Final Fantasy XV: Kingsglaive. Análisis y crítica

Finalmente hemos podido poner todos nuestros sentidos en la película de Final Fantasy XV: Kingsglaive, ya que desde hoy se encuentra disponible en formato digital en tiendas como la oficial de Play Station, Itunes o Amazon.

La película, dirigida por Takeshi Nozue (quien co-dirigiera Advent Children) y producida por Hajime Tabata (director del videojuego Final Fantasy XV), se sitúa durante el inicio de la historia que nos contará las aventuras de Noctis y sus amigos. Es decir, que es indiferente si uno es disfrutado antes que el otro, ya que los acontecimientos suceden a la par y se complementan. En palabras de Nozue y Tabata, no es necesario ver la película para poder comprender el juego, pero sí sería conveniente hacerlo para poder disfrutar la experiencia que nos brindará el universo de Final Fantasy XV al completo.

nyx kingsglaive

¿De qué trata Kingsglaive? En pocas palabras, nos presenta el mundo de Eos y la guerra en que se encuentran el reino de Lucis (que posee el último cristal, lo que le otorga ciertos poderes mágicos) y el imperio de Niflheim (que, a falta de cristal, ha desarrollado poderosamente su maquinaria y tecnología). Gracias al poder del cristal, mezclado con las capacidades que poseen los monarcas de Lucis, la capital de este reino, Insomnia, permanece protegida por una enorme barrera que ni tan siquiera Niflheim ha podido traspasar. Asimismo, el rey de Lucis, que en la actualidad es Regis, posee un cuerpo personal de habilidosos guerreros, llamados glaives (de ahí el título, que literalmente significaría «la espada del rey»). Entre sus filas se encuentra Nyx, nuestro protagonista, un joven especialmente talentoso en la batalla procedente de Galahd, una de las ciudades anexionadas a Lucis. Pronto, la tensión en Insomnia se eleva cuando reciben la visita de Ardyn, consejero del emperador Iedolas, quien viene a proponer un tratado de paz entre Lucis y Niflheim: el rey Regis entregará sus provincias a Niflheim a cambio de un tratado de paz. Además, su hijo, el príncipe Noctis, contraerá matrimonio con Lunafreya, la oráculo procedente de Tenebrae (invadida por Niflheim). Si cumplen estas dos peticiones, Niflheim promete dejar en paz a Insomnia. Regis, que ya se encuentra avejentado debido al poder del cristal y del anillo de los monarcas de Lucis, accede a ello, lo que provoca no pocas protestas por parte del pueblo y entre los propios glaives.

Y ese es el punto de partida de la película que, como vemos, tiene una temática profundamente política. No por nada, algunos ya la han comparado con Final Fantasy XII o incluso con la serie Juego de Tronos por su mezcla de conspiraciones políticas con magia y fantasía. Pero, si ahondamos un poco y miramos incluso en los orígenes de la historia (sí, nos referimos a Final Fantasy Versus XIII), podemos hallar más, mucho más… (a partir de aquí habrá SPOILERS).

kingsglaive regis

El mundo real mezclado con la fantasía

Si algo destaca en Kingsglaive es su impresionante capacidad gráfica. No por nada, la misma ciudad de Insomnia, que parece una mezcla entre Tokio y Berlín (¿con algo de Londres?), cobra vida ante nuestros ojos. Los suburbios a los que acuden Nyx y sus compañeros a tomar una copa, o los dibujos animados estilo Looney Tunes protagonizados por un Malboro. Todo nos evocará a nuestra realidad, pero sin olvidarnos de los elementos fantásticos, siempre ahí, presentes (o no…).

Ese es uno de los motivos por los que Kingsglaive cumple con creces como prólogo de Final Fantasy XV: nos presenta su mundo, al menos la parte correspondiente a Insomnia… y queremos más. Mucho más.

insomnia

No todas las muertes valen lo mismo

No queremos meternos en el tema (escamoso y de rabiosa actualidad) de los refugiados y el trato recibido por los nativos de un lugar. Sin embargo, sí podemos decir que Kingsglaive muestra que, lamentablemente, no todas las vidas (y, por lo tanto, las muertes) valen lo mismo. No es lo mismo una huérfana que pertenece a una de las guardias del rey que el capitán de la dicha guardia. Como tampoco lo es un joven (también sin familia) procedente de una provincia que está lejos de los muros de la capital, en comparación con el príncipe de la misma. Es uno de los aspectos que suman a la tragedia que es Kingsglaive (¿y a Final Fantasy XV?) y, especialmente, al personaje de Nyx Ulric.

