Algunas anotaciones del final de Carole & Tuesday (y sobre la serie en general)

La última serie de Shinichiro Watanabe, Carole & Tuesday, ha llegado a su final tras 24 episodios repletos de emoción y referencias musicales, a pesar de encontrarse lejos de la perfección. El último capítulo, «A Change Is Gonna Come», en homenaje al tema de Sam Cooke, ofrece los gloriosos siete minutos finales que reúnen a (casi) todos los personajes y son un canto a la libertad y a los vínculos… y a las madres (que por algo se titula «Mother»). Pero hay más. Evidentemente, habrá SPOILERS (también de Cowboy Bebop y algo de Sakamichi no Apollon).

Carole & Tuesday y el feminismo

Es fácil caer en la idea simplista (y falaz) de que Carole & Tuesday es feminista porque sus dos protagonistas (tres si se amplía a Angela) son mujeres. No, Carole & Tuesday es feminista por los potentes mensajes que emite y por las vías en que lo hace.

Yendo directamente al final, el tema que escriben para los siete minutos milagrosos, los cuales se han llevado anticipando toda la serie, está dedicado a las madres, tanto en el sentido literal como metafórico.

Madres hay en este anime, y que juegan un papel importante. Ahí está Valerie, la progenitora de Tuesday que proyecta una importante carrera política y que, en palabras de su hija, tuvo complicado desarrollar por ser precisamente mujer. Valerie además es una madre separada (el padre de Tuesday y Spencer se borró del mapa cuando eran muy pequeños) e independiente. Cuando se entera de que Jerry, su asesor político y de marketing, está realizando actos terroristas con tal de llevarla a la victoria, Valerie lo manda a paseo sin tapujos y con un sonoro «adiós». También podemos verla en uno de los primeros episodios divirtiéndose con un hombre más joven sin que nadie la cuestione nada.

«Mother» en el episodio final de «Carole & Tuesday». Estudio Bones.

La otra figura materna importante es Dahlia, la madre de Angela que anteriormente era hombre y que se ve afectada por el androgenismo marciano. Angela siempre la llama «mama» y nunca nadie se sorprende ni se cuestiona nada, lo que es buena señal. Dahlia es otro ejemplo de mujer que cría a su hija en solitario y de carácter fuerte.

Ejemplos de otras madres, mucho menos relevantes en la trama, se dan también en los casos de Kyle y por ausencia de la misma (lo cual ella recalca) en Carole.

Cuando todos se reúnen para cantar este tema al final, sucede algo curioso: ninguno de los intereses románticos masculinos (sin contar a Kyle, que con diferencia es el más superficial de todos ellos, además ya superado) está presente. O están prófugos, o presos, o deportados (nos referimos, claro está, a Tao, Skip y Amer, respectivamente). Aún teniendo en cuenta que Amer y Skip también cantan y que argumentalmente se podrían haber sacado algo de la manga para que estuvieran presentes, así como Tao (Schwartz ya está preso y además el tipo se supone que es un prodigio de inteligencia), el caso es que ninguno está. No obstante, sí se encargan de mostrar a cada uno de ellos viendo el evento, entre emocionados y compungidos, por los móviles.

Sin embargo, todas ellas sí están presentes en el centro: Carole, Angela (casualmente, Katie sí está ahí) y Crystal (casualmente, la compañera de banda de Skip también está) son además las primeras en salir a cantar (aparte de Tuesday, obviamente) y se mantienen hasta el final a cargo de todo el motor y grueso de la acción. Está claro, el clímax de la serie no va a estar marcado por declaraciones de amor romántico y ellos ahí no tendrían cabida (aunque sean importantes). Es un canto político y social, a las madres y al AMOR a secas, donde el vínculo que más brilla a la postre es el de Carole, Angela y Tuesday. Y esa es la poderosa y emocionante última imagen de la serie, que ninguna de ellas será más «The Loneliest Girl».

Los niños del Doctor Zeeman

El feminismo en la serie es también significativo en el caso de la relación entre Angela y Tao y cómo evoluciona. Cuando ambos se encuentran por primera vez, lo primero que le espeta el productor musical a la aspirante a cantante es que debe aceptar convertirse en su marioneta, lo que ésta acepta tomándolo como un reto. Momentos después, Tao la somete a pruebas de canto poco ortodoxas, lo que causa sus quejas y las de su madre. La conducta de ambos se va ablandando poco a poco hasta que en el mismo capítulo Tao sugiere cambiar la canción de Angela en el Mar’s Brightest debido a «un pálpito» (primer síntoma que vemos de la humanidad del personaje en toda la serie) y la muchacha elige «All I Want», cuya letra va claramente dirigida al deseo de que el productor la haga caso y la aprecie, siendo el único que aparentemente pasa de ella.

«Mañana quiero que me mires solo a mí»
«De acuerdo, pero solo mañana»
(Angela y Tao en el episodio 12)

«Es hora de que cantes con tu propia voz. Te estaré mirando siempre desde lejos»
(Tao a Angela en el episodio 24)

Tao, sonriente, en el último capítulo de «Carole & Tuesday». Estudio Bones.

Al final de la primera mitad, Angela le admite a Tao que siempre ha cantado para otros, concretamente a su madre, y que ahora necesita cantar para él, a lo que éste accede «por ahora». El relato de Angela sigue moviéndose por una crisis de identidad, una cuestión de emancipación y un deseo absoluto de aprobación. Es Tao quien al final le revela quién es y que es ella la que debe tomar su camino, además de que la aprecia sin necesidad de que ella tenga que pedírselo.

Es cierto que es un poco tramposo para el mensaje feminista que sea el hombre quien de el empujoncito final a la mujer, pero para el caso Angela y Tao pasan de una relación en la que una es la marioneta del otro a una entre iguales. Y en cualquier caso, este vínculo no eclipsa al que es definitivo y más importante en el contexto de la serie, que es el de Carole, Angela y Tuesday.

En el último capítulo, Tao le revela a Angela que ambos son niños diseñados artificial y genéticamente por el Doctor Zeeman, el cual se encuentra entre rejas por este motivo. Entre la creación de uno y de otro hubo un lapso de ocho años (Tao tiene 25 y Angela 17 al final de la serie), durante los cuales el doctor estuvo asimismo preso. Si bien es una lástima que un mensaje de tal calibre (y que ofrece posibilidades argumentales muy interesantes en el terreno de la ciencia ficción) sea introducido con calzador en el episodio final, éste explica mucho sobre el personaje de Angela, pero también sobre Tao (del cual teníamos una ausencia casi total de datos personales).

Creado artificialmente, siendo llamado «robot» desde niño por sus congéneres (lo cual dudo que le hiciera gracia, como se aprecia por la mueca que le dedica a Angela cuando ésta se lo espeta), le cuesta entender las emociones humanas y por ello decide dedicarse primero a la neurociencia y a la creación de inteligencia artificial después. Producto y creador, robot y máquina. A medida que se va relacionando con Angela, la única que es igual a él en orígenes (como presumiblemente habría descubierto en los primeros capítulos de la serie, cuando decidió investigar a Dahlia), va ganando en humanidad (el «pálpito» que ya comentamos; cuando decide proteger a Angela del acosador; el mismo deseo de venganza contra Schwartz, emoción humana donde las haya). Al final, Tao decide apagar para siempre todas sus máquinas y despojarse de las gafas que llevaba durante casi toda la serie (solo se las quita para leer el mensaje que le había escrito la muchacha, paradójicamente), a su vez robóticas y que le servían para informarse al instante de todo a su alrededor. En la última escena en que lo vemos, lleva unos anteojos aparentemente normales. Ya no hay nada de artificio, todo en él es humano.

Tao «sonríe» a Angela cuando lo llama «robot». Comparada con la sonrisa del capítulo 24… «Carole & Tuesday». Estudio Bones.

La revelación de Tao a Angela puede llevar a creer que ambos son hermanos, cuando no es esto algo que él mencione en ningún momento. Es altamente probable que no compartan ningún gen, pues ambos pertenecen a etnias distintas (Tao tiene un diseño asiático, Angela latino, incluidos los nombres). El concepto de niños creados genéticamente para ser perfectos se ha tratado alguna vez en la ciencia ficción (Gattaca, gracias a @swordwoman_ en Twitter por la referencia) y por eso precisamente lamentamos que Watanabe y su equipo dejen escapar las posibilidades que esto trae.

