Quince años de Kingdom Hearts: Cinco razones por las que se ha ganado tantos corazones

Kingdom Hearts está de aniversario, y es que la franquicia creada por Tetsuya Nomura, que fusiona mundos de Disney con conceptos y personajes propios del JRPG (Final Fantasy en concreto), hace quince años que salió al mercado. Por ello, en Japón ya están llevando a cabo diversos eventos como el del pasado sábado en el Square Enix Cafe, donde el propio creador aportó nueva información sobre aspectos del universo Kingdom Hearts.

¿Por qué ha tenido tanto éxito a lo largo y ancho del planeta? A la espera del lanzamiento de su tercera entrega numerada (uno de los juegos más esperados de 2018), analizamos cinco principales motivos por los que Kingdom Hearts se ha ganado el corazón de tanta gente y de tantas edades y lugares.

5- Un sistema de batalla de lo más divertido

¿Qué es un RPG sin un sistema de batalla adictivo? Kingdom Hearts fue uno de los primeros ejemplos de su género proveniente de Japón que trajo un sistema de batalla más orientado a la acción, pero manteniendo aún la esencia del menú de combate y las distintas opciones dentro de los estilos de ataque más ofensivo, defensivo o mágico, todo ello de forma mucho más rápida, directa y dinámica.

Por ello, es fácil introducirse en los combates de Kingdom Hearts, aún siendo el jugador bastante joven o careciendo de experiencia dentro del género. Un sistema intuitivo y fácil de dominar, que torna la exploración por los distintos mundos de Disney en pura diversión y que hace que no nos cansemos de manejar a Sora durante horas y horas.

En la tercera entrega Nomura parece querer llevarlo más allá y esta vez ha permitido que nos acompañen aún más miembros en el equipo (como se puede observar en el caso de Buzz y Woody en Toy Story), además de que habrá nuevas formas de batalla como la de ataque desde dentro de un mecha de juguete.

4- La banda sonora de Yoko Shimomura

Yoko Shimomura empezó en Squaresoft siendo ayudante del mítico Nobuo Uematsu, transformándose hoy en una de las figuras imprescindibles de la compañía que es ahora Square Enix. El famoso «Dearly Beloved» es ya uno de los elementos que van intrínsicamente unidos a la saga de Nomura, al igual que las introducciones cantadas por Hikaru Utada (ya debería tener preparado el opening de Kingdom Hearts 3, si hacemos caso a los tweets publicados hace ya meses).

La banda sonora de esta saga es, a la postre, una de sus características más sobresalientes y que ayudan a aportar esa magia tan de cuento, ese encanto predominante en Kingdom Hearts.

3- Un diseño de lo más atractivo

Tetsuya Nomura es, desde la perspectiva de esta servidora, un mejor diseñador que director (pero con diferencia). En Kingdom Hearts el hombre sacó a relucir toda su inspiración, dando a luz a varios personajes con diseños que comparten algunos elementos con los de Disney (los famosos zapatones de Sora), pero con su característicos rasgos de anime y, además, uno bonito y muy bien dibujado.

Pero no solo el diseño de los personajes. Los distintos mundos que recorremos, si bien salen en su mayoría de la Casa de las Ideas, tienen asimismo ese encanto y magia que ya mencionábamos con la banda sonora. Ciudad de Paso o el Vergel Radiante son creaciones propiamente de Square que no tienen nada que envidiar a Agrabah o Ciudad Halloween.

2- La nostalgia de los mundos de Disney

Uno de los rasgos más distintivos de Kingdom Hearts es su recorrido por los distintos mundos inspirados en las cintas de Disney (ahora también de Pixar), desde Atlántica (La Sirenita), Tierras del Reino (El rey león), hasta el País de las Maravillas (Alicia en el País de las Maravillas), Monstruo (Pinocho), o el País de Nunca Jamás (Peter Pan), entre otros.

El hecho de que nos acompañen Donald y Goofy, de que tengamos que buscar al rey Mickey y de que nos enfrentemos a Maléfica o a Pete suman asimismo a este sentimiento de nostalgia, de regreso a la más tierna infancia (o no tanto), de cuando soñábamos con viajar a estos mismos mundos.

El apostar y teorizar sobre qué mundos de Disney aparecerán (o no) en la próxima entrega es otra de las grandes diversiones dentro del fandom. Nuestro favorito, claro está, sigue siendo Ciudad Halloween (Pesadilla antes de Navidad).

1- Un protagonista (MUY) carismático

De nada serviría tener un sistema de batalla adictivo, una banda sonora emotiva, unos diseños preciosos y unos mundos repletos de magia y nostalgia si el protagonista, ese al que manejamos durante todo el juego, no funciona. Pero he aquí que Nomura siguió adelante con su ola de inspiración y parió a Sora, su (probablemente) mayor golpe de suerte.

Sora comparte muchos rasgos con el típico protagonista de shônen: es alegre, descuidado, optimista, sociable y en definitiva algo atolondrado. Pensemos por ejemplo en Goku, Luffy y Naruto y en todos ellos veremos algo de Sora. Sin embargo, Nomura supo darle frescura a través de su (nuevamente) atractivo diseño y de que, como jugador, resulta fácil identificarse con él, sobre todo porque Sora ante todo se divierte con lo que hace (curiosamente, donde parece estar más «obligado» es en Dream Drop Distance, el juego con calificación más baja hasta la fecha de la franquicia).

También resulta sencillo enternecerse con Sora y sufrir con él ante su odisea, porque es en definitiva un buen tipo, que busca lo mejor para los suyos, pero, como decíamos, sin dejar de divertirse. En Kingdom Hearts 3 parece que jugueteará algo con la oscuridad, lo cual no le vendría nada mal al personaje.

En definitiva, Tetsuya Nomura, Square Enix y Disney crearon una serie de videojuegos que, con todos estos elementos sumados, respiran magia, ese encanto que solo se halla en algunos productos (se me viene a la mente Final Fantasy IX). Y que no deja de tener ese sinsabor a juego indie (que no lo es), ese experimento que se les ocurrió a un par de ejecutivos japoneses en un ascensor y que un cinéfilo confeso como Nomura supo llevar a cabo.

Feliz cumpleaños, Kingdom Hearts, esperamos que cumplas muchos más en el mismo buen estado de salud en el que te encuentras ahora.

Qué nos dice el último tráiler sobre Star Wars: Los últimos jedi

El último tráiler de Star Wars: Los últimos jedi ha llegado con bombo y platillos, acompañado de un nuevo póster y de la salida a la venta de las entradas.

Teniendo en cuenta el secretismo que la ha acompañado durante toda su producción, nos ha sorprendido (para bien) la cantidad de nueva información que deja entrever este avance… sin llegar, ni mucho menos, a contarnos toda la película (de hecho, juegan bastante al despiste). ¿Qué novedades e información que (quizás) sea importante nos trae?

Más Kylo Ren

El personaje interpretado por Adam Driver estaba siendo lo más ocultado en la promoción que ha estado saliendo hasta ahora, con el actor estando ausente en casi todos los eventos y relegando su participación en reportajes casi a un segundo plano (siempre bastante por detrás de Luke y Rey). Solo el maravilloso primer póster presagiaba su importancia dentro de la trama.

Al cartel lo acompaña ahora este tráiler, donde Kylo es el personaje con mayor exposición, además de Rey.

Ya en el principio, lo vemos guiando a un comando de soldados imperiales en lo que parece ser Crait, arrodillado ante Snoke (o así parece), destrozando su casco o contemplando el exterior desde un hangar que, si nos fijamos bien, parece el mismo que posteriormente aparecen destruyendo Finn y Rose.

Pero eso es solo la base. Lo más importante sobre Kylo que se puede percibir a través del tráiler es su duda/sufrimiento a la hora de tener que disparar contra el sitio donde se halla Leia (no puede) y que parece forjar una especie de alianza o entendimiento con Rey.

Esto último se deja entrever justo al final del tráiler, cuando Kylo le tiende la mano a quien parece ser Rey, y durante un diálogo anterior en el que él le dice a una persona (a todas luces la misma muchacha) que tienes que destruir tu pasado para poder conocer tu papel a jugar dentro de la partida.

Así pues, parece que tendremos a un Kylo Ren si acaso más confuso y dañado que en El despertar de la Fuerza, que incluso deja la puerta a un posible inicio de redención.

Rey, sus dudas y su poder incontrolable

Como decíamos, el personaje interpretado por Daisy Ridley es el que más podemos apreciar, lógico si tenemos en cuenta que es la nueva protagonista.

