Brand New Animal, ritmo trepidante para la última apuesta de Trigger

El estudio de animación Trigger nos ha tenido acostumbrados a títulos de anime de calidad generalmente alta, en algunos casos rozando la maestría, como con Tengen Toppa Gurren-Lagann, y en otros quedándose en un notable y algo significativo entretenimiento. Puede gustar más o menos su estilo atropellado y cargado de adrenalina, con ciertos clichés repetitivos, pero nunca ha ofrecido algo mediocre. Parece que esta tendencia no va a cambiar con su último trabajo: Brand New Animal (más conocido por sus siglas BNA).

El guión lo firma, en parte, Kazuki Nakashima, quien ya escribiera las historias de la citada Tengen Toppa Gurren-Lagann o Promare, lo que se percibe en varios conceptos de base: mundos distópicos donde la humanidad se ve enfrentada a bestias antropomorfas, el deseo del protagonista de ir más allá, el viaje del héroe y un elenco que rezuma energía a través tanto de la confrontación como de la cooperación.

En este caso, el mundo se asemeja mucho al nuestro, con la salvedad de que la humanidad ha convivido desde el principio de los tiempos con hombres-bestia, siempre con una gran desventaja para éstos últimos, quienes debido a la hostilidades se ven finalmente obligados a vivir apartados en una ciudad creada para tal fin: Animacity. Michiru Kagemori (voz en japonés de Sumire Morohoshi) es una joven humana que se ve convertida misteriosamente en una mujer-tanuki. Aterrada y escondiéndose de todos, huye a esta especie de refugio para animales antropomorfos con la esperanza de poder llevar una vida normal. Lamentablemente sus planes se ven rápidamente frustrados, conociendo en el proceso a un hombre-lobo que responde al nombre de Shirou Ogami (Yoshimasa Hosoya).

Brand New Animal (BNA). Trigger.

Entre ambos protagonistas pronto se desarrolla un vínculo que nos traerá a la mente aquéllos de las «buddy movies» (como Zootrópolis, con la que guarda a su vez más de un parecido, o Arma letal), donde policía/detective serio y veterano se ve arrastrado a varios problemas por el miembro más joven e impulsivo, quien a la postre lo sacará del aprieto. Esta química y la que cada uno de ellos (especialmente Michiru) va desenvolviendo con el resto de personajes, incluso los secundarios, es lo que dota a BNA de un enfoque extremadamente interesante y que nos hace empatizar rápidamente con ellos.

Los diseños de los personajes, tanto de los principales como de los secundarios, que corren a cargo de Yusuke Yoshigaki, añaden a ese carisma y a esa compenetración y química entre ellos. Tanto en su forma humana como animal, veremos rasgos comunes y distintivos. Especial mención, claro está, a Michiru y Shirou, si bien la alcaldesa nos tiene asimismo muy intrigados.

La ciudad en la que se desenvuelve la acción, Animacity, tiene a su vez parte de la culpa de que el espectador se vea arrastrado rápidamente al universo del nuevo título de Trigger. La megalópolis tiene sus propias normas, que la acercan más al mundo animal que al civilizado; así como rincones; agrupaciones; deportes; incluso religión. En solo seis capítulos BNA ya ha tocado todos estos palos.

Es posible que todo este enriquecimiento genere a su vez una sensación de sobrecarga en el espectador, como que se están narrando demasiadas cosas en un breve lapso de tiempo. El ritmo, trepidante, quizás lo es demasiado, si bien hay detalles en las interacciones entre los personajes que, de percibirse, nos hablan de su evolución. Lo que sí nos estamos preguntando es cuánto durará este título (ya que hasta la fecha no se ha confirmado, ni tampoco cuándo saldrá la próxima tanda de episodios), pues sentimos que hay muchísimas cosas por contar y que a día de hoy estimamos no serán suficientes doce capítulos (los que suele tener una temporada de anime) para ello. Eso sin tener en cuenta los habituales giros de guión a los que nos suele tener acostumbrados Trigger en los últimos actos.

La dirección de You Yoshinari (Little Witch Academia) tiene mucho que ver en este ritmo desenfrenado y sólido, que logra atrapar al espectador desde el primer episodio. Las escenas de acción son trepidantes y están animadas con una fluidez y dinamismo excelentes (solo con ver la primera confrontación entre Ogami y los bandidos te quedas ojiplático).

