Star Wars: El ascenso de Skywalker, un ¿punto final? con momentos épicos y algo de trampa

J. J. Abrams no lo tenía fácil. Tras la repentina salida de Colin Trevorrow de la dirección del noveno y último episodio y la muerte de Carrie Fisher (quien a todas luces desempeñaría un papel principal en esta entrega), decidió retomar las riendas tras su inicio con El despertar de la Fuerza y cerrar la trilogía y la saga con El ascenso de Skywalker.

Para escribir el guión eligió a Chris Terrio, quien ya había trabajado junto a Ben Affleck en Argo y a Zack Snyder en Batman v Superman, dando origen a una narrativa que resulta quizás lo peor de la película por su barroquismo y sus irregularidades, con una primera parte que, de verdad, no da respiro. Pero del estilo que uno se pregunta si los personajes no deberían parar a comer o echarse una siestecita.

Tras este inicio sigue un segundo acto más intenso y un final que ya es el colmo del horror vacui, con apariciones de última hora, regresos inesperados, villanos que cambian de planes sobre la marcha y más regresos inesperados… Lo que puede hacerle parecer un despropósito. Por suerte, el irregular ritmo y la sobrecarga van acompañados de momentos épicos, tensos, dramáticos y románticos… Y nostalgia. Mucha nostalgia.

Los que más sobresalen (para variar) en El ascenso de Skywalker son Rey y Kylo Ren, con una Daisy Ridley y un Adam Driver que siguen desprendiendo esa química que los lleva de enemigos que no pueden ni verse a tensión sexual no resuelta (y algo más). El arco argumental de estos dos personajes ha sido quizás el más constante de esta trilogía.

Star Wars: El ascenso de Skywalker. Disney y Lucasfilm.

Ridley también desprende buena química con John Boyega (Finn) y Oscar Isaac (Poe Dameron, quien por cierto a su vez tiene buena química hasta con una roca de Jakku). Suya es la primera y frenética parte de la película, donde la acción se atropella y no paran de soltar chascarrillos (alguno más afortunado que otro).

Mientras que el personaje de Poe está aquí más aprovechado, me temo que no podemos decir lo mismo de Finn, quien sigue encorsetado en la figura del secundario cómico (y pelín obsesionado con Rey). Lo mejor aquí, una vez más, el vínculo entre Boyega e Isaac, junto a las (breves, pero intensas) presentaciones de dos nuevos personajes: Zorii Bliss (Keri Russell, acompañada de un personajillo ciertamente hilarante) y Jannah (Naomi Ackie).

Una de las mayores complicaciones a la que se enfrentaba Abrams era cómo retomar el papel de Leia tras el fallecimiento de Fisher, optando por recuperarla con material rodado y no utilizado de otras películas, y hemos de decir que esto es algo que han resuelto sorprendentemente bien. Es verdad que algunos diálogos se perciben un poco inconexos y forzados, pero suyo es uno de los momentos más emotivos de la cinta, y esto es todo un logro.

Star Wars: El ascenso de Skywalker. Disney y Lucasfilm.

Leia no es la única cara conocida que hemos visto (sí, hay bastante fan service, uno mejor integrado que otro). Billy Dee Williams vuelve a ponerse la capa como Lando Calrissian y la verdad es que agradecemos su presencia, enérgica a pesar de la edad. También regresa Mark Hamill como Luke Skywalker en un momento breve pero sustancial (aunque nos preguntamos si a los fantasmas de la Fuerza les crecen las greñas). C3PO (Anthony Daniels) tiene aquí mayor peso argumental que en las dos anteriores entregas, lo que añade su característica vis cómica; y Chewbacca (Joonas Suotamo) protagoniza uno de los (breves) momentos más inquietantes del metraje.

Uno de los retornos más anunciados y esperados era el de Ian McDiarmid como el emperador Palpatine. Será con seguridad también uno de los más polémicos tras El ascenso de Skywalker. Digamos que su personaje es víctima de la sobrecarga que trae toda la película y especialmente el final, pero su presencia sirve (aparte de para el citado fan service) para cerrar una trama a nivel más global y que incluya a las precuelas, ya que hay, eso sí, decepcionantes «ausencias».

Uno de los elementos característicos de Star Wars son sus planetas, y aquí Abrams cumple su parte. Pasaana, Kimiji, Exogol… Algunos nos resultan más familiares que otros, pero sin duda la dirección artística en algunos de ellos es para tenerla en consideración.

