El muro del ego corporativo…el único que Spidey nunca puede esquivar

Spiderman, el personaje más característico de Marvel, estaba marcado a sufrir todo tipo de contratiempos desde el estreno de su primera saga allá por el año 2002.  La fecha de estreno para la primera parte estaba prevista para un año antes, pero el atentado de las Torres Gemelas ese mismo año retrasó considerablemente su exhibición, ya que el tráiler de la película tenía escena fundamental donde intervenían las torres más icónicas del World Trade Center.

Lo que lamentablemente ocurre entre esta guerra de gigantes confirma el axioma de que solo hace falta un paso en falso para arruinar todo lo construido. Aquí, como suele ocurrir, el único perjudicado es el espectador. Ambas empresas, Sony y Marvel (en su vertiente cinematográfica con Disney), se dieron cuenta que de el personaje tiene vuelo propio tras los eventos acaecidos en Avengers: Endgame y quisieron ajustar las tuercas de su preciado juguete.

Varias voces se han pronunciado desde ambas trincheras. Por parte de Disney o más bien en pos del personaje en sí se aliaron Robert Downey Jr, Jeremy Renner y el mismo Tom Holland. Sony por su parte tiene el favor de Joan Celia Lee, hija del gran Stan Lee, que ha dejado sin mucho crédito a la factoría del ratón Mickey afirmando que “desde el  primer día (tras la muerte de Stan Lee) los ejecutivos de Disney y Marvel se han dedicado a mercantilizar el trabajo de mi padre, pero nunca le mostraron respeto o algo de decencia a su legado. Al final, nadie pudo haber tratado peor a mi padre que ellos”. También es cierto que la retoña de Lee no acabó en muy buenos términos con su afamado padre y le persiguen ciertas polémicas (relacionadas sobre todo con la herencia y la explotación de Lee) desde hace unos años.

Para continuar con la serie de contratiempos que signaron a las adaptaciones del trepamuros a la gran pantalla, en la segunda parte dirigida por Sam Raimi, Toby Maguire, debido a una lesión en la espalda durante el rodaje de Seabiscuit, casi resulta reemplazado por Jake Gyllenhaal, quien casualmente encarnó a Mysterio en la (por ahora, ya que tiene firmadas otras dos cintas) última entrega con Tom Holland. A pesar de que la trilogía de Raimi tuvo a nivel global una recaudación considerable,  y una cuarta parte de la saga de Maguire estaba en proceso con el Buitre como villano principal,  por una simple y a su vez tirana cuestión de plazos, lamentablemente no pudo realizarse. Sony se marcaba así su primer descuido hacia Spidey.

En 2012, con The Amazing Spiderman, Sony intentó replicar la esencia noir del Batman de Chistopher Nolan. Un elenco más que probo se reclutó para esta nueva etapa, con nombres tales como Andrew Garfield, Emma Stone, Martin Sheen o Sally Field.  Pero aunque haya habido una conjunción de ideas innovadoras, parecieron mezclarlas sin ton ni son. Ese factor, sumado a un guión que desaprovecha llamativamente la calidad de actores que se le brindan, hicieron que la recepción por parte de crítica y público se fueron tornando cada vez más tibia, especialmente tras el estreno de la segunda entrega.  La recaudación de taquilla de ambas partes fue más que suficiente para dar luz verde a una tercera cinta de la versión de Andrew Garfield, pero por desavenencias entre este último y los ejecutivos de Sony, no hubo una continuación. Al parecer, el protagonista de Silencio no se presentó en Japón para  la «avant premiere» de la segunda parte, lo cual enfureció a los directivos nipones.

En conclusión, creemos que el concepto y el personaje de Spiderman ha sido y está siendo vapuleado en todas sus versiones cinematográficas, de alguna u otra manera, por factores externos y ajenos a la magia que alguna vez Stan Lee supo imprimirle, como personaje icónico de  los estudios sitos en Burbank. No creo que sea posible (nunca se sabe…), pero ojalá ambas empresas logren acercar posiciones sobre este tema, porque por una mera cuestión de egos y poder están maltratando a un producto que ya dio probadas razones para ser considerado por sí solo como la gallina de los huevos de oro.

Y por último, pero no por ello menos importante, es que con este juego de egos estropean de manera irremediable la confianza del espectador promedio, así como la del fan de primera línea, justo ahora cuando la versión y el personaje de Tom Holland estaba terminando de encajar a la perfección en el inconsciente colectivo de la gente como asociación natural entre su persona y el trepamuros.

Entradas relacionadas:

Spider-man: Lejos de casa, un poco más cerca del héroe

Spider-man: Lejos de casa, un poco más cerca del héroe

La nueva secuela de Tom Holland como el héroe arácnido, Spider-man: Lejos de casa (Far From Home en el original) marida perfectamente entre un juego de ilusiones y realidades alternativas, dando así por finalizada la tercera fase del Universo cinematográfico de Marvel. Aviamos, por tanto, de que puede haber SPOILERS de Avengers: Endgame.

La trama de esta entrega, dirigida por un siempre eficiente Jon Watts, gira en torno al peso y la carga emocional que deja Tony Stark sobre los inexpertos hombros de Peter Parker, tras los eventos acaecidos en Avengers: Endgame. El deseo de Peter por ser un chico normal se ve empañado por sus inmediatas obligaciones que conllevan ser el trepamuros.

La amenaza de turno que hace tambalear la tranquilidad de nuestro joven arácnido son los Elementales, invocaciones malignas de Aire, Fuego, Tierra y Agua. Secundado por Quentin Beck (Mysterio, interpretado por un carismático Jake Gyllenhaal), quien luchó anteriormente contra ellos en su alterna Tierra 833. Es este maestro de la ilusión y junto con Spidey quienes deberán luchar contra esta amenaza que tiene más de una arista donde deberá  ser enfrentada.

Jon Watts y compañía tienen la difícil tarea de mantener el espíritu de Marvel después del cimbronazo que supusieron los eventos que tuvieron lugar en Avengers: Endgame y debo reconocer que salen airosos y con brío en semejante tarea.

Aunque por todos es sabido que Marvel repite de forma exitosa y casi sin sobresaltos en  todas sus películas hasta la fecha una fórmula apta para toda la familia y todo tipo de público, este largometraje ofrece, en mi humilde opinión, un simple y efectivo giro en cuanto a lo que a trama se refiere. Básicamente juegan aquí con giros de guión y un villano algo más originales respecto a lo que nos tienen acostumbrados.

