Esto ha sido lo peor y lo mejor del E3 2018

Otro año más, está a punto de cerrarse la feria considerada más importante de la industria del videojuego a nivel mundial, el E3 que se celebra anualmente en Los Ángeles. Muchos tenían (teníamos) puestas las miradas en las novedades que traería y las apuestas eran numerosas, por lo que es fácil llevarse una sonora decepción (o no). Nosotros también estábamos ansiosos y, por lo tanto, hemos querido recopilar lo que ha sido, a nuestro criterio, mejor y peor de todo lo que ha pasado por el evento en este 2018. Allé vamos.

Kingdom Hearts 3 es, AL FIN, una realidad

Mucho hemos agonizado desde que la esperadísima tercera entrega de esta franquicia que Square Enix desarrolla junto a Disney fuese anunciada allá por el E3 de 2013… Al fin, tras varias idas y venidas, Tetsuya Nomura (afamado director) se dignó a anunciar la fecha de salida con un pequeño retraso (se aseguraba que sería en 2018): el 29 de enero de 2019 en todo el mundo (salvo en Japón, donde estará a la venta a partir del 25 del mismo mes) podremos disfrutar del juego en Play Station 4 y XBox One. Lamentablemente, el anuncio fue hecho en un concierto cerrado al público también en Los Ángeles, y no en el E3 como todo el mundo anticipaba, PERO…

Lo cierto es que Square Enix ha lanzado tres nuevos tráilers (dos de ellos muy similares entre sí, eso sí) durante el evento, mostrando con ellos nuevos mundos (Frozen, Piratas del Caribe) y viejos rostros (Aqua, Kairi y Lea, sobre todo). Por todo ello, ya sí podemos estar seguros: Kingdom Hearts 3 ha entrado en campaña promocional y el juego ya va tomando (muy buena) forma. Además, ya hay anunciadas sendas ediciones Deluxe que se pueden reservar en la tienda online de Square.

Antigüedad preciosista

Dos títulos, uno mostrado en la conferencia de Ubisoft y otro en la de Sony, cubren el género de las aventuras históricas, uno ubicándose en la Grecia clásica y otro en el Japón feudal de la Edad Media.

Se trata de Assassin´s Creed: Odyssey, que saldrá el 5 de octubre al mercado y cuyas primeras imágenes nos dejan con preciosos y coloridos escenarios de las islas de Miconos y de Delos, de una jugabilidad en la línea de la franquicia y con una jugosa novedad: desde el principio podremos elegir si queremos controlar a un hombre (Alexios) o a una mujer (Kassandra).

El otro se titula Ghost of Tsushima y está ambientado en el Japón feudal (durante la guerra contra los mongoles) con un gran detalle y aparente respeto por la ambientación nipona y los órdenes propios de los samuráis.. Se espera para Play Station 4 en 2019 y tras su desarrollo se encuentra Sucker Punch (inFamous).

Fotorrealismo en tu pantalla

La conferencia de Sony arrancó con uno de sus títulos más esperados: The Last of Us Part II. La secuela del bombazo para Play Station 3 que desarrolla Naughty Dog se ha mostrado aquí en todo su esplendor, con un increíble fotorrealismo tanto en las escenas «cinemáticas» como en el «gameplay». Además, se ha podido saborear la tensión (y otras cosas) con una Ellie ya más crecida.

El otro juego que, en nuestra opinión, ha hecho gala de una enorme calidad gráfica ha sido Shadow of the Tomb Raider, el nuevo título de la saga que prepara Square Enix y que se ha podido ver en las conferencias de Microsoft y de la susodicha. Tanto los paisajes tropicales (y muy acuáticos) de aquí como los de The Last of Us lucen como si fuesen auténticas y maravillosas fotografías.

Kojima returns

Hideo Kojima es ese personaje que amas u odias y que se ha creado en torno a sí todo un halo de misterio y excentricidad que, probablemente, forman parte de su estrategia de marketing (o no). Hace años anunció, también en el E3, su nuevo título tras su polémica salida de Konami: Death Stranding, en un tráiler ultra onírico y futurista que mostraba a Norman Reedus (sí, el de The Walking Dead) en bolas y llorando por un bebé.

Han pasado tres años y vuelve a mostrar otro avance (sin jugabilidad), esta vez con nuevos rostros (todos ellos conocidos), del cual entendemos, una vez más, casi nada, pero que de forma extraña nos deja con ganas de más.

Un Super Smash Bros con más personajes que nunca

La conferencia de Nintendo ha finalizado hace unas pocas horas y nos ha ofrecido lo que es habitual en la compañía nipona: diversión y calidad. De entre todos sus (variados) títulos, ha destacado el nuevo Super Smash Bros: Ultimate para Nintendo Switch y que saldrá a la venta el 7 de diciembre de 2018.

El juego ha mostrado un enorme abanico de personajes de todo tipo y condición, destacando de entre ellos Solid Snake (Metal Gear Solid) y el regreso de Cloud Strife (lo único que se ha visto de Final Fantasy VII en todo el E3).

Las grandes ausencias

Como decíamos, el remake de Final Fantasy VII, anunciado en la conferencia de Sony del E3 de 2015, ha sido la gran ausente del evento, y es que llevamos más de 2 años sin recibir novedades del ansiado título de Square Enix, el cual también dirige Nomura.

Pero no solo del VII, sino que no hemos visto nada de Final Fantasy a secas, ni tan siquiera en la conferencia de Square Enix, salvo un parche de Final Fantasy XIV y una nueva colaboración de éste con Moster Hunter. Nada de nuevas entregas, ni tan siquiera de cameos en el muy expuesto Kingdom Hearts 3.

Otro año será…

Otra ausencia notoria, también en Square Enix, ha sido la del juego (anunciado a su vez hará un par de años) de Los Vengadores, sobre todo porque, con el reciente estreno de Infinity War, se esperaba que pudiera ser el momento propicio.

¿Y somos nosotros o ha habido poca presencia «japonesa», así en general? Otros años han asistido Kojima, Tabata, Yoko Taro, Harada… Este nada, y eso que parecía el lugar ideal para que Nomura hiciese acto de presencia (y de paso, se disculpase ahí, y no en un concierto, por el retraso de Kingdom Hearts 3).

Sin fechas de lanzamiento…

Algo que percibimos especialmente en la conferencia de Sony: hay títulos muy jugosos, anunciados hace años… que todavía no se sabe cuándo van a salir. Es el caso de The Last of Us Part II, Death Stranding o del nuevo juego de The Amazing Spiderman. Al final, paradójicamente, la tercera entrega de Kingdom Hearts ha sido de los pocos títulos de Play Station 4 que han salido con fecha de lanzamiento.

Además, como bonus en la parte negativa, otro punto negativo para la conferencia de Sony (que, por otro lado, a la postre fue bastante aceptable): su falta absoluta de ritmo en los minutos tras el tráiler y gameplay de The Last of Us Part II, lo que hizo que más de uno nos desesperáramos a las 3 y pico de la madrugada (hora española).

Menciones de honor

Jump Force, remake de Resident Evil 2 (¡con fecha de lanzamiento! Algunos deberían aprender de Capcom), la preciosa edición coleccionista de Dragon Quest XI, la demo de Octopath Traveler el 14 de junio y The World Ends With You para Nintendo Switch en octubre.

Japoneando Anime: Made in Abyss (メイドインアビス)

Made in Abyss (メイドインアビス, literalmente «Meido in Abisu»), ya lo adelantábamos en nuestra crítica, es un manga realizado por Akihito Tsukushi (Star Strings Yori, la cual es descrita como «precuela» de la obra que nos ocupa), cuya excelente adaptación al anime corre a cargo del estudio Kinema Citrus. El manga, por cierto, acaba de salir en España de la mano de Ivrea, así que ya no hay excusas para no hacerse con él.

