Blade Runner 2049: La tragedia de K

Es complicado realizar una crítica de Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017), película que ha estado rodeada de secretismo durante su realización, sin mencionar spoilers. Por ello, vamos a hacer una primera parte a modo de crítica sin spoilers, con nuestra mera opinión de lo mejor y lo peor; y una segunda que resulta más en un análisis con spoilers (tranquilos que avisaremos).

Blade Runner 2049 tiene ante todo la bendición o maldición de contar como base a su predecesora (Ridley Scott, 1982), una cinta considerada de culto y que cuenta con toda una legión de seguidores a lo largo y ancho del planeta. La primera pregunta por lo tanto es: ¿está Blade Runner 2049 a la altura? Sí y no.

Sí porque es en conjunto una muy buena película, con una realización artística y técnica impecable (¿Oscar para Roger Deakins?), unos planos maravillosos y futuristas que, como la original, destilan melancolía y soledad, así como ciertos toques de cine negro. También la música (Hans Zimmer y Benjamin Wallfisch) funciona, pero se nota que intenta seguir los pasos MUY de cerca de la inolvidable partitura de Vangelis (entonces, ¿por qué no contrataron al compositor griego?).

Si nos metemos en el guión (escrito por Hampton Fancher, guionista también de la original, y Michael Green), éste resulta en un relato bastante solvente que abarca cuestiones filosóficas como su predecesora, pero que, lamentablemente, encontramos que se va diluyendo poco a poco a medida que avanza hacia su tramo final, en donde remonta poderosamente para la última escena. Y es que, y este es quizás su principal lastre, se nota más de lo que nos gustaría que Blade Runner 2049 está pensada para que tenga secuela(s), lo que deja varios temas (algunos interesantes, otros que parecen clichés puestos con pegamento) en el aire.

Los actores están todos muy bien, sorprendiéndonos positivamente una Ana de Armas (Joi), que rezuma encanto y química con un contenido Ryan Gosling (K), quien lleva sobre sus hombros la parte más interesante de la historia. Sobre el resto, todos cumplen, pero en realidad nos han parecido más los comparsas que también padecen esa dispersión de la segunda parte de la cinta. Harrison Ford vuelve como un Deckard envejecido y desencantado, pero no esperéis que sea tratado como personaje principal (y no quiero contar aquí nada más, eso irá a continuación).

La peor parte, en mi opinión, recae en la figura de la villana (Luv, interpretada por Sylvia Hoeks), un personaje absolutamente estereotipado que parece más salido de una película de James Bond que del universo que nos ocupa. Cuenta la Trivia de Blade Runner en IMDB que Rutger Hauer (inolvidable Roy Batty) se opuso a rodar la escena de acción que pretendía Ridley Scott al no considerar Blade Runner una película «de Bruce Lee». Deberían haber contratado al actor neerlandés como asesor para esta 2049, pues parece que esa parte se les ha olvidado. Serán los tiempos que corren, suponemos.

En cuanto a Jared Leto (Wallace), simplemente está aquí desaprovechado, apareciendo para recitar frases grandilocuentes, algo sobre «los ángeles» que nunca se entiende muy bien qué es, y poco más. Sus escenas parecen inconexas y realmente no aportan mucho al conjunto, además de que crea los «agujeros de guión» más vistosos, al no quedar nunca del todo claro sus objetivos (a lo largo del metraje, se llega a percibir que tiene hasta tres distintos y en lo personal no entiendo por qué cambia de uno a otro). Claramente, otro elemento para la secuela.

¿Dónde está entonces «el nuevo» Roy Batty? (aquí sí, SPOILERS)

Roy y Pris (Daryl Hannah) se han convertido en villanos (que luego no lo son tanto) icónicos de la historia del cine. Sobre Roy pesa además el haber protagonizado una de las escenas y monólogos más miticos. El listón estaba alto para esta Blade Runner 2049 que, como decíamos, no cuenta con antagonistas a la altura.

Pero es que estábamos mirando en la dirección equivocada, puesto que la atención hay que depositarla sobre el personaje del agente K, el nuevo «blade runner» que además es un replicante dentro de los últimos modelos creados por Wallace. K representa la búsqueda de la identidad y el propósito de una vida, junto con el anhelo de amar y ser amado aunque no estemos programados para ello y esté mal visto.

Empieza la película enfrentándose a Sapper Morton (Dave Bautista), un nexus 8 que huyó y vive oculto en una granja. Éste le echa en cara a K algo que más tarde en el film volverá a recordar y que sirve como buen espejo de la realidad que nos está tocando vivir a las generaciones jóvenes del mundo actual: «Los nuevos modelos aceptáis los trabajos de mierda que os dan». Morton sabe que K es un replicante, que es un «blade runner» y que va a ejecutarlo («retirarlo»). También sabe que los humanos son clara y abiertamente racistas con los replicantes, insultándolos y amenazándolos, algo que vive K en su día a día.

Ambos temas (la confrontación generacional entre replicantes y la brecha entre humanos y androides), lamentablemente, no son abordados en profundidad en la película (a donde llega más lejos es a la teniente Joshi, Robin Wright, advirtiendo de que se avecinará una guerra), dejándolos probablemente, y lamentablemente, para una secuela.

Siguiendo con K, es él quien tiene la principal crisis de identidad. Tratado como replicante-esclavo, sin que se tengan en cuenta sus emociones o necesidades personales, y sin que él proteste al respecto, todo cambia cuando, tras descubrir una inscripción en un árbol (el mundo de Blade Runner 2049 apenas tiene vegetación), empieza a recordar escenas de su niñez. ¿Memorias reales o implantadas?

Es Joi quien le da el principal empujón para hacerle creer que es humano, que tiene emociones, y que, de hecho, eso es lo que te daría la humanidad: los sentimientos, justamente el amar y ser amado que tanto ansía. Además, es ella (¡un programa informático!) quien lo bautiza, poniéndole el nombre de Joe. Al principio K se muestra reticente a aceptar esto, es más fácil permanecer dentro del status quo, seguir cumpliendo con su trabajo de replicante que no replica ni se cuestiona nada.

El tener recuerdos de una infancia perdida es lo que termina de poner la guinda sobre el pastel de humanidad. Y en ese momento Joe la acepta y renace, deja atrás su trabajo (y será perseguido) y acepta dar y recibir muestras de amor de otro ser que no es humano, pero que sí desprende humanidad. Como colofón, Joe/K emprende un camino que es MUY humano: la búsqueda de sus orígenes, que no son los que él creía. En todo esto, Blade Runner 2049 da varios pasos más allá en relación con su predecesora.

Pero luego todo vuelve a dar un giro de 180 grados. Esa nueva identidad que había abrazado K se desvanece junto a su interés romántico (la misma que lo había rebautizado) y vuelve a ser un replicante creado con un fin muy determinado. No obstante, los replicantes (que sí, siempre han tenido humanidad) tienen capacidad de decisión, y K elige ayudar a Deckard, cerrando así un ciclo.

Esto nos lleva a la hermosa escena final, donde comienza a sonar de fondo la maravillosa «Tears in the Rain», y en donde creo que K, que ha cumplido su propósito, que sin embargo ha perdido toda razón de vivir, se deja morir bajo la nieve, plácidamente, al igual que Roy bajo las gotas de agua. Es aquí donde uno cae en la cuenta: el nuevo Roy es K, es el replicante con un propósito, que se revela, que ansía, que ama, que teme, más humano que los humanos, y que al final, inevitable pero pacíficamente, muere, habiendo ayudado a Deckard, el padre que creyó que era y no fue. La poesía de Blade Runner.

P.D.: Como punto negativo, ¿por qué todas las féminas que desfilan por la película (incluso la prostituta que está de paso) tienen que caer rendidas ante los pies de K?

P.P.D.: Curiosamente, la escena final en la escalera nos recordó (y no solamente a mí) a la última de Cowboy Bebop, obra a su vez inspirada en parte en la Blade Runner original. ¿Se cierra el círculo? No sabemos si Villeneuve es seguidor del anime, pero la relación entre K y Joi nos recuerda asimismo a la de Hei y Yin (Darker Than Black).

P.P.P.D.: No llorábamos tanto la pérdida de un «objeto» (aunque la naturaleza de Joi da para otro debate) desde Wilson en Náufrago.

Cinco grandres influencias de Blade Runner

Blade Runner (Ridley Scott, 1982) se ha convertido por méritos propios en una cinta de culto dentro del género de la ciencia-ficción. Basada en el libro ¿Sueñan los robots con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick, lo cierto es que poco podemos escribir de ella que no se haya escrito ya.

