Hablemos de ese determinado y emblemático momento de Final Fantasy VII

Final Fantasy VII es, por méritos propios, uno de los videojuegos más laureados de la historia, lo que se ha visto reforzado con la llegada de Final Fantasy VII: Remake (no exenta de cierta polémica). Su historia, banda sonora, unos gráficos que causaron sorpresa en la época (hablamos de 1997) y por supuesto sus personajes lo han catapultado. Y ESE momento. Avisamos de que habrá spoilers de Final Fantasy VII.

Efectivamente, nos referimos a la muerte de Aeris, que en el juego original ocurre al final del primer CD (más amplio en historia que los otros dos restantes, eso sí). El equipo de desarrollo, que regresará en parte (Tetsuya Nomura, Kazushige Nojima, Motomu Toriyama, Yoshinori Kitase) decidió desde las primeras etapas que, en esta ocasión, uno de los personajes principales tenía que morir, lo cual todavía resultaba hasta cierto punto novedoso en el mundo narrativo de los videojuegos.

Hasta ese punto solo tenían a tres personajes creados: Cloud, Aeris y Barret. Al primero lo descartaron por ser el héroe y al último por evitar el cliché del «negro siempre muere». Así pues, solo quedaba ella.

Aeris, Ofelia y la romantización de la muerte

La muerte de Aeris viene así determinada desde prácticamente su misma creación, junto con la de la historia: tenía que morir para causar un impacto en el jugador y generar posteriormente esa sensación melancólica por la pérdida que le diera más peso al tema principal de Final Fantasy VII, que era la vida.

Se plantea pues un problema, que es el de pensar en la evolución del personaje para culminar en su muerte, se trata de un carácter definido por su fallecimiento. No es un caso exclusivo de Aeris, Square Enix repetiría el mismo planteamiento años después con la precuela de Final Fantasy VII: Crisis Core y su protagonista Zack.

Aeris en el Remake sabe más de lo que cuenta. Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

No es sutil que la personalidad de Aeris intenta encandilar desde el primer momento (como la de aquél) para que su asesinato a manos de Sefirot nos genere aún mayor impacto y que, en algunos casos, se busque posteriormente la forma de resucitarla (en una forma de negar el carácter permanente de la muerte, algo más permeable en el mundo de la ficción).

Al Squaresoft de aquel entonces la jugada le salió redonda: la muerte de Aeris impactó en el jugador promedio, el juego ganó aún más popularidad y reconocimiento hasta años posteriores por ello y el personaje les salió bastante bien. Lo que no significa que esté exento de errores (y no me refiero a que los guantes de Sefirot desaparezcan «mágicamente» a lo largo de la escena).

El principal, tal como yo lo veo, viene con la romantización de la muerte, algo que no es exclusivo de Final Fantasy. Antropológicamente, la muerte es una cuestión que ha generado cierta fascinación y que no todas las culturas perciben y abordan de la misma forma, pero no vamos a tratar esto.

Hablamos de que la muerte no es algo para idealizar, no es un ideal a conseguir. Desde luego no debería serlo. Si se trata de una mujer joven asesinada a manos de un varón, aún menos.

Al estar hablando de un mundo claramente ficticio, donde queda constatado sin lugar a dudas que Sefirot es el villano y Aeris la heroína, evidentemente se pierden los matices que le otorgaríamos a un suceso de estas características en el mundo real, lo que no significa que esté bien (incluso narrativamente hablando) dejar fuera de juego la perspectiva de la principal afectada por todo esto.

Aeris se separa del equipo tras los sucesos ocurridos en el Templo de los Ancianos y no nos la volvemos a encontrar hasta segundos antes de que Sefirot la asesine por la espalda (sueño donde se despide de Cloud mediante). No vuelve a hacer acto de presencia hasta la última escena del juego (y sus actos tienen una importancia para la conclusión de la historia abrumadora). Así, no sabemos nada de lo que ella pensó o sintió, pues el enfoque se pone en el protagonista.

El hecho de que sea la reacción y pensamientos de Cloud los que cobran importancia suponen un cierto olvido hacia el personaje de Aeris, o más bien un «me viniste bien para esto, ya ocurrió, ahora fuera». Es una mecánica narrativa similar a la que ya hiciera William Shakespeare con la muerte de Ofelia en Hamlet, la cual incluso ocurre «fuera de pantalla» y es narrada, no sin cierto romanticismo, por Gertrudis.