La banda sonora, compuesta por mabanua (Megalo Box, Sakamichi no Apollon), se compenetra a la perfección tanto con las dinámicas escenas de acción como con las más pausadas; especial mención a cierto tema que suena de forma recurrente (sobre todo cuando hay flashbacks de Michiru) y que trae consigo cierto sabor melancólico; así como el ending «Night Running» (de Shin Sakiura y AAAMYYY), el cual está integrado en la trama.

En definitiva, los seis primeros episodios de BNA (disponibles, por ahora, en Netflix Japón) nos han demostrado que Trigger ha sabido traernos otro producto fresco, interesante más allá de ciertos clichés, algo gamberro y con una ambientación y unos personajes la mar de interesantes; aderezado todo ello con un apartado audiovisual imponente y de buena calidad. Lo único que nos hace preocuparnos es cuánta será la duración final del producto y si estará a la altura de todas las tramas que ya han sido abiertas.

Brand New Animal (BNA). Trigger.

Darling in the Franxx, el amor que trasciende el espacio y el tiempo

Ayer finalizó uno de los animes más exitosos de las últimas temporadas, Darling in the Franxx, tras 24 capítulos que se dividieron en una especie de dos bloques. Esta última colaboración entre los estudios Trigger y A-1 Pictures, con Atsushi Nishigori (The Idolmaster) tras la dirección y la escritura del guión, ha tenido a centenares de seguidores alrededor del planeta pendientes de las desventuras de Zero Two, Hiro, Ichigo, Goro y del resto de niños «parásitos», pero… ¿ha merecido realmente la pena? Advertimos que habrá SPOILERS.

Tras unos primeros capítulos bastante sólidos y con una alta capacidad de enganche, la serie empieza a decaer a partir del episodio 15. Si bien es cierto que Darling in the Franxx tiene problemas de ritmo desde su inicio, estos se acentúan más en este segundo bloque, con unos capítulos «desgastados» en mostrar una idílica situación de los niños en medio de un mundo postapocalíptico, aderezado con un forzado (en nuestra opinión) romance entre Mitsuru y Kokoro, para pasar a explicar TODO el pasado y bases del «lore» en un único episodio. Por este mismo problema con el ritmo, cuando se descubre el pastel y que «Papa» en realidad es Virm, unos alienígenas que llevan atosigando a la Tierra desde hace siglos, todo parece caer como un jarrón de agua fría y parece que en ese mismo momento nos hallemos ante una serie totalmente diferente.

Porque otro de los grandes problemas de Darling in the Franxx es ese: su falta de identidad. ¿Es un shônen de mechas? ¿Un shôjo con sonrojantes declaraciones amorosas? ¿Una obra de ciencia-ficción postapocalíptica que muestra una distopía social… o más bien una invasión alienígena? Si bien es todo esto, una vez más el mal ritmo llevado parece que el anime vaya dando tumbos de un lado a otro totalmente opuesto en cuestión de instantes. O echa el freno o pega el acelerón.

Sin embargo, por supuesto que no todo es malo en el último título de Trigger. Se trata de una obra fundamentalmente de personajes y de eso nos ha dado una buena selección: desde la estrella, Zero Two; hasta su rival inicial Ichigo; pasando por el amable Hiro; o el personaje más buenazo y legal con el que nos hayamos topado en años, Goro; la verdad es que el elenco de Darling in the Franxx puede ser culpado directamente de su éxito. 

Evidentemente, las relaciones entre estos personajes también son uno de los focos, especialmente la de Zero Two y Hiro, y aunque en ocasiones alcancen niveles «rarunos» (de nuevo, todo el romance entre Mitsuru y Kokoro), es fácil emocionarse en uno o varios momentos con las confesiones (no siempre recíprocas) y ciertos momentos de las batallas, a pesar de que las transformaciones de Strelizia alcancen un nivel de redundancia casi paródico.

En este sentido, Darling in the Franxx pierde frente a otro de los títulos de Trigger y de los cuales bebe bastante tanto a nivel argumental como de estilo: Tengen Toppa Gurren-Lagann. Allí donde ésta última era consciente de sus elementos autoparódicos y sabía explotarlos (para luego golpearnos duro con el DRAMA), la de Nishigori parece tomarse a sí misma en serio todo el tiempo, lo que llega a ocasionar incluso algún momento de vergüenza ajena y que los momentos trágicos no nos impacten (generalmente) de igual manera.

