Star Wars: El ascenso de Skywalker, un ¿punto final? con momentos épicos y algo de trampa

J. J. Abrams no lo tenía fácil. Tras la repentina salida de Colin Trevorrow de la dirección del noveno y último episodio y la muerte de Carrie Fisher (quien a todas luces desempeñaría un papel principal en esta entrega), decidió retomar las riendas tras su inicio con El despertar de la Fuerza y cerrar la trilogía y la saga con El ascenso de Skywalker.

Para escribir el guión eligió a Chris Terrio, quien ya había trabajado junto a Ben Affleck en Argo y a Zack Snyder en Batman v Superman, dando origen a una narrativa que resulta quizás lo peor de la película por su barroquismo y sus irregularidades, con una primera parte que, de verdad, no da respiro. Pero del estilo que uno se pregunta si los personajes no deberían parar a comer o echarse una siestecita.

Tras este inicio sigue un segundo acto más intenso y un final que ya es el colmo del horror vacui, con apariciones de última hora, regresos inesperados, villanos que cambian de planes sobre la marcha y más regresos inesperados… Lo que puede hacerle parecer un despropósito. Por suerte, el irregular ritmo y la sobrecarga van acompañados de momentos épicos, tensos, dramáticos y románticos… Y nostalgia. Mucha nostalgia.

Los que más sobresalen (para variar) en El ascenso de Skywalker son Rey y Kylo Ren, con una Daisy Ridley y un Adam Driver que siguen desprendiendo esa química que los lleva de enemigos que no pueden ni verse a tensión sexual no resuelta (y algo más). El arco argumental de estos dos personajes ha sido quizás el más constante de esta trilogía.

Star Wars: El ascenso de Skywalker. Disney y Lucasfilm.

Ridley también desprende buena química con John Boyega (Finn) y Oscar Isaac (Poe Dameron, quien por cierto a su vez tiene buena química hasta con una roca de Jakku). Suya es la primera y frenética parte de la película, donde la acción se atropella y no paran de soltar chascarrillos (alguno más afortunado que otro).

Mientras que el personaje de Poe está aquí más aprovechado, me temo que no podemos decir lo mismo de Finn, quien sigue encorsetado en la figura del secundario cómico (y pelín obsesionado con Rey). Lo mejor aquí, una vez más, el vínculo entre Boyega e Isaac, junto a las (breves, pero intensas) presentaciones de dos nuevos personajes: Zorii Bliss (Keri Russell, acompañada de un personajillo ciertamente hilarante) y Jannah (Naomi Ackie).

Una de las mayores complicaciones a la que se enfrentaba Abrams era cómo retomar el papel de Leia tras el fallecimiento de Fisher, optando por recuperarla con material rodado y no utilizado de otras películas, y hemos de decir que esto es algo que han resuelto sorprendentemente bien. Es verdad que algunos diálogos se perciben un poco inconexos y forzados, pero suyo es uno de los momentos más emotivos de la cinta, y esto es todo un logro.

Star Wars: El ascenso de Skywalker. Disney y Lucasfilm.

Leia no es la única cara conocida que hemos visto (sí, hay bastante fan service, uno mejor integrado que otro). Billy Dee Williams vuelve a ponerse la capa como Lando Calrissian y la verdad es que agradecemos su presencia, enérgica a pesar de la edad. También regresa Mark Hamill como Luke Skywalker en un momento breve pero sustancial (aunque nos preguntamos si a los fantasmas de la Fuerza les crecen las greñas). C3PO (Anthony Daniels) tiene aquí mayor peso argumental que en las dos anteriores entregas, lo que añade su característica vis cómica; y Chewbacca (Joonas Suotamo) protagoniza uno de los (breves) momentos más inquietantes del metraje.

Uno de los retornos más anunciados y esperados era el de Ian McDiarmid como el emperador Palpatine. Será con seguridad también uno de los más polémicos tras El ascenso de Skywalker. Digamos que su personaje es víctima de la sobrecarga que trae toda la película y especialmente el final, pero su presencia sirve (aparte de para el citado fan service) para cerrar una trama a nivel más global y que incluya a las precuelas, ya que hay, eso sí, decepcionantes «ausencias».

Uno de los elementos característicos de Star Wars son sus planetas, y aquí Abrams cumple su parte. Pasaana, Kimiji, Exogol… Algunos nos resultan más familiares que otros, pero sin duda la dirección artística en algunos de ellos es para tenerla en consideración.

Star Wars: El ascenso de Skywalker. Disney y Lucasfilm.

Decir que la banda sonora de John Williams es uno de los puntos fuertes de la película es caer en la redundancia. El compositor regresa aquí a sus 87 años y nos trae consigo temas ya familiares y otros nuevos. La experiencia no sería la misma sin su partitura y se perdería la mitad de la emoción en el camino. Hay un tema en especial, «Farewell», que nos pone los pelillos de punta al escucharlo.

No queríamos terminar la crítica sin aclarar que, si bien El ascenso de Skywalker rehuye de algunos de los temas planteados por Los últimos jedi (como hiciera aquélla con El despertar de la Fuerza, lo que sí denota una cierta falta de unión metanarrativa en la trilogía), está lejos de mandarle un «fuck you», como hemos llegado a leer. Hace referencias claras a acontecimientos sucedidos en el octavo episodio e incluso se da cierto cameo de unos bichitos bastante reconocibles.

En definitiva, El ascenso de Skywalker tiene fallos como película notorios, como son la ausencia de la personalidad que desprendía su antecesora, una narrativa con ritmo errático o conclusiones tramposas a alguna de sus tramas (no olvidemos que está Abrams tras la cámara y Disney tras el marketing). Sin embargo, lo compensa con fan service que hará las delicias de nosotros, seguidores de la saga (servidora también se llevó su parte del pastel) y momentos épicos y hasta emotivos, con alguna carcajada, sonrisa y hasta llanto. Al fin y al cabo, George Lucas no creó esta saga situada en una galaxia muy, muy lejana para contentar a los académicos (que inicialmente no dieron un duro por ella y la vapulearon), sino para seguir despertando a ese niño interior que ansía con visitar distintos mundos y acompañar a sus héroes por duros derroteros.

Aquellos clásicos inolvidables: Lupin III y El castillo de Cagliostro

El domingo, 15 de diciembre, se cumplió el cuarenta aniversario del estreno en cines japoneses de la primera película dirigida por Hayao Miyazaki, antes de que se fundara Ghibli, base de títulos también memorables posteriores como Nausicaa del Valle del Viento o Porco Rosso. Estamos hablando del segundo largometraje de Lupin III, El castillo de Cagliostro.

El castillo de Cagliostro es uno de esos híbridos que a priori no suenan del todo bien, que Miyazaki (quien siempre ha tenido ideas claras y personalidad fuerte, por lo que se comenta) aceptara realizar un proyecto de encargo, basado en la emblemática obra de Monkey Punch sobre un ladrón de guante blanco pendenciero y mujeriego en la que abunda el fanservice mediante la figura de la femme fatale. Era de esperar: el estreno inicial de la cinta fue un fracaso, no gustó a los acérrimos de Lupin al no encontrar las suficientes señas de identidad en su personaje admirado y tampoco era aún lo suficientemente conocido el director nipón.

Legado en el mundo del cine y de la animación

Unos pocos años después, con los revisionados y los reestrenos, El castillo de Cagliostro fue adquiriendo la categoría de cine de culto, maravilló a personalidades del cine hollywoodiense como Steven Spielberg o John Lasseter (quien llegó a decir que envidiaba a todo aquel que veía la película por primera vez), y pronto numerosas cintas de animación se inspiraron en varias de sus escenas. Ahí está el clímax en el interior del Big Ben en Basil el ratón superdetective o el descubrimiento de Atlantis, ambas de Disney.

Lupin y Clarisse en la famosa escena del reloj. El castillo de Cagliostro. Tokyo Movie Shinsha.