El suicidio de Ofelia ha sido posteriormente romantizado e ilustrado, sobre todo en pinturas prerrafaelitas… donde podremos hallar incluso alguna similitud con la forma visual en la que se «entierra» a Aeris.

Heroína desconocida

No es la primera vez que se «usa» a Aeris, pero sí evidentemente la más descarada (no olvidemos que su desarrollo fue llevado a cabo con su muerte como punto culminante).

Se trata de un personaje de enorme importancia en la metanarrativa de Final Fantasy VII, no hay más que echar un vistazo a los personajes con los que se ha visto relacionada incluso antes de que inicien los propios acontecimientos del juego: Gast, Ifalna, Hojo, Zack, los Turcos, el presidente Shinra (y probablemente también Rufus),Sefirot. Es la última Cetra y es con quien la historia empieza y finaliza.

Sin embargo, se desconoce prácticamente todo de la vida pasada de Aeris. El Remake ha intentado solucionar en parte esto con una novela-precuela y alguna escena y mención adicional a su pasado en los laboratorios (los cuales en el original ni se tocan, y se presupone que por ahí creció también Sefirot), pero aún le queda.

No sabemos nada, por ejemplo, del vínculo de Aeris con los Turcos, teniendo en cuenta que en el original ella misma llega a decir de Tseng que es una de las pocas personas en el mundo que la conoce » de verdad». Hasta la llegada de Crisis Core, su relación con Zack era vista como algo «de paso» en una conversación mientras se descansa en un parque.

Se entiende que estas limitaciones narrativas puedan darse en un personaje más secundario, pero resulta algo alarmante que se aborden más los pasados de Barret, Red XIII o Cid (ninguna queja sobre esto, que son maravillosos) que el de Aeris. Ni tan siquiera llegamos a saber realmente si es que se siente sola como última Anciana, aunque se intuye por alguna conversación.

Flashback del pasado de Aeris (este sí estaba en el original). Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

¿Solucionará Final Fantasy VII: Remake algo de esto?

El primer videojuego de Final Fantasy VII: Remake sí ha aportado más luz a algunos de estos aspectos, como la novela o las escenas de laboratorio que hemos mencionado. También se puede apreciar a Aeris más como personaje individual y no como mero (posible) interés romántico de Cloud: sentimos su soledad y vemos más de su vínculo con otros personajes como Tifa, Hojo o Rude (faltan el resto de Turcos, Zack y Sefirot, pero quedan más entregas por delante).

Sobre su muerte, entramos en un terreno farragoso: se prevé que van a modificar algo de esto, entre otros porque su muerte ya se puede vislumbrar en esta primera entrega del Remake (que abarca únicamente los acontecimientos de Midgar de las primeras horas del original). Pero se percibe a su vez que el significado de «vida» del original ya no será exactamente el mismo y que ahora tenemos una lucha contra el destino frente a nosotros.

Todavía es muy pronto para hablar realmente de si ocurrirá o no la muerte de Aeris; todo lleva a pensar que lo hará, pues le pesa su carácter emblemático en la historia de los videojuegos (y el equipo de Final Fantasy VII es consciente de esto), más aún que el significado en sí que tenga (acabamos de comentar que lo de «vida» parece haber quedado relegado).

Lo que nos preguntamos es más bien cómo sucederá (¿romantización a tope con Ofelia versión prerrafaelita con gráficos gloriosos y sangre censurada?) y si ésta será revocada, como lo han sido, solo en la primera entrega, la de Barret, Biggs, Wedge, Jessie y, quizás, la de Zack (vamos, la de todos menos la del presidente Shinra).

Más allá de si habrá o no muerte y cómo será, lo que esperamos es que, aunque sea complicado a estas alturas, Aeris deje de estar definida por su asesinato. Y si ocurre, que podamos ver su punto de vista en todo este tinglado.

Para finalizar, otro aspecto de la «nueva» Aeris que debemos agradecer y que espero que continúe por el mismo camino es que se haya eliminado algo de la violencia física que se ejercía contra ella en el original (nos referimos a la bofetada de Tseng) y que asimismo deje de estar encorsetada por ser «la chica de» y demás debates cansinos entre los seguidores, románticamente hablando. Es más que bienvenido su mayor vínculo con Tifa y con otros personajes que no sean Cloud, como Red XIII, Barret o, esperamos que en un futuro, los Turcos.

Aeris y Tifa. Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

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