Volviendo a las virtudes, el argumento sabe mantener enganchado al espectador, junto al citado elenco de personajes, a través de varias incógnitas que, a pesar del ritmo, al final sabe resolver (de forma más o menos satisfactoria). Por suerte, hasta el final mantienen la importancia sobre el tema de las relaciones entre las personas y la sociedad distópica por encima de las invasiones alienígenas y las batallas de mechas, algo que en lo personal agradecemos. Quizás en este último punto algún seguidor que llegue esperando un título de pura acción y adrenalina se sienta más decepcionado.

En cuanto al apartado técnico, todo en él es soberbio, empezando por una animación cuidada y fluida y una banda sonora pegadiza y emotiva, con un opening («Kiss of Death» de Mika Nakashima x Hyde) que sobresale del resto. Los diseños de los personajes y de los mechas (a cargo de Masayoshi Tanaka y de Shigeto Koyama, respectivamente), aunque puedan resultar chocantes, también son igualmente atractivos.

En definitiva, podríamos destacar como lo mejor de Darling in the Franxx a sus personajes (especialmente al dúo protagonista, a Ichigo y a Goro), su apartado técnico, momentos emocionales (todo el capítulo 13, por ejemplo) y algunas interrogantes del argumento que pueden llevarnos a pensar un poco (lamentablemente, muchas de ellas se quedan en lo superficial). En cuanto a lo peor, sin duda su ritmo inconstante y su falta de seguridad a la hora de hallar su identidad y género.

Sobre la gran duda: ¿nos gustó el final? La respuesta es sí, aunque solo sea porque AL FIN Goro obtiene lo que se merece. Sea como sea, junto al mencionado cierre de interrogantes, creemos que todos los personajes obtienen su merecida (y más «creíble») conclusión.

P.D.: Estamos preparando un Japoneando Anime sobre la serie, por lo que profundizando un poco más en ella advertimos que hay elementos «heteronormativos» que pueden causar un poco de escozor.

Crítica de la primera parte de Darling in the Franxx: entre los futuros distópicos y las hormonas adolescentes

El estudio de animación Trigger cuenta ya con cierta y cimentada experiencia en esto de los animes de mechas, ya que suyo es Tengen Toppa Gurren-Lagann, uno de los productos más aclamados dentro de este género. Si se fusionan con A-1 Pictures, de donde salieron series como Anohana, hallamos Darling in the Franxx (ダーリン・イン・ザ・フランキス), sin duda el anime que está causando sensación de esta temporada.

El mismo contará (al menos en principio) con 24 episodios, los cuales Trigger y A-1 han decidido por algún motivo (hicieron lo mismo con las aventuras de Simon y compañía) dividirlos en dos bloques, finiquitando el primero (o eso parece, aprovechando el parón por la Golden Week en Japón, donde emitirán un especial con entrevistas al equipo de desarrollo) en el episodio 15, dejándonos a solo 9 para el final.

Esta primera parte podría resumirse en una montaña rusa emocional… a juego con las hormonas que desprenden los protagonistas, lo que causa que la serie bordee a veces los niveles de drama nivel culebrón o dorama.

El argumento de partida nos sitúa en un futuro distópico, donde la humanidad se ha visto reducida y refugiada en una especie de ciudades-cúpula llamadas «Plantations», que se mueven y se mantienen a base de la sustracción de magma. Estos grupos sociales, que como se revelará más tarde no parecen sentir ni padecer, producen a su vez una serie de niños conocidos solo por las cifras y que a su vez se mantienen recluidos en los «Garden» (en clara alusión a los jardines de infancia). Allí, solo los más aptos sobreviven para convertirse en parásitos, jóvenes cuya único propósito en la vida es luchar pilotando unos Franxx para defender a Papa (el líder de todo este tinglado) y a los adultos de unos misteriosos (y tanto) seres denominados klaxosaurios.

Los Franxx son unos robots gigantes (mechas) que parecen tener alguna base orgánica y que pueden ser pilotados por un conjunto de chico-chica (estambres y pistilos, como las plantas), siendo en ocasiones más extremas en las que solo los pilota uno de ellos y entonces entra en modo «estampida», una especie de descontrol que adopta una forma más animal.

En medio de este sistema crecen los muchachos del Escuadrón 13, donde pertenece Hiro (por su código 016), un ex prodigio que se ve en la tesitura de no poder pilotar con ninguna compañera… hasta que se topa con Zero Two (código 002). La relación que se va estableciendo entre estos dos es el eje central sobre el que gira toda esta primera parte (que es más de la mitad) de la serie, concluyendo en un clímax (nunca mejor dicho) que ha hecho y hará las delicias de la mayor parte de los espectadores.