Angela y Tao son claramente diseñados para ser el yin y el yang (fase que, oh, espera, va después del tao en el taoísmo). El yin, femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción (Angela empieza siendo «la marioneta» de Tao); el yang, masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración (sobran las explicaciones). A juzgar por las personalidades de ambos, el Doctor Zeeman creó a Tao para ser un portento intelectual, pero se le «escapó» la parte emocional; la cual invirtió más en Angela.

Yin y yang, opuestos pero complementarios. El tema «Tower», cantado por Angela al final del episodio 23, habla de este deseo de la muchacha de ser más como Tao («todos me rodean menos tú… En un mundo perfecto todos nos pareceríamos más a ti»). La atracción de Tao hacia Angela es más sutil (Schwartz, que lo ha conocido desde que era niño, se sorprende de verlo trabajando con una humana), pero notoria especialmente al final (sacrifica su libertad y su vida por ir a verla, como recalca Katie) y durante el evento con el acosador, es la columna vertebral en su camino hacia convertirse en humano, como ya hemos tratado.

Toda la escena final entre Tao y Angela está dirigida artísticamente con un tono especialmente romántico, de ahí que nos choque la percepción de fraternidad que ha despertado en varios espectadores. La luz de la luna sobre Tao (que no han elegido que sea de noche por nada), la música de fondo suave, el enfoque a las flores, la división infraqueable entre ambos (que Angela desea romper), que a Tao no le veamos la cara en determinados momentos y que decida marcharse antes de que sea demasiado tarde (para él y para los dos).

De hecho, todo el momento nos recuerda fuertemente a escenas de otros dos títulos de Watanabe: la despedida de Spike y Faye en Cowboy Bebop (con una tonalidad mucho menos romántica y más fría, si bien los planos entre Spike, Faye, Tao y Angela se asemejan, e incluso nos trae a la mente el diálogo entre Tao y Katie); y la de Junichi y Yurika en Sakamichi no Apollon (esta sí, claramente romántica y con actitudes nuevamente muy similares entre los personajes). Nos extenderemos sobre las conexiones con Cowboy Bebop más adelante.

Mother, Mother, Mother

Como adelantábamos, el mensaje en la letra de la canción que Carole y Tuesday componen para el clímax de la serie es un canto a las madres. A la de Tuesday, que como hemos dicho es importante en la trama; a la de Angela, que ya se ha ido; y a la de Carole, a la cual nunca pudo ver y a la que ha conocido a través de su padre.

Pero es asimismo un mensaje dirigido al concepto de madre como lugar de origen. Siendo un tema realizado para concienciar en contra de las políticas anti inmigración que se están promoviendo, y teniendo en cuenta que Marte es un planeta poblado relativamente reciente (el tema se canta en el primer día del año 50 tras la colonización), madre puede ser el lugar en el que has nacido: «la madre Tierra», de donde vienen por ejemplo Carole, Gus o Tobe; o la propia Marte, donde nacieron Tuesday, Angela o Ertegun, entre otros.

Precisamente, el evento se organiza en el Hall en Memoria de la Inmigración, primer sitio donde tocaron Carole y Tuesday y cuyo nombre lo dice todo.

El mensaje político

El guión de Carole & Tuesday peca en ocasiones de ser bastante disperso y no terminar de encontrar su lugar, lo que se aprecia especialmente en la trama política.

Este arco se centra sobre todo en Valerie, la madre de Tuesday, quien se rige como principal opositora al gobierno actual en Marte. Debido a que apenas se menciona (ni se muestra) al presidente, el grueso de los espectadores pensará que todos los actos políticos dirigidos en contra de la inmigración y de la censura provienen de Valerie, pero en realidad son del gobierno (lógicamente, ya que la oposición no puede llevar a cabo y ejecutar leyes). Por ello, Valerie es una opción aún más conservadora que la del gobierno actual, lo que acerca la trama a la realidad.

Por esto también, muchos piensan que el acto final en el Hall en Memoria de la Inmigración es inútil tras haber hablado Spencer con su madre y ésta haber decidido retirarse de las elecciones. Sin embargo, el evento va contra las políticas del gobierno actual y de la creciente tendencia social hacia la xenofobia y la censura. Por eso, el mensaje de la serie queda aún más abierto al no saber qué reacción podrá tener entre la población, más que en los resultados electorales (ya que Valerie se ha retirado… por ahora).

El DJ que había olvidado escuchar

Ertegun (en homenaje al productor musical Ahmet Ertegun, todas las referencias musicales en Carole & Tuesday merecerían una entrada aparte) aparece en el segundo capítulo como un tipo ya con un amplio recorrido en el mundo de la música y como alguien muy pagado de sí mismo. En el episodio 3, cuando las dos protagonistas acuden a verle con ayuda de Roddy para que escuche su tema y así pueda ayudarlas a introducirlas en la industria, éste se niega tan siquiera a escucharlas, aduciendo que son unas novatas que ni tan siquiera se están tomando en serio su trabajo. Al DJ lo vemos viviendo en una lujosa mansión con una gran piscina y rodeado de mujeres.

En la segunda mitad, en el capítulo 17, Ertegun es estafado por uno de sus robots y entra en quiebra. Solo lo ayuda Roddy, quien lo acoge en casa de Carole, que accede a regañadientes. Tras superar una crisis personal y creativa, Ertegun se recupera mentalmente de este palo y decide volver por todo lo alto con un nuevo tema que él compone. Para ello, necesitaría la voz y el empuje de una diva.

Retrocediendo hasta el episodio 10, durante el concurso Mar’s Brightest Ertegun es invitado como jurado. Tras escuchar cantar a Angela, quien ya lleva un amplio recorrido en el mundo de la fama como modelo y actriz infantil, queda encantado y asegura que le gustaría colaborar con ella en un futuro.

Recordando estas palabras, Ertegun va a buscar a Tao (de nuevo en el 17), productor musical de Angela, para que le «preste» a la diva para ponerle voz a su tema. Resulta que Tao también anda dolido (aunque no lo reconozca) con unas declaraciones arrogantes que el DJ realizó sobre él públicamente hace un par de años. Sin embargo, accede a escucharlo, a pesar de que Ertegun no trae consigo ningún teclado ni instrumento. Justo lo contrario que él había hecho con Carole y Tuesday (y vete a saber cuántos otros) al inicio de la serie, cerrándoles la puerta antes de darles una oportunidad.

Tras escucharlo cantar en el modo más natural posible (y ofreciéndonos la escena más hilarante del anime junto a  la del videoclip y las Mermaid Sisters), Tao accede ipso facto a que colabore con Angela, ante la estupefacción y absoluto rechazo de ésta. La escena sirve para cerrar el círculo de Ertegun en forma perfectamente equilibrada y tras una cura de humildad anti-karma, así como para demostrar nuevamente la creciente humanidad en Tao. El desarrollo del DJ culmina con el apoyo que presta a las protagonistas para organizar el evento de «Mother» y sobre todo con su última escena, donde lo vemos viviendo y escuchando, esta vez sí, el tema escrito por Carole y Tuesday.

Ertegun dándolo todo en el capítulo 24 de «Carole & Tuesday». Estudio Bones.

La conexión con Cowboy Bebop

Shinichiro Watanabe gusta de hacer guiños entre sus series, si bien no en todas. Que sepamos, lo ha hecho en Cowboy Bebop, Space Dandy y Carole & Tuesday. Entre la dos primeras, con el uso de la moneda ficticia woolong.

En el caso de Cowboy Bebop y Carole & Tuesday los guiños son más numerosos: usan también el woolong y la acción se sitúa (casi enteramente en el caso de la segunda) en la ciudad de Marte Alba City, localización principal en la película Knockin’ On Heaven’s Door. En dicha cinta una parte ocurre asimismo en la planta de control del clima, donde sucede el atentado orquestado por Jerry en Carole & Tuesday.

