Esos romances que nos marcaron para siempre (San Valentín 2020 Edition)

San Valentín está llegando a su fin (más o menos) y, como viene siendo habitual cada año, dedicamos una entrada a esos romances del mundo de la fantasía y ciencia ficción que más nos han llegado a la patata. Sin embargo, esta vez quisimos reunir a los favoritos de los seguidores en Twitter, por lo que aquí van los romances más citados o que mayor atención han recibido.

Tidus y Yuna (Final Fantasy X y Final Fantasy X-2)

Tidus y Yuna (cuyos nombres significan sol y noche en okinawense, respectivamente) han sido, desde prácticamente la salida de Final Fantasy X, una de las parejas favoritas (por no decir LA pareja en casi todas las encuestas de este tipo) de los seguidores de la franquicia.

Tidus es un reconocido jugador de blitzball (el deporte favorito del pueblo de Spira) que un día se ve trasladado a otra época, donde pervive la amenaza constante de un ente destructor conocido como Sihn. Allí conoce a Yuna, una invocadora encargada de peregrinar para destruir a Sihn (al menos durante un tiempo).

Ilustración oficial de Tidus y Yuna por Tetsuya Nomura.

El encuentro entre ambos, en principio algo distante por la timidez de Yuna y el misterio que envuelve tanto a ella como a Tidus, se va tornando más cálido y cercano a medida que van ocurriendo determinados acontecimientos y se van acercando. Suyas son escenas consideradas memorables como la del baile sobre el agua, el beso en el lago o ese final que arranca las lágrimas a más de uno.

Su historia continuaría en Final Fantasy X-2 (la primera secuela propiamente dicho de la saga) y, si se quiere tener en cuenta, un relato escrito por el mismo guionista de los juegos, Kazushige Nojima, que sería un bosquejo de lo que vendría a ser Final Fantasy X-3.

En este periplo, el romance entre Tidus y Yuna pasa por todo tipo de situaciones y llega a conmovernos, emocionarnos y hacernos reír en más de una ocasión.

Cloud y Aeris / Zack y Aeris (Final Fantasy VII y Compilación de Final Fantasy VII)

Cloud y Aeris ha sido otra de las parejas más citadas y, al igual que sucediera con Tidus y Yuna, suponen una de las historias de amor trágicas de Final Fantasy (en este caso de la séptima entrega). Como ya hemos hablado de ellos anteriormente, vamos a aportar un nuevo matiz sobre lo que puede traernos el Remake, al menos por lo visto en avances.

Parece que en esta ocasión, principalmente porque van a desarrollar más la historia y a añadir elementos aquí y allá, el papel de Aeris va a ser más prominente dentro del lore. Última supervivientes de los Cetra o Ancianos, Aeris tiene una vinculación especial con el planeta, Jenova, Sefirot y Shinra. No sería de extrañar (y parece que así sucederá) que su historia con Cloud (un mercenario que se une al grupo eco-terrorista Avalancha) sea más destacada en las primeras entregas, especialmente de cara a determinante escena.

Cloud y Aeris en Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

Otra pareja que involucra a Aeris y que ha sido mencionada más de una vez es la que forma con Zack, la cual cuenta asimismo con gran cantidad de seguidores.

Zack es un joven que aspira a convertirse en héroe dentro de las filas de Soldado en Shinra, mientras que Aeris es cuando se conocen todavía una joven que se refugia (de Shinra, básicamente) en los suburbios de Midgar. Se encuentran accidentalmente y enseguida congenian, formándose una relación que la muchacha describirá como la de su primer amor o novio.

Evidentemente, como casi todas las parejas populares de Final Fantasy, su historia termina en tragedia, lo que habrá llevado al llanto a multitud de jugadores con el final de Crisis Core (el título donde se desarrolla su romance). Lo cierto es que tienen elementos de lo más conmovedores y emanan muy buena química como extrovertidos y fuertes emocionales que son. Previsiblemente, al igual que comentábamos con Cloud, la presencia de Zack (y con ella su historia con Aeris) será ampliada en el Remake.

