Tras un total de ocho películas, habiendo recaudado cada una y en promedio más de 900 millones de dólares en todo el mundo, era lógico pensar que Warner no querría dejar escapar a la gallina de los huevos de oro. Efectivamente, cinco años más tarde del estreno de la segunda parte de Las reliquias de la muerte (que ponía punto final a la historia del «niño que sobrevivió») nos llega esta película titulada Animales fantásticos y dónde encontrarlos (Fantastic Beasts And Where To Find Them), en honor a un libro de texto que usaban Harry y sus compañeros en Hogwarts.
Así, esta nueva película es en realidad una precuela situada varios años antes (concretamente en 1926) que la historia de Harry Potter. En cualquier caso, J.K. Rowling (que se encarga de escribir el guión) ya ha ideado que también sea su propia saga, primero anunciando una trilogía y finalmente hasta cinco películas. La escritora no es la única vieja conocida para los seguidores de la franquicia, puesto que David Yates (todas las películas de Harry Potter desde La Orden del Fénix hasta Las reliquias de la muerte Parte II) repite tras las cámaras. Ambos salen airosos en su cometido, especialmente la primera, pero también es cierto que siguen empeñados en aplicar la misma fórmula (cada uno en su campo). Rowling utiliza el misterio y el thriller, ayudándose para ello de despistes y vaivenes varios (lástima que uno está siendo desvelado por varios medios desde hace días, lo que conduce a que la gran sorpresa final de la película pierda en buena parte su efecto). En cuanto a Yates, se mueve con mucha más soltura que antaño, pero todavía dista de ser un Alfonso Cuarón o Steven Spielberg.
La mejor parte (para una servidora) de Animales fantásticos y dónde encontrarlos viene dado por sus personajes. Todos ellos nuevos (conocemos a Newt y a Tina por menciones MUY pasadas por encima), pero no por ello vacíos o aburridos. Newt Scamander (interpretado por un siempre más que solvente Eddie Redmayne) es el nuevo protagonista, un tipo que dista mucho de Harry Potter, siendo que lo único que ambos tienen (a priori) en común es que se hallan un poco marginados. Redmayne (y el guión de Rowling) interpreta a Scamander como un tipo tímido, introvertido, que disfruta más de la compañía de los animales que de las personas. Es posible que algunos lo encuentren irritante (no es el prototipo de líder carismático, como vemos); sin embargo yo lo he hallado bastante adorable. Además, toda esa introversión y timidez le aportan (al menos en apariencia) una sensación de misterio y complejidad en torno a su figura que no le quedan nada mal. Como si en realidad supiese mucho más de lo que quisiera revelar.
Por otro lado tenemos al resto del cuarteto, todos ellos inmejorables. Porpentina «Tina» Goldstein (Katherine Waterston con enorme encanto) es la hermana mayor y «seria» de las Goldstein. La menor y más superficial, Queenie (una aún más adorable Alison Sudol), pone el toque más cómico con la inestimable ayuda de Jacob (Dan Fogler), quien por momentos llega a convertirse en la verdadera estrella de la cinta. Hablando de todos ellos, lo mejor es que funcionan bien tanto juntos como por separado… como en parejas. Y es que hay bastante más romance en esta película que en todas las de Harry Potter. También hay que tener en cuenta que es la primera vez que nos encontramos con que todos los protagonistas son adultos.
Otra señal de esto último es que hay mucha mayor implicación de todo lo que es política. Desde el MACUSA de impresionantes decorados hasta la trama (algo desdibujada) del aspirante a senador no-maj (muggle en Norteamérica) hijo de periodista, la política se halla mucho más presente en la vida de estos magos. En ella es donde encontramos a los rivales. Por un lado, el auror Percival Graves (Colin Farrell, mejor de lo habitual), de quien en seguida percibiremos que oculta algo. Por el otro, los llamados «Segundos Salemitas», un grupo no-maj que se dedica a perseguir a las brujas y magos, en donde se engloban los personajes de Ezra Miller y Samantha Morton. Probablemente ésta última sea la trama más afectada en el guión de Rowling, después de la mencionada del senador. Quizás porque se desenvuelve de forma más apresurada.
¿Y dónde quedan los animales en todo esto? Pues en un mero conductor de guión. Uno muy adorable, eso sí (y personalmente encuentro la secuencia del interior de la maleta de Newt de las más bellas que hay en toda la película). Los animales van pululando por la cinta como por Nueva York, pero enseguida nos daremos cuenta de que la amenaza es otra y mucho más grande. Si es que ya lo avisaba Newt…
En definitiva, nos encontramos ante un muy buen entretenimiento, con un guión muy del estilo de Rowling (mayoritariamente para bien, con unos pocos «peros»), un Yates que cumple (ojo, la película es muy oscura, pero a la vez con grandes dosis de humor) y unos actores que nos presentan a unos personajes con los que es fácil encariñarse. Salvo un par de guiños, se nota que no pretenden vivir del «cuento de Harry Potter«, sino crear su propia historia. Por nosotros, esperamos con ganas a ver por dónde tirará la próxima película (de la cual ya sabremos se ambientará en París).
P.D.: La música… lo mejor, a la altura de los personajes. James Newton Howard crea unas partituras que te introducen de lleno en varias escenas (como la mencionada del interior de la maleta de Newt).