Si bien el vínculo entre Hiro y Zero Two es uno de los puntos más fuertes de este anime, también trae consigo uno de sus defectos: en ocasiones tiende a centrarse demasiado en las hormonas adolescentes, con giros argumentales que versan sobre lo mismo, llegando a parecer una especie de culebrón. Si esto fuese Marmalade Boy o una serie de más de 24 epiodios, no nos importaría, pero el foco en los amoríos tiende a dejar de lado todo un trasfondo del que todavía solo tenemos pinceladas y que pinta de lo más interesante (ojo, que pueden llegar a hacer maravillas con los 9 capítulos que les quedan).

Si obviamos este último punto, Darling in the Franxx resulta un producto tremendamente adictivo y con unos personajes bastante carismáticos (culminando en Zero Two y, por supuesto, en el tipo más majo del universo, Goro), que en ocasiones se acerca más a Tengen Toppa Gurren-Lagann y en otras a Evangelion.

Del apartado técnico tampoco tenemos mucho que decir salvo que es soberbio en prácticamente todos sus capítulos. Partiendo de un opening (cantado por Mika Nakashima y Hyde) tan adictivo como la serie misma, algunos momentos musicales parecen no encajar mucho con su correspondiente escena animada, pero son escasos. Los diseños de los personajes, hechos por Masayoshi Tanaka (Anohana), resultan todos ellos atractivos y lo suficientemente variopintos (de nuevo, la palma se la lleva la niña bonita de este anime, Zero Two). El diseño de mechas (hechos por Shigeto Koyama) es quizás donde pueda haber mayor división de opiniones, ya que su aspecto aniñado y vivaz no parece adaptarse bien al futuro distópico y estéril en el que nos encontramos (aunque probablemente esa sea la idea).

Otro aspecto importante de Darling in the Franxx es toda la simbología que trae consigo su narrativa (la cual tiene algún que otro altibajo, sobre todo en el ritmo). Esto lo observamos por ejemplo en todo su componente sexual, la mayor parte de las veces muy obvio. Desde la misma postura que adoptan chico y chica dentro del Franxx, hasta el hecho de que los muchachos no sepan ni lo que es un beso o el hincapié en el libro sobre el cuidado de los bebés (¿llegará a haber alguno?), pasando por el propio binomio HiroZeroTwo. Por supuesto, tampoco pueden faltar todas esas cuestiones inherentes a una buena obra de ciencia-ficción, como qué nos hace humanos, cuándo dejamos de ser unos niños o cuáles son los ingredientes para una revolución. Seguramente, todas estas asociaciones entre sexo, humanidad, infertilidad/fecundidad e incluso la aproximación a que algo de esto ocurre actualmente en la sociedad japonesa (generación herbívora) causará que se escriban varios ensayos sobre Darling in the Franxx de aquí a algunos años.

¿Qué le falta por desarrollar a la historia en los 9 capítulos restantes?

– ¿Qué son los klaxosaurios y cuál es su relación con la humanidad?

– Quizás unido al punto anterior, ¿dónde van los niños que desaparecen en el Garden? ¿Mueren? ¿Y dónde está Naomi?

– ¿Quiénes son Papa y los adultos y cuál es su objetivo? Los hemos visto hablando de varios términos extraños (muchos de ellos de la mitología nórdica), pero ni sabemos aún a qué se refieren ni hemos visto sus rostros (¿tienen cuerpo?)

– Y el resto de adultos… ¿cómo llegaron a ese estado? ¿Qué fue de la sociedad nuestra/antigua?

– ¿Qué ocurrió con el anterior Escuadrón 13? ¿Por qué dicen que los Parásitos están «infectados» e insinúan varias veces su muerte/desaparición?

– ¿Hay más mestizos de klaxosaurio como 002? Si es así, ¿dónde están? Era uno de ellos su «madre» (001)?

– ¿Cuál es el objetivo del Doctor Franxx? ¿Y de los Nines? ¿Por qué éstos últimos parecen tener cuernos como 002 y pilotan en posiciones invertidas?

– ¿Llegará a transformarse Hiro en una «bestia» como 002?

– Y sobre todo, ¿quién morirá y sobrevivirá al final de la serie?

https://www.youtube.com/watch?v=3x0NEd9t1yQ