Octopath Traveler II y la fijación con la lucha de clases

Octopath Traveler II salió al mercado hace unos meses prometiendo (y así cumplió) corregir los errores de su, por otro lado, laureada precuela. Efectivamente, la última entrega de Square Enix y Acquire ofrece otras ocho historias independientes (pero algo más entrelazadas que las anteriores), que recorren un mundo preciosista de cuento que ofrece secretos casi en cada rincón.

Durante mi (larguísima, por cierto) partida encontré, no obstante, que había un elemento común de trasfondo en casi todas las narrativas: la lucha de clases. No sé si es que estoy viendo últimamente demasiado cine surcoreano o en la oficina estoy percibiendo más injusticias, el caso es que, a mi parecer, este título de Asano estaba mostrando mensajes de desigualdad socioeconómica por doquier (al menos, bastante más que en la primera parte). Claro que, teniendo en cuenta una de las tramas principales del aún más reciente Final Fantasy XVI… ¿Será algo que ahora también inquieta al imaginario colectivo nipón? ¿Al mundo?

Avisamos de que habrá SPOILERS de Octopath Traveler II.

Partitio, el ejemplo más claro

Partitio es en esta ocasión el que lleva el trabajo de mercader, por lo que se presta desde el minuto uno a ser quien refleje este tipo de cuestiones en su arco narrativo. Aun con eso, éste se centra especialmente en buscar cierta equidad (dentro de las posibilidades de un mundo de fantasía capitalista).

Octopath Traveler 2. Acquire y Square Enix.

No sin ciertas sobredosis de idealismo (de verdad, qué fácil y qué bien le sale a este hombre lo de montar su propio Carrefour en una ciudad decadente), Partitio acaba enfrentándose inevitablemente a Locke (dudo mucho que el nombre sea una elección casual y sutil), tras haber derrotado a sus secuaces (perro incluido). Básicamente, no rompe con el sistema ni revoluciona nada, pero es su búsqueda de oportunidades y su pura inocencia bienqueda lo que contrasta con los villanos ávidos de riqueza, aunque sea explotando a los demás.

El otro personaje secundario que sirve para representar al rico frente al pobre, pero de una forma muy naif, es Alrond, un extravagante heredero que no tiene inconveniente en invertir su fortuna si ve que la causa es justa (como, por ejemplo, revitalizar su ciudad).

Partitio es generalmente considerado, junto a Agnea, como el protagonista de la historia más “inocente” y desenfadada de todo este Octopath Traveler II, y con razón. Me hubiese gustado ver una crítica más feroz al capitalismo, pero entiendo que, en el fondo, el arco de Partitio nunca fue de eso (sino de reflejar sus posibles bondades, lo cual puede llevar a la trampa). Otra cosa es que la perspectiva del pobre apenas aparezca reflejada (a no ser que se considere a Partitio como tal, pero teniendo en cuenta que en otros tiempos también tuvo un gran negocio y fortuna, no sé yo…).

Octopath Traveler 2. Acquire y Square Enix.

Agnea, Gil y Dulcinea

La otra historia más desenfadada sí ofrece, sin embargo, esa perspectiva del pobre o de la clase obrera, personajes no controlables aparte. Y no tanto por Agnea, quien, aunque provenga del ámbito rural (algo que su lenguaje deja en claro desde el primer momento), no parece que haya pasado nunca por penurias económicas. Sin embargo, en el segundo capítulo llega a Nueva Delsta (una de las varias ciudades por todo Octopath Traveler II que muestra esa división entre zonas ricas y pobres) y se topa con el propietario de un modesto y decadente bar de copas que apenas sobrevive en el barrio marginal. Frente a él, la ostentosa ópera y su dueño, quien será (no podía ser de otra forma) el enemigo a batir en este capítulo.

Esta demostración del mercantilismo del arte no termina aquí. La principal antagonista de Agnea, Dulcinea, proviene de una zona repleta de miseria en Sai, y fue a base de muchísimo esfuerzo por lo que logró salir de ahí y convertirse en una gran estrella.