La historia nos sitúa en la ciudad de Orth, ubicada en una isla en cuyo centro se encuentra un misterioso agujero de cinco kilómetros de diámetro y profundidad desconocida denominado «el abismo». Los «Cave Riders» o exploradores de cuevas se amontonan y entrenan a su alrededor, siendo distinguidos y calificados según su habilidad y experiencia por unos silbatos de colores que llevan al cuello (siendo el de mayor categoría el blanco). En el orfanato de Orth conocemos a Riko, hija de Liza, una exploradora legendaria, quien un día se topa fortuitamente con un misterioso ¿robot? amnésico y con forma de muchacho al que bautiza como Reg, en memoria de un perro que tuvo. Por varios sucesos, Riko y Reg deciden adentrarse solos en el abismo, donde se toparán con montones de peligros y nuevos personajes (a cada cuál más carismático y curioso) para ir en busca de la madre de ésta.

Izanagi, Izanami y el mito del inframundo

En todas las culturas existentes, pasadas y presentes, ha existido siempre el mito del inframundo, del infierno, el centro de la tierra o como se le haya querido llamar. El argumento de Made in Abyss parte de este aspecto, así que no es algo baladí. Otro elemento coincidente en todas las culturas es que intentar descender a este inframundo suele ser algo exclusivo de los muertos, prohibido para los vivos, o casi imposible de lograr (y que salgas de una pieza).

Evidentemente, Japón también tiene su propia versión del inframundo, y según su mitología el conjunto de islas (el mundo conocido) fue creado por los dioses Izanagi (伊弉諾) e Izanami ( 伊弉冉尊 o 伊邪那美命), a su vez marido y mujer, quienes engendraron otras deidades o kamis (神). El nacimiento de una de éstas, Kagutsuchi (軻遇突智 dios del fuego) mató a Izanami, siendo enterrada en el monte Hiba. Izanagi, desesperado, mató a su hijo y se adentró en el Yomi (黄泉, denominación para su inframundo o tierra de los muertos) para recuperar a su mujer. Al dar con ella, ésta le dijo que no podía volver, ya que había probado el alimento del inframundo, pero que le diera tiempo para encontrar una solución. Mientras tanto, le prohibió a Izanagi que volviera. Éste no hizo caso y retornó al Yomi, solo para toparse con el cuerpo putrefacto de Izanami. Enfurecida, la mujer persiguió a Izanagi invocando a los ejércitos del reino de los muertos. Izanagi pudo escapar, pero Izanami lanzó una maldición: cada día, mataría a mil seres de su mundo (el de los vivos), a lo que él respondió que a su vez haría nacer a mil quinientos, surgiendo así el ciclo de la vida y la muerte.

Huida de Izanagi del Yomi

El mito de Izanagi e Izanami, que conserva elementos del de Cronos, Orfeo y Eurídice e incluso algo del de Adán y Eva, sirve para presentarnos el Yomi japonés, el lugar a donde van a parar a los muertos, que no se asemeja ni al paraíso ni al infierno cristianos, sino como una prolongación de la existencia misma, más gris y de la que no se puede escapar, independientemente de los actos que se hayan cometido en vida.

Todavía no se sabe qué es el abismo en Made in Abyss, lo que ha generado toda serie de hipótesis entre el fandom, desde el inframundo mismo hasta una metáfora de dios. Lo que sí está claro es que las similitudes con el Yomi están ahí, partiendo de la base de que a medida que te adentras en él, menos posibilidades tienen de regresar (y de morir) y de que (((((SPOILER))))) Riko nació muerta en el abismo, volviendo a la vida asimismo en él (((((FIN DE SPOILER))))).

La independencia de los niños en Japón

La desenvoltura con la que se desempeñan Riko, Natt o Shiggy (no incluimos a Reg o a Nanachi por ser algo confuso el término «niño» en ambos casos) al principio de la historia, tres huérfanos, es uno de los aspectos más frescos de este manga, ya que a posteriori se agradece la decisión del autor de haber hecho menores a sus protagonistas (si fuesen adolescentes o jóvenes, ni tendría el mismo impacto emocional ni algunas de las decisiones tomadas serían creíbles).

No es poco habitual ver mangas o animes protagonizados por niños, con mayor o menor credibilidad. En realidad, tampoco es poco probable ver a niños de 6 o 7 años yendo solos por las calles de Tokio o de cualquier urbe japonesa. Este concepto de independencia de los menores, que en el país nipón se transmite desde muy temprana edad, se basa en la adquisición de la dependencia social, de ser conscientes de que podemos confiar e interactuar con el grupo, desarrollando a su vez la empatía. De hecho, existe un programa titulado Hajimete no Otsukai (Mi primer recado), que en Japón lleva más de 25 años en antena y que se centra en seguir a los niños mientras desempeñan su primera tarea solos y fuera de casa.

Los psicólogos, sociólogos y antropólogos consideran que este tipo de enseñanza aporta asimismo mayor sentido de la responsabilidad y autoestima a los menores, que se sienten formar parte de los lugares a los que acuden, y estrecha el vínculo de confianza con sus padres.

El lolicon (ロリコン)

El término «lolicon» viene de la construcción «Lolita Complex» (complejo de Lolita), en referencia a la famosa novela Lolita de Vladimir Nabokov, y en el país del sol naciente abarca todo un género de manga y anime donde el argumento (o parte de él) gira en torno a la atracción sexual hacia menores de edad o figuras claramente aniñadas. Del lolicon pueden salir derivados como el shotacon (ショタコン), más centrado en prepúberes masculinos, entre otros.

Evidentemente, el lolicon es un tema controvertido tanto dentro como fuera de Japón, donde varias asociaciones lo censuran y promueven el desarrollo de leyes más restrictivas para el mismo. Mientras que muchos lo asocian con impulsos pedófilos o que incita a la pedofilia, otros defienden que no hay ningún estudio que lo haya demostrado y lo vinculan más a una atracción por lo tierno o kawaii (可愛い, «mono»).

En Made in Abyss (desde la perspectiva de quien esto escribe), no todo es positivo, y los fragmentos o guiños lolicon pueden resultar fácilmente perturbadores. Ya en los primeros capítulos muestran, en cierto tono humorístico, que uno de los castigos que les dan a los niños del orfanato de Belchero es colgarlos desnudos de una soga; y posteriormente se hacen varias bromas con el pene de Reg o de las tendencias de éste último a acariciar de manera «obscena» a Nanachi.

En cualquier caso, las partes lolicon de Made in Abyss pueden achacarse a su vez a una forma del autor de «naturalizar» el despertar sexual en jóvenes de 12 años (o similar), ya que, al menos hasta la fecha, ningún adulto ha formado parte de estas bromas o escenas (de nuevo, remarcando que en Nanachi y Reg estos límites son difusos).

Han Solo: Una historia de Star Wars, la que más se acerca a la trilogía original

Hoy, coincidiendo con el Día del Orgullo Friki y con la fecha de estreno (allá por el año 1983) de El retorno del jedi, será probablemente el día en el que un gran porcentaje del fandom acuda a ver por primera vez Han Solo: Una historia de Star Wars. La coincidencia con el estreno del cierre de la trilogía original de George Lucas no será lo único que vincule a estas películas.

Y es que esta precuela del contrabandista más conocido de la galaxia, la cual era fácil tachar de «innecesaria», es sin lugar a dudas la que más bebe de lo que nos ofreció la trilogía original de esta franquicia, empezando, claro está, por su protagonista y sin dejar atrás todo el sabor añejo de la ambientación (MUY lograda, todos y cada uno de los planetas, incluyendo el que se asemeja a una pequeña porción de Mad Max con vistas a la playa) y del estilo narrativo.