Máxime ahora, con el estreno (el 6 de octubre en España) de la secuela Blade Runner 2049 a la vuelta de la esquina. Pero lo que sí queremos hacer es un repaso por cinco obras en las que se percibe clarísimamente la influencia de este hito, en parte porque son títulos por los que a su vez tenemos especial debilidad.

Cowboy Bebop (Shinichiro Watanabe, 1998)


Otra obra considerada de culto, esta vez dentro del mundo del anime, es la que nos ocupa. Esta serie de 26 episodios dirigida por Watanabe desprende Blade Runner por sus cuatro costados, pero lo hace especialmente en su ambientación (no es en la Tierra, como la de Scott, sino en otros planetas, pero lo que resulta más llamativo es su constante deje melancólico), su banda sonora (Blade Runner bebe bastante del jazz, así como Cowboy Bebop, que por cierto es un subgénero dentro del estilo) y su protagonista (aunque, no sé aún bien por qué, se me hace más Spike Gosling que Ford). Además, ambas mezclan estupendamente la realidad y el suspense propio del thriller con elementos oníricos.

El propio Watanabe es de hecho el director de uno de los cortos precuela de Blade Runner 2049, concretamente el titulado Black Out 2022, en cuyo avance admite la influencia que ha ejercido sobre su obra la de Ridley Scott.

Final Fantasy IX (Hiroyuki Ito, 2000)


Aquí tenemos un ejemplo basado más en lo argumental que en el estilo, y es que este videojuego de Squaresoft podría perfectamente titularse ¿Sueñan los genómidos con moguris eléctricos? El asunto existencial es la principal línea argumental de la novena entrega de esta franquicia, representado no solamente a través de Yitán, sino también de Vivi y los magos negros.

Pero en donde personalmente encuentro una mayor similitud entre ambas es en sus antagonistas. Roy (Rutger Hauer) y Kuja, replicante y genómido, respectivamente, que viven aterrorizados ante la idea de que un buen día, simplememte, dejarán de funcionar. Yitán y sobre todo Vivi también aprenden a hacer frente a este miedo de lo que vendría a ser la muerte, pero solo Kuja se revela ante él, al igual que Roy. La similitud cobra aún mayor envergadura si se confirmase (o se cree) en la teoría de que Deckard es un replicante, al igual que Yitán un genómido.

Ghost in the Shell (Mamoru Oshii, 1995)

Para los fans, tiene que resultar fácilmente perceptible la influencia que ha ejercido Blade Runner sobre el anime, como decíamos y especialmente en el apartado del estilo. Uno de los máximos exponentes de ello es Ghost in the Shell, nuevamente otra obra considerada de culto.

En Ghost in the Shell nos encontramos también una atmósfera futurista (y esta vez en la Tierra), con grandes anuncios y luces de neón y androides que conviven junto a humanos. Aspectos como la humanidad, el existencialismo y el avance tecnológico imparable son aquí tratados con grandes dosis de pseudofilosofía. Por otro lado, la ambientación oscura y lúgubre están aquí a la orden del día.

Hemos elegido hacer referencia especial a la película de 1995 porque creemos que es donde más se aprecian las similitudes con Blade Runner, aunque sus temas base siguen siendo abarcados tanto en el manga de Masamune Shirow como en las series de anime posteriores.

Pris-Harley Quinn

Hay varias teorías sobre el origen de esta famosa villana de Batman, creada por Paul Dini y Bruce Timm para la serie animada de la década de 1990. Lo cierto es que las similitudes entre ella y la replicante Pris (interpretada por Daryl Hannah) son fácilmente apreciables, tanto en diseño como en personalidad.

Para empezar, y por muy impopular que resulte decirlo en estos días, tanto Pris (la de la película) como Harley fueron concebidas como «las novias de los villanos». La primera lo es de Roy y la segunda (lo era) del Joker. También tienen un diseño de chica rubia y aparentemente delicada que no corresponde con la realidad, ya que en el fondo resultan hábiles luchadoras, principalmente por su agilidad y acrobacias. En personalidad, evidentemente hemos visto más matices de Harley, pero a Pris se nos muestra en la película como una replicante con un lado dulce y juguetón, que al ser asesinada por Deckard patalea porque no quiere morir.

P.D.: Roy se preocupa más en 5 minutos por su novia que el Joker en varias décadas por la suya.

Bubblegum Crisis (Katsuhito Akiyama y varios, 1985-)

Este anime, que fue concebido como una serie de 13 episodios, luego reducidos a ocho, más tarde teniendo varias secuelas debido a su éxito, es quizás donde es más descarada la influencia de Blade Runner. Nos encontramos en Tokio en el año 2032, con la capital nipona habiendo sido devastada por un gran terremoto. En medio de esta sociedad, tecnológica y fragmentada, encontramos a un comando de cuatro mercenarias que ayuda a la policía a atrapar y frenar a los robots que se han salido de control.

La inspiración aquí claramente no viene solo del estilo (muy cyberpunk), y el argumento (robots descontrolados y policías que los persiguen), sino también de referencias absolutamente directas en los nombres, como ese grupo denominado «Pris y los replicantes». En definitiva, toda una oda a la película de Ridley Scott en ambientación, historia y diseños. Tanto es así, que hace unos pocos años un fan imaginó cómo sería Blade Runner en versión anime realizando un montaje con imágenes extraídas directamente de Bubblegum Crisis.

Cómo afectan las nuevas escenas al lore de Final Fantasy XV

Square Enix lanzó ayer y de forma gratuita un nuevo parche con escenas añadidas al final del Capítulo 12  de Final Fantasy XV (sobra decir que en el escrito habrá SPOILERS), al cual, recordamos, se puede acceder desde el menú, ya que para eso dividieron la historia de este juego en episodios.

Las nuevas escenas no son muy largas en sí (poco más de 10 minutos en total), pero sí que resultan increíblemente importantes para entender más sobre el lore (contexto) de esta entrega, tanto es así que lamentamos que no hayan sido incluidas desde el momento de salida del juego; aunque se agradece, por otro lado, que el equipo de Hajime Tabata sí se moleste por completar más la historia, y de forma gratuita.

¿Por qué tan importante? Describamos lo que sucede: Gentiana se transforma en Shiva (su verdadera identidad) ante Noctis y le cuenta su pasado, lo que incluye la guerra de los sidéreos. Así, descubrimos que efectivamente ellos fueron los creadores de la humanidad, aunque algunos como Shiva la despreciaban por su fragilidad y esperanzas irrealizables. Sin embargo, Ifrit era el sidéreo que más confiaba en los humanos, otorgándoles el don del fuego y asentando así las bases para la civilización de Solheim (y hasta aquí, una bonita metáfora de cómo las glaciaciones hace miles de millones de años casi acabaron con los sapiens y el hito que supuso el descubrimiento del fuego).

No pasó mucho tiempo hasta que Shiva aprendió, a través de Ifrit, a ver lo bueno de la humanidad, enamorándose también de él. Pero como todo se acaba torciendo, los hombres en Solheim fueron poco a poco corrompiéndose, traicionando a Ifrit, lo que desencadenó la ira del sidéreo, el origen de la maldición de las estrellas y el inicio de un enfrentamiento con el resto de los suyos, quienes, a pesar de todo, tenían la obligación de proteger Eos. Como sabíamos también por el bestiario, Bahamut derrotó finalmente a Ifrit y encerró su cuerpo en la roca de Ravatogh, con el resto de sidéreos echándose a dormir debido al agotamiento por la guerra.

Pasaron los años y Shiva despertó de su letargo al percibir que su amado estaba en peligro, dando a entender que Ardyn había localizado a Ifrit y lo había invocado. Sin embargo, la sidérea de hielo fue sorprendida en su camino por el ejército de Niflheim, que tras una dura batalla la asesinó, dejando su cadáver en medio de la localización, que acabó convirtiéndose en un glaciar, y obligando a Shiva a dividirse en varios fragmentos menores de sí misma y en Gentiana. De este modo, con su poder reducido, Shiva le pide a Noctis que libere a Ifrit y al mundo de la oscuridad.

Llegados a este punto (narrado por cierto a través de ilustraciones que parecen extraídas del libro «Cosmogonía»), hay varios aspectos no percibidos del todo bien en el juego original y que ahora añaden mucho más sentido y significado a situaciones como la batalla final contra Ifrit (y el beso de Shiva). Por un lado, entendemos ahora las motivaciones del sidéreo de fuego, asemejándose su historia a la de Ardyn (de hecho, es prácticamente la misma, con la civilización humana siendo básicamente una ignorante que merece una muerte lenta y dolorosa, para variar); y por el otro vemos que Shiva también tiene las suyas, estableciéndose a su vez un vínculo con Noctis y reforzando la importancia que tienen los sidéreos como personajes individuales en la historia de Final Fantasy XV.

