Japoneando Anime: Shingeki no Kyojin (Attack on Titan)

Esta vez en Japoneando Anime vamos a tratar una de las series más populares de los últimos años: Shingeki no Kyojin (進撃の巨人, también traducida como Attack on Titan o Ataque a los titanes), de Hajime Isayama y publicada desde Bessatsu Shônen Magazine desde septiembre del 2009. Actualmente, lleva 22 volúmenes recopilados y más de 20 millones de copias vendidas, además de anime y películas en imagen real.

El anime está al cargo de los estudios Production I.G. y Wit, llevando ya dos temporadas en curso. Como el manga aún está serializándose, es altamente probable (también visto el éxito cosechado) que terminen siendo alguna que otra más. De la banda sonora se encarga Hiroyuki Sawano (Nanatsu no Taizai, Blue Exorcist, etc.). Si bien el anime captura bastante la esencia del dibujo de Isayama, lo cierto es que lo «mejora» bastante, volviéndolo más bonito a la vista a través de una animación fluida y, por lo general, cuidada.

Shingeki no Kyojin nos sitúa en un mundo post apocalíptico dominado por titanes, unos misteriosos seres de gran envergadura (unos más que otros), sin genitales y que se alimentan solo de humanos. Por ello, los supervivientes se han refugiado en ciudades entre muros, siendo los sectores más humildes los que habitan las áreas más pegadas al exterior y los más favorecidos los que habitan en el centro y más hacia el interior. Eren Jäeger es un niño que vive con su familia y con su amiga/hermana adoptiva Mikasa en una de estas zonas más pegadas al exterior. Un día, de forma repentina y totalmente inesperada, el único muro que los protege de lo que hay afuera se ve atacado por «el titán colosal», un titán nunca visto de proporciones increíblemente gigantescas. La ciudad se ve atacada entonces por multitud de estos seres y solo unos pocos consiguen evacuar, entre ellos Eren, Mikasa y su amigo Armin. Debido al rencor y a la sed de venganza, Eren jura entonces unirse a la milicia contra los titanes.

Entre el shônen y el seinen

En Shingeki no Kyojin encontramos un shônen (少年漫画, manga para chicos adolescentes) realmente entretenido, pero no por ello libre de varios clichés típicos de este género. Sin embargo, lo que quizás hace que esta serie destaque sobre el resto de otros shônen de éxito es su crudeza, que causa que a veces parezca más cercano al seinen (青年, manga dirigido a adultos). Este es, probablemente, uno de los grandes aciertos de Shingeki no Kyojin: se palpan la desesperación y el sentido de «emergencia» en sus páginas, apareciendo también bien reflejado en el anime. De hecho, Isayama no tiene ningún reparo en asesinar personajes que solo unos capítulos atrás parecía que iban a ser importantes para la trama. Esto causa la sensación de que, a la postre, cualquiera será prescindible y que nadie está a salvo. Ni tan siquiera su protagonista (que se las ha visto canutas en más de una ocasión).

Unido este punto al de que este manga y anime trata temas aparentemente algo más serios como la política y la corrupción, alejan a Shingeki no Kyojin de ser el shônen convencional y lo acercan más, quizás, a historias tipo Juego de Tronos (o Canción de Hielo y Fuego, para los fanáticos de los libros). No obstante, Shingeki no Kyojin no deja de ser un shônen con todos sus ingredientes típicos: protagonistas adolescentes con aires cool y, por qué no decirlo, bastante estereotipados (algo que trataremos a continuación), acción fluida y a raudales, pequeños toques de romance (sobre todo de la o las fémina/s que beben los vientos por el prota) y, en definitiva, un mundo al que salvar.

Tsundere, kûdere, yandere o ninguna de ellas

Comentábamos que los personajes de Shingeki no Kyojin se encuentran bastante estereotipados, algo que, no lo negaremos, sucede en el 90% de mangas, animes y videojuegos procedentes de Japón. De hecho, cada estereotipo tiene su propia denominación nipona, según los rasgos de personalidad que destaquen en él.

