El himno del corazón, buena premisa y pobre ejecución

El himno del corazón (心が叫びたがってるんだ) se estrenó allá por 2015 bajo la presión y expectativa de tratarse del último trabajo del equipo que había estado detrás de AnoHana y de la guionista Mari Okada (Maquia), quien había sido la escritora asimismo de historias como las de Fate/stay night o True Tears.

De este modo, y con la dirección de Tatsuyuki Nagai (Toradora!), El himno del corazón prometía un relato juvenil repleto de sensibilidad y con emociones a flor de piel, similar a los títulos anteriormente mencionados.

Cuál ha sido nuestra desilusión al ver en realidad una narración más bien torpe y atropellada, con una premisa interesante sobre los traumas infantiles que acaba empañada por clichés románticos de adolescentes.

Jun Naruse (voz de Inori Minase) es una vivaz y parlanchina niña que un día descubre accidentalmente un secreto que, al comunicárselo a su madre, romperá a su familia y la dejará dañada para siempre. Sintiéndose responsable de la situación, Naruse promete junto a un príncipe con forma de huevo que no volverá a hablar nunca más. Pasan los años y la adolescente es seleccionada en su instituto junto a otros tres compañeros (a cada cual más distinto) para organizar el evento comunitario anual, lo que poco a poco hará que vaya logrando mayores dotes comunicativas.

El himno del corazón. A-1 Pictures.

Lo que empieza así como el trauma infantil de una muchacha y cómo va superándolo desencadena en una serie de subtramas, a cada cuál más típica y tópica, sobre los problemas comunicativos de los otros adolescentes, lo que hace que el guión al final no resulte tan efectivo y sí bastante forzado en su afán por intentar sorprender al espectador a base de triángulos amorosos resueltos de manera atropellada y superficial.

No es que el romance esté mal en un relato sobre adolescentes, es que enturbia el objetivo principal de la historia. Por ejemplo, la relación que la película se encarga de desarrollar durante más de la mitad de su duración entre Sakagami (Kouki Uchiyama) y Naruse queda empañada por repentinos sentimientos amorosos de unos y otros. Personajes que apenas tienen desarrollo de pronto parecen tener casi más importancia que Naruse hacia el final. Y así el relato va cayendo de más a menos.

Lo peor de todo, para nosotros, es que la premisa queda tan opacada por estas historietas de amor juvenil que a la postre Naruse no queda más que como instrumento narrativo para que el resto de personajes puedan expresar lo que sienten, en un giro de guión también forzado y hasta un pelín absurdo (SPOILERS, si Sakagami se acerca a Naruse porque se siente identificado con ella al no poder expresar lo que siente y nada más… ¿no es eso lo que nos pasa al 99% de la humanidad (no decir lo que realmente sentimos)? ¿Por qué acercarse entonces a Naruse, a quien no conoce casi de nada, y no al muchacho del segundo pupitre por la izquierda en la tercera fila? FIN DE SPOILERS).

El himno del corazón. A-1 Pictures.

En el apartado técnico es sin duda donde la película alcanza notas sobresalientes, con diseños de personajes muy enternecedores que corren de la mano de Masayoshi Tanaka (Darling in the FranXX) y una animación fluida y dinámica tanto en sus expresiones como en las escenas musicales. No se puede esperar menos en este aspecto de parte del estudio A-1 Pictures.

Hablando de la música, compuesta por Masaru Yokoyama, también es de lo más llamativo. Repleta de referencias a clásicos musicales como El mago de Oz o El fantasma de la ópera, logra transmitir un deje nostálgico y buenrollista que por un momento hace que el espectador se olvide de la forzada trama que hay de fondo. Por supuesto, la música es clave en el desenlace y queda expuesta como referente comunicativo, allí donde no podemos llegar con el mero diálogo (o monólogo, según se vea).

En definitiva, El himno del corazón no es a pesar de todo una mala película. Sin duda la salvan su apartado técnico y musical, y en ese sentido hace pasar un rato al menos agradable. No obstante, si has quedado encantado con AnoHana o Toradora!, o buscas un romance del nivel de Kimi No Na Wa, o simplemente una historia narrada con coherencia de principio a fin, la cinta probablemente te decepcionará.