Pero es que además estos nuevos matices suman aún más importancia al papel de villano de Ardyn, quien queda establecido es el que maneja y corrompe a Ifrit, y no al revés. Esto puede parecer confuso al principio, ya que Ifrit es el que causa la maldición de las estrellas y la corrupción de las personas, pero si se piensa, en ningún momento queda establecido que el propio creador no pueda verse perjudicado por su creación. Como decíamos, las similitudes entre las historias de Ifrit y Ardyn son completamente perceptibles.

Por otro lado, en la nueva actualización se incluye asimismo una prolongación de la escena en la que Luna llora ante Ravus por no poder estar con Noctis. De alguna forma, tras este momento Ravus desaparece y entra en escena Gentiana, con Luna disculpándose porque ella tenga que verla en semejante estado. Gentiana/Shiva, quien había vuelto a recuperar la fe en la humanidad al conocer a Luna, se compadece de la muchacha y la consuela prometiéndole que los sidéreos garantizan que ella y Noctis podrán estar juntos.

Si bien esta escena no la vemos tan importante para el lore como la anterior, sí ayuda a establecer el vínculo entre Gentiana y Luna (intuido en el juego, pero no desarrollado) y, nuevamente, añadir más motivaciones a la primera. Además, sirve de explicación a la última escena del juego, con Luna y Noctis durmiendo juntos en el trono.

De este modo, como decíamos al principio, comprobamos que estas escenas resultan REALMENTE importantes para la historia y desarrollo de los personajes de Final Fantasy XV, agradeciendo su inclusión (gratuita), pero lamentando no haber podido disfrutar de ellas desde la primera partida. ¿Os imagináis cómo hubiese sido la batalla final contra Ifrit habiendo presenciado esto con anterioridad?

Para finalizar, recordamos que Tabata dijo que estas nuevas inclusiones estarían relacionadas de algún modo con el Episode Ignis. Teniendo en cuenta que en el corto avance que hemos tenido hasta la fecha del mismo aparece Ardyn, no podemos dejar de pensar que se refiere a algo que tiene que ver con Ifrit. ¿O quizás se explicará a dónde se esfumó Ravus en la extensión de la escena de Luna llorando?

Las mujeres en Final Fantasy IX

Las mujeres en los videojuegos, las mujeres en los RPG, las mujeres en Final Fantasy. Son todos ellos temas sobre los que se han escrito (y escribirán) bastante, pero normalmente desde una perspectiva crítica. No es para menos, pues es sabido (pero no lo suficiente) la objetización de la mujer en este mundillo, donde o sirve como complemento del héroe masculino, o está ahí de bonito decorado (normalmente son ambas cosas).

Final Fantasy a veces ha pecado de esto, aunque quizás en donde más ha recurrido la saga es en el error de mostrar a la mujer como clichés de anime: o son moe (Serah), o tsundere (Lightning), o están ahí de relleno secundario que si te pasas la historia sin ella tampoco notas la diferencia (Yuffie).

Sin embargo, también hay que saber valorar cuándo y en qué lo hacen bien, y por eso vamos a hablar de Final Fantasy IX.

En realidad, hay muchas cosas que la novena entrega de la saga hace MUY bien, pero la representación de las mujeres es una de ellas y en la que vamos a detenernos durante un rato. Advertimos, para los que no se hayan pasado esta maravilla, que habrá SPOILERS.

Primero tenemos a la protagonista, Garnet Til Alexandros XVII, también conocida como Daga durante buena parte del juego. Garnet empieza como un modelo femenino no muy esperanzador: es una princesa en apuros que, al poco tiempo de conocer a Yitán (protagonista masculino), le pide que la «rescate»/secuestre para poder salir del castillo. Poco después cae inconsciente y tienes que rescatarla. En fin, un inicio de bostezo y «facepalm» totales.

Pero pronto esto cambia, y por ello debemos agradecer a Squaresoft por haber llevado a cabo uno de los desarrollos de personajes más magníficos y creíbles dentro del mundillo. Tan rápido como Garnet se da cuenta de que está siendo una carga (y NO quiere serlo), empieza a esforzarse por cambiar e intenta valerse siempre por sí misma.

Estos cambios incluyen el más obvio del nombre (no obstante, es una princesa escapada/secuestrada y, por lo tanto, fácilmente reconocible), pero también en la forma de hablar. Sobre todo, intenta desmarcarse en todo momento de lo que los demás (hombres, especialmente Steiner) creen que es más conveniente para ella, con la convicción de que tiene que luchar por lo que considera justo y tiene que hacerlo ELLA.

Otra mujer importante en Final Fantasy IX es la madre de Garnet y la que creemos que es villano principal durante los dos primero CDs: la reina Brahne. Odiada por muchos dentro y fuera del juego (lo cual no es más que la demostración de una muy buena caracterización), la mandataria de Alexandría demuestra ser de armas tomar y no duda ni tan siquiera en deshacerse de su hija con tal de cumplir sus objetivos. A pesar de que esto queda algo ensombrecido por la entrada en escena de Kuja, que nadie se llame a engaño: Brahne es antagonista y como tal cumple con creces su parte… lo que no significa que Garnet deje de quererla por ser su madre.

Y es que Daga, a pesar del cambio TAN drástico que piensa que ha sufrido su progenitora, en ningún momento deja de creer en su recuperación y en la bondad que escondería en su interior, convencida de que todo es producto de Kuja (un hombre), quien la ha corrompido y engañado. En este sentido, resulta especialmente conmovedora la escena de la muerte de Brahne.

Pero la reina de Alexandría no es la única en la ciudad que lleva las riendas. Dentro del ejército, el batallón comandado por la general Beatrix se muestra desde el principio como mucho más competente que el de Steiner (el batallón Pluto) y sus hombres. Hacemos aquí además un paréntesis para hablar de la propia Beatrix, probablememte el personaje secundario más interesante de la novena entrega. Una mujer fuerte, decidida y disciplinada, que sin embargo no duda en llegar a traicionar a la Corona cuando ve que ésta pone a Garnet en peligro. Como nota adicional, nuestros protagonistas NUNCA son capaces de derrotar a Beatrix, sin importar lo mucho que entrenemos o cuántos seamos contra ella sola.

Volviendo a nuestro equipo, Garnet no es la única mujer con forma humanoide (definir las razas en el IX resulta un pelín complicado). También encontramos a Freija, una dragontina, la primera con género femenino de toda la saga; y Eiko, otra invocadora que, debido al exterminio de los suyos, ha crecido y se ha criado sola con ayuda de los moguris. Como vemos, otros dos ejemplos de mujeres fuertes, valientes e independientes (en el caso de Freija su historia está más ligada a la de Flatley, pero no quita los rasgos de su personalidad). Y Eiko es además quien le abre los ojos a Garnet sobre su verdadera identidad y lugar de procedencia. De mujer (o niña, pues además solo tiene 6 años) a mujer.

Si echamos un vistazo por los personajes secundarios, encontramos también buenos ejemplos femeninos. Es el caso de Hilda, la gran duquesa de Lindblum y mujer de Cid, quien, cansada de los flirteos de su marido con otras mujeres, lo maldice y lo convierte en un bicho buri. En el juego, nunca se condenan los actos de Hilda, dando por hecho que ella tenía razón y sus decisiones estaban justificadas, incluso sirviendo para que Cid se arrepienta y pida perdón. Finalmente, el barco volador que usamos en el juego, el Hildagarde, está obviamente inspirado en ella, una mujer.

En el terreno de los genómidos, la raza de Yitán y Kuja, surge un personaje con aspecto femenino que destaca sobre el resto de los de su especie por poseer una personalidad e identidad propias, similar a nuestro protagonista. Su nombre es Mikoto, y fue creada como una versión mejorada de Kuja y del propio Yitán. Nuevamente, una mujer.

