Cómo una colaboración como Terra Wars mejora algunos aspectos de Final Fantasy XV

Final Fantasy XV cumple hoy cinco años desde su lanzamiento, tras haber pasado un largo desarrollo plagado de complicaciones y muchos rumores desde que se anunciase inicialmente como Final Fantasy Versus XIII.

Así, lo que terminó siendo el periplo del príncipe Noctis junto a sus amigos para recuperar el trono ha llegado al lustro pasando por momentos de pena y de gloria. Siendo, como se esperaba, un top en ventas, tras unos pocos años desde su salida se anunció que su director, Hajime Tabata, abandonaba Square Enix y que por lo tanto todos los planes que había en marcha para su expansión, como un contenido descargable sobre Luna, se cancelaban.

Eso sí, antes de dicho punto final se logró lanzar episodios que ampliaban las narrativas de los acompañantes de Noctis, uno de ellos (Ignis) con final alternativo incluido, del villano Ardyn y mejoras como en el famoso capítulo 13 y hasta una colaboración junto al padre de la saga, Hironobu Sakaguchi, con la intención de dar un empujoncito a la que por entonces sería su nueva criatura, Terra Wars (o Terra Battle).

Este episodio colaborativo, de poco más de una hora de duración y gratuito, aparecía así a partir del quinto capítulo de forma optativa. En él, Noctis se veía transportado a otro mundo, donde se encontraba con una misteriosa chica, Sarah (la protagonista de Terra Wars), quien tampoco sabe qué pinta allí. Ambos colaboran entonces para lograr salir de allí a la par que ayudan a unos monísimos seres cabezones, habitantes de dicho lugar y conocidos como hiso.

Final Fantasy XV y Terra Wars. Square Enix y Mistwalker (creemos que la captura le pertenece a Miraculous Maku de Twitter).

La vieja fórmula: chico conoce a chica

Final Fantasy XV fue criticado desde antes de su lanzamiento al anunciarse que no contaría con ningún miembro femenino en su equipo principal, centrándose en el periplo de Noctis y sus tres amigos. Diseños sexualizados como el de Cindy no hicieron más que empeorar la causa.

En realidad, que la narrativa se centre en la historia de cuatro amigos «de los de toda la vida» no es en sí malo y es, de hecho, una de las grandes virtudes de Final Fantasy XV. No obstante, sí se siente ocasionalmente la falta de un acompañante extra; no ya tanto femenino (que también), sino que venga a aportar ese elemento tan característico de las narrativas de fantasía o de las buddy movies, que es «el nuevo».

Ni tan siquiera Iris, presencia puntual en el equipo, suple esto; pues es también una vieja conocida. Otros visitantes ocasionales, como Ardyn o Aranea, hacen además de antagonistas en algún punto de la historia y su presencia no es tan efectiva como para marcar una diferencia en algo dentro del grupo principal.

Además, ninguno de ellos pasa tiempo significativo a solas con el protagonista (obviando a Ardyn, claro; pero porque es el villano), y este es uno de los puntos fuertes de Aranea con Prompto en su DLC correspondiente.

Final Fantasy XV y Terra Wars. Square Enix y Mistwalker.

La idea de que un elemento ajeno a la zona de confort venga, revolucione (positivamente), genere químicas y frustraciones y por lo tanto nos cause intriga siempre es un punto de atracción en el espectador. Es uno de los roles que cumplen, por ejemplo, Terra o Celes (Final Fantasy VI), Aeris (Final Fantasy VII y Remake), Rinoa (Final Fantasy VIII), Tidus (Final Fantasy X), y un largo etcétera. No lo hay, lamentablemente, en Final Fantasy XV (no al menos en su historia de lanzamiento).

Esta es en realidad una premisa narrativa más vieja que el defecar y bastante básica; pero precisamente por su efectividad se continúa repitiendo. Es este elemento el que permite asimismo mostrar una cara del personaje al que el espectador o jugador no está acostumbrado, por lo que permite incluir más información y complejidad.