De entre lo más llamativo, por un lado sus escenas de entrenamiento y con Luke, quien parece temer el poder de la joven (así lo afirma también en lo que dice en el tráiler); por el otro lo que ya comentábamos de un acercamiento a Kylo Ren (al final Rey parece casi suplicarle a alguien -que bien podría ser también Skywalker- que le muestre su papel en todo este entramado en el que se ha visto envuelta, justo antes de que Kylo tienda la mano) y, sobre todo, una escena donde está siendo claramente torturada por Snoke, dejando el interrogatorio de Kylo Ren en la anterior entrega en un mero juego de niños.

El tráiler deja la sensación de que Rey anda todavía bastante descolocada con todo esto y que probablemente le cueste controlar sus poderes, lo que le causa desazón y puede que hasta frustración. El citado temor de Luke no parece ayudar a la causa. Así pues, el camino que acabe tomando Rey parece que definitivamente tendrá más intringulis que sus misteriosos orígenes.

¿Nuestra apuesta? Snoke le dice las palabras del principio del avance (esas sobre «siempre vi en ti un tremendo poder…) a Rey, a quien intentará llevar a su terreno (escena de la tortura). Antes de eso, como sabemos, Rey convencerá a un reticente Luke para que la entrene (de ahí el «necesito que alguien me diga cuál es mi lugar en todo esto», que definitivamente sucede en la primera mitad de la película por el aspecto de la muchacha y que probablemente vaya dirigido al jedi). Skywalker aceptará con reparos y receloso, lo que llevará a que algo ocurra entre ellos y que hará a Rey dudar, una vez más, de cuál es su papel y qué hacer (entrada en escena de Kylo, que sabemos por el rodaje que en algún momento caerá sobre Ahch-To, y que probablemente le dirige ese «tienes que matar tu pasado» a ella). A partir de ahí, solo Johnson dirá.

Luke y Leia, hermanos separados

Todo un aire de tragedia parece envolver a los mellizos a lo largo del tráiler. De Leia se prevé ya su trágico final, adelantado por el abrupto y fatídico fallecimiento de Carrie Fisher, mientras que a Luke lo acompaña un halo de oscuridad, dejando claro que ya no es el optimista jovenzuelo de la trilogía original. Está dañado (flashback incluido) física y emocionalmente y se lo ve cansado y harto de estarlo. Parece que en un momento le espeta a Rey (a quien en principio se niega a entrenar y a quien teme) que las cosas no están saliendo como ella esperaba, con un tono más de enojo que de otra cosa.

Un duelo esperado

La trama de la Resistencia no asoma mucho por el tráiler, pero sí lo hace una escena especialmente llamativa: Finn contra Phasma. Parece que ambos resolverán sus cuentas pendientes en esta octava entrega, y que el personaje de Gwendoline Christie estará algo mejor aprovechado que en El despertar de la Fuerza (lo cual es fácil).

Chewbacca, porgs y el Halcón Milenario

Algo que ya se ha visto para aquellos que hayan estado siguiendo los reportajes de Entertainment Weekly y similares es al famoso wookie entreteniéndose ahora con estos nuevos animalillos, incluso a bordo del emblemático Halcón Milenario.

La nave vuelve a volar en este avance, aunque seguimos sin saber quién la pilota. Lo más previsible, claro está, son el propio Chewbacca y Rey, pero estando por ahí hasta Kylo Ren con unas buenas habilidades de pilotaje heredadas, nunca se sabe.

Un apartado técnico espectacular

Nada nuevo en una película de Star Wars, que lleva siempre buenas cantidades de dinero invertidas detrás, pero Rian Johnson ha demostrado hasta la fecha no ser un director de blockbusters al uso, con Brick y Looper en su currículum.

Si algo demuestra este tráiler es que Johnson no se ha contenido en esta ocasión, mostrando una puesta en escena y una fotografía maravillosas y espectaculares. Tenemos muchas ganas de ver Crait. Qué carajo, ansiamos que sea ya 15 de diciembre.

Blade Runner 2049: La tragedia de K

Es complicado realizar una crítica de Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017), película que ha estado rodeada de secretismo durante su realización, sin mencionar spoilers. Por ello, vamos a hacer una primera parte a modo de crítica sin spoilers, con nuestra mera opinión de lo mejor y lo peor; y una segunda que resulta más en un análisis con spoilers (tranquilos que avisaremos).

Blade Runner 2049 tiene ante todo la bendición o maldición de contar como base a su predecesora (Ridley Scott, 1982), una cinta considerada de culto y que cuenta con toda una legión de seguidores a lo largo y ancho del planeta. La primera pregunta por lo tanto es: ¿está Blade Runner 2049 a la altura? Sí y no.

Sí porque es en conjunto una muy buena película, con una realización artística y técnica impecable (¿Oscar para Roger Deakins?), unos planos maravillosos y futuristas que, como la original, destilan melancolía y soledad, así como ciertos toques de cine negro. También la música (Hans Zimmer y Benjamin Wallfisch) funciona, pero se nota que intenta seguir los pasos MUY de cerca de la inolvidable partitura de Vangelis (entonces, ¿por qué no contrataron al compositor griego?).

Si nos metemos en el guión (escrito por Hampton Fancher, guionista también de la original, y Michael Green), éste resulta en un relato bastante solvente que abarca cuestiones filosóficas como su predecesora, pero que, lamentablemente, encontramos que se va diluyendo poco a poco a medida que avanza hacia su tramo final, en donde remonta poderosamente para la última escena. Y es que, y este es quizás su principal lastre, se nota más de lo que nos gustaría que Blade Runner 2049 está pensada para que tenga secuela(s), lo que deja varios temas (algunos interesantes, otros que parecen clichés puestos con pegamento) en el aire.

Los actores están todos muy bien, sorprendiéndonos positivamente una Ana de Armas (Joi), que rezuma encanto y química con un contenido Ryan Gosling (K), quien lleva sobre sus hombros la parte más interesante de la historia. Sobre el resto, todos cumplen, pero en realidad nos han parecido más los comparsas que también padecen esa dispersión de la segunda parte de la cinta. Harrison Ford vuelve como un Deckard envejecido y desencantado, pero no esperéis que sea tratado como personaje principal (y no quiero contar aquí nada más, eso irá a continuación).

La peor parte, en mi opinión, recae en la figura de la villana (Luv, interpretada por Sylvia Hoeks), un personaje absolutamente estereotipado que parece más salido de una película de James Bond que del universo que nos ocupa. Cuenta la Trivia de Blade Runner en IMDB que Rutger Hauer (inolvidable Roy Batty) se opuso a rodar la escena de acción que pretendía Ridley Scott al no considerar Blade Runner una película «de Bruce Lee». Deberían haber contratado al actor neerlandés como asesor para esta 2049, pues parece que esa parte se les ha olvidado. Serán los tiempos que corren, suponemos.

En cuanto a Jared Leto (Wallace), simplemente está aquí desaprovechado, apareciendo para recitar frases grandilocuentes, algo sobre «los ángeles» que nunca se entiende muy bien qué es, y poco más. Sus escenas parecen inconexas y realmente no aportan mucho al conjunto, además de que crea los «agujeros de guión» más vistosos, al no quedar nunca del todo claro sus objetivos (a lo largo del metraje, se llega a percibir que tiene hasta tres distintos y en lo personal no entiendo por qué cambia de uno a otro). Claramente, otro elemento para la secuela.

¿Dónde está entonces «el nuevo» Roy Batty? (aquí sí, SPOILERS)

Roy y Pris (Daryl Hannah) se han convertido en villanos (que luego no lo son tanto) icónicos de la historia del cine. Sobre Roy pesa además el haber protagonizado una de las escenas y monólogos más miticos. El listón estaba alto para esta Blade Runner 2049 que, como decíamos, no cuenta con antagonistas a la altura.

Pero es que estábamos mirando en la dirección equivocada, puesto que la atención hay que depositarla sobre el personaje del agente K, el nuevo «blade runner» que además es un replicante dentro de los últimos modelos creados por Wallace. K representa la búsqueda de la identidad y el propósito de una vida, junto con el anhelo de amar y ser amado aunque no estemos programados para ello y esté mal visto.

Empieza la película enfrentándose a Sapper Morton (Dave Bautista), un nexus 8 que huyó y vive oculto en una granja. Éste le echa en cara a K algo que más tarde en el film volverá a recordar y que sirve como buen espejo de la realidad que nos está tocando vivir a las generaciones jóvenes del mundo actual: «Los nuevos modelos aceptáis los trabajos de mierda que os dan». Morton sabe que K es un replicante, que es un «blade runner» y que va a ejecutarlo («retirarlo»). También sabe que los humanos son clara y abiertamente racistas con los replicantes, insultándolos y amenazándolos, algo que vive K en su día a día.

Ambos temas (la confrontación generacional entre replicantes y la brecha entre humanos y androides), lamentablemente, no son abordados en profundidad en la película (a donde llega más lejos es a la teniente Joshi, Robin Wright, advirtiendo de que se avecinará una guerra), dejándolos probablemente, y lamentablemente, para una secuela.