Dulcinea no critica al sistema ni rompe con él, se suma al mismo. Por ello, se siente amenazada por nuevas promesas como Agnea. No obstante, el enemigo al final no es ella, sino ese mismo molde cruel y dirigido por gente sin escrúpulos, como lo era Locke en el caso de Partitio.

De nuevo para quien esto suscribe, eché en falta algo más de mala leche en todo este embrollo dentro del arco de Agnea. Pero teniendo en cuenta que ni tan siquiera alguien tan inescrupuloso y codicioso como Locke obtiene su merecido al final…

Octopath Traveler 2. Acquire y Square Enix.

Hikari y su pueblo

El príncipe destronado de Ku también proviene, parcialmente, de un origen humilde, pues su madre fue una de las concubinas del anterior emperador, quien la eligió por su renombrada bondad y belleza; sin embargo, no pertenecía a la nobleza. Este es uno de los rasgos que le echa en cara su medio hermano mayor, Mugen, pues él sí pertenece completamente a una alta alcurnia.

Quizás por sus propias vivencias, la madre de Hikari le transmite una cierta empatía por sus súbditos, vengan del estrato que vengan. Probablemente por eso, desde edad temprana se hace amigo de Ritsu, un joven perteneciente a la clase humilde quien ve por ello automáticamente mermadas sus oportunidades. Lamentablemente, esto no impide que Ritsu crezca en un personaje rencoroso y trepa, que no escatima en medios si eso le permite escalar posiciones.

De nuevo, nos encontramos con que al final se culpa más al sistema cruel que al propio personaje por sus acciones, como si éste se viese obligado a actuar de determinada manera si no quiere ser maltratado o, peor aún, ejecutado y reemplazado. Todo esto estaría bien… si Octopath Traveler II se hubiese atrevido a REALMENTE criticar a dicho sistema, o al menos intentar una ruptura con él (quizás la que estuvo más cerca fue Throné en su arco; pero éste no se centraba tanto en las diferencias de clases). Al final, los personajes antagónicos parecen quedar excusados y (salvo Ritsu, y aun así también intentan suavizarlo), ninguno es que termine mal en absoluto.

Octopath Traveler 2. Acquire y Square Enix.

Escrito todo esto, la verdad es que Octopath Traveler II es un muy buen juego (y lo considero uno de mis GOTY), que supera en todo a su precuela. Lo que no quita que haya llamado mi atención sobre este aspecto narrativo, tan centrado en esas aparentes luchas de clases (y que se hallan presentes asimismo en las historias de Castti, con el sobrino heredero de la señora rica y los distintos barrios de la ciudad de Petalogélido; Throné y la citada Nueva Delsta… por no mencionar las misiones secundarias), que al final no llevan realmente a ningún sitio.

Lo mejor de 2018, el año del anime

Ya ha finalizado 2018 y, de hecho, llevamos casi tres días de 2019. Como llevamos haciendo desde 2016, hemos enumerado lo que ha sido para nosotros mejor del año dentro del sector de fantasía y ciencia-ficción en el cine, manga, anime, series y videojuegos. Sinceramente, hemos tardado un poco más porque siento que este 2018 no ha sido especialmente bueno (en vistas de un 2019 repletísimo de estrenos); aunque eso no significa que haya carecido de estrenos que nos han llegado en mayor o menor medida al «kokoro». Empezamos.

5- Vengadores: Infinity War

Estrenada el pasado 27 de abril, la que se anunciaba como primera mitad del épico desenlace del grupo de superhéroes provenientes de Marvel no defraudó. Con más de 2.000 millones de dólares recaudados y gran aceptación por parte de la crítica (84% en Rotten Tomatoes por parte de la prensa y 91% del público), la cinta se coronó como la mayor agrupación de personajes emblemáticos de la saga, desde Tony Stark (Robert Downey Jr.) hasta Capitán América (Chris Evans), pasando por Spider-Man (Tom Holland), Thor (Chris Hemsworth), Pantera Negra (Chadwick Boseman) o los guardianes de la galaxia, solo por nombrar a unos pocos, sabiendo equilibrar los hermanos Russo el tiempo y la trama para que todos ellos brillen.