No es complicado visualizar, en conjunto o por separado, la importancia que tienen las mujeres en Final Fantasy IX, empezando por Garnet, protagonista del juego y cuya historia es la que mueve los hilos en prácticamente los tres primeros CDs. Quizás exageramos, pero ahora, habiendo regresado a esta maravilla, creemos que es el personaje femenino con el arco argumental mejor construido en toda la saga (seguida de cerca por Terra, Final Fantasy VI). Aeris (Final Fantasy VII) sigue siendo por ejemplo nuestra favorita, pero lo cierto es que su historia no está tan bien llevada (el mismo error que cometen con Sefirot en relación con Kuja), y lo que hacen con ella en la Compilation supone un retroceso en todas las direcciones. Garnet o Daga, en cambio, se mantiene como un constante motor de la narrativa, con su personaje creciendo y madurando de forma creíble y pasando por distintas etapas. Es verdad que necesita que la rescaten en un par de ocasiones, pero, ¿y las veces que la que rescata es ella? Porque sin Garnet, probablemente, Yitán nunca hubiera podido recuperarse de su estado tras la revelación de su verdadera identidad. Y son ella y Eiko, mujeres, las que plantan decididamente cara a Bahamut en Alexandría, al igual que Beatrix y Freija son las que deciden quedarse a enfrentar al ejército alexandrino mientras el resto de nuestro equipo huye (solo más tarde Steiner decide acompañarlas).

En definitiva, Hironobu Sakaguchi, padre de Final Fantasy y muy involucrado con esta novena entrega (aparte de productor, fue el guionista), ha declarado en varias ocasiones dos cosas: que la parte numerada que nos ocupa es su favorita y que es un admirador del trabajo de Hayao Miyazaki. Y todos sabemos que los personajes femeninos son una de las muchas virtudes del director de Ghibli.

P.D.: Los temas musicales de Garnet y de Beatrix («Rose of May»), ambos compuestos por Nobuo Uematsu, merecen de por sí estar en el podio de los podios.

P.P.D.: Sí, nos hemos dejado a Lani y a Rubí, otras dos mujeres que sirven de personajes secundarios repletos de carisma (en el caso de la primera, es además enemiga temporal).

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IT: 27 años completan una versión perfecta

Siendo fan de Stephen King, puedo decir que estoy satisfecho con la nueva versión presentada por Andrés Muschietti (Mama y la futura Shadow of The  Colossus). It es un libro publicado en 1986 y vagamente basado en el asesino serial John Wayne Gacy (Pogo, El Payaso), que aterrorizó a la ciudad de Chicago a mediados de los años ochenta.

El libro es dueño de una complejidad precisa y no muy fácil de trasladar al cine en su totalidad. Es por eso, que si bien esta nueva versión deja la vara muy alta en cuanto a la adaptación, no podemos dejar de recordar soslayadamente la versión de los años noventa dirigida por Tommy Lee Wallace.

Ésta última,  que se hizo en formato de cine para televisión no trasladó, en mi humilde opinión, conceptos importantes de la trama del libro, apoyando su valía en el recuerdo cultural y colectivo en la magistral interpretación por parte de  Tim Curry como el payaso Pennywise.

En un principio, esta nueva versión de IT iba a ser dirigida por los hermanos Matt y Ross Duffer, quienes debido a diferencias creativas con Warner, se bajaron del proyecto. Pero como no hay mal que por bien no venga, su versión preliminar de esta película fue la base germinal de  la multi premiada de culto a los años ochenta, Stranger Things.

Esta adaptación cinematográfica  ya se vislumbraba por el buen camino, cuando la serie arriba mencionada, fue aclamada por el propio King, quien dijo que Stranger Things compilaba sus mejores momentos como novelista.

Stephen Edwin King ha sido activo consultor y asesor en la mayoría de las adaptaciones de su obra literaria. Es por todos sabido que la versión de El Resplandor de Stanley Kubrick no fue plato de buen gusto para él, teniendo que recurrir a su amigo y director Mick Garris (quien ya dirigió varias varios pases al celuloide de la obra literaria de King) para hacer una remake de El Resplandor en el año 1997.

Ya adentrándonos en la película que hoy nos convoca, esta posee un ritmo que no decae en ningún momento, brindando una nueva fresca mirada al argumento del libro. Gran parte de este último factor se lo debemos a los nuevos actores que conforman «El Club de los Perdedores», dignos sucesores de los anteriores. Éstos muestran rasgos propios del original, que en la versión de 1990, ya sea por tiempo de metraje o presupuesto, no pudieron materializarse.

La interpretación de William Skarsgård (Pennywise) está muy lograda y realmente da miedo. Aún así resulta un poco difícil olvidarse de la actuación de Tim Curry, ya que fue el pilar donde se apoya casi toda la versión anterior.

En cuanto al hilo argumental de la película de Andrés Muschietti, a diferencia del libro, ésta se toma no pocas libertades de guión (aquí vienen los SPOILERS). En el libro, es Mike Hanlon el que más documentado se encuentra en cuanto a los sucesos que toman lugar en la ciudad de Derry, siendo sustituido aquí por Ben Hanscom. Los padres de Mike a su vez no están muertos, como relata la nueva película. Por otro lado, esta versión ofrece más detalle a lo que sucede con personajes secundarios como Patrick Hockstetter y Betty Ripsom, entre otros. El personaje de Stanley Uris resulta el más irreconocible, incluso dándole entidad al padre cuando en realidad en el libro casi no se menciona. Creo que se le pudo dar más espacio a otros personajes más importantes dentro de la trama.

Muschietti nos demuestra que está a la altura del tamaño desafío de romper la costumbre y dar con el objetivo de contentar a fanáticos y los no fanáticos de  Stephen King, con  un terror más frontal y explícito que el de su antecesora. No en vano, creo que se eligió este año 2017 para su estreno, 27 años después que la versión de Wallace, jugando así también con un punto argumental tan importante del libro que es que Pennywise aterroriza la ciudad de Derry cada 27 años.

Conociendo lo receloso que es King con las adaptaciones de sus libros, Muschietti ha aprobado el examen con creces. Su versión ofrece claros sobre oscuros, sobre sus puntos argumentales no explorados en 1990. Sin embrago, también podría haberle dado más encuadre a personajes más importantes. La nueva versión de Pennywise brinda más visceralidad a un ritmo de terror que no da cuartel posible al espectador.

En una época donde los refritos de Hollywood están a la orden del día, da gusto que ciertas reversiones sean dignas de verse nuevamente. Mención especial merece toda la ambientación y creación de Derry, esta vez situada en la década de 1980, que logra transportarte por sus siniestros (y en ocasiones, grotescos) recovecos.

Por qué el hecho de que Abrams vuelva a dirigir Star Wars es una FANTÁSTICA noticia

Ayer salió a la luz que J.J. Abrams volverá a colocarse tras las cámaras y el guión del episodio IX de Star Wars, tras la anunciada salida de Colin Trevorrow, quien había ocupado hasta entonces la silla del director.

Como la mayoría sabrá (y sino no sé en qué clase de cueva habréis estado metidos), Abrams ya se encargó de sacar adelante El despertar de la Fuerza, con la colaboración en la escritura de la historia de Lawrence Kasdan (quien ya se encargara de la escritura de la trilogía original). Tras él llega Rian Johnson para la elaboración del octavo episodio, Los Últimos Jedi, cuyo estreno será el próximo 15 de diciembre. Recordamos que el capítulo nueve sigue teniendo previsto llegar a los cines de medio mundo en diciembre de 2019.

Así, se espera que un director como Johnson, que tiene en su currículum cintas destacables como Brick o Looper, aporte cierto toque indie o «extravagante» para un producto tan comercial como Star Wars, lo que probablemente hará las delicias de varios cinéfilos, pero que quizás tire para atrás a otro tipo de fans de la saga.

Sin embargo, y volviendo a Abrams, su retorno podría suponer un nuevo equilibrio entre Johnson y un quizás DEMASIADO comercial Trevorrow (dirigió Jurassic World, ejem). No obstante, fue la mente creativa de Perdidos (Lost) el que ideó la existencia de Rey, Finn, Poe o Kylo Ren. Sí, su estilo, aunque no tan palomitero como el de Trevorrow, también se ajusta demasiado bien a los moldes que solicitan las grandes productoras de Hollywood (como lo son Disney y Lucasfilm). De hecho, uno de los principales defectos de El despertar de la Fuerza es su ya consabido parecido  con Una nueva esperanza.

De este modo, es cierto que quizás Abrams es un director que no arriesga TANTO en estilo como Johnson, pero qué carajo, sin él no hubiésemos tenido los regresos de Star Wars y Star Trek que tenemos, y mucho público mayoritario seguiría pensando que esos son productos propios de niños frikis (más el segundo que el primero). Puede que Rey peque en ocasiones de Mary Sue y que Kylo Ren se comporte como la estrella invitada de Hermano Mayor, pero su carisma es indiscutible.