El primer gran acierto así de la colaboración con Terra Wars es que únicamente Noctis es transportado junto a Sarah, a quien evidentemente no conoce de nada (y viceversa). Así, ambos pasan de un estado de desconfianza total (sobre todo por parte de él) a una genuina camaradería. En poco más de una hora el vínculo que se establece entre ellos es más efectivo que el que genera el grupo de muchachos al completo con, por ejemplo, Aranea. Y no hablemos ya del que mantienen el protagonista y Luna (ya escribiremos de esto…). Incluso deseas que Sarah se una a tu equipo (y no es ni tan siquiera del mismo juego).

Esto se logra fácilmente por lo que hemos citado: un nuevo personaje que llega, altera la zona de confort del protagonista, pasa un tiempo a solas con él (este no tiene por qué ser romántico) y ambos presencian alteraciones en su relación, habiendo un principio, desenlace y final claros.

Lo que pudo haber sido Luna…

Comparar está feo y veníamos muy predispuestos a que nos gustase Luna… Pero la verdad, no la construyen bien en Final Fantasy XV. Bueno, no la construyen a secas. Y no nos referimos a su modelado.

Luna no es un personaje, es una idea o incluso un plot device, es decir, está para hacer avanzar el argumento. Pero no conocemos realmente nada de ella, ni tan siquiera se desarrolla adecuadamente la relación con su hermanos Ravus, que es un personaje aparentemente importante. Y cuando sale hablando con Gentiana, es (evidentemente) sobre Noctis. Así, Luna existe por y para Noctis.

Lo malo de esto, aparte de simplista (por no llamarlo de otra forma) es que es irreal. Nadie es así. Y encima no hay una motivación realista tampoco para que Luna tenga esta fijación, enamoramiento o lo que sea. No ve al susodicho desde que son niños (para más inri, cuando ella tenía 12 años y él 8… lo cual da directamente un pelín de repelús). «Hablan» (mejor dicho, se escriben) mediante un diario porque se lo prometieron cuando eran pequeños, ni tan siquiera se llaman por teléfono (¿?). Un despropósito.

Para colmo, además de plot device Luna pasa a cumplir también el tropo de mujer en el congelador (del inglés women in refrigerators); esto es, el personaje femenino es asesinado simple y llanamente para motivar al protagonista. Porque total, esa es su función (si ni tan siquiera es personaje…).

Final Fantasy XV y Terra Wars. Square Enix y Mistwalker.

A lo largo del desarrollo de Final Fantasy XV, antes Versus XIII, la gente se había hecho ilusiones con la protagonista femenina debido a que Stella (antes de Luna) había sido anunciada justo después de Noctis. Además, peleaba contra él. La imaginación echó sola a volar. Y claro, luego salió el juego final y…

La aparición de Sarah, durante poco más de una hora, nos viene a recordar un poco ese «qué pudo haber sido». Con manierismos que ocasionalmente nos recuerdan a la Stella mostrada en el avance en el que charlaba con Noctis (ya son más líneas de diálogo que las intercambiadas entre él y Luna…), que a su vez nos traía a la mente a esa Rinoa que se presentaba ante Squall en la sala de baile, es solo cuestión de tiempo que el subconsciente encaje las piezas.

No nos referimos necesariamente a un ángulo romántico, sino en general al de la química a secas. Como el que tienen los personajes que protagonizan las buddy movies. Química necesaria para que podamos creernos ese vínculo y que por lo tanto la historia nos cale más hondo.

Y además, Sarah lucha junto al protagonista y no en escenas tras las cámaras.

Más fantasía en el mundo basado en la realidad

Al poco de anunciarse Final Fantasy Versus XIII, el que por entonces era su director, Tetsuya Nomura, comunicó que pretendía contar una historia de fantasía en un mundo basado en la realidad. Esta premisa parece que sí se arrastró a Final Fantasy XV, con ese palacio que parece el Ayuntamiento de Tokio, coches y ropas último modelo y ciudades inspiradas en La Habana o Venecia.

No obstante, a veces sientes que escasea un poco el componente fantástico. Sí, están las magias y los ataques imposibles, los monstruos e invocaciones… Pero ese «algo» que te estremece cuando llegas a Cañón Cosmo, vuelas con el jardín de Balamb o paseas por el bosque de Macalania.

Es curioso porque sí nos llega un poco de esa magia con este episodio colaborativo. No sabemos si por la presencia de esos alienígenas tan kawaii (que vendrían a ser como los moguris en este universo), por el diseño de Sarah tan complementado con el de Noctis o por ese jefe final que parece más bien salido de un NieR.