Personalmente, creo que siempre es algo bueno  recordar los orígenes y cómo alguien llegó a cierta posición notoria, pero también es que el constante recuerdo de Iron Man como mentor de Spiderman, aunque lógico hasta cierto punto, resulta ya un recurso que lo único que logra desgastar el brillo propio de Peter en una historia donde no se termina de acomodar como héroe completamente, si bien ha mejorado notablemente en comparación con su predecesora.

Jake Gyllenhaal  da vida a un villano que da la talla aprovechando el giro obvio que tiene la historia, jugando con la dualidad de animar a Peter en sus momentos grises para así observar y poder vigilar más de cerca a nuestro joven amigo.  El dato curioso es que Gyllenhaal estuvo a punto de ponerse el traje de Spiderman en reemplazo de Tobey Maguire, quien se había lastimado la espalda rodando el film de tono ecuestre Seabiscuit.

Entendemos que Peter Parker está transcurriendo, no sin sobresaltos, una difícil adolescencia. Una dualidad inclaudicable entre la vida de un superhéroe y la vida de un chico normal, pero aunque por momentos aportan sus gags y sus recursos humorísticos, no vemos necesaria la constante presencia de los compañeros de colegio de Peter Parker.

No sé que será realmente, si los años que ya tengo o no sé muy bien el qué, pero esta entrega  es la primera película de acción donde se ve muy claramente los pasos de pelea y las coreografías, destacando así la dirección y sobre todo los efectos especiales, cuando en realidad, es en una película de este tipo cuando las escenas de acción inundan la pantalla y uno no suele enterarse de nada o más bien muy poco.

PROS:

  •  La película releva muy bien la efectiva, aunque repetitiva, fórmula de Marvel. Es una entrega entretenida donde ni la acción ni el argumento de la trama decaen en ningún momento.
  • Jake Gyllenhaal nos brinda una carismática interpretación con tono paternalista aportando el matiz exacto entre realidad e ilusión, justamente el hilo conductor del villano de turno, a quien da vida de forma magistral.
  • Tom Holland se asienta como Spiderman y el traje le va quedando de maravilla.
  • El hecho de que Peter tiene que viajar a diversos lugares de Europa, usando distintos artilugios gracias al siempre presente Tony Stark, le da cierto rasgo que lo asemeja a James Bond, lo cual es un punto interesante y gracioso.

CONTRAS

  • Claramente Peter Parker está en edad adolescente, y esto tiene su parte graciosa y vital para entender las vicisitudes y tropiezos características de la edad, pero, ¿tenemos que seguir lidiando, con todos sus compañeros de clase ya en la segunda entrega también?
  • Es claro que la mención de Tony Stark/ Iron Man, con la nostalgia que trae aparejada, es importante, pero creo que es un recurso ya desgastado y para mi gusto, un tanto repetitivo.

En conclusión, esta secuela tiene muchas más virtudes que defectos en todo su conjunto. Nostalgia, novedades en el traje, dualidades emocionales, ilusiones que luego no lo son tanto, pero en contrapartida, creo que por motivos como recurrir al pasado en recuerdo de personajes que ya no están no brindan la cuota necesaria de soltura como para que un superhéroe de la talla de Spiderman pueda volar en solitario completamente y de una vez por todas.

Valoración: 8/10

Avengers Endgame: Un digno final para muchos caminos

Llegar al final, la cima o el cenit es una satisfacción tanto por el  objetivo conseguido pero también por todo lo que se logra y asimismo se pierde en el camino. Como siempre, el paralelismo entre DC y Marvel y el cuento de la liebre nos viene en esta oportunidad como anillo al dedo, demostrado  en el final de un camino, o como reza el dicho, el descanso del guerrero, o guerreros en este caso, con esta muy digna y épica Avengers: Endgame.

La factoría de Kevin Feige y Stan Lee vuelve a la carga para dejar su última gran huella en la llamada Fase 4 del Universo Marvel, con un elenco estelar como el tridente de los tres Chris…estos son Evans, Hemsworth y Pratt, Tilda Swinton, Robert Downey Jr., y un largo etcétera.

Una de las características de todo el universo de la factoría de Stan Lee es dejar en la mayoría de sus películas una sensación de vacío en cada final o más bien el quid flotante de «¿qué va a ocurrir ahora?». Muchos fans de los cómics se pueden dar una idea, pero para mortales que no solemos leer Marvel como un servidor, todo puede pasar. Y esta película es el cúmulo tal vez de todas esas preguntas sin respuesta, aunque todavía quedan algunas cuestiones en el aire.

Avengers: Infinity War dejaba un escenario desolador, en el cual solo sobreviven unos pocos de los Vengadores, y es gracias al regreso de alguien inesperado que las cartas se ordenan en la mesa para la jugada final. Pero todo lleva su tiempo y estas cartas tardan en acomodarse.

Como se preveía en el final del tanque cinematográfico anterior, los viajes en el tiempo están a la orden del día y son de necesidad para detener a Thanos. Esto propicia un recuento y revisión de situaciones y momentos memorables en algunas de las películas anteriores en búsqueda de las gemas del infinito. Muchos de estos momentos dejan una sensación flotante de «¿Qué hubiese pasado si…?». Asimismo permite ver a algunos personajes en circunstancias que no hubiésemos imaginado.

Una vez más y como siempre, Marvel cumple y con creces pero a expensas de no arriesgar y quedarse con su fórmula mágica de entretenimiento seguro y sin sobresaltos a nivel argumental. En contrapartida, si bien siempre se le achaca a Warner y DC que la cosa no termina de cuajar del todo, podemos inferir en que estos últimos siempre intentan innovar aunque sea solo un poco.

Algo que le debemos reconocer a Marvel es que a través de todas sus películas ha tocado diferentes temáticas y realidades, tales como la no discriminación, el empoderamiento de la mujer, la necesidad de dialogo, no importa cuál sea el conflicto, permitiendo que en una sociedad donde la aceptación y la tolerancia se abre en muchos ámbitos, son estos superhéroes un modelo a seguir.

PUNTOS POSITIVOS:

  • Punto épico: Como última película, donde culminan varias líneas argumentales, la película da un digno cierre con sus buenas dosis de enfrentamientos, entre buenos y malos , considerando así un (buen) fan service en toda regla.
  • Menor foco en la acción: Como todo relato que debe tener su cierre, relegaron acertadamente las escenas de acción a un segundo plano, dando lugar al dialogo y así enfocarse en los personajes y sus respectivos arcos argumentales; en este caso para explicar los múltiples eventos que suceden en un film de estas características.
  • Más emoción: Creemos que esta resultó, a diferencia de anteriores entregas, una película catártica, introspectiva, lo cual tal vez nos lleva a deducir un viraje de estilo más profundo en futuras entregas. ¿Tal vez?

