¿Tiene Escuadrón Suicida posibilidades de convertirse en una película de culto?

NOTA: Antes que nada, no, no vamos a afirmar que Escuadrón Suicida (Suicide Squad) sea una película de culto, ni tampoco vamos a intentar justificarlo (ni todo lo contrario). Mucho menos cuando solo lleva tres días en cartelera. Sin embargo, vamos a intentar hacer un ejercicio adivinatorio y algo pensante cobre por qué QUIZÁS, y solo QUIZÁS, dados algunos síntomas iniciales, Escuadrón Suicida PODRÍA llegar a ser tratada, con el tiempo, como una película de culto.

En la Wikipedia, ese gran templo de sabiduría, se define a las películas de culto como lo siguiente:

Las películas de culto adquieren tal estatus debido a la respuesta positiva que reciben por una parte significativa, pero limitada, de la audiencia o de la crítica a causa de su trama, su original estética, su anómala estructura narrativa o su especial relevancia en el contexto de la historia del cine.

(…) Grosso modo, y en un sentido estricto, puede afirmarse que una película alcanza el estatus de película de culto cuando es capaz de producir admiración y reconocimiento en un grupo de espectadores o críticos lo suficientemente amplio como para asegurar su continuidad como pieza cinematográfica significativa, pero demasiado limitado como para catapultar la obra al reconocimiento general.

Varios ejemplos de cintas de culto son: Blade Runner, The Terminator, Depredador, The Rocky Horror Picture Show, Donnie Darko, El club de la lucha, Dentro del laberinto, The Warriors, y un largo etcétera. Quizás hayáis visto una, varias, o todas las mencionadas, pero por poner un elemento común a todas: no fueron, inicialmente, bien recibidas por la crítica especializada (el estreno de Donnie Darko de hecho fue bastante limitado debido a que coincidió con el ataque a las Torres Gemelas). También puede suceder lo contrario: que una película sea inicialmente bien recibida por la crítica, pero no por el público, hasta que con el paso del tiempo ésta va quedando establecida por unos y por otros como de culto.

¿Qué elementos reúne Escuadrón Suicida como para poder llegar a ser considerada dentro de semejante grupo? Pues veamos…

Recepción inicial por crítica y público

Sobre todo en medios norteamericanos. Una vez retirado el embargo, empezaron a aflorar críticas que ponían a la cinta de David Ayer terriblemente mal. Desde asegurar que, si odiabas a alguien, lo mejor era regalarle un pase para ver Escuadrón Suicida; hasta asegurar que era aún peor que la última de Los 4 fantásticos o Linterna Verde. Otras, en cambio, le dan un aprobado pero sin llegar a considerarla ninguna obra maestra (que no lo es).

Pongamos ahora por ejemplo algunas de las críticas recibidas por Blade Runner al poco de estrenarse. La cinta de Ridley Scott fue tachada de lenta, aburrida y carente de desarrollo en cuanto a los personajes. Incluso llegaron a tacharla de «ciencia ficción pornográfica». Otros, por el contrario, se limitaron a aventurar su trascendencia en el tiempo, y acertaron.

¿Qué es lo que sí está teniendo Escuadrón Suicida? Era de esperarse, pero una gran acogida por parte del público. Hasta el momento, lleva recaudados 267 millones de dólares en taquilla, lo que la ha convertido en el mejor estreno en un mes de agosto y en el tercer mejor estreno de lo que llevamos de año. Las opiniones por parte de los fans varían, y hay quienes la tachan de basura frente a otros que aseguran que es una obra maestra. En medio, otros quienes la ven como un mero entretenimiento con algunos fallos (alguno bochornoso). En definitiva: la polémica está servida.

joker batman

Y esa es una de las bases para una película de culto: la polémica. Porque no todos estaban de acuerdo en que The Warriors fuese una película que pasase a la posteridad aún varias décadas después de su estreno (en 1979). Algunos incluso se avergonzarían al ver Dentro del laberinto en cines allá por el año 1986. Otros directamente se pegarían una buena siesta con Blade Runner (admitámoslo, no tiene el ritmo más trepidante). Sin embargo, hay una parte bastante representativa del público que ha visto estas películas que las han defendido a capa y espada, como si les fuese la vida en ello, y ellos son en cierta forma los transmisores del legado. Si un porcentaje de fans tan representativo y tan ruidoso como el que parece estar teniendo Escuadrón Suicida continuase de la misma forma por unos años, quizás podríamos estar hablando de una película de culto. Y no, no me refiero solo a fans de DC Cómics. Porque si se tratase solo de los fanboys y fangirls de esta editorial, entonces Batman v Superman también sería susceptible de ser una película de culto (y quién sabe…). Pero, para nosotros, ¿por qué Escuadrón Suicida sí tiene las papeletas y la cinta de Snyder no? Siguiente punto.

La estética, los personajes y la forma de contarlo

No, no vamos a atrevernos a asegurar que Escuadrón Suicida es la panacea de la innovación en el cine de superhéroes (o en el cine, a secas). No lo es. Su trama es hasta previsible y del montón, y el guión es de hecho uno de los puntos flojos de la película. Entonces, ¿qué?

