En este rincón del mundo: «Incluso en la guerra cantan las cigarras y vuelan las mariposas»

En este rincón del mundo (この世界の片隅に «Kono Sekai no Katasumi ni») es una película de los estudios MAPPA y producida por Genco Inc. estrenada en noviembre de 2016 en Japón y a lo largo de 2017 en otros países como España (gracias a Selecta Visión). Aunque la reseña y análisis llegan un poco tarde, no quiero dejarla pasar por la honda impresión que ha dejado en servidora esta absoluta maravilla de la animación (japonesa y no japonesa).

Dirigida y escrita por Sunao Katabuchi (Princesa Arete), un antiguo trabajador de Studio Ghibli que tuvo sus más y sus menos con Hayao Miyazaki, basada en el manga de mismo título de Fumiyo Kôno, la cinta ha sido premiada en numerosos festivales y ha recibido aclamación por parte de la crítica. Entendemos perfectamente el porqué.

La historia nos sitúa en Hiroshima en el año 1938, siguiendo el día a día de una preadolescente bastante despistada y muy creativa llamada Suzu Urano, quien ayuda a su familia con su negocio de algas. Un día, es secuestrada por un «zashiki warashi» junto a otro muchacho, pero gracias a su ingenio ambos escapan. Saltamos a 1943, cuando un misterioso joven llega junto a su padre a la casa de los progenitores de Suzu para pedir su mano, a lo que acceden. Como la familia del futuro esposo vive en Kure (ciudad al sur de Hiroshima), Suzu se traslada hasta allí, donde poco a poco va acostumbrándose a su nueva vida y familia, con la Segunda Guerra Mundial de fondo.

«Las manos de una chica pueden trabajar para esta gran nación»

Sin dar mayores detalles del argumento, una de las numerosas virtudes de En este rincón del mundo es su protagonista: acompañamos a Suzu a través de su madurez (a veces forzada), en los momentos felices, otros de tragedia, sus debilidades y sus nuevas amistades. Al lograr empatizar con ella, entendemos perfectamente cuándo se deprime y por qué, cómo es que se va enamorando de un marido que inicialmente le vino semi-impuesto (Shusaku es simplemente amoroso a su vez), las decisiones que toma… Además, su natural encanto e imaginación sin límites nos muestran una resiliencia que, en medio de un suceso tan dramático como la guerra y lo que ésta conlleva, no es más que de agradecer. Por ello, aunque la película trate un tema tan duro (y hay momentos terribles), similar a La tumba de las luciérnagas, en (casi) ningún momento se hace tan deprimente como aquélla y acabamos con cierto regustillo de esperanza y optimismo a pesar de todo. Todo esto sin perder su mensaje claramente antibelicista y sin ocultar los traumas de un Japón profundamente herido y tocado por el desenlace del conflicto.

En este rincón del mundo es sobre todo (y aparte de antibelicista) feminista, siempre dentro de los límites del realismo. No vamos a ver a Suzu luchando contra los norteamericanos ni nada remotamente similar, es un relato costumbrista (sí, incluso teniendo en cuenta el momento «zashiki warashi» que hemos citado) de cierta región nipona durante la Segunda Guerra Mundial; pero en cuyo argumento no dejaremos de toparnos con mujeres fuertes y que, aún con su limitación a la hora de poder tomar decisiones (ah, otra de las bases del relato), unas más y otras menos, todas logran salir adelante. «Nuestra lucha es sobrevivir con lo que tenemos», le dice Suzu a Shusaku en un momento dado.

Teniendo en cuenta que Katabuchi ha dirigido, además de Princesa Arete, la adaptación al anime de Black Lagoon (dos títulos de corte feminista); y de que la mangaka tras la historia original es una mujer; la cosa se vuelve nítida: En este rincón del mundo nos ofrece a personajes femeninos que no se amedrantan, a pesar de la época y el lugar en el que les ha tocado vivir. Salen adelante, es una muestra más de esa resiliencia que comentábamos. Por supuesto, siguen siendo humanas y sufren, a veces tropiezan, se deprimen, se sienten solas… Juntas (la fortaleza de grupo, tan importante para los nipones) logran mirar hacia el frente. Al igual que suele ocurrir con los títulos de Ghibli, da gusto toparte con personajes femeninos así.

«El pasado, los caminos que no tomamos… todo es pasajero, como un sueño»

Como decíamos, el mensaje base argumental de En este rincón del mundo es la capacidad que tenemos para tomar decisiones y lo que hacemos (o no) con ellas. Shusaku tiene más libertad de acción que Suzu (pero tampoco es completamente libre, como se intuye en su pasado con Lin); su hermana Keiko, aunque mujer, también admite ante la protagonista que ella ha tenido más opciones. Sin embargo, nadie ha tenido menos posibilidades que Lin.

Nacida mujer y pobre, lo cual nos anuncia un fuerte mensaje determinista («No es tan fácil perder tu sitio en este mundo», le comenta a Suzu), Lin sirve, sobre todo en el manga (la película nos deja unos curiosos créditos finales que nos resumen su historia), de otra cara de la moneda a la protagonista. Lin podría fácilmente haber ocupado el lugar de Suzu, pero la frustración de ciertos planes lo impide. El destino nuevamente juega sus cartas.

Los japoneses tienen un importante acervo cultural en la expresión «shoganai» (しょうがない), algo así como nuestro «¡qué le vamos a hacer!», que hace referencia a no perder tiempo en lamentaciones ante acontecimientos que no vamos a poder cambiar. Lo que puede ser visto como conformismo por parte de los occidentales es en este caso una especie de filosofía y forma de supervivencia. Ver a los personajes pasando por las penurias propias de la guerra puede ser una de las máximas expresiones de «shoganai». Por supuesto, esto no borra las huellas que dejan ciertos episodios vitales.

Al final de En este rincón del mundo se respira un mensaje esperanzador, de que con nuestras decisiones y actos podemos hacer un mundo mejor; aunque sea un poquito. La suerte también puede sonreír a los que les ha tocado el peor reparto en la vida.

«Gracias por encontrarme en este rincón del mundo»

No podemos finalizar este análisis sin hacer hincapié en todo el apartado artístico de la película. La animación, aunque de trazo y dibujo simple, es simplemente maravillosa. Otro de los medios con los que logramos empatizar con Suzu es a través de sus dibujos, que no paran de impregnar el metraje, siempre con estilos diferentes según sea su estado anímico o los sucesos que representan. Si encima eres de a los que también les apasiona pintar, el mensaje calará aún más hondo.

Los planos de Hiroshima y Kure en la época, con sus calles, los detalles occidentales que ya se habían introducido en la sociedad japonesa, la Cúpula Genbaku (antes y después de la bomba atómica), los acorazados… la cinta se preocupa en detallarnos cómo era Japón en aquellos años y lo logra sobradamente.

Por ponerle un «pero», se nota que la película ha pasado por varios recortes, siendo la más perjudicada Lin. Esto es algo que al parecer ha lamentado el propio Katabuchi, pero teniendo en cuenta que la duración final es de más de 2 horas y media, tampoco podemos pedir mucho más.

En definitiva, En este rincón del mundo no es solo una cinta para ver y disfrutar de una historia costumbrista sobre la vida de una joven y su nueva familia en la región de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial; también es un producto que nos hace reflexionar sobre nuestra capacidad de decisión y cómo esto influye en nuestra vida y la de los demás, e incluso si nuestros antepasados (sobre todo ellas) no pasaron acaso por algo similar. Todo ello aderezado con una animación sobresaliente y una banda sonora (compuesta por la artista Kotringo) que no hace más que sumarle melancolía y ciertas dosis de optimismo. Imprescindible.

Japoneando Anime: Bungou Stray Dogs

Bungou Stray Dogs (文豪ストレイドッグス), que significaría «escritores de ficción perros vagabundos» es uno de los últimos anime del estudio Bones (Wolf´s Rain, Boku no Hero Academia, Noragami), adaptación del manga de Kafka Asagiri y Sango Harukawa, lanzado por la revista Young Ace y todavía en publicación (lleva actualmente 15 tomos y la tercera temporada se estrenará el próximo abril).

Bungou Stray Dogs ha sido bastante bien recibida por crítica y público (especialmente en Japón, veremos por qué) debido a su bonito dibujo; su adictiva trama que mezcla acción, thriller y comedia; sus carismáticos y variopintos personajes que recogen nombres y características de reconocidos autores literarios. La adaptación al anime le suma una pegadiza banda sonora (especialmente los ending, «Namae Wo Yobu Yo» y «Kaze ga Fuku Machi», ambos de Luck Life) y una cuidada y equilibrada animación.

Tras ella se encuentra Takuya Igarashi (Ouran High School Host Club, Soul Eater) como director, Yôji Enokido (Revolutionary Girl Utena, FLCL) como guionista y Taku Iwasaki (Tengen Toppa Gurren-Lagann) al cargo de la citada banda sonora. Como veis, un equipo de calidad.

La historia nos sitúa en la Yokohama actual, siguiendo los pasos de un joven llamado Atsushi Nakajima, el cual ha sido expulsado del orfanato donde lo han maltratado siempre. A punto de morir de inanición, Atsushi se topa accidentalmente con un hombre que está intentando suicidarse y que responde al nombre de Osamu Dazai. Éste lo termina introduciendo en la agencia de detectives donde trabaja, cuyos miembros poseen poderes sobrenaturales.

Para los duchos en literatura japonesa del siglo XX, los nombres de Atsushi Nakajima y Osamu Dazai resultarán familiares: ambos son reconocidos autores del país del sol naciente. Porque una de las principales características de Bungou Stray Dogs es que casi todos sus personajes representan a algún autor literario, así como sus poderes a sus principales obras. De eso mismo trataremos en este «Japoneando Anime», la literatura japonesa a través de este recomendadísimo anime.