Otro punto de conexión entre ambas está en la presentación que se hace de la Tierra como un lugar casi inhóspito, si bien algunos de los protagonistas proceden de ella (Faye y Ed en Cowboy Bebop). En Carole & Tuesday no se tocan los motivos de este empeoramiento de la calidad de vida en la Tierra (el cual cita Amer como motivo para huir de ilegal a Marte), mientras que en Cowboy Bebop se achaca (al menos en su mayoría) a un accidente espacial que se supone destroza a la Luna y genera que desde entonces haya un incesante goteo de asteroides sobre el planeta, que además parece semi inundado.

La Tierra en «Cowboy Bebop». Estudio Sunrise.

Tenemos a su vez similitudes narrativas entre ambas, como que cada capítulo (o la mayor parte de ellos en Cowboy Bebop, película incluida) hagan referencia a un tema musical de Occidente o el mensaje al final de cada episodio, siendo «See you, Space Cowboy» («Nos vemos, cowboy del espacio») por lo general en la primera obra importante de Watanabe y «Will be continued…» («Continuará…») en la última.

En los episodios finales este mensaje cambia en ambos casos, dejando una sensación vaga y de ambigüedad en el espectador. En el caso de Cowboy Bebop es «Cargarás con ese peso» y en el de Carole & Tuesday «Continuará… en tu mente». Parecen mensajes dirigidos especialmente al espectador, que se presume consternado y emocionado por ambas conclusiones, que se mantienen abiertas.

Otro símil narrativo se halla en las figuras de los tres ancianos, que aparecen recurrentemente en los distintos planetas y ciudades por los que pasa la tripulación de la Bebop, y el casero (casi mudo) de Carole y la banda que las dos protagonistas encuentran para que las acompañen mientras tocan, también de tres miembros sin nombre (de los que tienen los viejos de Cowboy Bebop nos enteramos por material adicional a la serie, lo que puede suceder igual en este caso).

En definitiva, se trata del título de Watanabe más cercano a su ópera prima hasta la fecha, si bien las tramas y géneros que abarcan son muy distintos. Es posible que haya incluso más guiños que se nos han ido escapando. Solo el tiempo lo dirá.

Han Solo o el arte de fusionar western y ciencia-ficción

Todavía quedan dos meses para el estreno de Han Solo: Una historia de Star Wars, pero ya vamos siendo testigos de que, poco a poco, la cinta de la franquicia que a priori parecía más inútil (¿el pasado de Han Solo sin Harrison Ford? ¿Para qué?), empieza poco a poco a convencer a los más escépticos. Y me incluyo.

Como decíamos, una película sobre el pasado de Solo, con un Ford que evidentemente no iba a poder interpretarlo, cuando es un personaje que de por sí conocemos a una edad joven (30 años) y teniendo ya el Universo Expandido (rebautizado como Legends con la llegada de Disney), parecía algo absurdo. Sin embargo, ahora que Lucasfilm ha empezado a ponerse en serio con la promoción, y a medida que se van revelando más detalles, nos está resultando al menos un producto quizás hasta interesante. ¿Por qué?

Principalmente, el enfoque que, tras un desarrollo algo complicado, parecen haberle dado a la cinta, virando más hacia la aventura dramática que a la comedia que no se toma en serio a sí misma (aunque las palabras de Donald Glover, quien lo interpreta a Lando en Solo, respecto a que será la película más divertida nos hace mantenernos cautos) que al parecer pretendían Chris Miller y Phil Lord, los anteriores directores. Los grandes culpables de ello son Lawrence y Jon Kasdan, el primero guionista a su vez de la trilogía original, El despertar de la Fuerza e Indiana Jones, lo que nos puede indicar por dónde van a ir los tiros. Según se ha revelado recientemente, el propio Kasdan llevaba tiempo detrás de una película en solitario de Han Solo, algo que llegó a tratar con George Lucas. Teniendo en cuenta que no es un novato y el (en mi opinión también) cansino humor al que nos tiene acostumbrados Disney-Marvel, un cambio hacia el lado dramático aventurero (no, no pretendemos que sea Ciudadano Kane) sería más que bienvenido.

Pero es más, el tono de la cinta que vamos percibiendo a través de tráilers, entrevistas y fotos nos deja caer asimismo una mezcla entre la ciencia-ficción (característica de Star Wars), el western y el cine negro.

De la parte vinculada a la ciencia-ficción no hace falta hablar, mientras que la del western se observa muy claramente en una escena del tráiler donde parece que habrá un duelo entre Han (interpretado aquí por Alden Ehrenreich) y un grupo enmascarado al más puro estilo indios/Caballeros Ren (con el personaje interpretado por Paul Bettany al mando); a que parte de la trama girará en torno a uno o varios grupos de forajidos (uno de ellos liderado por Woody Harrelson, en donde ingresarán Han y Chewie); y al asalto a un tren como parte de la trama,  además de que los carteles promocionales lanzados hasta la fecha se asemejan a los clásicos carteles de «Wanted». El hecho de que Han y Chewbacca no dejen de ser el prototipo de personajes marginados, fuera de la ley y del sistema, y que sean duchos con las armas de fuego tornaban propicio este acercamiento.

Sin ir más lejos, la Cantina de Mos Easley, lugar donde los encontramos por primera vez en Una nueva esperanza, fácilmente puede traernos a la mente la clásica taberna del lejano Oeste con toques de… cine negro.

La parte de «cine noir» es la que menos se percibe hasta la fecha, no por ello inexistente. De hecho, parece que la mayor representante (hasta ahora, al menos) al respecto será el personaje interpretado por Emilia Clarke, Qi’ra. Descrita como amiga de la infancia (y algo más) de Han, ambos han crecido solos en esa especie de Gotham espacial que debe de ser Corellia. Por lo tanto, ambos son supervivientes, algo que según la actriz Qi’ra muestra mediante un exterior duro y hasta impenetrable. La clásica «femme fatale», vaya. Teniendo en cuenta que no volvemos a ver nada de Qi’ra ni en la trilogía original ni en la actual que se está desarrollando (donde Han ya está muerto), nos da la sensación de que esta muchacha, importante para el personaje de Solo, probablemente morirá o bien traicionará a su amigo. Quizás ambas.

Existen varios exponentes que mezclan (con más o menos éxito) la ciencia-ficción, el western y el cine negro, pero si hay uno que se nos hace como la que mejor ha sabido llevar dichos ingredientes, sin duda esa ha sido Cowboy Bebop. Hasta ahora, no se sabe nada de si ha servido o no de inspiración a los Kasdan (que sí han mencionado a Sin Perdón o Heat, por poner unos ejemplos), pero no sería de extrañar si así fuera. No solo el propio Han en la figura del protagonista, Spike Spiegel, un cazarrecompensas nihilista y algo rudo, sino de nuevo la propia Qi’ra en una especie de mezcla entre Faye (en uno de los carteles incluso puede percibirse la pose y los tonos morados en el pelo) y Julia (el pasado tortuoso de Spike, la misteriosa figura femenina que golpea ocasionalmente los pensamientos del protagonista). Incluso el breve lapso que tenemos actualmente del personaje interpretado por Thandie Newton nos trae irremediablemente a la mente a Coffee, del capítulo Mushroom Samba.

No pretendemos decir que Han Solo: Una historia de Star Wars se asemejará a Cowboy Bebop, ni mucho menos, primero porque el producto de Shinichiro Watanabe es algo difícil de igualar, ya que es considerada una obra maestra; y segundo porque aún sabemos más bien poco de la próxima cinta de la franquicia de Lucasfilm. Eso sí, nos parece que la eventual fusión entre ciencia-ficción, western y cine negro puede llegar a dar unos gratos resultados y, en lo personal, será más que bienvenida. Por lo demás, solo queda esperar al 25 de mayo.

Cinco grandres influencias de Blade Runner

Blade Runner (Ridley Scott, 1982) se ha convertido por méritos propios en una cinta de culto dentro del género de la ciencia-ficción. Basada en el libro ¿Sueñan los robots con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick, lo cierto es que poco podemos escribir de ella que no se haya escrito ya.

Máxime ahora, con el estreno (el 6 de octubre en España) de la secuela Blade Runner 2049 a la vuelta de la esquina. Pero lo que sí queremos hacer es un repaso por cinco obras en las que se percibe clarísimamente la influencia de este hito, en parte porque son títulos por los que a su vez tenemos especial debilidad.

