Dragon Ball Super: Broly, una auténtica gozada para los seguidores de la franquicia

Dragon Ball Super se estrenó hace ya más de tres años con muchas expectativas sobre sus espaldas, pues no hemos sido pocos los que hemos crecido viendo la serie ideada por Akira Toriyama, la mayoría de nosotros ya bien maduritos. Como suele pasar con todo lo que es excesivamente esperado, esta nueva entrega dejó con varias quejas y decepciones (algunas bien infundadas) y al fandom dividido. Pero lo cierto es que Toei ha sabido (por norma general) hacerse eco de estos reclamos y, con el paso de los episodios, ha ido mejorando sustancialmente algunos de estos aspectos, sobre todo en lo concerniente al apartado técnico y la animación.

Llega 2019 y con él la última entrega de la franquicia, Dragon BallSuper: Broly, a cines españoles (ya ha pasado por los americanos). Este supone el culmen de esta nueva etapa que aparentemente (todos sabíamos que sería temporal) había finalizado en marzo de 2018.

Especialmente en lo que a animación se refiere. Dargon Ball Super: Broly tiene altibajos en este apartado durante sus casi dos horas de duración, pero ésta nunca deja de ser buena (salvo cierta escena, en la que se nota bastante más el bajón). Hay combinaciones de estilos distintos, unos relucen más (esa batalla entre Broly y Vegeta) y otros menos (la citada escena, ciertos momentos CGI durante los combates Goku-Broly y el final). Pero lo que no se puede negar es que te llega a dejar boquiabierto. Hay coreografías, dinamismos y movimientos en algunos de los enfrentamientos que nunca antes habíamos visto de igual manera en toda la serie. El director de animación, Naohiro Shintani, ha conseguido en definitiva un muy buen trabajo. Lejos quedan los episodios bochornosos y con animación estática de los inicios de Dragon Ball Super.

Quiero citar asimismo el nivel de detallismo al que se llega con la animación en muchas de las escenas, especialmente en los elementos secundarios. Es decir, no solamente vemos en perfecto movimiento al personaje que se enfoca, sino también a un fondo vivo. Por ejemplo el movimiento de la cola de Freezer (que me tenía hipnotizada) o el detalle de Goku lanzándole juguetonamente nieve a Bulma al bajar de la nave (cuando el enfoque está en que los hombres de Freezer han detectado la presencia de saiyans).

En lo referente al sonido y banda sonora, compuesta por Norihito Sumitomo (con el tema principal, «Blizzard», cantado por Daichi Miura), si bien se extrañan los característicos elementos sonoros que desprendían ciertos ataques y golpes en la serie original, no hay tampoco nada que objetar, ya que en ningún momento distraen de la acción. Algunos de los temas más electrónicos puede que lleguen a chirriar en algunos oídos más acostumbrados a los temas instrumentales más propios de Dragon Ball, mientras que otros, como «Broly´s Rage and Sorrow», sí nos recuerdan esa esencia.

A nivel narrativo, pues esto es Dragon Ball. Que no vamos a pedir que se marque un Shinichiro Watanabe, vaya. Sin embargo, teniendo en cuenta que es la cinta más duradera de la franquicia y que el ritmo apenas cae en todo su recorrido, nos encontramos ante un logro. El guión lo ha escrito el propio Akira Toriyama, quien comentó que originalmente duraba más de tres horas, algo que sí se nota especialmente en el tramo inicial, el cual contiene saltos más abruptos y escenas que se intuyen han sido recortadas (¿quizás de cara a una versión extendida?).

Resumidamente (nada que no se haya visto en los tráilers), la historia comienza hace 41 años en el Planeta Vegeta, narrando la llegada al poder de Freezer, la expulsión de Broly del planeta por parte del rey Vegeta, cómo los padres de Kakarotto lo salvan enviándolo de incógnito a la Tierra y la posterior destrucción de su hogar. Mientras tanto, el padre de Broly, Paragus, sale detrás de su hijo, quedando ambos atrapados en un inhóspito planeta, jurando venganza contra los causantes de sus desdichas. De ahí saltamos al presente, que se sitúa después de lo acontecido en Dragon Ball Super. Bulma es avisada de que unos soldados de las tropas de Freezer se han llevado las bolas de dragón que estaba reuniendo, lo que les pone a ella, Goku y Vegeta en alerta y se disponen a ir a recuperarlas.