En la industria del anime también se ha homenajeado a El castillo de Cagliostro, y no en pocos casos. Es conocida la inspiración que Shinichiro Watanabe tomó de los personajes de la obra de Monkey Punch para la tripulación de la Bebop, así como el guiño a fumar cigarros en mal estado; sumándose que en Cowboy Bebop hace un cameo el famoso Fiat 500 amarillo (que aparece por vez primera en la cinta de Miyazaki). Diantres, pareciera que Spike entero, pose, calzado, personalidad, vínculos con Jigen/Jet o Clarisse/Julia y todo, hubiese sido parido por este Lupin (salvando las distancias debidas a una narrativa mucho más desenfadada que la otra).

¿Es merecedora El castillo de Cagliostro de este legado? Rotundamente sí. Miyazaki, a pesar de sus malos recuerdos respecto a este trabajo, nos brinda una maravillosa cinta de aventuras a la vieja usanza con personajes de mayor profundidad psicológica a la que nos tiene acostumbrados este ladrón de guante blanco y su tropa.

Personajes con profundidad psicológica… y personajes femeninos a lo Miyazaki

El castillo de Cagliostro es la segunda película sobre Lupin III (voz de Yasuo Yamada en japonés) y nos sitúa al mangante junto a su inseparable compañero Jigen (Kiyoshi Kobayashi) cometiendo un robo en un casino en Mónaco. Pronto se dan cuenta de que el dinero es falso y deciden investigar de dónde procede para hacerse así ellos con el control de su fabricación y tráfico. Llegan así a un pequeño reino ficticio en Europa llamado Cagliostro, donde pronto se topan con una joven (Sumi Shimamoto) vestida de novia que huye de unos perseguidores.

El castillo de Cagliostro. Tokyo Movie Shinsha.

Esta es la premisa básica de la cinta (y en cuyos primeros minutos ya ha ocurrido la mejor persecución automovilística del cine, a decir de Spielberg), que desde entonces apenas se detiene en un guión, escrito por el propio Miyazaki, que no pierde ritmo, a pesar de regalarnos escenas más hermosas y pausadas como la de Lupin recordando su pasado frente al lago o entrando en la habitación de Clarisse, creaciones claras del realizador nipón.

Los personajes clásicos de Lupin III hacen a su vez acto de presencia aquí, como Jigen, Goemon (Makio Inoue) o el inspector Zenigata (Gorô Naya), pero hemos de detenernos en uno (una, mejor dicho) que, en nuestra consideración, pega aquí un salto de calidad. Sí, hablamos de Fujiko Mine (Eiko Masuyama), con quien Lupin siempre tiene una relación de amor/odio (que muchas veces raya en el acoso, no por suerte en este caso) y que es la principal fuente de fanservice en la serie. Aquí Miyazaki acentúa sus rasgos de mujer luchadora e independiente, pero que no por ello deja de preocuparse por sus otrora camaradas. Clarisse y ella comparten una escena en la que, lejos de establecer la clásica rivalidad amorosa, las acerca en empatía. De nuevo, el buen quehacer de Miyazaki.

Incluso Clarisse (Clarisa en algunas versiones), que inevitablemente es percibida como la dama en apuros, está dotada de personalidad propia y objetivos. Cuando aparece por primera vez, está huyendo de sus captores (y a juzgar por acontecimientos posteriores, huir del castillo es de por sí harto complicado). Se resiste a Lupin cuando desconoce quién es, lo protege en numerosas ocasiones (no solo a la inversa) y se enfrenta al conde hasta el punto de que tienen que drogarla para que pueda casarse con ella.

Clarisse y Fujiko. El castillo de Cagliostro. Tokyo Movie Shinsha.

Por otro lado, Miyazaki refleja todos estos actos misóginos del conde con una luz claramente negativa, máxime teniendo en cuenta que en sus obras no suele haber villanos definidos. Incluso la promiscuidad de Lupin es puesta en tela de juicio por el propio protagonista al final de la película.

Dibujo a mano y una animación dinámica

El dibujo presenta ya los rasgos de Miyazaki a través del estilo definido de Monkey Punch. Sus Lupin, Jigen y Zenigata presentan rasgos más suaves y menos angulosos que los originales y el diseño de Clarisse nos recuerda claramente a Nausicaa. Aunque los acabados son más toscos (no olvidemos que era 1979), el gusto por los detalles y los fondos pintados a mano propios del realizador nipón también están aquí para deleitarnos. Mención aparte al castillo del conde, diseñado a imagen y semejanza del de Luis II de Baviera, Neuschwanstein; y el cuarto en el que está encerrada Clarisse, otra referencia quizás a uno de los habitáculos internos de tan impresionante edificación.

La animación da muestras, de nuevo, de que nos encontramos en 1979, pero no deja de ser dinámica y resuelta. La citada persecución automovilística que maravilló a Spielberg, toda la secuencia del reloj o Lupin trepando por los tejados son ejemplos que han perdurado en el imaginario colectivo y con razón.

El castillo de Cagliostro. Tokyo Movie Shinsha.

La banda sonora, compuesta por Yuji Ohno, aún no presenta la llegada de Joe Hisaishi (posterior compositor fetiche de Miyazaki); no obstante la película ofrece piezas que van muy acordes a las escenas de acción y a otras más pausadas como la de Lupin y el lago. Evidentemente hay guiños constantes al anime original (donde Miyazaki trabajó asimismo dirigiendo y escribiendo algunos de sus episodios) y el tema principal de Lupin III, un clásico, se deja oír.

En definitiva, si aún no has visto El castillo de Cagliostro, hazlo; aunque no seas seguidor de las aventuras de Lupin III; incluso si no te gusta el anime. La ópera prima (cinematográfica) de Miyazaki es una lección sobre animación, desarrollo psicológico de los personajes (incluso de los femeninos, en una época en la que no se estilaba tanto), narrativa y, en definitiva, un prodigio de su época.

P.D.: Debemos hacer referencia al trabajo de doblaje español para esta película, pues es simplemente excepcional (y mira que he crecido con los Óscar, Patricia e inspector Basilio de Telecinco). Bravo a todo el equipo.

Levius, entretenimiento cubierto de clichés

Netflix ha estrenado hace poco la adaptación a anime de Levius (dirigida por Hiroyuki Seshita y Keisuke Ide, basada en el manga original de Haruhisa Nakata), de 12 episodios de aproximadamente 25 minutos cada uno. Como viene siendo habitual en los productos anime apoyados por la plataforma de streaming, la animación se basa sobre todo en el 3D, lo que de partida quizás tire para atrás a algunos. Sin embargo, se estarían perdiendo un título extremadamente entretenido y de fácil consumo.

Levius Cromwell (voz en el original de Nobunaga Shimazaki) es un muchacho que casi pierde a su madre en la guerra de la ficticia ciudad de Greenbridge. Adoptado por su tío, el ex luchador Zacks (Junichi Suwabe), pronto se da cuenta de que su pasión es el boxeo mecánico, protagonizado por combatientes con prótesis mecánicas. Zack decide entonces entrenar a su sobrino, quien resulta tener bastante talento para ello. Pronto se les sumarán el médico-ingeniero Bill Weinberg (Takahiro Sakurai) y la también luchadora Natalia Garnet (Ayane Sakura).

Levius parte y sigue así la clásica fórmula (que parece que nunca deja de funcionar) de shônen de protagonista se va enfrentado cada vez a un rival más fuerte. Con ayuda de tesón y esfuerzo, así como del inagotable apoyo de sus amigos/nakamas, siempre acaba superándolos a todos ellos. Por supuesto, muchos de estos rivales acaban formando parte del bando del personaje principal una vez han sentido su derrota (no importa si anteriormente eran asesinos o comían bebés). En este sentido, Levius no ofrece nada nuevo y es hasta previsible.

Levius. Polygon Pictures.

Lo que sí logra, no obstante, es que a pesar de que entra dentro de todos los moldes, resulta muy entretenido. Los doce episodios pueden verse fácilmente del tirón y tiene momentos de tensión muy disfrutables y logrados (especialmente en el combate contra AJ).