Siguiendo con K, es él quien tiene la principal crisis de identidad. Tratado como replicante-esclavo, sin que se tengan en cuenta sus emociones o necesidades personales, y sin que él proteste al respecto, todo cambia cuando, tras descubrir una inscripción en un árbol (el mundo de Blade Runner 2049 apenas tiene vegetación), empieza a recordar escenas de su niñez. ¿Memorias reales o implantadas?

Es Joi quien le da el principal empujón para hacerle creer que es humano, que tiene emociones, y que, de hecho, eso es lo que te daría la humanidad: los sentimientos, justamente el amar y ser amado que tanto ansía. Además, es ella (¡un programa informático!) quien lo bautiza, poniéndole el nombre de Joe. Al principio K se muestra reticente a aceptar esto, es más fácil permanecer dentro del status quo, seguir cumpliendo con su trabajo de replicante que no replica ni se cuestiona nada.

El tener recuerdos de una infancia perdida es lo que termina de poner la guinda sobre el pastel de humanidad. Y en ese momento Joe la acepta y renace, deja atrás su trabajo (y será perseguido) y acepta dar y recibir muestras de amor de otro ser que no es humano, pero que sí desprende humanidad. Como colofón, Joe/K emprende un camino que es MUY humano: la búsqueda de sus orígenes, que no son los que él creía. En todo esto, Blade Runner 2049 da varios pasos más allá en relación con su predecesora.

Pero luego todo vuelve a dar un giro de 180 grados. Esa nueva identidad que había abrazado K se desvanece junto a su interés romántico (la misma que lo había rebautizado) y vuelve a ser un replicante creado con un fin muy determinado. No obstante, los replicantes (que sí, siempre han tenido humanidad) tienen capacidad de decisión, y K elige ayudar a Deckard, cerrando así un ciclo.

Esto nos lleva a la hermosa escena final, donde comienza a sonar de fondo la maravillosa «Tears in the Rain», y en donde creo que K, que ha cumplido su propósito, que sin embargo ha perdido toda razón de vivir, se deja morir bajo la nieve, plácidamente, al igual que Roy bajo las gotas de agua. Es aquí donde uno cae en la cuenta: el nuevo Roy es K, es el replicante con un propósito, que se revela, que ansía, que ama, que teme, más humano que los humanos, y que al final, inevitable pero pacíficamente, muere, habiendo ayudado a Deckard, el padre que creyó que era y no fue. La poesía de Blade Runner.

P.D.: Como punto negativo, ¿por qué todas las féminas que desfilan por la película (incluso la prostituta que está de paso) tienen que caer rendidas ante los pies de K?

P.P.D.: Curiosamente, la escena final en la escalera nos recordó (y no solamente a mí) a la última de Cowboy Bebop, obra a su vez inspirada en parte en la Blade Runner original. ¿Se cierra el círculo? No sabemos si Villeneuve es seguidor del anime, pero la relación entre K y Joi nos recuerda asimismo a la de Hei y Yin (Darker Than Black).

P.P.P.D.: No llorábamos tanto la pérdida de un «objeto» (aunque la naturaleza de Joi da para otro debate) desde Wilson en Náufrago.

Cinco grandres influencias de Blade Runner

Blade Runner (Ridley Scott, 1982) se ha convertido por méritos propios en una cinta de culto dentro del género de la ciencia-ficción. Basada en el libro ¿Sueñan los robots con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick, lo cierto es que poco podemos escribir de ella que no se haya escrito ya.

Máxime ahora, con el estreno (el 6 de octubre en España) de la secuela Blade Runner 2049 a la vuelta de la esquina. Pero lo que sí queremos hacer es un repaso por cinco obras en las que se percibe clarísimamente la influencia de este hito, en parte porque son títulos por los que a su vez tenemos especial debilidad.

Cowboy Bebop (Shinichiro Watanabe, 1998)


Otra obra considerada de culto, esta vez dentro del mundo del anime, es la que nos ocupa. Esta serie de 26 episodios dirigida por Watanabe desprende Blade Runner por sus cuatro costados, pero lo hace especialmente en su ambientación (no es en la Tierra, como la de Scott, sino en otros planetas, pero lo que resulta más llamativo es su constante deje melancólico), su banda sonora (Blade Runner bebe bastante del jazz, así como Cowboy Bebop, que por cierto es un subgénero dentro del estilo) y su protagonista (aunque, no sé aún bien por qué, se me hace más Spike Gosling que Ford). Además, ambas mezclan estupendamente la realidad y el suspense propio del thriller con elementos oníricos.

El propio Watanabe es de hecho el director de uno de los cortos precuela de Blade Runner 2049, concretamente el titulado Black Out 2022, en cuyo avance admite la influencia que ha ejercido sobre su obra la de Ridley Scott.

Final Fantasy IX (Hiroyuki Ito, 2000)


Aquí tenemos un ejemplo basado más en lo argumental que en el estilo, y es que este videojuego de Squaresoft podría perfectamente titularse ¿Sueñan los genómidos con moguris eléctricos? El asunto existencial es la principal línea argumental de la novena entrega de esta franquicia, representado no solamente a través de Yitán, sino también de Vivi y los magos negros.

Pero en donde personalmente encuentro una mayor similitud entre ambas es en sus antagonistas. Roy (Rutger Hauer) y Kuja, replicante y genómido, respectivamente, que viven aterrorizados ante la idea de que un buen día, simplememte, dejarán de funcionar. Yitán y sobre todo Vivi también aprenden a hacer frente a este miedo de lo que vendría a ser la muerte, pero solo Kuja se revela ante él, al igual que Roy. La similitud cobra aún mayor envergadura si se confirmase (o se cree) en la teoría de que Deckard es un replicante, al igual que Yitán un genómido.

Ghost in the Shell (Mamoru Oshii, 1995)

Para los fans, tiene que resultar fácilmente perceptible la influencia que ha ejercido Blade Runner sobre el anime, como decíamos y especialmente en el apartado del estilo. Uno de los máximos exponentes de ello es Ghost in the Shell, nuevamente otra obra considerada de culto.

En Ghost in the Shell nos encontramos también una atmósfera futurista (y esta vez en la Tierra), con grandes anuncios y luces de neón y androides que conviven junto a humanos. Aspectos como la humanidad, el existencialismo y el avance tecnológico imparable son aquí tratados con grandes dosis de pseudofilosofía. Por otro lado, la ambientación oscura y lúgubre están aquí a la orden del día.

Hemos elegido hacer referencia especial a la película de 1995 porque creemos que es donde más se aprecian las similitudes con Blade Runner, aunque sus temas base siguen siendo abarcados tanto en el manga de Masamune Shirow como en las series de anime posteriores.

Pris-Harley Quinn

Hay varias teorías sobre el origen de esta famosa villana de Batman, creada por Paul Dini y Bruce Timm para la serie animada de la década de 1990. Lo cierto es que las similitudes entre ella y la replicante Pris (interpretada por Daryl Hannah) son fácilmente apreciables, tanto en diseño como en personalidad.

Para empezar, y por muy impopular que resulte decirlo en estos días, tanto Pris (la de la película) como Harley fueron concebidas como «las novias de los villanos». La primera lo es de Roy y la segunda (lo era) del Joker. También tienen un diseño de chica rubia y aparentemente delicada que no corresponde con la realidad, ya que en el fondo resultan hábiles luchadoras, principalmente por su agilidad y acrobacias. En personalidad, evidentemente hemos visto más matices de Harley, pero a Pris se nos muestra en la película como una replicante con un lado dulce y juguetón, que al ser asesinada por Deckard patalea porque no quiere morir.

P.D.: Roy se preocupa más en 5 minutos por su novia que el Joker en varias décadas por la suya.

Bubblegum Crisis (Katsuhito Akiyama y varios, 1985-)

Este anime, que fue concebido como una serie de 13 episodios, luego reducidos a ocho, más tarde teniendo varias secuelas debido a su éxito, es quizás donde es más descarada la influencia de Blade Runner. Nos encontramos en Tokio en el año 2032, con la capital nipona habiendo sido devastada por un gran terremoto. En medio de esta sociedad, tecnológica y fragmentada, encontramos a un comando de cuatro mercenarias que ayuda a la policía a atrapar y frenar a los robots que se han salido de control.

La inspiración aquí claramente no viene solo del estilo (muy cyberpunk), y el argumento (robots descontrolados y policías que los persiguen), sino también de referencias absolutamente directas en los nombres, como ese grupo denominado «Pris y los replicantes». En definitiva, toda una oda a la película de Ridley Scott en ambientación, historia y diseños. Tanto es así, que hace unos pocos años un fan imaginó cómo sería Blade Runner en versión anime realizando un montaje con imágenes extraídas directamente de Bubblegum Crisis.