Osamu Dazai, Sakunosuke Oda y Ango Sakaguchi: los buraiha

Probablemente el personaje más popular (o de los que más, sin duda) de Bungou Stray Dogs sea Osamu Dazai, basado en el autor de mismo nombre que nació en 1909 y murió en 1948 (avisamos que casi todos murieron jóvenes) y que en realidad respondía a Shûji Tsushima (太宰 治); se trata de uno de los escritores más conocidos en el Japón actual, especialmente por parte del público joven. No es de extrañar teniendo en cuenta su estilo claramente inconformista, su vida disoluta y sus posturas cercanas al Partido Comunista. La obra de Dazai más celebrada es Indigno de ser humano («Ningen Shikkaku»), precisamente el poder que guarda el personaje de la ficción, y que consiste en anular los poderes de los demás, por muy fuertes que sean. Quizás como reflejo del nihilismo que exponía el Dazai real. Uno de los aspectos más llamativos de este autor es que intentó suicidarse varias veces a lo largo de su corta vida, sin lograrlo en ninguna de ellas (salvo en la última, claro, muriendo junto a su amante Tomie Yamazaki). El Dazai ficticio también busca cómo suicidarse a lo largo de toda la serie (de hecho, Atsushi lo conoce mientras se estaba ahogando tras tirarse al río, justo como murió en la vida real).

Aparte de Dazai, se considera que los autores Sakunosuke Oda (織田 作之助, «Odasaku», como lo conocían los amigos) y Ango Sakaguchi conformaban el grupo conocido como «buraiha» (無頼派, también conocida como «la escuela de la irresponsabilidad y decadencia»), un grupo de literatos descontentos con el rumbo de Japón tras la Segunda Guerra Mundial, lo que se reflejaba en unas vidas y estilos libertinos, con falta de objetivos y crisis de identidad, abundando en sus obras los «antihéroes». Tanto Odasaku como Ango son introducidos en la novela ligera Dazai Osamu y la Era Oscura, la cual sirve de precuela a la historia principal y que en el anime es adaptada como arco de inicio de la segunda temporada.

Sakunosuke Oda (1913-1947) fue un escritor de Osaka que reflejaba en sus obras (siendo entre las más conocidas Roppakukinsei (六白金星) o Kaette kita otoko (還って来た男), adaptada al cine por Yūzō Kawashima) a protagonistas con un fuerte sentido de la individualidad en medio de un Japón ocupado tras la guerra. Murió repentinamente por un supuesto ataque de tuberculosis; aunque su amigo Osamu Dazai publicó en un encomio emocional tras su fallecimiento que la culpa fue de los críticos literarios.

Ango Sakaguchi (坂口 安吾, 1906-1955, el más longevo de los tres) fue un polémico (al menos durante su etapa de estudiante, ya que se fugó a Tokio tras haber golpeado a uno de sus maestros) escritor y ensayista, alcanzando la fama especialmente a través de sus obras Discurso en decadencia («Darakuron», un ensayo sobre la decadencia de Japón tras la derrota en la guerra y el bushido o «camino del guerrero») y Visión de la Cultura JaponesaMurió por aneurisma cerebral. El poder del personaje ficticio se denomina justamente «Discurso en decadencia» y le permite obtener información de las cosas que toca.

Dazai, Odasaku y Ango son amigos cercanos durante los acontecimientos anteriores a Bungou Stray Dogs, mostrándolos normalmente en ambientes oscuros y algo decadentes (muy al estilo «cine negro»), pero la tragedia los lleva a tomar caminos por separado (no queremos hacer spoilers), en claro reflejo de los autores reales.

Sobre Atsushi Nakajima, Kyouka Izumi y Ryûnosuke Akutagawa

Atsushi Nakajima es el protagonista de Bungou Stray Dogs y el que más sirve de puente de unión con el espectador o lector. Basado en el escritor de mismo nombre (中島 敦, 1909-1942), hijo de una familia erudita «Kangaku» (intelectuales de la cultura china, lo que se reflejó en sus obras), el verdadero Nakajima ejerció además de profesor en países como Corea o Micronesia (ambos bajo ocupación japonesa). Nunca estuvo interesado en la política, centrándose más en escribir relatos juveniles y en cuestiones más universales como la existencia o el origen de uno mismo, muy al estilo de Franz Kafka. De hecho, su título más conocido, Sangetsuki, se considera una versión japonesa de La Metamorfosis, donde el protagonista es un poeta que acaba enloqueciendo y transformándose en tigre. Al contrario que en la novela de Kafka, en la de Nakajima el protagonista posee una consideración hacia sí mismo y moralidad superiores, con capacidad de redención, de ahí que la transformación sea en tigre y no en insecto. Nakajima murió por neumonía y, al contrario que otros autores contemporáneos como Dazai, no es considerado un escritor de la posguerra, sino uno con un estilo más cercano al de Natsume Sôseki o Mori Ôgai (de los cuales hablaremos), ambos del período Meiji. El Atsushi ficticio se muestra como un joven algo ingenuo y de buen fondo, profundamente traumatizado por su pasado, agradable con los demás y cuyo poder, «Bestia bajo la luz lunar» (月下獣, «Gekka-jū»), consiste en la transformación de un tigre blanco que poco a poco va dominando.

Atsushi establece una relación especialmente cercana con Kyouka Izumi, a quien salva de la Port Mafia y con quien vive desde entonces; y también otra (mucho más centrada en la rivalidad) con Ryûnosuke Akutagawa, uno de los altos cargos del susodicho grupo de mafiosos. Los tres son personajes principales en la película Bungou Stray Dogs: Dead Apple, estrenada el pasado marzo en cines de Japón (aquí se puede ver, junto a la serie, en Crunchyroll).

El verdadero Kyouka Izumi (nombre real Kyôtarô Izumi, 泉 鏡太郎, 1873-1939) fue de hecho un hombre, escritor de novelas, relatos cortos y obras de teatro «kabuki», cuyo estilo, que se asemejaba más al de los autores del período Edo que al de sus contemporáneos, constaba de un uso del lenguaje muy lírico y difícil de seguir por su estilismo. En las temáticas abundaban la crítica surrealista a la sociedad japonesa de su época y lo sobrenatural. Entre sus títulos más reconocidos se encuentran Yasha ga Ike, considerada una adaptación de La campana sumergida (Gerhart Hauptmann) al estilo folclórico japonés con «yôkai». La Kyouka ficticia posee la habilidad «Demonio de nieve» (夜叉白雪 «Yasha Shirayuki»), el cual consiste en el espíritu de un demonio con katana que puede ser invocado a través de un teléfono móvil, en clara alusión tanto a lo sobrenatural como a la crítica de la sociedad actual (uso del móvil) que poblaban los relatos del Izumi real. El personaje ficticio además suele ir vestido con kimono, muy al estilo de los japoneses del período Edo.

Ryûnosuke Akutagawa (芥川 龍之介, 1892-1927) es, como Dazai, uno de los autores más reconocidos en el Japón actual, y de hecho uno de los principales premios literarios lleva su nombre. Más perteneciente a la generación de escritores neorrealistas que surgieron tras la Primera Guerra Mundial, Akutagawa escribía sobre todo relatos cortos (destacando Rashomon 羅生門, la cual fue posteriormente adaptada al cine por Akira Kurosawa), centrado sobre todo en aspectos del Japón feudal. Ávido lector desde muy joven (lo utilizaba como forma de huir del temor a haber heredado la locura de su madre y de sus propios ataques nerviosos), creía que la literatura debía ser universal y reunir lo mejor de Occidente y Japón. En sus últimos años tuvo una disputa con el también escritor Jun´ichiro Tanizaki (asimismo personaje de Bungou Stray Dogs, justamente el primero que vemos ser atacado por Akutagawa) por la importancia del contenido sobre el estilo. Akutagawa se suicidó huyendo de la locura con una sobredosis de barbital. El personaje ficticio muestra bastante de este «alma torturada» de la persona real, su aspecto frágil y enfermizo y su inestabilidad (mucho más dramatizada en el anime, claro). Su poder se llama «Rashomon» y consiste en una especie de sombra casi omnipresente que puede invocar y que sirve de fuerza ofensiva o defensiva según sus deseos.

Demás miembros de la agencia y de la Port Mafia

Como esto nos está quedando más largo que un día sin pan y hay todo un rico elenco de personajes en Bungou Stray Dogs basados en autores, vamos a centrarnos brevemente en los más importantes dentro de la agencia armada de detectives y la Port Mafia.

En la agencia destaca desde el inicio del anime y manga Doppo Kunikida (國木田 獨歩, 1871-1908), escritor y periodista del período Meiji que es considerado a su vez como uno de los pioneros del naturalismo en Japón, aunque en algunas de sus obras se percibe un estilo más propio del romanticismo. Uno de sus títulos más conocidos es Musashino, donde mezcla novela, poesía y situaciones reales. El poder de Kunikida en la serie es «Poeta solitario» (独歩吟客 «Doppo Ginkaku»), con el que trae a la existencia objetos que escribe en un papel, en referencia a la capacidad de observación y realismo del escritor. En el anime además hay un breve arco en torno a la «mujer ideal» de Kunikida, algo a su vez vinculado con el autor de carne y hueso, ya que tras perder a su primera esposa, Nobuko Sasaki, escribió otra de sus obras: Azamukazaru no Ki.

En la agencia nos encontramos también con Jun´ichiro Tanizaki (谷崎潤一郎, 1886-1965), a quien ya hemos hecho referencia, autor de novelas, ensayos, relatos cortos, poemas… un poco de todo, vaya. Contrario al naturalismo, Tanizaki prefería la evocación de ambientes y estados de ánimo, además de mostrar una sexualidad bastante liberada (curiosamente, estuvo casado hasta en tres ocasiones y su hermana en la serie, Naomi, está basada en uno de estos personajes de sus obras). Por ello, la habilidad del personaje ficticio se denomina «Nieve luminosa» (細雪, «Sasame Yuki»), que construye ambientes imaginarios de la nada en base a copos de nieve. 

Kenji Miyazawa (宮沢 賢治 1896-1933) fue escritor de libros infantiles, además de profesor de ciencias agrícolas, budista, violonchelista y activista social. A pesar de toda esta actividad y de que escribió varias obras conocidas, como el poema Imbatible por la lluvia (雨ニモマケズ, «Ame ni mo Makezu»), cuyo nombre recoge el poder del personaje del anime, la fama le llego sobre todo póstumamente, ya que murió joven por una neumonía. También conocía algo de esperanto y en torno a este idioma creó el pueblo ficticio de «Ihatov», basado en Iwate y al cual se hace mención en la serie.

