Tres esperanzas (y preocupaciones) que nos brinda la última demo de Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin

Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin saldrá a la venta el próximo día 18 para PlayStation 4 y 5, X-box One y X/S y PC, por lo que Square Enix está calentando motores para, tras un primer tráiler de lo más rocambolesco, poder atraer al mayor número de jugadores, seguidores de franquicias como las de Final Fantasy o Nioh.

En realidad, nosotros también éramos de lo más escépticos, pero lo digo en pasado porque con esta última demo lo hemos pasado pipa y hay ganas de más. ¿Es perfecta? No, lejos de eso. Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin sigue siendo un producto extraño y un cajón de sastre, pero analicemos por qué podría terminar convirtiéndose en un videojuego, cuanto menos, la mar de divertido.

Esperanza: el sistema de batalla

Detrás de esta especie de remake/precuela del primer Final Fantasy no solo hallamos a Square Enix, sino a Team Ninja, responsables de sagas como la de Nioh, una especie de Soulsborne sin ser taaaan difícil (o esa es la creencia generalizada, no queremos iniciar aquí ningún eterno debate).

Por lo tanto, y en base a lo experimentado en esta última demo (que nos ha llevado casi seis horas en total), la influencia de Nioh es muy notoria. Diríamos que bastante más que la de Final Fantasy, si bien detrás de Stranger of Paradise se encuentran nombres reconocidos de Square Enix como Tetsuya Nomura, Roberto Ferrari o Kazushige Nojima.

El diseño de la princesa Sara está realizado en esta ocasión por Roberto Ferrari. Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin. Square Enix y Team Ninja.

Una vez vencido el estupor inicial (repetimos, la jugabilidad se aleja bastante de un Final Fantasy, especialmente de la de los clásicos), la verdad es que nos hemos divertido de lo lindo. Los combates pueden llegar a ser complejos (todavía no hemos probado el modo Caos/Difícil) y no es un simple machacabotón. Esquivar y bloquear son importantes y puedes ir configurando combos de lo más variopintos. Hay además infinidad de trabajos tanto para el protagonista, Jack, como para sus acompañantes. Es fácil pasarte bastante tiempo customizando a cada personaje; aunque sea solo por mero entretenimiento más que por ser clases realmente efectivas (caso de la ronin).

Preocupación: El texturizado es HORRIBLE en algunas partes

¿Te quejabas de que en Final Fantasy VII: Remake las puertas tenían dientes de sierra? ¿Que Midgar de fondo parecía una masa uniforme? ¿Que Squall era EFECTIVAMENTE el chico más guapo de la sala? Pues no has visto nada… La última demo de Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin se ve de forma bastante fea en algunos tramos, especialmente en las versiones de PlayStation.

Es básicamente un problema de texturas y renderizados: cabellos que brillan como si fueran plástico, rayos de luz pixelados, brazos que se mueven y cuyas mangas atraviesan capas… Desconocemos si es un problema puntual de las demos de PlayStation (y sí, hemos elegido jugar priorizando el rendimiento por encima de los FPS) o si el juego realmente estará así (algo que no parece por los avances…). Nada que, en cualquier caso, no pueda solucionarse con un parche. ESPERAMOS.

Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin. Square Enix y Team Ninja.

Esperanza: Garland y sangre

Nada más empezar, la demo (que abarca las primeras misiones del juego) ya muestra una cara conocida para los seguidores de Final Fantasy, el villano Garland, cargando con el cuerpo de la princesa Sara, machacando a todo aquel que ose intentar pararle los pies. La escena es bastante brutal y hay sangre e incluso alguna amputación, por lo que ya se hace uno la idea de que este Final Fantasy será (al menos en este aspecto) más maduro que los demás.

