Cinco películas (y una sorpresa) de anime para ver en San Valentín

San Valentín es uno de esos festivos anuales que buscan los comercios para levantar el vuelo durante la temporada posterior a la Navidad, cuando los bolsillos están todavía sufrientes. Es asimismo un día de empalague, que sirve para demostrarle a la pareja sentimental (o a la persona que aspiras a que lo sea) lo que uno siente. Desde hace unos años ha habido cierto furor en el cine de animación japonesa por las temáticas amorosas, con el director Makoto Shinkai a la cabeza. Por ello, aprovechando la jornada, recomendamos seis títulos de anime que hablan sobre el amor romántico con bastante soltura y mucha melancolía.

Your Name (Kimi no Na wa, 君の名は)

Ya adelantábamos que el director Makoto Shinkai estaría a la cabeza de este boom por el cine de anime que versa sobre el amor, en este caso sobre el adolescente. Para ello nos presentan a Taki, un estudiante que vive en Tokio, y a Mitsuha, residente de la zona rural de Itomori. Debido a cierto incidente en el que intervendrían los kami (dioses del sintoísmo), ambos intercambian cuerpos y Mitsuha se ve envuelta en la vida de Taki y viceversa. Solo es cuestión de tiempo que surja el amor.

Your Name es una de las películas más taquilleras de la historia de Japón y no es para menos, ya que posee un buen ritmo y logra hablar sobre el amor juvenil sin caer en lo empalagoso ni en demasiados lugares comunes. El hecho de que la química entre Mitsuha y Taki sea palpable aunque apenas compartan escenas ya es de por sí todo un logro. Y por supuesto, la maravillosa animación, que refleja de forma tan realista las calles de Tokio y el campo de Hida, junto a la banda sonora de Radwimps, hacen el resto.

De Makoto Shinkai en realidad se puede recomendar prácticamente toda su filmografía para hablar sobre el amor romántico. En lo personal nos quedamos con El jardín de las palabras y El tiempo contigo, pero ésta última tiene muchos puntos en común con Your Name.

Susurros del corazón (Mimi wo Sumaseba, 耳をすませば)

Estuvimos debatiendo qué título de Ghibli que verse al menos en parte sobre el amor romántico iría bien en la lista y al final terminamos decantándonos por la cinta dirigida por Yoshifumi Kondô (con guión de Hayao Miyazaki). Si bien también irían muy bien aquí El castillo ambulante o Recuerdos del ayer.

Nos encontramos de nuevo con una cinta que versa sobre el amor adolescente (seremos francos, a los japoneses les encanta hablar sobre esta etapa vital). Shizuku es una estudiante apasionada de la lectura que descubre que todos los libros que toma prestados de la biblioteca han estado antes en manos de un tal Seiji Amasawa. Una tarde, siguiendo a un gato con el que suele cruzarse, llega a una bonita tienda de antigüedades, conociendo al anciano propietario. Toda una serie de circunstancias que generarán que acabe conociendo al misterioso Seiji.

Susurros del corazón tiene el no escaso mérito de ser una película modesta, que habla de cosas simples y de la cotidianidad, pero con una sensibilidad y ternura que te transportan a esa etapa del primer amor, de la incertidumbre por el camino (profesional) a tomar en la vida, de elegir entre lo que nos apasiona o lo que nos brinda una oportunidad. Y escenas como el canto improvisado de «Country Road» ya son una delicia.

En este rincón del mundo (Kono Sekai no Katasumi ni, この世界の片隅に)

Hacemos un parón en los romances adolescentes y nos fijamos en esta maravillosa cinta dirigida por Sunao Katabuchi y basada en el manga de Fumiyo Kôno ambientada en la Segunda Guerra Mundial en Japón.

Suzu proviene de Hiroshima, pero cuando la casan con Shûsaku se traslada a la localidad de Kure para vivir con la familia del marido. Lo que empieza como un matrimonio casi por conveniencia, donde los cónyuges apenas se conocen, acaba derivando, a través del día a día, en un bonito vínculo de compañerismo, respeto y apoyo, sin dejar de lado el amor. Todo ello en medio de los avatares de la guerra, con todo lo que conlleva.

En realidad, En este rincón del mundo es, a pesar de su estilo de animación amable y casi infantil, una dura película sobre la pérdida y la resiliencia, en especial por parte de las mujeres de antaño. Romanticismo o no, no podemos dejar de recomendarla.

