¿Película de Obi-Wan Kenobi? Todo lo que podría ofrecernos el spin off del famoso jedi

Hace unos días, Hollywood Reporter anunció que Disney y Lucasfilm estarían preparando un spin off sobre Obi-Wan Kenobi (el tercero de la saga, tras Rogue One y el de Han Solo). El mismo estaría en fases muy iniciales, sin guión, y estarían negociando con Stephen Daldry (Billy Elliot, Las horas) para dirigirla, lo cual, de confirmarse, sería una muy buena noticia (en la filmografía de ese hombre hay cosas realmente interesantes). Aunque no se ha dicho nada oficial al respecto, Ewan McGregor (Obi-Wan en las precuelas) ya ha dicho en más de una ocasión que estaría más que dispuesto a volver a ponerse las botas del maestro de Anakin y Luke, por lo que estaría prácticamente asegurada su participación.

Si bien una película sobre Obi-Wan Kenobi podría parecer en principio redundante y hasta prescindible (¿19 años solo en un planeta desértico?), lo cierto es que, en buenas manos, podría producir algo interesante y «atípico» para la saga.

Soledad, depresión y culpa del superviviente

La mayor parte de seguidores de Star Wars estamos acostumbrados a ver a un Obi-Wan tirando a serio pero que sabe cuándo soltar un chascarrillo, estable, paciente, equilibrado y compasivo (generalmente) con los demás. Desde Ewan McGregor hasta Alec Guinness, esa es generalmente la imagen que se ha reflejado del maestro jedi (salvo en La amenaza fantasma, donde debido a su juventud se le deja entrever algún momento de impulsividad).

Sus 19 solitarios años en Tatooine podrían (DEBERÍAN) mostrarnos una faceta muy diferente del personaje: solitario, deprimido, con la culpabilidad del superviviente y hasta algo de estrés postraumático. No olvidemos que los acontecimientos narrados en La venganza de los Sith marcan un antes y un después en la galaxia y Kenobi estuvo muy involucrado en ellos. Incluso años después, el fantasma de Obi-Wan le diría a Luke que buena parte de la caída de Anakin era «culpa suya», al no saber ver las deficiencias y arrogancia de su alumno.

Prácticamente el último de los jedi (hasta la llegada de Rebels y sin contar a Yoda), ahora convertido en ermitaño y obligado a refugiarse para que el emperador y Vader no lo descubran (a él y a Luke), esperando el momento en que el hijo de Skywalker se haga adulto y pueda empezar a entrenarlo… ¿Cómo pudo Obi-Wan soportar tanto tiempo solo, más aún tras un cambio de vida tan drástico y con unos hechos tan traumáticos como precedentes?

Los cómics de Marvel han dado buena nota de estas posibilidades de ahondar más en la psique algo perturbada (de forma lógica) del personaje, pero esto llevado a una película (de nuevo, en las buenas manos, algo de lo que creemos alguien como Daldry sería capaz), sería muy interesante de ver. McGregor también ha demostrado tener capacidad interpretativa de sobra para ello.

 

Dos posibles vertientes: Obi-Wan como abuelo (o no) de Rey

Una teoría bastante difundida por la red, de entre las miles de millones sobre la procedencia de Rey, es que ésta es en realidad la nieta de Obi-Wan Kenobi. ¿Cómo? Pues como damos por hecho que no hace falta explicar cómo se hacen los niños, suponemos que los años de soledad del jedi en Tatooine pudieron dar para más de lo que pensamos. No ahondaremos ahora mucho en la hipótesis (pues no es lugar), dejaremos para ello a continuación un vídeo que la expone bastante detalladamente. Solo añadiremos que esta es una teoría en la que cree bastante gente, incluyendo periodistas como Anthony Breznican (el último en realizar un reportaje sobre Los últimos jedi para Entertainment Weekly).

Dependiendo de la revelación sobre los antepasados de Rey, la película de Obi-Wan podría tomar un (evidente) giro u otro. De hecho, hay gente que cree en el #ReyKenobi que piensa que la tardanza de Disney y Lucasfilm en confirmar el tercer spin off añadiría más motivos para la causa (en pocas palabras, que con tanto secretismo estarían intentando evitar una «confirmación previa» a esta teoría).

En el caso de que Rey terminase estando relacionada con el maestro jedi, la película de Obi-Wan iría evidentemente sobre esto, al menos en buena parte, creando una especie de «Cómo conocí a vuestra abuela». Más que nada porque la muerte del personaje en Una nueva esperanza torna (casi) imposible añadir muchas explicaciones sobre la procedencia de Rey, si este fuera el caso, además de que rompería totalmente el ritmo.