Por encima de todo, está que Abrams ya conoce a esos personajes, que son en buena parte y de hecho suyos. Por eso, qué mejor que sea él quien les de un punto final (o aparte, porque con Disney detrás resulta extremadamente difícil afirmar que no habrá más trilogías). No somos muy partidarios de que un director distinto se hagan cargo de la historia y transcurso de cada película de la saga, la verdad sea dicha. Porque, en la trilogía original Lucas se encargara de dirigir la primera, lo cierto es que él siempre estuvo detrás de toda la franquicia, de una forma u otra, y las principales decisiones de la narrativa («Luke, yo soy tu padre») salieron de su mente. Está claro que Abrams tiene un recorrido ideado para sus personajes, porque es algo que siempre ha dicho y dejado entrever en los comentarios. Y en El despertar de la Fuerza solo vimos el inicio de todos ellos.

En definitiva, teniendo en cuenta todo lo expuesto, nos parece que el regreso de Abrams es una muy buena opción, además de aportar cierta justicia poética al asunto. Al fin y al cabo, todavía nos queda descubrir a qué se refería Kylo Ren cuando le decía al casco destrozado de Darth Vader que terminaría lo que él había empezado, entre otras muchas cosas. Y por cierto, alguien que claramente ha tomado algunas referencias del mismísimo Hayao Miyazaki (esa Nausicaa Rey…) no puede ser malo.

Especial Doctor Who: Nueva Generación. Temporada 3, Martha Jones y el Amo

Tras el final repleto de adrenalina y desconsolador de la temporada 2 de Doctor Who, y con un especial navideño de por medio mucho más hilarante (y que sirve para introducirnos a la que será un personaje importante, Donna Noble), la tercera etapa de esta nueva generación de la mítica serie de la BBC lo tenía complicado para mantener el ritmo. Y se nota.

Nueva compañera, nuevas historias, mismo Doctor en la forma de David Tennant. Si pudiéramos destacar algo de esta nueva temporada, es que va de menos a más. Y es que tiene uno de los mejores finales jamás vistos (en un título cuyos clímax de temporada destacan), con el regreso de uno de los antagonistas más emblemáticos (avisamos, por si acaso, que esta vez sí habrá algún SPOILER, siempre de la temporada 3).

Martha Jones, nueva compañera

Lo primero que vamos a encontrarnos, tras la dolorosa partida de Rose Tyler, es que el Doctor se topa con una nueva compañera para sus viajes (siempre ha de tener una). La «afortunada» es Martha Jones (interpretada por Freema Agyeman) , una estudiante de medicina un poco mayor que Rose, pero también con una familia detrás, independiente, fuerte e inteligente.

Por desgracia, todos estos buenos atributos del personaje se ven ensombrecidos por su repentino enamoramiento del Doctor, el cual, a diferencia del de Rose en la primera temporada, parece un poco salido de la nada. Vale, admitimos que Tennant es atractivo y tiene encanto, ¿pero tanto como para traerlas loquitas a todas? Menos mal que luego viene Donna a poner un poco de orden…

Siguiendo con el enamoramiento (no correspondido, algo en lo que se hará hincapié en demasiadas ocasiones a lo largo de esta tercera temporada, desde luego más de las necesarias), lo malo no es solo que éste sea tan repentino. Es un poco incomprensible que alguien inteligente como Martha, más adulta que Rose, no se pregunte quién es ese tipo tan extraño y que puede llegar a parecer un poco zumbado antes de caer rendida a sus pies. Y es que Rose, en el primer capítulo de la primera temporada, empieza más o menos con buen pie con el Doctor, para cuestionarlo frontalmente ya en el segundo episodio. La relación fluye y se va cociendo, entiendes en todo momento porqué esos dos se están volviendo locos el uno por el otro. Lamentablemente, esto no ocurre con Martha.

Por supuesto, esto no es culpa de la actriz, sino de los guionistas. Probablemente percibieron el éxito que tuvo la historia del Doctor y Rose y quisieron continuarla de algún modo. Esto también se nota a raíz de que el Doctor menciona a la rubia un capítulo de cada dos. Lo que al principio es enternecedor y nos da pena acaba tornándose en cansino. Vale, Doctor, sabemos que extrañas a Rose… MUCHO. Ya. Vale. Para.

Esto enturbia a su vez la relación entre el Doctor y Martha, a la que el primero parece que nunca recompensa de manera adecuada. Particularmente doloroso es el caso del doble episodio Naturaleza Humana – La familia de sangre, donde el Doctor se transforma en un irritante (en serio, el mayor «pero» a este par de capítulos que por lo demás destacan en bastantes aspectos) humano para huir de unos cazadores intergalácticos, perdiendo con ello la memoria y quedando completamente la situación en manos de Martha. Ésta hace todo lo que puede con lo que tiene (¿a quién carajo se le ocurre refugiarse en Europa a comienzos del siglo XX con una mujer negra como mayor carta a favor?), pero el Doctor humano, John Smith, no solo llega a dejarla tirada, sino que luego tampoco vemos al Doctor disculpándose ni nada, más centrado en el dolor de una desconocida (para él) Joan Redfern. Vale, entendemos que al Doctor le gustan las rubias y que Martha ya está irremediablemente enamorada de él, ¿pero hace falta este destrato?

Por suerte, la cosa remonta en los dos capítulos finales, con una compañera que salva al Doctor (y al mundo) de una situación que parece realmente irrevocable. Y he aquí uno de los grandísimos aciertos de esta tercera temporada.

El regreso del Amo

El Amo (The Master, interpretado aquí por Derek Jacobi y John Simm) es el antagonista por vía directa del Doctor. El Vegeta de Goku, el general Zod de Superman. Se trata de otro Señor del Tiempo (por lo tanto, también único superviviente) que suele usar sus poderes y gran inteligencia para su propio beneficio, resultando a la postre en alguien cruel, mezquino y sediento de poder. Eso sí, no exento de carisma (ains, estos villanos…), a lo que suma la actuación de Simm.

Debido a que resulta en alguien mucho más inteligente que los daleks (quienes, por cierto, protagonizan unos muy olvidables dos episodios en esta temporada), la amenaza que acaba representando el Amo al final se percibe como más grande y real que la de aquéllos. Además, lo une un vínculo emocional con el Doctor, ya que ambos, aparte de ser los dos únicos señores del tiempo que quedan en el universo, se conocen desde que eran niños, añadiendo un poco más de información al misterioso pasado del protagonista. También al del Amo, que aparece aquí reflejado como alguien que quedó perturbado debido a un incidente durante sus años de academia, cuando aún eran niños.

Parece increíble a veces la profundidad que se puede mostrar de un personaje en tan poco tiempo. Es el caso del Amo, cuyas verdaderas intenciones se dejan entrever hacia el final: él solo quiere morir de una vez, cansado de las regeneraciones, de la «inmortalidad» de los señores del tiempo, de los constantes tambores en su cabeza. En todo es un contraste con el Doctor, pues, salvo momentos puntuales, éste último es alguien que generalmente ama la vida y lo que hay en ella.

Otro yin y yang curioso que se muestra entre ambos es el tipo de relación que mantienen con sus compañeras, pues evidentemente el Amo también tiene la suya (Lucy Saxon, interpretada por Alexandra Moen). Al contrario que el Doctor, quien siempre mantiene una raya infranqueable con todas ellas (sabe que una relación a la postre es imposible y solo conllevará más dolor), el Amo va y hasta se casa con la suya. Es revelador el momento en que narra cuando llevó a su acompañante a ver la destrucción del mundo, muy similar al noveno Doctor mostrándole a Rose el final de la Tierra en el segundo episodio. Las reacciones de ambas parejas no pueden ser más opuestas.

Capítulos muy buenos y regresos emotivos

Como mencionábamos al principio, si hay algo que caracteriza a esta tercera temporada es que va de menos a más. Empieza floja y anodina (salvo honrosas excepciones como Atasco y su emotivo final) y termina en una serie de episodios apoteósicos. Mención especial merece Parpadeo (en inglés, Blink), el considerado uno de los mejores de toda la serie aún actualmente. Con guión de Moffat, este capítulo nos sirve además de introducción de los que serán unos de los villanos más importantes en el futuro: los ángeles llorosos. Su ritmo y giros de guión, junto con su lograda atmósfera, impedirán justamente que apartes la vista durante los 40 minutos que dura. Y eso que en este episodio apenas aparecen el Doctor y Martha.