El guión lo firman Lawrence y Jonathan Kasdan, padre e hijo (el primero ya estuvo detrás de, entre otras, las historias de El imperio contraataca y En busca del arca perdida), lo cual ya garantiza ese estilo de cine de aventuras tradicional y repleto de nostalgia (los guiños a las películas antiguas son numerosos), con unos personajes que rebosan carisma y que llenan la pantalla.

De hecho, ese es el otro gran punto fuerte de Han Solo: Una historia de Star Wars, sus personajes. Desde el propio Han (resuelto con mucha solvencia y gracia por Alden Ehrenreich), hasta Lando (un inspirado Donald Glover que lamentablemente no aparece lo que quisiéramos), y por supuesto Chewbacca (con Joonas Suitamo bajo el traje), pasando por las nuevas caras (en esta galaxia muy, muy lejana) de Qi´ra (Emilia Clarke), Beckett (Woody Harrelson), Dryden Vos (Paul Bettany), Val (Thandie Newton) y Enfys Nest. Todos ellos nos dejan con ganas de más (en lo personal, mención especial en este sentido para Enfys, Dryden y Qi´ra), y eso que algunos salen realmente poco en pantalla.

La química que desprenden es otro de sus aciertos. No ya entre Han y Chewbacca (claramente las estrellas de la película), sino en todas las combinaciones posibles (y queremos decir TODAS): Han y Lando, Lando y L3, Qi´ra y Han, Qi´ra y Dryden, Han y Beckett, Beckett y Val, y etcétera. En este punto, se nota que los Kasdan se mueven como pez en el agua y nos ofrecen personajes frescos y entrañables, de nuevo con ese sabor añejo más propio del cine de aventuras de los 80 fusionado con el western.

Sin embargo, el guión también adolece de algunos altibajos notables, y a la postre pudiera parecer fácilmente una cinta que presenta una serie de situaciones de las que se sale al paso y poco más. Es decir, nada «trascendental», no hay un GRAN momento que te deja con la boca abierta ni tampoco los vellos de punta (alguno se le acerca), aunque la tensión en las escenas de acción está bastante lograda, así como en cada momento en el que Dryden Vos hace acto de presencia.

La tensión y la buena dirección de la película se las debemos a Ron Howard (un veterano tras las cámaras, contando con Willow o Una mente maravillosa a sus espaldas), quien llegó de improvisto para sustituir a Phil Lord y Chris Miller (quienes han quedado como productores ejecutivos). En lo personal, pensamos que han acertado con el cambio, y es que en cuanto a dirección se refiere, Han Solo cumple sin mucho riesgo, pero con una base muy sólida, que al fin y al cabo es lo que se suele esperar de una cinta de Star Wars.

No podemos cerrar esta crítica sin spoilers sin hablar de la banda sonora, a cargo de John Powell (Cómo entrenar a tu dragón), la cual bebe mucho de John Williams (son varios los temas de éste último que se dejan oír a lo largo de la cinta), pero no por ello sin dejar de ser al menos resultona. Especialmente llamativo nos ha resultado el tema dedicado a Enfys Nest.

En definitiva, Han Solo: Una historia de Star Wars es esa precuela que creíamos innecesaria, cuyo desarrollado ha estado repleto de baches, pero que ha salido con bastante dignidad. Sin duda, será más del gusto de los habituales de esta saga que, por ejemplo, Los últimos jedi, y es la típica cinta que te deja con una sonrisa en la cara y con la sensación de que es la que podrás ver con tus sobrinos/hijos/nietos de cualquier edad sin problemas. ¿Lo mejor? Una ambientación nostálgica muy lograda y artesanal junto a unos personajes que rebosan carisma. ¿Lo peor? Un guión en ocasiones atropellado que adolece de la sensación de que está pensado para que haya secuelas. Y sí, seguimos pensando que las influencias de Cowboy Bebop (western y cine negro en el espacio) están ahí.

Crítica de la primera parte de Darling in the Franxx: entre los futuros distópicos y las hormonas adolescentes

El estudio de animación Trigger cuenta ya con cierta y cimentada experiencia en esto de los animes de mechas, ya que suyo es Tengen Toppa Gurren-Lagann, uno de los productos más aclamados dentro de este género. Si se fusionan con A-1 Pictures, de donde salieron series como Anohana, hallamos Darling in the Franxx (ダーリン・イン・ザ・フランキス), sin duda el anime que está causando sensación de esta temporada.

El mismo contará (al menos en principio) con 24 episodios, los cuales Trigger y A-1 han decidido por algún motivo (hicieron lo mismo con las aventuras de Simon y compañía) dividirlos en dos bloques, finiquitando el primero (o eso parece, aprovechando el parón por la Golden Week en Japón, donde emitirán un especial con entrevistas al equipo de desarrollo) en el episodio 15, dejándonos a solo 9 para el final.

Esta primera parte podría resumirse en una montaña rusa emocional… a juego con las hormonas que desprenden los protagonistas, lo que causa que la serie bordee a veces los niveles de drama nivel culebrón o dorama.

El argumento de partida nos sitúa en un futuro distópico, donde la humanidad se ha visto reducida y refugiada en una especie de ciudades-cúpula llamadas «Plantations», que se mueven y se mantienen a base de la sustracción de magma. Estos grupos sociales, que como se revelará más tarde no parecen sentir ni padecer, producen a su vez una serie de niños conocidos solo por las cifras y que a su vez se mantienen recluidos en los «Garden» (en clara alusión a los jardines de infancia). Allí, solo los más aptos sobreviven para convertirse en parásitos, jóvenes cuya único propósito en la vida es luchar pilotando unos Franxx para defender a Papa (el líder de todo este tinglado) y a los adultos de unos misteriosos (y tanto) seres denominados klaxosaurios.

Los Franxx son unos robots gigantes (mechas) que parecen tener alguna base orgánica y que pueden ser pilotados por un conjunto de chico-chica (estambres y pistilos, como las plantas), siendo en ocasiones más extremas en las que solo los pilota uno de ellos y entonces entra en modo «estampida», una especie de descontrol que adopta una forma más animal.

En medio de este sistema crecen los muchachos del Escuadrón 13, donde pertenece Hiro (por su código 016), un ex prodigio que se ve en la tesitura de no poder pilotar con ninguna compañera… hasta que se topa con Zero Two (código 002). La relación que se va estableciendo entre estos dos es el eje central sobre el que gira toda esta primera parte (que es más de la mitad) de la serie, concluyendo en un clímax (nunca mejor dicho) que ha hecho y hará las delicias de la mayor parte de los espectadores.

Si bien el vínculo entre Hiro y Zero Two es uno de los puntos más fuertes de este anime, también trae consigo uno de sus defectos: en ocasiones tiende a centrarse demasiado en las hormonas adolescentes, con giros argumentales que versan sobre lo mismo, llegando a parecer una especie de culebrón. Si esto fuese Marmalade Boy o una serie de más de 24 epiodios, no nos importaría, pero el foco en los amoríos tiende a dejar de lado todo un trasfondo del que todavía solo tenemos pinceladas y que pinta de lo más interesante (ojo, que pueden llegar a hacer maravillas con los 9 capítulos que les quedan).

Si obviamos este último punto, Darling in the Franxx resulta un producto tremendamente adictivo y con unos personajes bastante carismáticos (culminando en Zero Two y, por supuesto, en el tipo más majo del universo, Goro), que en ocasiones se acerca más a Tengen Toppa Gurren-Lagann y en otras a Evangelion.

Del apartado técnico tampoco tenemos mucho que decir salvo que es soberbio en prácticamente todos sus capítulos. Partiendo de un opening (cantado por Mika Nakashima y Hyde) tan adictivo como la serie misma, algunos momentos musicales parecen no encajar mucho con su correspondiente escena animada, pero son escasos. Los diseños de los personajes, hechos por Masayoshi Tanaka (Anohana), resultan todos ellos atractivos y lo suficientemente variopintos (de nuevo, la palma se la lleva la niña bonita de este anime, Zero Two). El diseño de mechas (hechos por Shigeto Koyama) es quizás donde pueda haber mayor división de opiniones, ya que su aspecto aniñado y vivaz no parece adaptarse bien al futuro distópico y estéril en el que nos encontramos (aunque probablemente esa sea la idea).

