una adolescente japonesa, Chise Hatori (voz de Atsumi Tanezaki), que ha perdido las ganas de vivir (de hecho estaba a punto de suicidarse antes del inicio). Un misterioso ser con cuerpo humano y cabeza en forma de calavera animal que responde al nombre de Elias Ainsworth (Ryôta Takeuchi, y los nombres ya juegan con las palabras en varios idiomas) la compra por un precio desorbitado para convertirla en su aprendiz… y esposa. Resulta que Chise es una «sleigh beggy», un extraño ser de extraordinario poder mágico que atrae, para bien o para mal, a todo tipo de criaturas del otro lado. Por eso, qué mejor que situar la narrativa en Reino Unido, país con amplia historia y folclore al respecto.

Como se puede apreciar, la premisa de la historia no es la que diríamos la ideal para un cuento de hadas (o sí, si tenemos en cuenta los de antaño). Sin embargo, Yamazaki le da la vuelta al tropo. No convierte a Elias en héroe ni en villano, no le da a la chica pero tampoco se la quita. Desde el primer momento, aunque Chise, por su nula autoestima, caiga en una absoluta relación de dependencia con Elias, se es advertido que eso no está bien: a los humanos no se los compra, no hay que volcarse exclusivamente en una persona y es necesario ir creando una relación de confianza y bienestar mutuos, así como ir construyendo la propia vida (que incluye, evidentemente, a un círculo más o menos amplio de experiencias y conocidos).

Si bien hay algún chiste de ligero (MUY ligero) innuendo sexual, tanto Chise como Elias se comportan emocionalmente como dos niños, pues ninguno ha tenido la oportunidad de crecer junto a sus congéneres (a Chise no la dejaron, Elias en parte no quiso) y por ello su vínculo va evolucionando y enredándose en el de maestro-aprendiz, padre-hija, madre-hijo, amigos y matrimonio. Por ello, tanto la evolución de Chise como la de Elias son troncales en esta obra.

The Ancient Magus Bride. Estudio Wit

Un envoltorio mágico

The Ancient Magus Bride nos recuerda ocasionalmente a Fruits Basket en relación a que ambas son obras que se adentran mucho en la psique de unos personajes dañados y traumatizados, donde el abuso (emocional y físico) está presente por doquier, donde la protagonista es una adolescente que se sobrepone y ofrece soporte emocional a (casi) todos, donde se dan vuelta a ciertos tropos (románticos) y donde la figura materna está MUY presente. Pero  tanto drama no es tal y la sangre no llega al río gracias en buena parte a dos puntos: los dos son títulos que, al fin y al cabo, pueden ser disfrutados por un público juvenil, por lo que los momentos dulces y románticos abundan a su vez; y a que las tramas tienen un trasfondo mágico (utilizado muchas veces como metáfora o hilo conductor), mucho más presente en The Ancient Magus Bride.

Magia es un vocablo que debería ir unido intrínsecamente a esta obra. Hay magia en el argumento, pero y sobre todo en el anime lo hay en todo el apartado audiovisual. Es un trabajo que se goza por los ojos y oídos durante sus 24 episodios de duración (y esto ya es un logro). Por ello debemos agradecer la enorme labor adaptativa que ha realizado Norihiro Naganuma (uno de los invitados a la próxima Japan Weekend, por cierto), pasando del papel a la pantalla unos escenarios, personajes y situaciones maravillosas (muy británicas, claro está); así como la excelente partitura de Junichi Matsumoto, donde podremos deleitarnos en el sonido de gaitas y flautas, entre otros.

El estudio Wit en definitiva pone aquí toda la carne en el asador y se marca un trabajo que, en cuanto a serie de anime se refiere, solo hemos visto superado en hermosura por Kyoto Animation y su Violet Evergarden (que tiene menos de la mitad de episodios, todo sea dicho). El anime de The Ancient Magus Bride es para verlo dejándose llevar, sin prisas, disfrutando de su paleta de colores y de los mundos en los que habitan Chise, Elias, Ruth, Shilky y los demás.

En conclusión, The Ancient Magus Bride es una título para ver de forma continuada para no perder detalle sobre la evolución de los personajes, pero deleitándose en sus momentos hermosos, mágicos y pausados. Es una obra en la que vale la pena sobreponerse a una premisa inicial que luego no es tal y así poder disfrutar de una historia que tiene más matices de los que parece y de unos personajes carismáticos y profundos (especialmente sus dos protagonistas).

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