Después de Parpadeo, la final «en tres partes» (Utopía-El sonido de los tambores-El último de los Señores del Tiempo) que nos traerán, además, el regreso del capitán Jack Harkness (John Barrowman), quien se quedará hasta el último episodio y supone siempre un acierto. De hecho, este personaje en la tercera temporada vendrá a traer una de las teorías aún sin descifrar del todo y que ha conllevado numerosos debates entre los Whovians: que el Rostro de Boe es en realidad Jack Harkness.

En definitiva, nos encontramos ante una temporada 3 que va creciendo en presencia y emoción a medida que avanza, con nuevas y viejas caras, momentos épicos y otros que no tanto. Es cierto que se echa en falta la frescura de Rose y un décimo Doctor más relajado (su faceta cada vez más oscura será comentada en otro apartado), pero Martha Jones es, a la postre, una compañera más que digna (si ya lo dice ella al final). Sin embargo, si tenemos que destacar en algo esta etapa (Parpadeo aparte) es por traernos de vuelta a un gran villano en la forma del Amo.

P.D.: Merece mención especial la cantidad de guiños a la cultura pop que hallamos a lo largo de la tercera temporada, desde Harry Potter hasta Regreso al futuro.

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¿Película de Obi-Wan Kenobi? Todo lo que podría ofrecernos el spin off del famoso jedi

Hace unos días, Hollywood Reporter anunció que Disney y Lucasfilm estarían preparando un spin off sobre Obi-Wan Kenobi (el tercero de la saga, tras Rogue One y el de Han Solo). El mismo estaría en fases muy iniciales, sin guión, y estarían negociando con Stephen Daldry (Billy Elliot, Las horas) para dirigirla, lo cual, de confirmarse, sería una muy buena noticia (en la filmografía de ese hombre hay cosas realmente interesantes). Aunque no se ha dicho nada oficial al respecto, Ewan McGregor (Obi-Wan en las precuelas) ya ha dicho en más de una ocasión que estaría más que dispuesto a volver a ponerse las botas del maestro de Anakin y Luke, por lo que estaría prácticamente asegurada su participación.

Si bien una película sobre Obi-Wan Kenobi podría parecer en principio redundante y hasta prescindible (¿19 años solo en un planeta desértico?), lo cierto es que, en buenas manos, podría producir algo interesante y «atípico» para la saga.

Soledad, depresión y culpa del superviviente

La mayor parte de seguidores de Star Wars estamos acostumbrados a ver a un Obi-Wan tirando a serio pero que sabe cuándo soltar un chascarrillo, estable, paciente, equilibrado y compasivo (generalmente) con los demás. Desde Ewan McGregor hasta Alec Guinness, esa es generalmente la imagen que se ha reflejado del maestro jedi (salvo en La amenaza fantasma, donde debido a su juventud se le deja entrever algún momento de impulsividad).

Sus 19 solitarios años en Tatooine podrían (DEBERÍAN) mostrarnos una faceta muy diferente del personaje: solitario, deprimido, con la culpabilidad del superviviente y hasta algo de estrés postraumático. No olvidemos que los acontecimientos narrados en La venganza de los Sith marcan un antes y un después en la galaxia y Kenobi estuvo muy involucrado en ellos. Incluso años después, el fantasma de Obi-Wan le diría a Luke que buena parte de la caída de Anakin era «culpa suya», al no saber ver las deficiencias y arrogancia de su alumno.

Prácticamente el último de los jedi (hasta la llegada de Rebels y sin contar a Yoda), ahora convertido en ermitaño y obligado a refugiarse para que el emperador y Vader no lo descubran (a él y a Luke), esperando el momento en que el hijo de Skywalker se haga adulto y pueda empezar a entrenarlo… ¿Cómo pudo Obi-Wan soportar tanto tiempo solo, más aún tras un cambio de vida tan drástico y con unos hechos tan traumáticos como precedentes?

Los cómics de Marvel han dado buena nota de estas posibilidades de ahondar más en la psique algo perturbada (de forma lógica) del personaje, pero esto llevado a una película (de nuevo, en las buenas manos, algo de lo que creemos alguien como Daldry sería capaz), sería muy interesante de ver. McGregor también ha demostrado tener capacidad interpretativa de sobra para ello.

 

Dos posibles vertientes: Obi-Wan como abuelo (o no) de Rey

Una teoría bastante difundida por la red, de entre las miles de millones sobre la procedencia de Rey, es que ésta es en realidad la nieta de Obi-Wan Kenobi. ¿Cómo? Pues como damos por hecho que no hace falta explicar cómo se hacen los niños, suponemos que los años de soledad del jedi en Tatooine pudieron dar para más de lo que pensamos. No ahondaremos ahora mucho en la hipótesis (pues no es lugar), dejaremos para ello a continuación un vídeo que la expone bastante detalladamente. Solo añadiremos que esta es una teoría en la que cree bastante gente, incluyendo periodistas como Anthony Breznican (el último en realizar un reportaje sobre Los últimos jedi para Entertainment Weekly).

Dependiendo de la revelación sobre los antepasados de Rey, la película de Obi-Wan podría tomar un (evidente) giro u otro. De hecho, hay gente que cree en el #ReyKenobi que piensa que la tardanza de Disney y Lucasfilm en confirmar el tercer spin off añadiría más motivos para la causa (en pocas palabras, que con tanto secretismo estarían intentando evitar una «confirmación previa» a esta teoría).

En el caso de que Rey terminase estando relacionada con el maestro jedi, la película de Obi-Wan iría evidentemente sobre esto, al menos en buena parte, creando una especie de «Cómo conocí a vuestra abuela». Más que nada porque la muerte del personaje en Una nueva esperanza torna (casi) imposible añadir muchas explicaciones sobre la procedencia de Rey, si este fuera el caso, además de que rompería totalmente el ritmo.

No sería la primera vez que esta «falta de detallismo» sucediera en Star Wars. Ya ocurrió con Luke y Leia, cuya madre nos fue desconocida durante casi dos décadas. Darth Vader era su padre, esa era la gran revelación (y que ellos resultaban ser hermanos), punto. Los detalles vinieron después con la trilogía en forma de precuelas de George Lucas. La metodología con el spin off de Obi-Wan sería similar a esto, solo que con menos tiempo de espera. Evidentemente, este tipo de información es, a la postre, más importante para el espectador que para los propios personajes dentro del universo (¿Luke y Leia saben que su madre es Padme? ¿Acaso les importa?), lo cual coincidiría con el hecho de que Daisy Ridley aclaró hace poco que Rey descubrirá su verdadero origen… y a la vez comprobará que tampoco lo considera tan importante. Porque, si Obi-Wan fuese su abuelo, claro que sería algo de lo que enorgullecerse, pero… bueno, él lleva años muerto (y es probable que los padres de Rey también). Por lo tanto, y como ya le dijera Maz Kanata, a otra cosa.

Pero si Obi ya se nos ha enamorado en la serie The Clone Wars

El spin off de Obi-Wan serviría entonces para rellenar esos huecos que tanto nos intrigan a nosotros, los espectadores. Por supuesto, y más siendo Disney, no esperamos que la cosa se produzca a raíz de una noche de diversión y desenfreno en la cantina de Mos Eisley, así que habría que trabajarse algún tipo de historia que no nos haga chirriar como la de Anakin y Padme (mejorar esto es fácil) y que haga creíble que, a la postre, Obi-Wan decida seguir en Tatooine cuidando de Luke por encima de otros menesteres.

En el caso de que no sea abuelo de Rey, pues bueno, también se puede sacar de aquí otra historia de aventuras en el espacio en medio de la soledad, aunque resulta innegable que se perdería bastante interés.

¿Salida de Tatooine?

Otra cuestión que tendrá que abordarse en un supuesto spin off de Kenobi es si éste sale de Tatooine puntualmente, bajo qué pretexto y en qué condiciones. Evidentemente, desarrollar un largometraje de unas dos horas totalmente en un planeta desértico no parece muy atractivo, por lo que sería altamente probable que se mostrasen otros (¿nuevos?) planetas.

¿Quizás lo contacta alguien de la Alianza Rebelde, similar a como lo hará Leia en años posteriores? ¿U ocurre algo fortuito por lo que Obi-Wan entra en contacto con otra persona, de manera parecida a Rey y Finn? ¿Entrará en contacto con la Alianza Rebelde y/o el Imperio? Esto último también parecería algo probable.

Están claras dos cosas: Obi-Wan tiene que terminar volviendo a Tatooine (su misión es vigilar a Luke) y Vader y el emperador no pueden descubrir en ningún momento su existencia y, aún menos, procedencia, pues esto supondría el final mismo de Kenobi e incluso y quizás del hijo de Anakin (del cual por cierto se esperaría un cameo, siendo niño o algo).