Este es el punto de partida de una historia que, sin ser en absoluto compleja, contiene los giros suficientes como para mantenernos atentos en nuestras butacas durante las mencionadas casi dos horas. No obstante, el gran logro de todo este tinglado lo hallamos en el propio Broly. Mis sospechas se confirman y Toriyama nos brinda una nueva versión (esta vez oficial) del personaje con el que simpatizamos, empatizamos y sufrimos. Deseamos que al final sobreviva y le vaya todo bien, lo que lo aleja sustancialmente de su otro-yo original (del cual yo admito no haber sido especialmente fan tampoco).

Asimismo, esta cinta nos ofrece otros hitos significativos dentro de la cosmografía de Dragon Ball, a saber: la introducción oficial más duradera de Bardock (recordamos que Toriyama solo había hecho canónica su existencia a través de una única viñeta en su manga) y de la madre de Goku, Gine, en versión anime. Hasta ahora, solo los habíamos tenido así a ambos en el capítulo especial (también hecho por Toriyama) Dragon Ball Minus, por lo que la primera parte de la película puede confirmarse como una adaptación prolongada de éste. También se confirman la existencia oficial del hermano de Vegeta, Table; y nos deja en el aire la posibilidad de supervivencia de otros saiyan (sin revelar nada más al respecto).

Otro de los puntos fuertes dentro de este apartado es el nivel de detallismo que se logra a la hora de intentar atar bien los puntos con lo establecido en el manga, como Raditz asegurando que su madre le ha contado que su hermano ha sido enviado a la Tierra (lo cual le preocupa más bien poco). Teniendo en cuenta que Toriyama ha admitido en varias ocasiones su mente despistada y olvidadiza, es algo a tener en consideración.

Mención especial al equipo de doblaje (al menos al español, que es la versión que hemos visto) dirigido por Mercedes Hoyos, con José Meco (Broly, quien se ha dejado el alma y la garganta en el personaje), Pablo Domínguez (Goku), Paco Prieto (Vegeta) y Ángel Corpa (Freezer) a la cabeza. Además, ¡han recuperado a Antonio Villar (Bardock) para volver a darle voz al personaje!

En definitiva, nos hallamos ante una película de Dragon Ball que hará las delicias de los seguidores de la franquicia y que probablemente al menos entretendrá a los que no son tan fanáticos por su buen ritmo, personajes bien llevados (las nuevas incorporaciones, Lemo y Cheelai, son fresquísimas), escenas dramáticas y ciertos momentos de humor bien intercalados. Si es la mejor o no de la serie nos parece algo tan subjetivo (¡máxime teniendo en cuenta que el resto de casi todas las cintas las vimos desde la óptica de la niñez!) que no seremos nosotros quienes lo afirmemos (o neguemos). Eso sí, merece la pena absolutamente ir a verla en pantalla grande. La animación brutal durante las batallas y algunos hitos dentro de la historia lo confirman.

Toei y Toriyama han logrado algo fascinante con Dragon Ball Super: Broly (SPOILERS)

Dragon Ball Super: Broly tuvo su premiere el pasado 14 de noviembre en Japón, donde, incidentes aparte (como la prohibición de acceso al cine a más de 200 asistentes por un terrible fallo en la organización), recibió generalmente críticas positivas de los afortunados que pudieron verla. Del mismo modo, ayer 14 de diciembre fue su estreno oficial en el país nipón, recibiendo hasta ahora la misma buena acogida (lleva un 9,9 de nota en IMDB). Entre lo más aclamado, su trepidante acción y su ritmo imparable lleno de batallas, su estilo retro y cuidada animación. A grandes rasgos, también se valoraron positivamente a los personajes de Goku, Vegeta y al propio Broly (frente a un Freezer o Frieza más perjudicado).