PUNTOS NEGATIVOS:

  • Exceso de bromas: No sabemos si es porque Marvel pertenece a Disney con todo lo políticamente correcto, que debe tener cierto chiste o gag para salir en cualquier dialogo, pero sentimos que así denostan o eliminan la seriedad o la carga emotiva de algunas de las escena donde había  estos chascarrillos.
  • Personajes sin mucho brillo: Se entiende que en un largometraje de tal envergadura se hagan sacrificios en función del tiempo y metraje, pero hay personajes que irónicamente no obtuvieron la buena justicia que realmente se merecían (el caso más polémico, y con cierta razón, sea probablemente el de Thor).
  • Agujeros de guión: Hay cosas que no están debidamente explicadas y dejan al espectador con mucha confusión más que emoción… Por otra parte, algo habitual en argumentos que giran en torno a los viajes temporales.

En conclusión…

Consideramos que la película es causa y efecto de todo este tiempo que transcurrió desde el comienzo del Universo Cinematográfico de Marvel, allá por 2008, cuando no pocos apostaban a esta fórmula para toda la familia de cine de superhéroes, no sin sus tropiezos pero con un resultado en general más que satisfactorio.

Capitana Marvel: Una líder necesaria

Originalmente, el nombre de Capitana o Capitán  Marvel fue usado por distintos superhéroes de la editorial Marvel Cómics. Entre los muchos que supieron llevar el nombre y legado, los siguientes son los más destacados:

  • Mar-Vell
  • Mónica Rambeau
  • Genis-Vell
  • Phyla-Vell
  • Khn’nr
  • Noh-Varr
  • Carol Danvers.

Aunque está demostrado  que es un personaje con muchas encarnaciones y no falto de cierto grado de polémica, es por ahora su última y más conocida etapa la que hoy nos convoca.

Hay un dicho  en el folclore popular que reza que a veces es bueno dar dos pasos para atrás para luego dar uno hacia adelante. Esta película lo confirma, ya que funciona tanto como una precuela así como paso inicial de un universo en ciernes que es hoy una aceitada máquina, un reloj suizo del entretenimiento sin más.

Capitana Marvel. Disney y Marvel

Capitana Marvel propone, un atractivo y apetecible viaje en el tiempo no solo para conocer el comienzo de todo, sino también un retorno a la  década de 1990, la cual humildemente un servidor considera idílica por varias razones.

Brie Larson aterriza en el papel de Carol Danvers con credenciales destacadas anteriores tales como The Room, Scott Pilgrim contra el mundo o Tienda de Unicornios, ésta última donde además de encarnar a la protagonista también dirige.

El puntapié inicial de su historia se apoya en que Carol Danvers, excelente piloto cuya necesidad de probar que es capaz para hacer todo lo que se propone es relegada o rechazada por su entorno, se propone a sí misma para acompañar a la doctora Lawson (una sorprendente Annette Benning) en un vuelo de pruebas para el proyecto PEGASUS. Sufriendo un accidente tras una trepidante persecución, Carol es víctima de una explosión donde le son legados sus poderes.  Muy malherida después de esto, ella es salvada gracias Yon-Rogg (Jude Law), quien la toma bajo su tutela para entrenarla, siendo consciente del gran poder que ella heredó. Es así como Carol Danvers pasa a ser Vers, una soldado principiante, quien no pierde la chispa y las ganas para demostrar de lo que es capaz.

Capitana Marvel. Disney y Marvel

En una misión, donde las cosas no salen como se esperaba, Vers tiene un aterrizaje forzoso en la tierra, más precisamente en el techo de una tienda de Blockbuster (un guiño en pos de Netflix, productora a su vez de su debut como directora).

Es en la Tierra donde paulatinamente se desvelan los no pocos misterios de este personaje, que al igual que su cronología en el universo cinematográfico de Marvel, viene a reivindicar no solo el hecho de ser mujer, sino además que son las mujeres quienes pueden perfectamente liderar en tiempos de crisis.

La película es la guinda en el pastel del «UCM» por muchas razones:

  • Dar a la mujer el espacio que le corresponde no solo para pelear, sino también para liderar.
  • Que sea ejemplo de temple y confianza para muchas personas en los tiempos tan agitados que corren.
  • Brinda un mensaje feminista (con el que Disney no ha sido nada sutil), dando la pauta de que los tiempos pueden y deben cambiar.

Capitana Marvel. Disney y Marvel

Puntos positivos

  • Aunque DC se haya adelantado reclutando a Patty Jenkins para dirigir Wonder Woman, por parte de Marvel esta es su primera película dirigida por Anna Boden, una prometedora directora del círculo indie.
  • El regreso a la década de los 90’s tanto en ambientación como a través de la música se agradece, con canciones de bandas como No Doubt, Nirvana y Garbage, entre otros, es algo que un servidor ha encontrado nostálgico a la par que gratificante.
  • Brie Larson brinda una interpretación compacta y reivindicativa, habiendo mostrado sus credenciales en películas tales como The Room y hasta recibiendo saludos y felicitaciones por parte de Gal Gadot. Su química con Samuel L. Jackson es de lo mejorcito de la película.
  • Goose.

Puntos negativos

  • El guión presenta ciertas lagunas que luego no se explican y creo que toda película de este tipo debe ser clara para la gente que tal vez no haya leído los cómics.
  • Creo que Marvel podría haber adelantado todo mensaje feminista positivo ya a través de la Viuda Negra (Black Widow), interpretada en varias ocasiones dentro de su universo cinematográfico por Scarlett Johansson, pero sin haber tenido todavía una película en solitario, hecho que está pautado en un futuro no tan lejano (y desde hace varios años).
  • Las precuelas sirven para introducir nuevos personajes, explicar cosas inconclusas o para darle más relevancia a cierto hecho determinado, pero como a todas las de su tipo le falta la epicidad que derrochan por ejemplo las últimas de Los Vengadores y algunos elementos quedan en el aire (probablemente de cara a futuras secuelas).

Humildemente creo que la película se apoya demasiado en dar un mensaje positivo y lo logra con creces a expensas de dejar puntos demasiado ambiguos y un guión que cae demasiado en lugares comunes. Dicho de otro modo, la cinta cumple como punto de partida y nos brinda a un prometedor personaje, pero habiendo visto ya más de diez títulos de este calibre entre Marvel y DC, uno siente que se queda a medio gas.

