Los triángulos amorosos en el manga, anime y JRPG

Los triángulos amorosos, ese recurso narrativo tan socorrido a la hora de prolongar (varias veces, de forma innecesaria y agotadora) la trama, añadiendo esa clásica intriga «¿con quién se quedará? ¿A quién elegirá?». Un elemento tan superficial y baladí ha logrado, no obstante, que surjan hordas de fanáticos (denominados coloquialmente shippers) que pelean arduamente en las redes por ver quién lleva la razón, quién saldrá vencedor. Por San Valentín repasaremos algunos de los más sonados.

Final Fantasy VII: Una pareja para Cloud

Para cuando Final Fantasy VII salió al mercado, allá por 1997, los videojuegos con dinámicas de citas no eran ninguna novedad; no obstante, la séptima entrega de la franquicia de Squaresoft fue quizás el que lo popularizó, al menos, dentro del género JRPG. Tanto es así que otros Final Fantasy posteriores, como el VIII o el X, han jugado muy superficialmente con esta dinámica. 

En Final Fantasy VII, el jugador puede ir eligiendo por quién siente mayor simpatía el protagonista, Cloud, de entre cuatro candidatos, de mayor a menor probabilidad (según puntos de partida): Aeris, Tifa, Yuffie y Barret, hasta llegar a momentos clave de la narrativa como una cita en el parque de atracciones Gold Saucer o el final del segundo CD. El fallecimiento de una de las candidatas complica bastante la cuestión y ha generado numerosos debates dentro del fandom, algunas veces opacando (lamentablemente) otros aspectos igual o más relevantes del juego.

Final Fantasy VII: Remake (que además añadió la opción de Jessie en lugar de la de Yuffie). Square Enix

A día de hoy, se sigue debatiendo escarnecidamente en redes y foros sobre quién es la verdadera enamorada de Cloud… algo que se complicó aún más con la llegada de Crisis Core y la entrada en escena de Zack como primer novio de Aeris. El remake, por ahora, parece seguir la misma línea creada hasta ahora, con posibilidad de elegir mediante determinadas acciones quién es la favorita del jugador/Cloud. 

Si bien Final Fantasy VII supo aunar bastante bien la magna narrativa de su argumento con este mecanismo, su ambigüedad y la enorme popularidad de sus personajes ha causado, como decíamos, que a veces la cuestión de la vida romántica del protagonista haya opacado injustamente otros apartados del título y, de paso, amargado la experiencia de una parte de los seguidores. Y eso que no tiene un argumento en el que prevalezca el romance (como sí ocurre, por ejemplo, en la octava entrega).

Los resultados de la encuesta muestran cómo, a día de hoy, las preferencias por dos de las féminas siguen estando MUY igualadas

Fire Emblen y la libre (múltiple) elección

Como señalábamos, Final Fantasy VII no es que inventó la dinámica de citas en los videojuegos; de hecho, los japoneses son muy propensos a este tipo de historias. Ahí tenemos sagas también populares como Fire Emblem o Persona donde el sistema de citas con una gran parte del elenco es una de las señas de identificación.

Debido a la popularidad que ha obtenido en Occidente y por ser el más reciente, nos centraremos para el caso en Fire Emblem: Three Houses, donde el jugador encarnará al héroe mudo (a diferencia de Cloud, quien tenía una personalidad y diálogos muy definidos) Byleth, ya sea en forma masculina o femenina. Mediante Byleth podremos ir eligiendo con quién querremos tener un romance dentro de todo el amplio casting de personajes (y sí, es posible terminar teniendo rollete con más de la mitad de ellos) o, por si pareciera poco, también ir formando parejas entre el resto.

Para mantener un mínimo de coherencia narrativa, no es posible formar cualquier pareja que se te ocurra (no es posible entre los distintos líderes de las casas o entre éstos y los criados del otro/a); pero casi… Y, la verdad, es muy divertido ver a veces los resultados (o no… de hecho alguno puede llegar a llevarse un susto); al igual que ir intentando generar afinidades mediante eventos como las comidas, actividades extraescolares o tomar el té.

El aspecto genial de Fire Emblem, al contrario de lo que suele ocurrir con el fandom de Final Fantasy VII, es que prácticamente todas las (posibles) parejas pueden tener «su final feliz», su rinconcito dentro del canon; por lo que no es necesario amargarse con quién ama más a quién o con quién va a terminar Fulanito. Simplemente divertirse y disfrutar dentro de tus preferencias.

Hay una marcada preferencia por Dimitri y Edelgard dentro de los líderes de las casas

Code Geass, Evangelion y los casos de harem

El anime y manga también han dado lugar a numerosísimos casos de triángulos románticos, incluso pentágonos… Pero hay un tropo (no sabríamos si calificarlo de género) dentro de estos que es el harem (ハーレムもの), que suele estar vinculado de hecho a los ya tratados videojuegos de citas y que suele aparecer en los géneros shônen y seinen (manga y anime dirigido principalmente a hombres adolescentes y adultos, respectivamente). 