Otro aspecto importante de Darling in the Franxx es toda la simbología que trae consigo su narrativa (la cual tiene algún que otro altibajo, sobre todo en el ritmo). Esto lo observamos por ejemplo en todo su componente sexual, la mayor parte de las veces muy obvio. Desde la misma postura que adoptan chico y chica dentro del Franxx, hasta el hecho de que los muchachos no sepan ni lo que es un beso o el hincapié en el libro sobre el cuidado de los bebés (¿llegará a haber alguno?), pasando por el propio binomio HiroZeroTwo. Por supuesto, tampoco pueden faltar todas esas cuestiones inherentes a una buena obra de ciencia-ficción, como qué nos hace humanos, cuándo dejamos de ser unos niños o cuáles son los ingredientes para una revolución. Seguramente, todas estas asociaciones entre sexo, humanidad, infertilidad/fecundidad e incluso la aproximación a que algo de esto ocurre actualmente en la sociedad japonesa (generación herbívora) causará que se escriban varios ensayos sobre Darling in the Franxx de aquí a algunos años.

¿Qué le falta por desarrollar a la historia en los 9 capítulos restantes?

– ¿Qué son los klaxosaurios y cuál es su relación con la humanidad?

– Quizás unido al punto anterior, ¿dónde van los niños que desaparecen en el Garden? ¿Mueren? ¿Y dónde está Naomi?

– ¿Quiénes son Papa y los adultos y cuál es su objetivo? Los hemos visto hablando de varios términos extraños (muchos de ellos de la mitología nórdica), pero ni sabemos aún a qué se refieren ni hemos visto sus rostros (¿tienen cuerpo?)

– Y el resto de adultos… ¿cómo llegaron a ese estado? ¿Qué fue de la sociedad nuestra/antigua?

– ¿Qué ocurrió con el anterior Escuadrón 13? ¿Por qué dicen que los Parásitos están «infectados» e insinúan varias veces su muerte/desaparición?

– ¿Hay más mestizos de klaxosaurio como 002? Si es así, ¿dónde están? Era uno de ellos su «madre» (001)?

– ¿Cuál es el objetivo del Doctor Franxx? ¿Y de los Nines? ¿Por qué éstos últimos parecen tener cuernos como 002 y pilotan en posiciones invertidas?

– ¿Llegará a transformarse Hiro en una «bestia» como 002?

– Y sobre todo, ¿quién morirá y sobrevivirá al final de la serie?

https://www.youtube.com/watch?v=3x0NEd9t1yQ

Made in Abyss, cuando la fantasía te emociona (y te destroza)

Made in Abyss (メイドインアビス) fue uno de los animes de la temporada del pasado verano, puede que el más llamativo de ellos. Tras haber visionado sus trece capítulos en menos de una semana, entendemos el porqué.

Made in Abyss es un manga aún en desarrollo por Akihito Tsukushi, publicado en Web Comic Gamma, cuya adaptación al anime corrió a cargo de la productora Kinema Citrus, resultando en una obra de enorme calidad técnica y narrativa.

La historia de partida de este producto puede parecer simple y muy de shônen (manga para adolescentes), pero que esto y su estética «kawaii» (mona, tierna) no os engañen: Made in Abyss es un seinen (manga para adultos), ya que tras los episodios iniciales comprobaréis como todos los personajes son puestos constantemente a prueba… y sufrirán mucho, muchísimo, en el camino.

La narrativa comienza en la ciudad de Orth, construida alrededor de un misterioso abismo descubierto hace casi 2.000 años y cuya entrada tiene un kilómetro de diámetro. Nadie sabe aún qué hay en el fondo, pero no son pocos los aventureros y excavadores que se sumergen en él, muchos de ellos pereciendo o perdiéndose en el intento debido, fundamentalmente, a las constantes criaturas salvajes y a «la maldición del abismo», la cual puede llegar a dejarte hecho un huevo frito con ojos si asciendes unos pocos metros a partir del cuarto estrato por el campo de fuerza. En Orth hay un orfanato del gremio de excavadores en donde habita Riko, una niña de 12 años y silbato rojo (las habilidades de los «Cave Raiders» se miden por los colores de estos artefactos que llevan siempre al cuello) que un día, haciendo unas pruebas, encuentra un misterioso ¿robot? amnésico, al que bautiza como Reg. Pronto, varios acontecimientos impulsarán a Riko y Reg a adentrarse en las profundidades del abismo, donde se toparán con más misterios y muchísimos peligros, a la par que con diversos personajes, a cada cual más interesante (Ozen y Nanachi se llevan la palma).

Como adelantábamos, el punto de partida y los personajes, tan bonitos y de mundo de fantasía ellos, nos introducen enseguida en una historia que, a medida que avanza, se va volviendo más oscura y perturbadora. No nos referimos a las bromas sobre el pene de Reg (los chistes con inuendo sexual en prepúberes y adolescentes también estaban presentes en las primeras etapas de Dragon Ball, por ejemplo), sino al SUFRIMIENTO al que se ven sometidos los niños, tanto físico como emocional, un contraste que torna aún más efectivo su impacto en el lector/espectador, de manera similar a lo que uno siente cuando ve La tumba de las luciérnagas, de Isao Takahata.

De este modo, la serie va claramente de menos a más, empezando con un tono más pausado y tranquilo, para que te sientas uno más de Orth y empatices con Riko, Reg y sus motivaciones, y se vuelve más frenético a partir del encuentro con Ozen en el tercer estrato. Es cuando uno sabe que las cosas ya sí se ponen serias (además la silbato blanco lo advierte de forma clara), culminando en una conclusión (en el anime) con Nanachi y Mitty que te parte el kokoro en pedacitos, así sin más.

Por eso, uno de los grandes aciertos de Made in Abyss es su ambientación y sus personajes, es fácil verte sumergido con ellos en el abismo. Sí, Riko puede llegar a resultar molesta en algunas ocasiones, pero ahí viene otra de las virtudes: los protagonistas son preadolescentes (o parecen serlo en el caso de Reg y Nanachi) y, por lo tanto, sus acciones siempre parecerán más naturales y justificadas que las que pudiera tomar, por ejemplo, alguien que roza la veintena.

Por otro lado, como adelantábamos, el que sean niños crea un contraste aún mayor con la temática, cada vez más oscura y madura; y también con los otros personajes, esta vez adultos, que se van encontrando. Aquí es donde entran los silbatos blancos, los de mayor rango en experiencia y habilidades, cuya estabilidad mental no parece ser de las más férreas y cuya ambigüedad moral es cuanto menos perceptible. El impacto también es mayor al ser introducidos desde la perspectiva de los infantes, que suelen idealizar a este tipo de figuras.

En este punto, Made in Abyss guarda bastantes similitudes con los cuentos de antaño, los de Hans Christian Andersen, Perrault, Lewis Carroll o los hermanos Grimm (no, sus versiones edulcoradas de Disney no). Los jóvenes de aquellas historias solían pasar por adversidades que hoy en día consideraríamos traumáticas y los finales no siempre eran felices (echad un vistazo por los originales de La Sirenita o Pinocho). El éxito de estas historias y cómo han perdurado hasta nuestros días (Disney aparte) yace precisamente en su éxito a la hora de atraer a jóvenes y adultos, y ver qué punto de sordidez pueden alcanzar sus relatos, para que al final los protagonistas lleguen a su merecida recompensa (o no).

