Dragon Ball Super 64: Cuando la animación supera al guión

Con un poco de retraso esta semana (Halloween tuvo la culpa) nos disponemos a realizar nuestra reseña del capítulo 64 de Dragon Ball Super. En ocasiones, cuando hay un producto animado de por medio (ya sea animación 2D, 3D, o lo que sea), el apartado técnico puede llegar a resultar tan importante como el guión. Para algunos, incluso, es primordial. Por eso hay varios miembros dentro del fandom de Dragon Ball que no acaban de tragar Dragon Ball Super, debido a su mediocre calidad técnica en varios episodios. No es mi caso, lo admito, ya que para mí siempre es más importante la historia (aunque si el apartado gráfico llega a ser totalmente desastroso tampoco es que me agrade). Nos encontramos con algo sorprendente (al menos para mí) en este episodio de Dragon Ball Super: la animación está muy bien (para los estándares), no así la historia, que flojea por varios lados… 

¿De qué trata el capítulo 64 de Dragon Ball Super (vienen Spoilers)? El 63 había terminado con Vegeta pegándole una paliza a Black. Éste último se da cuenta de que el aumento de fuerza de su oponente proviene por la rabia que siente debido a las heridas sufridas por su hijo. Para Black es una metodología muy bruta, pero decide probar a utilizarla, surgiendo entonces de su ki una especie de arma con forma de guadaña. Con ésta logra abrir una grieta, que nadie sabe de qué puede tratarse: ¿una fisura temporal? ¿un portal de comunicación con otro universo? Zamasu, al observarlo, se congratula del poder que pueden llegar a alcanzar e intenta zafarse de Goku. Lo consigue nuevamente gracias a la intervención de Black, quien logra acorralar a ambos saiyans, quienes a su vez se ven rodeados por varias copias del enemigo.

Zamasu aprovecha la ocasión para acudir hacia el laboratorio donde se encuentra Bulma, Trunks y Mai. Ésta última percibe su llegada, por lo que se apresuran a aprender la técnica Mafuba, ya que la tinaja ha sido finalmente reparada. Por suerte, Bulma lleva un vídeo grabado en el móvil donde aparece Piccolo realizando una demostración de la técnica. Mientras Trunks practica, su madre pretende ganar tiempo y sale ella sola al encuentro de Zamasu. A Bulma, fiel a su estilo, no se le ocurre otra cosa más que intentar seducirlo, lo que provoca aún más la ira del kaioshin, quien se dispone a darle el golpe de gracia. Justo en ese momento llegan Trunks y Mai y realizan el Mafuba,  encerrando a Zamasu dentro de la tinaja. No pueden cantar victoria tan rápido, ya que a Goku se le ha olvidado traer el sello que cierra definitivamente el artefacto, por lo que Zamasu consigue liberarse a los pocos minutos.

En ese instante aparece Black (quien puede teletransportarse, al igual que Goku), siguiéndole Vegeta y Goku. Los Zamasus no se lo piensan más, no quieren arriesgarse a que nuestros protagonistas salgan con otra técnica al estilo Mafuba, y deciden fusionarse. Es así como surge ¿Blackmasu? ¿Zamasux2? ¿Zamalack? En definitiva, un nuevo y amenazante enemigo que promete ponérselo aún mas difícil a nuestros héroes.

Como vemos, este ha sido un episodio más pausado que el anterior, que estuvo repleto de acción. No por ello es peor (ni mejor)…. si no fueran por la cantidad de incongruencias argumentales que tiene. Empezando por Black y su grieta de poder, que queda sin explicación alguna (como la nueva transformación de Trunks, ya olvidada). ¿Por qué salen de ahí copias de Black? ¿Es un ninja? ¿No era que quizás era una apertura espacio-temporal, o a otros universos? ¿Qué tendría eso que ver con las copias de Black? Si pretendían que fuesen proyecciones de su energía, aparte de resultar forzado, queda nuevamente a especulación del espectador.

Por otro lado: el Mafuba. Sabemos que Toriyama es olvidadizo, pero que se le pase cómo funcionan las técnicas que él mismo creó ya… Recordemos que el Mafuba, cuando fue utilizada por primera vez por el maestro Roshi contra Piccolo padre, provocó que el realizador de la técnica muriera (como así fue), debido a que se implica mucho ki, sobre todo a más poderoso sea el adversario. Zamasu, por sí solo, aparte de que debería haber sido fácilmente derrotado por Trunks y su nueva transformación, debería haber causado algún tipo de efecto secundario en el hijo de Vegeta y, sobre todo, en Mai. Sin embargo estos dos encierran al kaioshin como si nada, siendo el único inconveniente un sello que Goku se ha vuelto a olvidar. Que por cierto, lo de que el protagonista se olvide cosas nunca funcionó como recurso humorístico, mucho menos si encima empiezan a repetirlo hasta la saciedad.

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Admito que me he reído con Bulma en este capítulo, eso sí. Aunque sea porque nos ha vuelto a recordar a esa Bulma del primer Dragon Ball, que utilizaba los avances sexuales para tratar de salirse con la suya (incluso con el propio Goku niño, sin éxito). Aquí Bulma vuelve a caer en saco roto, ante un Zamasu que prefiere estar más interesado en sí mismo (y en Goku) que en mujeres atractivas como ella.

Por lo demás, poco que comentar. Se nota que este capítulo no ha sido de mis favoritos, y eso que la animación sí que ha estado de notable alto. Cuando por fin tenemos bonitos dibujos, con rostros de los personajes bien dibujados y movimientos fluidos, nos encontramos con un guión con más agujeros que un queso gruyere. Una verdadera lástima. Podremos saber más sobre la fusión de los Zamasus a partir de esta noche, que es cuando emitirán el episodio 65 en Japón. Tenemos una cita.

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