No solo en la sangre, sino en la edad de los protagonistas. Al menos en base al diseño, es fácil deducir que Jack y los demás rondan la treintena. Pero además, se menciona ya dos veces en la demo que los guerreros de la luz llevan ya en ese mundo (supuestamente) diez años… Por lo que, a no ser que haya algún giro de guion que desconocemos (recordamos que los viajes en el tiempo son aquí importantes), todos ellos debieron empezar siendo jovencitos; pero ya no lo son tanto (sí, incluyendo a personajes femeninos como Sara o Neón, que tienen pinta de churumbelas).

Dicho esto, hablemos de Jack. Jack Garland (no es un spoiler, Square Enix te lo revela ya en el segundo tráiler). El tipo transmitió una impresión en el primer avance que rozaba lo grotesco: ¿Qué hace un hombre de mediana edad vestido con chándal de Primark obsesionado con Caos en un mundo de fantasía? Por eso los protagonistas adolescentes son más creíbles…

Bueno, en la demo final Jack mejora considerablemente. Sí, sigue siendo un señor vestido (inicialmente) con ropa hortera y mundana que repite en varias ocasiones que solo quiere cargarse a Caos, sea lo que sea, y lo demás le da igual. Pero hay un par de factores que matizan esto: no se especifica que Jack venga de nuestro mundo (bueno, sigue escuchando temas de Frank Sinatra o Limp Bizkit con su móvil -¿cómo mantiene la batería?-) y, de hecho, el coproductor Jin Fujiwara ya habría confirmado que proviene de Lufenia. Y que observamos que el tipo es algo más complejo (tampoco mucho, pero algo) que lo que pudiera parecer.

Jack Garland en Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin. Square Enix y Team Ninja.

Pensemos en Cloud Strife al inicio de Final Fantasy VII o en el Remake, o incluso en Squall en Final Fantasy VIII (ambos son personajes creados por Nomura en guiones de Nojima). Cloud es un tipo inicialmente borde y seco, que solo se preocupa por terminar la misión para así llevarse el dinero y lo demás le da igual. Hay gesticulaciones de Cloud en el Remake (como cuando pasa de los sermones de Barret o en su primer encuentro con Aeris) que nos han venido a la mente mientras veíamos a Jack interactuar con los demás en la demo.

Sin embargo, Cloud tiene más adentro de lo que parecía inicialmente, crisis de identidad incluida; y parece que Jack puede ir por los mismos derroteros con lo de los viajes en el tiempo y la amnesia. Viendo solo algunas de sus interacciones con Ash, Jed, Sara o el rey de los elfos oscuros ya se puede percibir algo raro o forzado. Por supuesto, de algún modo tiene que acabar siendo Garland, un tipo que, como ya podemos observar en el inicio del juego, es brutal y se lleva a la princesa (¿Por qué? ¿Pretende en realidad salvarla de algo o impedir algún acontecimiento desastroso o, como en el original, solo por ambición -cosa que aquí dudamos-?).

Es así probable que esa actitud sea un mecanismo de defensa del protagonista, quien ansía llegar hasta Caos para evitar algo, o para romper de una vez con un bucle en el que se ven atrapados tanto él como sus seres queridos (en la demo y último tráiler ya se da a entender que hay rollito entre Garland y Sara). De todos modos, imposible saberlo con certeza hasta la salida del juego.

Garland y Sara en Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin. Square Enix y Team Ninja.

Preocupación: La dirección artística

No nos engañemos, Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin es feo… Vamos, se ve bastante feo. Desde los diseños de los personajes hasta la iluminación, pasando por las citadas texturas. Dista de ser la belleza visual que son, por ejemplo, Final Fantasy IX o X (aunque los diseños de personajes sean en algunos casos bastante horteras…).

Vale, sí, Jack y la princesa Sara son guapetones. Pero sus vestuarios son feos (al menos el de por defecto de él). Y no hablemos de Ash o Jed. Ni tan siquiera Neón y Sofía (aunque ellas tiene más pase) se salvan. Y los escenarios, que rememoran a aquéllos de los Final Fantasy numerados, no suelen mejorar mucho, salvo excepciones y probablemente gracias a la música que versiona a Nobuo Uematsu de fondo.