Lo mejor de 2018, el año del anime

Ya ha finalizado 2018 y, de hecho, llevamos casi tres días de 2019. Como llevamos haciendo desde 2016, hemos enumerado lo que ha sido para nosotros mejor del año dentro del sector de fantasía y ciencia-ficción en el cine, manga, anime, series y videojuegos. Sinceramente, hemos tardado un poco más porque siento que este 2018 no ha sido especialmente bueno (en vistas de un 2019 repletísimo de estrenos); aunque eso no significa que haya carecido de estrenos que nos han llegado en mayor o menor medida al «kokoro». Empezamos.

5- Vengadores: Infinity War

Estrenada el pasado 27 de abril, la que se anunciaba como primera mitad del épico desenlace del grupo de superhéroes provenientes de Marvel no defraudó. Con más de 2.000 millones de dólares recaudados y gran aceptación por parte de la crítica (84% en Rotten Tomatoes por parte de la prensa y 91% del público), la cinta se coronó como la mayor agrupación de personajes emblemáticos de la saga, desde Tony Stark (Robert Downey Jr.) hasta Capitán América (Chris Evans), pasando por Spider-Man (Tom Holland), Thor (Chris Hemsworth), Pantera Negra (Chadwick Boseman) o los guardianes de la galaxia, solo por nombrar a unos pocos, sabiendo equilibrar los hermanos Russo el tiempo y la trama para que todos ellos brillen.

Pero es que además Infinity War nos trajo un elemento al que la dupla Marvel-Disney nos tiene poco acostumbrados: un villano carismático y amenazante en la forma de Thanos (Josh Brolin). Si a todo ello le sumamos un ritmo trepidante (casi 3 horas que se pasan en un suspiro) y un final que te deja con los pelos como escarpias, no sale un producto (casi) redondo. Infinity War es simple y llanamente una muy buena película de los géneros fantástico y ciencia-ficción.

Vengadores: Infinity War, Marvel Studios y Disney

Puedes leer aquí nuestra crítica de Vengadores: Infinity War sin spoilers.

4- Octopath Traveler

El videojuego desarrollado por Square Enix y Acquire (mismo equipo que hay detrás de la saga Bravely Default) para Nintendo Switch se nos ha presentado como mejor JRPG («Japanese Role-Playing Game») del año, siendo conscientes de que probablemente este puesto iría para Dragon Quest XI si hubiésemos tenido ocasión de disfrutarlo con más tiempo.

Octopath Traveler nos lleva de vuelta a la esencia de los JRPG de las décadas de 1980 y 1990 con mucha maestría y buen gusto, un apartado artístico precioso, una banda sonora muy emotiva compuesta por Yasunori Nishiki, unos personajes en apariencia atractivos y un sistema de combate ultra adictivo. Lamentablemente, peca de no llegar a profundizar más en una historia que ofrece bastantes más posibilidades que las que acaban explotando (y algún desenlace bastante forzado).

Puedes leer aquí nuestra crítica de Octopath Traveler sin spoilers.

Octopath Traveler, Square Enix y Acquire

3- Bumblebee

Quizás porque la tenemos bastante reciente en el recuerdo, lo cierto es que la última cinta del universo cinematográfico de Transformers nos ha encantado. Desde la banda sonora repleta de temazos de los 80 hasta la emotiva relación que establecen Bumblebee y Charlie (Hailee Steinfeld) y que tan bien saben explotar el guión de Christina Hodson y la dirección de Travis Knight, o la sensación de querer volver a vivir en esos años tras salir del cine, o la del mimo con el que se aproximan a la serie animada de 1984-1987.

Lo cierto es que Bumblebee deja con una buenísima sensación después de haberla visto, más aún teniendo en cuenta que proviene de una saga tan desgastada como la de Transformers.

Puedes leer aquí nuestra crítica sin spoilers de Bumblebee.

Bumblebee, Paramount

2- Violet Evergarden

Ha tenido que venir Netflix a salvar este año con dos estrenos de anime que rebosan calidad por todos sus costados. El primero del que hablamos es Violet Evergarden, desarrollada por el estudio Kyoto Animation (sinónimo de calidad al menos en la animación) y basada en las novelas de Kana Akatsuki.

No solo nos hemos encontrado con una animación HERMOSA (en serio, de lo mejor que hemos podido ver en este aspecto en una serie televisiva), sino también con una historia conmovedora y una protagonista con la que empatizamos desde el primer momento, además de una variedad bastante rica de personajes secundarios. El final del primer episodio ya te deja en un mar de lágrimas. 

Por eso mismo, quizás haya gente a la que le pueda parecer que Violet Evergarden es «pornografía emocional» (en ese sentido, no sería un título recomendado); pero desde luego a nosotros nos ha dejado huella y además te hace pensar sobre la importancia de las palabras escritas, los sentimientos y nuestra capacidad (o no) para entenderlos y comunicarlos.

Puedes leer aquí nuestra crítica sin spoilers de Violet Evergarden.

1- Devilman Crybaby

Netflix también se ha hecho cargo de esta última adaptación al anime que conmemora el aniversario de la emblemática Devilman (Gô Nagai). Solo leer el nombre de Masaaki Yuasa en la dirección ya te lleva a pensar en un título de calidad (o cuanto menos «único»).

Efectivamente, Devilman Crybaby nos ofrece su mayor virtud y pecado en lo extraña que es, siempre siguiendo la trama central de la obra original. Nosotros hemos ido pasando de la perplejidad al espanto y de ahí a maravillarnos en cuestión de segundos y durante varias ocasiones en sus 10 episodios. Pasados sus dos primeros capítulos repletos de sexo y violencia bastante explícitos, lo cierto es que Devilman Crybaby guarda un mensaje bastante complejo y universal sobre la verdadera naturaleza del ser humano como ser racional e irracional y la religión. Akira, Ryô y las dos «Mikis» son perfectos ejemplos de ello.

La animación no podía ser menos y también es «rara» (muy del estilo de Yuasa), pero no por ello carente de genialidad.

Puedes leer aquí nuestra crítica sin spoilers de Devilman Crybaby.

Menciones de honor

Somos conscientes y hemos estado a punto de poner en alguno de los puestos videojuegos que aún estamos gozando como Red Dead Redemption 2 (PlayStation 4) o Pokémon Let´s Go: Pikachu/Eevee (Nintendo Switch). También estamos pendientes de Dragon Ball Super: Broly, que sí se ha estrenado este año en cines de Japón, pero aún no en estos lares (en enero en América Latina y el 1 de febrero en España), y que a todas luces está maravillando a los seguidores de la franquicia creada por Akira Toriyama.