Así y por ejemplo, tenemos por un lado a los tsundere (ツンデレ), kûdere (クーデレ) o dandere (ダンデレ”), en donde entrarían las personalidades más introvertidas, siendo el primero el ejemplo de alguien que es frío (incluso hostil) con su entorno hasta cierto punto (y que en el fondo esconde una faceta más tierna y cariñosa); el segundo sería el más apático e inexpresivo; y el tercero el que se muestra tímido o asocial con los demás, salvo con su interés amoroso o con las personas de más confianza. Se pueden encontrar varios debates por la red sobre dentro de qué estereotipo se encontraría Mikasa (en mi modesta opinión, tsundere o kûdere), mientras que Historia Reiss suele estar catalogada dentro de los dandere (aunque en la primera parte pueda parecer mucho más yangire, como veremos) y otros como Levi en los kûdere.

El contrapunto a este bloque de estereotipos sería el yandere (ヤンデレ) y el yangire (ヤンギレ), que son personajes aparentemente dulces y cariñosos, que en el fondo tienen un lado sádico y violento. El caso de yangire suele aplicarse a personajes femeninos que van enloqueciendo paulatinamente y debido a algún trauma; mientras que los yandere muestran los cambios de manera brusca y repentina. En realidad, varios personajes de Shingeki no Kyojin son susceptibles de entrar en este grupo, destacando probablemente Bertolt, Reiner o Armin. No es de extrañar, como punto y aparte,  encontrarse en las series yaoi o shônen ai que uno de los chicos cumple el papel de tsundere y el otro el de yandere.

Desastres que asolan Japón

Ya hemos hablado en otros Japoneando Anime cómo las bombas de Hiroshima y Nagasaki, junto con otras terribles consecuencias de la II Guerra Mundial, afectaron al imaginario colectivo nipón, reflejándose esto en algunos de sus manga y anime. Hay otro factor que siempre ha sobrevolado al grupo de islas y que es incluso más relevante que lo acontecido en la II Guerra Mundial: los desastres naturales.

Como muchos sabemos, Japón se encuentra en medio del conocido como Cinturón de Fuego del Pacífico, convirtiéndolo en una de las zonas más sísmicas del planeta. A lo largo de su historia, el país nipón ha sufrido terremotos realmente terribles, como el de Kantô el 1 de septiembre de 1923 o el de Sendai el 11 de marzo del 2011. El primero dejó la ciudad de Yokohama y alrededores destruidos, más de 105.000 fallecidos y otros 37.000 desaparecidos (además aparece reflejado en la película El viento se levanta, de Hayao Miyazaki). El segundo, probablemente el más conocido en nuestra generación, fue seguido de un terrible tsunami y dejó cerca de 9.000 muertos y 13.000 desaparecidos, además de la amenaza nuclear de Fukushima.

Los terremotos (y tsunamis que a veces siguen) son imprevisibles, de ahí su poder devastador. No es de extrañar que en tantos manga y anime surjan seres gigantescos y completamente destructivos (ya hablamos también de Godzilla y el género kaiju). Como hemos mencionado, uno de los grandes logros de Shingeki no Kyojin es su sensación de amenaza constante, de que nadie está a salvo. Ya en el primer capítulo, los titanes colosal y acorazado surgen de la nada y arrasan con el muro y con la ciudad. Este tipo de episodio se repetirá más veces posteriormente y a lo largo de la serie. Y es que nadie está a salvo, ni tan siquiera Eren Jäeger.

P.D.: Queremos aprovechar esta entrada y que estamos en plena emisión de la segunda temporada para avisar que Selecta Visión está lanzando los capítulos de Shingeki no Kyojin casi a la vez que en Japón y subtitulados al castellano. Es GRATIS y LEGAL. A partir de aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=uJQ6kbDgARM