El otro aspecto en el que destaca Made in Abyss es en todo su apartado técnico. La animación de los personajes y paisajes es preciosa y fluida, sin que se perciba ningún altibajo en sus trece episodios. Masayuki Kojima, quien dirigió Monster, es el encargado también de este anime y del guión de algunos capítulos, mientras que detrás de la banda sonora se encuentra el joven australiano Kevin Penkin. La música supone asimismo uno de los enormes componentes de esta obra, que ayuda a sumergirnos en su atmósfera y en los rincones del abismo y de Orth.

En definitiva, nos quedamos sin adjetivos para definir a Made in Abyss y la impresión que ha dejado en nosotros (todavía estamos digiriendo su increíble episodio 13, de casi una hora de duración). Podríamos escribir párrafos enteros sobre Nanachi y Mitty, de los antihéroes, del periplo del héroe sobre los hombros de unos niños o de la simbología habida tras el abismo y su metafísica. La obra creada por Akihito Tsukushi aún está en pleno recorrido y parece que ha venido para quedarse. Esperamos con ansias una segunda temporada (mientras tanto, ya le vamos pensando un Japoneando Anime e iremos disfrutando de la versión en español del manga que lanzará Ivrea en mayo).

Hablemos de los elegidos de The Legend of Zelda: Breath of the Wild

Todo aquel que haya jugado a The Legend of Zelda: Breath of the Wild sabrá que los elegidos (en inglés los tradujeron como «champions») son uno de los pilares de la trama. Sí, está claro que Zelda es EL personaje del juego y que Link sigue siendo básicamente nuestro avatar con un pelín más de frases a elegir (o no), pero tras llevar horas y horas jugando creemos entender el gran trabajo que se ha marcado Nintendo con estos cuatro. Avisamos que habrá SPOILERS del juego.

Mipha, la zora tímida (y poderosa)

Empezamos por la que es probablemente más popular entre el fandom de el cuarteto. Mipha es la princesa zora, hermana mayor de Sidon (otro de los grandes favoritos), increíblemente hábil con el tridente y poderosa con la sanación, es la elegida para controlar a la bestia Vah Ruta.

Sin embargo, lo que seguramente llama más la atención de Mipha es su personalidad, tan tímida, dulce, disciplinada y humilde. Es ese arquetipo de personaje femenino que TANTO gusta a los japoneses (y no japoneses), al más puro estilo Hinata de Naruto. También igual que ésta, tiene un enamoramiento no confeso hacia Link (Link no es Link si al menos tres féminas no beben los vientos por él).

Debido a estos rasgos de su personalidad, a su resignación silenciosa y a su destino trágico, es tremendamente fácil empatizar con Mipha, no ya solo en sus sentimientos por el héroe, sino además en la despedida a su padre y en la corta escena que protagoniza junto a un pequeño Sidon.

El hecho de que Vah Ruta suela ser la primera bestia elegida por los que juegan por vez primera a Breath of the Wild y que los zora suelan caer asimismo bien agranda aún más el impacto que deja Mipha, que de paso sirve como (pequeña) ventana al pasado de Link.

Revali, el orni orgulloso y… ¿por qué diablos me odia?

Si Mipha suele ser la favorita en el fandom de entre los elegidos, Revali es lo contrario, empieza las encuestas por abajo. Algo curioso si tenemos en cuenta que es básicamente Vegeta (Dragon Ball) con pico y alas.

Al igual que el príncipe de los saiyans, a Revali lo representa su orgullo y narcisismo. El orni, que controla a Vah Medoh, cree realmente que él es el mejor y más guapo de todo Hyrule, algo que le gusta cacarear a los cuatro vientos. Sin embargo, la experiencia nos dice que precisamente este tipo de personajes luego son los que guardan mayores complejos (aunque nunca lo admitan), y algo de eso puede observarse en Revali si se mira bien.

Por un lado, es el único de entre todos los elegidos que no procede de la realeza ni ha nacido con algún poder especial, lo que nos da a entender que todo viene de la pura dedicación y entrenamiento. Sí, es cierto que Link y Zelda también se esfuerzan, y el primero tampoco es de la realeza per sé, ergo… ¿por qué parece tenerle tanta tirria a éste?

Por un lado, el diario de Revali deja entrever que no le caían especialmente bien los hylianos, ya que Zelda es, según él, la primera que conoce de éstos que muestra preocupación por otras razas.

Entrando en este terreno, también resulta curioso que Revali muestre absoluta animadversión hacia Link, pero no hacia la princesa, por quien parece sentir algo más parecido a la compasión y el respeto (aunque al principio la condescendencia está presente y ante Link hace todo lo posible por intentar aparentar que no siente nada positivo hacia ella). En nuestra opinión, tendría algo de lógica que Revali, en su estilo, sintiese algo por Zelda. No solo porque explicaría perfectamente toda la tirria hacia Link, sino por la forma que tiene de actuar frente a ella (se avergüenza y luego pavonea cuando ella va a buscarlo, se muestra preocupado por la misma al volver ésta con Link de Lanayru, es el único en mencionarla aparte de Urbosa cuando Link ya no está), e incluso en su diario comenta lo absurdo que le parece el estar yendo a acompañarla cuando podría estar entrenando… para luego rectificar y decir que, como efectivamente no puede ir a llevarla, entonces irá luego volando a recogerla.

En definitiva, Revali es ese personaje «Vegeta» que tan presente está, por ejemplo, en los anime. Le precede el orgullo y tiene rasgos «tsundere» (le pide a Link que no hable de él con Zelda, en su diario escribe que en el fondo quería impresionar a éste, etc.), pero que, si miras un poco más detenidamente, crees entender su forma de ser.

Daruk, el NO tontorrón con músculo

Llegamos al que es mi favorito de los elegidos. Daruk, el gorón que nació con el don de un escudor protector que lo defiende de hasta las rocas y la lava, es el elegido por Zelda para controlar a Vah Rudania.

A simple vista, y más aún con el doblaje en inglés, Daruk parece el típico tontorrón con mucha fuerza. Poco cerebro y mucho músculo. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, algo que es más fácilmente detectable en otros doblajes como el japonés o el español.

Sí, es cierto que Daruk no es un cerebrito. No es Prunia. Pero tampoco le hace falta y, además, eso no le hace carecer de inteligencia emocional.

Frente a los más jovencitos, todos ellos con las hormonas disparadas, Daruk y Urbosa están ahí para poner un poco de coherencia y orden. Ellos detectan enseguida el rechazo inicial que Zelda siente por Link y son conocedores de sus propios motivos, demostrando asimismo la empatía de la que carece, por ejemplo, Revali (al menos hacia Link, hacia Zelda muestra más). Por ende, Daruk es el que anima al héroe a seguir adelante y procura integrarlo siendo el que idea la ceremonia de presentación. También es de los que más nos animan a la hora de recuperar a Rudania.

Daruk funciona además como pegamento del equipo. Conoce sus grietas e intenta hacer de puente, demostrándolo en ese otro gran momento que es el de la foto (ya hablaremos de ésta).

Por todo ello, Daruk es para nosotros un tipo que ve las cosas de forma simple y afable, es directo, pero no por ello estúpido o borde. Curiosamente, también anima ya una vez muerto a su descendiente y admite que él también era más tímido y cobardica cuando era joven. Daruk es ese amigo, padre o mentor que a todos nos gustaría tener.

Urbosa, la gerudo maternal

Finalizamos con Urbosa, la líder (hace 100 años) del matriarcado gerudo, que es elegida para controlar a Vah Naboris y que era amiga de la fallecida madre de Zelda.

Tal como adelantábamos con Daruk, Urbosa está ahí para añadirle cordura y coherencia a un grupo de postadolescentes. Además, si Mipha era la ventanita al pasado de Link, la gerudo es la de Zelda, ya que era amiga de su madre, comportándose incluso en ocasiones como tal, aún en sus últimos momentos.