Pero es que además Infinity War nos trajo un elemento al que la dupla Marvel-Disney nos tiene poco acostumbrados: un villano carismático y amenazante en la forma de Thanos (Josh Brolin). Si a todo ello le sumamos un ritmo trepidante (casi 3 horas que se pasan en un suspiro) y un final que te deja con los pelos como escarpias, no sale un producto (casi) redondo. Infinity War es simple y llanamente una muy buena película de los géneros fantástico y ciencia-ficción.

Vengadores: Infinity War, Marvel Studios y Disney

Puedes leer aquí nuestra crítica de Vengadores: Infinity War sin spoilers.

4- Octopath Traveler

El videojuego desarrollado por Square Enix y Acquire (mismo equipo que hay detrás de la saga Bravely Default) para Nintendo Switch se nos ha presentado como mejor JRPG («Japanese Role-Playing Game») del año, siendo conscientes de que probablemente este puesto iría para Dragon Quest XI si hubiésemos tenido ocasión de disfrutarlo con más tiempo.

Octopath Traveler nos lleva de vuelta a la esencia de los JRPG de las décadas de 1980 y 1990 con mucha maestría y buen gusto, un apartado artístico precioso, una banda sonora muy emotiva compuesta por Yasunori Nishiki, unos personajes en apariencia atractivos y un sistema de combate ultra adictivo. Lamentablemente, peca de no llegar a profundizar más en una historia que ofrece bastantes más posibilidades que las que acaban explotando (y algún desenlace bastante forzado).

Puedes leer aquí nuestra crítica de Octopath Traveler sin spoilers.

Octopath Traveler, Square Enix y Acquire

3- Bumblebee

Quizás porque la tenemos bastante reciente en el recuerdo, lo cierto es que la última cinta del universo cinematográfico de Transformers nos ha encantado. Desde la banda sonora repleta de temazos de los 80 hasta la emotiva relación que establecen Bumblebee y Charlie (Hailee Steinfeld) y que tan bien saben explotar el guión de Christina Hodson y la dirección de Travis Knight, o la sensación de querer volver a vivir en esos años tras salir del cine, o la del mimo con el que se aproximan a la serie animada de 1984-1987.

Lo cierto es que Bumblebee deja con una buenísima sensación después de haberla visto, más aún teniendo en cuenta que proviene de una saga tan desgastada como la de Transformers.

Puedes leer aquí nuestra crítica sin spoilers de Bumblebee.

Bumblebee, Paramount

2- Violet Evergarden

Ha tenido que venir Netflix a salvar este año con dos estrenos de anime que rebosan calidad por todos sus costados. El primero del que hablamos es Violet Evergarden, desarrollada por el estudio Kyoto Animation (sinónimo de calidad al menos en la animación) y basada en las novelas de Kana Akatsuki.

No solo nos hemos encontrado con una animación HERMOSA (en serio, de lo mejor que hemos podido ver en este aspecto en una serie televisiva), sino también con una historia conmovedora y una protagonista con la que empatizamos desde el primer momento, además de una variedad bastante rica de personajes secundarios. El final del primer episodio ya te deja en un mar de lágrimas. 

Por eso mismo, quizás haya gente a la que le pueda parecer que Violet Evergarden es «pornografía emocional» (en ese sentido, no sería un título recomendado); pero desde luego a nosotros nos ha dejado huella y además te hace pensar sobre la importancia de las palabras escritas, los sentimientos y nuestra capacidad (o no) para entenderlos y comunicarlos.

Puedes leer aquí nuestra crítica sin spoilers de Violet Evergarden.

1- Devilman Crybaby

Netflix también se ha hecho cargo de esta última adaptación al anime que conmemora el aniversario de la emblemática Devilman (Gô Nagai). Solo leer el nombre de Masaaki Yuasa en la dirección ya te lleva a pensar en un título de calidad (o cuanto menos «único»).