Este ha sido también el año en el que hemos descubierto JOYAS como Made in Abyss, Bungô Stray Dogs o The Legend of Zelda: Breath of the Wild (éste último uno de los mejores videojuegos que hemos podido disfrutar en los últimos años). Pero ninguno de ellos es de 2018.

Avengers: Infinity War, primera y épica mitad del arco final

Con el estreno de Iron Man en 2008, el productor de Estudios Marvel Kevin Feige inició el Universo Cinematográfico de la susodicha, el cual, con la primera parte de Avengers: Infinity War, comenzó a colocar la guinda en un pastel que, lejos de terminarse, apenas está en sus comienzos.

Con un elenco coral, Avengers: Infinity War, dirigida por los hermanos Anthony y Joe Russo, en mi humilde opinión cumple con creces toda expectativa, ya que siendo el principio del final, juega con el as en la manga de dividir un mismo largometraje en dos partes.

Con actores de la talla de Josh Brolin (Thanos), Benedict Cumberbatch (Doctor Strange), Scarlett Johansson (Viuda Negra), Mark Ruffalo (Hulk), entre muchos otros, este film es lo que todos esperábamos y también temíamos, el fin de una saga de 19 películas, , dando lugar a lo que en Marvel Studios se denominó la cuarta fase. Si bien es cierto que el Universo Marvel no se acaba, este evento sí significa la despedida de actores como Robert Downey Jr., Chris Evans y Chris Hemsworth, quienes terminan su contrato con la productora (al menos previsiblemente).

La acción toma lugar en un contexto aciago para todos los integrantes de los Avengers (Vengadores en estas tierras), ya que el grupo se encuentra separado debido a los acontecimientos ocurridos en Capitan América: Civil War., donde por una sutil guerra de egos y desencuentros nadie supo mantener el contacto con ningún antiguo compañero del equipo. Todo esto cambia cuando Hulk regresa malherido a la tierra luego de un fallido encuentro contra Thanos, empezando la historia en donde nos dejó el final de Thor: Ragnarok.

El dios del trueno, por su parte, habiendo perdido el Mjolnir, va en busca de Eitiri, el enano que forjó su martillo, para que acuñe el Hacha Rompe Tormentas, y es allí donde se cruza con los Guardianes de La Galaxia. Estos son ejemplos de los muchos frentes que se abren en esta cinta. Fácilmente se puede pensar que, al tener varias subtramas, la velocidad del relato puede decaer y fragmentarse, pero este por suerte no es el caso. Este es un punto a favor en comparación con las películas de DC.

Cameos, sorpresas y eventos no calculados, se sortean por doquier en una acción trepidante y de las que te dejan pegado al asiento y comiéndote las uñas, cuando las palomitas se terminaron ya. Marvel cumple y supera toda expectativa con un argumento claro y sin agujeros. Thanos se materializa en en un Josh Brolin que mete miedo y deja de ser ese terror que, aunque esté oculto, es omnipresente. Su misión en esta ocasión es la búsqueda de las seis gemas del infinito (la del poder, la mente, la realidad, el tiempo, el espacio, y el alma) con el fin de cumplir su gran objetivo, la destrucción de la la mitad del universo porque los recursos sencillamente no alcanzan para todos.

El común denominador de las películas de Marvel es que suelen ser para toda la familia, simples y conciliadoras con una fórmula, si se quiere repetitiva pero no por ello menos efectiva. Aunque hay ejemplos donde existe un nivel de complejidad,es con esta primera parte donde los guionistas se redimen al ofrecernos un villano de calidad y con un bagaje emotivo y dramático de alto impacto.

Como nada es perfecto en esta vida y siempre hubo, hay y habrá algo de lo que quejarse, como punto ambiguo podemos comentar que nos hubiese gustado que hubiesen guardado lugar para resolver los temas inconclusos de las entregas anteriores. Pero también entendemos que el tiempo no es solamente tirano en el mundo de la televisión, sino también en el del celuloide, y probablemente no tuvieron lo suficiente en esta primera parte.

La oscuridad del guión puede palparse en que nadie sale indemne en el transcurso del relato, donde todos los personajes, con mayor o menos participación en pantalla, se enfrentan al dilema de tener que perder algo, incluso el villano Thanos.

Marvel da buen cierre y recoge los frutos de lo que supo construir lenta y concienzudamente durante estos 10 años. A nivel personal, me encuentro más identificado con las historietas del universo DC, pero sé muy bien cuándo reconocer que las cosas se han hecho de forma excelente. Si bien el universo extendido cinematográfico de DC no es malo, se nota que todavía tiene mucho ejemplo que tomar de su más directa competencia.

Lo mejor del año 2017 en cine, series y videojuegos

Al igual que hiciéramos en el 2016, este año ya va llegando a su fin y toca hacer reflexión y recopilación de lo que, desde nuestra experiencia, ha sido lo mejor en los ámbitos de cine, series y videojuegos. Admito que yo al menos no tenía muchas esperanzas puestas en este 2017 cuando echaba un vistazo a la lista de estrenos, pero lo cierto es que las expectativas han sido superadas con creces, y creo que lo mejor de este año ha superado en calidad al anterior.

5- Logan (James Mangold)

El cierre al personaje interpretado desde hace más de una década por Hugh Jackman es también su mejor película, y con diferencia (incluyendo a las de X-Men donde aparece). Logan es pura crudeza y melancolía del cine crepuscular, con un Jackman en estado de gracia acompañado por unos también carismáticos Patrick Stewart (Charles Xavier) y Dafne Keen (X-23, Laura).

La cinta se sitúa en un futuro postapocalítico, con un Logan desencantado con la vida y cuidando de un avejentado (y casi senil) profesor Xavier, a la vez que se esconden de la caza de mutantes surgida a raíz de cierto incidente. En su camino se topará con una misteriosa mujer que le suplicará ayuda para una niña que la acompaña y que resultará estar bastante vinculada a nuestro protagonista.

En Logan confluyen una dirección espectacular, con un ritmo que no decae, unas interpretaciones carismáticas y, sobre todo, mucha llorera, especialmente para los que hemos amado al personaje desde su nacimiento en las viñetas. Para mí, la mejor cinta de superhéroes hasta la fecha (admitiendo que no soy especialmente fan del género).

Puedes leer nuestra crítica de Logan aquí.

4- Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve)

Había muchos recelos ante la confirmación de una secuela de una obra de culto como lo es Blade Runner (Ridley Scott, 1982), por mi parte también, aunque al proyecto fuesen sumándose nombres como Denis Villeneuve, Ryan Gosling y los propios Ridley Scott y Harrison Ford. El resultado despejó todas mis dudas, topándome con una película que conserva lo mejor de su antecesora y atreviéndose a dar unos pasos más allá.