Como adelantábamos, los japoneses son bastante dados a este tipo de historias, ya incluso desde el surgimiento de ese clásico literario de finales del siglo X que es el Genji Monogatari (donde, básicamente, el protagonista se dedica a conquistar damas). Al igual que Genji, los personajes principales del harem suelen ser hombres rodeados de mujeres que están, de uno u otro modo, románticamente interesadas en ellos.

Lelouch suele ser shippeado con C.C. y Suzaku (tanto en el material oficial como en el fandom). Code Geass. Sunrise.

Hay títulos con harem dentro del manga y el anime sobradamente conocidos, como Golden Boy, Love Hina o Stein´s Gate (éste último en realidad es originalmente un videojuego de esos de dinámica de citas); pero es curioso cómo éste suele darse, con bastante frecuencia, dentro del género mecha (メカ), porque entre pilotaje de un enorme robot y otro también hay lugar para las relaciones románticas tormentosas.

Casos muy populares son los de Evangelion y Code Geass. En ambas, los protagonistas masculinos (Shinji y Lelouch, respectivamente) tienen más de un posible interés romántico, que suele ser representado por personajes femeninos diversos entre sí: las explosivas Asuka y Kallen, las mucho más retraídas Rei o C.C. (aunque ésta última tiene cosas también de Kaworu) o la gentil Shirley.

Todas ellas comparten momentos más o menos románticos (o subidos de tono) con el protagonista masculino… pero  al final siempre suele acabar con una (y, para desgracia de los fanáticos, no es siempre la más favorecida por el público).

En Code Geass la preferencia está clara (y va acorde al canon). Todo lo contrario a Evangelion (que ni está tan clara ni va acorde al canon)

Fruits Basket: el shôjo y los otome

Si en el shônen encontramos ocasionalmente el harem, en el shôjo (ya se sabe, manga y anime dirigido principalmente a mujeres adolescentes) tiene su contraparte en el otome (乙女), siendo este término en realidad un género de videojuego en donde las jugadoras pueden elegir dentro de un jugoso elenco masculino con quién quedarse.

Así, como si fuese la otra cara de la misma moneda del harem, en muchos shôjo hallamos a la protagonista femenina rodeada de un plantel de maromos, a cada cuál más guapetón, que muestran diversos grados de interés por ella. Los hay también muy conocidos, como Fushigi Yûgi o Akatsuki no Yona; pero vamos a centrarnos aquí en Fruits Basket, ya que a pesar de no ser nuevo, su reciente remake en anime lo ha vuelto a sacar a la palestra.

Aquí, al igual que en el resto de shôjo con otome, la protagonista, Tohru, es una sufrida muchacha que inesperadamente se ve rodeada por un sinfín de hombres de diversa edad (pero todos ellos atractivos y jóvenes) que, al igual que en el harem, se diferencian lo suficiente entre ellos: el agresivo (pero cariñoso en el fondo, como buen tsundere) Kyô, el amable y distante Yuki, el cínico Shigure, el sereno Hatori, el alocado Ayame, el gentil Momiji, etc.

Al igual que en los shônen y seinen con harem, en los shôjo con otome, tras varias idas y venidas, la protagonista siempre suele acabar con alguno de estos pretendientes de forma muy definida y cerrada (vamos, que hay boda, hijos, nietos, perros, casa… de todo). Mucho más centrado en el apartado romántico que aquéllos, eso sí.

En las series como Fruits Basket la verdad es que la cosa está meridianamente clara casi desde el principio…

Por qué las ships de Rebuild of Evangelion tienen sentido desde una perspectiva de psicoanálisis

La franquicia de Neon Genesis Evangelion ha llegado a su final con la última película que conforma la tetralogía bautizada como Rebuild of Evangelion: Evangelion 3.0+1.0 Thrice Upon a Time. Evidentemente, un anime considerado de culto y con tanta popularidad como el de Hideaki Anno iba a levantar pasiones y ampollas con su conclusión… sobre todo en lo respectivo a las ships o parejas.

En realidad, Evangelion (como se lo conoce abreviadamente y como lo nombraremos a partir de ahora) no es una historia romántica, si bien hay cierto concepto de harem en torno al protagonista, Shinji Ikari. Más bien, al tratarse de una historia sobre el crecimiento y la madurez (la mayoría de los personajes tienen 14 años), lógicamente hay ciertas escenas de contenido ligeramente erótico (el despertar sexual y esas cosas). Pero poco más… lo que no ha impedido que multitud de seguidores se hayan declarado acérrimos defensores de una u otra pareja.