Star Wars: El ascenso de Skywalker. Disney y Lucasfilm.

Decir que la banda sonora de John Williams es uno de los puntos fuertes de la película es caer en la redundancia. El compositor regresa aquí a sus 87 años y nos trae consigo temas ya familiares y otros nuevos. La experiencia no sería la misma sin su partitura y se perdería la mitad de la emoción en el camino. Hay un tema en especial, «Farewell», que nos pone los pelillos de punta al escucharlo.

No queríamos terminar la crítica sin aclarar que, si bien El ascenso de Skywalker rehuye de algunos de los temas planteados por Los últimos jedi (como hiciera aquélla con El despertar de la Fuerza, lo que sí denota una cierta falta de unión metanarrativa en la trilogía), está lejos de mandarle un «fuck you», como hemos llegado a leer. Hace referencias claras a acontecimientos sucedidos en el octavo episodio e incluso se da cierto cameo de unos bichitos bastante reconocibles.

En definitiva, El ascenso de Skywalker tiene fallos como película notorios, como son la ausencia de la personalidad que desprendía su antecesora, una narrativa con ritmo errático o conclusiones tramposas a alguna de sus tramas (no olvidemos que está Abrams tras la cámara y Disney tras el marketing). Sin embargo, lo compensa con fan service que hará las delicias de nosotros, seguidores de la saga (servidora también se llevó su parte del pastel) y momentos épicos y hasta emotivos, con alguna carcajada, sonrisa y hasta llanto. Al fin y al cabo, George Lucas no creó esta saga situada en una galaxia muy, muy lejana para contentar a los académicos (que inicialmente no dieron un duro por ella y la vapulearon), sino para seguir despertando a ese niño interior que ansía con visitar distintos mundos y acompañar a sus héroes por duros derroteros.

Star Wars: ¿Podrían estar Jyn y Rey emparentadas?

Es una de las hipótesis que más se ha hecho escuchar entre el fandom desde que se anunciara que Felicity Jones interpretaría a Jyn Erso, nueva protagonista de Roge One: Una historia de Star Wars, ambientada entre los episodios III y IV. Ambas son mujeres, caucásicas, con acento británico, de pelo castaño y ojos claros… ¿Podría existir alguna relación de parentesco entre ambas? Veamos los factores tanto para el «sí» como para el «no».

Jyn Erso, madre de Rey

Lo más fácil para un espectador promedio, una vez se haya enterado de la situación cronológica en la que iría colocada Rogue One, sería pensar inmediatamente que se trata de la historia de la madre de Rey. Porque, claro, muchos ya han asimilado que Luke es el padre (aunque nosotros al menos preferimos no creerlo así), y entonces ahora nos ponen a la madre, que además encajaría en edad para poder ser emparejada con el joven Skywalker (a pesar de que Jyn es mayor, incluso puede que bastante mayor). Todo encaja. El parecido físico entre ambas actrices (Felicity Jones y Daisy Ridley) no haría más que añadir más leña al fuego. Esta forma de pensamiento, aparentemente lógico, es el mayor punto a favor para creer que Jyn pueda ser la madre de Rey. Sin embargo, no es más que una falacia.

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No obstante, si uno se estruja un poco más el cerebro, sí puede llegar a otros factores que parecerían indicar una posible relación de parentesco entre una y otra. Por un lado, hay quienes han mencionado el significado de los nombres e incluso curiosos anagramas. Por ejemplo, hay quienes pueden percibir una relación entre el significado de «Jyn», que en cierta lengua oriental es «brillante», y que Rey signifique… pues eso, monarca. También que de Jyn Erso puedan extraerse las palabras «Rey Son» («Rey Hijo»); aunque en sí mismo eso no tenga mucho sentido…

Asimismo, hemos visto en algunas imágenes de Rogue One que Jyn tenía (probablemente desde niña) una especie de muñeco de trapo con forma de soldado imperial… Uno muy muy similar al que tiene Rey en Jakku, solo que esta vez con forma de piloto de la Alianza Rebelde. Lástima que en la guía visual de El Despertar de la Fuerza se indique que dicho muñeco se lo hizo la propia Rey, pero aún así da que pensar, puesto que no puede ser una mera coincidencia que ambas tengan (desde niñas) muñecos tan similares.