Lo que también consigue es que te encariñes con sus personajes, aunque todos encarnen a su vez un tópico: el héroe esforzado y amable, el entrenador bonachón y bruto, el intelectual serio, la gritona que pone motes, y así todo. Mención aparte merece Dr. Clown (voz de Mamoru Miyano), quien recibe no pocas influencias de cierto «fantasma» residente en las cloacas de una ópera, incluida su relación maestro/aprendiz (aquí bastante más turbia) con Christine/AJ.

Como adelantábamos al principio, la animación es básicamente 3D, pero es bastante eficaz, sobre todo durante la fluidez de movimientos en los combates, lo que en este tipo de títulos es de agradecer. Los diseños de los personajes, a cargo de Yuki Moriyama, están bastante logrados y son fieles a los originales (cuyo dibujo es bastante bonito, por cierto, recomendamos echarle al menos un vistazo). La ambientación steampunk en un mundo ficticio (pero muy similar al europeo de la Revolución Industrial, como reza el estilo) está asimismo muy conseguida.

Levius. Polygon Pictures.

La banda sonora, compuesta por Yugo Kanno, es como la animación, efectiva sobre todo durante las peleas (donde su ausencia en determinados momentos para acrecentar la tensión es un acertado efecto). Mención especial aquí a uno de los temas que más suenan y que nos pareció tenía algunas influencias españolas (como el sonido de castañuelas o algo muy parecido).

En definitiva, Levius no va a cambiarle la vida a nadie, no aporta tampoco nada realmente nuevo ni original, pero es un divertido entretenimiento que se ve rápidamente y hace que te olvides durante unas horitas de la (cruda) realidad.

P.D.: Nos preguntamos qué está haciendo el árbitro en este tipo de animes deportivos (desde Oliver y BenjiCaptain Tsubasa– hasta el que nos toca), mientras se cometen unas 23921 infracciones sobre el terreno de juego.

Code Geass: Fukkatsu no Lelouch – Shinkai no Kakera

La película que continua la historia de Code Geass (vuelta a contar, modificando algunos elementos narrativos, a través de una trilogía recopilatoria), bajo el título completo Code Geass: Fukkatsu no Lelouch, ha salido al mercado en Japón en su edición blu-ray. Con ella, aparte de numerosos extras, viene un picture drama (como se denomina a las historietas con ilustraciones y voces de los personajes de fondo), Shinkai no Kakera, que sigue a los acontecimientos de Zero Requiem una década después. Gracias a mononoke-no-ko lo tenemos en inglés y nosotros lo traduciremos ahora al español. Por lo tanto, contiene SPOILERS de Code Geass: Fukkatsu no Lelouch y de la serie.

Lo primero que conviene saber sobre esta narración, aparte de su situación cronológica, es que empieza con nuevos personajes, los piratas liderados por Galonzo, que asaltan un submarino y apresan a algunos de los navegantes. Entre ellos, surgen dos caras conocidas… Aquí el fragmento completo (en japonés y abajo el texto en español).

Galonzo: Jajajaja, ¡aclamaciones a esos estúpidos oficiales del ejército!

Pirata B: ¡La tropa del Tiburón del Océano Profundo ha tenido un regreso triunfal!

Pirata C: ¡Nadie puede igualarnos con nuestra inmersión KMF!

Piarata A: No, no, ¡esto es gracias también a la brillante estrategia de Galonzo-sama!

Piarata B: ¡Era la mejor!

Piarata C: ¡Así es! ¡Galonzo-sama!

Piarata A: Jajajaja, ¡el hombre entre los hombres!

Pirata B: ¡Líder del océano profundo!

Galonzo: ¡Jajajaja! No me halaguéis demasiado.

Pirata B: Galonzo-sama, le he traído a las chicas.

Galonzo: Genial, que entren. Jojo, parece que esta vez hemos obtenido un conjunto de chicas guapas. ¡La rubia de más a la izquierda!

Chica: ¡H-hyaaa! Por favor, perdóneme la vida…

Galonzo: Mírame a la cara. ¿Qué tal? ¿No soy guapo?

Chica: ¿E-eeeeh? ¡S-sí! ¡Es muy… guapo y con mucha personalidad!

Galonzo: ¡No me mientas!

Chica: ¡Kyaaaa!

Galonzo: ¡Puedo detectar todo tipo de mentiras por su olor! Es gracias al poder que me fue otorgado por un fragmento de estrella. Te lo preguntaré de nuevo. Esta vez asegúrate de responderme con sinceridad.

Chica: ¡S-sí!

Galonzo: ¿Soy guapo? ¿Y bien?

Chica: ¡S-sí! ¡Galonzo-sama es el hombre más guapo del mundo!

Galonzo: ¡Me mentiste de nuevo!

Chica: ¡Kyaaaa! Lo siento, lo siento…

Galonzo: No, no te perdonaré de nuevo, ¡mujer mentirosa!

Lelouch: Lo sabía.

Galonzo: ¿Hm?

Lelouch: Es un geass que puede detectar la verdad tras las palabras.

Galonzo: ¿La voz de un hombre?

Lelouch: ¿Qué opinas, C.C.? ¿A que es como he deducido?

C.C.: Viendo cómo han tenido como objetivo lugares que no están fuertemente resguardados por el ejército, es de esperar un tipo de geass que reúne información.

Galonzo: ¡¿Dónde?! ¡¿De dónde viene esa voz?! ¡Muéstrate!

Lelouch: Estoy frente a ti, Galonzo-sama.

Galonzo: Tú eres…

Pirata A: S-su cara,..

Piarata B: Es similar…

Pirata C: Entonces… no me digas que… ¿es el emperador demonio?

Pirata A: ¡Cómo es posible! Murió hace diez años…

Pirata C: ¿Quieres utilizar tu parecido con otro para asustarnos? ¡No bromees!

C.C.: En efecto, han pasado diez años… no hay humano que no envejezca. Si es que es humano, claro.

Galonzo: ¿Qué?

Lelouch: Basta de cháchara. ¿No es ese un tema que se supone un secreto entre nosotros?

C.C.: ¡Oh, no…! El tema sobre nosotros es vergonzoso, así que debemos mantenerlo todavía en secreto frente a todo el mundo, ¿no es así?

Lelouch: T-tú, ¿qué pasa contigo?

C.C.: Solo déjalo estar.

Lelouch: Genial, no quiero ahondar mucho en eso tampoco.

Pirata B: ¡Vosotros! ¡Tenéis las agallas de poneros a flirtear aquí!

Lelouch: ¡Cállate! ¡No estábamos flirteando!

C.C.: Sí lo estábamos.

Lelouch: NO lo estábamos, okay.

Pirata B: Os digo que cerréis la boca, ¡impostores!

Galonzo: Intentad decir una sola palabra más. O dejaré experimentar un sufrimiento tan inimaginable que desearéis estar muertos.

Lelouch: Hmph, no, estás equivocado, Galonzo.

Galonzo: ¿Qué?

Lelouch: El que experimentará tal sufrimiento eres tú.

Galonzo: ¡Jajajaja! ¡Qué ridículo! ¿Cómo vas a herirme? ¡Estáis desarmados, mientras que nosotros tenemos armas!

Lelouch: ¿Estamos desarmados? Lo dudo.

Galonzo: Deja de farolear.

Lelouch: Si crees que miento intenta olfatear. Con esa nariz tuya de la que estás tan orgulloso.

Galonzo: Cierto, ¿por qué no lo haría?

Lelouch: Tengo un arma conmigo (Galonzo olfatea). Un arma tan poderosa que no puede ser comparada con cuchillos o pequeños rifles (Galonzo olfatea).

Lelouch: Jajajaja, ¿entonces? ¿Oliste alguna mentira?

Galonzo: No puede ser… debe haber algún error…

Pirata B: ¿Galonzo-sama? ¿Qué ocurre?

Pirata A: No me digas… ¿De verdad porta armas?

Pirata C: ¡Pero el detector de metales no detecta nada!

Galonzo: ¡Todos, disparadlo hasta la muerte!

Lelouch: ¡Jajajaja! Galonzo, no le pasa nada a tu nariz. Tengo un arma conmigo.

Galonzo: ¡Ja! No importa qué arma lleves, ¡será inútil si te matamos primero!

C.C.: ¡Chicas, taparos la cara!

