Final Fantasy VII y la retórica sobre el pasado

Los JRPG (Japanese Rol Playing Game) han puesto siempre el foco sobre los personajes; o el personaje aunque sea. Es esencial para que el jugador pueda sumergirse en esos mundos fantásticos, que la mayor parte de las veces abordan problemas y temáticas universales (aunque, siendo japoneses, la entrada a la madurez y el camino del héroe les gana a todas por goleada); para que podamos empatizar y sobre todo dejarnos llevar por las emociones, otros de los pilares del género.

Final Fantasy VII no es ajeno a este contexto; de hecho es uno de sus aspectos más recordados: sus personajes son generalmente queridos en todo el mundo y nombres como Cloud, Aeris, Tifa o Sefirot nunca se han desvanecido.

En este foco sobre el personaje cobra un especial significado su evolución y, por ende, su pasado; aunque no todos pueden presumir de tener uno lo suficientemente desarrollado.

Cloud Strife y Tifa Lockhart, la amiga de la infancia como puerta al pasado

El caso principal en Final Fantasy VII lo hallamos, como es evidente, en su protagonista, Cloud Strife, cuyo pasado es de hecho uno de los puntos culminantes del juego y esencia de su desarrollo como personaje. Avisamos de que a partir de aquí habrá SPOILERS de Final Fantasy VII.

El original y el Remake ya dejan claro desde el inicio que Tifa conoce a Cloud y (al menos parte de) su pasado, lo que será esencial para más adelante. Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

Cloud se pasa más de medio juego con los recuerdos de otra persona, cuya identidad no descubrimos hasta ese momento culminante en el que la deconstrucción de Cloud como héroe termina de tomar forma.

Así, resulta que Cloud no había recorrido el camino de Zack (un héroe mucho más al uso) durante los acontecimientos ocurridos en Nibelheim hace cinco años (los cuales supusieron, entre otros, el asesinato de su madre y la destrucción de su hogar); ni tampoco había logrado ser un Soldado de Primera Clase como aquél, solo uno raso. Sus aspiraciones se habían visto así culminadas en fracaso.

Quien ayuda principalmente a Cloud a salir de todo este embrollo es Tifa Lockhart, la cual fue creada en parte con este propósito, al menos originalmente. Por eso la hicieron la amiga de la infancia de Cloud, su puente con ese pasado perdido.

En una de las mejores escenas del videojuego (la favorita de su director y ahora productor del Remake, Yoshinori Kitase, según una Ultimania), Cloud y Tifa caen en la Corriente Vital, lo que les lleva a un mundo onírico donde se mezclan presente y pasado, realidad y ensueño. Es en este punto cuando vemos finalmente al verdadero Cloud, el cual se vislumbraba en destellos o detalles durante momentos anteriores: un joven tímido, introvertido, avergonzado. Como decíamos, la deconstrucción del héroe.

Cloud y Tifa en la Corriente Vital. Final Fantasy VII. Squaresoft (ahora Square Enix).

Esta revelación no supuso solo una sorpresa para el jugador promedio durante la época (Final Fantasy VII salió al mercado en 1997), sino un punto de inflexión en el desarrollo de uno de los protagonistas más icónicos que ha dado el JRPG.

Casos no tan positivos de retórica del pasado en Final Fantasy VII: Aeris Gainsborough y Sefirot

¿Y qué pasa aquí con Tifa? Pues que su pasado existe solo en cuanto está unido al de Cloud, y ya. Sabemos que su madre falleció, pero no lo visualizamos (solo las consecuencias que esto tuvo principalmente para el protagonista); y que entrenó artes marciales con un maestro llamado Zangan (lo cual tampoco vemos).

Final Fantasy VII: Remake ha empezado a dar solución en parte a esto, dándole a Tifa rasgos o preocupaciones que van más allá del personaje de Cloud, como es su vínculo con los otros miembros de Avalancha o su preocupación sobre si el fin justifica los medios. Incluso vemos el diseño de Zangan en el libro de arte, si bien no aparece en esta primera entrega del proyecto (que todavía no aborda la crisis existencial y del pasado de Cloud).

Hay casos aún peores que el de Tifa, por el peso que por sí mismos estos personajes tienen en la trama (más allá de Cloud), Aeris y Sefirot.

Del caso del último y las oportunidades desaprovechadas ya hemos hablado en otra entrada. Entendemos que probablemente otorgarle un pasado definido a Sefirot le arrancaría esa aura amenazante y misteriosa que tenía en el juego original (no así tanto en el Remake).

Sefirot en Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

Aeris ha sido asimismo misteriosa, pero no alcanzamos a entender por qué no se aborda su pasado en mayor profundidad, siendo además la heroína. En Final Fantasy VII, el pasado de Aeris se limita a un flashback y a un par de líneas aquí y allá sobre un primer amor y su vínculo con uno de los Turcos. Nada más.

Incluso se podría haber aprovechado este vínculo, de forma similar al de Cloud con Tifa, para adentrarnos en el pasado de Aeris. Un diálogo o escenas con Tseng sería suficiente para abrirle la puerta al espectador a la vida anterior de Aeris en Shinra o en los suburbios (ahora barriada) del Sector 5.

Es más, podrían aprovechar esta relación con Tseng en el Remake para sacar a colación a Zack, un personaje del que, por cuestiones narrativas, Cloud todavía no puede saber. Pero Tseng, al igual que Tifa, sí sabe de su existencia, y Aeris nunca lo ha olvidado. Teniendo en cuenta que este Soldado es ampliamente querido por el público y el final de la primera parte, no descartaría que se utilizara este recurso en un futuro para que podamos saber y ver más de él y, por ende, del pasado de Aeris.

En definitiva, Square Enix (antes Squaresoft) creó unos personajes emblemáticos con Final Fantasy VII, pero la retórica del pasado, tan importante en su desarrollo, no siempre ha sido la mejor, como en los casos de Cloud, Barret, Cid, Red XIII o, posteriormente, Zack en Crisis Core (donde por cierto tampoco es que averigüemos mucho de la florista más allá de su relación con éste último). No solo Tifa, Aeris o Sefirot; personajes como Yuffie (¡más Wutai!), Vincent (aunque al menos éste tiene Dirge of Cerberus, otra cosa es que guste más o menos) o por supuesto secundarios como los Turcos se ven asimismo aquejados de este hueco en blanco, muchas veces ocupado por la imaginación del jugador o por títulos que nunca ha salido de Japón (Before Crisis, EJEM). Esperemos que Final Fantasy VII: Remake aporte una solución, al menos parcial, a esto. Su primera parte ha ido por buen camino.

Tseng y Zack en Crisis Core. Square Enix.

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