Finalmente, por lo que sabemos hasta ahora del pasado de Jyn, la forma en que se ha visto obligada acrecer parece muy similar a la de Rey (mucho más que a la de Luke, con quien lo único que tiene en común es que ambos se criaron en un planeta lleno de arena). Ambas son (aparentemente) huérfanas, dejadas a su suerte en entornos hostiles, y que por lo tanto han adquirido formas de supervivencia y resistencia semejantes (aunque Jyn parece que será bastante más agresiva que Rey).

En realidad, que Jyn pueda terminar siendo la madre de Rey sería una opción satisfactoria (al menos desde nuestro punto de vista), más que nada porque significaría que Lucasfilm pretende ahondar algo más en los orígenes (no Skywalker) de Rey, en lugar de contarlo todo en un fragmento de tres minutos, deprisa y corriendo (¿cómo diablos pretenden explicar que sea la nieta de Obi Wan de semejante modo (es otra de las teorías más escuchadas)?). Y además, conectaría grandiosamente con las trilogías principales sin por ello legar a eclipsarlas. Pero, por otro lado, también sería algo que cerraría muchas posibilidades e historias que fueran más allá de los Skywalker (Disney ya ha mencionado su intención de salirse de los Skywalker a través de los spin off). A no ser que el padre no fuera Luke (algo que no trataremos aquí, pero que es lo que creemos), y entonces Rey terminase proviniendo de grupos familiares totalmente distintos, lo que abriría muchos abanicos de nuevos y atrayentes arcos argumentales. ¿Tal vez una Andor?

Rogue One y su relación con la trilogía principal (VII, VIII y IX)

Los directivos de Disney y Lucasfilm también han escuchado estos rumores sobre Jyn y Rey… y básicamente los han negado. O, al menos, eso es lo que parece cuando Kathleen Kennedy (presidenta de Lucasfilm) señala que los planes de George Lucas eran que los personajes de los spin off (o que conforman la Antología de Star Wars) no se cruzasen con los de la trilogía principal. Sin embargo, no sería la primera vez que se desdijeran en sus comentarios; o que estuvieran jugando al despiste; o que, de hecho, los personajes no aparecieran en la trilogía principal, pero sí los nombrasen de algún modo (como sucediera con Una nueva esperanza y el propio Rogue One)…

jyn-rey

Que hablando de jugar al despiste, es algo que parece haber captado muy bien la actriz Daisy Ridley (Rey). Más que nada porque la actriz ya ha negado (o ha dejado ver su oposición a la idea) que Jyn y Rey pudieran estar emparentadas… para meses más tarde decir lo contrario, o más bien dejar caer que no piensa mucho en ello y que prefiere esperar a que Rogue One le sorprenda.

En realidad, el factor que, hoy por hoy, más se opone a que Jyn pueda ser la madre de Rey, lo hallamos en la propia cronología. Felicity Jones tiene 33 años, pero aparenta menos. Esto podría significar que Jyn puede pasar perfectamente por una veinteañera, pero no por una muchachita de 18 años (para hacernos una idea, Mark Hamill tenía 26 cuando se estrenó Una nueva esperanza, donde Luke era un mozalbete de 18 añitos; la diferencia no era tanta). Siguiendo entonces con la idea de que Jyn pudiera tener, no sé, alrededor de 25 años, significaría que habría parido a Rey a la edad de 40 años más o menos. Lo cual, por cierto, no es descabellado (conozco en lo personal varios casos que han sido así), pero sí complicaría algo más la posibilidad. Además también es perfectamente factible que Jyn sea mayor de 25 años (nuestro cálculo) en Rogue One, pero que fuera menor sí lo vemos altamente improbable (y escasamente creíble).

En definitiva… que deberíamos hacer como Daisy Ridley, y esperar a que Rogue One nos sorprenda (o no…). Mientras tanto, y para ir amenizando la espera hasta el 16 de diciembre, elucubrar toda clase de teorías y compartirlas se torna divertido, pero siempre dentro de una lógica y coherencia dentro del universo de Star Wars (que hurgando por la red hemos visto que hasta Kylo Ren podría ser el padre de Rey… sí, a los 10 años). ¿Y vosotros qué pensáis? ¿Podrían estar Jyn y Rey emparentadas? ¿Y Luke? ¿Será acaso Rey una Andor? Lo comprobaremos (o no, porque el parentesco de Rey parece que no va a solucionarse hasta el episodio IX. CORRECCIÓN: Hoy mismo, 22 de octubre, Daisy Ridley ha dicho que sabremos de dónde viene Rey en el Episodio VIII) el 16 de diciembre, donde por cierto tendremos una cita MUY ESPACIAL.

