Levius, entretenimiento cubierto de clichés

Netflix ha estrenado hace poco la adaptación a anime de Levius (dirigida por Hiroyuki Seshita y Keisuke Ide, basada en el manga original de Haruhisa Nakata), de 12 episodios de aproximadamente 25 minutos cada uno. Como viene siendo habitual en los productos anime apoyados por la plataforma de streaming, la animación se basa sobre todo en el 3D, lo que de partida quizás tire para atrás a algunos. Sin embargo, se estarían perdiendo un título extremadamente entretenido y de fácil consumo.

Levius Cromwell (voz en el original de Nobunaga Shimazaki) es un muchacho que casi pierde a su madre en la guerra de la ficticia ciudad de Greenbridge. Adoptado por su tío, el ex luchador Zacks (Junichi Suwabe), pronto se da cuenta de que su pasión es el boxeo mecánico, protagonizado por combatientes con prótesis mecánicas. Zack decide entonces entrenar a su sobrino, quien resulta tener bastante talento para ello. Pronto se les sumarán el médico-ingeniero Bill Weinberg (Takahiro Sakurai) y la también luchadora Natalia Garnet (Ayane Sakura).

Levius parte y sigue así la clásica fórmula (que parece que nunca deja de funcionar) de shônen de protagonista se va enfrentado cada vez a un rival más fuerte. Con ayuda de tesón y esfuerzo, así como del inagotable apoyo de sus amigos/nakamas, siempre acaba superándolos a todos ellos. Por supuesto, muchos de estos rivales acaban formando parte del bando del personaje principal una vez han sentido su derrota (no importa si anteriormente eran asesinos o comían bebés). En este sentido, Levius no ofrece nada nuevo y es hasta previsible.

Levius. Polygon Pictures.

Lo que sí logra, no obstante, es que a pesar de que entra dentro de todos los moldes, resulta muy entretenido. Los doce episodios pueden verse fácilmente del tirón y tiene momentos de tensión muy disfrutables y logrados (especialmente en el combate contra AJ).

Lo que también consigue es que te encariñes con sus personajes, aunque todos encarnen a su vez un tópico: el héroe esforzado y amable, el entrenador bonachón y bruto, el intelectual serio, la gritona que pone motes, y así todo. Mención aparte merece Dr. Clown (voz de Mamoru Miyano), quien recibe no pocas influencias de cierto «fantasma» residente en las cloacas de una ópera, incluida su relación maestro/aprendiz (aquí bastante más turbia) con Christine/AJ.

Como adelantábamos al principio, la animación es básicamente 3D, pero es bastante eficaz, sobre todo durante la fluidez de movimientos en los combates, lo que en este tipo de títulos es de agradecer. Los diseños de los personajes, a cargo de Yuki Moriyama, están bastante logrados y son fieles a los originales (cuyo dibujo es bastante bonito, por cierto, recomendamos echarle al menos un vistazo). La ambientación steampunk en un mundo ficticio (pero muy similar al europeo de la Revolución Industrial, como reza el estilo) está asimismo muy conseguida.

Levius. Polygon Pictures.

La banda sonora, compuesta por Yugo Kanno, es como la animación, efectiva sobre todo durante las peleas (donde su ausencia en determinados momentos para acrecentar la tensión es un acertado efecto). Mención especial aquí a uno de los temas que más suenan y que nos pareció tenía algunas influencias españolas (como el sonido de castañuelas o algo muy parecido).

En definitiva, Levius no va a cambiarle la vida a nadie, no aporta tampoco nada realmente nuevo ni original, pero es un divertido entretenimiento que se ve rápidamente y hace que te olvides durante unas horitas de la (cruda) realidad.

P.D.: Nos preguntamos qué está haciendo el árbitro en este tipo de animes deportivos (desde Oliver y BenjiCaptain Tsubasa– hasta el que nos toca), mientras se cometen unas 23921 infracciones sobre el terreno de juego.