Cowboy Bebop (Shinichiro Watanabe, 1998)


Otra obra considerada de culto, esta vez dentro del mundo del anime, es la que nos ocupa. Esta serie de 26 episodios dirigida por Watanabe desprende Blade Runner por sus cuatro costados, pero lo hace especialmente en su ambientación (no es en la Tierra, como la de Scott, sino en otros planetas, pero lo que resulta más llamativo es su constante deje melancólico), su banda sonora (Blade Runner bebe bastante del jazz, así como Cowboy Bebop, que por cierto es un subgénero dentro del estilo) y su protagonista (aunque, no sé aún bien por qué, se me hace más Spike Gosling que Ford). Además, ambas mezclan estupendamente la realidad y el suspense propio del thriller con elementos oníricos.

El propio Watanabe es de hecho el director de uno de los cortos precuela de Blade Runner 2049, concretamente el titulado Black Out 2022, en cuyo avance admite la influencia que ha ejercido sobre su obra la de Ridley Scott.

Final Fantasy IX (Hiroyuki Ito, 2000)


Aquí tenemos un ejemplo basado más en lo argumental que en el estilo, y es que este videojuego de Squaresoft podría perfectamente titularse ¿Sueñan los genómidos con moguris eléctricos? El asunto existencial es la principal línea argumental de la novena entrega de esta franquicia, representado no solamente a través de Yitán, sino también de Vivi y los magos negros.

Pero en donde personalmente encuentro una mayor similitud entre ambas es en sus antagonistas. Roy (Rutger Hauer) y Kuja, replicante y genómido, respectivamente, que viven aterrorizados ante la idea de que un buen día, simplememte, dejarán de funcionar. Yitán y sobre todo Vivi también aprenden a hacer frente a este miedo de lo que vendría a ser la muerte, pero solo Kuja se revela ante él, al igual que Roy. La similitud cobra aún mayor envergadura si se confirmase (o se cree) en la teoría de que Deckard es un replicante, al igual que Yitán un genómido.

Ghost in the Shell (Mamoru Oshii, 1995)

Para los fans, tiene que resultar fácilmente perceptible la influencia que ha ejercido Blade Runner sobre el anime, como decíamos y especialmente en el apartado del estilo. Uno de los máximos exponentes de ello es Ghost in the Shell, nuevamente otra obra considerada de culto.

En Ghost in the Shell nos encontramos también una atmósfera futurista (y esta vez en la Tierra), con grandes anuncios y luces de neón y androides que conviven junto a humanos. Aspectos como la humanidad, el existencialismo y el avance tecnológico imparable son aquí tratados con grandes dosis de pseudofilosofía. Por otro lado, la ambientación oscura y lúgubre están aquí a la orden del día.

Hemos elegido hacer referencia especial a la película de 1995 porque creemos que es donde más se aprecian las similitudes con Blade Runner, aunque sus temas base siguen siendo abarcados tanto en el manga de Masamune Shirow como en las series de anime posteriores.

Pris-Harley Quinn

Hay varias teorías sobre el origen de esta famosa villana de Batman, creada por Paul Dini y Bruce Timm para la serie animada de la década de 1990. Lo cierto es que las similitudes entre ella y la replicante Pris (interpretada por Daryl Hannah) son fácilmente apreciables, tanto en diseño como en personalidad.

Para empezar, y por muy impopular que resulte decirlo en estos días, tanto Pris (la de la película) como Harley fueron concebidas como «las novias de los villanos». La primera lo es de Roy y la segunda (lo era) del Joker. También tienen un diseño de chica rubia y aparentemente delicada que no corresponde con la realidad, ya que en el fondo resultan hábiles luchadoras, principalmente por su agilidad y acrobacias. En personalidad, evidentemente hemos visto más matices de Harley, pero a Pris se nos muestra en la película como una replicante con un lado dulce y juguetón, que al ser asesinada por Deckard patalea porque no quiere morir.

P.D.: Roy se preocupa más en 5 minutos por su novia que el Joker en varias décadas por la suya.

Bubblegum Crisis (Katsuhito Akiyama y varios, 1985-)

Este anime, que fue concebido como una serie de 13 episodios, luego reducidos a ocho, más tarde teniendo varias secuelas debido a su éxito, es quizás donde es más descarada la influencia de Blade Runner. Nos encontramos en Tokio en el año 2032, con la capital nipona habiendo sido devastada por un gran terremoto. En medio de esta sociedad, tecnológica y fragmentada, encontramos a un comando de cuatro mercenarias que ayuda a la policía a atrapar y frenar a los robots que se han salido de control.

La inspiración aquí claramente no viene solo del estilo (muy cyberpunk), y el argumento (robots descontrolados y policías que los persiguen), sino también de referencias absolutamente directas en los nombres, como ese grupo denominado «Pris y los replicantes». En definitiva, toda una oda a la película de Ridley Scott en ambientación, historia y diseños. Tanto es así, que hace unos pocos años un fan imaginó cómo sería Blade Runner en versión anime realizando un montaje con imágenes extraídas directamente de Bubblegum Crisis.

Los mejores finales de la historia

Y del mundo. Según nuestra opinión, claro. Después de haber hecho lo propio con los peores finales, ahora les toca el turno a los mejores (que no hay que mirarlo todo con negatividad). ¿Cuáles son esos finales que han hecho que nos emocionemos, que lloremos o que nos alegráramos con los personajes? ¿Qué final te ha provocado un vacío existencial al comprender que tu obra favorita llegaba a su cierre? Veamos (atención, habrá SPOILERS de las series/mangas/videojuegos/pelíclas que comentemos).

Final Fantasy IX (2000)

Para muchos, de las mejores entregas de la saga de Square Enix (por aquel entonces Squaresoft) fue la última en salir para la PSOne. El videojuego, dirigido por Hiroyuki Ito y producido por Hironobu Sakaguchi (todavía se encontraba en la compañía) es, para éste último, todo lo que debe contener un auténtico Final Fantasy. Para nosotros, si bien es cierto que es uno de los mejores, destacará especialmente su final: emotivo, brillante y agridulce a partes iguales. Desde la redención de Kuja (uno de los mejores villanos) hasta la reaparición de Yitán, pasando por el destino de Vivi. No pudieron hallar mejor forma de ponerle punto final a la era de la PSOne.

 

Big Fish (2004)

Probablemente se trate de una de las películas de Tim Burton más pasadas por alto, pero lo cierto es que esta cinta protagonizada por Ewan McGregor, que mezcla tan bien la realidad con la ficción (realismo mágico), es toda una pequeña joya.

Will Bloom ha escuchado las historias que le contaba su padre, Edward, durante toda su vida. Pero al crecer, casarse y desarrollar su propia vida, empieza a cansarse de las mismas, pensando que se tratan de pura invención de un hombre cada vez más mayor y aburrido. Todo ello provoca que la relación entre ambos se enfríe y se vayan distanciando… cuando llegamos al final. Uno de los mejores que hemos visto. Imposible no llorar.

 

Cowboy Bebop (1998) / Zankyou No Terror (2014)

Hemos tenido que incluir los finales de ambas series, puesto que ambos son PERFECTOS (los animes también, pero eso ya lo dejamos claro aquí y aquí). También se podría resumir en que Shinichiro Watanabe (director de las dos) sabe cómo concluir sus obras; aunque sus finales suelen ser bastante desgarradores. Pero van acordes con el tono general y, sobre todo, con la psique de sus personajes, el punto más fuerte de Watanabe.

 

Toy Story 3 (2010)

Para aquellos que hemos crecido con la trilogía protagonizada por estos carismáticos juguetes (con Woody y Buzz a la cabeza), casi yendo a la par que Andy, el final nos ha impactado de forma bastante fuerte. Es una despedida de estos personajes de Pixar (aunque no tanto, que luego han seguido realizando más cortometrajes… y sí, hasta una futura Toy Story 4 que no tendría ni por qué existir), una última partida con los juguetes que nos han acompañado durante nuestra niñez, en definitiva, una despedida de la infancia. «So long, partner«.

