Doctor Strange (2016): Crítica sin Spoilers

Habiendo pasado ya varios con numerosos (y continuados) estrenos cinematográficos de superhéroes, es normal pensar que el género está empezando a entrar en una fase de agotamiento (servidora por ejemplo ya empieza a encontrar estas películas algo cansinas y repetitivas). Disney y Marvel han tenido que darse perfecta cuenta de ello, por lo que en los últimos tiempos han dedicado películas a personajes no tan conocidos (y más peculiares) como Ant-Man, Pantera Negra (próximamente) y este Doctor Strange (Doctor Extraño) que nos ocupa.

Tras las cámaras y guión han contratado a Scott Derrickson, quien ya tuviera experiencia en ambos campos, especialmente en el género de terror (Synister, El exorcismo de Emily Rose), por lo que no es sorprendente que algunas personas preguntasen en foros de internet si la cinta que nos ocupa nos iba a dar algún que otro susto. Ya adelantamos que no, no lo da, Doctor Strange se encuentra muy lejos de ser terrorífica o entrar dentro del género. Sin embargo, sí posee un tono más oscuro, y hasta más serio, que el resto de películas de Marvel/Disney.

dr-strange-2

En dicho sentido nos encontramos con una primera mitad, para nosotros la más sobresaliente, más pausada y que sirve de presentación de los personajes principales y sus problemáticas. Hallamos aquí a Stephen Strange (un muy solvente Benedict Cumberbatch, recomendamos verlo especialmente en versión original debido a su grave y potente voz), un reconocido y arrogante neurocirujano que en muchos aspectos nos recuerda a Tony Stark/Iron Man. Durante esta parte la cinta se muestra más «realista» e incluso llegan a aparecer situaciones con las que el espectador (sobre todo si éste se ha visto alguna vez en su vida con una lesión importante o hándicap) puede llegar a identificarse.

La segunda mitad se torna más Marvel, más típica de las películas de este género, con mucha acción, presentación de villanos muy desaprovechados (sobre todo si tenemos en cuenta que uno de ellos es Mads Mikkelsen, famoso Hannibal y que también veremos por Rogue One: Una historia de Star Wars) y escenas algo melodramáticas. Eso sí, la acción en Doctor Strange es una pu** locura: constantes formaciones y apariciones de figuras imposibles al más puro estilo Escher, que no dejarán descansar la vista en ningún momento (y si apartas la mirada algún instante lo más probable es que te pierdas). No hemos tenido la ocasión de comprobarlo, pero suponemos que en este sentido la versión 3D cobrará especial fuerza. He aquí una de las principales virtudes de Doctor Strange: se asemeja a cualquier cinta de Marvel, pero a la vez intenta separarse lo suficiente del resto; aunque sea simplemente por una acción mucho más «artística» y un superhéroe cuyos poderes no son tanto físicos como mentales/espirituales (los que hayan escuchado alguna vez terminología de espiritualidad al más puro estilo zen encontrarán aquí algo probablemente más interesante que en el Capitán América o Thor, por ejemplo).

dr-strange-3

Sin embargo, no todo es un camino de rosas en Doctor Strange. El guión, si bien es solvente y cumple con su objetivo (entretener, presentarnos un nuevo universo Marvel), se percibe en ocasiones como demasiado ambicioso. Pretende acaparar demasiado en poco menos de dos horas de película. Así, nos deja la sensación de que en el último acto (sin querer soltar spoilers) queda todo a medio gas. Sabemos que desde Disney ya están pensando en secuelas, pero esto de ver películas enteras divididas en fascículos de dos horas no sé si me va. Asimismo, y debido a este aspecto acaparador del guión, hay personajes que sufren en su recorrido, terminando por no resultar del todo creíbles y sí algo forzados (miramos a Chiwetel Ejiofor).

Por lo demás, las actrices cumplen, más Tilda Swinton que Rachel McAdams (no siendo culpa de ella, que lo hace bien, sino, nuevamente, del guión, que acaba dejando al personaje un poco olvidado). En cuanto a la primera, creemos que llega a protagonizar una de las escenas más conmovedoras del cine Marvel hasta la fecha (que no es que se prodigue mucho en este tipo de momentos, así que en esta ocasión se agradece).

En definitiva, encontramos en Doctor Strange una nueva película de presentación de un héroe de Marvel, que como tal cumple sobradamente y que nos ofrece dos horas de sano entretenimiento. Además, intentando arriesgar en nuevos planos más visuales y hasta conceptuales. No obstante, le falta algo para terminar de ser redonda, y tenemos claro que ese algo es el guión, a la postre «MUY Marvel/Disney» y demasiado ambicioso.

dr-strange-4