Es cierto que esos contados atrevimientos son casi lo peor de la cinta, ya que dejan entrever la idea de expandir un universo que, aunque atractivo, mejor dejarlo como está por si acaso la cagan.

Centrándonos ahora en Blade Runner 2049, lo mejor es sin duda su cinematografía (Roger Deakins merece un Oscar), seguido de un guión que trae temas de rabiosa actualidad y que te dejan pensando (como su predecesora) y unos personajes que, al menos a mí, me resultaron bastante atractivos.

En su contra juegan una historia demasiado larga y que se desinfla por momentos y, como decíamos, esas tramas abiertas con planteamientos de secuelas (innecesarias, sí). Lamentablemente, Blade Runner nunca fue un producto que atrajera al público mayoritario, algo que se ha visto reflejado en los número de taquilla.

Puedes leer nuestra crítica y análisis de Blade Runner 2049 aquí.

3- Coco (Lee Unkrich)

El tándem Disney-Pixar suele resultar (casi siempre) una apuesta seguro por el entretenimiento de calidad, de la animación que es capaz de divertir a los niños y emocionar a los adultos. Lamentablemente, la casa de Flexo llevaba unos últimos productos que no lograban calar tan hondo como algunos de sus clásicos (Toy Story, Monstruos S.A., Wall-E). Coco parecía que iba a ser más de lo mismo, oliendo además a refrito de El libro de la vida.

No pude alegrarme más de estar equivocada. Coco es simplemente maravillosa, con una animación espectacular, un respeto reverencial y cándido hacia la cultura mexicana y una historia con unos personajes que te sacan las lágrimas en más de una ocasión. Y por supuesto la música, aquí especialmente importante, también en homenaje a México.

Puedes leer nuestra crítica de Coco aquí.

2- Star Wars: Los últimos jedi (Rian Johnson)

La gente todavía está hablando bastante de la última película perteneciente a la saga Star Wars… lo cual ya de por sí es bueno, aunque no siempre sea en buenos términos. Para nosotros, el octavo episodio no es perfecto, pero es lo más cercano a una película de la franquicia creada por George Lucas que nos ha tenido entre obsesionados y perturbados durante días, tras un séptimo capítulo con mayor adrenalina, pero también más calcado y «sobre seguro».

Los últimos jedi es una historia fundamentalmente sobre personajes, sobre su psique, a lo que ayuda el contar con un actor de la categoría de Adam Driver (Osacr Isaac, Laura Dern, Benicio del Toro y Domhnall Gleeson están más desaprovechados), un «Anakin bien hecho», en contraposición a un Hayden Christensen que no tenía el respaldo de un guión con diálogos al menos aceptables.

La cinematografía es el otro gran componente de esta cinta, con planos que quedan grabados en la retina (sin querer hacer spoiler, cierto momento con una nave y otro frente a unos AT-AT y soles) y otros que te dejan los pelos como escarpias.

El hecho de que esté levantando tanto odios como pasiones deja en claro algo: Los últimos jedi ha ido a arriesgar, algo que no hizo su predecesora y que recuerda a las reacciones guardadas de algunos espectadores tras los primeros visionados de El imperio contraataca. Solo esperamos que J.J. Abrams sepa estar a la altura para poder ponerle un broche de oro.

Puedes leer nuestra crítica sin spoilers de Star Wars Los últimos jedi aquí.

1- NieR Automata (Yoko Taro)

Y llegó NieR. Lo cierto es que servidores no habíamos jugado ningún juego de NieR ni de Drakengard con anterioridad, por lo que llegábamos a Automata con la mente en blanco y atraídos por una estética muy de anime y una jugabilidad entre la acción y el RPG adictiva. Y qué MARAVILLA nos encontramos.

NieR Automata no es la mejor experiencia de ocio de este 2017, lo es desde hace varios años. Su poderosa narrativa, con momentos que te hacen reír y llorar, cuestiones existencialistas, personajes que te llegan al alma y un (o varios) final que te dejará estupefacto y con sonrisa bobalicona durante días (¡incluso semanas!). Si le añades la citada jugabilidad y una banda sonora compuesta por el siempre espectacular Keiichi Okabe hallamos esta OBRA MAESTRA.

Su director, Yoko Taro, no quiso quedarse ceñido a las barreras que ofrece un videojuego al que Square Enix apostó tras varias paupérrimas inversiones en el pasado, y decidió expandir aún más el universo de Yohra, los androides y su eterna guerra contra las máquinas a través de novelas, conciertos y videoclips que también dejan huella. Hasta ahí llegan 2B, 9S y A2, los tres personajes principales que, espero, me acompañen durante mucho más tiempo, aún con toda su melancolía. Y que Yoko Taro nunca los mate.

Puedes leer nuestra crítica de NieR Automata aquí.

Puedes leer nuestro análisis sobre NieR Automata y las construcciones de género por este otro lado.

Y puedes leer todos los conciertos traducidos e historietas cortas de NieR Automata en nuestro blog dedicado.

Menciones de honor

Por supuesto, la segunda temporada de Stranger Things (crítica aquí) hubiese entrado fácilmente en este top5, pero como ya incluimos a su también extraordinaria primera parte en la lista de 2016 no queríamos parecer demasiado repetitivos.

En cuanto a anime y manga, han habido varios descubrimientos en este 2017, destacando a mi parecer Koe no Katachi (análisis aquí) y La pequeña forastera (Totsukuni no Shoujo, análisis también por aquí), pero ninguna es realmente de este año, por lo que aquí lo dejamos.

Spiderman Homecoming: Un héroe con ruedines (crítica sin spoilers)

Reza la frase: «la tercera es la vencida”. Creemos que con esta nueva versión del joven arácnido por parte de Tom Holland (futuro Nathan Drake en la versión cinematográfica de Uncharted) han dado en el clavo. Pero nada ni nadie es perfecto, sino que son los matices entre lo bueno y lo malo los que hacen la diferencia en la vida. Y este Spiderman Homecoming de Jon Watts (Clown) alcanza bien la tonalidad de grises.

Personalmente, creo que el protagonista logra captar la torpeza y la distracción intrínsecas al personaje. Otro punto a destacar es que no repite la moraleja famosa sobre la responsabilidad que este conlleva. El interés amoroso, afortunadamente, pasa a un segundo plano, para luego sorprender con un ingenioso giro.