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Rogue One. Una historia de Star Wars: Cassian Andor

Tras haber realizado un perfil de Jyn Erso, la otra protagonista de la futura Rogue One: Una historia de Star Wars, toca hacer lo propio con el capitán Cassian Andor, interpretado por Diego Luna (Y tu mamá también, La Terminal, La casa de mi padre).

¿Qué sabemos de este personaje? Pues, por suerte o por desgracia, más bien poco (como casi todo lo que rodea a la historia de esta película, la cual se está librando sorprendentemente bien de supuestas filtraciones y spoilers). Un capitán de la Alianza Rebelde, con experiencia en la lucha aunque más centrado en las misiones de inteligencia, disciplinado, responsable y más bien callado. Suele ir acompañado por el droide K-2SO (Alan Tudyk, con quien nos desternillamos en Un funeral de muerte), el cual él mismo reprogramó (originalmente era maquinaria del Imperio), su mejor y probablemente único amigo. Hasta que se topa con Jyn y ambos se embarcan juntos en una misión para robar los planos de la Estrella de la Muerte que está construyendo el Imperio.

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Hay algo en Cassian que me llama poderosamente la atención, más incluso que en Jyn. Admito mi debilidad por Diego Luna, un actor que ha demostrado en varias ocasiones que sabe sobradamente lo que hace. Y su perfil de ser «un buen tipo» pero con secretos (los realizadores hablan de «errores del pasado», o que quizás no le gusta hablar por todo lo que ha visto), me enternece de extraña manera. Además, qué carajo, es el primer actor latino con un papel principal en una película de Star Wars (sí, teníamos al también brillante Oscar Isaac en El despertar de la Fuerza, pero estaba bastante desaprovechado…). Con esto en mente, no son pocas las teorías y posibles escenarios que se han ido forjando en mi mente sobre el capitán Cassian Andor.

Un chico y su robot

Nos gustan las películas que tratan sobre el establecimiento de vínculos emocionales entre jóvenes humanos y robots. El ejemplo que más rápido se me viene a la mente es el de esa joya animada que es El gigante de hierro (The Iron Giant, 1999), cuyo protagonista metálico, a todo esto, recuerda bastante en su diseño a este K-2SO del que vamos a hablar.

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K-2SO es de algún modo encontrado por Cassian y reprogramado por éste para pasar a servir la causa de la Alianza Rebelde. O mejor dicho, para servir a la causa de Cassian Andor. Tal como hemos podido apreciar en los trailers, el droide parece hacer todo lo que el capitán le diga, aunque no vaya exactamente con sus intereses o gustos. Por ejemplo, parece no encajar del todo bien la llegada de Jyn al grupo de dos, aunque tendremos que ver si esta hostilidad inicial va evolucionando hacia otra cosa.

Personalmente, y aquí voy a adentrarme en el terreno de las hipótesis, creo que K-2SO es uno de los personajes más susceptibles de sacrificarse a lo largo de la película. No solo por su anterior pertenencia al Imperio, lo cual supondría una prueba de fidelidad mayor hacia la Alianza Rebelde, sino además por el impacto emocional que esto supondría en el personaje de Cassian, especialmente si tenemos en cuenta que es su único amigo. A partir del 16 de diciembre lo sabremos.

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La (posible) importancia de Cassian

El hecho de que conozcamos hasta la fecha (a menos de tres meses del estreno) tan poco sobre Cassian Andor (en comparación con la familia Erso; aunque de no ser por la sinopsis de Catalyst tampoco conoceríamos muchos datos sobre ellos) conlleva que se abra un amplio abanico de hipótesis y posibilidades de todo tipo. Vamos a abrir una caja de Pandora: ¿Y si el hecho de que nos estén mostrando tan poco de él significase que al final nos va a dar una gran sorpresa, al más puro estilo Rey en El despertar de la Fuerza (a partir de aquí, SPOILERS sobre la susodicha)? Recordamos que durante la intensa campaña de marketing de ésta última, Rey apenas aparecía en comparación con Finn, quien incluso era mostrado como el portador del sable láser de Anakin/Luke. Esto fue un aspecto algo criticado, sobre todo en lo relacionado con el merchandising (donde Rey inicialmente no aparecía mucho tampoco) y porque, a la postre, Finn no solo supuso una cortina de humo, sino y además una especie de nuevo bufón dentro de la séptima entrega (aunque a mí la vis cómica de John Boyega me gusta). Y no, espero con todas mis fuerzas que Cassian NO termine siendo un mero chiste con piernas, por muy bien que pueda hacerlo Diego Luna.