Efectivamente, Devilman Crybaby nos ofrece su mayor virtud y pecado en lo extraña que es, siempre siguiendo la trama central de la obra original. Nosotros hemos ido pasando de la perplejidad al espanto y de ahí a maravillarnos en cuestión de segundos y durante varias ocasiones en sus 10 episodios. Pasados sus dos primeros capítulos repletos de sexo y violencia bastante explícitos, lo cierto es que Devilman Crybaby guarda un mensaje bastante complejo y universal sobre la verdadera naturaleza del ser humano como ser racional e irracional y la religión. Akira, Ryô y las dos «Mikis» son perfectos ejemplos de ello.

La animación no podía ser menos y también es «rara» (muy del estilo de Yuasa), pero no por ello carente de genialidad.

Puedes leer aquí nuestra crítica sin spoilers de Devilman Crybaby.

Menciones de honor

Somos conscientes y hemos estado a punto de poner en alguno de los puestos videojuegos que aún estamos gozando como Red Dead Redemption 2 (PlayStation 4) o Pokémon Let´s Go: Pikachu/Eevee (Nintendo Switch). También estamos pendientes de Dragon Ball Super: Broly, que sí se ha estrenado este año en cines de Japón, pero aún no en estos lares (en enero en América Latina y el 1 de febrero en España), y que a todas luces está maravillando a los seguidores de la franquicia creada por Akira Toriyama.

Este ha sido también el año en el que hemos descubierto JOYAS como Made in Abyss, Bungô Stray Dogs o The Legend of Zelda: Breath of the Wild (éste último uno de los mejores videojuegos que hemos podido disfrutar en los últimos años). Pero ninguno de ellos es de 2018.

Problemas y anotaciones sobre las historias femeninas en Octopath Traveler

Octopath Traveler, la última apuesta por el JRPG de Nintendo Switch y Square Enix, se caracteriza por su curiosa narrativa compuesta por ocho historias individuales, cuatro de personajes masculinos y la otra mitad de ellos femeninos.

Gracias a que cada uno de los personajes se encuentra bien diferenciado, ya sea en diseño, personalidad o habilidades en el combate y fuera de él, es fácil que cada jugador vaya forjando su favorito a la hora de ir pasando los cuatro capítulos que componen cada historia.

En lo personal, me he encontrado con problemas a la hora de abordar los trayectos de Tressa y Primrose, frente a otros casos como los de Alfyn y Olberic, que van de menos a más. Esto no significa que no me hayan gustado, porque Tressa es de hecho mi favorita; el problema, lo adelantamos, está en cómo se aborda a su personaje bajo algunas circunstancias. Con Primrose la objeción es más de tipo narrativo que otra cosa. Dicho esto, Octopath Traveler nos ha parecido una experiencia por lo general maravillosa y avisamos que habrá SPOILERS.

Primrose, el ¿empoderamiento?

El primer capítulo de Primrose ya llamó la atención desde la demo debido a su enérgico y dramático arranque, con una trama basada en la venganza y en la que no se omiten referencias al sexo y al truculento mundo de la prostitución (más específico aún en el segundo episodio). El primer villano, Helgenish, se hace totalmente odioso, a la par que se sufre por el destino de Yusufa.

El capítulo dos de Primrose sigue por la misma vía con Ariadna, el burdel de Nieveterna y el primer miembro del clan de los cuervos, Rufus.

Las cosas comienzan a torcerse en el tercer episodio y la introducción de Simeón. Se supone que éste es una figura importantísima en la vida de Primrose, su primer amor. El problema viene cuando nos establecen que la relación entre ambos comenzó hace años, cuando Primrose tenía 13 (¡!) y que no se han vuelto a ver desde el asesinato del padre de aquélla. Algo inverosímil se mire por donde se mire.