Conviene ir asimilando, pues, que Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin no va a ser un juego que entre por los ojos. Incluso es posible que estos sangren en algún punto. Pero bueno, tampoco son visualmente hermosos los primeros Final Fantasy (justamente), ni juegos hoy considerados de culto como el primer NieR (previa remasterización) o los Drakengard. Porque para eso compensan otros apartados como la historia…

Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin. Square Enix y Team Ninja.

Esperanza: Nomura y Nojima

Y aquí viene la madre del cordero en este tipo de videojuegos. ¿Pinta bien la historia de Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin? Pues más bien… no. O al menos, lo mostrado en algunos tráilers y escenas genera bastante rechazo o estupefacción en el mejor de los casos.

Sin embargo. es posible que el feo envoltorio esconda algún caramelito. Detrás del guion de este trabajo se encuentran nombres como los citados Kazushige Nojima, Tetsuya Nomura o la escritora de Kingdom Hearts Tomoko Kanemaki.

Nomura y Nojima son dos viejos conocidos para los fans de los videojuegos de rol japoneses. Son los responsables de la creación de personajes como Cloud, Aeris, Tifa, Sefirot, Squall, Rinoa o Yuna, y Nojima ha sido además el autor principal de entregas tan míticas como la séptima, octava y décima de Final Fantasy. Lamentablemente, ambos han estado detrás asimismo de desastres como la novela de Final Fantasy X-3 (caso de Nojima) o algunas partes de Kingdom Hearts (Nomura y Nojima, ambos). Se puede observar además en los últimos años cierta fijación por crear personajes «realistas» (con vestiduras más propias de grupos urbanos japoneses) en mundos de fantasía por parte de Nomura, lo que a veces desemboca en horterada.

Y en la demo final ya se nota algo de ese toque Kingdom Hearts, con Neón y el rey de Cornelia hablando de Caos siendo un símbolo de la oscuridad de los corazones… Por lo que esperamos que no acabe convirtiéndose en otra lucha contra un sincorazón gigante que manipula el destino en las sombras (y van…).

Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin. Square Enix y Team Ninja.

Dicho esto, ponemos esto en esperanza porque, independientemente de lo desastroso de algunas de sus narrativas e ideas, Nomura y Nojima nos divierten. Esto es así, al menos pasas un rato la mar de entretenido, preguntándote hasta dónde serán capaces de llegar. Unas veces son brillantes… y otras no tanto; pero las risas y momentos en el camino no te los quita nadie.

Preocupación: ¿Es un Final Fantasy?

La idea probablemente fue la de realizar un videojuego al estilo Soulsborne o Nioh, pero dentro de Final Fantasy… Lo malo, es que al final de Final Fantasy puede que le queden solo el nombre y algo de la esencia argumental de la primera entrega. Por lo experimentado en la demo, Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin tiene bastante más de Nioh que de cualquier otra cosa.

No solo en su divertido y dinámico sistema de combate, sino también en otros aspectos muchos menos atractivos como la ausencia de exploración y de ciudades: simplemente, de una mazmorra saltamos a una cinemática y de ahí a otra mazmorra. Que bueno, al menos éstas se encuentran inspiradas en escenarios míticos de los Final Fantasy numerados, pero están «vacíos» de la vida que sí suele estar en las ciudades.

En definitiva, Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin nos tiene más intrigados que en un principio, donde nos generó mayoritariamente rechazo. No es un juego que entre por los ojos, pero su historia puede tener algo más de sustancia que la que aparenta inicialmente, especialmente su personaje principal Jack/Garland y el ver cómo se va todo al carajo.

P.D.: Haced el favor de jugarlo con voces en japonés, que mejoran (sobre todo la de Jack, que es la del gran Kenjiro Tsuda) muchísimo la experiencia.

