Japoneando Anime y viceversa: Fena, Pirate Princess

Fena, Pirate Princess (Kizoku Oujo, 海賊王女) es la última gran apuesta de Crunchyroll junto al estudio Production I.G. (lo cual ya suele ser sinónimo de calidad). Si bien todavía no ha finalizado su emisión (en Japón ni tan siquiera ha llegado a estrenarse), nos gustaría aprovechar que aborda temas interesantes para inaugurar un pequeño apartado dentro de Japoneando Anime, donde nos centraremos en aquellas series que tratan sobre cuestiones históricas y culturales más propias de Occidente y cómo las presenta el prisma nipón.

En el caso de Fena, Pirate Princess, el argumento transcurre mayoritariamente (al menos hasta ahora) en varios puntos de Occidente, al parecer en tiempos del imperio británico (se habla de las colonias inglesas). A juzgar por las vestimentas de algunos personajes, podría tratarse del siglo XVIII o XIX a lo sumo. Aquí, una hermosa joven que sobrevivió a un asalto al barco donde viajaban su padre y la tripulación se dedica a buscar, junto a un grupo de guerreros japoneses, la procedencia de un objeto realizado con un misterioso material.

Al más puro estilo de las novelas de aventuras clásicas, como las de Alejandro Dumas o Robert Louis Stevenson, Fena, Pirate Princess nos lleva de viaje por numerosos y exóticos lugares, habitados por piratas, furcias, soldados o príncipes. Pero no es el único guante que este anime, dirigido por un veterano de la industria como Kazuto Nakazawa, lanza a Occidente. Avisamos de que habrá SPOILERS de Fena, Pirate Princess.

La Pucelle y Jeanne des Armoises

Hace pocos episodios se revelaba que la protagonista, Fena, guardaba algún tipo de vínculo con Juana de Arco, detallándose más adelante que su madre se llamaba, de hecho, Helena des Armoises.

No creo que haga falta presentar a la figura de la Doncella de Orleans (1412-1431), la heroína francesa de la guerra de los Cien Años que murió quemada en la hoguera, pero quizás sí a Jeanne des Armoises (también conocida como Claude des Armoises), una aventurera procedente de Francia en el siglo XV y quien dijo ser Juana de Arco (cuando se suponía que ya había sido ejecutada). Esto hubiese sido fácilmente desmontado, de no ser porque los mismos hermanos de la fallecida apoyaron la moción. La farsa duró hasta 1440, cuando la propia Claude admitió la mentira e hizo pública enmienda ante el Parlamento de París para evitar el castigo real. Desde entonces, Claude des Armoises se retiró a las posesiones de su marido y sus descendientes han llegado hasta nuestros días.

Fena y los demás descubren en Holanda su vínculo con Juana de Arco. Fena, Pirate Princess (Crunchyroll y Production I.G.)

Fena, Pirate Princess juega con este concepto de Juana de Arco sobreviviendo a la hoguera o, al menos, teniendo descendientes, pues la madre de Fena se llama, como hemos adelantado, Helena des Armoises.

No es la única referencia a la Pucelle (que es como nombran a la protagonista en varios momentos del anime), pues el enamorado/amante de Helena y actual villano, Abel, se apellida Bluefield. Esto en sí no significaría nada, pero resulta que uno de los más populares acompañantes (soldados) de Juana de Arco, Gilles de Rais (1405-1440), fue supuesta influencia para la creación del personaje ficticio Barba Azul (Bluebeard), al parecer por su espeso vello facial.

Según la leyenda (más que la historia), Gilles se habría enamorado de Juana y habría intentado salvarla de perecer en la hoguera, sin éxito. Tras fallecer la Doncella de Orleans, el aristócrata francés enloquecería hasta el punto de volverse un asesino en serie de niños y jóvenes a los que secuestraba, torturaba, violaba y asesinaba (no necesariamente en ese orden). Afortunadamente, lo terminaron atrapando y fue ajusticiado y destinado a la horca tras confesar sus atroces crímenes. Como curiosidad, Gilles habría creído también que Claude des Armoises era Juana y le habría dejado una parte de sus hombres.

Abel por suerte no ha llegado a estos extremos (aunque sí va acompañado de un misterioso niño llamado Cody…), pero claramente la muerte de Helena (en la hoguera) lo ha dejado tocado y su papel antagónico es remarcado.

Tanto Gilles de Rais como Juana de Arco han aparecido en varios anime, manga y videojuegos procedentes de Japón, por lo que se ve que sus historias resultan interesantes no solo en estos lares. Son los casos de Fate/Zero y Grand Order, Inazuma Eleven, el JRPG Jeanne d´Arc, Drifters, Makai Ôji o Kamikaze Kaitô Jeanne.

Abel está pelín obsesionado con Helena, de forma similar a como los anime/manga retratan a Gilles con Juana. Fena, Pirate Princess (Crunchyroll y Production I.G.)

Se encuentran asimismo presentes algunos elementos religiosos del cristianismo, pero al menos por ahora bastante de pasada y de aquella manera (que tampoco es que a los japoneses les suelan interesar especialmente estas cuestiones, que en su país hay solo cerca de un 2% de cristianos). Como por ejemplo la búsqueda de un lugar, aparentemente espiritual o metafórico, denominado Edén (cuya significación bíblica es obvia).