Ranpo Edogawa (verdadero nombre Tarô Hirai 平井 太郎, 1894-1965) fue un prolífico escritor de novelas de suspense. Ávido seguidor de Arthur Conan Doyle y de Edgar Allan Poe (de hecho, su nombre artístico es la «japonización» de éste), fue el creador del personaje conocido como Kogorô Akechi, detective que protagonizó varias de sus novelas y líder del «grupo de los jóvenes detectives» (少年探偵団 «Shōnen tantei dan»). Su versión en este anime posee el poder (aunque en realidad no sería tal) de la «Ultradeducción», con el que puede averiguar culpable, motivos y modus operandi de un crimen. A partir del capítulo 66 del manga de Bungou Stray Dogs, creemos que el Edogawa ficticio también recoge características de Tekkan Yosano (与謝野 鉄幹, 1873-1935), marido de Akiko Yosano (hablaremos de ella más adelante) en la realidad, a saber: fundador de una revista literaria titulada Estrella Brillante («Myôjô»), donde congregó a un grupo de poetas famosos; una de las primeras colaboradoras fue una joven que respondía al nombre de Hô Shô, más conocida como Akiko Yosano.

Yukichi Fukuzawa es el presidente de la agencia armada de detectives y está basado en el reconocido (al menos en Japón) filósofo y escritor de mismo nombre (福澤 諭吉, 1835-1901) del período Meiji. Descendiente de una familia de samuráis venida a menos, Fukuzawa se educó en la escuela holandesa y por lo tanto fue empleado por el gobierno de la época para hacer trabajos con los extranjeros tras la apertura de Japón al mundo. Su obra Gakumon no Susume consta de 17 volúmenes, donde destaca la importancia de la igualdad de condiciones, del estudio y de la independencia individual para alcanzar la nacional. Fukuzawa creía que debía enseñar nuevas formas de pensar a la sociedad nipona para fortalecer a su país. En el anime, se trata de un hombre de mediana edad que va siempre vestido de samurái y que se muestra como un serio y equilibrado jefe/mentor.

Por otro lado, tenemos a Chuuya Nakahara (中原 中也, 1907-1937) en el bando de la Port Mafia, basado en el poeta y escritor de más de 350 versos en el momento de su temprana muerte. Su estilo pasaría de la poesía tradicional japonesa «waka» a versos libres, más propio de los dadaístas o incluso de Arthur Rimbaud y Paul Verlaine. Se hizo amigo de por vida del crítico literario Hideo Kobayashi (quien ayudó a promover sus obras póstumamente) y su estilo de vida empezó a ser considerado como bohemio. Murió por una encefalitis, tras haber sufrido varias desgracias en su vida, como los fallecimientos de su hermano menor y de su hijo. El Chuuya ficticio es un mafioso con una curiosa relación de «tira y afloja» con Dazai. Su poder es «Por el dolor corrompido» (汚れっちまった悲しみに, «Yogorecchimatta Kanashimi»), que le permite controlar la gravedad. Entre las obras más conocidas de Nakahara se encuentra la antología poética Yagi no Uta

El feminismo: Akiko Yosano e Ichiyô Higuchi

Dentro de la agencia de detectives nos encontramos asimismo con la doctora Akiko Yosano, quien está inspirada en la escritora, precursora del feminismo, pacifista y poeta de mismo nombre (与謝野 晶子 1878-1942). Akiko se casó con el editor Tekkan Yosano, quien la introdujo en la poesía «tanka». Uno de sus títulos más conocidos es Midare-gami, pero también escribió ensayos en contra de la opresión y a favor de los derechos de la mujer en su país. Falleció de una apoplejía, ganando mayor notoriedad tras su muerte. La Akiko animada se muestra como una mujer fuerte e independiente, que vive una sexualidad (al menos aparentemente) sin prejuicios. Su poder es «Tú no debes morir» (君死給勿, «Kimi Shinitamō Koto Nakare»), con el cual puede curar a cualquier persona siempre que se encuentre medio moribunda (no sirve contra heridas leves).

En la Port Mafia nos encontramos otro ejemplo de personaje basado en una escritora japonesa: Ichiyô Higuchi (verdadero nombre Natsuko Higuchi 樋口 夏子, 1872-1896), autora de cuentos durante el periodo Meiji y considerada la primera mujer escritora del Japón contemporáneo. Su estilo seguía las pautas del japonés clásico en lugar de las influencias occidentales. Higuchi al parecer estuvo enamorada de su maestro, Tosui Nakarai, un mujeriego interesado más en la literatura masiva que complace al gran público en lugar de cosas más serias; de forma similar a la admiración /¿amor? que la Ichiyô ficticia siente por su superior Akutagawa, siendo no correspondida. Debido a una situación precaria, la Higuchi real se vio obligada a mudarse junto a su madre y hermana a la zona roja de Yoshiwara (Tokio). Su cercanía a seres excluidos de la sociedad le hizo simpatizar cada vez más con personas provenientes de los bajos fondos (de nuevo, Akutagawa en el anime es mostrado como alguien de origen muy humilde) y con las mujeres, algo que aparece reflejado en sus títulos Jūsan’ya y Takekurabe, considerados sus mejores trabajos. Higuchi murió muy joven debido a la tuberculosis.

Los «maestros»: Natsume Sôseki y Mori Ôgai

Para ir finalizando, no podemos dejar pasar a dos de las figuras literarias consideradas más importantes y de renombre en el Japón actual: Natsume Sôseki (nombre de nacimiento Natsume Kinnosuke 夏目 金之助, 1867-1916) y Mori Ôgai (森 鴎外, 1862-1922), ambos presentes (en mayor o menor medida) en Bungou Stray Dogs. Contar más sobre ello considero que sería entrar en terreno de spoilers, por lo que nos limitaremos a contar que el Sôseki real fue un profesor de inglés, novelista y autor de «haikus» cuyas mayores obras: Kokoro (ésta especialmente), Soy un gato o Botchan son de obligado estudio en la escuela secundaria de Japón. Su narrativa se caracteriza por la mezcla de componentes culturales japoneses y occidentales y los efectos que ello tenía en la sociedad, además de hacer un gran uso de la sátira y de la introspección; en contraste con Ôgai, de un estilo más austero y menos recargado. Mientras Sôseki se formó en Inglaterra, Ôgai (médico militar de profesión) lo hizo en Alemania, convirtiéndose posteriormente en escritor y traductor de numerosas obras, como La torre del silencio, donde defiende la libertad de pensamiento; o Vita sexualis, en la que une sus conocimientos de medicina a una visión literaria libre. Como curiosidad, el verdadero Akutagawa se vio bastante inspirado por estos dos autores, llegando a considerar a Sôseki como maestro.

Ya que esta entrada nos ha quedado bastante larga, a modo de cierre nos queda decir que hay bastantes autores más pululando por el anime y manga de Bungou Stray Dogs (y no hablemos de las referencias, que las hay hasta a El Quijote), de los cuales no podremos hablar por falta de espacio. Eso sin contar a los escritores no japoneses, como F. Scott Fitzgerald, Lucy M. Montgomery, H.P. LovecraftFiódor Dostoyevski, por citar a solo unos pocos.

Lo mejor de 2018, el año del anime

Ya ha finalizado 2018 y, de hecho, llevamos casi tres días de 2019. Como llevamos haciendo desde 2016, hemos enumerado lo que ha sido para nosotros mejor del año dentro del sector de fantasía y ciencia-ficción en el cine, manga, anime, series y videojuegos. Sinceramente, hemos tardado un poco más porque siento que este 2018 no ha sido especialmente bueno (en vistas de un 2019 repletísimo de estrenos); aunque eso no significa que haya carecido de estrenos que nos han llegado en mayor o menor medida al «kokoro». Empezamos.

5- Vengadores: Infinity War

Estrenada el pasado 27 de abril, la que se anunciaba como primera mitad del épico desenlace del grupo de superhéroes provenientes de Marvel no defraudó. Con más de 2.000 millones de dólares recaudados y gran aceptación por parte de la crítica (84% en Rotten Tomatoes por parte de la prensa y 91% del público), la cinta se coronó como la mayor agrupación de personajes emblemáticos de la saga, desde Tony Stark (Robert Downey Jr.) hasta Capitán América (Chris Evans), pasando por Spider-Man (Tom Holland), Thor (Chris Hemsworth), Pantera Negra (Chadwick Boseman) o los guardianes de la galaxia, solo por nombrar a unos pocos, sabiendo equilibrar los hermanos Russo el tiempo y la trama para que todos ellos brillen.

Pero es que además Infinity War nos trajo un elemento al que la dupla Marvel-Disney nos tiene poco acostumbrados: un villano carismático y amenazante en la forma de Thanos (Josh Brolin). Si a todo ello le sumamos un ritmo trepidante (casi 3 horas que se pasan en un suspiro) y un final que te deja con los pelos como escarpias, no sale un producto (casi) redondo. Infinity War es simple y llanamente una muy buena película de los géneros fantástico y ciencia-ficción.

Vengadores: Infinity War, Marvel Studios y Disney

Puedes leer aquí nuestra crítica de Vengadores: Infinity War sin spoilers.

4- Octopath Traveler

El videojuego desarrollado por Square Enix y Acquire (mismo equipo que hay detrás de la saga Bravely Default) para Nintendo Switch se nos ha presentado como mejor JRPG («Japanese Role-Playing Game») del año, siendo conscientes de que probablemente este puesto iría para Dragon Quest XI si hubiésemos tenido ocasión de disfrutarlo con más tiempo.

Octopath Traveler nos lleva de vuelta a la esencia de los JRPG de las décadas de 1980 y 1990 con mucha maestría y buen gusto, un apartado artístico precioso, una banda sonora muy emotiva compuesta por Yasunori Nishiki, unos personajes en apariencia atractivos y un sistema de combate ultra adictivo. Lamentablemente, peca de no llegar a profundizar más en una historia que ofrece bastantes más posibilidades que las que acaban explotando (y algún desenlace bastante forzado).

Puedes leer aquí nuestra crítica de Octopath Traveler sin spoilers.

Octopath Traveler, Square Enix y Acquire

3- Bumblebee

Quizás porque la tenemos bastante reciente en el recuerdo, lo cierto es que la última cinta del universo cinematográfico de Transformers nos ha encantado. Desde la banda sonora repleta de temazos de los 80 hasta la emotiva relación que establecen Bumblebee y Charlie (Hailee Steinfeld) y que tan bien saben explotar el guión de Christina Hodson y la dirección de Travis Knight, o la sensación de querer volver a vivir en esos años tras salir del cine, o la del mimo con el que se aproximan a la serie animada de 1984-1987.