Vengo aquí justamente a hablar del saiyan legendario (Goku aparte). Sí, aún no se ha estrenado la cinta en cines por estos lares (en enero en América Latina y el 1 de febrero en España), pero, a juzgar por los resúmenes hechos por algún que otro asistente, me tomo el atrevimiento de escribir sobre algo que lleva rondándome la cabeza desde hace días y que me tiene fascinada. Primero traduciré la sinopsis realizada por el fan de la película y luego analizaré el nuevo papel de Broly. Aviso por lo tanto de que habrá SPOILERS y que va a ser LARGO.

Sinopsis de Dragon Ball Super: Broly

Empecemos por el resumen, cortesía de usuarios como MShadows, donde se nos cuenta que, hace 41 años, el rey Cold llega al planeta Vegeta para anunciar su retiro y sucesión por parte de su hijo Freezer. El rey Vegeta, que se encontraba presente, acude tras esto a las incubadoras con los bebés saiyan, destacando que el potencial de su hijo es propio del de un genio. Sin embargo, otro infante, Broly, contiene tal poder que los «scouter» que intentan medirlo estallan. El monarca, temeroso de que Broly suponga una amenaza para su vástago e incluso para el universo entero, decide mandarlo a un inhóspito planeta llamado Vampa. El padre de la criatura y mano derecha de Vegeta, Paragus, intenta detenerlo, en vano, por lo que jura venganza y sale tras Broly acompañado por otro saiyan. Ambos llegan días más tarde al planeta, topándose con que el niño ya se ha convertido en ohzaru y ha arrasado con parte de la fauna que allí habita (consistente en parte en una especie de arañas-cangrejo y en una especie de gatos sin patas). No obstante, el aterrizaje ha sido tan accidentado y el planeta es tan inhóspito que se encuentran con que no pueden salir de él. Paragus asesina al saiyan que lo acompaña para tener más reservas de comida y activa una señal de auxilio.

Cinco años más tarde, Bardock regresa al planeta Vegeta tras finalizar una misión. Aquí sucedería todo el arco argumental narrado en Dragon Ball Minus, con el padre de Goku teniendo un mal presentimiento respecto a los planes de Freezer de solicitar la repentina vuelta de todos los saiyans y mandando él y Gine a Kakarotto a salvo al lejano planeta Tierra. Efectivamente, el tirano galáctico, temeroso de que las leyendas sobre el super saiyan y el super saiyan dios se hagan realidad, decide arrasar con toda la población, intentando Bardock en vano detenerlo. Entre los pocos supervivientes, el niño Vegeta, Raditz y Nappa quedan bajo las órdenes y supervisión directas del propio Freezer.

Nos situamos en el presente con Goku y Vegeta (en su atuendo de la saga de Boo) combatiendo en una isla desierta, siendo acompañados por Bulma (con bebé Bra), Whis y Beerus. Whis les pregunta a Goku y Vegeta por qué aspiran a hacerse más fuertes, a lo que el primero responde que por los poderosos combatientes hallados en el Torneo de Poder; mientras que el segundo teme que Freezer, ahora con vida, se vuelva más fuerte y contraataque de nuevo. Justo en ese momento llama Trunks a Bulma, avisando de que alguien (un par de súbditos de Freezer) ha robado las seis bolas de dragón que ella tenía recopiladas. En teoría, habrían ido a buscar la que falta en el «continente ártico». Beerus sostiene que no está interesado en el tema, por lo que Bulma le deja a Bra y se va con los demás a impedir que encuentren la séptima esfera.