Quizás sea simplemente la banda sonora, pero es despertar ahí Noctis y ya vas sintiendo algo de esa intriga de saber que estás «en un mundo mágico».

En definitiva, Terra Wars fue un simple episodio colaborativo que nos dejó entrever un poco lo que hubiese podido ser una entrega semejante si hubiese tenido un toque más Sakaguchi. Nos gusta mucho la decimoquinta entrega de la saga, que no obstante no carece de errores, algunos de los cuales hay que agradecer intentaron subsanar en estos cinco años. Por todo ello y mucho más, feliz lustro a Final Fantasy XV.

Final Fantasy XV y Terra Wars. Square Enix y Mistwalker.

Cinco motivos por los que creemos que Final Fantasy IX es el mejor de la saga

Recientemente hemos vuelto a finalizar Final Fantasy IX, esta vez en su remasterización para Play Station 4, y el maravilloso recorrido nos ha servido para rememorar todos los buenos momentos, toda la magia y el encanto que desprenden esta entrega de la franquicia de Square Enix (antes Squaresoft) por todos sus píxeles.

Hay aspectos incluso en los que creemos (lo pensábamos antes, lo hemos verificado esta vez) que el noveno episodio es incluso superior al resto de videojuegos de la saga, por lo que vamos a ir enumerando y explicando los motivos de los cinco principales (como siempre, todo esto es subjetivo, y avisamos de SPOILERS).

La mejor estructura narrativa

Todos los Final Fantasy tienen una de sus principales virtudes (o deberían) en su historia. Los hay más o menos alegres, más o menos enreversados, pero el guión siempre ha de resultar atractivo para una parte mayoritaria del público si no quiere ser vapuleado sin piedad (todos conocemos el caso por el que está pasando Final Fantasy XV).

Final Fantasy IX no es solo dueño de una historia realmente atractiva, con varios giros sorprendentes y personajes carismáticos, sino que además posee la estructura narrativa mejor definida dentro de todos los juegos de la saga.

Escrito por Hironobu Sakaguchi y bajo la dirección de Hiroyuki Ito, el guión tiene un principio, un nudo y un desenlace bien definidos, dejando pocas cosas en el olvido o sin explicar. Atrás quedan los papeles poco demostrativos, para su importancia, de Sefirot (¿o Jénova?) y Aeris; o toda la segunda mitad de Final Fantasy VIII (¿el triángulo Squall-Rinoa-Seifer? ¿El propio Seifer? ¿Norg? ¿Artemisa?); Final Fantasy IX demuestra (salvo excepciones como Tiniebla Eterna o esa parte final psicodélica) que se puede seguir una (o varias) líneas narrativas con una trayectoria bien definida y una conclusión satisfactoria. Lo que nos lleva al siguiente punto.

El mejor final

Esta saga es famosa asimismo por sus finales, y es que una buena historia ha de tener una conclusión a la altura. Pues con la novena entrega Squaresoft fue y se sacó la chorra. Puede que peque de cursi en algunos apartados para varios, pero la emotividad y la cercanía que desprenden los últimos treinta minutos no los percibimos en ninguno de los otros episodios.

Además, para los que lo califican de «demasiado happy ending», tengamos en cuenta que esta conclusión da a entender que Kuja y sobre todo Vivi mueren. Sí, uno de los personajes más inocentes y queridos por el gran público la palma, dejando el legado de su recuerdo a través de sus amigos y de sus «hijos». Ni la séptima entrega se había atrevido a tanto. Y además tampoco queda muy claro por cuánto tiempo va a vivir Yitán, en un juego donde el tema principal es precisamente la muerte. Pero el conjunto de diálogos (sin voces), música y cinemáticas, concluyendo en esa escena de Garnet y Yitán abrazados, siempre SIEMPRE provoca que los vellos se pongan de punta.

Nosotros ya lo incluimos en la lista de nuestros mejores finales de la historia.

El mejor villano

Sí, soy consciente de que mucha gente estará ahora mismo pensando que el mejor es Sefirot (Final Fantasy VII), que para eso siempre gana en todas las encuestas de popularidad. En nuestro caso, ya hemos hablado del villano de la séptima entrega y hemos analizado por qué no nos parece el mejor desde una perspectiva «objetiva» (lo cual es imposible). Allí donde fallaba Sefirot, Kuja cumple con creces.