Estas tres parejas han sido las más citadas o que han despertado mayor reacción y, casualmente, todas ellas se las debemos en buena medida a los nombres de Tetsuya Nomura, Kazushige Nojima y Motomu Toriyama. Aplausos para ellos.

Ipsen y Colin (Final Fantasy IX)

La pareja principal de Final Fantasy IX la conforman Yitán y Garnet (o Daga), pero hay un momento en especial que estos dos protagonizan donde él le cuenta una historia a ella. Los protagonistas de este relato son Ipsen y Colin y, al igual que su periplo, son tan efímeros como memorables. Sencilla y contundente, Yitán la usa a modo equiparable con la persona por quien siente algo especial. Devoción y ternura en estado puro. Gracias a @LeonheartTribal (Twitter) dejamos la imagen por aquí.

La historia de Ipsen y Colin en Final Fantasy IX. Squaresoft.

Haruka y Michiru (Sailor Moon)

Sailor Moon es EL shôjo de la década de 1990 y sí, tenía (al menos) una pareja lésbica canon protagonizada por Haruka y Michiru (Urano y Neptuno, respectivamente). Evidentemente, en algunos países la censura se encargó de hacerlas pasar por primas, pero lo que es obvio, es obvio. Es verdad que cada una de ellas ya presentaban los estereotipos de chica andrógina y seria y otra sensible y bondadosa, respectivamente; pero que un anime y manga tan popular nos haya brindado con tanta naturalidad una pareja tal, y que hayamos podido crecer con ellas, es para estar lo suficientemente agradecido.

Entrando en materia, recuerdo a Haruka y Michiru con ternura. Su vínculo es especialmente fuerte y además se llevan estupendamente.

Haruka y Michiru en Sailor Moon. Naoko Takeuchi.

Favaro y Amira (Shingeki no Bahamut: Genesis)

Los protagonistas del anime Shingeki no Bahamut: Genesis, adaptación de MAPPA de un videojuego de cartas, son un ejemplo de cómo de un concepto la mar de sencillo pueden salir 12 episodios de pura fantasía épica. Y sí, hablamos tanto del anime a nivel general como de esta pareja en particular. Amira es una muchacha con personalidad algo infantil y con una naturaleza sobrenatural que va aprendiendo de Favaro, un amante de la libertad mujeriego, conceptos básicos (y no tanto) de la vida. Viaje emocional y fantástico donde los haya que, para variar, no acaba del todo bien (básicamente nos gustan los romances tristes).

Se han mencionado a otras tantas parejas, como Guts y Casca (Berserk), Haruo y Akira (Hi Score Girl), Ayato y Haruka (RahXephon), 9S y 2B (NieR: Automata) o Yukito y Toya (Cardcaptor Sakura), pero lamentablemente no tendríamos espacio para poder escribir sobre sus virtudes. Gracias a todos por participar y feliz día (o noche) de San Valentín.

Las shipping wars en Final Fantasy: Parte I

Ah, las shipping wars. Todo aquel que se considere miembro de algún fandom en el mundo sabrá a qué nos estamos refiriendo: las guerras de parejas, es decir, por qué prefieres que Pepito se empareje con Josefa, y no con Claudia. Hay shipping wars de todo tipo y condición, unos más cerca de lo oficial que otros. Algunos se toman a sí mismos muy en serio (DEMASIADO), mientras que otros (quizás conocedores de que su pareja favorita nunca va a ser oficializada) se lo toman más como puro divertimento a través de fan arts, fan fiction y mundos alternativos creados por la imaginación.

Final Fantasy está repleta de shipping wars, algunas de ellas ya consideradas míticas (¿eres Cloti? ¿o quizás te va más el Clerith?), y probablemente casi cada entrega tiene su guerra entre fandoms propia (los primeros Final Fantasy numéricos no cuentan porque los personajes por no tener casi no tenían ni género). ¿Por qué se da esto? Bueno, parte de la culpa la tiene la famosa ambigüedad que los japoneses suelen mostrar con lo relacionado en el amor (y no, los Final Fantasy no son shôjo) y las relaciones de pareja, al menos en el mundo de la ficción. ¿Que acaso nosotros consideraríamos el gesto de Cloud tendiéndole la mano a Aerith como romántico? Pues no te creas, que quizás en algunas partes del fandom japonés eso quizás sea lo más romántico que haya hecho el rubio por la vendedora de flores.