Como villano, Michael Keaton (Batman, Birdman) realmente se luce encarnando al Buitre (Adrian Toomes), papel reservado en su momento para John Malkovich en una supuesta cuarta entrega en el universo de Sam Raimi y Tobey Maguire. Quien supo ser Batman en la versión de Tim Burton en los años ’90, retrata ahora a un antagonista con rasgos antisistema, pero que aún así, le gusta la buena vida sin altibajos, y es por eso que se dedica a robar para sostener su buena posición económica.

Marisa Tomei (El luchador) da vida a una fresca versión de la tia May, pero con algunos rasgos de Rosemarie Harris y Sally Field, las antiguas parientas de Peter Parker en el mundo del celuloide.

Como puntos negativos, no podemos obviar que, desde que Marvel se encuentra bajo el ala protectora de la gigante Disney, hay una constante necesidad o alusión de todo aquello que engloba lo políticamente correcto. Enfrentamientos de Spiderman donde podemos recordar sin equívoco a Steven Seagal y sus películas, ya que por más que reciba miles de golpes de objetos de todo tipo y condición, ni se despeina ni sangra en forma notoria.

Desde que Spiderman se integró al universo de Los Vengadores, hay una necesidad de equiparar los equipos y recursos similares a los ya vistos en otras películas de otros superhéroes. Hablamos específicamente de Iron Man (un como siempre solvente Robert Downey Jr.). Realmente no vemos la necesidad de complementar el traje del trepamuros con émulo al de J.A.R.V.I.S. En esta nueva versión, Tony Stark tiene un papel de figura paternal, quitándole quizás un poco de libertad y decisión a la araña de Marvel. Sin embargo y por suerte, no aparece demasiado en pantalla.

Pros:

  • Generalmente, las nuevas versiones de un personaje famoso y querido por todos generan cierta e inevitable reticencia (más siendo su tercera versión en 15 años), pero para nosotros no es el caso, ya que Tom Holland logra un Spiderman, a diferencia del encarnado por Andrew Garfield, completo y sin fisuras.
  • Por fin vemos un Spiderman más humano, con sus torpezas y distracciones típicas del transcurso adolescente. En realidad, es bastante torpe a lo largo de toda la película.
  • Se respira una notoria frescura, donde no vemos una necesidad imperante de la búsqueda del amor adolescente, en contraposición como las anteriores entregas de Marc Webb y Sam Raimi.
  • Michael Keaton es inoxidable y eterno. Ya es la tercera vez que encarna un personaje alado, siendo Batman el primero, Birdman el segundo y en este caso el Buitre. El otrora murciélago de Tim Burton logra destacar como villano, siendo esta una posición donde Marvel y Disney llevan haciendo agua en reiteradas oportunidades.

Contras:

  • Si bien las apariciones de Tony Stark y su Iron Man son contadas y precisas en momento y lugar, parece ser que su misión es coartar las libertades y el albedrío del joven arácnido. Todo sea por integrar al personaje al universo Avengers de cara a la futura tercera entrega, pero no nos termina de gustar este encuadre.
  • La necesidad de todo aquello que sea políticamente correcto suele quitar espontaneidad y sorpresa al personaje. No vemos mal la inclusión de elementos que respondan a este tendencia, solo observamos que el abuso de esto tiene consecuencias no siempre positivas a la hora de contar una historia.
  • Adyacente a esta tendencia arriba mencionada, vemos con sorpresa y cierta desazón que Spiderman no sangra a pesar de recibir incontables golpes y zamarreos.

Concluimos que esta nueva entrega tiene una buena dosis de frescura y espontaneidad con actores que destacan sobradamente, pero aún así, el imperio Disney le impone ciertas reglas, tales como lo políticamente correcto, la necesidad de constantes gags y que el argumento de la película dependa en forma global del universo de Los Vengadores.

Primera temporada de Legion: ORO PURO

Acaba de finalizar la primera temporada de Legión (¿o Legion?) en Estados Unidos y nosotros aún estamos digiriéndolo. La incursión de Noah Hawley (Fargo, la serie) en el mundo de los cómics Marvel y de los superhéroes no ha podido ser más fresca y original, sobre todo y teniendo en cuenta que la fórmula de este tipo de productos lleva un tiempo agotándose (y lo que queda). En ese sentido, la originalidad y frescura es lo que más se agradece en Legión. Pero no lo único, puesto que un reparto entero en estado de gracia, un montaje y edición cuidados y una banda sonora de vértigo hacen el resto. Vayamos por partes.

Legión cuenta la historia de David Haller (Dan Stevens), un paciente de psiquiátrico debido a que tiene diagnosticado esquizofrenia. Los días de David pasan entre pastillas y la compañía de su amiga (también internada) Lenny (inconmensurable Aubrey Plaza), hasta que un día aparece Syd Barrett (Rachel Keller), una misteriosa joven que rechaza todo tipo de contacto físico y que trastoca todo el mundo (físico y mental) de David. Todo esto nos lo cuentan en originales primeros veinte minutos y a golpe de She´s a Rainbow, de los Rolling Stones. Enseguida se descubrirán planes secretos del gobierno, grupos de mutantes al más puro estilo X-Men (pero con algo menos de presupuesto y con Jean Smart al mando) y que, quizás, David no está tan loco como se pensaba (o sí…). Todo esto en medio de varias sub-tramas llevadas por secundarios de lujo (Aubrey Plaza, otra vez, y Jemaine Clement brillan con luz propia).

legion3

La originalidad viene dada, principalmente, porque todo lo vemos desde los ojos de David, que es como si se tratara de un joven Charles Xavier (de hecho, relación tienen), pero hasta arriba de alucinógenos. Por ello, visualmente Legión es tan hipnótica como hermosa; aunque probablemente no entendamos del todo lo que está pasando durante su primer visionado. En ese sentido, es hasta recomendable verla más de una vez, lo cual, todo sea dicho de paso, puede surgir solo. Y es que, a pesar de que al principio parezca que estamos ante un sinsentido total, al final todo va a cobrar significado. Todo tiene un porqué desde el minuto uno. He ahí otra de las virtudes alcanzadas por Noah Hawley: se acabó el tomarnos a los espectadores de espectáculos sobre superhéroes por idiotas o con encefalograma plano. Por otro lado, las comparaciones con David Lynch e incluso con Christopher Nolan serán inevitables.