A Silent Voice (Koe no Katachi, 聲の形)

Estuvimos dudando de si incluirla o no en la lista (en lugar de La chica que saltaba a través del tiempo de Mamoru Hosoda, también muy recomendable), pero al final hemos optado, como puede comprobarse, por hacerlo. El motivo es que, si bien la relación entre los protagonistas puede interpretarse desde una perspectiva romántica (especialmente en el maga de Yoshitoki Ôima), aborda matices más importantes e interesantes en este caso.

Shouya Ishida es un estudiante deprimido y asqueado de la vida. El motivo es que durante su infancia se dedicó a hacer acoso a una nueva compañera de clase que sufría de serios problemas de audición llamada Shouko Nishimiya, hasta que su madre tuvo que cambiarla de colegio. A partir de lo cual los compañeros de Shouya empezaron a hacerle bullying de la misma manera que hacía él.

En este hermoso relato sobre la redención y el perdón encontramos además un reflejo bastante acertado sobre la discapacidad y lo que implica a la hora de intentar la inclusión en un mundo que no está lamentablemente preparado para ello. A pesar de los inicios, el vínculo entre Shouya y Shouko se ve fortalecido y se puede percibir el respeto que finalmente logran el uno en el otro y en sí mismos, tarea que no es fácil de retratar y mucho menos en una película de poco más de dos horas (dirigida por Naoko Yamada). De nuevo, la animación es sublime.

Quiero comerme tu páncreas (Kimi no Suizô wo Tabetai, 君の膵臓をたべたい)

Esta película de título tan sugerente (que nada tiene que ver con el tono y género, aunque sí con la temática) y dirigida por Shinichiro Ushijima fue una grata sorpresa para nosotros. Aparte de por el citado nombre, el equipo de animación no era especialmente conocido, pero nos topamos con una cinta muy emotiva y sensible, sin caer demasiado en ñoñerías, y con dos protagonistas con gran química entre ellos, su principal fortaleza.

El protagonista es un adolescente introvertido y solitario que carece de interés en hacer amigos, hasta que un día recoge un libro del suelo del hospital (a donde había acudido para recoger unas pruebas) bajo el título «Conviviendo con la muerte». Resulta que pertenece a una compañera de clase llamada Sakura y, con él, ha descubierto su secreto: debido a una incurable enfermedad de páncreas le queda poco tiempo de vida. Así, ambos empiezan a pasar tiempo juntos ya  desarrollar un inesperado vínculo que les resultará inolvidable.

Al igual que Susurros del corazón, Quiero comerme tu páncreas es una modesta cinta de animación (con muy buena calidad, eso sí) que narra la belleza de lo simple y lo cotidiano, del lugar que encontramos en el otro, ya sea mediante el romance o la amistad.

Y… Genji Monogatari (源氏物語)

Genji Monogatari es un clásico de la literatura mundial. Escrita a finales del siglo X por Murasaki Shikibu, esta historia recopilada en dos grandes tomos destaca por sus relatos amorosos, protagonizados por varias mujeres (algunas tan recordadas como Murasaki, Fujitsubo o Yugao) y por el retrato de la corte Heian de la época y de sus cortesanos, que se pasaban todo el día componiendo versos, contemplando la naturaleza y tocando música. Pero sobre todo por ser la primera obra en ahondar en la psique de varios de sus personajes (empezando por el protagonista, que a todas luces puede ser visto negativamente desde nuestra perspectiva actual), incluso presentando al probable primer antihéroe literario (Kaoru).

Lo que incluimos en este listado no es en sí la novela de Genji (aunque nunca es tarde si la dicha es buena), sino la curiosa adaptación a anime de dos horas que dirigió Gisaburô Sugii en 1987. Si no sabes nada de la historia es probable que te enteres de poco y lo que narra son solo sus 12 primeros capítulos aproximadamente (de un total de 54); pero la dirección artística, la música, la ambientación Heian y la presentación de los personajes principales merecen todos ellos la pena. Y que el Genji Monogatari es un clásico japonés que explicaría varios tropos que permanecen aún en el anime actual, especialmente en lo concerniente a los románticos.

Historias de amor que (nos) marcaron (para siempre)

En el día y mes del amor, no podemos dejar pasar un artículo dedicado a este tema tan universal y abarcado en todas las ramas del arte, desde la antigüedad hasta nuestros días: el amor (romántico, claro).