Sin embargo, Urbosa es asimismo fuerte y muy consciente de ello, ya que pertenece a una raza guerrera y no le falta el orgullo, pero, al contrario que Revali, es un orgullo sano y estable, de quien ya lleva recorrido mundo y batallas, no uno dominado por la testosterona.

Urbosa es así la madura del grupo, que empatiza y que sabe tratar tanto con el aliado como con el enemigo. No obstante, también se la ve que disfruta batallando y es, por así decirlo, la que parece cachondearse más de todo en el grupo, algo que se agradece entre tanta «drama queen» y caras largas.

La foto del recuerdo en La balada de los elegidos es una muestra definitiva no solo de la personalidad de Urbosa, sino de todos los individuos del equipo y de su dinámica. Si nos fijamos: Link y Zelda al centro, son los protagonistas; pero se mantienen rígidos y tensos hasta el punto de que Prunia le pide a la princesa que sonría un poco. Al lado de Link, al principio un poco distanciada (luego va acercándose sutilmente), Mipha, nerviosa ante la eventual proximidad de su enamorado. En contraposición, Revali, al principio también más alejado de la princesa y luego cada vez más cerca (por cierto, sonríe al ver cómo Mipha intenta tranquilizarse al acercarse a Link, algo curioso). Detrás de éstos, sirviendo de apoyo cariñoso a Zelda, Urbosa. Y por detrás, ocupando todo el espacio, el gran (no solo literal) Daruk, que como buen puente de unión del equipo les da una «sorpresa» y en el preciso momento en que se realiza la foto los empuja a todos contra sí, quedando mucho más cerca unos de otros, ante la cara divertida de Urbosa, el pequeño sobresalto de Zelda y Link y el espanto absoluto que parecen estar sintiendo Revali y Mipha, de nuevo en contraposición, ya casi cada uno encima de los respectivos princesa y héroe. Como decíamos, estos de Nintendo son unos genios.

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¡Héroes de Papel nos vuelve a sorprender! Esta vez con «Tú (no) necesitas ser un héroe. Neon Genesis Evangelion»

Tú (no) necesitas ser un héroe. Neon Genesis Evangelion’ analiza el significado y el contexto de esta serie de anime japonesa, considerada una obra de culto

Neon Genesis Evangelion es una de las series de animación japonesa más famosas de la historia. Con su particular énfasis en la construcción de personajes, una historia intrigante y una estética muy personal, se convirtió en una serie de culto incluso antes del final de su emisión. Algo que no ha cambiado a día de hoy, más de veinte años después, cuando es considerada una de las obras más influyentes de su género y de la cultura japonesa del siglo XX en general.

Escrito por Alvaro Arbonés, Tú (no) necesitas ser un héroe. Neon Genesis Evangelion es un intento de explicar a qué debe su lugar preponderante en el corazón de toda una generación. Este libro reflexiona tanto sobre la obra e influencias de su creador, Hideaki Anno, como de la situación del propio país, un Japón inmerso en la mayor crisis de capital que haya conocido la humanidad, atenazada por las amenazas del terrorismo y una sensación de bancarrota moral apocalíptica. Pero eso no significa que la obra sea dada de lado. Además del estudio histórico y contextual hay un análisis en profundidad de la propia serie, capítulo a capítulo, intentando desentrañar qué hay detrás de su compleja red de significados.

Porque si de algo puede jactarse Neon Genesis Evangelion es de su profundidad. De sus muchas capas. Y para más inri, de dos finales diferentes y un remake. Por eso la intención aquí es doble: acercar la serie a quienes no la conozcan y conseguir que tengan una mejor comprensión de ella quienes ya la hayan visto.

El libro, prologado por el periodista Noel Ceballos, ya está a la venta en librerías y grandes superficies, pero también puedes comprar tu ejemplar en heroesdepapel.esy llevarte de regalo un set de pegatinas con diseños exclusivos inspirados en la popular serie anime, además de un marcapáginas. Tú (no) necesitas ser un héroe. Neon Genesis Evangelion es un nuevo título publicado bajo el sello Crossover, donde tienen cabida libros de todo tipo que abordan temáticas englobadas dentro de la denominada cultura pop.

Seis animes de mechas que DEBERÍAS ver

El género mecha (ロボットアニメ, «robotto anime», anime de robots) es uno de los más prolíficos y conocidos por los aficionados al anime de todo el mundo. Las características comunes de este tipo de series son los robots gigantes (mechas) controlados habitualmente por humanos desde su interior, que normalmente muestran a su vez sus problemas existenciales y personales en un futuro distópico (o directamente en el espacio). Por lo tanto, se podría decir que el género mecha tiene bastante a su vez de ciencia-ficción.

Faltan manos para contar la cantidad de animes de mechas que se han realizado en Japón, siendo algunas de sus franquicias emblemáticas (Gundam) las que han sostenido a ciertos estudios durante años (en este caso, Sunrise). Sin embargo, nosotros tenemos a nuestras elegidas, las seis series de mechas que deberías ver al menos una vez en la vida, aunque no seas fan del género.

6 – Argento Soma (アルジェント ソーマ, 2000-2002)

Este anime de 25 episodios y un OVA realizado por Sunrise y producido por Bandai tuvo la suerte o desgracia (más bien la segunda) de ir bastante pegada a Evangelion y su alargada sombra… lo que resalta sus similitudes con aquélla, resultando en una serie no muy conocida y que enseguida es tachada de «copia» (en realidad, siempre hay un sector que denomina «copias» de la obra de Gainax a todo anime de mechas).

Si bien es cierto que los diseños de los extraterrestres y mechas de Argento Soma guardan bastantes similitudes con los del producto de Anno, y que incluso se pueden observar por ahí algunos conceptos (ya avanzada la trama) MUY parecidos, lo cierto es que esta obra, vencidos algunos momentos de sopor, es una serie bastante disfrutable y que deja con buen sabor de boca, después de tirarte los 25 capítulos viendo al protagonista con el culo escocido. Y Hattie y Walton son lo mejor.

Cabe destacar asimismo que los realizadores pretendían llevar a cabo una adaptación moderna y en mecha de Frankestein, si bien guarda bastantes similitudes con El gigante de hierro.

5- Code Geass (コードギアス, 2006-2008 y más allá)

Sunrise ataca de nuevo con esta serie de la que ya escribimos un Japoneando Anime. Con el característico diseño de las Clamp, esta obra nos presenta a Lelouch en su cruzada de venganza contra el Imperio de Britannia en su opresión a Japón, cruzándose en su camino con una misteriosa mujer conocida como C.C., quien le otorga el poder del «geass».

Si bien la serie promete y guarda bastantes momentos para el recuerdo, lamentablemente deriva en una especie de culebrón estudiantil, especialmente en su segunda parte. Sunrise ya ha anunciado que tendrá una tercera temporada con el sobrenombre «Fukkatsu no Lelouch» (literalmente, «La resurrección de Lelouch»), cargándose ya de paso uno de sus mejores aspectos: su final.

4- Darling in the FranXX (ダーリン・イン・ザ・フランキス, 2018-)

Los estudios Trigger y A-1 Pictures se están encargando de esta serie que todavía está en emisión (lleva 12 capítulos de 24), por lo que, dependiendo de su desenlace, podría ascender o caer más en la lista. Por el momento tenemos un anime que, siguiendo la estela de Evangelion, mezcla peleas de mechas con asuntos existenciales y romances juveniles en medio de un futuro distópico con una humanidad algo alelada y bastante reducida.

Yendo al grano, lo mejor hasta la fecha está siendo su protagonista, Zero Two, de la cual todavía nos queda conocer su historia y verdaderas motivaciones (ya estamos cerca…); mientras que el resto del elenco también puede levantar mayores o menores simpatías (bueno, Hiro se ha ganado el cielo por su bendita paciencia).