Chicas: ¡S-sí!

Galonzo: ¡Todos, acribillad a estos impostores con vuestras balas!

Piratas: ¡Sí, sí!

Pirata A: ¡A sus órdenes!

Pirata B: ¡Lo mataremos!

Pirata C: ¡Déjelo en nuestras manos!

Lelouch: L.L. os lo ordena, todos vosotros, ¡morid!

Galonzo: Ey, ¿qué estáis haciendo? ¡Matad a los impostores de inmediato!

Piratas: Entendido.

Galonzo: ¿E-e-eh? ¿Qué estáis intentando hacer? Si os apuntáis a vosotros mismos con la pistola así, entonces…

Chicas: Kyaaaaa

Galonzo: A-ah… no puede ser…

Lelouch: C.C., lleva fuera a las chicas.

C.C.: Entendido. Todo el mundo, salid de este lugar. Y mantened la mirada en el techo todo lo que podáis mientras permanecéis aquí.

Chicas: S-sí… ¿Es-estamos salvadas? ¡Muchísimas gracias! Gra…

C.C.: ¡En lugar de agradecérnoslo, moved los pies! No miréis al suelo.

Chica: ¡Gracias…!

Galonzo: Jajajaja JAJAJAJAJA, ahora lo entiendo. ¡Puedes usar la magia, como yo!

Lelouch: ¡Oh! Eres rápido pillándolo aunque seas un idiota.

Galonzo: ¡No soy idiota! Para demostrártelo, hay una cosa de la que me he dado cuenta.

Lelouch: Dime.

Galonzo: Al contrario que mis subordinados, yo no me he matado. En otras palabras, ¡esta magia no funcionará en otros magos! ¡En otras palabras! ¡Estáis desarmados mientras que yo porto una pistola en mi mano!

Lelouch: ¡Ja! ¿Estás seguro de que quieres apuntarme con la pistola?

Galonzo: Puedes apostarlo. En este mundo, es la supervivencia del más apto. Pececitos como tú deberían aceptar obedientemente ser comidos por tiburones como nosotros.

Lelouch: Las condiciones han sido aclaradas.

Galonzo: ¡Entendido! ¡En cualquier caso prefiero morir!

Lelouch: Menudo idiota. La razón de que el geass no funcionase contigo es que ya lo había usado sobre ti con anterioridad.

C.C.: Y la orden fue «mátate si me apuntas con el arma».

Lelouch: Después de todo, aquellos quienes pueden disparar son los que están preparados para ser disparados.

C.C.: Lo que viene se va. Bueno, reunamos el fragmento de geass.

Lelouch: ¿Has terminado?

C.C.: Sí, como siempre.

Lelouch: Bien, salgamos de aquí cuanto antes y regresemos a Estocolmo.

C.C.: ¿Cómo lo haremos?

Lelouch: ¿Eh?

C.C.: Ya que los has matado a todos, no queda nadie que conduzca el submarino.

Lelouch: Queda una persona en el cuarto de controles. El guardia de prisión con el pelo enmarañado.

C.C.: Ah, si es ese chico, lo he incapacitado antes.

Lelouch: ¡¿Qué?!

C.C.: Me tocó el pelo.

Lelouch: ¡Eso es…!

C.C.: ¿Me vas a negar mi derecho a no hacer lo que no quiero hacer?

Lelouch: No, no somos esclavos de nadie, no estamos atados a nada, y no aceptamos órdenes de nadie.

C.C.: Sabía que dirías algo así. Además, no quiero ser tocada por nadie, excepto por ti.

Lelouch: ¡S-siempre eres rápida diciendo cosas así…!

C.C.: No miento, ¿eh? ¿Quieres intentar tocarme?

Lelouch: No es momento para bromas. Nuestra prioridad es salir de este lugar.

C.C.: Bueno, no hay nada de lo que preocuparse. Puedo pilotar el submarino.

Lelouch: ¿HUH?

C.C.: Durante la Segunda Guerra Mundial era temida como la «loba del océano profundo». Déjamelo a mí.

Lelouch: ¡Entonces haberlo dicho!

C.C.: ¿Es una orden? ¿No dijiste justo antes que no obedecemos órdenes de nadie?

Lelouch: … Entendido. Llegaré a una forma de salir de este sitio sin la necesidad de utilizar el submarino.

Lelouch (pensando): Cuando llegue mañana, seremos capaces de salir de este lugar sin tener que depender del submarino. Podemos avisar al ejército de nuestra posición y secuestrar el barco que acuda aquí. Pero espera, existe la posibilidad de que nos ataquen repentinamente. Eso sería malo. Además, ocurre que hemos asesinado a Galonzo, a quien podríamos haber enviado para anunciar nuestra rendición al ejército. ¿Qué tal si lo convertimos en una situación en la que las chicas son quienes piden ayuda? Pero y si el ejército sospecha de que es una trampa…

C.C.: Hey, Lelouch. No lo haré si es una orden, ¿pero no crees que escucharé tu petición?

Lelouch: ¿Petición?

C.C.: Pilotar un submarino es algo problemático, sería genial si tuviese a alguien que me ayudase. ¿Vendrás conmigo?

Lelouch: Igualmente, cuento contigo.

Code Geass: Fukkatsu no Lelouch – Shinkai no Kakera. Sunrise Studio.

Code Geass: Fukkatsu no Lelouch – Picture Drama 2

Hay al menos otro picture drama incluido en la edición blu-ray japonesa de Code Geass: Fukkatsu no Lelouch, el cual ha tenido la gentileza de resumirnos (al inglés) Thane of Things. En esta ocasión se sitúa inmediatamente después de los acontecimientos de la película y se centra en una serie de conversaciones que tienen varios personajes femeninos mientras se bañan y reciben masajes en un hammam (baño turco) en Zilkistán (ubicación de los villanos de la cinta).

Nina, una de las presentes, menciona cómo Lelouch y C.C. han huido juntos, mientras que Anya remarca que él ha elegido a la peliverde sobre su familia (Nunnally). Nina opina que es inapropiado por su parte que haya sacado el tema.

Entonces las dos miran a Kallen (también está allí), quien pregunta qué están mirando. Nina entonces le cuestiona si todavía le gusta Lelouch (ya que sabe del beso que Kallen le dio al muchacho cuando era emperador), a lo que la pelirroja se pone nerviosa.

Cambien de tema y le preguntan a Nunnally si le gusta Suzaku, a lo que responde que Suzaku murió en Damocles y está en el cielo junto a Euphemia. Nina dice que siempre la recordará.

Después se preguntan qué van a hacer al regresar a sus hogares. Kallen quiere ir a ver a su madre, mientras que Anya volverá a la granja de naranjos. Dice que «le gustan las naranjas», lo que las chicas interpretan como que está enamorada de Jeremiah. Especifica que le gusta sobre todo su sabor, por lo que Nunnally cae en la cuenta de que se refiere a la fruta; sin embargo, Nina todavía piensa que se trata de Jeremiah.

Entra Kaguya y todas intentan callar sobre Lelouch (ya que creen que ella no sabe que éste y C.C. se han ido juntos). Kaguya las ha escuchado y Nina intenta aclarar que no hablaban de «ruruushu» (Lelouch), sino de las «rules» (reglas) del hammam. La morena entonces aclara que ya sabe lo de Lelouch y C.C., ya que se lo oyó decir a Sayoko. Considera que ha «perdido» frente a la peliverde y todas reflexionan sobre cómo C.C. estuvo con Lelouch desde el principio de la historia.

Code Geass: Fukkatsu no Lelouch – Picture Drama. Sunrise Studio.

El tiempo contigo (Tenki no Ko), amor y lluvia en su máxima expresión

Makoto Shinkai es uno de los nombres que más destaca dentro del mundo de la animación en los últimos años, especialmente tras el estreno de Your Name (Kimi no Na Wa), cinta que rompió todos los récords en Japón y que Hollywood tiene en sus planes adaptar bajo la producción de J.J. Abrams. Ahora nos llega su último título, que por estos lares se ha traducido como El tiempo contigo (Tenki no Ko en original y Weathering With You en inglés), de la mano de Selecta Visión.