Cómo afectan las nuevas escenas al lore de Final Fantasy XV

Square Enix lanzó ayer y de forma gratuita un nuevo parche con escenas añadidas al final del Capítulo 12  de Final Fantasy XV (sobra decir que en el escrito habrá SPOILERS), al cual, recordamos, se puede acceder desde el menú, ya que para eso dividieron la historia de este juego en episodios.

Las nuevas escenas no son muy largas en sí (poco más de 10 minutos en total), pero sí que resultan increíblemente importantes para entender más sobre el lore (contexto) de esta entrega, tanto es así que lamentamos que no hayan sido incluidas desde el momento de salida del juego; aunque se agradece, por otro lado, que el equipo de Hajime Tabata sí se moleste por completar más la historia, y de forma gratuita.

¿Por qué tan importante? Describamos lo que sucede: Gentiana se transforma en Shiva (su verdadera identidad) ante Noctis y le cuenta su pasado, lo que incluye la guerra de los sidéreos. Así, descubrimos que efectivamente ellos fueron los creadores de la humanidad, aunque algunos como Shiva la despreciaban por su fragilidad y esperanzas irrealizables. Sin embargo, Ifrit era el sidéreo que más confiaba en los humanos, otorgándoles el don del fuego y asentando así las bases para la civilización de Solheim (y hasta aquí, una bonita metáfora de cómo las glaciaciones hace miles de millones de años casi acabaron con los sapiens y el hito que supuso el descubrimiento del fuego).

No pasó mucho tiempo hasta que Shiva aprendió, a través de Ifrit, a ver lo bueno de la humanidad, enamorándose también de él. Pero como todo se acaba torciendo, los hombres en Solheim fueron poco a poco corrompiéndose, traicionando a Ifrit, lo que desencadenó la ira del sidéreo, el origen de la maldición de las estrellas y el inicio de un enfrentamiento con el resto de los suyos, quienes, a pesar de todo, tenían la obligación de proteger Eos. Como sabíamos también por el bestiario, Bahamut derrotó finalmente a Ifrit y encerró su cuerpo en la roca de Ravatogh, con el resto de sidéreos echándose a dormir debido al agotamiento por la guerra.

Pasaron los años y Shiva despertó de su letargo al percibir que su amado estaba en peligro, dando a entender que Ardyn había localizado a Ifrit y lo había invocado. Sin embargo, la sidérea de hielo fue sorprendida en su camino por el ejército de Niflheim, que tras una dura batalla la asesinó, dejando su cadáver en medio de la localización, que acabó convirtiéndose en un glaciar, y obligando a Shiva a dividirse en varios fragmentos menores de sí misma y en Gentiana. De este modo, con su poder reducido, Shiva le pide a Noctis que libere a Ifrit y al mundo de la oscuridad.

Llegados a este punto (narrado por cierto a través de ilustraciones que parecen extraídas del libro «Cosmogonía»), hay varios aspectos no percibidos del todo bien en el juego original y que ahora añaden mucho más sentido y significado a situaciones como la batalla final contra Ifrit (y el beso de Shiva). Por un lado, entendemos ahora las motivaciones del sidéreo de fuego, asemejándose su historia a la de Ardyn (de hecho, es prácticamente la misma, con la civilización humana siendo básicamente una ignorante que merece una muerte lenta y dolorosa, para variar); y por el otro vemos que Shiva también tiene las suyas, estableciéndose a su vez un vínculo con Noctis y reforzando la importancia que tienen los sidéreos como personajes individuales en la historia de Final Fantasy XV.

Pero es que además estos nuevos matices suman aún más importancia al papel de villano de Ardyn, quien queda establecido es el que maneja y corrompe a Ifrit, y no al revés. Esto puede parecer confuso al principio, ya que Ifrit es el que causa la maldición de las estrellas y la corrupción de las personas, pero si se piensa, en ningún momento queda establecido que el propio creador no pueda verse perjudicado por su creación. Como decíamos, las similitudes entre las historias de Ifrit y Ardyn son completamente perceptibles.

Por otro lado, en la nueva actualización se incluye asimismo una prolongación de la escena en la que Luna llora ante Ravus por no poder estar con Noctis. De alguna forma, tras este momento Ravus desaparece y entra en escena Gentiana, con Luna disculpándose porque ella tenga que verla en semejante estado. Gentiana/Shiva, quien había vuelto a recuperar la fe en la humanidad al conocer a Luna, se compadece de la muchacha y la consuela prometiéndole que los sidéreos garantizan que ella y Noctis podrán estar juntos.

Si bien esta escena no la vemos tan importante para el lore como la anterior, sí ayuda a establecer el vínculo entre Gentiana y Luna (intuido en el juego, pero no desarrollado) y, nuevamente, añadir más motivaciones a la primera. Además, sirve de explicación a la última escena del juego, con Luna y Noctis durmiendo juntos en el trono.

De este modo, como decíamos al principio, comprobamos que estas escenas resultan REALMENTE importantes para la historia y desarrollo de los personajes de Final Fantasy XV, agradeciendo su inclusión (gratuita), pero lamentando no haber podido disfrutar de ellas desde la primera partida. ¿Os imagináis cómo hubiese sido la batalla final contra Ifrit habiendo presenciado esto con anterioridad?

Para finalizar, recordamos que Tabata dijo que estas nuevas inclusiones estarían relacionadas de algún modo con el Episode Ignis. Teniendo en cuenta que en el corto avance que hemos tenido hasta la fecha del mismo aparece Ardyn, no podemos dejar de pensar que se refiere a algo que tiene que ver con Ifrit. ¿O quizás se explicará a dónde se esfumó Ravus en la extensión de la escena de Luna llorando?

Las mujeres en Final Fantasy IX

Las mujeres en los videojuegos, las mujeres en los RPG, las mujeres en Final Fantasy. Son todos ellos temas sobre los que se han escrito (y escribirán) bastante, pero normalmente desde una perspectiva crítica. No es para menos, pues es sabido (pero no lo suficiente) la objetización de la mujer en este mundillo, donde o sirve como complemento del héroe masculino, o está ahí de bonito decorado (normalmente son ambas cosas).

Final Fantasy a veces ha pecado de esto, aunque quizás en donde más ha recurrido la saga es en el error de mostrar a la mujer como clichés de anime: o son moe (Serah), o tsundere (Lightning), o están ahí de relleno secundario que si te pasas la historia sin ella tampoco notas la diferencia (Yuffie).

Sin embargo, también hay que saber valorar cuándo y en qué lo hacen bien, y por eso vamos a hablar de Final Fantasy IX.

En realidad, hay muchas cosas que la novena entrega de la saga hace MUY bien, pero la representación de las mujeres es una de ellas y en la que vamos a detenernos durante un rato. Advertimos, para los que no se hayan pasado esta maravilla, que habrá SPOILERS.

Primero tenemos a la protagonista, Garnet Til Alexandros XVII, también conocida como Daga durante buena parte del juego. Garnet empieza como un modelo femenino no muy esperanzador: es una princesa en apuros que, al poco tiempo de conocer a Yitán (protagonista masculino), le pide que la «rescate»/secuestre para poder salir del castillo. Poco después cae inconsciente y tienes que rescatarla. En fin, un inicio de bostezo y «facepalm» totales.

Pero pronto esto cambia, y por ello debemos agradecer a Squaresoft por haber llevado a cabo uno de los desarrollos de personajes más magníficos y creíbles dentro del mundillo. Tan rápido como Garnet se da cuenta de que está siendo una carga (y NO quiere serlo), empieza a esforzarse por cambiar e intenta valerse siempre por sí misma.

Estos cambios incluyen el más obvio del nombre (no obstante, es una princesa escapada/secuestrada y, por lo tanto, fácilmente reconocible), pero también en la forma de hablar. Sobre todo, intenta desmarcarse en todo momento de lo que los demás (hombres, especialmente Steiner) creen que es más conveniente para ella, con la convicción de que tiene que luchar por lo que considera justo y tiene que hacerlo ELLA.

Otra mujer importante en Final Fantasy IX es la madre de Garnet y la que creemos que es villano principal durante los dos primero CDs: la reina Brahne. Odiada por muchos dentro y fuera del juego (lo cual no es más que la demostración de una muy buena caracterización), la mandataria de Alexandría demuestra ser de armas tomar y no duda ni tan siquiera en deshacerse de su hija con tal de cumplir sus objetivos. A pesar de que esto queda algo ensombrecido por la entrada en escena de Kuja, que nadie se llame a engaño: Brahne es antagonista y como tal cumple con creces su parte… lo que no significa que Garnet deje de quererla por ser su madre.

Y es que Daga, a pesar del cambio TAN drástico que piensa que ha sufrido su progenitora, en ningún momento deja de creer en su recuperación y en la bondad que escondería en su interior, convencida de que todo es producto de Kuja (un hombre), quien la ha corrompido y engañado. En este sentido, resulta especialmente conmovedora la escena de la muerte de Brahne.