Así que me he puesto a pensar en las cinco (para hacer un recorte) romances que más me han impacatado, y así en general, he llegado a las siguientes conclusiones:

  • Me interesa más el amor platónico, lo espiritual, que el carnal y más obvio (es decir, la parte más emocional del amor).
  • Todas tienen un final triste.
  • Ergo, soy masoca.
  • He intentado que cada historia de amor provenga de un soporte diferente (videojuegos, literatura, anime, cine).
  • He decidido poner historias que ya estén «conclusas» (siempre que no decidan hacer más secuelas/remakes/loqueseaparasacarpasta (te miro a ti, Square Enix). Por eso he optado por no meter algunas como el YatoxHiyori (Noragami), o el ZerefxMavis (Fairy Tail). Por mucho que me puedan gustar, no se sabe aún qué va a pasar con ellas (aunque el ZerefxMavis ya sea oficial). También he tenido en cuenta el factor tiempo, y lo que estas historias trascienden en el mismo.
  • AVISO: Todas contienen SPOILERS de sus respectivas series, claro (así como los vídeos del final).

Pasemos, entonces, con la clasificación:

5- Heathcliff y Catherine Earnshaw

¿Quién no conoce a Heathcliff, el protagonista absoluto de Cumbres Borrascosas? La emblemática novela de Emily Brontë trata sobre cómo la pasión absoluta que este personaje siente por su hermanastra, Catherine, lo destruye a sí mismo y a todos los que le rodean. Heatcliff es adoptado de niño por el dueño de una finca (de ahí las Cumbres Borrascosas del título), quien lo cría junto a sus otros dos hijos, Hindley y Catherine. Como Heathcliff tiende a ser un niño solitario y taciturno, al principio no causa buena impresión en los niños. Pero con el paso del tiempo, acaba congeniando (y enamorándose) de Catherine. El señor Earnshaw fallece, lo sucede su hijo Hindley (que sigue sin soportar a Heathcliff, esforzándose por humillarlo). Catherine, a su vez, conoce a otro muchacho rico vecino, Edgar Linton, y acepta su propuesta de matrimonio (no obstante, Catherine admite aquí amar verdaderamente a Heathcliff, no pudiendo casarse con él debido a su diferente posición social). Heathcliff, oyéndolo todo, decide huir, lleno de odio y resentimiento, de Cumbres Borrascosas, regresando tres años más tarde convertido en un hombre rico, y decidido a vengarse. Con ello, destruye la vida de los Linton y de los Earnshaw, haciéndose propietario de Cumbres Borrascosas. Las cosas sólo empeoran con la muerte de Catherine, ya que Heathcliff taslada sus traumas a su descendencia. Finalmente, y pasados los años, se deja morir para poder estar eternamente junto a Catherine.

La historia de Heathcliff y Catherine ha llegado a ser increíblemente popular, con numerosas adaptaciones cinematográficas (con menor o mayor éxito). Sin embargo, representan ese amor destructivo, egoísta, pasional, muy propio del romanticismo del siglo XIX. Solo los hijos de Heathcliff (si bien Hareton no es su hijo biológico, él sí lo llega a visualizar como padre) y Catherine (también llamada Cathy) logran romper la barrera de odio que Heathcliff ha creado en torno a Cumbres Borrascosas.

Cathy-Heathcliff

4- Severus Snape y Lily Evans

Qué vamos a contar de ellos que no hayamos hecho ya (en dos entradas anteriores, por ejemplo). Snape y Lily ocupan este puesto, nuevamente, no por ser un ejemplo de amor modélico y relación sana, sino más bien lo contrario. El amor que Severus siente hacia la madre de Harry Potter no es correspondido, pero pudo haberlo sido si éste no hubiera tomado ciertas decisiones en su vida (como la propia Rowling confirma en cierta entrevista). Es este abanico de posibilidades, que nunca se dieron, lo que convierte esta historia de amor, y al personaje de Snape más particularmente, en toda una tragedia.