Cómo una colaboración como Terra Wars mejora algunos aspectos de Final Fantasy XV

Final Fantasy XV cumple hoy cinco años desde su lanzamiento, tras haber pasado un largo desarrollo plagado de complicaciones y muchos rumores desde que se anunciase inicialmente como Final Fantasy Versus XIII.

Así, lo que terminó siendo el periplo del príncipe Noctis junto a sus amigos para recuperar el trono ha llegado al lustro pasando por momentos de pena y de gloria. Siendo, como se esperaba, un top en ventas, tras unos pocos años desde su salida se anunció que su director, Hajime Tabata, abandonaba Square Enix y que por lo tanto todos los planes que había en marcha para su expansión, como un contenido descargable sobre Luna, se cancelaban.

Eso sí, antes de dicho punto final se logró lanzar episodios que ampliaban las narrativas de los acompañantes de Noctis, uno de ellos (Ignis) con final alternativo incluido, del villano Ardyn y mejoras como en el famoso capítulo 13 y hasta una colaboración junto al padre de la saga, Hironobu Sakaguchi, con la intención de dar un empujoncito a la que por entonces sería su nueva criatura, Terra Wars (o Terra Battle).

Este episodio colaborativo, de poco más de una hora de duración y gratuito, aparecía así a partir del quinto capítulo de forma optativa. En él, Noctis se veía transportado a otro mundo, donde se encontraba con una misteriosa chica, Sarah (la protagonista de Terra Wars), quien tampoco sabe qué pinta allí. Ambos colaboran entonces para lograr salir de allí a la par que ayudan a unos monísimos seres cabezones, habitantes de dicho lugar y conocidos como hiso.

Final Fantasy XV y Terra Wars. Square Enix y Mistwalker (creemos que la captura le pertenece a Miraculous Maku de Twitter).

La vieja fórmula: chico conoce a chica

Final Fantasy XV fue criticado desde antes de su lanzamiento al anunciarse que no contaría con ningún miembro femenino en su equipo principal, centrándose en el periplo de Noctis y sus tres amigos. Diseños sexualizados como el de Cindy no hicieron más que empeorar la causa.

En realidad, que la narrativa se centre en la historia de cuatro amigos «de los de toda la vida» no es en sí malo y es, de hecho, una de las grandes virtudes de Final Fantasy XV. No obstante, sí se siente ocasionalmente la falta de un acompañante extra; no ya tanto femenino (que también), sino que venga a aportar ese elemento tan característico de las narrativas de fantasía o de las buddy movies, que es «el nuevo».

Ni tan siquiera Iris, presencia puntual en el equipo, suple esto; pues es también una vieja conocida. Otros visitantes ocasionales, como Ardyn o Aranea, hacen además de antagonistas en algún punto de la historia y su presencia no es tan efectiva como para marcar una diferencia en algo dentro del grupo principal.

Además, ninguno de ellos pasa tiempo significativo a solas con el protagonista (obviando a Ardyn, claro; pero porque es el villano), y este es uno de los puntos fuertes de Aranea con Prompto en su DLC correspondiente.

Final Fantasy XV y Terra Wars. Square Enix y Mistwalker.

La idea de que un elemento ajeno a la zona de confort venga, revolucione (positivamente), genere químicas y frustraciones y por lo tanto nos cause intriga siempre es un punto de atracción en el espectador. Es uno de los roles que cumplen, por ejemplo, Terra o Celes (Final Fantasy VI), Aeris (Final Fantasy VII y Remake), Rinoa (Final Fantasy VIII), Tidus (Final Fantasy X), y un largo etcétera. No lo hay, lamentablemente, en Final Fantasy XV (no al menos en su historia de lanzamiento).