Pero la reina de Alexandría no es la única en la ciudad que lleva las riendas. Dentro del ejército, el batallón comandado por la general Beatrix se muestra desde el principio como mucho más competente que el de Steiner (el batallón Pluto) y sus hombres. Hacemos aquí además un paréntesis para hablar de la propia Beatrix, probablememte el personaje secundario más interesante de la novena entrega. Una mujer fuerte, decidida y disciplinada, que sin embargo no duda en llegar a traicionar a la Corona cuando ve que ésta pone a Garnet en peligro. Como nota adicional, nuestros protagonistas NUNCA son capaces de derrotar a Beatrix, sin importar lo mucho que entrenemos o cuántos seamos contra ella sola.

Volviendo a nuestro equipo, Garnet no es la única mujer con forma humanoide (definir las razas en el IX resulta un pelín complicado). También encontramos a Freija, una dragontina, la primera con género femenino de toda la saga; y Eiko, otra invocadora que, debido al exterminio de los suyos, ha crecido y se ha criado sola con ayuda de los moguris. Como vemos, otros dos ejemplos de mujeres fuertes, valientes e independientes (en el caso de Freija su historia está más ligada a la de Flatley, pero no quita los rasgos de su personalidad). Y Eiko es además quien le abre los ojos a Garnet sobre su verdadera identidad y lugar de procedencia. De mujer (o niña, pues además solo tiene 6 años) a mujer.

Si echamos un vistazo por los personajes secundarios, encontramos también buenos ejemplos femeninos. Es el caso de Hilda, la gran duquesa de Lindblum y mujer de Cid, quien, cansada de los flirteos de su marido con otras mujeres, lo maldice y lo convierte en un bicho buri. En el juego, nunca se condenan los actos de Hilda, dando por hecho que ella tenía razón y sus decisiones estaban justificadas, incluso sirviendo para que Cid se arrepienta y pida perdón. Finalmente, el barco volador que usamos en el juego, el Hildagarde, está obviamente inspirado en ella, una mujer.

En el terreno de los genómidos, la raza de Yitán y Kuja, surge un personaje con aspecto femenino que destaca sobre el resto de los de su especie por poseer una personalidad e identidad propias, similar a nuestro protagonista. Su nombre es Mikoto, y fue creada como una versión mejorada de Kuja y del propio Yitán. Nuevamente, una mujer.

No es complicado visualizar, en conjunto o por separado, la importancia que tienen las mujeres en Final Fantasy IX, empezando por Garnet, protagonista del juego y cuya historia es la que mueve los hilos en prácticamente los tres primeros CDs. Quizás exageramos, pero ahora, habiendo regresado a esta maravilla, creemos que es el personaje femenino con el arco argumental mejor construido en toda la saga (seguida de cerca por Terra, Final Fantasy VI). Aeris (Final Fantasy VII) sigue siendo por ejemplo nuestra favorita, pero lo cierto es que su historia no está tan bien llevada (el mismo error que cometen con Sefirot en relación con Kuja), y lo que hacen con ella en la Compilation supone un retroceso en todas las direcciones. Garnet o Daga, en cambio, se mantiene como un constante motor de la narrativa, con su personaje creciendo y madurando de forma creíble y pasando por distintas etapas. Es verdad que necesita que la rescaten en un par de ocasiones, pero, ¿y las veces que la que rescata es ella? Porque sin Garnet, probablemente, Yitán nunca hubiera podido recuperarse de su estado tras la revelación de su verdadera identidad. Y son ella y Eiko, mujeres, las que plantan decididamente cara a Bahamut en Alexandría, al igual que Beatrix y Freija son las que deciden quedarse a enfrentar al ejército alexandrino mientras el resto de nuestro equipo huye (solo más tarde Steiner decide acompañarlas).

En definitiva, Hironobu Sakaguchi, padre de Final Fantasy y muy involucrado con esta novena entrega (aparte de productor, fue el guionista), ha declarado en varias ocasiones dos cosas: que la parte numerada que nos ocupa es su favorita y que es un admirador del trabajo de Hayao Miyazaki. Y todos sabemos que los personajes femeninos son una de las muchas virtudes del director de Ghibli.

P.D.: Los temas musicales de Garnet y de Beatrix («Rose of May»), ambos compuestos por Nobuo Uematsu, merecen de por sí estar en el podio de los podios.

P.P.D.: Sí, nos hemos dejado a Lani y a Rubí, otras dos mujeres que sirven de personajes secundarios repletos de carisma (en el caso de la primera, es además enemiga temporal).

Artículos relacionados:

Las mujeres en Final Fantasy VII

Por qué el hecho de que Abrams vuelva a dirigir Star Wars es una FANTÁSTICA noticia

Ayer salió a la luz que J.J. Abrams volverá a colocarse tras las cámaras y el guión del episodio IX de Star Wars, tras la anunciada salida de Colin Trevorrow, quien había ocupado hasta entonces la silla del director.

Como la mayoría sabrá (y sino no sé en qué clase de cueva habréis estado metidos), Abrams ya se encargó de sacar adelante El despertar de la Fuerza, con la colaboración en la escritura de la historia de Lawrence Kasdan (quien ya se encargara de la escritura de la trilogía original). Tras él llega Rian Johnson para la elaboración del octavo episodio, Los Últimos Jedi, cuyo estreno será el próximo 15 de diciembre. Recordamos que el capítulo nueve sigue teniendo previsto llegar a los cines de medio mundo en diciembre de 2019.

Así, se espera que un director como Johnson, que tiene en su currículum cintas destacables como Brick o Looper, aporte cierto toque indie o «extravagante» para un producto tan comercial como Star Wars, lo que probablemente hará las delicias de varios cinéfilos, pero que quizás tire para atrás a otro tipo de fans de la saga.

Sin embargo, y volviendo a Abrams, su retorno podría suponer un nuevo equilibrio entre Johnson y un quizás DEMASIADO comercial Trevorrow (dirigió Jurassic World, ejem). No obstante, fue la mente creativa de Perdidos (Lost) el que ideó la existencia de Rey, Finn, Poe o Kylo Ren. Sí, su estilo, aunque no tan palomitero como el de Trevorrow, también se ajusta demasiado bien a los moldes que solicitan las grandes productoras de Hollywood (como lo son Disney y Lucasfilm). De hecho, uno de los principales defectos de El despertar de la Fuerza es su ya consabido parecido  con Una nueva esperanza.

De este modo, es cierto que quizás Abrams es un director que no arriesga TANTO en estilo como Johnson, pero qué carajo, sin él no hubiésemos tenido los regresos de Star Wars y Star Trek que tenemos, y mucho público mayoritario seguiría pensando que esos son productos propios de niños frikis (más el segundo que el primero). Puede que Rey peque en ocasiones de Mary Sue y que Kylo Ren se comporte como la estrella invitada de Hermano Mayor, pero su carisma es indiscutible.

Por encima de todo, está que Abrams ya conoce a esos personajes, que son en buena parte y de hecho suyos. Por eso, qué mejor que sea él quien les de un punto final (o aparte, porque con Disney detrás resulta extremadamente difícil afirmar que no habrá más trilogías). No somos muy partidarios de que un director distinto se hagan cargo de la historia y transcurso de cada película de la saga, la verdad sea dicha. Porque, en la trilogía original Lucas se encargara de dirigir la primera, lo cierto es que él siempre estuvo detrás de toda la franquicia, de una forma u otra, y las principales decisiones de la narrativa («Luke, yo soy tu padre») salieron de su mente. Está claro que Abrams tiene un recorrido ideado para sus personajes, porque es algo que siempre ha dicho y dejado entrever en los comentarios. Y en El despertar de la Fuerza solo vimos el inicio de todos ellos.

En definitiva, teniendo en cuenta todo lo expuesto, nos parece que el regreso de Abrams es una muy buena opción, además de aportar cierta justicia poética al asunto. Al fin y al cabo, todavía nos queda descubrir a qué se refería Kylo Ren cuando le decía al casco destrozado de Darth Vader que terminaría lo que él había empezado, entre otras muchas cosas. Y por cierto, alguien que claramente ha tomado algunas referencias del mismísimo Hayao Miyazaki (esa Nausicaa Rey…) no puede ser malo.

Especial Doctor Who: Nueva Generación. Temporada 3, Martha Jones y el Amo

Tras el final repleto de adrenalina y desconsolador de la temporada 2 de Doctor Who, y con un especial navideño de por medio mucho más hilarante (y que sirve para introducirnos a la que será un personaje importante, Donna Noble), la tercera etapa de esta nueva generación de la mítica serie de la BBC lo tenía complicado para mantener el ritmo. Y se nota.