Hodaka (voz en japonés de Kotarô Daigo) es un joven de 16 años que huye de su isla natal para hallar oportunidades en la prometedora Tokio. La capital nipona no resulta ser lo que esperaba y el muchacho pronto se encuentra sin dinero y mendigando, hasta que acude al negocio de un conocido, Keisuke (Shun Oguri), quien lleva una editorial amateur especializada en temas sobrenaturales. Allí conoce a la universitaria Natsumi (Tsubasa Honda) y juntos empiezan a investigar los rumores sobre una chica que es capaz de hacer que salga el sol (ya que apenas ha parado de llover en meses), Hina Amano (Nana Mori).

Esta es la premisa básica de la película, que a lo largo de sus más de dos horas no para de desarrollar a sus personajes, motores del guión. No debe preocuparnos la duración de la cinta, pues se pasa ciertamente rápido en buena parte gracias a lo que nos encariñamos con sus protagonistas y la química que se va generando entre todos ellos. Si bien sucede algún (pequeño) altibajo en el ritmo.

Las comparaciones con Your Name han sido numerosas, lo que en nuestra opinión no hace justicia al trabajo de Shinkai pues, si bien es cierto que existen elementos comunes entre ésta y El tiempo contigo, también lo es que bebe bastante de otros títulos anteriores (y de gran calidad) como El jardín de las palabras (especialmente la presencia de la lluvia, lo que otorga cierto deje melancólico). Aporta a su vez novedades como el reflejo de una Tokio mucho menos glamurosa y algo cruda.

Tenki no Ko. CoMix Wave Films.

El tiempo contigo es más introspectiva que Your Name y menos que, por ejemplo, Cinco centímetros por segundo, logrando un buen equilibrio entre un ritmo más que aceptable para un público mayoritario y esa citada melancolía o sentir de los personajes tan propio de la filmografía de Shinkai.

Otro rasgo que hemos encontrado más positivo que en otros de sus trabajos anteriores es cómo se desarrolla el vínculo entre los protagonistas, especialmente entre Hodaka y Hina, pues ambos interactúan más y su relación se torna más cercana y creíble, llevándonos a un clímax que nos dejará sin aliento (y un final algo abrupto, eso sí).

El excepcional arte de Shinkai, por el cual ya era conocido, alcanza aquí unos niveles extraordinarios, llegándose a superar a sí mismo (lo que estaba complicado). Los escenarios de Tokio son fieles a la realidad, embriagados por ese colorido tan propio de este realizador japonés que le aporta esa magia que siempre impregna sus argumentos.

Esta no es la excepción, se genera un buen híbrido entre el costumbrismo de la sociedad nipona con elementos más legendarios de su cultura, creándose un buen ejemplo de realismo mágico.

Tenki no Ko. CoMix Wave Films.

No podemos decir nada sobre la espectacular animación de la lluvia, el agua y el movimiento en general que no se aprecie por sí solo a través de las imágenes. Por todo esto, conviene verla en pantalla grande al menos una vez, nuestros sentidos lo agradecerán.

La banda sonora, otra de las constantes del cine de Shinkai, sobresale nuevamente en El tiempo contigo. El japonés vuelve a contar aquí con el grupo Radwimps, acompañados esta vez por la voz de Toko Miura, novedad que viene como anillo al dedo a determinados momentos y escenas. Las melodías puramente instrumentales son asimismo destacables y suman tanto a los momentos dramáticos como a los cómicos (muy bien integrados, por cierto).

Si hubiera que ponerle un mayor «pero» a El tiempo contigo (pues no existe obra perfecta) sería que se echa en falta, otra vez, algo de trasfondo a las motivaciones de los protagonistas, especialmente del masculino. Como ya ocurriera con Taki y tantas otras creaciones de Shinkai, apenas sabemos nada de la vida pasada del personaje, lo que puede quitar credibilidad a algunas de sus decisiones.

En definitiva, El tiempo contigo es una maravilla visual y sonora con un argumento que se hace cercano (a pesar de un realismo mágico muy bien integrado) gracias a sus personajes y a momentos verdaderamente apasionantes. Imprescindible disfrutarla en su máximo esplendor en la pantalla grande.

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Japoneando Anime: El tiempo contigo (Tenki no Ko)

Chocomog y la casa de Aeris, entre las últimas novedades de Final Fantasy VII: Remake

Final Fantasy VII: Remake no llegará al mercado (mundial) hasta el 3 de marzo de 2020; sin embargo, Square Enix ya va calentando todos los motores de su máquina para su próximo gran lanzamiento, hasta el punto de que su director, Tetsuya Nomura, ha asegurado que ya están trabajando en la segunda entrega.

Entre las principales novedades, aparte de las imágenes de Aeris y Barret que recuerdan a los fondos del original, y nuevos render de Reno y Rude, tenemos a la invocación Chocomog, que en Final Fantasy VII no aparecía hasta la Granja de Chocobos, una vez fuera de Midgar.

Chocomog en Final Fantasy VII: Remake

Como este primer episodio va a estar centrado en esta ciudad, el equipo de desarrollo se las ha ingeniado para añadir en ella a invocaciones como Ifrit, Shiva y ahora Chocomog. A este respecto, Nomura ha añadido que no debemos preocuparnos por la extensión o duración de este capítulo. De hecho, él mismo ha tenido que intervenir para que se redujeran algunas partes.

Por ello, entre otros han añadido más minijuegos, como los que ya se han podido ver en tráilers de sentadillas y flexiones en el gimnasio o los dardos en El Séptimo Cielo.

Se ha aportado asimismo nueva información sobre el sistema de materias, el cual podrá acumular experiencia para que el portador pueda llevar más cantidad en su arma o simplemente mejorarlas.

Las mismas invocaciones, por otro lado, llegarán para echarnos una mano en la batalla una vez se rellene la barra ATB. Se podrán mover de manera independiente hasta que se acabe su tiempo, tras lo cual se irán, no sin lanzar un último ataque especial. En el caso de Chocomog, éste recibirá el nombre de Estampida.

Sobre el modo Clásico, pretenderá imitar el sistema de turnos del original mezclado con las nuevas tecnologías y movimientos de cámara del Remake, esto es, nos dará la opción de elegir comando (ataque corto, magia, etc.) cada vez que se rellene la barra ATB. Podremos volver al modo de batalla más basado en la acción cada vez que queramos.

Nojima asegura que Final Fantasy VII: Remake se prestará menos a la libre interpretación

Sobre la información aportada por parte del equipo de desarrollo de Final Fantasy VII: Remake, Kazushige Nojima, quien ya fuera guionista también del original y que ha regresado para la escritura de esta entrega, ha asegurado que, debido a los últimos avances tecnológicos, se ha modificado la narrativa de los videojuegos.

Por ello, donde antaño el jugador aportaba su imaginación y se podía interpretar una misma escena de varias formas, se ha visto reducido drásticamente, esto es, la información que ahora aportará Final Fantasy VII: Remake se prestará mucho menos a debate. Esto, según el guionista, es uno de sus «mayores temores» respecto a este proyecto.

Lo que sí nos ha asegurado el co-director del Remake junto a Naoki HamaguchiMotomu Toriyama (quien dirigió la trilogía de Final Fantasy XIII), que estará presente es toda la escena de Mercado Muro, donde aparecen, entre otros, la Posada de la Abeja y el minijuego de Cloud haciéndose pasar por mujer para infiltrarse en la mansión de Don Corneo. Estos momentos son bien conocidos por el realizador, pues es quien se encargó de escribirlos para el juego original.

Finalmente, además de lo anteriormente mencionado, Nomura ha afirmado nuevamente que habrá nuevos jefes por todo Midgar, incluido al final de nuestro recorrido por esta megalópolis, ya que, en sus propias palabras, seguramente estemos esperando que nos topemos con Motor-Bola en nuestra huida de Shinra… Pero habrá más. Así como personajes no principales.

El director había ideado originalmente a este título como la conclusión de toda la Compilación de Final Fantasy VII, dejando caer que posiblemente una vez finalizado (en unos añitos), se lo deje descansar… quizás para siempre.