snape lily3

3- Edward y Kim

Los protagonistas de Eduardo Manostijeras, la película que Tim Burton dirigiera (con Johnny Depp y Winona Ryder haciendo sendos papeles) en 1990. Siempre he sentido debilidad por la película, por Johnny, y por el personaje. Y siempre que veo su final (y cierta escena de baile), lloro. Quizás sea la banda sonora de Danny Elfman. El caso es que Edward, hombre-robot que vive solo en una torre derruida a las afueras del típico suburbio estadounidense (lleno de marujas y demás fauna), es encontrado de pura casualidad por una vendedora ambulante de cosméticos, quien no tiene mejor idea que llevárselo a su casa. Allí, Edward conoce a toda la mencionada fauna y a Kim, la hija de la vendedora, enamorándose de ella casi a primera vista. Con Edward hay un pequeño problema sin mucha importancia: está inacabado (su creador murió), y por lo tanto sus manos tienen forma de cortadoras de lechuga (de ahí las tijeras del título). Kim al principio tiene novio, el típico chuloplayas del insti, con peinado de Nick Carter, quien por supuesto no tolera la presencia de Edward (a no ser que pueda manipularlo a su antojo). Pero ay amiga, Kim acaba viendo la ternura y sensibilidad que derrocha Edward por todos sus costados, enamorándose también de él y mandando al novio a freír espárragos. La historia acaba mal, claro (ya lo avisábamos), ya que un ser como Edward no puede vivir entre tanta maruja, y se ve obligado a huir de vuelta a la torre, haciéndose pasar por muerto y quedándose allí (solo) para siempre. Pasan los años y Kim, ya anciana y con nietos, aún recuerda a Edward, y la historia que compartieron.

En este caso, lo llamativo es la sensibilidad del personaje de Edward y de la historia: es un hombre demasiado amable como para poder integrarse en la sociedad. No será olvidado: Kim lo recuerda cada vez que baila baja la nieve. Y Edward a su vez la recuerda a ella, esculpiéndola en hielo con sus manos de tijera.

edward kim

2- Jintan y Menma

El número 1 y 2 están complicados, así que opto por un empate técnico. Al fin y al cabo, las historias son similares.

Jintan y Menma (o Jinta Yadomi y Meiko Honma, respectivamente) son los protagonistas de Anohana, anime de 11 episodios (más una película) con el que no pararás de llorar. La historia (a medio camino entre Ghost y Cuenta conmigo) nos sitúa (en el Japón actual) en la vida de Jintan, un adolescente hikikomori (gente que vive autorecluida en Japón, ya que no pueden soportar la presión social), a quien un día de verano se le aparece el fantasma de Menma, una amiga de la infancia que murió hace años en un accidente. Menma, a pesar de su forma incorpórea, ha crecido (físicamente) y puede interactuar con el entorno, pero solamente Jintan puede verla y hablar con ella (de ahí que en principio él crea que se trata de una alucinación causa del estrés). Menma tiene una petición: está para que «todos» (los miembros del grupo cuando eran niños, que en la actualidad cada uno va por su lado) cumplan un deseo que tenía antes de morir… pero no recuerda cuál es. De ahí, la historia va progresando mientras Jintan va intentando averiguar cuál es el deseo de Menma, reuniendo de vuelta a todos los amigos en el proceso (y dejando de ser un hikikomori). Mientras tanto, va redescubriendo sus sentimientos hacia Menma, llegando a plantearse un debate interno: ¿debería cumplir el deseo de Menma, provocando así que ésta vuelva a marcharse, o estaría mejor que ella se quedara para siempre a su lado (aunque fuera en forma de fantasma)?

La historia de Jintan y Menma no solo resulta tierna (en especial por su vínculo de cuando eran niños), sino que además muestra lo que vendría a ser (en contraposición al HeathcliffxCatherine que comentamos anteriormente) amor de verdad y del bueno. Jintan tiene dudas, sí, son dudas egoístas, pero finalmente el bienestar de Menma y sus deseos están por delante de los suyos (aunque le duela). Tres cuartas partes de lo mismo sucede con Menma: ella quiere a Jintan (lo quiere «como para querer ser su esposa»), pero sabe que quedarse en forma fantasmal solo causaría daño y sufrimiento a ambos (Jintan nunca podría pasar página, y ella «viviría» sin poder interactuar con nadie más, salvo con él). Toda la serie es una muestra de ello: mientras Jintan piensa en Menma, sus miedos, alegrías y tristezas; Menma piensa en los de Jintan. Es por eso que no podemos dejar de llorar al final <3