Nueva compañera, nuevas historias, mismo Doctor en la forma de David Tennant. Si pudiéramos destacar algo de esta nueva temporada, es que va de menos a más. Y es que tiene uno de los mejores finales jamás vistos (en un título cuyos clímax de temporada destacan), con el regreso de uno de los antagonistas más emblemáticos (avisamos, por si acaso, que esta vez sí habrá algún SPOILER, siempre de la temporada 3).

Martha Jones, nueva compañera

Lo primero que vamos a encontrarnos, tras la dolorosa partida de Rose Tyler, es que el Doctor se topa con una nueva compañera para sus viajes (siempre ha de tener una). La «afortunada» es Martha Jones (interpretada por Freema Agyeman) , una estudiante de medicina un poco mayor que Rose, pero también con una familia detrás, independiente, fuerte e inteligente.

Por desgracia, todos estos buenos atributos del personaje se ven ensombrecidos por su repentino enamoramiento del Doctor, el cual, a diferencia del de Rose en la primera temporada, parece un poco salido de la nada. Vale, admitimos que Tennant es atractivo y tiene encanto, ¿pero tanto como para traerlas loquitas a todas? Menos mal que luego viene Donna a poner un poco de orden…

Siguiendo con el enamoramiento (no correspondido, algo en lo que se hará hincapié en demasiadas ocasiones a lo largo de esta tercera temporada, desde luego más de las necesarias), lo malo no es solo que éste sea tan repentino. Es un poco incomprensible que alguien inteligente como Martha, más adulta que Rose, no se pregunte quién es ese tipo tan extraño y que puede llegar a parecer un poco zumbado antes de caer rendida a sus pies. Y es que Rose, en el primer capítulo de la primera temporada, empieza más o menos con buen pie con el Doctor, para cuestionarlo frontalmente ya en el segundo episodio. La relación fluye y se va cociendo, entiendes en todo momento porqué esos dos se están volviendo locos el uno por el otro. Lamentablemente, esto no ocurre con Martha.

Por supuesto, esto no es culpa de la actriz, sino de los guionistas. Probablemente percibieron el éxito que tuvo la historia del Doctor y Rose y quisieron continuarla de algún modo. Esto también se nota a raíz de que el Doctor menciona a la rubia un capítulo de cada dos. Lo que al principio es enternecedor y nos da pena acaba tornándose en cansino. Vale, Doctor, sabemos que extrañas a Rose… MUCHO. Ya. Vale. Para.

Esto enturbia a su vez la relación entre el Doctor y Martha, a la que el primero parece que nunca recompensa de manera adecuada. Particularmente doloroso es el caso del doble episodio Naturaleza Humana – La familia de sangre, donde el Doctor se transforma en un irritante (en serio, el mayor «pero» a este par de capítulos que por lo demás destacan en bastantes aspectos) humano para huir de unos cazadores intergalácticos, perdiendo con ello la memoria y quedando completamente la situación en manos de Martha. Ésta hace todo lo que puede con lo que tiene (¿a quién carajo se le ocurre refugiarse en Europa a comienzos del siglo XX con una mujer negra como mayor carta a favor?), pero el Doctor humano, John Smith, no solo llega a dejarla tirada, sino que luego tampoco vemos al Doctor disculpándose ni nada, más centrado en el dolor de una desconocida (para él) Joan Redfern. Vale, entendemos que al Doctor le gustan las rubias y que Martha ya está irremediablemente enamorada de él, ¿pero hace falta este destrato?

Por suerte, la cosa remonta en los dos capítulos finales, con una compañera que salva al Doctor (y al mundo) de una situación que parece realmente irrevocable. Y he aquí uno de los grandísimos aciertos de esta tercera temporada.

El regreso del Amo

El Amo (The Master, interpretado aquí por Derek Jacobi y John Simm) es el antagonista por vía directa del Doctor. El Vegeta de Goku, el general Zod de Superman. Se trata de otro Señor del Tiempo (por lo tanto, también único superviviente) que suele usar sus poderes y gran inteligencia para su propio beneficio, resultando a la postre en alguien cruel, mezquino y sediento de poder. Eso sí, no exento de carisma (ains, estos villanos…), a lo que suma la actuación de Simm.

Debido a que resulta en alguien mucho más inteligente que los daleks (quienes, por cierto, protagonizan unos muy olvidables dos episodios en esta temporada), la amenaza que acaba representando el Amo al final se percibe como más grande y real que la de aquéllos. Además, lo une un vínculo emocional con el Doctor, ya que ambos, aparte de ser los dos únicos señores del tiempo que quedan en el universo, se conocen desde que eran niños, añadiendo un poco más de información al misterioso pasado del protagonista. También al del Amo, que aparece aquí reflejado como alguien que quedó perturbado debido a un incidente durante sus años de academia, cuando aún eran niños.

Parece increíble a veces la profundidad que se puede mostrar de un personaje en tan poco tiempo. Es el caso del Amo, cuyas verdaderas intenciones se dejan entrever hacia el final: él solo quiere morir de una vez, cansado de las regeneraciones, de la «inmortalidad» de los señores del tiempo, de los constantes tambores en su cabeza. En todo es un contraste con el Doctor, pues, salvo momentos puntuales, éste último es alguien que generalmente ama la vida y lo que hay en ella.

Otro yin y yang curioso que se muestra entre ambos es el tipo de relación que mantienen con sus compañeras, pues evidentemente el Amo también tiene la suya (Lucy Saxon, interpretada por Alexandra Moen). Al contrario que el Doctor, quien siempre mantiene una raya infranqueable con todas ellas (sabe que una relación a la postre es imposible y solo conllevará más dolor), el Amo va y hasta se casa con la suya. Es revelador el momento en que narra cuando llevó a su acompañante a ver la destrucción del mundo, muy similar al noveno Doctor mostrándole a Rose el final de la Tierra en el segundo episodio. Las reacciones de ambas parejas no pueden ser más opuestas.

Capítulos muy buenos y regresos emotivos

Como mencionábamos al principio, si hay algo que caracteriza a esta tercera temporada es que va de menos a más. Empieza floja y anodina (salvo honrosas excepciones como Atasco y su emotivo final) y termina en una serie de episodios apoteósicos. Mención especial merece Parpadeo (en inglés, Blink), el considerado uno de los mejores de toda la serie aún actualmente. Con guión de Moffat, este capítulo nos sirve además de introducción de los que serán unos de los villanos más importantes en el futuro: los ángeles llorosos. Su ritmo y giros de guión, junto con su lograda atmósfera, impedirán justamente que apartes la vista durante los 40 minutos que dura. Y eso que en este episodio apenas aparecen el Doctor y Martha.

Después de Parpadeo, la final «en tres partes» (Utopía-El sonido de los tambores-El último de los Señores del Tiempo) que nos traerán, además, el regreso del capitán Jack Harkness (John Barrowman), quien se quedará hasta el último episodio y supone siempre un acierto. De hecho, este personaje en la tercera temporada vendrá a traer una de las teorías aún sin descifrar del todo y que ha conllevado numerosos debates entre los Whovians: que el Rostro de Boe es en realidad Jack Harkness.

En definitiva, nos encontramos ante una temporada 3 que va creciendo en presencia y emoción a medida que avanza, con nuevas y viejas caras, momentos épicos y otros que no tanto. Es cierto que se echa en falta la frescura de Rose y un décimo Doctor más relajado (su faceta cada vez más oscura será comentada en otro apartado), pero Martha Jones es, a la postre, una compañera más que digna (si ya lo dice ella al final). Sin embargo, si tenemos que destacar en algo esta etapa (Parpadeo aparte) es por traernos de vuelta a un gran villano en la forma del Amo.

P.D.: Merece mención especial la cantidad de guiños a la cultura pop que hallamos a lo largo de la tercera temporada, desde Harry Potter hasta Regreso al futuro.

Artículos relacionados:

Especial Doctor Who: Nueva Generación. Temporada 1 y el Noveno Doctor

Especial Doctor Who: Nueva Generación. Temporada 2 y la llegada de Tennant

¿Película de Obi-Wan Kenobi? Todo lo que podría ofrecernos el spin off del famoso jedi

Hace unos días, Hollywood Reporter anunció que Disney y Lucasfilm estarían preparando un spin off sobre Obi-Wan Kenobi (el tercero de la saga, tras Rogue One y el de Han Solo). El mismo estaría en fases muy iniciales, sin guión, y estarían negociando con Stephen Daldry (Billy Elliot, Las horas) para dirigirla, lo cual, de confirmarse, sería una muy buena noticia (en la filmografía de ese hombre hay cosas realmente interesantes). Aunque no se ha dicho nada oficial al respecto, Ewan McGregor (Obi-Wan en las precuelas) ya ha dicho en más de una ocasión que estaría más que dispuesto a volver a ponerse las botas del maestro de Anakin y Luke, por lo que estaría prácticamente asegurada su participación.