Esta es en realidad una premisa narrativa más vieja que el defecar y bastante básica; pero precisamente por su efectividad se continúa repitiendo. Es este elemento el que permite asimismo mostrar una cara del personaje al que el espectador o jugador no está acostumbrado, por lo que permite incluir más información y complejidad.

El primer gran acierto así de la colaboración con Terra Wars es que únicamente Noctis es transportado junto a Sarah, a quien evidentemente no conoce de nada (y viceversa). Así, ambos pasan de un estado de desconfianza total (sobre todo por parte de él) a una genuina camaradería. En poco más de una hora el vínculo que se establece entre ellos es más efectivo que el que genera el grupo de muchachos al completo con, por ejemplo, Aranea. Y no hablemos ya del que mantienen el protagonista y Luna (ya escribiremos de esto…). Incluso deseas que Sarah se una a tu equipo (y no es ni tan siquiera del mismo juego).

Esto se logra fácilmente por lo que hemos citado: un nuevo personaje que llega, altera la zona de confort del protagonista, pasa un tiempo a solas con él (este no tiene por qué ser romántico) y ambos presencian alteraciones en su relación, habiendo un principio, desenlace y final claros.

Lo que pudo haber sido Luna…

Comparar está feo y veníamos muy predispuestos a que nos gustase Luna… Pero la verdad, no la construyen bien en Final Fantasy XV. Bueno, no la construyen a secas. Y no nos referimos a su modelado.

Luna no es un personaje, es una idea o incluso un plot device, es decir, está para hacer avanzar el argumento. Pero no conocemos realmente nada de ella, ni tan siquiera se desarrolla adecuadamente la relación con su hermanos Ravus, que es un personaje aparentemente importante. Y cuando sale hablando con Gentiana, es (evidentemente) sobre Noctis. Así, Luna existe por y para Noctis.

Lo malo de esto, aparte de simplista (por no llamarlo de otra forma) es que es irreal. Nadie es así. Y encima no hay una motivación realista tampoco para que Luna tenga esta fijación, enamoramiento o lo que sea. No ve al susodicho desde que son niños (para más inri, cuando ella tenía 12 años y él 8… lo cual da directamente un pelín de repelús). «Hablan» (mejor dicho, se escriben) mediante un diario porque se lo prometieron cuando eran pequeños, ni tan siquiera se llaman por teléfono (¿?). Un despropósito.

Para colmo, además de plot device Luna pasa a cumplir también el tropo de mujer en el congelador (del inglés women in refrigerators); esto es, el personaje femenino es asesinado simple y llanamente para motivar al protagonista. Porque total, esa es su función (si ni tan siquiera es personaje…).

Final Fantasy XV y Terra Wars. Square Enix y Mistwalker.

A lo largo del desarrollo de Final Fantasy XV, antes Versus XIII, la gente se había hecho ilusiones con la protagonista femenina debido a que Stella (antes de Luna) había sido anunciada justo después de Noctis. Además, peleaba contra él. La imaginación echó sola a volar. Y claro, luego salió el juego final y…

La aparición de Sarah, durante poco más de una hora, nos viene a recordar un poco ese «qué pudo haber sido». Con manierismos que ocasionalmente nos recuerdan a la Stella mostrada en el avance en el que charlaba con Noctis (ya son más líneas de diálogo que las intercambiadas entre él y Luna…), que a su vez nos traía a la mente a esa Rinoa que se presentaba ante Squall en la sala de baile, es solo cuestión de tiempo que el subconsciente encaje las piezas.

No nos referimos necesariamente a un ángulo romántico, sino en general al de la química a secas. Como el que tienen los personajes que protagonizan las buddy movies. Química necesaria para que podamos creernos ese vínculo y que por lo tanto la historia nos cale más hondo.

Y además, Sarah lucha junto al protagonista y no en escenas tras las cámaras.