Os dejamos en galería todas las nuevas imágenes de Final Fantasy VII: Remake, que incluye escenas de batalla, Chocomog, más de Rude y Reno, la iglesia y la casa de Aeris.

Japoneando Anime: El tiempo contigo (Tenki no Ko)

Makoto Shinkai (Your Name) ha estrenado nueva película el pasado verano en Japón, la cual llega finalmente a España de la mano de Selecta Visión. Estamos hablando de El tiempo contigo (Weathering With You en inglés y Tenki no Ko en el original japonés), la cual ha cosechado éxitos de taquilla y crítica allí por donde ha pasado. Hemos sido unos de los afortunados de haberla visionado durante el preestreno de ayer en los cines Yelmo de Madrid, por lo que hemos podido pensar y enumerar varios aspectos que presenta relacionados con la cultura y sociedad niponas.

Teru teru bozu («brilla, brilla, monje»)

Seguro que los aficionados a la cultura japonesa lo han visto alguna vez: ese muñeco con forma parecida a la de un fantasma de trapo que cuelgan de algunos sitios. En El tiempo contigo también hacen acto de presencia de forma prominente, enganchados a un paraguas y con el hermano menor de Hina, Nagi, disfrazándose de uno. No podía ser menos, pues estos muñecos son en realidad amuletos contra la lluvia y reciben el nombre de «teru teru bozu» (てるてるぼうず), que vendría a significar «brilla, brilla, monje».

Evidentemente, hacen referencia a un monje budista y son especialmente populares entre los niños, ya que son muy fáciles de hacer. De hecho, hay una canción infantil que es muy conocida en Japón que se usa a modo de invocación para que el teru teru bozu haga que cese la lluvia:

Es fácil entender su presencia en una película con la temática de El tiempo contigo, ya que Hina viene a ser básicamente una teru teru bozu en carne y hueso. Lo que nos lleva a…

Hare onna y Ame otoko

Vamos a detenernos un momento en el término por el que se dirigen a Hina varias veces a lo largo de la película (al menos en el audio original japonés): «hare onna» (晴れ女), literalmente mujer que despeja el cielo.

Por lo que he encontrado, en inglés se ha traducido como «sunshine girl» y en los subtítulos que vimos nosotros como «la chica que detiene la lluvia» (o similar, que lo cito de memoria). En realidad, este término es bastante común en Japón y hace referencia a la gente que parece traer el buen tiempo, siendo su versión masculina «hare otoko» (晴れ男).

Para denominar todo lo contrario, a las personas que parecen atraer el mal clima, se los llama «ame otoko» (雨男) o «ame onna» (雨女, hombre o mujer de la lluvia, respectivamente).

«Tenki no Ko». CoMix Wave Films.

Senpai y kôhai

Un chiste recurrente a lo largo de la cinta es la forma en la que Hodaka, de 16 años, aborda a Nagi, claramente menor que él. Quizás se pierda con la traducción (en nuestros subtítulos casi nunca se le hacía referencia), pero en el original Hodaka se dirige a Nagi desde más o menos la mitad de la película como «senpai», lo que resulta inusual y muy chocante en alguien que es menor que el interlocutor.

En Japón, el sistema social, muy arraigado en el confucionismo, se basa en el respeto de la mujer al hombre y de los menores a los mayores (por ejemplo del hijo al padre). Esto en la lengua japonesa ha derivado en los honoríficos «senpai» (先輩) y «kôhai» (後輩), siendo el primero la forma en la que alguien de menor edad o inferior rango se dirige a otro, y el segundo todo lo contrario (el mayor al menor). Esto es bastante estricto y se utiliza tanto en la escuela (por ejemplo alguien de un curso inferior) como en la empresa (aquí juega un papel el rango o puesto).

Por eso, que alguien claramente mayor, como Hodaka, se dirija a Nagi como «senpai» es un recurso humorístico y algo chocante, especialmente para los japoneses. Este rasgo también se utiliza, de manera mucho más dramática, entre Hodaka y Hina, ya que se juega con las edades de ambos a lo largo de la historia, lo que causa que el muchacho se dirija a ella con el honorífico de «san» mientras que la joven simplemente lo llama «Hodaka».

Nagi, Hina y Hodaka en «Tenki no Ko». CoMix Wave Films.

El bien grupal contra el beneficio individual

Uno de los conflictos que presenta El tiempo contigo es un dilema que podría decirse universal, pero que tiene mayor presencia en los países de Asia Oriental y aún más en Japón, por confrontar sus enseñanzas tradicionales locales (de nuevo, muy basadas en el confucionismo, pero también en los orígenes tribales y en una larga duración de un sistema feudal) con las influencias de Occidente desde la segunda mitad del siglo XIX.

En Japón, como bien se sabe, se da especial importancia a la armonía grupal y a la ausencia de rasgos individualistas, lo que choca con el ser occidental, que tiende mucho más hacia lo contrario. A raíz de la occidentalización de Asia y con la ocupación de Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, el pueblo japonés ha ido hacia dos vertientes: o bien la asimilación de lo que algunos consideran como más positivo del lado occidental; mientras que otros se han reforzado en su tradicionalismo, endureciendo la creencia del bien grupal y asimilándolo como una de las características propias del pueblo japonés o «japonesidad» y que lo diferencia del resto (desde su perspectiva, para bien, claro está).

«Tenki no Ko». CoMix Wave Films.

Hacia el final, todos los personajes principales se enfrentan a este tipo de dilema y toman sus decisiones, lo que conlleva consecuencias que marcan el epílogo de la cinta. Al parecer, el propio Shinkai contó en una conferencia en el Animation Film Festival del pasado octubre que este fue uno de los motivos por los que a algunos de los críticos más mayores en Japón no les gustó El tiempo contigo.

El mundo empieza en las profundidades del océano

Seguro que este concepto les suena a quienes hayan visto la cinta de animación china Big Fish and Begonia (estáis tardando en verla), pues su argumento parte de esta premisa, con raíces chinas, sobre nuestro mundo unido por cielo y océano, es decir, empieza donde termina el otro, originándose un círculo vicioso.

El tiempo contigo, si bien no se centra tanto en este concepto, juega bastante con él, con peces cayendo del cielo; los dragones celestes con forma de anguila gigante (muy a lo dragón chino); la isla a donde va a caer Hina, que está depositada sobre una nube; o la información que aporta el personaje de Natsumi de una determinada nube conteniendo tanta agua como un lago.

«Tenki no Ko». CoMix Wave Films.

Torii, la entrada al mundo de los dioses

Para ir finalizando, que la entrada nos está quedando larga, si hay un elemento importante en la última cinta de Shinkai es esta puerta roja situada sobre un edificio abandonado. La misma sirve, como todas las torii (鳥居) situadas a la entrada de santuarios y templos (jinja 神社), de ingreso al mundo de los dioses.

Elemento característico de la religión animista de origen japonés, el shinto o sintoísmo, se asemeja a una puerta con forma rectangular, alargada y normalmente de color rojo (es especialmente famoso el conjunto de torii que hay a la entrada del santuario Fushimi Inari en Kioto). Su presencia casi omnipresente en la película sirve para avisarnos de que, en medio de tanta actualidad, modernismo y costumbrismo tokiotas (pues uno de los rasgos de Shinkai es la fidelidad de sus paisajes dibujados a los reales), siguen estando presentes los dioses. Al fin y al cabo, el ser humano no deja de ser insignificante en el conjunto de las cosas (otro de los mensajes de la cinta).

Podríamos escribir largo y tendido sobre la película y aspectos varios que muestra sobre la cultura y sociedad niponas, como la creencia de estar unidos por el destino a través de los paraguas o esa sátira a la pasividad del pueblo japonés a través de los policías o cierta escena con Hodaka corriendo. Pero creemos haber comentado lo más importante. Ahora solo queda disfrutar de esta maravillosa película y la multitud de matices que ofrece.

«Tenki no Ko». CoMix Wave Films.