Se supone que Primrose se libera de las garras de Simeón y de su influencia, que su propósito vital está por encima de todas las cosas, incluido un romance juvenil. El problema es que es DEMASIADO juvenil y, por lo tanto, ni se hace creíble ni pone el mensaje de la historia de Primrose en buen lugar. Simeón no aparece hasta un poco más de la mitad de este arco argumental, sin ningún tipo de aparición ni referencia previos, lo que torna el interés romántico de Primrose en algo forzado e incluso arbitrario o superficial.

No vamos a entrar demasiado en la diferencia de edad entre ambos y en qué tipo de relación pudieron haber desarrollado con los 13 años de la muchacha (yikes), a pesar de que su diseño como jefe y el hecho de que fuera el ayudante del jardinero llevan a pensar que Simeón tampoco sería un señor precisamente.

El problema básico de la historia de Primrose, giros de guión inverosímiles aparte, es que para ser de empoderamiento está totalmente conducida por hombres. Primrose está obsesionada con vengar la muerte de su padre (la madre bien, en solo una escena pariendo, gracias), matando a otros hombres (casi todos ellos horribles) en el camino para ello.

En su trayectoria solo Simeón, su «amor» (…), le hace dudar por un momento. Incluso al final del todo nos muestran cómo Primrose se detiene y cruza miradas con otro muchacho… que luego nos enteramos que es Ravello, un amigo de la infancia que al parecer está enamorado de ella. En definitiva, la única representación femenina en toda la historia de Primrose viene dada por las prostitutas (y su madre pariendo), mujeres abnegadas y rendidas a su pobre destino.

Precisamente, otro de los principales problemas en la historia de Primrose es la asociación de la feminidad con el sexo. No solo por ser la protagonista el prototipo absoluto de la «femme fatale», la mujer es víctima aquí a través del sexo, sin embargo Primrose se refiere ocasionalmente a éste de forma divertida y no duda en utilizarlo a cambio de conseguir algo, lo que frivoliza su magnífico primer capítulo. El hecho de que se pase la mitad de las conversaciones con los otros miembros del equipo hablando de hombres y amoríos tampoco ayuda.

Tressa, la ¿niña? del grupo

En lo personal, de lo que más me ha molestado en Octopath Traveler ha sido el abordaje al personaje de Tressa, entre otras cosas porque nos encanta Tressa.

La mercader del grupo es también la más joven con 18 años de edad… lo que NO significa que sea una niña, pero por algún motivo casi todos los personajes, ya sean o no del equipo, la tratan como tal.

Con 18 años, Tressa ya sería considerada mayor de edad actualmente en la mayor parte de países, en la Edad Media (Octopath Traveler contiene algunos elementos medievales europeos) sería considerada una madura madre de varios hipotéticos hijos y supera en edad a la mayor parte de protagonistas o personajes principales del JRPG y anime promedio. Pero la tratan como a una cría.

Es cierto que la historia de Tressa se basa en el sentido de la aventura, de recorrer mundo y la adquisición de la independencia tras salir por vez primera del hogar paterno. En definitiva, la mayoría de edad y el periplo del héroe en su expresión más clásica. Sin embargo, la premisa de Alfyn, con 21 años, es muy similar y nadie en ningún momento lo trata como a un niño.

Ambos personajes poseen asimismo personalidades muy similares, por lo que la excusa de que un ser animado y optimista sea asemejado a alguien juvenil aquí no sirve (y de hecho, Tressa suele mostrar bastante más mala leche que Alfyn).

Ophilia, con 20 años y muy inocente, tampoco es tratada (habitualmente) como una cría, así que, ¿por qué Tressa? Tememos no hallar la respuesta.

Este aspecto se vuelve especialmente molesto en ciertos diálogos, como por ejemplo cuando Primrose (23 años) la llama abiertamente niña y la trata con condescendencia. Es como si, volviendo al tema de la sexualidad, se la quisiera alejar a Tressa de ella (pura e inocente), volviéndola una mocosa… cuando no lo es. Es decir, el sexo en su versión más oscura y sucia y los seres de luz alejados de semejante elemento (también alejan a Ophilia, pero de distinta manera).