Al final, todo esto queda en meras suposiciones, pues, aunque las fuentes son fiables, ni Lucasfilm ni Disney han confirmado aún la película centrada en Obi-Wan Kenobi. ¿Quizás estén esperando a que se revele la procedencia de Rey en Los últimos jedi? Solo el tiempo lo dirá.

P.D.: ¿Historias de un Obi-Wan Kenobi adolescente, anterior a La amenaza fantasma? Esperamos que NO, gracias.

Especial Doctor Who: Nueva Generación. Temporada 2 y la llegada de Tennant

Si  bien cada regeneración del Doctor trae aparejadas inevitables comparaciones, creemos que la transición de Christopher Eccleston hacia David Tennant no  tuvo demasiado sobresalto, ya que Rose (Billie Piper) fue un poco la presencia catalizadora que calmó las aguas. Avisamos ya de paso que habrá algún SPOILER para los que no han visto nada de las aventuras del Doctor.

David Tennant llega a la Tardis después de que Eccleston se sacrifique por contener en su cuerpo toda la energía del vórtice temporal  en el último  capítulo de la primera temporada.

El  nuevo Doctor encarnado por Tennant es un poco más locuaz, tiene algo más de desparpajo y, aunque no lo sea realmente, parece ser un  poco más improvisado.

En esta temporada hallamos nuevos desafíos, como viajes a otros universos, nuevos villanos como los Cybermen y Krillitanes, así como también personajes alternos de otros universos, junto con algún que otro cameo y regreso emotivo que dan más juego y creatividad al Doctor y compañía.

Entre los capítulos a destacar, podemos distinguir Rise of The Cybermen, donde somos testigos del surgimiento de estos entes humanos, hechos robots en un universo alterno, donde el padre de Rose es rico y exitoso debido a que sus invenciones y su ingenio rindieron fruto en el futuro. Por otro lado, tenemos a una Jackie Tyler que en este universo no fue madre y dista mucho  de ser la persona afable y graciosa que es siendo la progenitora de Rose. También es aquí donde se le da un cierre coherente y elegante al personaje de Noel Clarke, Mickey Smith. Luego, los Cybermen hacen su regreso en los dos últimos capítulos junto a los insuperables Daleks.

Sarah Jane Smith (acompañante del tercer y cuarto doctor, Jon Pertwee y Tom Baker respectivamente) hace lugar a su cameo emotivo junto a K9, ayudando a Rose y al Doctor a vencer a los Krillitanes. Una guerra de egos entre Rose y Sarah Jane, comparándose  entre ellas, suscita un punto gracioso en este episodio. K9, por su parte, es el perro robot más fiel y lo demuestra al sacrificarse  por los demás por  orden del  Doctor.

El  villano de la especie Absorbaloff aparece en el capítulo donde más se le hace homenaje a los fanáticos de la serie, mostrando cuánto podemos hacer los seguidores por lo que nos gusta. El giro se da cuando Victor Kennedy (el Absorbaloff en cuestión)  toma las riendas del grupo, donde misteriosamente van desapareciendo uno por uno, donde luego son ayudados justamente por el Doctor. Uno piensa, ¿cuán imposible es tener un problema y que tu héroe  te defienda y a la vez te ayude a resolverlo? Por eso creo que es el homenaje de los productores de la serie a todos aquellos fieles e inclaudicables fanáticos.

Indicios del inicio y formación de Torchwood toman parte en el capítulo Tooth and Claw, donde intentando llevar a la Tardis al año de 1979, por un pequeño error de cálculo, termina arribando a la Escocia de 1879, donde el Doctor y su inseparable Rose se cruzan con la reina Victoria, el hombre lobo y unos monjes asesinos.

Cassandra, el ser humano más antiguo de la tierra obtiene cierta redención a su personalidad creída e insoportable en el episodio The New Earth, donde también aparece el rostro de Boe, y donde Rose y el Doctor se enfrentan a un mundo donde todo parece ser un Gran Hermano controlado por unos misteriosos felinos humanoides.

El Doctor encarnado por  David Tennant es, a diferencia del de Christopher Eccleston, un tanto más cercano y no tan misterioso. Es a partir de Tennant que nos enteramos de más cosas pertinentes a la naturaleza de los Señores del Tiempo. En defensa de Eccleston podemos decir que su secretismo y evidente brusquedad responde a que es anterior al Doctor de la Guerra (representado por el enorme John Hurt), quien presenció la extinción de su raza en la guerra contra los malvados e inoxidables Daleks.

Pros y contras de la segunda temporada

Pros

  • Lo que hace a Doctor Who tan especial es que, si bien se nota que hay algunos efectos, disfraces y accesorios de vestuario y utilería que pueden mejorarse, claramente podemos notar que todo es hecho a pulmón y de forma artesanal, lo cual le da un voto más de confianza a la producción de esta gran serie.
  • El argumento se cuida de manera correcta y responsable. La BBC es conocida por cuidar sus productos, a diferencia de otras televisoras, donde lo que más importa es el dinero y las audiencias como factores primarios a la hora de subir o bajar el pulgar en el tiránico tiempo de la televisión.
  • Si bien me dio pena que Noel Clarke terminase su participación en la serie, se le dio un buen y cuidado cierre al arco de su personaje, Mickey Smith.

Contras:

  • Hay capítulos que se pueden considerar de relleno como Love & Monsters y Fear Her, donde la calidad de guión se puede ver un poco deteriorada con algunos agujeros evidentes en sus respectivas premisas y que, si no estuviesen, en una primera instancia, no afectarían en nada al hilo conductor y argumental de toda la segunda temporada. Esto causa algunos altibajos notables en la calidad, de forma bastante más perceptible que en la primera temporada.
  • El personaje de Billie Piper sufre inconscientemente el cambio regenerativo del Doctor de Eccleston hacia Tennant. Si bien el Doctor y Rose se complementan a la perfección, la falta de conflicto con Tennant hace que Rose esté casi siempre obligada a complacer al décimo Doctor, ya de por sí bastante vanidoso (algo que posteriormente recordará su undécima versión). Sin embargo, con Eccleston existía la posibilidad de conflicto y es allí en la confrontación donde podemos ver una química genuina entre ambos personajes.

Doctor Who es una serie anacrónica para grandes y chicos, donde prima el argumento y el trabajo artesanal por encima de grandes presupuestos y nombres estelares. Es más, hay muchos actores de renombre que se enorgullecen de ser parte de una serie tan longeva, pero que aún así no pierde su brillo.

 

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Así estarán los personajes de Star Wars: Los últimos jedi al comienzo de la historia

La revista Entertainment Weekly ha lanzado una serie de artículos relacionados con la próxima entrega de la franquia, Star Wars: Los últimos jedi, dirigida por Rian Johnson (Looper, Brick) y que saldrá en cines el próximo 15 de diciembre.

Los artículos nos sitúan básicamente en cómo y dónde estarán los personajes durante el inicio de esta octava entrega, empezando por Luke (Mark Hamill) y Rey (Daisy Ridley… recordamos que el final de El despertar de la Fuerza nos dejó con estos dos recién encontrándose en el planeta Ahch-To y la continuación la sigue tan solo unos minutos después). Al parecer, nuestro ya no tan joven Skywalker no estará muy emocionado de ver a la muchacha y a su sable láser, dejándola inicialmente de lado, ya que prefiere seguir con sus cosas. En palabras de Hamill, Luke ya no es el joven optimista de antaño y piensa que quizás ha estado malinterpretando a la Fuerza durante todos estos años:

«(Luke) cometió el enorme error de creer que su sobrino era el elegido, por lo que invirtió todo lo que tenía en Kylo, similar a como Obi-Wan había hecho con mi personaje. Y él es traicionado, con trágicas consecuencias. Luke se siente responsable de eso, siendo el primer obstáculo que él tiene para volver a unirse al mundo y a la jerarquía jedi, ¿sabes? Es esa culpa, ese sentimiento de que es su culpa, que no había detectado la oscuridad en él hasta que ya era tarde».

La llegada de Rey podría dar la vuelta a las cosas, a pesar del rechazo inicial, que hará mella en su pasado de abandono (Rey fue dejada sola por unos padres desconocidos en Jakku). Más aún cuando todos los nuevos personajes que había ido conociendo en El despertar de la Fuerza la habían recibido con los brazos abiertos, especialmente Han, creando un contraste absoluto con «el gruñón» Luke. No obstante, Rey es una joven bastante esperanzadora, e intentará que Skywalker acuda en ayuda de la galaxia, que lo necesita.