Vale, es verdad que el diseño de Kuja a simple vista puede ser causa de rechazo (aunque personalmente nunca lo he visto un inconveniente), pero es en su personalidad e historia donde el antagonista de Final Fantasy IX brilla con luz propia. Tiene una personalidad, interactua con varios de los personajes (no solo Yitán, de hecho es el creador de Vivi y el causante de la mayor parte de tragedias que le ocurren a Garnet) y al final muestra hasta profundidad.

Y es que Kuja, ahí donde se lo ve tan narcisista y tan seguro de sí mismo, es un compendio de inseguridades y rebeldías contra su creador (Garland). Para empezar, Kuja es un accidente: nacido como genómido en Terra, un recipiente más, de forma inesperada desarrolló una fuerza de voluntad arrolladora y personalidad propias, creándose una identidad. Garland intentó aprovechar este acontecimiento y lo mandó a Gaya para causar la guerra y muerte y allanar el terreno para la llegada de su verdadera creación definitiva, el genómido buscado: Yitán. Kuja, consciente de que iba a ser sustituido, no pudo soportarlo y raptó a Yitán cuando aún era un niño (infancia, un concepto que él mismo nunca tuvo al tratarse de un accidente) y lo abandonó en Gaya sin matarlo, como muestra de su propia existencia, tal como indica Garland.

El tiempo pasa y Yitán crece en Gaya ajeno a su pasado, origen y propósito con el que fue creado. Su camino termina cruzándose nuevamente con el de Kuja, de nuevo «accidentalmente». Al final, el villano descubre por boca de Garland que fue creado, al igual que el resto de genómidos normales, con una fecha de caducidad, lo que tampoco puede asimilar, enloqueciendo de la impotencia e intentando llevarse todo a su paso con él hacia la muerte para, a la postre, redimirse.

Kuja es de este modo Vivi, pero en adulto, unos pasos por delante; es Roy Batty (Blade Runner) y es en definitiva toda aquella persona que tan solo quiere llevar su propia vida y ser respetado como individuo. Por todo ello, Kuja posee una profundidad argumental de la que carecen otros villanos de la saga. Y su tema musical (Nobuo Uematsu inspirado como siempre) es cojonudo.

Incluso su diseño, tan extravagante para muchos, tiene su razón de ser en la personalidad de Kuja: muestra su narcisismo, su objetivo de destacar entre el resto (aborrece a los genómidos y a Terra, que al fin y al cabo son todos recipientes iguales), su oposición ante la idea de ser poco más que un robot (gesticula mucho, es sarcástico y dramatiza, algo que no es propio de las máquinas). Paradójicamente, al final Kuja sirve de inspiración para el resto de los suyos.

El mejor romance (o al menos el mejor construido)

Puede que Yitán y Garnet no sea nuestro romance favorito de la saga, ni tan siquiera dentro del grupo de los oficiales (tampoco nos molesta), pero nos parece sin duda el que está mejor elaborado.

Ambos se conocen fortuitamente con 16 años: él es un mujeriego y pendenciero de la banda Tantalus y ella la princesa heredera de Alexandría, que apenas ha salido de la vida en el castillo. Pronto, ambos van descubriendo nuevos mundos y experiencias, Yitán madura y se serena frente a los demás, aprende a apreciar lo que es realmente importante; mientras que Garnet descubre otros modos de vida y que uno tiene que ser dueño de su propio destino.

La relación amorosa entre ambos se prevé desde el minuto uno, pero no se siente forzada ni tampoco surgida de la nada. No es que un día Yitán despierta encontrándose enamorado pérdidamente de Daga (apodo de Garnet), ni que ella se meta en peligros solo para ser rescatada por su caballero en chocobo blanco (sí, miramos hacia Squall y Rinoa). Los dos van descubriendo más matices el uno del otro y van compartiendo momentos de cercanía que es lo que hace que toda la escena final sea de las más emotivas de la saga, tanto si eres su fan número uno como si no.