 

(Casi) Cualquier película de Billy Wilder

Nos desviamos aquí un poco del mundillo de la animación, los videojuegos y las historias fantásticas y nos metemos de lleno en el CINE, así con mayúsculas. Porque si algo demostró Billy Wilder (1906-2002) es que sabía manejar el séptimo arte como nadie. No es solo ya el emblemático final de Con faldas y a lo loco (Some Like It Hot, 1959), sino también aquél de otra grandísima cinta que es El Apartamento (The Apartment, 1960), donde Jack Lemmon interpreta a un anodino ejecutivo enamorado de una brillante Shirley MacLaine, la ascensorista de su empresa. Ambos personajes son, en definitiva, unos fracasados de la vida, unos buenos tipos de los cuales se aprovechan otros que no lo son tanto, unos personajes que, a su vez, se dejan arrastrar por las circunstancias. Hasta que ambos se dan cuenta y se revelan. Y se encuentran en ese final de esta tragicomedia que tiene mucho más de tragedia.

 

Dragon Ball (1984-1995, mención de honor)

Al final de la obra magna de Akira Toryama le pasa un poco como al de Toy Story 3… que es una conclusión, pero no del todo. Numerosas secuelas (oficiales o no) en forma de OVAs, películas, cómics, videojuegos y hasta una nueva serie (la ya famosa Dragon Ball Super) se han encargado de dejar un poco atrás ese final de Goku y Oob (reencarnación humana de Boo, el último gran villano al que tuvieron que hacer frente los Guerreros Z) sobrevolando la tierra y gritándole al mundo. El final, si bien emotivo (la banda sonora de Dragon Ball Z sigue dejando los vellos de punta), lo es aún más si seguías la serie cuando eras niño y madrugabas todas las mañanas para no perderte un nuevo capítulo de Dragon Ball. Prometo que me acuerdo perfectamente del cuasi vacío existencial que sentí cuando vi estas escenas por primera vez en el televisor, preguntándome qué sentido tendría mi despertar matinal después de aquello.

https://www.youtube.com/watch?v=fWjjfsDH81A

Esos clásicos inolvidables: Cowboy Bebop. Parte IV

Llegamos al final de nuestro especial Cowboy Bebop, tras haber hecho un recopilatorio en las Partes I, II y III. En esta ocasión habrá SPOILERS a montón, ya que vamos a tratar precisamente el final de esta magnífica serie…

Y es que, uno de los grandes punto de este anime, que ha mantenido a los fans debatiendo durante las casi dos décadas que lleva de vida, es su final. Una conclusión ambigua (como bien les gusta a los japoneses), pero satisfactoria con la personalidad de cada uno de los miembros de la Bebop (si bien es cierto, que el final es bastante trágico). ¿Qué podemos concluir de todo esto? Veamos las dos principales teorías y lo que se dice de ellas, y las bases oficiales que tiene cada una.

Spike muere y la Bebop continúa con Jet y Faye… o no

Como la mayoría sabrán, en los dos últimos capítulos, y tras reencontrarse con Julia (y que ésta sea asesinada), Spike acude al enfrentamiento definitivo con Vicious, donde ambos terminan muertos y FIN… ¿o no es así?

Para empezar, nunca se aclara del todo si Spike vive o muere. Esto dicho por el mismísimo Watanabe. Pero entonces, ¿por qué solemos pensar que lo hace tras el primer visionado? Primero, se recalca varias veces a lo largo de la historia que Spike duerme mucho, y que quizás vive en un sueño. Este sueño terminará con la muerte misma, ergo Spike al final fallece/despierta. La canción que suena de fondo (Blue) durante los créditos finales nos refuerza esta idea. Una parte de la canción (los últimos versos) dice así:

spike

Everything is clearer now (Todo está más claro ahora)
Life is just a dream you know (la vida es solo un sueño, sabes)
That’s never ending (que nunca termina)
I’m ascending (estoy ascendiendo)

Sin embargo, y si nos fijamos, no es la letra de la canción en sí los que nos reafirma la idea de la muerte de Spike (se dice que está ascendiendo, lo cual puede ser sinónimo de muerte = ascenso del alma… o del sueño mismo = sensación de volar/flotar), sino el hecho de que estos versos vayan acompañados del momento en que vemos una estrella desvanecerse. ¿Y qué significa esta estrella? El propio Bull (el jefe indio que aparece en la película y en varios de los episodios) le indica a Jet que la estrella de Spike está a punto de desvanecerse, y efectivamente así pasa al final. Anteriormente en la serie, vimos las estrellas de Glenn (el transexual al que conocen Julia y Faye) y las de Ed y Ein «desvanecerse» también. Pero nos surgen varios problemas: en estos tres casos, las estrellas no es que se desvanezcan exactamente, sino que pasan sobrevolando el cielo, al estilo estrellas fugaces. Y por otro, solo el caso de Glenn es simbólico de muerte, ya que las de Ed y Ein indican una partida o separación de caminos. Por lo tanto, no está tan claro el significado real del desvanecimiento de la estrella. Y además, aún hay gente que confía en que la susodicha sea la de Vicious.

¿Y por qué la de Vicious? Aparte de porque es el que claramente muere al final (lo de Spike nos lleva a estos debates), inmediatamente tras el desvanecimiento de la estrella y final de los créditos/canción, nos aparece una ilustración de Spike muerto/durmiendo, y finalmente las palabras You´re gonna carry that weight (Cargarás con ese peso). ¿Qué significado tienen estas palabras? Como sabemos, cada capítulo de Cowboy Bebop termina con una frase (normalmente el See you Space Cowboy), que en esta (última) ocasión varía en lo que hemos puesto. Aparte de que pueda hacer referencia a uno de los últimos temas que sacasen Los Beatles como grupo (y hay a su vez montones de guiños musicales en Cowboy Bebop), la mencionada cita puede hacer referencia a:

  • Nosotros, la audiencia, que cargaremos con el peso del final de la serie/muerte de Spike, con el que se sobreentiende, hemos empatizado.
  • Spike, tendrá que hacer frente a su pasado y a las decisiones tomadas. Esto incluiría, claro, el asesinato de Vicious. Ergo, cargará con ese peso.

spike julia vicious

Además, aquellos que suelen (¿solemos?) creer en la muerte de Spike, se sostienen en que Spike murió con Julia, y que va a por Vicious por venganza. No solo ya hemos comentado en la Parte II que esto no es del todo acertado, sino que parece poco probable que Spike hubiese decidido irse con Julia cuando ésta estaba aún con vida. Que sigue siendo una persona importantísima para Spike nadie lo duda, pero es que la propia Julia dice que Spike ya había tomado la decisión de quedarse. Probablemente, ya había optado por hacer frente de una vez por todas a su pasado (del cual Julia forma mayor parte). Por no hablar del bastante frío (por parte de Spike) reencuentro en el cementerio… Es decir, que Spike sufrió el mazazo de la muerte de Julia es innegable (además lo narra con la fábula del gato silvestre), pero no el hecho de que el reencuentro con Vicious tenga que ver (exclusivamente) con ella.

¿Y en qué se sostienen (¿nos sostenemos?) aquellos que creen que Spike vive? Pues en que toda la escena final (desde que Vicious cae al suelo y Spike se queda mirando al cielo) forma parte de un sueño. Si se piensa, tiene su lógica: el tono y la ambientación cambian totalmente a una escenografía mucho más onírica, y además a Spike se lo ve luchando con Vicious siendo de noche, mientras que cuando sucede este corte (Spike mirando al cielo) aparece de golpe el sol/amanecer. De este modo, Spike seguiría viviendo/soñando, y cargaría con el peso de su pasado. La estrella podrían ser o bien de Vicious, o bien el mismo sueño de Spike, del que no habría despertado. O incluso, un episodio de la vida de Spike (su pasado) que se cierra, pero no del todo (You´re gonna carry that weight). Además, y para añadir más inri al asunto, en el momento en que Spike cae sobre el suelo y la cámara empieza a alejarse, se puede observar todo el escenario, pero no el cuerpo de Vicious (que claramente había muerto antes). Por lo que añade más elementos oníricos a la cosa.