Para ir calentando motores, vamos a ir haciendo un repaso a las shipping wars existentes en los distintos universos de Final Fantasy (como hemos dicho, algunos son tomados más en serio que otros). Por cierto, las ilustraciones no son nuestras (más quisiéramos); de algunas hemos podido encontrar al o la autor/a, pero de otras no, lamentablemente:

  • Final Fantasy IV: Vale, está claro, Cecil y Rosa son la pareja oficial (si hasta tienen un hijo en la secuela). Pero aún así hay quienes prefieren a la muchacha con Kain, quien a su vez mostraba ciertos intereses por ella (formándose así, al menos durante buena parte del juego, un triángulo amoroso). Es en parte comprensible: Cecil es siempre el bueno, el protagonista, «el rey Arturo» de la película; mientras que Kain es más el antihéroe, el que se vuelve del bando contrario (a ratos), pero que no deja atrás sus sentimientos (ocultos) por Rosa. Y todos sabemos lo que a la gente le gusta un buen antihéroe marcado por la tragedia y prisionero de sus propias emociones, frente al protagonista boy-scout
  • Final Fantasy VI: Lo cierto es que Final Fantasy VI no tiene mucho lugar para el amor. Sin embargo, sí hay una pareja (aparentemente) oficial durante el juego, que es la de Locke y Celes. Pero no queda ahí la cosa: Locke se pasa buena parte de la historia buscando un método para poder traer de vuelta a la vida a Rachel, su novia fallecida en un accidente (del que él se considera culpable). Aquí ya surge uno de los triángulos, entre Locke, Celes y Rachel. Por suerte, la cosa no llega a los niveles de Cloud, Tifa y Aerith (que veremos a continuación) y en el mismo juego se nos muestra a Locke despidiéndose «para siempre» de Rachel, dejándola ir junto a sus demonios. Sin embargo, no es la única «shipping war» existente en torno a esta maravilla de Squaresoft: hay fans varios que prefieren ver más al muchacho con Terra, o a la peliverde con Edgar. Es lo que tiene que el casting de personajes sea tan variado y carismático, que en realidad ofrece infinitas posibilidades y, vaya, prácticamente todas quedan bien.
  • Final Fantasy VII: Hemos llegado. El cúlmen de las shipping wars dentro de los Final Fantasy. El que ha provocado que hayamos decidido dividir esta temática en varias partes. Buena parte de culpa la tiene el famoso sistema de citas, según el cual podíamos acabar teniendo una cita con uno de estos personajes: Aerith, Tifa, Barret o Yuffie, a partir de lo «afectuosos» que hubiéramos sido con unos o con otros. Porque sí, hasta Jesse (y Don Corneo, si seguimos los pasos adecuados) siente atracción por Cloud en el mundo de Final Fantasy VII, él es así de motherfucker. ¿Y él? Pues se deja querer. Se han escrito manifiestos de páginas y páginas sobre por qué Cloud quería más a Aerith, o los motivos de por qué debería quedarse con Tifa. Square Enix parece haberse percatado de esta situación y ha seguido explotándola durante toda la Compilation, complicándola aún más (si cabe) introduciendo (es un decir, el personaje ya estaba presente en diez minutos opcionales del juego original) a Zack y su noviazgo escolar (o así parece) con Aerith en Crisis Core, la precuela de Final Fantasy VII. Mientras puedan seguir sacando dinero a partir de la ambigüedad, está claro que Square no va a mostrar nada definitivo (quizás el remake nos sorprenda en este sentido).