Si bien una película sobre Obi-Wan Kenobi podría parecer en principio redundante y hasta prescindible (¿19 años solo en un planeta desértico?), lo cierto es que, en buenas manos, podría producir algo interesante y «atípico» para la saga.

Soledad, depresión y culpa del superviviente

La mayor parte de seguidores de Star Wars estamos acostumbrados a ver a un Obi-Wan tirando a serio pero que sabe cuándo soltar un chascarrillo, estable, paciente, equilibrado y compasivo (generalmente) con los demás. Desde Ewan McGregor hasta Alec Guinness, esa es generalmente la imagen que se ha reflejado del maestro jedi (salvo en La amenaza fantasma, donde debido a su juventud se le deja entrever algún momento de impulsividad).

Sus 19 solitarios años en Tatooine podrían (DEBERÍAN) mostrarnos una faceta muy diferente del personaje: solitario, deprimido, con la culpabilidad del superviviente y hasta algo de estrés postraumático. No olvidemos que los acontecimientos narrados en La venganza de los Sith marcan un antes y un después en la galaxia y Kenobi estuvo muy involucrado en ellos. Incluso años después, el fantasma de Obi-Wan le diría a Luke que buena parte de la caída de Anakin era «culpa suya», al no saber ver las deficiencias y arrogancia de su alumno.

Prácticamente el último de los jedi (hasta la llegada de Rebels y sin contar a Yoda), ahora convertido en ermitaño y obligado a refugiarse para que el emperador y Vader no lo descubran (a él y a Luke), esperando el momento en que el hijo de Skywalker se haga adulto y pueda empezar a entrenarlo… ¿Cómo pudo Obi-Wan soportar tanto tiempo solo, más aún tras un cambio de vida tan drástico y con unos hechos tan traumáticos como precedentes?

Los cómics de Marvel han dado buena nota de estas posibilidades de ahondar más en la psique algo perturbada (de forma lógica) del personaje, pero esto llevado a una película (de nuevo, en las buenas manos, algo de lo que creemos alguien como Daldry sería capaz), sería muy interesante de ver. McGregor también ha demostrado tener capacidad interpretativa de sobra para ello.

 

Dos posibles vertientes: Obi-Wan como abuelo (o no) de Rey

Una teoría bastante difundida por la red, de entre las miles de millones sobre la procedencia de Rey, es que ésta es en realidad la nieta de Obi-Wan Kenobi. ¿Cómo? Pues como damos por hecho que no hace falta explicar cómo se hacen los niños, suponemos que los años de soledad del jedi en Tatooine pudieron dar para más de lo que pensamos. No ahondaremos ahora mucho en la hipótesis (pues no es lugar), dejaremos para ello a continuación un vídeo que la expone bastante detalladamente. Solo añadiremos que esta es una teoría en la que cree bastante gente, incluyendo periodistas como Anthony Breznican (el último en realizar un reportaje sobre Los últimos jedi para Entertainment Weekly).

Dependiendo de la revelación sobre los antepasados de Rey, la película de Obi-Wan podría tomar un (evidente) giro u otro. De hecho, hay gente que cree en el #ReyKenobi que piensa que la tardanza de Disney y Lucasfilm en confirmar el tercer spin off añadiría más motivos para la causa (en pocas palabras, que con tanto secretismo estarían intentando evitar una «confirmación previa» a esta teoría).

En el caso de que Rey terminase estando relacionada con el maestro jedi, la película de Obi-Wan iría evidentemente sobre esto, al menos en buena parte, creando una especie de «Cómo conocí a vuestra abuela». Más que nada porque la muerte del personaje en Una nueva esperanza torna (casi) imposible añadir muchas explicaciones sobre la procedencia de Rey, si este fuera el caso, además de que rompería totalmente el ritmo.

No sería la primera vez que esta «falta de detallismo» sucediera en Star Wars. Ya ocurrió con Luke y Leia, cuya madre nos fue desconocida durante casi dos décadas. Darth Vader era su padre, esa era la gran revelación (y que ellos resultaban ser hermanos), punto. Los detalles vinieron después con la trilogía en forma de precuelas de George Lucas. La metodología con el spin off de Obi-Wan sería similar a esto, solo que con menos tiempo de espera. Evidentemente, este tipo de información es, a la postre, más importante para el espectador que para los propios personajes dentro del universo (¿Luke y Leia saben que su madre es Padme? ¿Acaso les importa?), lo cual coincidiría con el hecho de que Daisy Ridley aclaró hace poco que Rey descubrirá su verdadero origen… y a la vez comprobará que tampoco lo considera tan importante. Porque, si Obi-Wan fuese su abuelo, claro que sería algo de lo que enorgullecerse, pero… bueno, él lleva años muerto (y es probable que los padres de Rey también). Por lo tanto, y como ya le dijera Maz Kanata, a otra cosa.

Pero si Obi ya se nos ha enamorado en la serie The Clone Wars

El spin off de Obi-Wan serviría entonces para rellenar esos huecos que tanto nos intrigan a nosotros, los espectadores. Por supuesto, y más siendo Disney, no esperamos que la cosa se produzca a raíz de una noche de diversión y desenfreno en la cantina de Mos Eisley, así que habría que trabajarse algún tipo de historia que no nos haga chirriar como la de Anakin y Padme (mejorar esto es fácil) y que haga creíble que, a la postre, Obi-Wan decida seguir en Tatooine cuidando de Luke por encima de otros menesteres.

En el caso de que no sea abuelo de Rey, pues bueno, también se puede sacar de aquí otra historia de aventuras en el espacio en medio de la soledad, aunque resulta innegable que se perdería bastante interés.

¿Salida de Tatooine?

Otra cuestión que tendrá que abordarse en un supuesto spin off de Kenobi es si éste sale de Tatooine puntualmente, bajo qué pretexto y en qué condiciones. Evidentemente, desarrollar un largometraje de unas dos horas totalmente en un planeta desértico no parece muy atractivo, por lo que sería altamente probable que se mostrasen otros (¿nuevos?) planetas.

¿Quizás lo contacta alguien de la Alianza Rebelde, similar a como lo hará Leia en años posteriores? ¿U ocurre algo fortuito por lo que Obi-Wan entra en contacto con otra persona, de manera parecida a Rey y Finn? ¿Entrará en contacto con la Alianza Rebelde y/o el Imperio? Esto último también parecería algo probable.

Están claras dos cosas: Obi-Wan tiene que terminar volviendo a Tatooine (su misión es vigilar a Luke) y Vader y el emperador no pueden descubrir en ningún momento su existencia y, aún menos, procedencia, pues esto supondría el final mismo de Kenobi e incluso y quizás del hijo de Anakin (del cual por cierto se esperaría un cameo, siendo niño o algo).

Al final, todo esto queda en meras suposiciones, pues, aunque las fuentes son fiables, ni Lucasfilm ni Disney han confirmado aún la película centrada en Obi-Wan Kenobi. ¿Quizás estén esperando a que se revele la procedencia de Rey en Los últimos jedi? Solo el tiempo lo dirá.

P.D.: ¿Historias de un Obi-Wan Kenobi adolescente, anterior a La amenaza fantasma? Esperamos que NO, gracias.

Japoneando Anime: Koe no Katachi (A Silent Voice)

Retomamos Japoneando Anime con una película muy especial, no solo por su calidad, sino por lo que nos toca a nivel personal. Aunque Koe no Katachi (聲の形, inspirado en el manga de mismo nombre de Yoshitoki Ôima, traducido al inglés como A Silent Voice) se estrenó el 17 de septiembre de 2016 en cines nipones, aún faltan algunos meses para que llegue a España (gracias a Selecta Visión), mientras que países como Colombia ya pueden disfrutar de ella.

La adaptación cinematográfica contó con el estudio Kyoto Animation (Clannad, Hyôka) y está dirigida por Naoko Yamada (K-ON!), con guión de Reiko Yoshida (Angelic Layer, Digimon: La película) y música compuesta por Kensuke Ushio (Space Dandy). De ella, podemos destacar sobre todo su cuidadísima animación, con escenarios que reflejan paisajes que podrían pasar por los de una fotografía y colores vivos, a pesar de la dureza de la historia. ¿Y de qué trata ésta?