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No solo eso, el diseñador de personajes Toshihiro Kawamoto, en su art book recopilatorio de Cowboy bebop The Wind (MUY recomendable), muestra la última ilustración con el rostro muerto/dormido de Spike, y en las notas pone «¿debería añadirle un zzzzz? Es broma». Y lo más definitivo (hasta ahora), que el propio Watanabe se pronunció en el año 2013 sobre el final de Spike, añadiendo que «probablemente solo estaba durmiendo».

Para ir concluyendo, ¿muere entonces Spike? ¿Vive? ¿Será que Watanabe y compañía no quieren cerrar puertas a una posible continuación de las aventuras de la Bebop y su tripulación? Solo el tiempo lo dirá.

You´re gonna carry that weight

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Esos clásicos inolvidables: Cowboy Bebop. Parte III

Si bien en la Parte I hablamos de la parte técnica y argumental, y en la Parte II hicimos lo propio con los personajes (Spike y Faye), en esta Parte III les toca el turno a Jet, Ed, Ein, el resto de esa tripulación de lujo que pulula por el universo de Cowboy Bebop. ATENCIÓN, que habrá SPOILERS (ved la serie, leñe).

Empezamos por Jet, Jet Black, del cual me gustaría hacer una especie de reivindicación. Al no ser un bishonen (chico guapetón) como Spike o Vicious, o al ser un personaje más equilibrado, Jet no suele resaltar tanto entre los fans de la serie. El problema es cuando los mismos fans trasladan esa aparente indiferencia hacia el argumento y los mensajes que transmite Cowboy Bebop. Por ejemplo: para Spike, en ocasiones (siempre desde la perspectiva de una parte del fandom) pudiera parecer que Jet no existe; o bien está atrapado por su pasado (Julia), o bebe los vientos (es un decir) por Faye, pero a Jet se lo pasa por alto, como si estuviera de paso. Pues bien: Jet es, sin duda, la persona (del presente) más importante para Spike… del mismo modo que quizás en el pasado lo era Vicious (y no Julia, como se suele creer). Son relaciones distintas, y ese es uno de los puntos fuertes de Cowboy Bebop.

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Vayamos al grano: Jet Black es un antiguo agente de la ISSP (el cuerpo de policía en el universo Bebop) que, cansado de la cantidad de corrupción que lo rodeaba, y tras un amargo episodio donde perdió el brazo izquierdo, decidió retirarse y convertirse en cazarrecompensas. Así, y de algún modo que nos es desconocido, conoció a Spike, y ambos se aliaron para fundar la Bebop (el barco pesquero-nave espacial al que da origen el título). Si bien ambos son bastante reticentes a hablar sobre sus vidas pasadas (ninguno de ellos pregunta), y que en ocasiones discuten, lo cierto es que Spike y Jet se llevan bien. Es algo visible desde el episodio I. Probablemente porque sus personalidades congenian: Jet es razonable, serio, responsable, centrado y aparenta ser bastante más mayor de lo que es (36 años); mientras que Spike, como ya sabemos, es más bien un (aparente) holgazán al que (aparentemente) le da igual todo. Es ese tipo de contraste en sus personalidades lo que hace que se complementen, especialmente a la hora de trabajar (y no hay que olvidar que, antes que cazarrecompensas, uno de ellos fue poli y el otro sicario).

Así, Jet forma el eje central y organizador de toda esa familia disfuncional y tremendamente divertida que es la tripulación de la Bebop. Jet sería el padre responsable, como comentamos en una de las partes anteriores, mientras que Faye y Spike serían los hijos díscolos. Esto se hace más aparente cuando se observa que Jet es, además, de los que saben escuchar… y encima dar (buenos) consejos. Se lo ve así con Spike en varias escenas, fundamentalmente, en los dos episodios finales, con las fábulas y con Jet «animando» a Spike a que salga al encuentro de su pasado. Curiosamente, en episodios anteriores (concretamente en Jupiter Jazz) Jet hace justamente lo contrario: reta a Spike por salir al encuentro de «Julia» (por aquel entonces, para Jet es solo un nombre) y lo invita a no volver más a la nave. Esto es debido a dos motivos básicos: por un lado, y como decíamos, Jet no conoce nada de Julia (ni del pasado de Spike; de hecho Jet nunca llega a ver ni a Julia ni a Vicious); y por otro han de ir a buscar a Faye, que había huido de la Bebop momentos antes llevándose la caja fuerte. Como vemos, queda claro quién es el padre responsable y el «adolescente» que va a la suya. Como se puede imaginar, Spike no logra su objetivo y acaba volviendo a la Bebop. Y Jet lo recibe sin recriminaciones y sin solicitar explicaciones de ningún tipo. Es este tipo de empatía, que Jet sabe tener tanto con Spike, como con Faye (es Jet el que se da cuenta de que Faye se comporta como lo hace para llamar la atención), como con Ed, como con Ein (después de Ed, creo que queda bastante claro que Jet es con la persona que Ein guarda mejor relación dentro de la Bebop), lo que hace de Jet un gran personaje, sin el cual la tripulación Bebop nunca hubiese tenido lugar (eso para empezar).

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Jet contrasta además con Spike en las formas que ambos tienen de lidiar con el pasado. Jet también ha sufrido el abandono de un ser querido (una ex novia), además de la traición de aquellos que él creía camaradas. Como vemos, un pasado que, a grandes rasgos, no se diferencia especialmente del de Spike (quitando que el nivel de amenaza que ofrece la ISSP no es el mismo que el del Dragón Rojo). Sin embargo, Jet lo confronta y «pasa página» sin grandes melodramatismos. Sabe lo que tiene que hacer y cuándo. Quizás por eso, y en ese sentido, Jet resulta un personaje más aburrido que Spike. Porque es más equilibrado y «mundano», en definitiva.

Sobre el resto de la tripulación de la Bebop, no podemos dejar de mencionar a Ed y a Ein, la niña-hacker y el perro ultra inteligente (escapado de un laboratorio). Ed, cuyo nombre completo es Edward Wong Hau Pepelu Tivrusky IV, es una muchacha de 13 años, terrícola y (aparentemente) huérfana. Se topa con la Bebop debido a un episodio de extrañas señales (al más puro estilo Nazca) que estaban siendo hechas en la superficie de la Tierra desde un satélite; puesto que Ed pudo infiltrarse en la red y destapar todo el misterio. A cambio, y a modo de recompensa, solicitó unirse a la Bebop (con desconocimiento de Jet y Spike, ya que fue Faye la que cerró el trato).

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Ed transmite la sensación de ser un personaje del que puede hablarse muchísimo o absolutamente nada. No porque carezca de interés, sino todo lo contrario: Ed va pululando por la Bebop, sin inmiscuirse (normalmente) en los asuntos «de los mayores», pero cuando surge, su aportación suele ser contundente. Suyo es (y de Ein) el que es, para muchos, el mejor momento de toda la serie: Call me call me. Su desaparición de la serie a dos capítulos de que ésta termine no es casual: Ed no debía (ni podía) estar presente en el ¿final? de Spike. ¿Por qué? Bueno, fundamentalmente porque Ed solo tiene ante sí futuro. No porque sea una adolescente (que también), sino por su misma forma de ser. Cuando Ed se reencuentra con su (amnésico) padre, se da cuenta de eso mismo: ante ella solo hay camino que recorrer, un futuro y una vida que construir. Y por eso no puede seguir en la Bebop, lugar donde todos los personajes (con excepción de Ein, como veremos) son cazados por ese dichoso pasado.

Ein (proveniente de Einstein), un perro de raza corgi galés de Pembroke, es, como decíamos, un perro que huyó de un laboratorio. Por tanto, es un can de inteligencia superior, no solo en comparación con otros perros, sino también con las personas. Es un tipo de inteligencia silenciosa (no es un perro parlante ni nada parecido), que en apariencia actúa como un perro normal. Seguramente por esto, Ed es quien mejor se lleva con Ein, debido a que la comunicación entre ellos no es verbal, y ambos se entienden sin necesidad de palabrería ni grandes actos. Al final, Ein se ve en la tesitura de seguir a Ed o permanecer en la Bebop (curiosamente, Ed «se despide» de Spike mientras que Ein hace lo mismo con Jet). Decide irse con Ed, caminando hacia el futuro. No obstante, no es una despedida definitiva, y así reza el rótulo final del capítulo:

See you, Cowgirl. Someday, somewhere!