  • Final Fantasy VIII: Está claro que una historia de amor como la del Final Fantasy VIII iba a tener sus shipping wars y preferencias varias entre los fans, por mucho que Squall y Rinoa acaben juntos y besándose bajo la luna. Es el caso de Rinoa y Seifer, por ejemplo (ya que aparentemente ambos tuvieron una especia de aventurilla de verano antes de que la morena conociera a Squall, así en plena reminiscencia de Zack y Aerith). O el de Quistis y Squall, ya que la rubia parecía tener especial interés en su alumno hasta que «redescubriera» sus instintos maternales (o algo así). Como todos son jóvenes y guapos en la octava entrega de la saga, lo cierto es que cualquiera queda estéticamente bien con… cualquiera.
  • Final Fantasy IX: Al contrario de lo que sucediera con la entrega anterior, en el caso que nos ocupa el casting resulta de lo más variopinto. Añadámosle que Yitán (Zidane en el original) y Garnet son una de las parejas oficiales más adorables de los Final Fantasy. Por lo que no hay tantas shipping wars (a no ser que haya preferencias por Eiko o Quina… pero son cosas en las que preferimos no indagar). Como curiosidad, pueden encontrarse algunos fan arts y fan fics de Garnet y Kuja por la red.
  • Final Fantasy X: Es un caso curioso el de este Final Fantasy: pareciera que querían intentar un sistema de citas similar al de la séptima entrega, pero se quedó a medias. Más que nada porque con Tidus nos daban opción de piropear a cualquiera de las tres mujeres del grupo: Yuna (la oficial), Lulu o Rikku. Aunque Tidus y Yuna ganan sobre el resto, esto ha provocado que hayan surgido fans de parejas varias con el jugador de blitzball. Y no podemos dejar pasar a aquellos que les hubiese gustado que el Seymour x Yuna hubiese llegado más lejos (especialmente tras la Ultimania que confirmaba una especie de sentimientos complejos por parte del guado hacia la invocadora).
  • Final Fantasy XII: En esta entrega todo es tan ambiguo en cuanto a la historia que todos pueden ser emparejados con todos (y en Japón hay bastante fan de Larsa y Penelo, como curiosidad). Fin (o no…).
  • Final Fantasy XIII: La treceava entrega de la serie parece dividir a los fans tanto a nivel general como en los pequeños detalles, siendo uno de ellos las shipping wars. Porque, nos guste o no el Final Fantasy XIII y sus personajes, no podemos ignorar el hecho de que LightningxHope tienen un fandom bastante representativo, especialmente en Japón (donde hasta tienen un nombre, al más puro estilo Cloti, Clerith o Squinoa: Hopurai). Y no solo ellos: FangxVanille, SerahxSnow, SnowxLightning, SerahxNoel, NoelxYeul, YeulxCaesar… y así hasta el infinito y más allá.
  • Final Fantasy XV: Todavía no ha salido, pero vamos a hacer un ejercicio de intento adivinatorio (hasta dan ganas de realizar una porra): lo más probable es que en este juego/universo abunden los fans del yaoi (de hecho, parece que ya lo están haciendo, dominando el NoctisxPrompto sobre el resto), pero si nos ceñimos a las posibilidades (siendo realistas), lo más probable es que acabe habiendo algún tipo de rollito entre Noctis y Luna. Por lo que si queremos rizar más el rizo se podrá ir emparejando alternativamente a la oráculo con Nyx, que parecen compartir mucho metraje en Kingsglaive (y el rollo guardaespaldas y «conversaciones bajo fuegos artificiales» parece gustar mucho a Square Enix y seguidores). O a Noctis con Iris, con quien parece haber crecido más cercanamente (al menos en el plano físico) que con Luna. En fin, todo se irá viendo a partir del 30 de septiembre.

Mención especial merece en esta Primera Parte de las shipping wars de los Final Fantasy el yaoi. No ya por el Final Fantasy XV que mencionábamos, sino por la cantidad de fans habidos y por haber de relaciones como las de Cecil y Kain, Cloud y Sephiroth, Cloud y Zack, Seifer y Squall, Seifer y Zell, Yitán y Kuja (sí, sí…), Tidus y Auron, Auron y Jecht, Hope y Snow. Y un largo etcétera.