Lo cierto es que Bumblebee deja con una buenísima sensación después de haberla visto, más aún teniendo en cuenta que proviene de una saga tan desgastada como la de Transformers.

Puedes leer aquí nuestra crítica sin spoilers de Bumblebee.

Bumblebee, Paramount

2- Violet Evergarden

Ha tenido que venir Netflix a salvar este año con dos estrenos de anime que rebosan calidad por todos sus costados. El primero del que hablamos es Violet Evergarden, desarrollada por el estudio Kyoto Animation (sinónimo de calidad al menos en la animación) y basada en las novelas de Kana Akatsuki.

No solo nos hemos encontrado con una animación HERMOSA (en serio, de lo mejor que hemos podido ver en este aspecto en una serie televisiva), sino también con una historia conmovedora y una protagonista con la que empatizamos desde el primer momento, además de una variedad bastante rica de personajes secundarios. El final del primer episodio ya te deja en un mar de lágrimas. 

Por eso mismo, quizás haya gente a la que le pueda parecer que Violet Evergarden es «pornografía emocional» (en ese sentido, no sería un título recomendado); pero desde luego a nosotros nos ha dejado huella y además te hace pensar sobre la importancia de las palabras escritas, los sentimientos y nuestra capacidad (o no) para entenderlos y comunicarlos.

Puedes leer aquí nuestra crítica sin spoilers de Violet Evergarden.

1- Devilman Crybaby

Netflix también se ha hecho cargo de esta última adaptación al anime que conmemora el aniversario de la emblemática Devilman (Gô Nagai). Solo leer el nombre de Masaaki Yuasa en la dirección ya te lleva a pensar en un título de calidad (o cuanto menos «único»).

Efectivamente, Devilman Crybaby nos ofrece su mayor virtud y pecado en lo extraña que es, siempre siguiendo la trama central de la obra original. Nosotros hemos ido pasando de la perplejidad al espanto y de ahí a maravillarnos en cuestión de segundos y durante varias ocasiones en sus 10 episodios. Pasados sus dos primeros capítulos repletos de sexo y violencia bastante explícitos, lo cierto es que Devilman Crybaby guarda un mensaje bastante complejo y universal sobre la verdadera naturaleza del ser humano como ser racional e irracional y la religión. Akira, Ryô y las dos «Mikis» son perfectos ejemplos de ello.

La animación no podía ser menos y también es «rara» (muy del estilo de Yuasa), pero no por ello carente de genialidad.

Puedes leer aquí nuestra crítica sin spoilers de Devilman Crybaby.

Menciones de honor

Somos conscientes y hemos estado a punto de poner en alguno de los puestos videojuegos que aún estamos gozando como Red Dead Redemption 2 (PlayStation 4) o Pokémon Let´s Go: Pikachu/Eevee (Nintendo Switch). También estamos pendientes de Dragon Ball Super: Broly, que sí se ha estrenado este año en cines de Japón, pero aún no en estos lares (en enero en América Latina y el 1 de febrero en España), y que a todas luces está maravillando a los seguidores de la franquicia creada por Akira Toriyama.

Este ha sido también el año en el que hemos descubierto JOYAS como Made in Abyss, Bungô Stray Dogs o The Legend of Zelda: Breath of the Wild (éste último uno de los mejores videojuegos que hemos podido disfrutar en los últimos años). Pero ninguno de ellos es de 2018.

Bumblebee, nostalgia y personajes carismáticos se unen

La década de 1980 es considerada a día de hoy como una de las mejores en cuanto a contenido artístico se refiere dentro de la cultura pop, que incluye por supuesto a los «blockbuster» procedentes de Hollywood. De esa época son franquicias como Terminator, Alien, Karate Kid, Gremlins, Indiana Jones o Regreso al futuro; películas como E.T., El imperio contraataca, La historia interminable, El club de los cinco o La princesa prometida; personajes femeninos más allá de una superficial estrategia de marketing como Sarah Connor, la princesa Leia o Ripley; series de animación como Dragon Ball, Dragones y mazmorras o Transformers, basada en unos juguetes de Hasbro.

De esta Transformers del año 1984 (y de prácticamente todas las referencias anteriores) es de la que bebe el director Travis Knight (Kubo y las dos cuerdas mágicas) para Bumblebee, en bastante mayor medida que las cintas de Michael Bay (aquí como productor). Y eso se nota en cada segundo del largometraje, tanto en la estructura narrativa de la típica cinta de «chica se hace mayor» (Dentro del laberinto o Los Goonies, por ejemplo, se vienen a la cabeza), como en una inspirada banda sonora que recoge temas de Steve Winwood, The Smiths, A-ha o Duran Duran, entre otros.

Sin embargo, no solo de nostalgia de los 80 vive Bumblebee (algo muy manido últimamente, desde Strangers Things hasta la nueva IT o Guardianes de la galaxia), sino también de un sólido y sensible guión escrito por Christina Hodson y de unos actores, como Hailee Steinfeld (Charlie) o Jorge Lendeborg Jr. (Memo), en estado de gracia (evidentemente, no hace falta hacer mención a la calidad de los efectos especiales, sobre todo en todo lo referente a la expresividad de «Bee»; aunque esta película sea mucho menos artificiosa que las de Bay).

Bumblebee, Paramount Pictures

La historia parte del planeta Cybertron, en plena guerra entre los «Decepticons» y la resistencia «Autobot» liderada por Optimus Prime. En una emergencia, los autobots deciden huir y refugiarse en planetas apartados, eligiendo Bumblebee la Tierra. Allí cae en el año 1987, siendo malherido y perdiendo con ello la memoria y voz. Su único refugio es convertirse en un modelo Escarabajo y esconderse en un taller de chatarra… hasta que es encontrado por Charlie, una joven que acaba de cumplir 18 años y aún de luto por la pérdida de su padre.

Charlie y Bumblebee van estableciendo una relación que es sin lugar a dudas el punto fuerte de la cinta, junto con  la sensación de querer volver como sea a los 80 (o 90, considerada heredera directa de aquélla). En este sentido, Knight, al contrario que Bay, deja la acción de lado, sin olvidarse de ella, para centrarse en el desarrollo personal de unos y otros (aunque uno de ellos sea un alienígena con forma de robot), logrando que empaticemos totalmente con los personajes y que incluso se nos llegue a escapar alguna lagrimilla en un momento dado.

Por ello, Bumblebee se desprende del resto de entregas de la saga cinematográfica de Transformers (de las cuales confieso nunca he sido especial fanática; aunque otros miembros de Fantasy Cloud sí) y se erige como un título más de aventuras y sobre todo de personajes, con Charlie y Bumblebee creando un lazo más especial que el del resto de humanos y autobots vistos hasta ahora (desde luego bastante más que el del susodicho y Sam, interpretado por Shia LaBeouf). En este sentido, la película se acerca más a E.T., el extraterrestre, El gigante de hierro o Cómo entrenar a tu dragón.

Bumblebee, Paramount Pictures

Otro aspecto en el que Bumblee toma lejanía es el de «las mujeres-objeto», esto es, las modelos que son espectaculares, pero que de interpretación poco y nada; y que realmente no aportan mucho a la historia salvo el de ser objeto de deseo del protagonista masculino. Es cierto que las dos últimas entregas de Bay intentaban alejarse un poco de este concepto, poniendo la atención sobre Mark Wahlberg haciendo de abnegado padre, pero el resto de vicios del californiano seguían estando presentes y además se notaba ya un profundo desgaste en la franquicia.

En esta ocasión Steinfeld hace suyo al personaje desde el minuto uno y nos ofrece a una protagonista femenina con la que nos identificaremos fácilmente y que sirve de modelo (y no solo por el físico) para los espectadores más jóvenes, sin necesidad de enseñar más carne de la cuenta (todavía recuerdo los primeros planos de Transformers 3, el horror) y aportando algo sustancial a la trama.

Además, la película gustará casi con toda seguridad a los fanáticos de la serie animada de los 80 de Transformers, ya que como indicábamos al principio es la que más bebe de ésta, tanto en el ambiente como en los diseños de las máquinas. Sirve asimismo de precuela, al explicar el origen de varios aspectos que nos encontramos ya en las cintas de Bay.

Nota: 9 de 10

Cinco títulos que tratan el especial vínculo entre un chico (o chica) y un robot (o alienígena)

Bumblebee (Travis Knight) se estrenará en cines de España el próximo 28 de diciembre y lleva hasta la fecha acumuladas una apabullante mayoría de críticas positivas (94% a día de hoy en Rotten Tomatoes, con un 7,1 de media y un 4 sobre 5 entre el público), lo que la convierte en la cinta del universo Transformers con mejor recibimiento hasta la fecha (algo que tampoco es que sea muy complicado, siendo sinceros).

Las críticas suelen estar de acuerdo en que el gran punto fuerte de la cinta es el vínculo que se establece entre el «autobot» protagonista, Bumblebee, y la joven Charlie (Hailee Steinfeld), algo que hemos visto ya en un buen puñado de títulos de diversa índole, lo que no deja de demostrar que un buen relato sobre amistades y lazos especiales inesperados siempre será bien recibido y generará cierta fascinación por parte del gran público.

Hagamos un repaso de los cinco títulos que ya han tratado este tema y que se encuentran entre nuestros favoritos (sin especial orden de preferencia), teniendo en cuenta que uno de los protagonistas sea un robot o alien (o ambas), como el caso de Bumblebee.

. El gigante de hierro (Brad Bird, 1999)

Este título dirigido por Brad Bird antes de unirse a Pixar supone hoy en día una cinta de culto para los amantes del cine de animación. Basado en la novela El hombre de hierro de Ted Hughes (1968), la historia cuenta cómo el preadolescente Hogarth Hughes se topa accidentalmente con un extraño ser gigantesco y con apariencia de robot en medio del bosque. Ambos van haciéndose cada vez más amigos mientras el Gobierno de los Estados Unidos (que ha detectado la entrada de un objeto no identificado en la atmósfera terrestre) se dedica a seguir sus pasos, ya que el gigante resulta ser un ser venido del espacio.

La película supuso un fracaso en taquilla pero todo un éxito de crítica, especialmente a posteriori, por lo alejado que se mantiene Bird de los tópicos Disney de aquel entonces y por la multitud de referencias a la Guerra Fría y a la literatura y cine de ciencia-ficción más clásicos, sobresaliendo el vínculo que se crea entre Hogarth y el robot.