En el espacio, nos encontramos con Cheelai (o Chirai, o Chelye) y Lemo, otros dos súbditos de Freezer, que van buscando a nuevos miembros para sus filas. En ese momento detectan la señal de socorro de Paragus y deciden aterrizar en Vampa, donde se topan con un envejecido Paragus que corre hacia ellos. Los dos miden el poder del anciano y el «scouter» suma 4.200 unidades, lo que los deja bastante sorprendidos. Una de las arañas-cangrejo los ataca en ese instante, por lo que Paragus llama a Broly, quien la fulmina de un ataque. Impresionados, Cheelai y Lemo intentan escanear el poder de Broly. En estado de shock, ambos llevan a Paragus y a Broly a la nave de Freezer. Al reunirse con el tirano, Paragus se muestra respetuoso y precavido, pero a su hijo parece importarle todo más bien poco. Freezer convence al anciano saiyan para que se unan al informarle de que el príncipe Vegeta sigue vivito y coleando en la Tierra. A continuación hay una escena en la ducha con Broly, quien adquiere un nuevo uniforme. Cheelai lo invita a unirse a comer con ella y Lemo, donde comienzan a socializar, pero son interrumpidos por uno de los soldados de Freezer, que borracho empieza a acosar primero a la muchacha y luego a Lemo. Molesto, Broly lo golpea y probablemente lo hubiera matado de no ser porque Paragus activa el collar que lleva puesto su hijo, que empieza a generar descargas eléctricas sobre él, deteniendo así su ataque y sometiéndolo. Enfurecida, Cheelai le espeta a Paragus que cómo puede tratar así a su vástago. En ese momento, Freezer solicita hablar con el viejo saiyan, aprovechando la joven la distracción para robarle el control del collar y romperlo ante el asombro de Lemo y del propio Broly. Posteriormente, los tres siguen socializando en las habitaciones, con el saiyan contándoles un triste episodio de su infancia y que explica por qué lleva todo el tiempo una especie de pelaje atado a su cintura.

De vuelta a la Tierra, Bulma explica que estaba reuniendo nuevamente las bolas de dragón para pedir ser 5 años más joven (frente a Freezer, que ansía ser 5 cm. más alto). En ese momento, los súbditos de Freezer encuentran la última esfera y llaman a su jefe, quien aterriza en el planeta junto a Paragus y Broly. Goku y Vegeta acuden a confrontarlo y exigir que devuelva las bolas de dragón, pero el tirano pretende distraerlos con Broly, quien a la orden de su padre se lanza contra Vegeta. El príncipe primero se defiende en su forma base, pero para su estupor Broly parece ir aprendiendo y fortaleciéndose a medida que combate, haciendo que Vegeta se transforme en super saiyan primero y en super saiyan dios después. Esto causa la sorpresa de Broly, claramente en desventaja, y la creencia por parte de Paragus de que todo está perdido. Sin embargo, su hijo reacciona y aparece en una versión que llaman «ikari», la cual es descrita como un aprovechamiento del poder del ohzaru pero manteniendo la forma humanoide, algo que es muy difícil de controlar.

En ese momento entra Goku, quien pide pelear contra Broly. El protagonista empieza a medir el poder de su rival en su forma base y luego en super saiyan, las cuales no aguantan mucho frente a un Broly cada vez más enfurecido. Entonces decide convertirse en super saiyan dios y paralizar al adversario. Mientras lo hace, Goku intenta tranquilizarlo comentando que él no cree que sea un mal tipo, sino que su poder está siendo utilizado por las personas equivocadas. Broly cada vez se frustra más y logra liberarse, dándole una paliza a su rival, a la vez que Freezer ordena a sus súbditos que aprovechen el alboroto para llevarse las bolas de dragón. Piccolo contacta telepáticamente con Goku y le pide que aguante, a lo que el saiyn responde convirtiéndose en super saiyan blue, aguantando así frente a Broly.

Freezer empieza a impacientarse y le pregunta a Paragus si ese es realmente el límite del poder de su hijo. Al recordar la forma en la que Goku se transformó por vez primera en super saiyan, el tirano mata al anciano y llama la atención de Broly, haciéndole creer que sus ataques descontrolados son los que lo han asesinado. El muchacho entonces pierde la cordura y se convierte en super saiyan. En dicho estado, empieza a llevar la voz cantante sobre Goku Y Vegeta, ambos en super saiyan blue. Viéndose sin salida, Goku engancha a Vegeta y lo teletransporta a donde se encuentra Piccolo. Al huir sus rivales, Broly enfoca su atención sobre Freezer, cargando contra él.