Sin embargo, por todo lo que comentábamos en el anterior párrafo, Legión no es para todos los públicos, ni tampoco para verla en un momento de desconexión. En las imágenes hallaremos información, también en el sonido (o ausencia de éste). Incluso podremos escuchar la voz del mismísimo Charles Xavier ya en el primer episodio, pero de una forma prácticamente imperceptible. Como decíamos, en el fondo todo irá teniendo sentido, y éste lo iremos descubriendo junto a David. Pero no todo el mundo está dispuesto a ir a este ritmo, ni a tragarse media hora de imágenes psicodélicas que no sabemos si son verdad o propias del mundo de la psique de David.

legion5

 

Nos encontramos, en definitiva, ante una historia más del origen de un superhéroe (la serie de cómics Legión fue publicada originalmente por Chris Claremont y Bill Sienkiewicz en los años 80), pero no una al uso. Quien espere ver un nuevo Spider-Man de Raimi o Iron-Man de Favreau será mejor que mire en otro lado. Aquí hallarán un hipnótico relato sobre un chico perdido, que en realidad albergaba más en él de lo que creía, y su descubrimiento de un nuevo mundo de la mano de una bonita chica de la que se enamora (guiño a los fans de Final Fantasy: hay bastante en David y Syd que me recuerda, en lo personal, a Cloud y Tifa y cierto momento en la Corriente Vital). Nosotros, por nuestra parte, no podemos esperar con más ganas la llegada de una segunda temporada que, por suerte, ya fue confirmada por FX y Marvel.

https://www.youtube.com/watch?v=Tnx6rw2BdkE

Marvel/Fox da un impresionante salto de calidad con Logan y Legión

Íbamos a hacer na crítica al uso de Logan (James Mangold, 2017), pero, vista la cantidad de ellas que hay, que la nuestra no iba a diferir en demasía, y que ha coincido su visionado con el de la serie Legión (que, para cuando servidora escribe esto, lleva solo 4 capítulos, de 8, emitidos en Estados Unidos), hemos pensado mejor en hacer un análisis y reflexión sobre qué está sucediendo con la vertiente «Fox» de Marvel para haber engendrado a estos dos pedazo de productos en el mismo margen de tiempo.

Lejos queda la primera cinta de X-Men (2000) dirigida por Bryan Singer, ahora productor de todo aquello que sea emitido en pantalla, grande o chica, relacionado con los mutantes (inclusive los dos títulos que nos ocupan). Tras un inicio y posterior recorrido de mutantes y superhéroes algo descafeinados, aunque divertidos (eso sí), llegó la hora de Deadpool (Tim Miller, 2016) y las cosas empezaron a ponerse más o menos serias. Al menos lo hicieron en el aspecto de la violencia explícita y el tratar temas más adultos de lo habitual en este tipo de cintas (con permiso de la trilogía de Batman de Nolan y de algunas incursiones independientes como Kick-Ass). Deadpool probó ser la primera película de superhéroes de Marvel (por la parte de Fox) dirigida a un público adulto y que recaudó (a pesar de todo) buenos números en taquilla. Este éxito no pasó desapercibido para nadie, mucho menos para Fox y Marvel: llegó el momento de crecer.

logan2

Tras un desencuentro con X-Men: Apocalipsis (Bryan Singer, 2016), pareciera que el recorrido de los mutantes más famosos de Stan Lee quedaba un poco a la deriva. No para James Mangold y Hugh Jackman (para los despistados, el actor que lleva interpretando a Logan/Lobezno/Wolverine durante 17 años), quienes estuvieron dispuestos a bajarse el sueldo a cambio de que Fox les permitiera rodar una película del popular personaje dirigida a mayores de 18. La productora accedió (gracias en buena parte, como decíamos, al éxito de Deadpool) y el producto final es el que ya podemos ver en cines desde el pasado 3 de marzo: temas duros y violencia explícita que incluye a niños reventando caras y miembros.

En el caso de Legión, sucede algo similar, no tanto en cuanto a la violencia gráfica(de momento), pero sí en lo relacionado con lo psicológico y temático. Nos encontramos ante una serie, de por sí, bastante experimental. Para empezar, Legión, personaje perteneciente al Universo X-Men creado por Chris Claremont y Bill Sienkiewicz en 1985, es concebido como una especie de «dios chiflado»: un mutante ultra poderoso (es hijo de Charles Xavier, eso ya debería darnos una idea) que, sin embargo, sufre de varios problemas mentales, lo que provoca que su poder se descontrole en infinidad de situaciones y con multitud de consecuencias. La temática interesó a Noah Hawley (encargado también de la muy intrigante Fargo), quien se puso manos a la obra con guión y dirección. Para interpretar a David Haller, Legión, contrataron a Dan Stevens (primo Matthew en Downton Abbey y ahora muy de moda por ser la Bestia del remake de La Bella y la Bestia que se estrenará en unos días), uno de los grandísimos aciertos de la serie. Si bien, como adelantábamos, la serie no muestra la violencia explícita que sí hay en Deadpool o Logan, el argumento incluye temas como la enfermedad mental (severa, he de añadir), intentos de suicidio y la ¿posibilidad? de un niño decapitando a su propia madre. Legión es, ante todo, una enorme orgía visual, donde el propio espectador acaba dudando sobre lo que es real y lo que no. No por nada, parece beber bastante de David Lynch.

legion2

Hay un elemento común entre ambos productos audiovisuales: Charles Xavier. Sí, el profesor no ha aparecido (¿aún?) en la serie de Fox, pero, sabiendo que es el padre del protagonista, no es una locura pensar que termine haciéndolo, aunque sea en mención. Y qué vamos a decir de Logan, donde Patrick Stewart tiene un papel importante. Ambos, padre e hijo, son la demostración de mutantes psíquicos con enormes poderes descontrolados y trágicas consecuencias, cada uno a su manera. Curiosamente, Logan también pasa de puntillas sobre la temática del suicidio y la desolación, el sentirse incomprendido en un mundo que cada vez se va más al carajo. Quizás por eso ambos son productos de la época desencantada en que vivimos.

Sea como sea, algo está pasando con Fox y Marvel. Atrás han quedado los chistes de Deadpool, pues el Universo de los X-Men da lugar a más drama y oscuridad, que no por nada los mutantes fueron concebidos en la década de 1960 como un símil de los afroamericanos en medio de la sociedad estadounidense de la época. Y más atrás aún los tiempos en que los superhéroes cortaban sin causar sangre, salvo rasguños, y cuyo mayor dilema se hallaba en si salvar al mundo en grupo o ir de por libre. Claramente se ha alcanzado una época de madurez, una que, por el momento, nos está dando grandes disfrutes. Logan acaba de aterrizar en cines y Legión no ha hecho más que empezar su primera temporada. Les deseamos sinceramente un enorme éxito a ambas (al menos Logan parece que lo está obteniendo), se lo merecen, para así poder seguir recorriendo la senda acertada.

logan1