La mejor dirección artística

Final Fantasy IX es bonito. Bueno, no, es PRECIOSO. Es cierto que a muchos jugadores en su día le tiró para atrás su estética «super deformed», con personajes cabezones y variopintos en contraste con el realismo y homogeneidad de su antecesor, pero también lo es que sus escenarios, su detallismo bien dibujado y coloreado, todo en él destila belleza para los ojos. Y sino, basta con echar un mero vistazo a Alexandría, a Treno o a Burmecia, solo por poner unos ejemplos (agradecerle fundamentalmente a Hideo Minaba, director artístico del juego).

Las cinemáticas hechas enteramente con CGI, que abundan en este episodio, tampoco se quedan atrás, y son declaraciones de una dirección artística muy cuidada.

Si añadimos las partituras de Uematsu y los diseños de Yoshitaka Amano y de Toshiyuki Itahana en la combinación resultan en una gozada estética que se ha visto en poco juegos de la PSOne.

P.D.: Mención de honor merece, en la edición española del juego, la maravillosísima traducción.

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Una nueva aplicación para Final Fantasy XV y el buen rollo entre Tabata y Sakaguchi

Como ya se anunciaba, hoy a las 13 horas (en España), Hironobu Sakaguchi (creador de la saga Final Fantasy) y Hajime Tabata (director de Final Fantasy XV) darían una especie de conferencia (o charla entre amigos, más bien), que saldrá por escrito en la revista Famitsu, donde hablarían del evento Uncovered Final Fantasy XV, celebrado el pasado 30 de marzo, y de la saga emblemática de Square Enix (antes Squaresoft) en general.

Para destacar, sobre todo, el buen rollo y ambiente generado por ambas grandes figuras de la industria de los videojuegos en Japón. Hasta se atrevieron a bromear sobre la tripita incipiente de Sakaguchi, su famoso bigote, e incluso llevaron vino y chocolate. Al parecer, la asistencia de Sakaguchi al Uncovered se guardó tan en secreto que ni tan siquiera parte del staff de Final Fantasy XV lo sabía. Tanto Sakaguchi como Yoshitaka Amano (ilustrador de casi todos los Final Fantasy numerados y uno de los más famosos en Japón) se emocionaron al ir, y a Amano en particular le encantó ver su ilustración decorando la fachada del edificio donde se celebró el evento. A Sakaguchi le gustó especialmente la mezcla entre lo japonés y lo occidental que marcó todo el Uncovered, el cual y al parecer fue un gran éxito.

Sobre el gran proyecto que tienen preparado con Final Fantasy XV, Sakaguchi se encuentra francamente interesado por lo global del mismo, y todas las ramas que abarca (videojuego, anime, película). De hecho, tienen guardada (sin anunciar todavía) otra aplicación para móviles relacionada con Final Fantasy XV (aparte de Justice Monsters V). El creador de Final Fantasy confía plenamente en Tabata y se deshizo en halagos hacia él, hasta tal punto de invitarlo a formar parte de su equipo en Mistwalker (la nueva compañía que fundó Sakaguchi tras marcharse de Square Enix). Ante la pregunta de Sakaguchi de cuándo se pondrían con Final Fantasy XVI, Tabata se rió y contestó que aún ni ha salido el número XV al mercado.

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En relación con el propio juego, Sakaguchi lo ve prometedor, con elementos que hacen pensar en los elementos básicos de la saga. Por ejemplo, las naves voladoras (o coche volador, en el caso de Final Fantasy XV). Y es que, para Sakaguchi, el concepto «volar» es esencial en Final Fantasy. Asimismo, le gusta especialmente la versión de Stand by me cantada por Florence + The Machine, el cual pretende evocar a los sentimientos de gratitud por parte de Noctis hacia sus amigos, su padre y Luna. Tabata volvió a disculparse por no poder ofrecer la Edición Coleccionista (la Ultimate) a todos los fans que intentaron comprarla (se agotó en cuestión de horas). Ante esto, Sakaguchi le preguntó a Tabata si le había guardado una copia, a lo que el director de Final Fantasy XV contestó con un misterioso «Mmmmm, sí». Al terminar la charla, Tabata informó que tenía que volver a las oficinas de Square Enix para continuar trabajando con Final Fantasy XV (eran las 21:30 horas en Japón).

Y eso es todo por ahora. Pero tranquilos, que ya han anunciado otro Active Time Report para el próximo 21 de abril. Estaremos atentos y os iremos informando.