«Nada es bueno o malo, el pensamiento humano lo hace así»

Para los olvidadizos (o para quienes no hayan estado siguiendo la ruta de Final Fantasy XV desde los días en que se titulaba Final Fantasy Versus XIII), esta es una cita de Shakespeare que Nomura utilizó en sus días en la promoción del juego. Pues bien, parece que algo del tema pudiera seguir presente de una u otra forma. Por ejemplo, en los motivos que tienen, por un lado, Nyx o Libertus, frente a los del general Glauca o los de Luna y Regis. Los de Nyx, Libertus y Glauca son muy similares, pero cada uno los enfoca de una manera distinta: Nyx lo hace proyectándolo en un futuro apacible, armonioso y justo para los demás; Libertus se centra en el pasado, pero también en el presente (lo que lo ayuda a avanzar); y Glauca está atascado completamente en un ideal surgido a raíz de los episodios traumáticos que haya podido vivir su lugar de nacimiento (y él mismo). Regis y Luna, por otro lado, están por encima de todo eso, y piensan en el bien común sobre lo demás (Incluyendo su bienestar y felicidad). Pero el bien común que busca Regis es quizás el de Insomnia y no el de otros lugares (o eso podrían pensar otros «desde fuera»). Ninguno es, entonces, totalmente bueno ni malo (bueno, algunas decisiones de Glauca sí son de dudosa moralidad), sino que lo que los otros piensen de ello es lo que los coloca en un bando o en otro. 

iedolas

Otro punto de Shakespeare que parece seguir presente en la historia lo veremos a continuación.

El príncipe elegido, el legado que le depara a Final Fantasy XV

Hablando de príncipes, Noctis no lo tiene nada fácil tras ver el panorama que ha dejado Kingsglaive. Pero ese es parte del encanto de la aventura que nos depara. Hay que reclamar el trono.

Si echamos un vistazo a las obras históricas de Shakespeare (un hombre que vivió en Inglaterra durante la segunda mitad del siglo XVI), como Ricardo II, Eduardo IIIRicardo III, veremos a reyes y príncipes despojados (por la fuerza, generalmente) de sus coronas. Algunos tratan de regresar, otros no. La mayoría acaba encontrando la muerte antes que el trono. En la época en la que se escribieron estas novelas, las monarquías eran el principal régimen de poder en Europa. Pero no solo eso: eran monarquías por derecho divino, es decir, los asignaba Dios, y no debían ser arrebatados de un lugar que les pertenecía por la providencia (y la dinastía de Lucis parece tener el apoyo de ciertos entes todopoderosos). Sin embargo, un rey o príncipe también podía pecar de no ser el adecuado, ya sea porque éste a su vez usurpara el trono o porque no sabe proteger y repartir justicia a su pueblo. Porque lo que más importaba en la época no era que el rey fuese campechano o atendiese a los pobres, sino que supiera proteger las fronteras frente al enemigo (normalmente, otras monarquías «usurpadoras») y que no fuese un déspota. O al menos, así era en teoría.

regis noctis

Otra mentalidad propia de la Edad Moderna (siglo XVI, en este caso) corresponde a la imagen de la llegada de un príncipe justiciero. Esto sucedía especialmente cuando el reinado en cuestión resultaba ineficaz, o cuando justamente se había usurpado el trono: se esperaba entonces que llegase un príncipe «repentinamente» para reclamar la Corona y devolver esa justicia y protección propias de los buenos monarcas. Para los interesados en la historia, una de estas corrientes más famosas fue la del sebastianismo en Portugal. Todo esto está muy asociado con el mesianismo, el cual podemos observar se encuentra muy presente en la figura de Noctis (todos esperan su llegada, todos esperan un futuro próspero a partir de su reinado).

Para finalizar 

No podemos terminar este análisis de Kingsglaive sin mencionar otros de los mejores aspectos de la película. Estos son, por un lado, los personajes de Luna, Nyx y Regis. Es cierto que el resto no tiene mucho tiempo para brillar, pero es que estos tres lo hacen con una fuerza conmovedora. Tanto que deseamos más que nada poder volver a verlos en el juego. Cuanto antes. A Luna hay que añadirle que refleja estupendamente la figura de una heroína activa (aunque no sea el personaje con mayor poder ni fuerza), decidida, hasta el punto de quizás rayar lo impulsivo y temerario. Faltaría, quizás, explicar un poco mejor la base de su relación con Noctis (es un poco difícil imaginar un enamoramiento de una chica de doce años hacia un niño de ocho, que eran las edades que tenía cada uno la última vez que se vieron), pero eso ya es tarea del videojuego.

kingsglaive e3 7

Otro de los mejores puntos de la película, especialmente para los fanáticos de la saga, es la cantidad de guiños que hay a varios de los Final Fantasy más emblemáticos. Desde Ultros (Final Fantasy VI) hasta Arma Diamante (Final Fantasy VII), pasando por los Caballeros de la Mesa Redonda (Final Fantasy VII) o la escena de la fiesta con Somnus y el arte de Amano representando a la diosa Etro de fondo (Final Fantasy Versus XIII). Parece que la saga realmente quiere recuperar el esplendor de los viejos tiempos.

Es verdad que la película guarda algunos aspectos negativos, como lo caótico de algunas escenas de acción o alguna duda con el guión (¿Libertus y Luna se dedican a dar vueltas por la ciudad con el coche hasta el amanecer?), pero, realmente, son nimiedades para todos aquellos que hayamos estado esperando la salida de Final Fantasy XV (antes Versus XIII) desde hace diez años. Kingsglaive sabe, sin duda, como complacernos. No podemos esperar para saber más sobre el mundo de Eos, las aventuras de Luna, Noctis y los demás, y lo que les deparará el destino. El 29 de noviembre queda demasiado lejos.

Luna kingsglaive