Helena de Troya

El nombre de la madre de Fena no tiene desperdicio, y si el apellido des Armoises ya nos daba más pistas de su conexión con Juana, Helena lo hace con referencia a su papel en la narrativa.

Helena de Troya es uno de los personajes de la Ilíada (ya se sabe, la epopeya escrita/más bien narrada por Homero) cuyas acciones desencadenan todo el argumento posterior, o lo que vendría a ser el conflicto entre griegos y troyanos.

Helena, cuya belleza era legendaria, estaba casada con Menelao de Esparta cuando llegó Paris de Troya y, aparentemente, la sedujo. Ambos se fugaron, causando el escándalo y la ira de su engañado esposo y, por ende, de los griegos (pues Menelao no era un cualquiera).

En realidad, Helena poco importa en lo que viene a ser el resto del conflicto y parece ser otro caso del clásico «todo por culpa de una mujer» (la misoginia y esas cosas); en cualquier caso la Ilíada no deja de ser un auténtico clásico de la literatura occidental.

Abel conoce (y se enamora de…) a Helena. Fena, Pirate Princess (Crunchyroll y Production I.G.)

Tal como se revela en el último episodio emitido, la madre de Fena, cuya belleza es notoria, huye con su mayordomo, Franz (quien averiguamos sería el padre putativo de la protagonista), generando una serie de frustraciones y malentendidos en la Corte que residía. Al parecer (todavía no tengo del todo claro que esto vaya a quedar así en el argumento), Helena des Armoises estaría embarazada del rey (en lo que hubiese sido una relación no consentida) cuando se fugó. Lo malo es que Abel, hijo a su vez del monarca, solo conoció esta versión, quedando con un enorme vacío y sensación de pérdida (no exentos de cierto grado de egocentrismo) tras la partida de su enamorada.

Japón y el japonismo

Todos los guerreros que acompañan a Fena son claramente japoneses y así lo demuestran sus nombres y diseños, en contraste con el casi albino de ella. Además, portan armas muy propias de Japón, como la katana (evidentemente), la naginata (薙刀) o el arco japonés yumi (弓).

Lo que resulta curioso es que, en la época en la que se ambienta Fena, Pirate Princess, Japón debía encontrarse todavía aislado del mundo (sakoku, 鎖国) por orden del sogún Tokugawa. Por ello, no debe extrañarnos la sorpresa de Otto y Salman cuando llegan a esa misteriosa y exótica isla.

Es el surgimiento de las primeras oleadas del japonismo, esto es, la visión (que  veces torna en idealización o en la entrada repetida de tópicos) de Japón por parte de los occidentales. Esta corriente, que tuvo (tiene) sobre todo expresiones culturales y artísticas, tuvo su mayor auge cuando Japón abrió sus fronteras en la segunda mitad del siglo XIX. A partir de entonces, fotografías en blanco y negro de supuestas geishas, actores de kabuki y samuráis empezaron a circular por los rincones de Europa y América y pintores como Gauguin o Van Gogh vieron influenciado su arte por las estampas ukiyo-e (浮世絵).

Fena y los Samurai Seven. Fena, Pirate Princess (Crunchyroll y Production I.G.)

Inicialmente, sin embargo, las relaciones con Japón fueron de extrema desconfianza en el ámbito político por parte de ambos bandos, que a veces se veía entremezclada con la admiración propia de quien contempla lo desconocido por primera vez. Tenemos ejemplos de las dos miradas, por ejemplo, en Madama Butterfly de Giacomo Puccini y  La bailarina de Ogai Mori.

De forma similar, los guerreros que acompañan a Fena no son siempre vistos con buenos ojos por parte de los europeos con quienes van cruzándose, y los rodea un cierto aura de leyenda negra. Curiosamente, los denominan goblins (como la isla Goblin a Japón, lo que puede ser una referencia a la forma en la que China se dirigía originalmente a ellos como enanos o wa 倭) o Samurai Seven (como la conocida película de Akira Kurosawa, quien situó el cine nipón en el centro del panorama internacional).

En realidad, sí estaba permitida la entrada de algunos extranjeros durante el período de aislamiento de Japón, siempre con fines comerciales y bajo control del gobierno. Era el caso de los mercaderes holandeses y chinos. Curiosamente, el supuesto padre de Fena, Franz, es de origen holandés, por lo que su vínculo con estos guerreros japoneses estaría aquí más justificado.

En definitiva, Fena, Pirate Princess es una excelente ocasión para abrir esta ventana a cómo nos retrata Japón (y, de paso, reflejar la forma en que nosotros les vemos, en un juego de varias direcciones), aunque sea mediante una ficción de anime. Y eso que nos dejamos cosas como la figura de la pirata Grace O´Malley (1530-1603), quien aparece aquí adaptada de forma muuuy libre; la referencia a la mítica ciudad El Dorado; o la citada Guerra Española (que estamos todavía preguntándonos cuál de todas será).

Grace O´Malley y su banda pirata. Fena, Pirate Princess (Crunchyroll y Production I.G.)