Lo mejor del año 2017 en cine, series y videojuegos

Al igual que hiciéramos en el 2016, este año ya va llegando a su fin y toca hacer reflexión y recopilación de lo que, desde nuestra experiencia, ha sido lo mejor en los ámbitos de cine, series y videojuegos. Admito que yo al menos no tenía muchas esperanzas puestas en este 2017 cuando echaba un vistazo a la lista de estrenos, pero lo cierto es que las expectativas han sido superadas con creces, y creo que lo mejor de este año ha superado en calidad al anterior.

5- Logan (James Mangold)

El cierre al personaje interpretado desde hace más de una década por Hugh Jackman es también su mejor película, y con diferencia (incluyendo a las de X-Men donde aparece). Logan es pura crudeza y melancolía del cine crepuscular, con un Jackman en estado de gracia acompañado por unos también carismáticos Patrick Stewart (Charles Xavier) y Dafne Keen (X-23, Laura).

La cinta se sitúa en un futuro postapocalítico, con un Logan desencantado con la vida y cuidando de un avejentado (y casi senil) profesor Xavier, a la vez que se esconden de la caza de mutantes surgida a raíz de cierto incidente. En su camino se topará con una misteriosa mujer que le suplicará ayuda para una niña que la acompaña y que resultará estar bastante vinculada a nuestro protagonista.

En Logan confluyen una dirección espectacular, con un ritmo que no decae, unas interpretaciones carismáticas y, sobre todo, mucha llorera, especialmente para los que hemos amado al personaje desde su nacimiento en las viñetas. Para mí, la mejor cinta de superhéroes hasta la fecha (admitiendo que no soy especialmente fan del género).

Puedes leer nuestra crítica de Logan aquí.

4- Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve)

Había muchos recelos ante la confirmación de una secuela de una obra de culto como lo es Blade Runner (Ridley Scott, 1982), por mi parte también, aunque al proyecto fuesen sumándose nombres como Denis Villeneuve, Ryan Gosling y los propios Ridley Scott y Harrison Ford. El resultado despejó todas mis dudas, topándome con una película que conserva lo mejor de su antecesora y atreviéndose a dar unos pasos más allá.

Es cierto que esos contados atrevimientos son casi lo peor de la cinta, ya que dejan entrever la idea de expandir un universo que, aunque atractivo, mejor dejarlo como está por si acaso la cagan.

Centrándonos ahora en Blade Runner 2049, lo mejor es sin duda su cinematografía (Roger Deakins merece un Oscar), seguido de un guión que trae temas de rabiosa actualidad y que te dejan pensando (como su predecesora) y unos personajes que, al menos a mí, me resultaron bastante atractivos.

En su contra juegan una historia demasiado larga y que se desinfla por momentos y, como decíamos, esas tramas abiertas con planteamientos de secuelas (innecesarias, sí). Lamentablemente, Blade Runner nunca fue un producto que atrajera al público mayoritario, algo que se ha visto reflejado en los número de taquilla.

Puedes leer nuestra crítica y análisis de Blade Runner 2049 aquí.

3- Coco (Lee Unkrich)

El tándem Disney-Pixar suele resultar (casi siempre) una apuesta seguro por el entretenimiento de calidad, de la animación que es capaz de divertir a los niños y emocionar a los adultos. Lamentablemente, la casa de Flexo llevaba unos últimos productos que no lograban calar tan hondo como algunos de sus clásicos (Toy Story, Monstruos S.A., Wall-E). Coco parecía que iba a ser más de lo mismo, oliendo además a refrito de El libro de la vida.

No pude alegrarme más de estar equivocada. Coco es simplemente maravillosa, con una animación espectacular, un respeto reverencial y cándido hacia la cultura mexicana y una historia con unos personajes que te sacan las lágrimas en más de una ocasión. Y por supuesto la música, aquí especialmente importante, también en homenaje a México.

Puedes leer nuestra crítica de Coco aquí.