Esos clásicos inolvidables: Cowboy Bebop. Parte II

Continuamos con nuestro especial dedicado a una de esas series que ya son consideradas de culto (y ojo al dato, que estamos hablando de un anime que se estrenó hace ya dieciocho años). La Parte I podéis encontrarla (o releerla) aquí.

Ya habíamos comentado la parte más técnica y algo de la trama de Cowboy Bebop. Ahora llega el momento de la que es, para nosotros, parte inmejorable de esta obra, conductora de toda la trama y principal responsable de que nos sumerjamos en el universo Bebop (música y ambientación aparte): los personajes. Y es que los personajes que pululan por todo el basto espacio de Cowboy Bebop tienen vida propia: temores, motivaciones, recelos, frustraciones… Todos cobran vida, desde los componentes de la tripulación del Bebop hasta Vincent, el villano de la película. Pero no podemos hablar de todos ellos sin crear un libro de cientos de páginas, por lo que en esta Parte II vamos a dedicarnos a los que serían considerados (quizás) protagonistas masculino y femenina de la serie. Sí, hablamos de Spike Spiegel y Faye Valentine.

OJO, a partir de aquí hay SPOILERS (pero no me cansaré de repetirlo…. si no has visto aún la serie, ¿a qué estás esperando? ¡Es fantástica!).

Reconocimiento al autor de este fan art (por desgracia, no sabemos quién es)

Reconocimiento al autor de este fan art (por desgracia, no sabemos quién es)

Spike Spiegel, o el hombre cazado por su pasado; frente a Faye Valentine, la mujer sin pasado

Pasado, presente y futuro son temas fundamentales en Cowboy Bebop. La serie posee un toque nihilista considerable, donde nosotros y nuestras acciones quedamos en nada frente a la inmensidad del espacio y al irremediable (e incontrolable) transcurrir del tiempo.

En estas se nos presenta a Spike Spiegel, gozada de personaje y de protagonista. Spike es un joven de 27 años, nacido en Marte, de pelo revuelto color verde oscuro y ojos de distinto color (debido a que uno de ellos es artificial, ojo al dato que es importante). Siempre viste con un traje casual y corbata, sin dejar de tener por ello un toque desaliñado. Claramente, ya observando a Spike, vemos que toda la tripulación Bebop tiene una clara influencia (en cuanto a diseño, al menos) de los personajes de Lupin III. Vamos, que Spike es un Lupin en versión trascendental. Otras influencias para su diseño son el actor japonés Yusaku Matsuda (esta está confirmada por el propio diseñador de personajes) y Bob Dylan.

Sin embargo, lo más llamativo de Spike es su personalidad. Aparentemente apático y abúlico hacia (casi) todo (se pasa la mitad de la serie durmiendo, algo que recalcan Faye y Jet), con un sentido del humor más bien cínico, Spike intenta mostrarse como una persona que no es. Es decir, en realidad Spike es un hombre atormentado por su pasado, ya que perteneció a una organización criminal llamada El Dragón Rojo, de la cual se vio obligado a huir y esconderse por variados motivos. No obstante, Spike es visto a lo largo de la serie mencionando a sus compañeros la importancia de mirar hacia adelante, hacia el futuro (por ejemplo, se lo dice a Faye al final del capítulo My funny Valentine).

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Pero no confundamos (y esto es algo que en lo personal he visto en muchas opiniones de fans de esta serie): que Spike viva atormentado por el pasado, no significa que el presente carezca de importancia (ni viceversa). Spike dice no tenerle miedo a la muerte, y sin embargo se lo ve aterrado cuando está a punto de morir a manos de Pierrot Le Fou; Spike menciona que no le gustan las mujeres con carácter («tías aprovechadas», en el doblaje español), y sin embargo le hemos visto ir detrás de Julia, Electra (en la película) y de la propia Faye (todas ellas son, diría yo, mujeres con MUCHO carácter). Y esto último nos lleva a Spike mostrarse indiferente hacia Faye (y, a veces, hacia todos los miembros de la Bebop), y, sin embargo, el propio Watanabe ha comentado que a Spike le gusta Faye, si bien eso mismo es lo que hace que se esfuerce por mostrar lo contrario. También se puede observar a Spike pasando buenos ratos con Jet, o preocuparse por Ed (y hasta por Ein). En definitiva, el presente ES importante para Spike, más de lo que a él le gustaría. No obstante, uno de sus ojos mira precisamente hacia el presente, el momento que se está viviendo.

Otro aspecto importante de la serie, que ya hemos mencionado en el personaje de Spike, es el del sueño frente a la realidad. A través de Spike, que se pasa la vida durmiendo, que camina casi como si fuera un sonámbulo, podemos contemplar que quizás para él la vida es como un sueño del que no ha despertado. Es una filosofía similar a la del bushido, según la cual la vida es puro sueño del que despiertas en el momento en que mueres (de la posible muerte/despertar de Spike hablaremos en otra parte). Por eso, no es de extrañar que en Cowboy Bebop abunden las escenas oníricas (la película es buena muestra de ello), hasta el punto de no saber si lo que te están mostrando forma parte de uno de los sueños de Spike o de la realidad (el final vuelve a venir a la mente).

Faye sirve como contraparte de Spike en prácticamente todo. Spike es la figura masculina principal y ella la femenina; Spike es aparentemente apagado y Faye es en apariencia vivaz y sensual; Spike vive anclado en el pasado y Faye directamente carece de uno; en el diseño de Spike predominan colores oscuros (azul) y en el de Faye claros y vivos (amarillo, rojo). Si bien también es cierto que Faye y Spike tienen bastante en común, especialmente en lo referente a sus personalidades: ambos son más bien interesados y se preocupan especialmente por no demostrar lo que verdaderamente sienten. Spike lo hace a través de la apatía y Faye del gorroneo (o del abandono una vez siente que se está encariñando demasiado con algo/alguien). Tiene su lógica: ambos han sido profundamente engañados en el pasado por seres queridos.

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Si nos centramos en Faye, conocida como Faye Valentine, se trata de una (especialmente) atractiva joven de 23 años que no recuerda su pasado, puesto que despertó un día tras pasar años enteros criogenizada. Se encuentra con Spike y Jet casi por accidente: Spike se le acercó en un casino para tirarle los tejos y Faye lo confundió con otra persona a quienes unos criminales buscaban. De ahí en adelante una serie de infortunios hizo que acabase acoplándose a la Bebop (en contra de los deseos iniciales de Spike), hasta acabar cogiéndoles cariño al lugar y a todos los miembros de la tripulación. Por eso mismo, Faye abandona en varias ocasiones la nave (de paso robando alimentos o carburante), porque tiene miedo de anclarse en ese mismo lugar al que poco a poco puede acabar llamando «hogar», junto con la gente que allí habita.

Curiosamente, no es Spike la persona que mejor sabe leer a Faye, sino Jet. Todo forma parte de esa familia desestructurada (y tremendamente divertida) que es la Bebop. Jet es el padre y Faye y Spike los hijos (díscolos, que suelen ir a la suya); mientras que Ed y Ein están ahí, como mascotas o como niños. Y precisamente, es Jet el que le advierte a Spike que Faye actúa de la forma en que lo hace como tapadera, para llamar la atención. Curiosamente, el momento en el que Spike comienza a entender mejor a Faye es hacia el final, cuando se empiezan a descubrir aspectos del pasado de la muchacha (como buena tripulante de la Bebop, a Faye tampoco le gusta hablar de su pasado, o de lo poco que tiene de él). Es ahí cuando Spike le aconseja que mire hacia el futuro, o cuando empieza a abrirse, momentáneamente, a ella. Porque, y este es el principal problema de la relación entre Spike y Faye, ambos son personas que se molestan enormemente por no demostrar lo que verdaderamente sienten, mucho menos hablar de ello.

