Cinco títulos que tratan el especial vínculo entre un chico (o chica) y un robot (o alienígena)

Bumblebee (Travis Knight) se estrenará en cines de España el próximo 28 de diciembre y lleva hasta la fecha acumuladas una apabullante mayoría de críticas positivas (94% a día de hoy en Rotten Tomatoes, con un 7,1 de media y un 4 sobre 5 entre el público), lo que la convierte en la cinta del universo Transformers con mejor recibimiento hasta la fecha (algo que tampoco es que sea muy complicado, siendo sinceros).

Las críticas suelen estar de acuerdo en que el gran punto fuerte de la cinta es el vínculo que se establece entre el «autobot» protagonista, Bumblebee, y la joven Charlie (Hailee Steinfeld), algo que hemos visto ya en un buen puñado de títulos de diversa índole, lo que no deja de demostrar que un buen relato sobre amistades y lazos especiales inesperados siempre será bien recibido y generará cierta fascinación por parte del gran público.

Hagamos un repaso de los cinco títulos que ya han tratado este tema y que se encuentran entre nuestros favoritos (sin especial orden de preferencia), teniendo en cuenta que uno de los protagonistas sea un robot o alien (o ambas), como el caso de Bumblebee.

. El gigante de hierro (Brad Bird, 1999)

Este título dirigido por Brad Bird antes de unirse a Pixar supone hoy en día una cinta de culto para los amantes del cine de animación. Basado en la novela El hombre de hierro de Ted Hughes (1968), la historia cuenta cómo el preadolescente Hogarth Hughes se topa accidentalmente con un extraño ser gigantesco y con apariencia de robot en medio del bosque. Ambos van haciéndose cada vez más amigos mientras el Gobierno de los Estados Unidos (que ha detectado la entrada de un objeto no identificado en la atmósfera terrestre) se dedica a seguir sus pasos, ya que el gigante resulta ser un ser venido del espacio.

La película supuso un fracaso en taquilla pero todo un éxito de crítica, especialmente a posteriori, por lo alejado que se mantiene Bird de los tópicos Disney de aquel entonces y por la multitud de referencias a la Guerra Fría y a la literatura y cine de ciencia-ficción más clásicos, sobresaliendo el vínculo que se crea entre Hogarth y el robot.

. E.T., el extratesrrestre (Steven Spielberg, 1982)

Qué podemos decir de E.T. que no se haya escrito ya en multitud de ocasiones. Una de las cintas más comerciales de Spielberg, absoluto éxito de taquilla y también de crítica que, además, no ha envejecido nada mal. Para los que hayan vivido en una cueva. E.T. cuenta la historia de Elliott (Henry Thomas), un niño que vive con su madre, su hermano mayor y su hermanita en una casa típica de la clase media en Estados Unidos y que un día se topa (también accidentalmente, claro) con un alienígena al salir a buscar pizza fuera de su casa. Al principio aterrado, el muchacho se va dando cuenta de que el ser es inofensivo y además posee inteligencia (más avanzada que la humana, de hecho), por lo que decide esconderlo en su cuarto hasta averiguar cómo demonios poder devolverlo a su planeta (ya que se ha perdido). E.T. establece un vínculo de amistad y psíquico con Elliott, lo que le sirve para ir descubriendo más sobre su entorno y que supone asimismo que ambos sientan lo mismo bajo ciertas circunstancias.

Este título de Spielberg nos ha dejado escenas para el recuerdo y que se han establecido en la cultura popular, como la de las bicis volando con la luna de fondo o la popularísima frase «teléfono, mi casa», por no hablar de la banda sonora de John Williams. Un clásico indiscutible.

. Terminator 2: El juicio final (James Cameron, 1991)

De un clásico saltamos a otro, esta vez uno mucho más adulto y con temática y escenas más crudas. Cameron ya se dio sobradamente a conocer (al igual que Arnold Schwarzenegger) con la primera Terminator (1985), creando una segunda parte que se sitúa unos cuantos años atrás de aquélla, con un John Connor adolescente (Edward Furlong) y una Sarah Connor (Linda Hamilton) entre rejas. El muchacho es ahora perseguido por el T-1000 (Robert Patrick), un modelo enviado del futuro mucho más avanzado y letal. Para contrarrestarlo, la resistencia envía a un modelo T-800 para protegerlo, estableciéndose, cómo no, un estrecho vínculo entre el joven y la máquina.

A medio camino entre la ciencia-ficción, la acción y el terror, esta segunda parte logra incluso superar a su antecesora y nos regalo auténticos momentazos. Mención especial se merecen los efectos especiales (que han envejecido estupendamente) la banda sonora de Brad Fiedel.