2- Star Wars: Los últimos jedi (Rian Johnson)

La gente todavía está hablando bastante de la última película perteneciente a la saga Star Wars… lo cual ya de por sí es bueno, aunque no siempre sea en buenos términos. Para nosotros, el octavo episodio no es perfecto, pero es lo más cercano a una película de la franquicia creada por George Lucas que nos ha tenido entre obsesionados y perturbados durante días, tras un séptimo capítulo con mayor adrenalina, pero también más calcado y «sobre seguro».

Los últimos jedi es una historia fundamentalmente sobre personajes, sobre su psique, a lo que ayuda el contar con un actor de la categoría de Adam Driver (Osacr Isaac, Laura Dern, Benicio del Toro y Domhnall Gleeson están más desaprovechados), un «Anakin bien hecho», en contraposición a un Hayden Christensen que no tenía el respaldo de un guión con diálogos al menos aceptables.

La cinematografía es el otro gran componente de esta cinta, con planos que quedan grabados en la retina (sin querer hacer spoiler, cierto momento con una nave y otro frente a unos AT-AT y soles) y otros que te dejan los pelos como escarpias.

El hecho de que esté levantando tanto odios como pasiones deja en claro algo: Los últimos jedi ha ido a arriesgar, algo que no hizo su predecesora y que recuerda a las reacciones guardadas de algunos espectadores tras los primeros visionados de El imperio contraataca. Solo esperamos que J.J. Abrams sepa estar a la altura para poder ponerle un broche de oro.

Puedes leer nuestra crítica sin spoilers de Star Wars Los últimos jedi aquí.

1- NieR Automata (Yoko Taro)

Y llegó NieR. Lo cierto es que servidores no habíamos jugado ningún juego de NieR ni de Drakengard con anterioridad, por lo que llegábamos a Automata con la mente en blanco y atraídos por una estética muy de anime y una jugabilidad entre la acción y el RPG adictiva. Y qué MARAVILLA nos encontramos.

NieR Automata no es la mejor experiencia de ocio de este 2017, lo es desde hace varios años. Su poderosa narrativa, con momentos que te hacen reír y llorar, cuestiones existencialistas, personajes que te llegan al alma y un (o varios) final que te dejará estupefacto y con sonrisa bobalicona durante días (¡incluso semanas!). Si le añades la citada jugabilidad y una banda sonora compuesta por el siempre espectacular Keiichi Okabe hallamos esta OBRA MAESTRA.

Su director, Yoko Taro, no quiso quedarse ceñido a las barreras que ofrece un videojuego al que Square Enix apostó tras varias paupérrimas inversiones en el pasado, y decidió expandir aún más el universo de Yohra, los androides y su eterna guerra contra las máquinas a través de novelas, conciertos y videoclips que también dejan huella. Hasta ahí llegan 2B, 9S y A2, los tres personajes principales que, espero, me acompañen durante mucho más tiempo, aún con toda su melancolía. Y que Yoko Taro nunca los mate.

Puedes leer nuestra crítica de NieR Automata aquí.

Puedes leer nuestro análisis sobre NieR Automata y las construcciones de género por este otro lado.

Y puedes leer todos los conciertos traducidos e historietas cortas de NieR Automata en nuestro blog dedicado.

Menciones de honor

Por supuesto, la segunda temporada de Stranger Things (crítica aquí) hubiese entrado fácilmente en este top5, pero como ya incluimos a su también extraordinaria primera parte en la lista de 2016 no queríamos parecer demasiado repetitivos.

En cuanto a anime y manga, han habido varios descubrimientos en este 2017, destacando a mi parecer Koe no Katachi (análisis aquí) y La pequeña forastera (Totsukuni no Shoujo, análisis también por aquí), pero ninguna es realmente de este año, por lo que aquí lo dejamos.

Coco (2017): Cuando Pixar sabe emocionar

Pixar se ha convertido, por mérito propio, en ese estudio de animación que de por sí ofrece una garantía de calidad, sin importar lo que haga. Lamentablemente, han habido algunos altibajos en su carrera, los más evidentes en forma de secuelas (Cars 2, Monsters University y Cars 3 se vienen a la cabeza), pero cuando la compañía asociada a Disney brilla, lo hace como nadie.