Tampoco estamos esperando que Cassian vaya a ser el nuevo y ultrapoderoso jedi que acabe venciendo a Darth Vader tras un despertar repentino de sus poderes y una profunda epifanía. No solo sería repetitivo, sino además igual de ridículo (doy fe que me gustó la cinta de J.J. Abrams, pero la derrota de Kylo Ren a manos de Rey fue sin duda lo más descabellado de todo). Pero, quizás, y solo quizás, acabe dando un sorprendente golpe de efecto que nadie (ni tan siquiera Jyn) se espera. ¿Y por qué Cassian y no, por ejemplo, la misma Jyn? Pues porque Jyn es la que aparece demasiado en la campaña de marketing, todas las atenciones están depositadas en ella. Y además, volvería a ser demasiado repetitivo en comparación con lo que hicieron con Rey. Y bastante tenemos ya con todas las (inevitables) comparaciones entre Jyn y Rey.

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Lo cual me sirve para aprovechar y abrir otra caja de Pandora aún más arriesgada: todos hemos pensado nada más ver el rostro de Felicity Jones que ella y Daisy Ridley se parecen (caucásicas, delgadas, castañas, ojos claros…). Y, claro está, muchas son las voces que han empezado a sostener que Jyn pueda ser la madre de Rey, aún cuando la propia Daisy Ridley ha negado dicha posibilidad. Pero, qué carajo, ¿y si lo es? ¿Y si Cassian es el padre? Porque Daisy podría perfectamente pasar por una mezcla de ambos. Claro, nos faltaría el «pequeño» detalle de la Fuerza (¿se transfiere genéticamente?), pero con lo poco que sabemos (hoy por hoy) de unos y de otros… a saber. Por mí, mientras no sea hija de Luke, todo fetén.

Volviendo a Cassian, son muchas las esperanzas que tengo depositadas en él. Más aún que en Jyn (aunque también me resulta llamativa). Quizás sea por el misterio que lo envuelve, o por el maravilloso rostro (y buen hacer) de Diego Luna, el caso es que espero realmente que Cassian acabe dando la sorpresa o, al menos, nos deje recordarlo como un personaje digno. Sea como sea, lo veremos el 16 de diciembre. No olvidéis que tenemos una cita ese día en los cines Dreams Palacio de Hielo, donde habrá numerosas sorpresas, tanto dentro como fuera de la película.

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Daisy Ridley, Adam Driver y Mark Hamill ya están rodando en Irlanda del Norte

Para los ultra fanáticos de Star Wars, especialmente los que no pierden ripio de la nueva trilogía y de las desventuras del rodaje del Episodio VIII (dirigido por Rian Johnson y que se estrenará en diciembre del 2017), es una noticia importante que tanto Mark Hamill (Luke Skywalker), como Daisy Ridley (Rey), como Adam Driver (Kylo Ren), hayan aterrizado hoy en el aeropuerto de Belfast (Irlanda del Norte).

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Daisy Ridley (Rey) y Adam Driver (Kylo Ren) en el aeropuerto de Belfast

¿Qué significado tiene esto? Pues que durante los próximos días (o semanas), los tres se encontrarán rodando en la dicha localización varias escenas (en uno de los escenarios además puede divisarse la construcción de una maqueta del Halcón Milenario). Es decir, que Luke Skywalker, Rey y Kylo Ren compartirán varias momentos en el planeta Anch-To, aquél donde Luke se había escondido de la Primera Orden. ¿Quiere decir esto que habrá ya enfrentamientos? ¿Extrañas alianzas? ¿Grandes revelaciones? ¿Qué opinará Luke de que su verde y solitario planeta se le esté llenando de jovenzuelos poderosos en la Fuerza?

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Mark Hamill (Luke Skywalker) y Adam Driver (Kylo Ren) en el aeropuerto de Belfast

Aprovechamos esta noticia para ir avisando que pronto, MUY PRONTO, lanzaremos una noticia bomba y especial espacial, relacionada (claro) con todo esto que estamos contando. ¿Qué será, será?

Rian Johnson (director del Episodio VIII)

Rian Johnson (director del Episodio VIII)