. Dragon Ball (Akira Toriyama, 1984)

Tampoco podemos escribir mucho sobre la obra magna de Toriyama (y una de las más importantes dentro del género shônen en el manga y anime) que no se haya escrito ya. Planteada como una adaptación bastante libre del relato clásico chino Viaje al Oeste (luego reconvertido más en un Superman a la japonesa), la historia parte de una adolescente llamada Bulma que se topa accidentalmente (cómo no) con un extraño muchacho que responde al nombre de Son Goku (de Sun Wukong, el Rey Mono), criado en el bosque y que ha carecido de contacto social alguno, con la excepción de su fallecido abuelo. Bulma se da cuenta rápidamente de la increíble fuerza del chico y, a pesar de sus rarezas, lo convence para acompañarla a buscar las bolas de dragón, que reunidas invocan al dragón Shenron, capaz de conceder cualquier deseo. De más está decir que Goku y Bulma acaban estableciendo una amistad de lo más entrañable (y duradera) y que él acabará protegiendo a la Tierra de numerosos peligros, aún cuando descubre su verdadera identidad como «saiyan», un ser de otro planeta.

Dragon Ball continúa hoy en día siendo uno de los títulos más populares dentro de todo el mundo del manga y anime, con más de 30 años a sus espaldas y aún produciendo series (Dragon Ball Super) y películas (Dragon Ball Super: Broly, que se estrenará el próximo 1 de febrero en España).

. Chobits (Clamp, 2002)

El grupo de mangakas conocido como Clamp se dio a conocer especialmente a finales de los 90 con sus obras X-1999 y Cardcaptor Sakura. Más tarde llegarían Tsubasa Reservoir Chronicles y su participación en el diseño de personajes de Code Geass. Entre medias, se atrevieron con títulos de diversa índole como Chobits, que mezcla el clásico «slice of life» con elementos de la ciencia-ficción. En ella, un joven llamado Hideki Motosuwa se muda a Tokio, donde numerosos habitantes cuentan con «persocons», robots con apariencia humana y orejas como de gato (por donde establecen la conexión a la base de datos) que sirven de ordenadores y también como compañía. Un día, Hideki se encuentra con una de estas «persocon», con apariencia de chica, tirada en la basura y tapada con vendas. Se la lleva a su casa, donde consigue arreglarla, pero la muchacha solo puede comunicarse diciendo «chii», por eso la bautiza con ese nombre. Poco a poco, Chii e Hideki irán estableciendo una relación que va más allá de la clásica entre humanos y máquinas y que lleva a pensar hasta qué punto los robots son incapaces de desarrollar sentimientos.

A pesar de que el manga y anime tienen su propio género protagonizado por robots («mechas»), normalmente pilotados por jóvenes, lo cierto es que Chobits explora un terreno algo más íntimo y que no se centra en las clásicas batallas entre máquinas y «kaijus» (monstruos gigantes), narrando otro tipo de relación establecido entre robots y humanos.

Por supuesto, nos dejamos muchos títulos en el tintero, incluyendo varios que versan sobre amistades o vínculos inesperados que no son necesariamente con robots y/o alienígenas, como El viaje de Arlo, Cómo entrenar a tu dragón, The Last Guardian, entre muchos otros. ¿Vosotros con cuáles os quedáis?

Seis animes de mechas que DEBERÍAS ver

El género mecha (ロボットアニメ, «robotto anime», anime de robots) es uno de los más prolíficos y conocidos por los aficionados al anime de todo el mundo. Las características comunes de este tipo de series son los robots gigantes (mechas) controlados habitualmente por humanos desde su interior, que normalmente muestran a su vez sus problemas existenciales y personales en un futuro distópico (o directamente en el espacio). Por lo tanto, se podría decir que el género mecha tiene bastante a su vez de ciencia-ficción.

Faltan manos para contar la cantidad de animes de mechas que se han realizado en Japón, siendo algunas de sus franquicias emblemáticas (Gundam) las que han sostenido a ciertos estudios durante años (en este caso, Sunrise). Sin embargo, nosotros tenemos a nuestras elegidas, las seis series de mechas que deberías ver al menos una vez en la vida, aunque no seas fan del género.

6 – Argento Soma (アルジェント ソーマ, 2000-2002)

Este anime de 25 episodios y un OVA realizado por Sunrise y producido por Bandai tuvo la suerte o desgracia (más bien la segunda) de ir bastante pegada a Evangelion y su alargada sombra… lo que resalta sus similitudes con aquélla, resultando en una serie no muy conocida y que enseguida es tachada de «copia» (en realidad, siempre hay un sector que denomina «copias» de la obra de Gainax a todo anime de mechas).

Si bien es cierto que los diseños de los extraterrestres y mechas de Argento Soma guardan bastantes similitudes con los del producto de Anno, y que incluso se pueden observar por ahí algunos conceptos (ya avanzada la trama) MUY parecidos, lo cierto es que esta obra, vencidos algunos momentos de sopor, es una serie bastante disfrutable y que deja con buen sabor de boca, después de tirarte los 25 capítulos viendo al protagonista con el culo escocido. Y Hattie y Walton son lo mejor.

Cabe destacar asimismo que los realizadores pretendían llevar a cabo una adaptación moderna y en mecha de Frankestein, si bien guarda bastantes similitudes con El gigante de hierro.