Es el caso de Coco (2017), su último estreno dirigido por Lee Unkrich y Adrian Molina e inspirado en el Día de los Muertos mexicano y en el folklore en general de dicho país. De este modo, la historia se centra en Miguel, uno de los miembros de las generaciones más jóvenes del clan Rivera, quienes tradicionalmente se han dedicado a la fabricación de zapatos. Miguel, al contrario que sus parientes y ancestros, ansía en realidad ser músico, con el (no) pequeño inconveniente de que el resto de su familia detesta la música.

Un día, Miguel descubre por casualidad que su tatarabuelo es en realidad Ernesto de la Cruz, una de las grandes voces de la historia de México y quien supuestamente años atrás abandonó a su mujer y a su hija (la Coco del título) para dedicarse al lanzamiento de su carrera y a disfrutar de las mieles del éxito. Con el firme objetivo de emular sus pasos, Miguel se ve arrastrado accidentalmente al mundo de los muertos durante la jornada de su festividad.

No queremos contar más porque, aparte de ser susceptible de spoiler, ansiamos que lo descubráis por vosotros mismos. Y es que cada minuto de Coco rezuma magia, cariño y buen hacer en una cinta de animación que sirve perfectamente de homenaje a la cultura y tradiciones mexicanas. De hecho, no son pocos los cameos de personajes emblemáticos de México y los guiños a su historia y cultura. Nosotros nos quedamos especialmente con el dedicado a Frida Kalho, donde Pixar deja entrever además su vertiente más vanguardista.

Coco destaca prácticamente en todos sus apartados, con una animación asombrosa (en serio, mirad a la bisabuela Coco) y colorida en honor a México; una banda sonora compuesta por Michael Giacchino con el respaldo de varios artistas mexicanos, lo que se percibe en cada una de sus notas; una historia que, aunque puntualmente caiga en clichés, da giros sorprendentes a una trama que emociona; y sobre todo con unos personajes que se dejan querer y que se comen la película, especialmente ese esqueleto que responde al nombre de Héctor (al que le da voz en inglés y español Gael García Bernal).

Y es que cada uno de los protagonistas poseen su encanto y calidez, empezando por esa familia Rivera TAN latinoamericana (aquí no incluyo solamente a México) y siguiendo por el elenco que nos vamos encontrando en el mundo de los muertos, destacando (ya lo hemos dicho) a Héctor y a la matriarca de la familia, Imelda, una mujer de armas tomar y que ha sabido salir adelante ella sola con su hija (cuando estaba viva, claro).

También hallamos un aporte de calidad en la cantidad de sutilezas que van pululando por Coco (y somos conscientes de que probablemente no habremos pillado todas, teniendo en cuenta que la hemos visto una sola vez). Aparte de los citados cameos y guiños a México, lo es la simbología que desprende esa frontera entre el mundo de los muertos y el de los vivos, lugar donde no todos tienen acceso. Al igual que esa burocracia taaaan molesta e irritante que inunda cualquier cotidianidad actual.

Asimismo hallamos el poderoso mensaje que tienen la memoria y las tradiciones orales, ambas intrínsecamente unidas, donde uno no deja de existir al morir, sino al ser olvidado. Incluso un personaje que aparentemente sirve como mera vis cómica para los más pequeños, el perro Dante, tiene su quehacer en la película, partiendo de lo que representa su propio nombre (Dante Alighieri y su Divina Comedia) y que sea de la raza xoloitzcuintle o perro sin pelo, originaria de México y que en culturas mexicas representaba al dios de los espíritus Xólotl, que guiaba a los muertos en su viaje al Mictlán.

En definitiva, nos encontramos ante el mejor Pixar, ese que pone mimo a sus proyectos (la cinta lleva más de seis años de desarrollo y son numerosos los viajes a México realizados por el equipo durante el mismo), que sabe emocionar al espectador, que deleita sus sentidos y que demuestra que no es simple cine de animación «para niños». Un mensaje potente y conmovedor, que todo aquel que haya perdido a un ser querido sabrá reconocer, junto con el canto de amor que es a México hacen el resto.

P.D.: Definitivamente, Lee Unkrich sabe hacer finales (entre este y el de Toy Story 3…)

P.P.D.: La mejor de Pixar desde Wall-E, al menos para quien esto suscribe.

P.P.P.D.: Héctor se come la película.