Quizás algo en lo que está pretendiendo innovar esta serie (aunque, sí, también lo vimos hasta cierto punto en Evangelion) es en toda la simbología relacionada con el sexo y el despertar sexual en medio de un mundo artificial y aparentemente estéril. También en los diseños de los mechas, los cuales no dejarán indiferente a nadie.

3- La visión de Escaflowne (天空のエスカフローネ, 1996)

Este anime producido nuevamente por Sunrise (esto parece un monográfico) se estrenó hace ya varios años y lo que más guardamos en el recuerdo es su mezcla de mechas con fantasía, ya que su protagonista, Hitomi, se ve misteriosamente transportada a Escaflowne, un mundo mágico y con toques medievales en el que existen estos robots gigantes y una trama que se va tornando algo más compleja.

Como suele set habitual en este género, las batallas también dan lugar a los romances, ya que en el camino de Hitomi se cruzan, entre otros, Van y Allen.

Escaflowne contó con 26 episodios y una película remake-recopilatorio posterior que, en nuestra humilde opinión, no le hace sombra a la serie original (animación aparte). Recomendamos verla aunque sea solamente porque ha envejecido bastante bien y no es habitual encontrarse con la fusión mecha-medievo (ah, y Maaya Sakamoto, Aeris y Lightning en Final Fantasy, es la voz de Hitomi y del opening).

2- Tengen Toppa Gurren-Lagann (天元突破グレンラガン, 2007-2009)

Empieza el dominio de Gainax con este anime de 27 episodios y un par de películas. El porqué de su posición tan alta lo encontramos en su ambientación postapocalíptica bastante misteriosa (que encierra todo un contexto idiosincrásico y hasta ¿religioso?), sus personajes carismáticos (ay, Kamina…) y en que parece que a veces no se toma en serio a sí misma, pero luego su drama te golpea como un mazazo.

En el apartado técnico tampoco se queda atrás, con una animación bastante constante y dinámica, unos diseños que a veces rozan lo absurdo (como decíamos, en ocasiones parece parodiarse) y una banda sonora que acompaña los momentos más épicos con mucha solvencia.

Tengen Toppa Gurren-Lagann es bastante más que el recorrido por la madurez de Simon, es una emocionante serie que se pasa como un suspiro y que te deja con varios momentos grabados en el kokoro.

1- Neon Genesis Evangelion (新世紀エヴァンゲリオン, 1995-1996)

También conocida como simplemente Evangelion, llegamos a la madre de todos los animes de mechas con este producto parido por Gainax y por la mente de Hideaki Anno. Admitimos que en lo personal no es nuestra favorita (Shinji es en parte culpable), pero el hecho de que sea considerada una obra de culto nos obliga a ponerla en lo más alto del podio.

Como ya adelantábamos, Evangelion supuso la base de varios conceptos que serían retomados posteriormente para otros animes del género (y no solamente de mechas), aunque sinceramente tampoco ha inventado la panacea. Entre sus grandes logros se encuentran esa mezcla entre ciencia-ficción, religión y filosofía; los personajes llevados al extremo de sus posibilidades y que rozan los tabúes culturales y sociales; y un apartado técnico soberbio. Y no, no nos olvidamos de su final casi incomprensible (en formato de dos películas que continúan a la serie de 26 episodios) y que sigue generando debates décadas después.

Menciones de honor

Como decíamos, hay animes de mechas para elegir y para todos los gustos. Desde las que hemos tratado, más o menos serias, hasta parodias de todo tipo (FLCL, también de Gainax) y, por supuesto, los grandes clásicos del género como Mazinger Z, toda la franquicia Gundam o Macross, entre muchos otros.

Han Solo o el arte de fusionar western y ciencia-ficción

Todavía quedan dos meses para el estreno de Han Solo: Una historia de Star Wars, pero ya vamos siendo testigos de que, poco a poco, la cinta de la franquicia que a priori parecía más inútil (¿el pasado de Han Solo sin Harrison Ford? ¿Para qué?), empieza poco a poco a convencer a los más escépticos. Y me incluyo.

Como decíamos, una película sobre el pasado de Solo, con un Ford que evidentemente no iba a poder interpretarlo, cuando es un personaje que de por sí conocemos a una edad joven (30 años) y teniendo ya el Universo Expandido (rebautizado como Legends con la llegada de Disney), parecía algo absurdo. Sin embargo, ahora que Lucasfilm ha empezado a ponerse en serio con la promoción, y a medida que se van revelando más detalles, nos está resultando al menos un producto quizás hasta interesante. ¿Por qué?

Principalmente, el enfoque que, tras un desarrollo algo complicado, parecen haberle dado a la cinta, virando más hacia la aventura dramática que a la comedia que no se toma en serio a sí misma (aunque las palabras de Donald Glover, quien lo interpreta a Lando en Solo, respecto a que será la película más divertida nos hace mantenernos cautos) que al parecer pretendían Chris Miller y Phil Lord, los anteriores directores. Los grandes culpables de ello son Lawrence y Jon Kasdan, el primero guionista a su vez de la trilogía original, El despertar de la Fuerza e Indiana Jones, lo que nos puede indicar por dónde van a ir los tiros. Según se ha revelado recientemente, el propio Kasdan llevaba tiempo detrás de una película en solitario de Han Solo, algo que llegó a tratar con George Lucas. Teniendo en cuenta que no es un novato y el (en mi opinión también) cansino humor al que nos tiene acostumbrados Disney-Marvel, un cambio hacia el lado dramático aventurero (no, no pretendemos que sea Ciudadano Kane) sería más que bienvenido.

Pero es más, el tono de la cinta que vamos percibiendo a través de tráilers, entrevistas y fotos nos deja caer asimismo una mezcla entre la ciencia-ficción (característica de Star Wars), el western y el cine negro.

De la parte vinculada a la ciencia-ficción no hace falta hablar, mientras que la del western se observa muy claramente en una escena del tráiler donde parece que habrá un duelo entre Han (interpretado aquí por Alden Ehrenreich) y un grupo enmascarado al más puro estilo indios/Caballeros Ren (con el personaje interpretado por Paul Bettany al mando); a que parte de la trama girará en torno a uno o varios grupos de forajidos (uno de ellos liderado por Woody Harrelson, en donde ingresarán Han y Chewie); y al asalto a un tren como parte de la trama,  además de que los carteles promocionales lanzados hasta la fecha se asemejan a los clásicos carteles de «Wanted». El hecho de que Han y Chewbacca no dejen de ser el prototipo de personajes marginados, fuera de la ley y del sistema, y que sean duchos con las armas de fuego tornaban propicio este acercamiento.

Sin ir más lejos, la Cantina de Mos Easley, lugar donde los encontramos por primera vez en Una nueva esperanza, fácilmente puede traernos a la mente la clásica taberna del lejano Oeste con toques de… cine negro.

La parte de «cine noir» es la que menos se percibe hasta la fecha, no por ello inexistente. De hecho, parece que la mayor representante (hasta ahora, al menos) al respecto será el personaje interpretado por Emilia Clarke, Qi’ra. Descrita como amiga de la infancia (y algo más) de Han, ambos han crecido solos en esa especie de Gotham espacial que debe de ser Corellia. Por lo tanto, ambos son supervivientes, algo que según la actriz Qi’ra muestra mediante un exterior duro y hasta impenetrable. La clásica «femme fatale», vaya. Teniendo en cuenta que no volvemos a ver nada de Qi’ra ni en la trilogía original ni en la actual que se está desarrollando (donde Han ya está muerto), nos da la sensación de que esta muchacha, importante para el personaje de Solo, probablemente morirá o bien traicionará a su amigo. Quizás ambas.