La estética, la atmósfera, lo que rodea a Escuadrón Suicida. Primero, que no se toma a sí misma muy en serio (como sí lo hace, en demasía, Batman v Superman). Tampoco lo hace Deadpool, pero ahí va nuestro siguiente punto: en la estructura, Deadpool acaba siendo más del montón y hasta sucumbe ante el acto (anti)heroico (aunque egoísta, no basado en salvar a ningún grupo social) del protagonista. Tres cuartos de lo mismo sucede con Guardianes de la galaxia,  con la que suele comparársela más. En este sentido, Marvel no toma prácticamente ningún riesgo y acude al entretenimiento fácil y asegurado (en lo cual, salvo pocas excepciones, son todo unos expertos, hay que decirlo). En cambio, el montaje mismo de Escuadrón Suicida es tan raro, tan forzado en ocasiones, que hasta acaba por darle una apariencia de película «extraña», aunque en el fondo no lo sea tanto (y esperemos a que haya una versión extendida, del director o algo).

Suicide-Squad

Lo que nos deja a los personajes. Es la primera vez que se presenta en cine a personajes como Harley Quinn o Deadshot, además de a un nuevo Joker con la piel de Jared Leto (un actor ciertamente reconocido y con su particular legión de fans, ya sea por su labor en el mundo del cine o en el de la música, o ambos). Esto ha levantado no pocas expectativas entre el público, lo cual ha podido influir en cierta percepción de decepción que ha acompañado al estreno de la película. ¿Pero qué sucede cuando dejamos pasar el tiempo y el hype inicial ha vuelta a bajar o, simplemente, se ha auto regulado? Es ahí donde sabríamos si Escuadrón Suicida pasa la prueba o no: ¿la decepción ha sido por tratarse de una cinta horrorosa… o porque las expectativas estaban demasiado altas?

Profundizando en los personajes, es probablemente el punto más fuerte de Escuadrón Suicida (y de la trayectoria de su director, David Ayer): unos villanos (no confundir con antihéroes, otro punto que los aleja de Deadpool o Guardianes de la galaxia) que, obligados por una señora aún más cabrona, se ven envueltos en una misión para salvar… ¿el mundo? ¿Gotham? ¿la carrera interpretativa de Cara Delevigne? Aunque tampoco se vea muy claro, no hace falta (en The Warriors un grupo de pandilleros marginales tenían como único objetivo poder regresar a casa sin morir en el intento, y en Dentro del laberinto no sabemos si al final Sarah está salvando a su hermano, alcanzando la madurez, o dejándose querer por Jareth). Es en parte ese aparente desorden (que mencionábamos asimismo junto con el montaje), que abre puertas a varias y dispares interpretaciones (y debates) entre los fans, lo que a veces da ese encanto a las películas de culto. Aquí, con Harley Quinn y Deadshot (los más destacados a lo largo de la cinta) no nos topamos con héroes oscuros y byronianos, sino con villanos y asesinos, que en algunos casos están como las maracas de Machín. Sí, es verdad que al final tienen un discurso pro-amistad muy bonito, pero lo cierto es que son los amigos más disfuncionales con los que puedes toparte. Algo similar ocurre con la relación amorosa entre Harley y el Joker, rebajada bastante en la película (si al Joker de la serie animada le dijeran de ir a rescatar a su chica, él probablemente… ¿se reiría en tu cara?). Sí, muy bonita, el Joker rescata a su novia, la extraña, tal… pero siguen siendo sumamente disfuncionales. ¿Cómo no serlo? Son villanos. Si el Joker empezara a mostrarse caritativo y solidario con los demás dejaría de ser el Joker y pasaría a ser considerado… no sé, el Jared Leto del sueño de Harley Quinn en la película que nos ocupa, por ejemplo.

harley9

Otro punto es la estética de los mismos personajes, la cual ha generado a su vez polémica. Sí, el Joker de Jared Leto parece sacado de una mala noche de Marilyn Manson, pero tiene su punto llamativo (y hasta explicativo: este Joker es un rey de la mafia ante todo, o eso es al menos lo que parecen haber querido transmitir). Harley parece una choni tras una mala borrachera y bailes de discoteca, pero, sexualización del personaje aparte, su estética es llamativa y, sobre todo, no desentona con la interpretación de Margot Robbie. ¿Qué apostamos a que en próximas convenciones la cosa se llena de Jokers y Harleys de Escuadrón Suicida?

El villano es tan bochornoso que hasta puede llegar a ser considerado de culto

Sí, no nos hemos vuelto locos. Pensemos en los Power Rangers, ¿quien no se acuerda de la serie televisiva? Pues eso. Que a veces algo llega a ser tan pero tan cutre… que pasa a ser considerado de culto. Y las risas que se echa uno con sus amigos, ¿qué?

En conclusión… solo el tiempo lo dirá, que es el principal factor para que una película se convierta en de culto. A pocos días de su estreno, sería irrisorio llamar a Escuadrón Suicida «de culto». De seguir con la férrea división de opiniones, más allá del típico Marvel contra DC y teorías conspirativas, y por los puntos comentados, Escuadrón Suicida PODRÍA llegar a ser considerada de culto por ese sector de fans que ven en ella poco menos que una obra maestra. Al fin y al cabo, a veces el cine no se trata de ser lo más perfecto técnicamente, ni de contar la mejor historia jamás plasmada en un guión, sino de levantar pasiones imperecederas.

P.D.: Con la banda sonora que tiene, suma puntos.