No sería la primera vez que esta «falta de detallismo» sucediera en Star Wars. Ya ocurrió con Luke y Leia, cuya madre nos fue desconocida durante casi dos décadas. Darth Vader era su padre, esa era la gran revelación (y que ellos resultaban ser hermanos), punto. Los detalles vinieron después con la trilogía en forma de precuelas de George Lucas. La metodología con el spin off de Obi-Wan sería similar a esto, solo que con menos tiempo de espera. Evidentemente, este tipo de información es, a la postre, más importante para el espectador que para los propios personajes dentro del universo (¿Luke y Leia saben que su madre es Padme? ¿Acaso les importa?), lo cual coincidiría con el hecho de que Daisy Ridley aclaró hace poco que Rey descubrirá su verdadero origen… y a la vez comprobará que tampoco lo considera tan importante. Porque, si Obi-Wan fuese su abuelo, claro que sería algo de lo que enorgullecerse, pero… bueno, él lleva años muerto (y es probable que los padres de Rey también). Por lo tanto, y como ya le dijera Maz Kanata, a otra cosa.

Pero si Obi ya se nos ha enamorado en la serie The Clone Wars

El spin off de Obi-Wan serviría entonces para rellenar esos huecos que tanto nos intrigan a nosotros, los espectadores. Por supuesto, y más siendo Disney, no esperamos que la cosa se produzca a raíz de una noche de diversión y desenfreno en la cantina de Mos Eisley, así que habría que trabajarse algún tipo de historia que no nos haga chirriar como la de Anakin y Padme (mejorar esto es fácil) y que haga creíble que, a la postre, Obi-Wan decida seguir en Tatooine cuidando de Luke por encima de otros menesteres.

En el caso de que no sea abuelo de Rey, pues bueno, también se puede sacar de aquí otra historia de aventuras en el espacio en medio de la soledad, aunque resulta innegable que se perdería bastante interés.

¿Salida de Tatooine?

Otra cuestión que tendrá que abordarse en un supuesto spin off de Kenobi es si éste sale de Tatooine puntualmente, bajo qué pretexto y en qué condiciones. Evidentemente, desarrollar un largometraje de unas dos horas totalmente en un planeta desértico no parece muy atractivo, por lo que sería altamente probable que se mostrasen otros (¿nuevos?) planetas.

¿Quizás lo contacta alguien de la Alianza Rebelde, similar a como lo hará Leia en años posteriores? ¿U ocurre algo fortuito por lo que Obi-Wan entra en contacto con otra persona, de manera parecida a Rey y Finn? ¿Entrará en contacto con la Alianza Rebelde y/o el Imperio? Esto último también parecería algo probable.

Están claras dos cosas: Obi-Wan tiene que terminar volviendo a Tatooine (su misión es vigilar a Luke) y Vader y el emperador no pueden descubrir en ningún momento su existencia y, aún menos, procedencia, pues esto supondría el final mismo de Kenobi e incluso y quizás del hijo de Anakin (del cual por cierto se esperaría un cameo, siendo niño o algo).

Al final, todo esto queda en meras suposiciones, pues, aunque las fuentes son fiables, ni Lucasfilm ni Disney han confirmado aún la película centrada en Obi-Wan Kenobi. ¿Quizás estén esperando a que se revele la procedencia de Rey en Los últimos jedi? Solo el tiempo lo dirá.

P.D.: ¿Historias de un Obi-Wan Kenobi adolescente, anterior a La amenaza fantasma? Esperamos que NO, gracias.

La Bella y la Bestia (2017): Bonito homenaje que consigue mejorar algunos aspectos

Se veía venir: Disney está arrasando en las taquillas de medio mundo con su última adaptación a imagen real de uno de sus clásicos más emblemáticos: La Bella y la Bestia. La original animada de 1991 suele estar guardada en un bonito rincón de nuestra memoria (servidora contaba con solo cuatro primaveras cuando la vio por primera vez) y es también reflejo del éxito comercial y crítico. De hecho, fue la primera película animada en ser nominada en la categoría de Mejor Película en los Oscars, antes de que existiera el apartado propio para la animación.

Debido a los buenos números cosechados por anteriores remakes de Diney (La Cenicienta, Maléfica o El libro de la selva son buenos ejemplos de ello), era inevitable imaginar que en esta ocasión volverían a lograrlo. Otro cantar sería el apartado de calidad, puesto que muchos eran los escépticos con la necesidad de una nueva adaptación (y en carne y hueso) de una cinta tan añorada por tanta gente de la generación que ya ronda la treintena. No solo han conseguido atraer la nostalgia (especialmente a través de la música) sino incluso mejorar algunas incongruencias que existían en el guión de la película animada (pero que nosotros, inocentes niños por aquel entonces, habíamos sido capaces de obviar y posteriormente perdonar).