Otros personajes ajenos al grupo, como Ali (de edad muy similar a Tressa) también la tratan como a una cría, poniéndole apelativos o directamente riéndose a costa de su inexperiencia (sangrante es que Ali termine despidiéndose de ella diciéndole que a ver si se vuelve más refinada).

En contraposición a Ali, el capitán Leon es uno de los pocos que trata a Tressa como a un igual, a pesar de tener 33 años, mucho más mundo recorrido (conocer a Leon y el diario que éste le da es lo que termina por decidir a Tressa a lanzarse a salir de su ciudad) y de que suele dirigirse a ella como «muchacha» (del inglés «lass»). Leon siempre toma en consideración a Tressa, admira sus cualidades e incluso la deja actuar sola, interviniendo solo si es necesario al final del primer capítulo (en el tercero ni eso).

Con esto queremos decir que no todo es malo en el abordaje a Tressa, y que como buena narrativa de mayoría de edad y emancipación, hay personajes que creen en ella y otros que se empeñan en seguir con el prisma de la condescendencia. El problema viene cuando la mayoría de los personajes pertenecen a este último grupo (incluyendo lamentablemente a los fans del juego) y cuando la historia concluye sin haber evolucionado mucho en ese aspecto (el ya citado Ali, la última villana de Tressa y en general todo el auditorio de subastas la sigue tratando como a una cría).

Preferimos ver a Tressa como un personaje jovial e inocente, sí, pero producto de no haber salido nunca de su ciudad costera (ese es el quiz del asunto) y no por una cuestión de inexistente minoría de edad.

Ophilia, H’aanit y los padres postizos

Ya hemos hablado de la historia de Primrose y cómo gira alrededor de la figura paterna. Pues bien, el caso de la bailarina no es el único, ya que tanto Ophilia como H’aanit también tienen «padres» (nunca madres) importantes en los motores de sus narrativas, algo que, curiosamente, no le pasa a ninguno de los personajes masculinos.

Tanto Ophilia como H’aanit son huérfanas, siendo la primera adoptada por un arzobispo y la segunda por su maestro Z’aanta. Ambos se vuelven figuras troncales en la existencia de ambas féminas, y de hecho sus respectivas historias se ven iniciadas por su influencia directa (Ophilia decide sustituir a Lianna en la peregrinación al caer enfermo el padre y H’aanit va en busca de su maestro desaparecido).

El caso de Ophilia se vuelve más extremo a partir del tercer episodio, cuando su hermana Lianna la traiciona debido al fallecimiento del progenitor, lo que causa su creencia en que podrá ser resucitado por una especie de líder de una secta (¡!). Como le sucede a Primrose en su historia, la existencia de Lianna y su propósito vital se justifica y se basa en la existencia del padre. Una vez desaparecido éste (algo lógico en el ciclo vital), no saben qué hacer ni por qué están ahí.

En definitiva, Octopath Traveler nos brinda por suerte ejemplos de personajes femeninos atractivos (no solo en su diseño) y fuertes, pero que lamentablemente adolecen en la construcción de su narrativa de algunos de estos elementos que habitualmente se asocian a las mujeres, como el sexo (para bien y para mal), la infantilización y su correspondiente condescendencia o la limitación de su existencia y propósitos a las figuras masculinas.

Ocho motivos por los que jugar a Octopath Traveler

Octopath Traveler, la última pequeña promesa JRPG («Japanese Role Playing Game») de Square Enix para Nintendo Switch, lleva poco más de un mes en el mercado (salió el 13 de julio) y sigue haciendo los delicias de montones de seguidores del género a lo largo del mundo, ya que ha sido número una en ventas en Japón, Estados Unidos y Europa, vendiendo un total de más de un millón de copias.

La crítica también parece haber acompañado a este título, con sus más y sus menos, ya que, a pesar de encontrarnos generalmente ante un muy buen juego, no deja de tener sus «peros». Enumeremos, por lo tanto, nuestros ocho principales motivos por los que jugar a Octopath Traveler.