Lo que sí tiene Evangelion, y mucho, es simbolismo religioso (curiosamente, en Japón solo cerca del 2% de la población es declarada cristiana y Anno es agnóstico) y psicoanálisis. Es en esta última donde vamos a detenernos. Avisamos de que habrá SPOILERS de Rebuild of Evangelion.

La madre y el padre, Lilith y Adán

Evangelion fue planteada por su propia creador como una serie que exploraba los problemas que él mismo había tenido con su padre mientras crecía y convivía con él. Tal como se recogió en una entrevista a Anno, éste cuenta que su padre perdió una pierna cuando tenía 16 años, lo que le dejó con un dolor crónico debido a una mala operación, que le había dejado una parte del hueso expuesta (por lo que tenía problemas de contacto con la prótesis). El progenitor de Anno golpeaba y gritaba a su hijo cuando se enfadaba o frustraba, llegándole a hacer saber que hubiese estado mejor sin él. El artista apenas veía (al menos en el momento en el que se publicó la entrevista) a su familia.

Shinji y Gendô en uno de sus mejores días. Rebuild of Evangelion, Hideaki Anno

En Evangelion, uno de los focos narrativos se encuentra en el vínculo de Shinji, que se percibe como reflejo de la psique de Anno, con su padre Gendô, quien lo abandonó cuando era pequeño y ahora lo utiliza sin disimulo para pilotar el Eva 01.

Shinji tiene evidentemente una relación distante e incómoda con su progenitor, ¿pero qué pasa con la madre? Yui Ikari murió cuando el protagonista era pequeño y apenas la recuerda. Traumatizado por la pérdida (otra de las claves del psicoanálisis es la separación), Gendô se obsesiona con recuperar a su mujer, ignorando así la existencia de su retoño.

En el proceso para traerla de vuelta, se crean clones de Yui con forma de adolescente a los que se bautizan como Rei Ayanami (apellido de soltera de la susodicha). Shinji, quien al igual que el espectador desconoce inicialmente este dato, se hace compañero y luego amigo de Rei, quien inevitablemente sentirá atracción y apego por el protagonista.

Tal como se comenta en más de una ocasión en la serie (la última la dice Asuka en Thrice Upon a Time), Rei está programada para querer a Shinji. Lógico si es en base su madre. El protagonista, también inevitablemente, querrá a Rei. Toda la segunda película (y gran parte del anime) se centra en estrechar el vínculo entre los dos. Shinji incluso manda todo al carajo con tal de evitar que Rei muera… al igual que ocurrió con Yui.

Hay otro personaje con el que Shinji se vuelca emocionalmente, hasta el punto de tomar medidas drásticas y por el que le cuesta superar la pérdida (más que con cualquiera del resto del elenco, salvo la mencionada Rei), y ese es Kaworu Nagisa.

Shinji no puede dejar ir a Rei. Rebuild of Evangelion, Hideaki Anno

Kaworu aparece misteriosamente «de la nada» en los momentos en los que Shinji se encuentra más hundido en la depresión. Centra toda su atención en el protagonista, su objetivo es hacerlo feliz y nació para conocerle. De hecho, Kaworu apenas interactúa con el resto de personajes (curiosamente, una de las otras pocas es Rei, pero solo a nivel simbólico, salvo una escena).

Antes de seguir, aclararemos que entendemos perfectamente el auge del Kawoshin (KaworuxShinji) y la frustración eterna de una parte del fandom debido a que parece que con esta pareja se hace queerbaiting sin ir a más. Si nos centramos en la perspectiva psicoanalítica (la cual, por cierto, siempre va a abordar algo de incesto), la conclusión de este vínculo tiene bastante lógica (si bien, de nuevo, comprendemos la frustración).

Una de las principales interpretaciones es que Kaworu es Shinji idealizado (¡todo lo hace bien!). En realidad, Kaworu es el padre idealizado de (y por) Shinji. Aparece cuando más lo necesita, se centra SOLO en él, lo acompaña en sus actividades favoritas, le expresa constantemente lo mucho que lo aprecia, etc. En Thrice Upon a Time se llega a mencionar que Kaworu es un clon de Gendô (teoría que llevaba años rulando por la red), quien por cierto sigue desaparecido durante las crisis de su hijo.

En The End of Evangelion ya se remarcaba que Rei era Lilith y Kaworu Adán, los primeros seres humanos según la religión hebrea (dentro del universo de Anno, de Adán/Kaworu descienden los ángeles, mientras que de Lilith/Rei lo hacen los humanos). Desde la perspectiva de un Shinji que no ha madurado, Rei y Kaworu son los seres cuya pérdida no ha superado. En el psicoanálisis, para un niño o una mente inmadura los padres lo son prácticamente todo, tus creadores. 