Klaus, magia en animación que mezcla técnicas 2D y 3D

Sergio Pablos ya se ha hecho un nombre conocido dentro del mundo de la animación en Estados Unidos por sus propuestas ajenas al gigante Disney-Pixar, si bien sus primeros pasos los dio en la Casa del Ratón como diseñador de personajes de, entre otros, Goofy e hijo, El jorobado de Notre Dame o El planeta del tesoro, de la cual saltó a idear el concepto detrás de Gru, mi villano favorito. De la adaptación «disneyniana» de la novela de Robert Louis Stevenson y su doctor Doppler parece haber recogido bastante para Jesper Johansen, protagonista de su obra como guionista y director, Klaus.

Klaus cuenta una especie de origen ficticio de Santa Claus o Papá Noel a través de las peripecias de Jesper (voz en versión original de Jason Schwartzman y Quim Gutiérrez en la española), un muchacho rico cuyo padre lo obliga a hacer carrera como cartero en el pueblo más inhóspito y al norte posible, Smeerensburg, y así poder hacer algo de provecho para la sociedad. Allí se encuentra con las constantes disputas entre dos clanes, los Krum y los Ellingboe, lo que tiene paralizada la vida y productividad de la villa (como la política de cierto país que Pablos conoce bien). Hasta que accidentalmente conoce a un niño encerrado y a un solitario carpintero (con voz de J.K. Simmons en original).

Evidentemente, el guión de Klaus, firmado aparte de por el propio Pablos, por Zack Lewis y Jim Mahoney, no encierra ni trampa ni cartón, puesto que es una cinta que pueden disfrutar también los más pequeños. En ese sentido, no debe esperarse nada del otro mundo en lo que cuenta (la trama es previsible prácticamente al 100%), pero sí en cómo lo hace.

Pablos y su equipo, que en parte está conformado por su estudio de animación en Madrid Spa Studios, han optado por mezclar así lo mejor de la animación 2D (el dibujo a mano y la mayor parte del coloreado) con la del CGI (el programa de iluminación) y lo hacen magistralmente, dando como resultado escenarios hermosísimos y con un deje melancólico que pueden llegar a recordar al más inspirado Tim Burton. Hay así planos de Klaus que son en sí mismos obras de arte, desde la tétrica casa del pequeño Krum hasta la colina en donde habita el carpintero o el poblado de los sámi, todo en esta cinta es visualmente hermoso.

«Klaus». Netflix.

La música, compuesta por Alfonso G. Aguilar, tampoco se queda muy atrás, y da como resultado momentos emotivos y sobrecogedores que ablandarán el corazoncito de adultos despistados (o no tanto). Y uno de los mejores finales en cine (a secas) que recordamos, que no por ser animación infantil debe tratarse a los niños como a idiotas.

Si bien comentábamos al inicio que la trama es previsible, los personajes, aunque siguiendo ciertos estereotipos, se hacen querer. El protagonista, Jesper, empieza siendo básicamente un malcriado adinerado que acaba evolucionando correctamente, así como Alva (voz de Rashida Jones, con quien inicialmente y probablemente se identifiquen varios jóvenes de nuestra era), la adorable Margü y por supuesto el entrañable Klaus. El inesperado vínculo que se va forjando entre éste último y Jesper es lo que mueve fundamentalmente el argumento y, al más puro estilo Buzz y Woody en Toy Story, nos brinda un gran ejemplo de amistad. El humor, imprescindible en este tipo de películas, se encuentra a su vez bien integrado.

En definitiva, Klaus es una excelente película para estas fechas y que puede disfrutarse en solitario o en familia. La animación y el titánico trabajo que han tenido que realizar Pablos y su equipo por sí solos lo merecen. Probablemente la mejor cinta animada producida por Netflix hasta la fecha y sin duda la que guarda más magia y alma en su interior.

Beastars, humanidad con forma animal

Paru Itagaki es, al parecer, una de las jóvenes promesas en el mundillo del manga japonés, habiendo estudiado inicialmente cine y decidir dedicarse a las historias en papel tras no encontrar trabajo «de lo suyo». Por una vez deberíamos estar agradecidos por este devenir de los acontecimientos, pues a día de hoy ya ha recibido varios premios, entre ellos el prestigioso Manga Taishô, por el título que nos ocupa, Beastars.

Legoshi (o Legosi) es un lobo gris que acude a la prestigiosa escuela Cherryton, donde además pertenece al club de teatro. Un día, sucede un asesinato en la institución, pues un carnívoro asesina y devora a la alpaca macho Tem, generando un ambiente aún más tenso que el que ya impera en la sociedad, donde unos y otros deben convivir en la mayor armonía posible, lo que supone que se deban controlar instintos varios. Legoshi es muy consciente de esto, hasta que una noche se topa accidentalmente con una coneja enana llamada Hal (o Haru), la cual hace que su mundo empiece a tambalearse.

Lo que más llama la atención de Beastars es su sorprendente humanidad, teniendo en cuenta que Itagaki ha optado por ambientarla en un mundo ocupado por animales antropomorfos. Legoshi, su protagonista, es un tímido y socialmente torpe joven, de fuertes convicciones, que va madurando sorprendentemente a lo largo de la historia. Pero no es solo el lobo, ya que lo acompañan todo un elenco de personajes principales y secundarios carismáticos, entrañables y complejos (incluso los que están «más de fondo»).

«Beastars», Paru Itagaki.

Son los casos de Hal y el ciervo Rouis o Louis, que terminarían de conformar al trío protagonista, una el objeto de deseo y posterior interés romántico de Legoshi y el segundo algo así como su amigo y archi rival, el espejo en el que se mira. Hal es a su vez un personaje femenino que rompe con varios tropos, como su actitud desinhibida frente al sexo o su apabullante sinceridad, que queda contrastada con su aspecto entre infantil y de señora (la propia autora destaca esto en el diseño), en clara alusión a cómo suelen abordarse a este tipo de mujeres en nuestra sociedad (y sí, hay claras referencias a la masculinidad tóxica y a situaciones de acoso a lo largo de la serie).

Pero también están ahí la loba Juno (otra fémina de lo más interesante), el tigre Bill, el labrador Jack, el panda Gohin, el águila Aoba, el carnero Pina, la leopardo Sheila, y un largo etcétera. Grandes personajes llevan a grandes interacciones, y este es el principal nutriente de Beastars, que por ello nos ofrece numerosos momentos tiernos, emocionantes, terroríficos, tristes o divertidos. Puede que la relación principal de la que parte la serie sea la de Legoshi y Hal (intercalada con Legoshi y Rouis); pero no por ello dejan de hacer acto de presencia todos estos nombres con sus miedos, deseos y complejidades (y a medida que avanza la trama se presentan aún más igualmente interesantes, como el dragón de Komodo Gosha o el híbrido Melon).

Además, Beastars es una de esas series con la que, a pesar de que haya momentos que eclipsan a otros, no se pierde el interés, lo que debemos agradecer al estilo narrativo y dibujo fluidos y muy característicos de Itagaki, que a pesar de contener apenas escenas de acción (haberlas, haylas), mantiene un ritmo muy apropiado. Nos hemos leído los nueve volúmenes publicados en nuestro país «del tirón» y ansiamos más. La adaptación a anime, recién estrenada por el estudio Orange y Netflix, no se le queda muy a la zaga, si bien ciertos pensamientos de los personajes son difíciles de trasladar a la pequeña pantalla.

«Beastars», Paru Itagaki.

En definitiva, Beastars es una serie cercana, que aborda temáticas y problemas que pululan por nuestra actualidad, si bien los personajes son todos animales con forma y sobre todo emociones humanas (las alegorías entre carnívoro/herbívoro y masculino/femenino, o con la xenofobia, también están ahí). Se lee rápidamente, pero contiene varias capas y mensajes que atraviesan la piel y se quedan un rato en el kokoro gracias en buena parte a los carismáticos personajes y a la narrativa de Itagaki, que se nota ha estudiado cine (se pueden captar asimismo referencias a películas como La La Land). La verdad, se me torna complicado transmitir en palabras todo lo que estos nueve tomos me han hecho sentir.