1- La nostalgia no lo es todo (o sí…)

Salta a la vista que el principal reclamo del nuevo producto de Acquire es el factor nostalgia, sobre todo para aquéllos que crecimos con la Super Nintendo o SNES. Por lo tanto, su público principal (en principio, y según palabras de su propio productor, Masashi Takahashi, él mismo de 33 años de edad) se encuentra entre la treintena y la cuarentena.

Sin embargo, Octopath Traveler no se queda ahí y, haciendo uso del apartado gráfico denominado «2D de alta resolución», se torna asimismo llamativo para un público más joven, quien además puede experimentar las narrativas y estilos de combate más añejos (no todo es «Action RPG» y narrativa hollywoodiense).

Nos encontramos por lo tanto ante un producto bien trabajado y cuidado, que no se basa únicamente en la nostalgia para salir a flote y sostenerse.

2- Personajes variados y definidos

La premisa de Octopath Traveler se basa en ocho historias individuales, con cada personaje teniendo un trabajo y habilidad concretos que ayudarán a irnos desenvolviendo por cada recorrido. Antes de su salida se debatió mucho si las historias llegarían a tener algún tipo de interconexión o no, lo cual puede llegar a echar para atrás o decepcionar a algunos jugadores que esperen una narrativa más «moderna», con un desenlace más unificado, épico y a lo grande.

En ese sentido, nos encontramos ante una premisa más minimalista, y aunque sí hay conexiones y un jefe final bastante jodido, la idea es plasmar el encanto y desenvolturas de cada personaje, lo que ha llevado a que tengan personalidades bien diferenciadas.

Cyrus, por ejemplo, es el erudito (muy similar al mago negro), un investigador y profesor volcado en el descubrimiento de nuevos saberes. Como tal, su principal habilidad se basa en investigar al más puro estilo Sherlock. Al igual que el personaje de Conan Doyle, se trata de un individuo obsesivo, extremadamente inteligente y atractivo, pero una auténtica nulidad en cuanto a cognitivismo e inteligencia emocional se refiere. Por ello, su historia toma los tintes de un thriller, con asesinatos y robos de por medio, aderezados con féminas que no dejan de suspirar por el protagonista (que a su vez no se entera de nada).

El erudito es solo un ejemplo del elenco, repleto de seres carismáticos, cada cual con sus pros y contras.

3- Sistema de batalla dinámico

La variedad en personajes y habilidades conlleva que los combates sean, en su mayoría, originales y la mar de dinámicos, cada uno con una estrategia que nos facilitará (o no) mucho las cosas.

Hay enemigos, por ejemplo, que son fuertes en la magia, otros en los ataques físicos, otros que te roban puntos de salud o habilidad, etc. Se podría decir a su vez que cada uno de los protagonistas tiene un némesis acorde, por lo que hay que saber configurar a los equipos (de cuatro personajes) para cada ocasión.

Los diversos trabajos (ocho principales más cuatro opcionales) que se pueden ir equipando a cada personaje suma a este dinamismo, ya que al guerrero Olberic no le sentará tan bien la erudición como a la bailarina Primrose, por decir algo.

Esto supone un constante ensayo que, saliendo mal o bien, nos puede llevar a probar varios estilos de batalla, todos ellos distintos.

4- Banda sonora gloriosa

El nombre de Yasunori Nishiki no resulta muy conocido, y es que la banda sonora de Octopath Traveler ha sido su primer trabajo importante hasta la fecha. La verdad es que no ha podido tener mejor estreno.

La música de este título, que bebe bastante de las partituras de Nobuo Uematsu para los Final Fantasy clásicos, es uno de sus grandísimos puntos fuertes, sino el que más. Desde su tema principal hasta los desarrollados para las distintas batallas o para cada personaje (cada uno de ellos con un instrumento distinto como base), la banda sonora de Octopath Traveler solamente puede ser calificada como maravillosa y estupendamente acorde para cada situación.

