Drácula (2020), la revisión del personaje por Steven Moffat

Drácula es un personaje sobradamente conocido en el imaginario colectivo y que ha llevado a la creación de multitud de títulos en la ficción que versan sobre él mismo o sobre los vampiros, desde el clásico de Bela Lugosi, la adaptación (bastante libre) de la novela de Bram Stoker dirigida por Francis Ford Coppola, hasta las excesivamente adolescentes Crepúsculo o The Vampire Diaries. El equipo creativo tras la serie Sherlock ha decidido tomar esta vez el relevo y, bajo el sello de la BBC y la proyección de Netflix han creado una nueva versión del conde y su historia.

El resultado son tres episodios (de más de una hora de duración cada uno) que empiezan tímidamente para llegar a una segunda parte muy a lo Agatha Christie para culminar en un final con ciertos altibajos y arriesgadas decisiones que darán que hablar (para bien y para mal). La impronta de Steven Moffat, uno de los creadores del Sherlock interpretado por Benedict Cumberbatch y del Doctor Who de las temporadas de Matt Smith y Peter Capaldi, se deja ver en varios de estos elementos.

Este Drácula de Netflix cuenta la historia narrada por Bram Stoker en la famosa novela homónima, pero con cambios determinantes (y que no vamos a referir aquí por los spoilers). Para quienes no lo sepan, parte del viaje de un joven abogado inglés llamado Jonathan Harker a los dominios en Rumanía de un conde conocido como Drácula. Allí lo recibe un señor de apariencia extraña y solitaria. Poco a poco, Jonathan irá descubriendo que el tenebroso castillo esconde mucho más en sus sombras y su vida (junto a la de sus allegados, como su prometida Mina) cambiará para siempre.

Drácula (2020). Netflix y BBC.

En esta ocasión, la figura del vampiro es interpretada por Claes Bang, a medio camino entre Bela Lugosi y Christopher Lee y con un sentido del humor y un cinismo de lo más refrescantes (lo que a su vez lo acerca al Lucifer de Tom Ellis). Lo acompañan, entre otros, John Heffernan como Jonathan Harker, Morfydd Clark como Mina Harker, Lydia West como Lucy Westenra y, la joya de la corona, Dolly Wells como la novicia Agatha. Es ésta última, junto a Drácula y la relación que se va estableciendo entre ellos (que nos ha recordado inevitablemente a aquéllas entre el Doctor y el Amo/The Master y Sherlock y Moriarty) lo más entretenido y mejor llevado (aunque con algún concepto un pelín perturbador) de toda esta serie. La monja es además puro carisma y arrojo al mismo nivel (o más) que el vampiro.

Los episodios, bastante largos, se van sucediendo ambientándose en distintos lugares y jugando con las idas y venidas en el tiempo, otra de las características de la escritura de Moffat. Esto causa que haya algún que otro desnivel respecto a la calidad y el ritmo. El inicio, por ejemplo, aunque inquietante, nos ha resultado algo lento hasta su segunda mitad. A partir de ahí, la serie alza el vuelo hacia un segundo capítulo exquisito. El tercero (y último) es más irregular y también el más innovador respecto a la novela. La conclusión, si bien ha generado opiniones encontradas, nos ha hipnotizado sobremanera, incluso recordándonos en sus últimas imágenes al largometraje de Coppola.

Drácula (2020). Netflix y BBC.

La cinematografía está a otro nivel: BBC y Netflix han logrado aquí sin duda un muy buen trabajo, especialmente teniendo en cuenta que se trata de una serie. La iluminación y fotografía ayudan a crear una ambientación lo suficientemente tétrica e inquietante, trayendo consigo algunos guiños a la Hammer y al cine de terror clásico. Moffat y Mark Gatiss se atreven a jugar incluso con conceptos más abstractos en su tercera parte, lo que se transfiere a su vez a la puesta en escena.

En definitiva, Drácula es claro retoño de Moffat y Gatiss, quienes asimismo homenajean el material original y se atreven a dar un paso más allá adaptado a los nuevos tiempos y con un cariz más psicológico en el personaje, quien por otro lado camina (o vuela) más ingenioso que nunca (pero sin dejar de lado los elementos terroríficos y crueles del conde). La conclusión, polémica, ha sido de nuestro gusto a pesar de todo, lo que nos hace dudar entre si deseamos o no una continuación (todavía no confirmada, pero que visto el éxito no sería de extrañar que se diera).