. E.T., el extratesrrestre (Steven Spielberg, 1982)

Qué podemos decir de E.T. que no se haya escrito ya en multitud de ocasiones. Una de las cintas más comerciales de Spielberg, absoluto éxito de taquilla y también de crítica que, además, no ha envejecido nada mal. Para los que hayan vivido en una cueva. E.T. cuenta la historia de Elliott (Henry Thomas), un niño que vive con su madre, su hermano mayor y su hermanita en una casa típica de la clase media en Estados Unidos y que un día se topa (también accidentalmente, claro) con un alienígena al salir a buscar pizza fuera de su casa. Al principio aterrado, el muchacho se va dando cuenta de que el ser es inofensivo y además posee inteligencia (más avanzada que la humana, de hecho), por lo que decide esconderlo en su cuarto hasta averiguar cómo demonios poder devolverlo a su planeta (ya que se ha perdido). E.T. establece un vínculo de amistad y psíquico con Elliott, lo que le sirve para ir descubriendo más sobre su entorno y que supone asimismo que ambos sientan lo mismo bajo ciertas circunstancias.

Este título de Spielberg nos ha dejado escenas para el recuerdo y que se han establecido en la cultura popular, como la de las bicis volando con la luna de fondo o la popularísima frase «teléfono, mi casa», por no hablar de la banda sonora de John Williams. Un clásico indiscutible.

. Terminator 2: El juicio final (James Cameron, 1991)

De un clásico saltamos a otro, esta vez uno mucho más adulto y con temática y escenas más crudas. Cameron ya se dio sobradamente a conocer (al igual que Arnold Schwarzenegger) con la primera Terminator (1985), creando una segunda parte que se sitúa unos cuantos años atrás de aquélla, con un John Connor adolescente (Edward Furlong) y una Sarah Connor (Linda Hamilton) entre rejas. El muchacho es ahora perseguido por el T-1000 (Robert Patrick), un modelo enviado del futuro mucho más avanzado y letal. Para contrarrestarlo, la resistencia envía a un modelo T-800 para protegerlo, estableciéndose, cómo no, un estrecho vínculo entre el joven y la máquina.

A medio camino entre la ciencia-ficción, la acción y el terror, esta segunda parte logra incluso superar a su antecesora y nos regalo auténticos momentazos. Mención especial se merecen los efectos especiales (que han envejecido estupendamente) la banda sonora de Brad Fiedel.

. Dragon Ball (Akira Toriyama, 1984)

Tampoco podemos escribir mucho sobre la obra magna de Toriyama (y una de las más importantes dentro del género shônen en el manga y anime) que no se haya escrito ya. Planteada como una adaptación bastante libre del relato clásico chino Viaje al Oeste (luego reconvertido más en un Superman a la japonesa), la historia parte de una adolescente llamada Bulma que se topa accidentalmente (cómo no) con un extraño muchacho que responde al nombre de Son Goku (de Sun Wukong, el Rey Mono), criado en el bosque y que ha carecido de contacto social alguno, con la excepción de su fallecido abuelo. Bulma se da cuenta rápidamente de la increíble fuerza del chico y, a pesar de sus rarezas, lo convence para acompañarla a buscar las bolas de dragón, que reunidas invocan al dragón Shenron, capaz de conceder cualquier deseo. De más está decir que Goku y Bulma acaban estableciendo una amistad de lo más entrañable (y duradera) y que él acabará protegiendo a la Tierra de numerosos peligros, aún cuando descubre su verdadera identidad como «saiyan», un ser de otro planeta.

Dragon Ball continúa hoy en día siendo uno de los títulos más populares dentro de todo el mundo del manga y anime, con más de 30 años a sus espaldas y aún produciendo series (Dragon Ball Super) y películas (Dragon Ball Super: Broly, que se estrenará el próximo 1 de febrero en España).

. Chobits (Clamp, 2002)

El grupo de mangakas conocido como Clamp se dio a conocer especialmente a finales de los 90 con sus obras X-1999 y Cardcaptor Sakura. Más tarde llegarían Tsubasa Reservoir Chronicles y su participación en el diseño de personajes de Code Geass. Entre medias, se atrevieron con títulos de diversa índole como Chobits, que mezcla el clásico «slice of life» con elementos de la ciencia-ficción. En ella, un joven llamado Hideki Motosuwa se muda a Tokio, donde numerosos habitantes cuentan con «persocons», robots con apariencia humana y orejas como de gato (por donde establecen la conexión a la base de datos) que sirven de ordenadores y también como compañía. Un día, Hideki se encuentra con una de estas «persocon», con apariencia de chica, tirada en la basura y tapada con vendas. Se la lleva a su casa, donde consigue arreglarla, pero la muchacha solo puede comunicarse diciendo «chii», por eso la bautiza con ese nombre. Poco a poco, Chii e Hideki irán estableciendo una relación que va más allá de la clásica entre humanos y máquinas y que lleva a pensar hasta qué punto los robots son incapaces de desarrollar sentimientos.

A pesar de que el manga y anime tienen su propio género protagonizado por robots («mechas»), normalmente pilotados por jóvenes, lo cierto es que Chobits explora un terreno algo más íntimo y que no se centra en las clásicas batallas entre máquinas y «kaijus» (monstruos gigantes), narrando otro tipo de relación establecido entre robots y humanos.

Por supuesto, nos dejamos muchos títulos en el tintero, incluyendo varios que versan sobre amistades o vínculos inesperados que no son necesariamente con robots y/o alienígenas, como El viaje de Arlo, Cómo entrenar a tu dragón, The Last Guardian, entre muchos otros. ¿Vosotros con cuáles os quedáis?

Toei y Toriyama han logrado algo fascinante con Dragon Ball Super: Broly (SPOILERS)

Dragon Ball Super: Broly tuvo su premiere el pasado 14 de noviembre en Japón, donde, incidentes aparte (como la prohibición de acceso al cine a más de 200 asistentes por un terrible fallo en la organización), recibió generalmente críticas positivas de los afortunados que pudieron verla. Del mismo modo, ayer 14 de diciembre fue su estreno oficial en el país nipón, recibiendo hasta ahora la misma buena acogida (lleva un 9,9 de nota en IMDB). Entre lo más aclamado, su trepidante acción y su ritmo imparable lleno de batallas, su estilo retro y cuidada animación. A grandes rasgos, también se valoraron positivamente a los personajes de Goku, Vegeta y al propio Broly (frente a un Freezer o Frieza más perjudicado).

Vengo aquí justamente a hablar del saiyan legendario (Goku aparte). Sí, aún no se ha estrenado la cinta en cines por estos lares (en enero en América Latina y el 1 de febrero en España), pero, a juzgar por los resúmenes hechos por algún que otro asistente, me tomo el atrevimiento de escribir sobre algo que lleva rondándome la cabeza desde hace días y que me tiene fascinada. Primero traduciré la sinopsis realizada por el fan de la película y luego analizaré el nuevo papel de Broly. Aviso por lo tanto de que habrá SPOILERS y que va a ser LARGO.

Sinopsis de Dragon Ball Super: Broly

Empecemos por el resumen, cortesía de usuarios como MShadows, donde se nos cuenta que, hace 41 años, el rey Cold llega al planeta Vegeta para anunciar su retiro y sucesión por parte de su hijo Freezer. El rey Vegeta, que se encontraba presente, acude tras esto a las incubadoras con los bebés saiyan, destacando que el potencial de su hijo es propio del de un genio. Sin embargo, otro infante, Broly, contiene tal poder que los «scouter» que intentan medirlo estallan. El monarca, temeroso de que Broly suponga una amenaza para su vástago e incluso para el universo entero, decide mandarlo a un inhóspito planeta llamado Vampa. El padre de la criatura y mano derecha de Vegeta, Paragus, intenta detenerlo, en vano, por lo que jura venganza y sale tras Broly acompañado por otro saiyan. Ambos llegan días más tarde al planeta, topándose con que el niño ya se ha convertido en ohzaru y ha arrasado con parte de la fauna que allí habita (consistente en parte en una especie de arañas-cangrejo y en una especie de gatos sin patas). No obstante, el aterrizaje ha sido tan accidentado y el planeta es tan inhóspito que se encuentran con que no pueden salir de él. Paragus asesina al saiyan que lo acompaña para tener más reservas de comida y activa una señal de auxilio.

Cinco años más tarde, Bardock regresa al planeta Vegeta tras finalizar una misión. Aquí sucedería todo el arco argumental narrado en Dragon Ball Minus, con el padre de Goku teniendo un mal presentimiento respecto a los planes de Freezer de solicitar la repentina vuelta de todos los saiyans y mandando él y Gine a Kakarotto a salvo al lejano planeta Tierra. Efectivamente, el tirano galáctico, temeroso de que las leyendas sobre el super saiyan y el super saiyan dios se hagan realidad, decide arrasar con toda la población, intentando Bardock en vano detenerlo. Entre los pocos supervivientes, el niño Vegeta, Raditz y Nappa quedan bajo las órdenes y supervisión directas del propio Freezer.

Nos situamos en el presente con Goku y Vegeta (en su atuendo de la saga de Boo) combatiendo en una isla desierta, siendo acompañados por Bulma (con bebé Bra), Whis y Beerus. Whis les pregunta a Goku y Vegeta por qué aspiran a hacerse más fuertes, a lo que el primero responde que por los poderosos combatientes hallados en el Torneo de Poder; mientras que el segundo teme que Freezer, ahora con vida, se vuelva más fuerte y contraataque de nuevo. Justo en ese momento llama Trunks a Bulma, avisando de que alguien (un par de súbditos de Freezer) ha robado las seis bolas de dragón que ella tenía recopiladas. En teoría, habrían ido a buscar la que falta en el «continente ártico». Beerus sostiene que no está interesado en el tema, por lo que Bulma le deja a Bra y se va con los demás a impedir que encuentren la séptima esfera.