En relación con Spike (y su pasado), Faye también sirve como contraposición a Julia. No solo en diseño, también en el rol. Por eso es tan importante que sea precisamente Faye la única tripulante de la Bebop (presente de Spike) en cruzarse tanto con Vicious como con Julia (pasado). Faye también es a la última persona que Spike ve antes de salir al encuentro de Vicious (y del Dragón Rojo). Y es la única (del presente) que aparece en los flashbacks/sueños del peliverde, concretamente en el episodio Jupiter Jazz. Así, el contraste entre el pasado y presente de Spike (ojo derecho/ojo izquierdo) es marcado asimismo y fundamentalmente por dos mujeres: Julia (pasado) y Faye (presente). Con esto en mente, la escena final entre Faye y Spike cobra aún mayor significado (al estar dejando Spike el presente atrás, para plantar cara a su pasado).

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Esto nos conlleva a otro punto, ya para ir terminado esta parte (pero no por ello menos importante): como ya mencionábamos más arriba, Spike no solo valora su pasado, también hace lo propio con su presente. Se suele pasar por alto que, en el episodio final, Spike no acude al enfrentamiento contra Vicious y el Dragón Rojo SOLO por venganza por la muerte de Julia (que también), sino para proteger a Faye y Jet. Spike ya no es un jovenzuelo que hace trabajos para la mafia: sabe de lo que ésta es capaz y pretende evitar ataduras de mayor calado (y así no volver a repetir la tragedia de Julia y Vicious). Por eso, en el momento final de Ballad of Fallen Angels, el flashback/sueño de Spike que muestra a Julia cantando se superpone con el presente/despertar y Faye haciendo lo propio. Y por eso Spike se muestra borde con Faye en ese mismo instante: porque el sueño/pasado ya no existen y eso molesta, sí; pero también porque no quiere volver a repetir la misma historia con Faye. Que Spike se obsesione con su pasado no significa, en definitiva, que éste le guste, o que esté de acuerdo con ello. Es, simplemente, algo que no puede evitar (y que intenta hacerlo). Es otra de las cosas que demuestra la fábula final con el gato inmortal que acaba dejándose morir por una gata: Spike odia esa historia.

Para ir terminando con esta parte, y antes de dar inicio a la Parte III, anunciamos que continuaremos con el Especial de Cowboy Bebop que estamos haciendo por radio, el sábado 26/03/2016 a partir de las 12:30 (hora española), en el programa El Sótano,  ¡No os lo perdáis!

See you, Space Cowboy

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Esos clásicos inolvidables: Cowboy Bebop. Parte I

Retomamos el blog pensando en los clásicos, esas obras (ya sean de anime, cine, videojuegos, literatura) que se han convertido, con el paso de los años, en culto, en representantes del máximo esplendor de una creación.

¿Qué pasa si sumamos jazz/soul/blues + western + ciencia-ficción + BUEN GUSTO? De ahí sale Cowboy Bebop, un anime de 26 episodios (más película, más sucedáneos varios como manga y videojuegos), producido por Sunrise, que lleva calando hondo desde 1998, y que aún a día de hoy, dieciocho años después, sigue generando interesantes y profundos debates.

Y es que Cowboy Bebop es una obra (maestra) que puede gustar tanto a aquellos que aman el anime y el manga como a los que no han visto ni un solo minuto seguido de Dragon Ball. Ahí reside una de sus grandes virtudes. Es una obra cuidada al máximo detalle tanto en guión (narrativa), como en animación, personajes o banda sonora. Tengamos en cuenta que se estrenó en 1998 y que aún a día de hoy puede seguir disfrutándose la gran calidad de su animación, y su narrativa trepidante y pausada cuando requiere serlo. En definitiva, que es un anime que puede ser visto (y de qué manera) por todo tipo de público (bueno, infantes no, está más dirigida a un público adulto) y en cualquier década desde su estreno. Y no deja de ganar en encanto.

Pasando a la parte más técnica, Cowboy Bebop surge de la mente de Shinichiro Watanabe, por aquel entonces un desconocido que apenas había dirigido algunos episodios de Macross Plus. El éxito de crítica y de público que alcanzó con Cowboy Bebop fue tal, que al poco tiempo ya estaba dirigiendo su propia película (de Cowboy Bebop también). Desde entonces, no ha parado de darnos joyas del anime (unas más relucientes que otras), pero el grado de excelencia que obtuvo en Cowboy Bebop no ha podido volver a repetirlo (él mismo dice que cada vez que inicia un proyecto piensa «voy a hacerlo tan bueno como Cowboy Bebop», para inmediatamente después darse cuenta de que no tiene ni idea de cómo hizo tan buena a Cowboy Bebop). Algunas de estas obras posteriores incluyen a Samurai Champloo (para una servidora, la segunda mejor), el cortometraje Baby Blue o Sakamichi no Apollon (Kids on the Slope).

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Uno de los elementos comunes en todas estas obras de Watanabe es la música, que pasa a ser uno de los personajes principales. En Samurai Champloo, por ejemplo, el hip hop, rap y r&b juegan su papel, mientras que en Sakamichi no Apollon y en Cowboy Bebop lo hacen el jazz (en la última, el blues y el soul también se suman). De hecho, la mayor parte de episodios de Cowboy Bebop (y su cortometraje Baby Blue) tienen nombres de famosas canciones (Honkey Tonk Woman, Sympathy for the Devil, Wild Horses son algunos ejemplos). Sin embargo, la principal encargada de que la música en Cowboy Bebop sea TAN memorable es Yoko Kanno, quien volvería a trabajar con Watanabe en Sakamichi no Apollon. Kanno despliega toda su maestría y buen hacer en los episodios de esta serie, dejándonos temas para el recuerdo como The Real Folk Blues, Tank! (ending y opening de la serie, respectivamente), Space Lion o Blue, entre muchos otros. Pero no sólo del jazz, blues y soul vive Cowboy Bebop, ya que Kanno hasta se atreve con la bossa nova o el heavy metal.

El diseño de personajes, otro de los enormes alicientes de Cowboy Bebop, recae en Toshihiro Kawamoto (MUY recomendable el art book que sacaron, traducido al inglés, con sus diseños y notas para la serie); mientras que el de las naves lo hace en Kimitoshi Yamane. Ambos son los encargados de (en parte) dotarles de la abrumadora personalidad y vida propia que tienen todos dentro del universo Bebop. Sobre las distintas influencias para cada personaje, lo trataremos más adelante en otro apartado. Los diseños de Kawamoto pueden ser vistos nuevamente en, por ejemplo, Wolf´s Rain (otro anime bastante digno).

https://www.youtube.com/watch?v=Aw3fN3OPk3A

Parte de estos memorables personajes son también las voces. Y aquí vamos a arrojarnos al vacío (y quizás muchos lectores nos miren de manera asesina), pero las de Cowboy Bebop merecen ser escuchadas en inglés. No por nada, según las malas lenguas de la red, el propio Watanabe reconoció que ama el doblaje (norte)americano para esta serie. Sin menospreciar para nada al original japonés, que cuenta con, entre otros, las memorables Megumi Hayashibara y Maaya Sakamoto; e incluso el español tiene aquí un pase (Spike tiene la voz de Woody Allen en español de España y ni se nota, mérito fundamental de Joan Pera): ¿Por qué en inglés, entonces? Bueno, la ambientación tiene algo que ver: Cowbpy Bebop está repleto de guiños y homenajes a la cultura pop, que es proveniente fundamentalmente de Estados Unidos. Por otro lado, la profunda y sugerente voz de Steve Blum para Spike y la ultra sexy voz de Wendee Lee para Faye hacen el resto.

Vamos a ir terminando esta Parte I introduciendo brevemente (hay muuuuucho para escribir de ella, pero mejor lo veremos a través de los personajes) la temática. Cowboy Bebop se sitúa en un futuro no muy lejano (2027), donde la humanidad ha conquistado el espacio, moviéndose libremente por él en naves (la Tierra, mientras tanto, ya se encuentra prácticamente destruida y desolada). El crimen se ha trasladado al espacio también claro, por lo que para contrarrestarlo han surgido las figuras de cowboys, los cazarrecompensas de toda la vida, que persiguen y atrapan a los criminales que tienen puesto precio a su cabeza. Entre estos cowboys, nos encontramos a Jet y Spike, ambos a bordo de la Bebop, una enorme nave-pesquero donde se trasladan, trabajan y viven. Inicialmente un dúo, acabarán siendo un cuarteto (más un perro) por los avatares del destino (y muy a pesar de Spike). Pero todo eso, lo veremos en la Parte II =)

See you, space cowboy

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