jintan menma

1- Cloud y Aerith

Cloud y Aerith, o Cloud y Aeris, los protagonistas del Final Fantasy más popular (para bien o para mal): el Final Fantasy VII (además de participaciones varias en juegos como Kingdom Hearts, Final Fantasy Tactics, Itadaki Street o Final Fantasy Dissidia). Sí, somos conscientes de que el romance dentro de este jego puede ser optativo (y también nos gusta el CloudxTifa), pero es el CloudxAerith la historia de amor que más nos ha marcado, y es por la famosa muerte de la florista, y el trauma (bueno, el trauma que se suma a los múltiples traumas que ya tenía) que esto causa a Cloud, por lo que nos hemos decantado. Al fin y al cabo, el tema que se quería abarcar con Final Fantasy VII es el de la vida, y con la muerte de Aerith (y su trascendencia) este tema es cuando se vuelve esencial.

Por el principio, Aerith es la última de los Cetra (una raza que habitaba anteriormente en Gaia, que podían comunicarse con el planeta) y a la vez una florista que vive en los suburbios de Midgar. Un día conoce a Cloud, un ex soldado de Shinra que ahora trabaja como mercenario, y juntos terminan embarcándose en una aventura donde tendrán que hacer frente a la todopoderosa corporación y a Sephiroth. Hasta que éste último acaba hartándose de Cloud (a quien ya le tenía ojeriza por cierto episodio anterior) y decide matar a Aerith delante de sus narices. No por ello Aerith desaparece del mapa. Como buena Cetra que es, es capaz de controlar el flujo de la Corriente Vital (flujo de almas de los seres que una vez vivieron en el planeta) y además de invocar a Sagrado (la única magia capaz de detener al Meteorito invocado por Sephiroth para acabar con Gaia), siendo así ella la que finalmente salva al planeta (no obstante, su rostro es lo primero y último que vemos en el juego).

Su historia con Cloud emociona porque, como decíamos, trasciende la vida y la muerte. Podría decirse que es similar al JintanxMenma, o a Jack y Rose en Titanic, pero en esta ocasión el tema se aborda dando un paso más allá: Cloud cree, al final del juego, que puede reencontrarse con Aerith en la Tierra Prometida (lástima que nunca quede del todo claro qué es esto; aunque para Aerith es una muestra de la subjetividad de la Tierra Prometida misma: es el lugar de suprema felicidad para quien la encuentra). En Advent Children, secuela del juego (se sitúa dos años después), Cloud sigue deprimido por la muerte de Aerith, viviendo en solitario en la iglesia donde la conoció, pero esto esto no es lo relevante. Lo relevante es que, al final de Advent Children, Cloud vuelve a darse cuenta (¿otra vez?) de que la felicidad reside en poder vivir plenamente con los seres queridos… y que Aerith, no por estar muerta, va a dejar de acompañarlo. Ella está presente dentro de él, dentro de los recuerdos de los demás, está presente en la Corriente Vital y en la lluvia sanadora que invoca para curar a todos (incluido al propio Cloud) del Geostigma, está en la iglesia (donde siempre crecen flores) y está en Denzel (no obstante, Cloud cree que Aerith fue quien le mandó al niño).

cloud aerith

Romance de las galaxias: las nuevas parejas y «shipping wars» de Star Wars (SPOILERS)

Pasando de la redundancia del título y todas las guerras habidas y por haber, hay una que siempre es coincidente en cualquier fandom (entiéndase por esto conjunto de fans de cualquier cosa): las shipping wars (guerras de parejas, ¿o guerras de apareamiento?). Desde Harry Potter (¿recordáis los HarryxHermione vs. RonxHermione?) hasta Final Fantasy (¿Clerith? ¿Cloti?), pasando por Marvel (y sus películas) hasta Naruto (Naruhina, Sasusaku, Narusaku, y un largo etc.), todas ellas coinciden en las encarnadas guerras de parejas que baten sus fans (algunos han llegado hasta el nivel de la paranoia). Star Wars, o La Guerra de las Galaxias claro está, no se queda atrás tampoco en esto.

Ya había shipping wars de las anteriores trilogías, aún cuando no existía el internet en nuestras casas (la de ríos de tinta en foros que habría corrido si Luke y Leia hubieran aparecido con internet en auge y antes de se supiera su verdadera relación… y con Han de por medio, claro). En las precuelas, AnkinxPadme podría parecer la más obvia, pero hay bastantes bizarradas, como Obi-WanxDarth Maul (sí, sí…), o, claro está, AnakinxObi-Wan.