Shôya Ishida es un estudiante de primaria con una vida de lo más normal, acostumbrado a jugar a la videoconsola con sus amigos, ir a clases y deambular por la calle tras el horario escolar. Un día reciben a una nueva compañera en el colegio, Shôko Nishimiya, una niña que tiene una particularidad: es sorda de nacimiento. Al principio es bien recibida por (casi todos) sus compañeros, pero pronto empezará a recibir el acoso de Ishida y sus colegas… obligándola a abandonar la escuela. Tras la partida de Nishimiya, el director del colegio comienza una inspección debido a lo ocurrido (y a las quejas de la madre de la niña), por lo que los amigos de Ishida lo delatan y comienzan a dejarlo de lado, siendo él ahora la víctima de bullying. Pasan los años e Ishida, ya totalmente solitario, llega a pensar en el suicidio… Sin embargo, a última hora recapacita y se le ocurre algo mejor para intentar enmendar su error: volver a contactar con Nishimiya y disculparse, dando inicio a una profunda e inesperada amistad.

Aunque parezca que os hemos contando la película entera, en realidad esto sucede en la primera parte, por lo que no queremos destriparos más. Simplemente, haceros un favor y ved esta maravilla. Eso sí, ahora pasaremos a comentar algo más a fondo algunos aspectos que aparecen reflejados en Koe no Katachi y cómo son percibidos en Japón (y en el mundo occidental).

La discapacidad y la inclusión

Si bien Koe no Katachi no es la única obra procedente del país del sol naciente que aborda la discapacidad (la también muy recomendable Real, de Takehiko Inoue, se nos viene a la mente), sí es la primera que ha alcanzado un éxito considerable tanto de crítica como de público (un 94% en Rottentomatoes y más de 2 mil millones de yenes recaudados en Japón, aguantando tres semanas en la cartelera argentina y entrando en el Top 5 de la taquilla mexicana).

Lamentablemente, la discapacidad no es un tema muy abordado en grandes medios audiovisuales, lo que no significa que no exista. En Japón, se promulgó en 1960 la Ley de Fomento de la Contratación de las Personas con Discapacidad, pero hasta el año 1987 no se incluyó dentro de la misma a personas con discapacidad intelectual. Según los datos de abril de 2012 lanzados por el Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar japonés, solo el 24% de personas que se graduaban en una escuela adaptada a necesidades especiales conseguía trabajo en una empresa común. También en el mismo año, la contratación de este tipo de personas había aumentado un 4,4% en relación con 2011; aunque aparecía reflejado que el total de compañías que cumplían con la normativa de contratación de personas con diversidad funcional era del 46,8%, menos de la mitad, según recoge el medio Nippon. Dentro del colectivo, solo en 2016, hasta 972 personas con discapacidad dijeron haber sufrido algún tipo de acoso en su lugar de trabajo, según resultados de una encuesta del Gobierno.

Si bien Japón sigue avanzando a nivel legislativo hacia una mayor inclusión de las personas con funcionalidad diversa, con la ratificación en enero de 2014 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, lo cierto es que a nivel práctico y sobre todo de concientización social todavía le queda mucho que abordar (y no es el único).

Aunque cada vez son más los padres que deciden matricular a sus hijos en una escuela común, no son pocos los inconvenientes que no tardan en surgir. Entre ellos, claro está, el bullying recibido por otros compañeros. A este se le suele añadir el desconocimiento y/o falta de preparación por parte del profesorado, que o hacen la vista gorda o simplemente desconocen el protocolo de actuación con un niño con discapacidad en su clase. Algo que aparece muy reflejado en Koe no Katachi, ya que no son solo Ishida y sus colegas los que martirizan a Nishimiya, sino el propio profesor parece en ocasiones exasperado o desconcertado por la presencia de la muchacha (algo que se acentúa más en el manga).

El suicidio juvenil en Japón

Japón es lamentablemente conocido por su número alarmante de suicidios, alcanzando la cifra récord de 34.437 muertes por esta causa en 2003, siendo además el primer motivo de fallecimiento de jóvenes entre 19 y 34 años en el país (datos de la OCDE). Por suerte, a partir de 2012 parece que esta tendencia está bajando, aunque las cifras sigan siendo altas (más de 27.000 casos en 2013). El hecho de que tantos jóvenes nipones decidan quitarse la vida continua siendo un tema de estudio, valorándose el empeoramiento de las condiciones laborales y de las relaciones con los compañeros de trabajo como las principales causas. Algunos optan por encerrarse «de por vida» ante la presión social y laboral para que consigan ingresar en una buena universidad y la obtención de un trabajo bien considerado (los hikikomori).

El suicidio infantil también es alarmante en Japón, ya que, desde 2014, se ha situado como principal causa de muerte en niños de entre 10 y 19 años, según informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con una tendencia que parece seguir al alza. Entre los motivos que los llevan a esta fatal decisión, se encuentran precisamente el acoso escolar o demasiada exigencia en el colegio, lo que conduce a la depresión. Según analistas, las fechas en las que casualmente se dan más casos de suicidio infantil se dan en septiembre y abril, meses en los que hay que regresar a la vida escolar en Japón.

En Koe no Katachi (SPOILERS para los que no hayan visto la cinta) se observan varios intentos de suicidio por parte de los protagonistas (de hecho, la cinta comienza justo con Ishida planificando su muerte), que por suerte no acaban en tragedia. El principal motivo detrás de todos los casos es siempre el mismo: el acoso y la no pertenencia a un grupo dentro de un país en el que se valora fuertemente la integración social.

Camino hacia la madurez y la vida adulta

Una de las principales diferencias entre el manga de Koe no Katachi y su adaptación animada se da en el tercer acto, con la película finalizando antes y de forma algo más abrupta que su contrapartida en papel (quizás donde más falla la cinta, si bien su última escena resulta de lo más emotiva y hasta hace un breve guiño al último panel del manga). En la obra de Ôima (avisamos de SPOILERS para quienes no lo hayan leído), los capítulos finales muestran qué van a hacer con sus vidas los personajes principales, en el sentido de qué quieren estudiar o hacer.

Nishimiya, por ejemplo, decide irse a vivir a Tokio para aprender bien el oficio de peluquera (¿guiño a la madre de Ishida?), mientras que Ishida refleja a ese joven indeciso que todavía no sabe muy bien qué hacer con su vida, incluso si acompañar a Shôko a la capital nipona. Al final, mostrando otra de las características de los jóvenes con discapacidad, la familia y amigos de Nishimiya dejan que ésta vaya a Tokio tranquila e independiente, pues el hecho de que tenga funcionalidad diversa no significa que no pueda valerse por sí misma (dejando atrás la comprensible, pero a veces insana, sobreprotección familiar). A diferencia de la película, el manga sí ofrece un cierre al arco argumental de Nishimiya (la cinta se centra más en Ishida), algo que se agradece especialmente por el enfoque hacia la discapacidad y la inclusión que mencionábamos antes y porque la pobre muchacha se lo merece. Por cierto, sí, en el manga se deja entrever más que ella e Ishida acaban juntos (o potencialmente juntos).

Conclusión

Nos encontramos ante una película de temática bastante dura, a pesar de los dibujos y colores vivos y bonitos. Temas como el suicidio, la discapacidad, el acoso o la inclusión son abordados en Koe no Katachi. No obstante, la cinta también ofrece momentos de humor (sobre todo a través del personaje de Tomohiro Nagatsuka) y un acertado equilibrio entre el drama y el romanticismo, sin llegar a resultar éste último ofensivo (conmueve ver a Ishida intentando interactuar lo mejor posible con Nishimiya). Un relato sobre madurez, inclusión y redención muy bien hecho y 100% recomendado. Entre esta y Kimi no na wa, el cine de animación japonés estuvo de enhorabuena en 2016.

No queremos cerrar esta entrega sin dejar por aquí unas palabras que consideramos importantes, y es que una parte de Fantasy Cloud tiene una discapacidad motriz de nacimiento, que no le ha impedido llevar una vida perfectamente funcional:

«Si bien mi discapacidad no es la misma que la de Nishimiya, me toca bastante de cerca, ya que mi paso por el colegio tuvo ciertos altibajos parecidos a los descritos en la película.  En la mayoría de estos casos, la gente que molesta a otra no lo hace por una cuestión de maldad genuina, sino porque simplemente no entiende o no se molesta en entender. Yo me siento muy afortunado, porque desde mi más tierna infancia, tuve muy buenos amigos que siempre me integraron en todo aquello que podía hacer y participar.

Habiendo crecido, me doy cuenta de cuán importante son los amigos y en este más importante aún la familia para enseñarle a uno, que más allá de todo impedimento, si uno pone voluntad de verdad, todo es posible.

Otro punto fuerte de la película, es el perdón y más importante aún, la capacidad de perdonar. La moraleja de la película, para mí, es justamente que el tiempo sana las heridas, y en el mejor de los casos, lima las asperezas. Por eso Ishida, necesita de cierta redención por parte de Nishimiya, y al pedirle perdón, obtiene cierta paz consigo mismo. Por eso, creo que la película tiene un mensaje positivo y de esperanza, que nos enseña que si ponemos voluntad, nunca es tarde para pedir perdón.»

https://www.youtube.com/watch?v=yAKvdayFnew