Gracias a Milky Way Ediciones tenemos en español los primeros nueve volúmenes (de un total de quince que lleva publicados en Japón), en una edición bastante buena (la propia autora la compartió por Twitter, dándole su visto bueno), con traducción de Marc Bernabé y que sale al mercado de manera regular. No podemos esperar al próximo.

«Beastars», Paru Itagaki.

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Siete reflexiones sobre la humanidad y la sociedad a través de los animales

La adaptación a anime de Beastars se ha estrenado hace apenas un mes y lo cierto es que está resultando en una experiencia muy disfrutable, si bien no llega a los niveles de (casi) excelencia del manga creado por Paru Itagaki. No es la única obra que ha experimentado con la idea de adentrarse en fenómenos culturales o sociales, e incluso en el existencialismo humano, a partir de alegorías con animales (en este caso, antropomorfizados), empezando por la conocida Rebelión en la granja de George Orwell. Vamos a enumerar nuestras siete preferidas.

Zootrópolis (Rich Moore y Byron Howard, 2016)

Una de las últimas grandes cintas de animación proveniente de la Casa del Ratón, que parece más de Pixar que de Disney, es esta Zootrópolis (más conocida como Zootopia en otros lares) que narra las peripecias de una coneja, Judy Hopps, para lograr entrar al cuerpo de policía en la enorme y dinámica ciudad que da nombre a la película, donde conviven todo tipo de animales. Accidentalmente conocerá al zorro Nick Wilde, quien se verá obligado a ayudarla en un caso donde los carnívoros van perdiendo el control.

La división profunda entre carnívoros y herbívoros y si éstos pueden superar su naturaleza y llegar a la convivencia pacífica es el mismo tema del que partirá Beastars (de la que escribiremos más detalladamente), pero aquí, mensaje claro y comprensible en una cinta que no llega a las dos horas de metraje y que puede ser disfrutada igualmente por niños y adultos, se dirige hacia alegorías contra la xenofobia.

No es la primera película con animales antropomorfos realizada por Disney (cómo olvidar su versión de Robin Hood), pero sí nuestra favorita hasta la fecha.

Rebelión en la granja (George Orwell, 1945)

Orwell es un autor sobradamente reconocido, y no es para menos, pues suya es también 1984 (de rabiosa actualidad). Rebelión en la granja narra cómo los animales de un rancho se levantan contra el granjero y lo expulsan, haciéndose los cerdos (más concretamente, dos de ellos) con el control, basándose en una inteligencia superior. Éstos establecen una serie de normas contrarias a los humanos, las cuales se irán manipulando a medida que ocurren ciertos acontecimientos y los porcinos van adaptándose (demasiado bien) al poder, hasta transformarlas o hacerlas desaparecer casi del todo a su conveniencia.

Orwell escribió esta novela con la clara intención de satirizar el régimen soviético de Stalin y cómo éste fue acabando con el ideal socialista. Puede leerse también como una crítica contra los regímenes totalitarios de la primera mitad del siglo XX. Un título atemporal.

Kimba, el león blanco (Osamu Tezuka, 1950-1953)

El «dios del manga» Osamu Tezuka nunca ocultó que parte de su inspiración a la hora de dibujar partía de Disney, si bien las malas lenguas cuentas que las tornas se intercambiaron con el paso de los años al estrenar en cines a finales del siglo pasado una de las cintas más populares de la Casa del Ratón… Sea como fuere, Kimba, el león blanco siempre contó con bastante fama en Japón. Lo que llevó a una adaptación de anime, entre otros.

Kimba cuenta la historia de un león albino que logra huir de los humanos cuando es una cría, volviendo a la sabana africana. Allí intenta establecer los ideales de su difunto padre y de los aspectos positivos de la civilización humana en sus dominios, no sin dificultades.

La dualidad naturaleza contra cultura (o civilización) es otro de los aspectos más comunes en este tipo de obras, si bien Tezuka lo lleva a un terreno mayormente positivo. Kimba es además un león vegetariano, lo que nos sitúa de nuevo en el caso de carnívoros que buscan el respeto y la convivencia con los herbívoros.

Wes Anderson: Fantástico Sr. Fox e Isla de perros (2010 y 2018, respectivamente)

No podíamos decidirnos por uno de los títulos dirigidos por este peculiar (y genial) director, así que incluimos a los dos.

Fantástico Sr. Fox (Fantastic Mr. Fox en el original), basada en una novela de Roald Dahl, cuenta la historia de cómo el Sr. Fox lleva una idílica vida junto a su mujer y su hijo Ash. En realidad el ahora padre de familia era antaño un ladrón de gallinas, pero al enterarse de que su pareja estaba embarazada ambos deciden asentarse y llevar una vida «fantástica». Con el paso de los años, Fox va dejando aflorar más sus instintos y la necesidad de volver a su antigua vida, lo que lo pone en un compromiso con la sociedad animal y con un grupo de crueles granjeros.

Isla de perros por su parte narra las pericias de un grupo de cánidos que se ven obligados a sobrevivir abandonados a su suerte en una isla inhóspita, ya que el gobierno japonés ha decretado una ley que expulsa a todos estos animales. Un día aparece accidentalmente un niño nipón en busca de su perro, a quien el grupo de canes decide unirse para ayudarlo.

Mientras Fantástico Sr. Zorro utiliza el recurso de animales antropomorfos (por decisión explícita del propio Anderson), Isla de perros mezcla más activamente a los animales (tal como los conocemos, al menos físicamente) con los humanos. La primera es una sátira del ideal de vida (americano) y la búsqueda de la autorrealización; mientras que la segunda homenajea a las cintas de vaqueros y forajidos, e incluso a Los siete samuráis de Akira Kurosawa, a través de su maravilloso grupo de perros protagonista.

El jefe es una onee (Nagabe, 2013-2015)

Aquí nos ocurría algo similar que con Wes Anderson, ya que Nagabe suele dibujar a animales o seres antropomorfos en todas sus historias ( y somos especialmente fanáticos de La pequeña forastera), pero probablemente la que más se adapta hasta la fecha (de lo que hemos leído) al mensaje cultural o social basándose en alegorías con animales es esta El jefe es una onee.

El manga nos cuenta cómo el reptil Vincent Falnail es un ejecutivo, jefe de un departamento en una multinacional, de día, y travesti de noche («onee» en japonés, sin los sufijos «san», «chan» o similar significa gay, travesti, cisgénero o alguien con características que no se adaptan al papel masculino en la sociedad heteropatriarcal). Similar a lo que ocurriera con Fantástico Sr. Fox (pero evidentemente con una historia y estilo totalmente distintos), El jefe es una onee confronta el ideal de la sociedad contra el que uno mismo busca como individuo. Además, en este caso se abordan temáticas LGBTI con suficiente sensibilidad (lástima que solo ocupe un volumen).

Beastars (Paru Itagaki, 2016-)

Finalmente llegamos al anime de la temporada, si bien vamos a centrarnos más en el manga (ya que lleva 151 capítulos publicados en Japón frente a los 4 emitidos del anime).

Legoshi es un lobo gris que, a pesar de su feroz e imponente apariencia, resulta bastante tímido y torpe socialmente hablando. Un día en la academia a la que acude, Cherryton, una alpaca macho es asesinada devorada por uno de los alumnos carnívoros. La tensión creciente entre carnívoros y herbívoros se mezcla con el incipiente romance entre nuestro protagonista y una coneja, Haru (o Hal según algunas versiones), preguntándose si ambos podrán convivir y sacar adelante su relación.

Este es el punto de partida de un mundo mucho más rico creado por Itagaki y del que cada vez vamos descubriendo más matices que lo van acercando más al nuestro. Ahí están el ciervo Louis, la loba Juno, el caballo Yafya, el híbrido Melon, y así una multitud. Si bien se van abordando varias temáticas, la principal se basa en la posibilidad de relaciones románticas (y sexuales) entre carnívoros y herbívoros, ya que aparte de su propia naturaleza la sociedad y el sistema mismo no las favorecen. Entre medias, alegorías al feminismo, la masculinidad tóxica (partiendo de Legoshi y Louis) y los roles de género en una sociedad heteropatriarcal.