Otra novedad que nos trae Rebuild of Evangelion es más sobre las perspectivas de Rei y Kaworu. Ella como persona que intenta independizarse de su condicionalismo existencial (sin olvidar, eso sí, su vocación materna) y él de la de buscar la felicidad de Shinji para ser su propio ser. Ambas las abordaremos más en el siguiente apartado.

Rei y Kaworu como Lilith y Adán en The End of Evangelion, Hideaki Anno

La madurez de Shinji Ikari

Rebuild of Evangelion remarca en su conclusión (y en esto es cuando más se desvía de The End of Evangelion) que Shinji ha madurado. ¿Pero qué significa esto realmente?

El Shinji infantil que no ha superado la pérdida/separación de sus padres (y, por ende, tampoco las de Rei y Kaworu) no quiere avanzar, se encierra en sí mismo y huye del dolor (para evitar seguir sufriendo, prefiere la muerte). Desde una perspectiva psicoanalítica, madurar supone separarse del padre y de la madre.

Mientras Shinji sigue siendo niño, busca otros sustitutos de padre (Kaji) y madre (Misato), sin éxito. Cuando Shinji madura, enfrentándose directamente al padre real (Gendô), es él quien aparece ante los demás para ayudarlos (incluyendo, claro está, a Kaworu, Rei y al propio Gendô). Tanto Gendô como Kaworu ven a Shinji en parte en su versión infantil/niño.

Es aquí cuando se nos muestra más de la perspectiva de Kaworu, quien, una vez «liberado» de su deber paternal, puede buscar desarrollarse como persona. El padre que no solo es padre. Rei es algo ligeramente distinto, pues aunque también busca (y obtiene) otras aficiones más allá de la maternidad, nunca llega a dejar ésta totalmente de lado.

Shinji niño consolando a Kaworu en Rebuild of Evangelion (Hideaki Anno)

Shinji madura asimismo en otros aspectos, como es el afectivo/sexual, una vez aceptada la separación paternal. Aquí entraría la otra gran polémica (de las ships, claro), que es la de Asuka y Mari. La pelirroja y el protagonista tienen tensión sexual no resuelta desde la serie original, que, esta vez sí, es definida con palabras. Como Asuka ya ha crecido antes que Shinji, es el reflejo de ese despertar sexual durante la adolescencia. Normalmente, éste no permanece cuando crecemos, teniendo otros enlaces afectivos, y aquí entraría Mari en escena.

Es verdad que la relación entre Shinji y Mari apenas tiene desarrollo en las películas, pero Evangelion, como decíamos inicialmente, no es un anime romántico. No se centra en los vínculos de ESE tipo de amor, si bien es consciente de que existen (pero, en este caso, muy de fondo a los de padres/hijos; o más bien, no puedes empezar a relacionarte adecuadamente románticamente hasta que no has madurado/has aceptado la separación paternal).

Mari era aparentemente una amiga de la madre de Shinji, lo que seguiría dentro de los estándares del psicoanálisis, pero sin caer en el incesto. Es asimismo la representación de la novedad, que no juzga a Shinji (ni, por lo tanto, a Anno ni a su obra) por su pasado. Es una nueva página en blanco en su vida, que es básicamente el mensaje final de Rebuild of Evangelion: vivir (con lo bueno y malo), superando el peso del dolor y de la pérdida (así como la presión). Y eso sería madurar.

Shinji y Asuka en el final de Rebuild of Evangelion (Hideaki Anno)

Aparte de Mari y Shinji, en la escena final vemos a Kaworu y a Rei hablando desde la perspectiva del protagonista. Ellos no lo ven a él, pero él sí a ellos, mostrando que ha superado así el Edipo (no se interpone más en la relación entre sus padres). Al parecer, en un libreto oficial de 36 páginas que se entregó con algunas entradas, titulado EVA EXTRA-EX, entre un manga protagonizado por Asuka antes de Thrice Upon a Time y otras ilustraciones realizadas por trabajadores de Rebuild of Evangelion, aparecen estos Rei y Kaworu (mismas ropas, pero Rei con el pelo más largo) con un niño pequeño que es básicamente Shinji.

Si bien no le daría mayor importancia a estas ilustraciones, dentro de esta perspectiva y conclusión psicoanalíticas, que Rei y Kaworu hayan sido padres de una especie de Shinji 2.0 en esta nueva realidad sin EVAs (la nuestra) tendría todo el sentido del mundo. Seguramente, este Shinji crecerá sin los problemas del original (ya madurito y a su bola con Mari), en un presente sin Evangelion.

                         Y así, amiguis, es como lográis que arda Tumblr. Evangelion Extra-Ex