5- Code Geass (コードギアス, 2006-2008 y más allá)

Sunrise ataca de nuevo con esta serie de la que ya escribimos un Japoneando Anime. Con el característico diseño de las Clamp, esta obra nos presenta a Lelouch en su cruzada de venganza contra el Imperio de Britannia en su opresión a Japón, cruzándose en su camino con una misteriosa mujer conocida como C.C., quien le otorga el poder del «geass».

Si bien la serie promete y guarda bastantes momentos para el recuerdo, lamentablemente deriva en una especie de culebrón estudiantil, especialmente en su segunda parte. Sunrise ya ha anunciado que tendrá una tercera temporada con el sobrenombre «Fukkatsu no Lelouch» (literalmente, «La resurrección de Lelouch»), cargándose ya de paso uno de sus mejores aspectos: su final.

4- Darling in the FranXX (ダーリン・イン・ザ・フランキス, 2018-)

Los estudios Trigger y A-1 Pictures se están encargando de esta serie que todavía está en emisión (lleva 12 capítulos de 24), por lo que, dependiendo de su desenlace, podría ascender o caer más en la lista. Por el momento tenemos un anime que, siguiendo la estela de Evangelion, mezcla peleas de mechas con asuntos existenciales y romances juveniles en medio de un futuro distópico con una humanidad algo alelada y bastante reducida.

Yendo al grano, lo mejor hasta la fecha está siendo su protagonista, Zero Two, de la cual todavía nos queda conocer su historia y verdaderas motivaciones (ya estamos cerca…); mientras que el resto del elenco también puede levantar mayores o menores simpatías (bueno, Hiro se ha ganado el cielo por su bendita paciencia).

Quizás algo en lo que está pretendiendo innovar esta serie (aunque, sí, también lo vimos hasta cierto punto en Evangelion) es en toda la simbología relacionada con el sexo y el despertar sexual en medio de un mundo artificial y aparentemente estéril. También en los diseños de los mechas, los cuales no dejarán indiferente a nadie.

3- La visión de Escaflowne (天空のエスカフローネ, 1996)

Este anime producido nuevamente por Sunrise (esto parece un monográfico) se estrenó hace ya varios años y lo que más guardamos en el recuerdo es su mezcla de mechas con fantasía, ya que su protagonista, Hitomi, se ve misteriosamente transportada a Escaflowne, un mundo mágico y con toques medievales en el que existen estos robots gigantes y una trama que se va tornando algo más compleja.

Como suele set habitual en este género, las batallas también dan lugar a los romances, ya que en el camino de Hitomi se cruzan, entre otros, Van y Allen.

Escaflowne contó con 26 episodios y una película remake-recopilatorio posterior que, en nuestra humilde opinión, no le hace sombra a la serie original (animación aparte). Recomendamos verla aunque sea solamente porque ha envejecido bastante bien y no es habitual encontrarse con la fusión mecha-medievo (ah, y Maaya Sakamoto, Aeris y Lightning en Final Fantasy, es la voz de Hitomi y del opening).

2- Tengen Toppa Gurren-Lagann (天元突破グレンラガン, 2007-2009)

Empieza el dominio de Gainax con este anime de 27 episodios y un par de películas. El porqué de su posición tan alta lo encontramos en su ambientación postapocalíptica bastante misteriosa (que encierra todo un contexto idiosincrásico y hasta ¿religioso?), sus personajes carismáticos (ay, Kamina…) y en que parece que a veces no se toma en serio a sí misma, pero luego su drama te golpea como un mazazo.

En el apartado técnico tampoco se queda atrás, con una animación bastante constante y dinámica, unos diseños que a veces rozan lo absurdo (como decíamos, en ocasiones parece parodiarse) y una banda sonora que acompaña los momentos más épicos con mucha solvencia.

Tengen Toppa Gurren-Lagann es bastante más que el recorrido por la madurez de Simon, es una emocionante serie que se pasa como un suspiro y que te deja con varios momentos grabados en el kokoro.

1- Neon Genesis Evangelion (新世紀エヴァンゲリオン, 1995-1996)

También conocida como simplemente Evangelion, llegamos a la madre de todos los animes de mechas con este producto parido por Gainax y por la mente de Hideaki Anno. Admitimos que en lo personal no es nuestra favorita (Shinji es en parte culpable), pero el hecho de que sea considerada una obra de culto nos obliga a ponerla en lo más alto del podio.

Como ya adelantábamos, Evangelion supuso la base de varios conceptos que serían retomados posteriormente para otros animes del género (y no solamente de mechas), aunque sinceramente tampoco ha inventado la panacea. Entre sus grandes logros se encuentran esa mezcla entre ciencia-ficción, religión y filosofía; los personajes llevados al extremo de sus posibilidades y que rozan los tabúes culturales y sociales; y un apartado técnico soberbio. Y no, no nos olvidamos de su final casi incomprensible (en formato de dos películas que continúan a la serie de 26 episodios) y que sigue generando debates décadas después.

Menciones de honor

Como decíamos, hay animes de mechas para elegir y para todos los gustos. Desde las que hemos tratado, más o menos serias, hasta parodias de todo tipo (FLCL, también de Gainax) y, por supuesto, los grandes clásicos del género como Mazinger Z, toda la franquicia Gundam o Macross, entre muchos otros.