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Con Bill Condon (Mr. Holmes, Crepúsculo: Amanecer) tras las cámaras y con nuevo guión adaptado de Stephen Chbosky (Las ventajas de ser un marginado) y Evan Spiliotopoulos (Las crónicas de Blancanieves: El cazador y la reina del hielo), el escepticismo fue in crescendo. El hecho de que se unieran al reparto Emma Watson (famosa sobre todo por su Hermione en toda la saga cinematográfica de Harry Potter) como Bella y Dan Stevens (el primo Matthew de Downton Abbey y ahora el protagonista de Legion en Fox) como Bestia incrementó las miradas atentas de los fanáticos, escudriñando cualquier detalle. Posteriormente los seguirían Luke Evans (Drácula: La leyenda jamás contada), Josh Gad (Pixels), Ewan McGregor (Star Wars), Ian McKellen (El señor de los anillos), Kevin Kline (Un pez llamado Wanda) y Emma Thompson (Salvando al Señor Banks): todo un conjunto de reconocidos y aclamados actores que aumentaban las expectativas. Además, Alan Menken y Howard Ashman, compositores de la banda sonora de la versión animada, también confirmaban su regreso para hacerse cargo de las nuevas partituras, donde se les unía a su vez otro gran veterano como Tim Rice. En este sentido, la calidad musical estaba más que asegurada, como así ha terminado siendo.

Adentrándonos en el producto final, nos encontramos ante una versión muy fiel a la animada, pero con algunos cambios y agregados que saben corregir incongruencias que ya se habían percibido desde hacía años en la cinta de 1991 (no, no entraremos en spoilers). También han sabido aportar mayor profundidad a personajes como LeFou, pero además a los propios Bella y Bestia (ahora hasta tienen un pasado, lo que hace que su relación y vínculo amoroso se torne más creíble). Y han sumado un par de temas nuevos que encajan bastante bien con lo que acabamos de mencionar. De hecho, hay uno en concreto (Evermore, en la versión original) que nos ha parecido casi el mejor momento de toda la película, con una Bestia que se vuelve más Fantasma de la Ópera (el del musical de Andrew Lloyd Webber) que nunca y que sirve para especial lucimiento de Dan Stevens (la hemos visto en versión original; aunque por lo que hemos podido escuchar la doblada al castellano tampoco ha salido mal).

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En el apartado negativo, quizás se note algo raro en el ritmo hacia el comienzo de la película, probablemente debido a que estamos acostumbrados a la versión de 1991 y que, claro, no es lo mismo construir algo animado que en carne y hueso (si Emma Watson se pusiera a gesticular exactamente igual que la Bella animada lo más seguro es que pecase de histriónica). También que los más nostálgicos (o no tanto) dirán que carece del espíritu de aquélla. En lo personal, si bien he percibido lo del ritmo, he encontrado que esta nueva versión posee a su vez un encanto único, elaborado no solo con la música, sino también con la escenografía y ese toque tan «de cuento» que han sabido darle.

Quizás por ese tipo de estética es que el CGI sí puede llegar a cantar en algunos momentos. He leído algunas críticas hacia la expresividad del rostro de Bestia, pero en mi opinión lo que sí resultaba más llamativo eran los lobos, que en algo tenían que envidiar a los del remake de El libro de la selva (con la cara de Bestia yo ningún problema, de hecho el personaje me ha gustado incluso más que el animado, gracias a Stevens y al nuevo guión).

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Para ir finalizando, he de realizar una confesión: yo me encontraba entre ese grupo de gente que no le tenía ninguna fe a Emma Watson como Bella. No porque me pareciera mala actriz (no solo por Hermione, que también me había gustado y especialmente en Las ventajas de ser un marginado), sino porque en mi mente el recuerdo de la Bella animada era alguien con apariencia más «dulce». Afortunadamente, he estado equivocada. Emma Watson ciertamente no es tan dulce como la Bella de 1991, pero el guión lo merece. Los tiempos cambian y hay aspectos de algunos relatos clásicos que conviene dejar más claros, teniendo aquí un ejemplo interesante. Además, sale bien del paso en cánticos y demases. Nada que objetar del resto del reparto, pero si me tuviera que quedar con alguien (aparte de Watson y Stevens) sería con McGregor y su simpático Lumière; aunque sea por lo mucho que, dice, le ha costado hablar con el acento francés.