Existen varios exponentes que mezclan (con más o menos éxito) la ciencia-ficción, el western y el cine negro, pero si hay uno que se nos hace como la que mejor ha sabido llevar dichos ingredientes, sin duda esa ha sido Cowboy Bebop. Hasta ahora, no se sabe nada de si ha servido o no de inspiración a los Kasdan (que sí han mencionado a Sin Perdón o Heat, por poner unos ejemplos), pero no sería de extrañar si así fuera. No solo el propio Han en la figura del protagonista, Spike Spiegel, un cazarrecompensas nihilista y algo rudo, sino de nuevo la propia Qi’ra en una especie de mezcla entre Faye (en uno de los carteles incluso puede percibirse la pose y los tonos morados en el pelo) y Julia (el pasado tortuoso de Spike, la misteriosa figura femenina que golpea ocasionalmente los pensamientos del protagonista). Incluso el breve lapso que tenemos actualmente del personaje interpretado por Thandie Newton nos trae irremediablemente a la mente a Coffee, del capítulo Mushroom Samba.

No pretendemos decir que Han Solo: Una historia de Star Wars se asemejará a Cowboy Bebop, ni mucho menos, primero porque el producto de Shinichiro Watanabe es algo difícil de igualar, ya que es considerada una obra maestra; y segundo porque aún sabemos más bien poco de la próxima cinta de la franquicia de Lucasfilm. Eso sí, nos parece que la eventual fusión entre ciencia-ficción, western y cine negro puede llegar a dar unos gratos resultados y, en lo personal, será más que bienvenida. Por lo demás, solo queda esperar al 25 de mayo.

Darling in the Franxx, los roles de género se invierten

Por suerte, desde hace un tiempo relativamente reciente a esta parte estamos siendo testigos de un progresivo cambio en las obras de ficción, con cada vez más mujeres protagonistas y desempeñando papeles activos. Sin embargo, es habitual encontrarse todavía con muchos clichés y tópicos encorsetados en las construcciones de género, como que un personaje femenino deba comportarse de determinada manera o que el masculino tenga que sí o sí entrar en acción en ciertos momentos.

El anime (y Hollywood) es una de las vertientes donde se puede observar aún esto con numerosos ejemplos, si bien pienso que los japoneses son los que mejor están jugando con las inversiones de roles. Ya hablábamos de ellos en NieR: Automata, pero ahora nos ocupa una serie que actualmente se encuentra en proceso de emisión en Japón (lleva 7 episodios de un total de 24): Darling in the Franxx (ダーリン・イン・ザ・フランキス, Trigger y A-1 Pictures). Avisamos que habrá SPOILERS.

Dando la vuelta a ciertos clichés del anime

El caso de Darling in the Franxx resulta aún más llamativo porque se encuentra dentro del género mecha (ロボットアニメ «robot anime»), uno de los que más estereotipos y clichés utiliza en cuanto a hormonas adolescentes y «fan service» por doquier. No vamos a decir que la nueva obra de Trigger sea muy rompedora en cuanto a esto, porque sigue siendo un catálogo de mujeres despampanantes que muestran cacha (y poses sugerentes, en este caso más aún), varias de ellas bebiendo los vientos por el protagonista masculino. Pero lo que sí nos ofrece este anime es una protagonista femenina, Zero Two, que, en contraste con su contraparte masculino, Hiro, desempeña claramente el papel que le debería tradicionalmente corresponder a éste último.

Para empezar, Zero Two es la más activa de los dos, con diferencia, tomando la iniciativa en todo, llegando incluso a resultar agresiva en ciertas situaciones (para los estándares japoneses, más todavía). Así se lo deja saber Hiro en su confesión en el cuarto capítulo:

«Cuando nos conocimos, no podía apartar de ti la mirada. Tenías confianza, llevabas la cabeza en alto, y estabas lista para luchar contra los klaxosaurios aún estando herida. ¡Y encontraba eso hermoso!»

En el apartado romántico, Zero Two es asimismo la más lanzada de ambos, tomando siempre la iniciativa. Incluso en el momento en que ella se encuentra más desprotegida, que es en el sexto episodio (hasta la fecha), en lugar de adoptar la tradicional pose femenina de esperar a la llegada de su héroe (ya sea de forma voluntaria o involuntaria), Zero Two sigue luchando sola hasta el punto de perder el control sobre sí misma, otro de los momentos más tradicionalmente masculinos en el anime. Hiro, que se creía muerto entonces, recupera entonces la consciencia y la abraza/contiene por detrás, logrando que vuelva a recomponerse, desempeñando el rol clásico femenino de contención de tanta testosterona desbocada.

No solo este momento, ya que en solo siete episodios también hemos tenido ya un ejemplo de kabe-don (壁ドン) en el quinto capítulo, claro está invertido. Para los no iniciados, el kabe-don hace referencia a ese cliché TAN de manga y anime shôjo (少女, para chicas adolescentes), donde normalmente (obras hechas por fans y parodias aparte) un chico acorrala contra la pared a una chica, algo que por algún extraño motivo en el país nipón encuentran «romántico». Y claro, en Darling in the Franxx ya hemos tenido nuestra dosis de kabe-don… pero de Zero Two (quien por cierto no tiene ningún inconveniente en que su compañero se encuentre desnudo, actitud habitualmente considerada poco femenina) a Hiro:

Por el contrario, tenemos a Hiro, un chico que hasta la fecha se ha mostrado más bien pasivo, introvertido y tímido, algo que se asocia normalmente al papel femenino dentro del dúo masculino-femenino. Es verdad que estos rasgos están cambiando poco a poco en él, pero frente a Zero Two sigue estando más claro que el agua quién es el activo-agresivo y quien toma la iniciativa en TODO. Incluso el momento de la declaración (y posteriores) de él a ella parece estar invertido en roles de género:

Zero Two a Hiro: «Nadie me había dicho nunca algo tan vergonzoso»

El yin y el yang, también en Darling in the Franxx

Por otro lado, tenemos el tan manido tema del yin y el yang, el concepto de la dualidad existente en todo el universo en el taoísmo. En un lado se encuentra la parte blanca, masculina, luminosa, activa y penetrante; mientras que la negra es la femenina, oscura, pasiva y absorbente. Los japoneses suelen mostrarnos este tipo de conceptos en prácticamente todas sus obras.

En Darling in the Franxx, al inicio del primer episodio, escuchamos la voz en off de Zero Two hablando y de pronto una pantalla blanca con texto sobre lo que ella está diciendo; frente al sexto capítulo, donde Hiro también habla fuera de pantalla cuando se cree muerto y aparece nuevamente el mismo fondo con sus palabras, pero en negro. El opening ha cambiado asimismo ligeramente a partir de la séptima entrega, con el recuadro del principio figurando hasta entonces en blanco y desde ahora en negro. Teniendo en cuenta que Hiro parece que va a tener un papel más activo a partir de ahora, ya que se ha recuperado (aparentemente) de su depresión, el color del recuadro puede ir perfectamente asociado a su personaje.

Aparte de que lo primero que salte a la vista sean los diseños, predominando en el de Hiro el negro y el gris y en el de Zero Two el rojo y el rosa (colores claros y paradójicamente asociados con la feminidad, aunque en este caso pensamos que sean más por su asimilación con un demonio o diablo más que otra cosa); lo cierto es que estas referencias parecen ir más, en el caso del negro, con Hiro; y en el caso blanco, con Zero Two. La inversión del yin y el yang.

Seguramente la serie nos irá trayendo mucho más ejemplos, pero parece clara hasta la fecha la inversión de roles de género entre sus protagonistas. Solo falta que Hiro se vea envuelto en una especie de apuro y Zero Two tenga que ir a rescatarlo (teniendo en cuenta el interés que parece mostrar en él el nuevo ¿villano?, no lo descartamos) para que se complete el círculo.

Y no, no se nos ha pasado por alto que ha sido Zero Two la que le ha propuesto a Hiro, no una, sino DOS veces, el huir juntos, acción que también suele ser llevada a cabo por el varón en la ficción.