Y es que todos recordamos lo esencial que resulta la música para los JRPG, especialmente los de antaño (que no tenían voces, aunque el juego que nos ocupa sí).

https://www.youtube.com/watch?v=tdzB2-L7roU

5- Qué cosa más bonita

Otro de los aspectos fundamentales de los JRPG añejos es el apartado gráfico, simple y preciosista, con un sabor artesanal y encantador, muy de cuento (no siempre de hadas).

Ya hemos hecho referencia al «2D de alta definición» que los creadores de Octopath Traveler buscaban con este juego, basándose en el motor gráfico Unreal Engine 4.

Lo cierto es que, también gracias a la mano de Naoki Ikushima y Mika Izuka, el título que nos ocupa resulta muy bonito a la vista, nuevamente con espacios muy bien diferenciados para cada situación y personaje.

Así, tendremos una zona nevada para Ophilia, desierto para Primrose, montaña para Olberic, bosque para H´aanit, pantano y llanura para Alfyn, «salvaje Oeste» para Therion, playa y costa para Tressa y ciudadela para Cyrus; además de numerosas ciudades, espacios, cuevas, recovecos y mazmorras.

6- Personajes secundarios queribles

No solo los ocho personajes principales componen Octopath Traveler, sino que los acompañan todo un elenco de secundarios que resultan asimismo la mar de carismáticos y especiales, algo a lo que se presta a su vez las distintas habilidades, que sirven para interaccionar con el prójimo.

De este modo, nos toparemos con el Capitán Leon, el soldado Erhardt (en general, Tressa y Olberic tienen los mejores secundarios), la enamorada Therese, la prostituta Arianna, el misterioso Ogen, y un largo etcétera.

Siendo un juego de personajes, se agradece que no hayan descuidado a los secundarios, que van y vienen según los acontecimientos y sirven de perfecto complemento a cada uno de los protagonistas.

7- Dificultad acorde

Hemos leído opiniones diversas sobre la dificultad de Octopath Traveler, pero el consenso general es que se trata de un producto de dificultad algo superior a la media, especialmente en lo referente a los RPG.

Aquí, como antaño, no tenemos ocasión de marcar grado de dificultad fácil, normal o difícil; sino que hay una única por defecto, que a nuestro juicio es la habitual para este tipo de títulos (Final Fantasy VI por ejemplo tenía saltos de dificultad brutales), tirando a complicada.

Lo mejor, eso sí, es que no se trata de una experiencia «machacabotones», sino de formar estrategias puras y duras. Hay que pensar en el método a seguir e ir variándolo según las circunstancias.

8- Si miras un poco más allá…

Exploración. Junto a historia (y personajes), apartado artístico y música, otro de los fundamentos de los JRPG. Hay un mundo abierto y lleno de recovecos y tesoros por descubrir.

En ese sentido, Tressa es un poco la que representa a cada jugador a la hora de lanzarse a la aventura, con las ansias y el sentido de intriga de los que se nos ofrece.

Octopath Traveler cumple a la perfección con esto, y es fácil caer «sin querer» en alguna misteriosa cueva, templo o topar con algún desconocido que nos brindará una experiencia inesperada y, por lo general, gratificante. ¿Quién no recuerda la llegada a los sótanos de la mansión Shinra en Nibelheim en el tercer CD en Final Fantasy VII? ¿O el decidirte a ir a por Ozma en Final Fantasy IX? ¿Y los templos de Final Fantasy X?

Además, Octopath Traveler ofrece mayor complejidad de la que se nos presenta a simple vista, incluyendo en su historia (siempre dentro de los límites característicos del género), como puede ser lo que representa para la emancipación las historias de Primrose (aunque su personaje se pase más de la mitad del tiempo hablando de romances), Tressa u Ophilia; o la crítica a las grandes farmacéuticas en la de Alfyn; o el ataque a la censura por parte de Cyrus.

En definitiva, Octopath Traveler no es un juego perfecto y seguramente se le atragante a varios jugadores que ansiaban algo más grandilocuente o con más interacciones entre los personajes principales, pero es un producto bien cuidado y desarrollado que cumple sobradamente con lo que promete: una aventura y vuelta a la nostalgia de aquella época donde los gráficos no lo eran todo.