En el espacio, nos encontramos con Cheelai (o Chirai, o Chelye) y Lemo, otros dos súbditos de Freezer, que van buscando a nuevos miembros para sus filas. En ese momento detectan la señal de socorro de Paragus y deciden aterrizar en Vampa, donde se topan con un envejecido Paragus que corre hacia ellos. Los dos miden el poder del anciano y el «scouter» suma 4.200 unidades, lo que los deja bastante sorprendidos. Una de las arañas-cangrejo los ataca en ese instante, por lo que Paragus llama a Broly, quien la fulmina de un ataque. Impresionados, Cheelai y Lemo intentan escanear el poder de Broly. En estado de shock, ambos llevan a Paragus y a Broly a la nave de Freezer. Al reunirse con el tirano, Paragus se muestra respetuoso y precavido, pero a su hijo parece importarle todo más bien poco. Freezer convence al anciano saiyan para que se unan al informarle de que el príncipe Vegeta sigue vivito y coleando en la Tierra. A continuación hay una escena en la ducha con Broly, quien adquiere un nuevo uniforme. Cheelai lo invita a unirse a comer con ella y Lemo, donde comienzan a socializar, pero son interrumpidos por uno de los soldados de Freezer, que borracho empieza a acosar primero a la muchacha y luego a Lemo. Molesto, Broly lo golpea y probablemente lo hubiera matado de no ser porque Paragus activa el collar que lleva puesto su hijo, que empieza a generar descargas eléctricas sobre él, deteniendo así su ataque y sometiéndolo. Enfurecida, Cheelai le espeta a Paragus que cómo puede tratar así a su vástago. En ese momento, Freezer solicita hablar con el viejo saiyan, aprovechando la joven la distracción para robarle el control del collar y romperlo ante el asombro de Lemo y del propio Broly. Posteriormente, los tres siguen socializando en las habitaciones, con el saiyan contándoles un triste episodio de su infancia y que explica por qué lleva todo el tiempo una especie de pelaje atado a su cintura.

De vuelta a la Tierra, Bulma explica que estaba reuniendo nuevamente las bolas de dragón para pedir ser 5 años más joven (frente a Freezer, que ansía ser 5 cm. más alto). En ese momento, los súbditos de Freezer encuentran la última esfera y llaman a su jefe, quien aterriza en el planeta junto a Paragus y Broly. Goku y Vegeta acuden a confrontarlo y exigir que devuelva las bolas de dragón, pero el tirano pretende distraerlos con Broly, quien a la orden de su padre se lanza contra Vegeta. El príncipe primero se defiende en su forma base, pero para su estupor Broly parece ir aprendiendo y fortaleciéndose a medida que combate, haciendo que Vegeta se transforme en super saiyan primero y en super saiyan dios después. Esto causa la sorpresa de Broly, claramente en desventaja, y la creencia por parte de Paragus de que todo está perdido. Sin embargo, su hijo reacciona y aparece en una versión que llaman «ikari», la cual es descrita como un aprovechamiento del poder del ohzaru pero manteniendo la forma humanoide, algo que es muy difícil de controlar.

En ese momento entra Goku, quien pide pelear contra Broly. El protagonista empieza a medir el poder de su rival en su forma base y luego en super saiyan, las cuales no aguantan mucho frente a un Broly cada vez más enfurecido. Entonces decide convertirse en super saiyan dios y paralizar al adversario. Mientras lo hace, Goku intenta tranquilizarlo comentando que él no cree que sea un mal tipo, sino que su poder está siendo utilizado por las personas equivocadas. Broly cada vez se frustra más y logra liberarse, dándole una paliza a su rival, a la vez que Freezer ordena a sus súbditos que aprovechen el alboroto para llevarse las bolas de dragón. Piccolo contacta telepáticamente con Goku y le pide que aguante, a lo que el saiyn responde convirtiéndose en super saiyan blue, aguantando así frente a Broly.

Freezer empieza a impacientarse y le pregunta a Paragus si ese es realmente el límite del poder de su hijo. Al recordar la forma en la que Goku se transformó por vez primera en super saiyan, el tirano mata al anciano y llama la atención de Broly, haciéndole creer que sus ataques descontrolados son los que lo han asesinado. El muchacho entonces pierde la cordura y se convierte en super saiyan. En dicho estado, empieza a llevar la voz cantante sobre Goku Y Vegeta, ambos en super saiyan blue. Viéndose sin salida, Goku engancha a Vegeta y lo teletransporta a donde se encuentra Piccolo. Al huir sus rivales, Broly enfoca su atención sobre Freezer, cargando contra él.

Goku ve que la única solución frente a Broly es fusionarse con Vegeta. Al no contar con los potara, logra convencer al príncipe para que Piccolo le enseñe el famoso bailecito. Las dos primeras veces fallan y surgen Veku (el «Gogeta gordo» de la película Fusión) y Veku anoréxico. A la tercera va la vencida y ya sí, aparece Gogeta. Mientras tanto, Freezer, en su forma golden, continúa siendo humillado por Broly y es rescatado «in extremis» por la fusión (mientras Whis aprovecha para distraerlo y frustrarlo un poquito más). Al principio, Broly no puede contra su nuevo adversario y acaba transformándose en super saiyan legendario, lo que obliga a Gogeta a su vez a cargar en super saiyan y luego en super saiyan blue. Ambos contrincantes son tan poderosos que a la par que combaten se van transportando a otras dimensiones. Aún así, Gogeta lleva la voz cantante y Cheelai y Lemo, previendo el desenlace, deciden robar las bolas de dragón e invocar a Shenron. Cheelai le pide entonces que rescate a Broly, por lo que el dragón lo transporta repentinamente de vuelta a Vampa antes de que Gogeta pueda darle el golpe de gracia. Cheelai y Lemo toman entonces una nave de Freezer para acudir al mismo planeta. El tirano, dándose cuenta de que su objetivo ha sido frustrado, intenta eliminarlos, pero Gogeta lo detiene. Entonces todos huyen y el villano jura que volverá.

Tres días más tarde, un todavía herido Broly caza en Vampa comida para Cheelai y Lemo, quienes no parecen muy convencidos con su sabor. Goku aparece repentinamente por teletransportación, ante lo que Cheelai se pone a la defensiva. Sin embargo, el protagonista avisa que les ha llevado alimento, una cápsula hoi-poi con una casa de parte de Bulma y dos habichuelas «senzu». Dice que está sorprendido con el poder de Broly y cree que podría llegar a ser incluso más fuerte que Beerus, por lo que le gustaría seguir peleando contra él de vez en cuando. Broly asiente y sonríe. Cheelai entonces le pregunta su nombre, a lo que responde que se llama Goku, pero algunos también lo llaman Kakarotto. FIN.

Ilustración oficial de Toyotaro

Broly y la suma de los mitos del héroe

Dragon Ball Super: Broly parece presentarnos así a los tres saiyans, Kakarotto, Vegeta y Broly, en semejanza y contraposición.

Vegeta y Broly son similares en que ambos nacen dentro de la élite, al contrario que Goku. Es se hecho este aspecto el que supone principal motivo para la caída en desgracia de Broly y Paragus, ya que ambos pueden suponer una verdadera y temible amenaza para el rey Vegeta y su hijo en un futuro, por su poder y cercanía. Goku, en cambio, es un simple guerrero de clase baja que pasa desapercibido para todos, algo que aprovechan Bardock y Gine para salvarlo.

No obstante, las similitudes entre Kakarotto y Broly son más numerosas: ambos van a parar a planetas apartados (Vegeta en cambio queda bajo la tirana supervisión de Freezer) y son criados por una única figura masculina (Paragus y Gohan), hasta que se topan accidentalmente con la femenina (Bulma y Cheelai), puerta a socialización y un nuevo mundo. Broly y Goku además son percibidos en distintos momentos de la serie como el saiyan legendario, jugando con este concepto en ambos casos de distinta forma: Goku como el «don nadie» que mediante talento y esfuerzo permanente siempre se autosupera; Broly como contenedor de fuerza y poder brutos, los cuales se desatan a medida que pierde autocontrol.

De este modo, Broly es también el doctor Jekyll y Mr. Hyde, un alter ego que, al contrario que Goku y Vegeta, no acude a priori a la lucha por mero disfrute, sino por obligación u órdenes de otros (en esto se acerca más a Gohan hijo).

En otra cosa que se asemejan y se diferencian Broly y Goku es en el mito del héroe escondido y su ejecución. A Kakarotto no es que lo escondan exactamente, sino que les parece tan poca cosa que ni se fijan en él. Crece, en fin, aparentemente apartado (Raditz sabe en todo momento dónde se encuentra) en la Tierra. Con Broly pasa algo similar, lo mandan a Vampa, donde esperan que muera, y no se vuelve a saber nada más de él hasta que ya es un adulto, reapareciendo de una forma mucho más aparatosa que Goku. Aquí Broly engloba más las historias de Moisés y de Heracles, mientras que Goku es el clásico Superman (y por supuesto el Rey Mono).

Finalmente, a los primeros espectadores de Dragon Ball Super: Broly no se les ha pasado por alto la semejanza entre el saiyan legendario y Tarzán. Al haber tenido una casi nula socialización y haber permanecido prácticamente aislado en Vampa, el Broly de Toriyama se nos muestra como un adulto que desconoce hasta las cosas más básicas como el agua y que habla poco con los demás. Cheelai hace claramente las veces de Jane (¿y Lemo del padre de la susodicha?), al mostrarla como genuinamente interesada y hasta admirada de Broly y cariñosa, paciente y cercana con él (parece que bastante más que lo que era Bulma con Goku). De hecho, varios han subrayado que las interacciones entre Broly, Cheelai y Lemo son de lo mejorcito de la película y, por supuesto, sientan la base para la humanización del saiyan.

Al igual que Tarzán, a Broly también lo sacan del mundo en que creció y el único que conoce y lo llevan «a la civilización», algo que realmente no le es saludable (muchos intentan utilizarlo para sus propios fines). A la postre, Cheelai/Jane decide que lo mejor para mantener a salvo a su nuevo amigo es devolverlo al lugar en el que se crió, donde permanecerán.

Curiosamente, Tarzán es conocido por ser «el rey de los monos» en Occidente y todos sabemos que Son Goku (Sun Wu-Kong en versión china) es el famoso Rey Mono del viejo relato chino Viaje al Oeste.

¿Y ahora qué?

Dragon Ball Super: Broly nos deja abiertas multitud de posibilidades en relación a la continuidad de la serie, ya sea en formato anime, películas, manga, OVAs, etc. Básicamente, en esta ocasión asentando que Broly es un buen tipo y dejándolo con vida, lo que ofrece perfectas oportunidades de su regreso en el bando de nuestros héroes.