Luke y Rey no estarán solos en Ahch-To, ya que los acompañarán una serie de nuevas especies con formas de «mini pingüinos», denominados «porgs», por un lado, y otros que se asimilan a unas tortugas disfrazadas de monjas (no es casual), conocidas como «las cuidadoras». Y Chewbacca, por supuesto.

Los porgs son nativos del planeta al que va a parar Luke y en donde se encuentra el primer templo jedi, que a su vez se encargan de custodiar «las cuidadoras» desde hace miles de años. Éstas últimas pueden comunicarse con Luke a través de lo que Johnson ha descrito como «una especie de habla escocesa en pez», pero no se encuentran especialmente emocionadas con que el jedi esté en la isla, simplemente «toleran» su presencia.

En Ahch-To hallaremos también unas pinturas rupestres relacionadas con la mitología y el pasado de los jedi, asegurando Johnson que la película abarcará esos temas, aunque no pretende fundar una nueva religión ni nada por el estilo.

De Ahch-To a la rebelión

En El despertar de la Fuerza también conocimos a Finn, interpretado por John Boyega. Al final de la anterior entrega, este personaje había quedado seriamente herido por Kylo Ren, dejándolo en coma. Cuando al fin despierta, en Los últimos jedi, Finn sigue teniendo esas ganas de salir huyendo de la Primera Orden, al igual que antaño. La muerte de Han a manos de su hijo y la lucha contra éste último solo ha conseguido aterrorizarlo aún más.

Sin embargo, esto empieza a cambiar cuando se topa con Rose Tico (nuevo personaje interpretado por Kelly Marie Tran), del servicio de mantenimiento. La muchacha piensa que él es un héroe por haber participado en la destrucción de la base Starkiller. Así lo describe Boyega:

«Él es un héroe para gente como Rose, que luchan junto a la Resistencia porque la Primera Orden ha destruido sus hogares».

Por el otro lado, Rose es una «don nadie», no solo frente a Finn, sino incluso al lado de su hermana mayor, Paige (Veronica Ngo), una francotiradora que lucha junto a Poe Dameron (Oscar Isaac). Esto empezará a cambiar tras el fortuito encuentro con el que era soldado imperial, que también empezará a hacer mella en Finn, quien ante la visión de esta chica de que él es un chico valiente y comprometido con la causa, intentará esforzarse más, aunque la idea de fugarse no desaparecerá del todo. De alguna forma, ambos terminan en Canto Bight, un nuevo planeta que vendría a ser un «Las Vegas con alienígenas».

En la Resistencia tenemos a otros dos personajes esenciales: Leia y Poe. La hermana de Luke, acostumbrada desde el comienzo de la historia a la pérdida (sin duda es la más fuerte de los Skywalker), no cesa en la lucha por la libertad de la galaxia. Sin embargo, la Resistencia se encuentra dividida tras la destrucción de la República, dejándola en un puesto muy vulnerable. A ello se le une la pérdida sufrida por Leia tras la muerte de Han a manos de su hijo.

Sin embargo, la líder de la Resistencia siempre encuentra esperanza, y parece que esta vez la hallará en Poe Dameron, cuya relación no es meramente profesional, sino familiar. Leia además sabe que no estará ahí para siempre y piensa en quién dejar el legado, viendo en Poe al candidato perfecto. Por eso, quiere que éste no se conforme con ser un piloto, sino también una persona sabia y sensata. Isaac lo describe del siguiente modo:

«Poe es en algunos aspectos un hijo adoptivo para Leia, pero también creo que ella ve en él el potencial para ser un verdadero y gran líder de la Resistencia».

El conflicto estará servido con la entrada de la vicealmirante Holdo (Laura Dern), quien conoce a Leia de antaño, pero aún no sabemos bien si esta especie de amistad continuará siéndolo o, por el contrario, acabará en rivalidad.

Lo que sí parece cierto es que Los últimos jedi tendrá un enfoque más político que el resto de películas de la saga, ya que Johnson siempre parece hacer bastante hincapié en este aspecto de la historia (y películas que le han servido de inspiración como el clásico Almas en la hoguera así parecen corroborarlo). A nosotros la verdad que esta arista nos emociona bastante y queremos saber ya más de Leia, Poe, Holdo, Finn, Paige y Rose.

Los malos (o no tan malos)

El líder supremo Snoke (Andy Serkis) tan solo apareció unos pocos minutos de metraje en la anterior entrega, a través de un holograma, pero ya sabemos que es «el gran villano en la sombra» de esta nueva trilogía (al menos aparentemente).

Sin embargo, Snoke no llega solo, siendo acompañado por una guardia pretoriana vestida de rojo y que se asimila a la guardia del Emperador en la trilogía clásica. Johnson resalta, no obstante, que estos nuevos soldados sí pelean, y saben cómo hacerlo. Su papel es básicamente el de ser los guardaespaldas de Snoke.

En cuanto a éste último, conoceremos más de él y sus objetivos en Los últimos jedi, pero los que estén ansiosos por conocer su origen tendrán que esperar; aunque, sí, tendrá más minutos de metraje que en El despertar de la Fuerza.

La octava entrega de la saga nos introducirá otro nuevo personaje cuyas alianzas todavía no están muy claras. Se trata de un hombre conocido simplemente (por ahora) como DJ (Benicio Del Toro). Por ahora, lo único que conocemos de este enigmático personaje es que se topa con Finn y Rose en Canto Bight. ¿En qué circunstancias? No sabemos. Básicamente, DJ no lucha por ningún bando, sino para su propio beneficio (económico).

Por ahora, este es el escenario presentado para los personajes (viejos y nuevos) en la próxima entrega de Star Wars. Lamentablemente, no ha salido nada (aún) sobre Kylo Ren, Hux o Phasma; aunque hay esperanzas de que se comente algo hoy (ya que todavía queda al menos un artículo pendiente de salida).

ACTUALIZADO: Sobre Kylo Ren, veremos especialmente cómo le ha afectado la muerte de su padre (asesinado por él mismo) y la humillación tras la derrota a manos de Rey. Para Johnson, su caída en el Lado Oscuro es comparable al tránsito del adolescente, pero de una forma mucho más insana. Al final, el director de Los últimos jedi resumen la relación entre él y Rey como «las dos cara de la luz y la oscuridad», mientras que Ridley afirma que su personaje se tomará el parricidio de forma mucho más personal.

«Ella no comprende a Kylo. Cuando todo lo que deseaba eran unos padres, ¿por qué alguien que los tiene haría algo así? Es algo más allá de su comprensión, es ridículo. Así que siente el dolor por la pérdida y además está la furia».

Lo que sí comparten ambos es un interés por el pilotaje, ya que veremos a Kylo a los mandos de un TIE Silencer similar al que tenía (cómo no) Darth Vader.

También ha habido ocasión para comentar algo sobre la capitana Phasma (Gwendoline Christie), que volverá para seguir complicándole las cosas a Finn. Puede que no sepamos mucho más sobre Phasma en esta octava entrega (para eso están la novela y la serie de cómics), pero sus apariciones serán más amenazantes y, en fin, presentes, que en El despertar de la Fuerza.

Las familias

Uno de los debates más encendidos en la red tras el final de la séptima entrega de la franquicia es quiénes son los padres de Rey. Este tema se abordará en Los últimos jedi, pero quizás no de la forma que esperamos. Para Johnson, el asunto es importante en el sentido de que también lo es para Rey, para que ella pueda aprender de ese pasado y no volver a caer en lo mismo en el futuro.

Para Ridley, su personaje encontrará las respuestas que está buscando, y descubrirá que al final no le importa tanto, mientras que lo esencial sea tener un lugar al que se pertenece. Al final, más allá de la familia y del punto de partida, lo importante es el destino (y esto lo dice también la actriz).

«Lo que es maravilloso es que no está tan claro, quién es bueno y quién es malo, y no soy yo diciendo «oh, dios mío, algunas personas se están volviendo malvadas». Siempre hay lugar para que la gente mala tome buenas decisiones, y viceversa»

Otro personaje principal con pasado misterioso es precisamente Finn, del cual también conoceremos más. Especialmente (probablemente) en su esperada confrontación con Phasma (recordamos que los soldados imperiales eran robados siendo bebés y entrenados por la Primera Orden).

No podemos terminar el artículo sin tocar (aunque sea brevemente) el periodo de luto por el que estará pasando Chewbacca tras la pérdida de Han Solo (quien por cierto estará «presente de alguna forma»). Nuestro querido wookie estará más serio y protector con Rey que de costumbre, lo que no quita que siga siendo nuestro peludo favorito y resiliente de siempre.