Goku ve que la única solución frente a Broly es fusionarse con Vegeta. Al no contar con los potara, logra convencer al príncipe para que Piccolo le enseñe el famoso bailecito. Las dos primeras veces fallan y surgen Veku (el «Gogeta gordo» de la película Fusión) y Veku anoréxico. A la tercera va la vencida y ya sí, aparece Gogeta. Mientras tanto, Freezer, en su forma golden, continúa siendo humillado por Broly y es rescatado «in extremis» por la fusión (mientras Whis aprovecha para distraerlo y frustrarlo un poquito más). Al principio, Broly no puede contra su nuevo adversario y acaba transformándose en super saiyan legendario, lo que obliga a Gogeta a su vez a cargar en super saiyan y luego en super saiyan blue. Ambos contrincantes son tan poderosos que a la par que combaten se van transportando a otras dimensiones. Aún así, Gogeta lleva la voz cantante y Cheelai y Lemo, previendo el desenlace, deciden robar las bolas de dragón e invocar a Shenron. Cheelai le pide entonces que rescate a Broly, por lo que el dragón lo transporta repentinamente de vuelta a Vampa antes de que Gogeta pueda darle el golpe de gracia. Cheelai y Lemo toman entonces una nave de Freezer para acudir al mismo planeta. El tirano, dándose cuenta de que su objetivo ha sido frustrado, intenta eliminarlos, pero Gogeta lo detiene. Entonces todos huyen y el villano jura que volverá.

Tres días más tarde, un todavía herido Broly caza en Vampa comida para Cheelai y Lemo, quienes no parecen muy convencidos con su sabor. Goku aparece repentinamente por teletransportación, ante lo que Cheelai se pone a la defensiva. Sin embargo, el protagonista avisa que les ha llevado alimento, una cápsula hoi-poi con una casa de parte de Bulma y dos habichuelas «senzu». Dice que está sorprendido con el poder de Broly y cree que podría llegar a ser incluso más fuerte que Beerus, por lo que le gustaría seguir peleando contra él de vez en cuando. Broly asiente y sonríe. Cheelai entonces le pregunta su nombre, a lo que responde que se llama Goku, pero algunos también lo llaman Kakarotto. FIN.

Ilustración oficial de Toyotaro

Broly y la suma de los mitos del héroe

Dragon Ball Super: Broly parece presentarnos así a los tres saiyans, Kakarotto, Vegeta y Broly, en semejanza y contraposición.

Vegeta y Broly son similares en que ambos nacen dentro de la élite, al contrario que Goku. Es se hecho este aspecto el que supone principal motivo para la caída en desgracia de Broly y Paragus, ya que ambos pueden suponer una verdadera y temible amenaza para el rey Vegeta y su hijo en un futuro, por su poder y cercanía. Goku, en cambio, es un simple guerrero de clase baja que pasa desapercibido para todos, algo que aprovechan Bardock y Gine para salvarlo.

No obstante, las similitudes entre Kakarotto y Broly son más numerosas: ambos van a parar a planetas apartados (Vegeta en cambio queda bajo la tirana supervisión de Freezer) y son criados por una única figura masculina (Paragus y Gohan), hasta que se topan accidentalmente con la femenina (Bulma y Cheelai), puerta a socialización y un nuevo mundo. Broly y Goku además son percibidos en distintos momentos de la serie como el saiyan legendario, jugando con este concepto en ambos casos de distinta forma: Goku como el «don nadie» que mediante talento y esfuerzo permanente siempre se autosupera; Broly como contenedor de fuerza y poder brutos, los cuales se desatan a medida que pierde autocontrol.

De este modo, Broly es también el doctor Jekyll y Mr. Hyde, un alter ego que, al contrario que Goku y Vegeta, no acude a priori a la lucha por mero disfrute, sino por obligación u órdenes de otros (en esto se acerca más a Gohan hijo).