Incluso la idea de un título aparte protagonizado por este nuevo Broly (hecho asimismo oficial por Toriyama), que además está acompañado de Cheelai y Lemo (dos alienígenas con vínculos con Freezer), siguiendo la estela de acción y batallas de Dragon Ball Z, pero con la posibilidad de volver al lado más aventurero del primer Dragon Ball, está ahí y puede que sea cuestión de tiempo, dependiendo de la acogida que tenga el personaje entre el gran público (por ahora parece que será bastante favorable, a juzgar por las primeras reacciones).

Yendo un poco más allá, existe la posibilidad de que Broly también tenga descendencia (Cheelai está ahí y parecen tener buen «feeling»), lo que no dejaría de aumentar la plantilla de personajes, híbridos saiyans y aún más opciones de cara a futuras sagas.

Sea como sea, en lo personal siento que deberé agradecerle a Toei, Akira Toriyama, Tatsuya Nagamine y Naohiro Shintani la inclusión de este nuevo Broly, a mi parecer bastante más complejo (dentro de lo «complejo» que puede llegar a ser Dragon Ball) y agradable que su versión de los 90 (el cual admito no me hacía mucho tilín). El hecho de que además hayan sentado las bases para jugosas posibilidades que alarguen más la vida (de forma positiva, en este caso) de Dragon Ball son asimismo excelentes noticias.

Ilustración oficial de Yuya Takahashi

Pistas sobre el argumento que nos da el adelanto del opening de Kingdom Hearts 3

Kingdom Hearts 3 está a poco más de un mes de su salida el próximo 29 de enero en Europa (24 del mismo mes en Japón) y Square Enix está poniendo toda la carne en el asador con los avances, tráilers, merchandising y demás. A lo largo de hoy le tocó el turno al adelanto del opening que abrirá el juego, con el tema «Face my Fears» de Hikaru Utada (una habitual de la saga) y Skrillex de fondo. ¿Qué pistas podemos apreciar en su minuto y medio sobre el argumento de esta esperada entrega? Avisamos de que puede haber posibles SPOILERS.

El final de la era Xehanort

Xehanort es la gran presencia de toda la intro (al menos de lo que hemos visto de ella), ya que aparece en todas sus formas y es quien, además, vemos mover las piezas del ajedrez que se supone que es la historia de todos los Kingdom Hearts hasta la fecha.

Lo es al menos de las piezas negras, la oscuridad, que va truncando las vidas de nuestros protagonistas, tal como hemos podido apreciar en entregas anteriores. Así, un joven Xehanort mueve las piezas que llevan a Terra a ser poseído, a Aqua a desaparecer en el Mundo de la Oscuridad y a Ventus a caer en el vacío.

Luego aparecen Sora, Riku y Kairi tal como empiezan en el primer Kingdom Hearts, con el segundo siendo asimismo «poseído» por Ansem (sincorazón del Xehanort que habita en Terra) y los otros dos viéndose separados. De nuevo el triunfo de la oscuridad (por ahora). Sin embargo, Sora se transforma en una de las piezas blancas del tablero, cuyo jugador por cierto no llegamos a ver en pantalla (quizás sea Eraqus, tal como se pudo ver en uno de los primeros tráilers).

Cambio a Axel, Roxas y Xion (a continuación hablaremos de éstos últimos), cuyas vidas se ven truncadas, esta vez por Xenmas (incorpóreo de Terra-Xehanort). Sora, de nuevo, vuelve a erigirse como principal esperanza del bando luminoso, enfrentándose a Ansem, Marluxia (Kingdom Hearts: Chain of Memories) y Xenmas (final de Kingdom Hearts 2). El joven Xehanort cambia a su versión actual, la de un anciano que ataca junto a demás miembros de la Organización XIII (pero solo podemos ver los rostros de Xenmas y Ansem, dejando al resto en uno de los mayores misterios de la trama). Sora, Riku, Kairi, Mickey, Donald y Goofy (todos ellos con sus vestimentas de la segunda entrega) les hacen frente.

Lo que queda claro es que Xehanort está en todas partes a lo largo de este avance, ya sea de una forma u otra. Queda patente que el argumento va a versar sobre éste, el logro de sus objetivos (Kingdom Hearts 3 ha sido descrita como el título más oscuro de la franquicia por el propio Tetsuya Nomura) y hasta qué punto nos lo iremos encontrando a lo largo de la aventura. Al otro lado, Sora se yergue como principal esperanza (también trataremos esto).

Se prevé que Kingdom Hearts 3 ponga punto final a la «saga Xehanort» (no así a la franquicia), por lo que a todas luces esta será la última vez que nos enfrentemos a este personaje. Antes de eso, seguramente las cosas se pondrán realmente feas para el lado de la luz.

Roxas y Xion

Sorprendentemente (al menos para quien esto suscribe), este adelanto del opening nos ha dejado ver, claramente y por vez primera en Kingdom Hearts 3 (portada aparte), a dos de los personajes que más están dando que hablar y cuyo destino siempre ha generado toda serie de hipótesis entre los fans: Roxas y Xion. Mayor sorpresa me he llevado cuando parecen sobresalir más que por ejemplo Axel (sabemos que Lea tendrá cierta importancia al encontrarse entrenando junto a Kairi como maestros de la llave espada).

Esto, unido a que Nomura ya avisó hace no mucho que la búsqueda de Roxas será uno de los punto centrales de la trama, me lleva a pensar que tanto el rubio como Xion protagonizarán algún punto crucial. Por lo pronto, sabemos que la muchacha al menos regresará de alguna manera. ¿Pero cómo?

Algunos espectadores han creído ver mechones blancos bajo la capucha con la que se cubre Xion en el opening, ¿significa esto que será poseída también por Xehanort? Es una posibilidad asimismo muy barajada por los seguidores. Sin embargo, al tratarse lo que hemos visto (al menos en su mayoría) de partes de flaskbacks y resúmenes de los juegos anteriores, es a su vez probable que lo de los mechones blancos forme parte de un mero juego de luces.

¿Pelo blanco o juego de luces?

Sora, solamente Sora

Frente a la prevalencia de Xehanort, en el opening encontramos a nuestro héroe, en varios casos en solitario. De hecho, es el único al que vemos que claramente forma parte de una de las piezas de la luz en el tablero. En comparación con el final del opening de Kingdom Hearts: Dream Drop Distance, donde iban apareciendo todos los protagonistas de los títulos anteriores acompañando a Sora (que a su vez combatía junto a Riku), aquí el castaño lucha casi siempre en solitario.

Únicamente al final vemos que van surgiendo Kairi, Donald, Goofy, Riku y Mickey, pero ni rastro de los demás. Posiblemente en analogía a que Sora será la llave que irá «rescatando» al resto de protagonistas caídos, y que posiblemente ese sea su periplo.

Ni rastro de Naminé

A pesar de que Naminé aparece en la portada (algo apartada del resto, divididos en grupos), lo cierto es que al menos en todo este fragmento del opening no hay ni rastro de ella, lo que no deja de desconcertarnos. ¿Su aparición será breve, pero clave? ¿O será más anecdótica que otra cosa? Teniendo en cuenta la importancia que tuvo en los argumentos de Chain of Memories y de Kingdom Hearts 2, y que el resto de principales sí que aparecen, no deja de extrañarnos.

Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald, una película con sabor a preámbulo

Noviembre de 2016, se estrena en cines Animales fantásticos y dónde encontrarlos, una trilogía de películas que servirían de precuelas-spin off de la popularísima saga de Harry Potter, escritas por la misma J.K. Rowling. Poco antes del estreno de aquélla, la autora escocesa confirma que ya no serán tres cintas, sino cinco. Y este es precisamente uno de los principales defectos que arrastra su inmediata secuela, Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald.

El nuevo título, dirigido por un ya habitual de la franquicia David Yates, sigue la historia unos pocos años después de la primera parte, con Newt Scamander (Eddie Redmayne) sin poder salir de Inglaterra por prohibición del Ministerio de Magia, en el cual trabajan su hermano Theseus (Callum Turner) y su antigua compañera en Hogwarts, ahora cuñada, Leta Lestrange (Zoë Kravitz). Newt sigue en estrecho contacto con el profesor Albus Dumbledore (Jude Law), quien se dispone a ir tras las pistas que va dejando Grindelwald (Johnny Depp) en su recorrido hacia la supremacía del mundo mágico, a la par que intentarán localizar a Credence (Ezra Miller) en algún lugar de París.

Este es el punto de partida de Los crímenes de Grindelwald, con una escena inicial con bastante adrenalina (aunque algo confusa) que te deja la sensación de que la cinta promete. Lamentablemente, este sentimiento se va desvaneciendo a lo largo de un desarrollo repleto de altibajos en el ritmo y de personajes que no siempre sabes hacia dónde van (ni de dónde vienen). Aquí es donde se nota más la mano de Rowling como guionista, ya que quizás ha querido abordar esta serie de películas como si de una de libros se tratase (donde siempre hay más lugar a detalles y ciertos rellenos).

Por ello, subtramas como todas las amorosas (Grindelwald y Dumbledore; o incluso Credence y Nagini (Claudia Kim); que son las más necesarias, son justamente las menos desarrolladas) acaparan más metraje del necesario y en ocasiones se perciben como forzadas. Jacob (Dan Fogler) y Queenie (Alison Sudol) son los que salen más perjudicados.

La trama vuelve a coger ritmo hacia su desenlace, desembocando en un discurso protagonizado por Grindelwald, al más puro estilo Hitler (referencia directa a la Segunda Guerra Mundial incluida) o al actual Trump, que encandilará a más de uno tanto dentro como fuera de la pantalla. Aún así, no es suficiente, y una vez finaliza la cinta, uno no sabe si realmente le han contado algo sustancial o si estábamos ahí «de paso». Comparada con cualquier otro título de Harry Potter (o incluso la primera de Animales fantásticos), parece que en realidad no nos han dicho mucho, un par de revelaciones grandilocuentes aparte.

Otro de los vicios que arrastra Los crímenes de Grindelwald es su necesidad autoimpuesta de contentar a los seguidores de la franquicia, esto es, el «fanservice», lo que no ayudará a que el espectador promedio se enganche y que probablemente hará que se pierda. Rowling ha querido meter guiños en todas partes, provocando con algunos de ellos que se desdiga en su canon anterior y generando así licencias e incluso contradicciones. Por supuesto, la GRAN sorpresa final no sentará bien a más de uno (y la autora inglesa era de las que decían que no quería que su saga se convirtiera en Star Wars por sus elementos «soap opera»…).

