El Rincón de Asimov: Introducción al Kindle

¡Bienvenidos al Rincón de Asimov! Un lugar donde me permito humildemente volcar mis opiniones sobre tecnología, cultura e impresiones varias. La trepidante burbuja geek. Para estrenarnos, vamos a hablar de un dispositivo que poco a poco se ha ido introduciendo en nuestra cotidianidad: el libro electrónico, cuyo mayor representante en el mercado es el Kindle.

Tras años de negarme rotunda y sistemáticamente al uso del Kindle, cedí por cansancio y necesidad. Me reconozco en años anteriores como un ávido de lector que por culpa de Internet y otras excusas que no merecen ser mencionadas, lamentablemente dejó hace algunos años el sano hábito de la lectura.

Mi trabajo tiene, como unas de sus grandes desventajas, el tiempo muerto o pausas que se hacen eternas. Según las ansias por volver a leer fueron creciendo paulatinamente, me fui llevando al trabajo libros cada vez más grandes. La cantidad de cosas que llevo encima son irremediablemente pesadas, y a riesgo de quedarme sin espalda, me llevé un Kindle que teníamos por casa, lleno de polvo.

Kindle-Paperwhite

Grata fue mi sorpresa al darme cuenta que no solo podía llevar varios libros ahí guardados, sino también la facilidad de uso que tiene.

Pero como todo, siempre tiene un yin y un yang. 

Ventajas:

  • Además de la biblioteca de pago, Amazon brinda a los usuarios una biblioteca gratis con clásicos donde se pueden encontrar títulos como Hamlet, Romeo y Julieta, Historia de Dos Ciudades, etc.
  • Posibilidad de poder enviar vía e-mail contenido en otro formato (PDF, EPUB; MOBI) y convertirlo en AZW3 (formato Kindle) en la misma transferencia desde el correo electrónico de origen hasta el e-mail del Kindle.
  • Posee una batería de larga duración.
  • La posibilidad de subrayar texto y por si fuera poco la consulta de diccionarios en varios idiomas.
  • Ergonomía, poco peso y tamaño claramente amigable.
  • Personalmente, leo más rápido en el Kindle que con un libro normal.

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Desventajas

  • Solo tienes una sola copia de tu libro. Es decir, que si quieres prestar tu libro a un amigo que también tiene un Kindle, no vas a poder hacerlo.  En pocas palabras, tu libro no es exactamente tuyo.
  • A veces puede fallar. Cuelgues repentinos. Reinicios indeseados. Suele fallar muy poco, pero cuando esto pasa es muy molesto.
  • Exige más cuidado y atención en la vía pública. Es más probable que te quieran robar un Kindle que un libro convencional.
  • Las fundas con luz no tienen una luz homogénea sobre la totalidad de la pantalla.

Con todo lo dicho, el Kindle cumple las expectativas ya que son más sus luces que sus sombras. También quiebra el escepticismo  de muchos y también de aquellos, como yo, más habituado a los libros de papel. Cumple en mi opinión con la primordial función de estrechar la distancia entre las ganas de leer y falta de tiempo  para hacerlo.

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