Más fantasía en el mundo basado en la realidad

Al poco de anunciarse Final Fantasy Versus XIII, el que por entonces era su director, Tetsuya Nomura, comunicó que pretendía contar una historia de fantasía en un mundo basado en la realidad. Esta premisa parece que sí se arrastró a Final Fantasy XV, con ese palacio que parece el Ayuntamiento de Tokio, coches y ropas último modelo y ciudades inspiradas en La Habana o Venecia.

No obstante, a veces sientes que escasea un poco el componente fantástico. Sí, están las magias y los ataques imposibles, los monstruos e invocaciones… Pero ese «algo» que te estremece cuando llegas a Cañón Cosmo, vuelas con el jardín de Balamb o paseas por el bosque de Macalania.

Es curioso porque sí nos llega un poco de esa magia con este episodio colaborativo. No sabemos si por la presencia de esos alienígenas tan kawaii (que vendrían a ser como los moguris en este universo), por el diseño de Sarah tan complementado con el de Noctis o por ese jefe final que parece más bien salido de un NieR.

Quizás sea simplemente la banda sonora, pero es despertar ahí Noctis y ya vas sintiendo algo de esa intriga de saber que estás «en un mundo mágico».

En definitiva, Terra Wars fue un simple episodio colaborativo que nos dejó entrever un poco lo que hubiese podido ser una entrega semejante si hubiese tenido un toque más Sakaguchi. Nos gusta mucho la decimoquinta entrega de la saga, que no obstante no carece de errores, algunos de los cuales hay que agradecer intentaron subsanar en estos cinco años. Por todo ello y mucho más, feliz lustro a Final Fantasy XV.

Final Fantasy XV y Terra Wars. Square Enix y Mistwalker.

Cine fantástico de los 80, hoy: Dentro del Laberinto

A lo largo del transcurso de la historia suele suceder que una persona que logra el reconocimiento y la vanguardia, lamentablemente, por circunstancias fortuitas o no, pierde la vida muy tempranamente. En el sector musical tenemos como ejemplo por antonomasia al famoso club de los 27. Sus exponentes más famosos son Jim Morrison, Jimmy Hendrix, Janis Joplin y Kurt Cobain, entre muchos otros.

Si bien murió a los 53 años, Jim Henson puede también incluirse en el conjunto de artistas vanguardistas que murieron a mi humilde parecer muy pronto y con mucha tinta con la que podían seguir  escribiendo maravillas.

En 1955 y con solo 19 años creó el icónico show de Los Teleñecos, con personajes tan entrañables como la rana Gustavo (ahora llamada Kermit, tal su nombre original), Caponata o Big Bird, la cerdita Peggy y los inclaudicables Bert and Ernie (en España, Epi y Blas), entre muchos queridos personajes.

Ya demostrada parte de su vasta experiencia en la televisión, son sus aportes al séptimo arte los que hoy nos convocan. Sus contribuciones como director de cine, de clásicas películas y de culto como lo son El Cristal Oscuro y Dentro del Laberinto han sabido marcar, cada una en su propio estilo, un antes y un después en lo que a cine fantástico se refiere.

Es precisamente Dentro del laberinto, la película que lo consagra como una eminencia en su área, ya que con El Cristal Oscuro sufrió demasiados reveses que hicieron peligrar el estreno de ésta, en el año de 1982.

Ya en 1986 y con el espaldarazo de George Lucas, se estrena Dentro del Laberinto, que lamentablemente fue un fracaso en taquilla, pero obtuvo una merecida segunda oportunidad en los videoclubes y reposiciones de televisión.

Esta película, junto a los Goonies, La Princesa Prometida y Willow entre otras, simplifican un viaje a la más nostálgica infancia y son aquellas cintas que podemos ver una y otra vez, recitando los diálogos sin temor alguno al ridículo.

Dentro del Laberinto evoca una metáfora de lo intrincada y difícil que suele ser la primera adolescencia, del despertar sexual y que  muchas veces no podemos hacernos cargo de todo lo que deseamos. Que a fin de cuentas, para toda acción hay una reacción y que las consecuencias, siempre más temprano que tarde, se terminan pagando.