En otra cosa que se asemejan y se diferencian Broly y Goku es en el mito del héroe escondido y su ejecución. A Kakarotto no es que lo escondan exactamente, sino que les parece tan poca cosa que ni se fijan en él. Crece, en fin, aparentemente apartado (Raditz sabe en todo momento dónde se encuentra) en la Tierra. Con Broly pasa algo similar, lo mandan a Vampa, donde esperan que muera, y no se vuelve a saber nada más de él hasta que ya es un adulto, reapareciendo de una forma mucho más aparatosa que Goku. Aquí Broly engloba más las historias de Moisés y de Heracles, mientras que Goku es el clásico Superman (y por supuesto el Rey Mono).

Finalmente, a los primeros espectadores de Dragon Ball Super: Broly no se les ha pasado por alto la semejanza entre el saiyan legendario y Tarzán. Al haber tenido una casi nula socialización y haber permanecido prácticamente aislado en Vampa, el Broly de Toriyama se nos muestra como un adulto que desconoce hasta las cosas más básicas como el agua y que habla poco con los demás. Cheelai hace claramente las veces de Jane (¿y Lemo del padre de la susodicha?), al mostrarla como genuinamente interesada y hasta admirada de Broly y cariñosa, paciente y cercana con él (parece que bastante más que lo que era Bulma con Goku). De hecho, varios han subrayado que las interacciones entre Broly, Cheelai y Lemo son de lo mejorcito de la película y, por supuesto, sientan la base para la humanización del saiyan.

Al igual que Tarzán, a Broly también lo sacan del mundo en que creció y el único que conoce y lo llevan «a la civilización», algo que realmente no le es saludable (muchos intentan utilizarlo para sus propios fines). A la postre, Cheelai/Jane decide que lo mejor para mantener a salvo a su nuevo amigo es devolverlo al lugar en el que se crió, donde permanecerán.

Curiosamente, Tarzán es conocido por ser «el rey de los monos» en Occidente y todos sabemos que Son Goku (Sun Wu-Kong en versión china) es el famoso Rey Mono del viejo relato chino Viaje al Oeste.

¿Y ahora qué?

Dragon Ball Super: Broly nos deja abiertas multitud de posibilidades en relación a la continuidad de la serie, ya sea en formato anime, películas, manga, OVAs, etc. Básicamente, en esta ocasión asentando que Broly es un buen tipo y dejándolo con vida, lo que ofrece perfectas oportunidades de su regreso en el bando de nuestros héroes.

Incluso la idea de un título aparte protagonizado por este nuevo Broly (hecho asimismo oficial por Toriyama), que además está acompañado de Cheelai y Lemo (dos alienígenas con vínculos con Freezer), siguiendo la estela de acción y batallas de Dragon Ball Z, pero con la posibilidad de volver al lado más aventurero del primer Dragon Ball, está ahí y puede que sea cuestión de tiempo, dependiendo de la acogida que tenga el personaje entre el gran público (por ahora parece que será bastante favorable, a juzgar por las primeras reacciones).

Yendo un poco más allá, existe la posibilidad de que Broly también tenga descendencia (Cheelai está ahí y parecen tener buen «feeling»), lo que no dejaría de aumentar la plantilla de personajes, híbridos saiyans y aún más opciones de cara a futuras sagas.

Sea como sea, en lo personal siento que deberé agradecerle a Toei, Akira Toriyama, Tatsuya Nagamine y Naohiro Shintani la inclusión de este nuevo Broly, a mi parecer bastante más complejo (dentro de lo «complejo» que puede llegar a ser Dragon Ball) y agradable que su versión de los 90 (el cual admito no me hacía mucho tilín). El hecho de que además hayan sentado las bases para jugosas posibilidades que alarguen más la vida (de forma positiva, en este caso) de Dragon Ball son asimismo excelentes noticias.

Ilustración oficial de Yuya Takahashi