Aún así, la película por supuesto tiene cosas buenas, y lo más seguro es que al menos haga pasar un buen rato al fan promedio. Uno de sus mejores aspectos es su reparto de actores y actrices, con un inspirado Johnny Depp a la cabeza. Aunque lamentablemente no salga mucho, Jude Law en su versión de joven Dumbledore no se le queda a la zaga y es todo un robaescenas (preparaos para la tercera parte…). Eddie Redmayne se siente ya mucho más cómodo como protagonista y, aunque siga recordando bastante a algún Doctor de Doctor Who (lo cual no es malo es absoluto), su Newt nos llega como alguien que enternece y conmueve a la vez que le echa un buen par. Su química con Katherine Waterston (quien interpreta a Tina Goldstein) es palpable, a pesar de la tensión remanente con una muy correcta Zöe Kravitz. Lamentablemente, tanto Ezra Miller como Claudia Kim están aquí absolutamente desaprovechados, a pesar de la enorme importancia en la trama del primero.

La otra gran virtud la hallamos (escarbato aparte) en la banda sonora compuesta nuevamente por James Newton Howard, que sabe darle vidilla a varias escenas y momentos (que de por sí pasarían fácilmente desapercibidos).

En definitiva, Los crímenes de Grindelwald cumple como cinta dirigida a los seguidores y como preámbulo, pero falla como película aislada e incluso como entrega habitual de la franquicia. Servidores lo pasaron bien en su visionado (tuvieron buena parte de culpa los organizadores del evento fan en Kinepolis), pero el espectador promedio es probable que se eche alguna cabezadita o que acabe más perdido que un pulpo en un garaje. Lo mejor, sin duda, un villano interesante que sirve de analogía tanto a las grandes figuras de la primera mitad del siglo XX (e incluso a Dumbledore podríamos asimilarle algunas cosas de Churchill), como a algún infame político actual; su banda sonora; y que te deja el campo listo para otra nueva parte que, esta vez sí, esperamos que nos cuente varias cosas.

Violet Evergarden, la belleza hecha anime

Violet Evergarden (ヴァイオレット・エヴァーガーデン) es un título de anime hecho para Netflix por el estudio Kyoto Animation (Koe No Katachi, Kyoukai No Kanata) y dirigido por Taichi Ishidate, lo cual nos da ya una idea de la calidad que tiene su animación. Aún así, llegan a superarse y alcanzan aquí unas cuotas de belleza en dibujos difícilmente vistas con anterioridad (máxime si tenemos en cuenta que se trata de una serie de 13 episodios y un especial y no una película).

Basada en una serie de novelas escritas por Kana Akatsuki e ilustradas por Akiko Takase, la historia se centra en un mundo ficticio (inspirado claramente en la Europa de primera mitad del siglo XX) donde la protagonista, una joven llamada Violet, decide hacerse «doll» (persona que escribe cartas expresando las emociones y mensajes de los remitentes, entre otras tareas de similar índole) con la intención de descubrir el significado de la expresión «te quiero» y buscar su reinserción en una sociedad recién salida de una cruenta guerra.

El principal problema con el que se topa Violet es que ella misma es incapaz (en principio) de expresar emociones, ya que no las entiende (desde su nacimiento había sido criada para ser una niña-soldado, sin más); pero con muchísimo empeño de su parte y con apoyo de la gente que se va cruzando en el camino poco a poco irá adquiriendo conocimientos sobre las emociones humanas y nuestra peculiar manera de transmitirlas.

Al tratarse por lo general de capítulos autoconclusivos, el espectador irá acompañando a Violet en su camino, conociendo nuevos lugares y curiosos personajes de distintas procedencias, clases sociales y con sus diversos problemas (especial mención al episodio que gira en torno al padre que perdió a su hija). Aunque esto pueda resultar en ciertos altibajos de calidad, lo cierto es que ésta difícilmente decae y se mantiene siempre en torno al notable con picos de sobresaliente.

No nos referimos solo a la animación (magistral se mire por donde se mire), ya que Violet Evergarden es una pura delicia para los sentidos, con dibujos bonitos, diseños de personajes atractivos (hechos por la propia Akiko Takase), coloridos y realistas paisajes (muy europeos) y colores absolutamente preciosos; acompañada de una banda sonora (compuesta por el californiano Evan Call) repleta de sentimiento y con un opening y ending («Sincerely» de TRUE y «Michishirube» por Minori Chihara, respectivamente) que ya transmiten melancolía. Es también la historia, bastante cuidada; aunque no está hecha para todo el mundo.

Con esto último hacemos referencia especialmente a la gente que acuda a un título de anime buscando acción o belicismo puro y duro. Violet Evergarden es mucho más intimista, habla de las emociones, de cómo las expresamos, es incluso antibelicista al reflejar a una sociedad herida por un conflicto que se cree superado… en este sentido, puede llegar a ser considerada hasta ñoña (servidora por ejemplo ya lloraba con el primer capítulo).

Por otro lado, si se hurga un poco más en el fondo podemos encontrarnos con más significado del que puede aparentar con su precioso envoltorio. Podemos hallar así cuestiones como qué son las emociones, qué nos hace humanos, el sinsentido de las guerras y sus heridas invisibles o la facilidad (o no) con la que podemos llegar a establecer vínculos (o romperlos).

La otra gran virtud de este título es su elenco de personajes, ya que se trata básicamente de eso, una serie de personajes. Desde la propia Violet, una protagonista femenina autosuficiente desde que tiene uso de razón… menos en la parte emocional, donde se asemeja más a un infante (dando un curioso giro de tuerca al prototito de personaje femenino dependiente a nivel físico pero excesivamente sentimental); hasta Gilbert (el misterioso superior y maestro de Violet y una figura clave en su vida y en el argumento), pasando por Hodgins, Cattleya o Luculia, por lo general todos los personajes se hacen simpáticos y son significativos de una u otra forma en el crecimiento de la protagonista.

En definitiva, podemos decir que Violet Evergarden es hasta la fecha el mejor anime que ha estrenado Netflix (con permiso de Devilman Crybaby) y sin duda uno de los estrenos más interesantes de 2018. Eso sí, si estás esperando encontrarte con una serie bélica y repleta de batallas te llevarás una decepción, ya que su naturaleza es bastante más intimista, sentimental, pausada y profunda. Si crees que títulos como Clannad o Anohana son pornografía emocional, huye. Ahora, si quieres pasar un rato emotivo y deleitando la vista y el oído, no lo pienses más y vela. Nosotros estamos ya ansiando ver la película-secuela que estrenará en invierno 2020 y que se prevé cierre la historia narrada en las novelas.

Madrid Games Week, donde se podrá jugar a Kingdom Hearts 3, pretende impulsar la industria de los videojuegos en España

El evento con el que se pretende dar impulso a la industria de los videojuegos en nuestro país, Madrid Games Week 2018, se celebrará los próximos días del 18 al 21 de octubre en el recinto ferial Ifema. Así lo han asegurado hoy en rueda de prensa el director general de la Asociación española de videojuegos (Aevi), José María Moreno; y el director de Ifema, Eduardo López-Puertas.

Durante la rueda de prensa también han intervenido el presidente de Aevi, Alberto González Lorca, quien ha hecho hincapié en la importancia de impulsar la industria del videojuego en España, noveno país consumidor del sector a nivel mundial; y el director de Madrid Games Week, Asier Labarga, quien ha hablado de los contenidos que recogerá la feria.

Entre estos, destaca la presencia de Kingdom Hearts 3 en forma de 24 demos jugables para Xbox One, que mostrarán los mundos de Hércules y Toy Story. El próximo gran título de Square Enix, a la venta el 29 de enero de 2019 y distribuido en nuestro país por Koch Media, dispondrá asimismo de una representación a escala de la habitación de Andy con una llave espada gigante, donde podremos sacarnos fotos.

El remake de Resident Evil 2 también estará entre lo más llamativo de Madrid Games Week 2018 dentro de la zona de Play Station, al igual que Days Gone (Play Station 4), Jump Force (Play Station 4), Pokémon Let´s Go Pikachu y Eevee (Nintendo Switch), Super Smash Bros. Ultimate (Nintendo Switch), junto a otros juegos y posibles títulos que «todavía no pueden revelar».

La organización ha reservado un lugar importante para los e-sports, con competiciones de Splatoon, League of Legends, Street Fighter V, Fortnite, Fifa19, la final europea de los FIA-Certified Gran Turismo Championships 2018, entre otros.

Según datos que ha aportado Aevi, España se encuentra a la cabeza mundial en densidad de entusiastas en competiciones de videojuegos, así como el octavo en el ranking de audiencia, con un total de 5,5 millones de espectadores y una generación de empleo directo para más de 300 profesionales.

José María Moreno (Aevi), Eduardo López-Puertas (Ifema), Alberto González Lorca (Aevi) y Asier Labarga (Madrid Gmaes Week) durante la rueda de prensa hoy en Madrid

España cuenta actualmente con 15,8 millones de jugadores

A nivel general en el sector tampoco vamos mal, ya que España cuenta actualmente con 15,8 millones de jugadores, siendo el 56% de ellos hombres y el 65% en edades comprendidas entre los 15 y 24 años.

Sin embargo, a nivel industria todavía nos queda camino por recorrer, por lo que Madrid Games Week aspira a ser una plataforma de impulso para el sector en nuestro país, dando lugar a un área de desarrolladores junto a Fun & Serious Game Fetsival, donde se espera que estudios independientes, inversores y empresas de formación puedan establecer redes de contacto y reuniones de negocio.

Dentro de esta zona también se darán a conocer proyectos locales y los usuarios podrán hacer muestra de sus creaciones, así como asistir al foro para desarrolladores con charlas y talleres que abarcarán temas como el proceso creativo de los videojuegos, diseño, estructura narrativa, costes de producción, etc.

Madrid Games Week asimismo contará con concursos de cosplay, una zona retro para los nostálgicos, secciones de manga y de robótica y ofrecerá una conexión inalámbrica gratuita para todos los asistentes capaz de soportar más de 64.000 conexiones simultáneas y una velocidad de conexión de 15 Mbps, según han asegurado en nota de prensa.

Los responsables de Aevi e Ifema esperan superar las 100.000 visitas a lo largo de los cinco días de duración del evento, convirtiéndose así «en un referente» dentro de este tipo de eventos en Europa.

Foto del área de desarrolladores de Madrid Games Week 2017 en la web de Madrid Games Week