La sinopsis de esta obra maestra responde a que Sarah (Jennifer Connelly), una chica con una imaginación insondable, disgustada por tener que cuidar a Toby, su hermanito pequeño, en una actitud más que egoísta, invoca a Jareth, el Rey Duende (un impecable David Bowie y no hay nada que objetar), para pedirle que se lleve lejos a Toby y así poder esquivar la responsabilidad de cuidarlo.

Pero su jugada le sale muy mal, ya que una vez se da cuenta de su error, le pide a Jareth que le devuelva al bebé, a lo que el Rey Duende le responde que tiene solamente 13 horas para ir a buscarlo al final de el laberinto, ya que sino, después de expirado este plazo, Toby se va a convertir en un duende por siempre.

El nivel de detalle en las marionetas y decorados es de una pasmosidad absoluta. Henson logra capturar al detalle en el laberinto esa transición que significa el paso a la adolescencia, cuando el dédalo que por fuera y a simple vista parece amigable, es más bien todo lo contrario.

El trabajo por parte de los titiriteros fue titánico y digno de destacar, ya que por ejemplo, solo por Hoggle, cuya voz la hizo Brian Henson, hijo de Jim, se utilizó a una actriz junto a 4 titiriteros, además de 18 motores solo para controlar los músculos de la cara del muñeco.

Personajes

Sarah (Jennifer Connelly): Es la protagonista de la película, quien debe adentrarse en las fauces del laberinto para salvar a su hermanito tras haber tomado una mala decisión.

Toby (Toby Froud): Es el bebé y hermano menor de Sara, quien está secuestrado por Jareth, el Rey Duende. Como curiosidad del guión, el bebé en realidad se llamaba Freddie, pero como el infante solo atendía a su propio nombre, tuvieron que cambiar el guión.

Jareth, el rey Duende (David Bowie): Es el rey duende quien chantajea a Sarah para ser parte de este dédalo ambivalente, donde las mayores confusiones de la chica toman lugar. Por otro lado, es David Bowie, y somos totalmente parciales con él…

Hoggle (Brian Henson): Este duende malhumorado, artero e inseguro guía a Sarah a través del laberinto, ocultando al principio sus no tan benévolas intenciones.

Sir Dydymus (David Shaughnessy): Este ílógico héroe es un perrito  fox terrier alocado  que, junto a su fiel amigo  Ambrosius,  más de una vez defiende a Sarah y a sus aliados. Como curiosidad, Henson tomó algunas ideas prestadas de Don Quijote para el «caballero».

Ludo (Ron Mueck): Aunque su aspecto puede ser bestial e intimidante, es más bien todo lo contrario.

Parte importante y digna de mención es la banda de sonora de esta película. Compuesta por Trevor Jones y David Bowie, se caracteriza por su sonido ecléctico en el carnaval de emociones por las que transita Sarah. Canciones como “Underground”, “Magic Dance” y “As the World Falls Down”, perduran y perdurarán en el imaginario colectivo de toda una generación y de las que vienen.

Continuaciones

Dentro del Laberinto tiene una continuación en formato anime que entrama la vida de Toby. También hay un proceso para hacer un largometraje que continuaría el argumento original. De este proyecto solo sabemos que  el director uruguayo Fede Álvarez tendrá la difícil tarea no solo de dirigir, sino también contentar a todo aquel que se precie como fan de una película tan emblemática como esta.

Generalmente, solemos hacer una lista con pros y contras sobre el tema que publicamos, pero, sin querer generar polémica sentimos desde nuestro más puro  fanatismo, que esta película en todo su conjunto de arte desplegado, no conoce la palabra falencia.

Enlaces relacionados:

Esos clásicos inolvidables: El Cristal Oscuro (The Dark Crystal, 1982)