Con el estreno de El Despertar de la Fuerza, y la aparición de nuevos, jugosos y atractivos personajes, las shipping wars están de vuelta. Máxime si aún no sabemos nada de las relaciones que pueden haber ocultas tras algunos de ellos (esto le tocará a las secuelas). Hay cosas muy obvias, claro, y otras no tanto (que curiosamente están teniendo un crecimiento de fans brutal). Veamos algunas (hay SPOILERS, of couse):

– ReyxFinn: Empezamos por la más obvia, para ir calentando motores sin levantar muchas ampollas. Finn y Rey son los dos nuevos protagonistas de la saga. Él, un anterior soldado de asalto que decide revelarse y huir. Ella, una chica abandonada en un planeta desértico y a la espera de que algún día su familia vuelva. Cuando sus caminos se cruzan, el flechazo por parte de Finn resulta obvio. Le coge de la mano (varias veces, sin consentimiento de ella), le pregunta si tiene novio, le pone ojitos, regresa a salvarla…). Por parte de ella, no queda nada claro aún, y al final de la película hasta parece que lo deja en el lugar más friendzone posible. Aunque, como hemos mencionado, todavía es pronto para dar nada por sentado… Es la nueva pareja más desarrollada en esta película (ya que comparten varias escenas juntos). Si le sumamos que los dos actores tienen una gran química y el (evidente) interés de él… Pues tenemos a la típica pareja monísima, un puppy love total, de esos que ves y sueltas un «aaaaw <3 «. Veremos si la cosa va a más o se queda en eso.

– PoexFinn: Curiosamente, muchos (y muchas) daban por sentado antes del estreno de la película que la principal pareja (los sutitutos de HanxLeia) serían PoexRey, pero nada más lejos de la realidad (ni siquiera comparten escena). Si queréis emparejar al guapetón de Poe con alguien en esta primera entrega de la nueva trilogía tendrá que ser con Finn (o con BB8, si fuera viable…). Así han debido pensarlo montones de fans, ya que ésta es la nueva pareja de archimoda, la que mayor número de fan fics y fan arts va teniendo por minuto (dentro del fenómeno Star Wars, claro). A su favor está la (nuevamente) buena química entre los dos actores, que se salvan la vida mutuamente, que Poe es quien le pone el nombre a Finn (hasta entonces mencionado con número de serie, como todos los soldados de asalto), su alegre reencuentro con escena de Brokeback Mountain incluida (no nos referimos a ESO, cochinos). Incluso el cachondo de Oscar Isaac (actor que interpreta a Poe) mencionó en una entrevista que había un romance por su parte, pero no al uso, sino uno que iría creciendo poco a poco. Teniendo en cuenta que no comparte ni una sola escena con Rey… pues eso: se refiere a Finn o a BB8.

– ReyxKylo Ren: ¿Pensabáis que se había llegado al máximo de la experimentación con PoexFinn? Pues os equivocáis: ahora llega el Reylo (así se hacen llamar los fans de esta nueva pareja, o Reylo Trash). Siempre y cuando (crucemos los dedos*) estos dos personajes no resulten ser primos o hermanos, claro… A su favor está la (¿cómo no?) buena química entre los actores, que protagonizan dos de las escenas más intensas de la película (el interrogatorio y el duelo final), así como el morbo de ver al malo de turno (que en este caso es el único descendiente de Skywalker confirmado) llevado al lado de la luz por la chica (sueño romanticón y húmedo de muchas féminas, desde que el mundo es mundo). También que Kylo Ren parece ser algo más ¿delicado? ¿suave? con Rey en comparación con otros personajes (a Poe lo tortura además de interrogarlo y a Finn lo intenta matar nada más verlo). Y para qué vamos a negarlo: que el muchacho tenga un más que coincidente parecido con Severus Snape le suma puntos a esta pareja. Sea como sea, es una de las más populares ahora, solo derrotada por el FinnxPoe.

Hay otras más que surgen de la mente calenturienta de varios fans a lo largo y ancho del planeta: Kylo RenxGeneral Hux, PoexRey… si hasta habrá una de FinnxPhasma, y sino será cuestión de tiempo. ¿Qué opináis vosotros de todo este tema? ¿Son las shipping wars una cosa absurda? ¿Cuál es vuestra nueva pareja de Star Wars favorita? ¿Y la que no podéis ni ver?