La discapacidad en la ficción

Con La forma del agua (The Shape of Water, Guillermo del Toro) acercando su estreno a carteleras españolas (el próximo 16 de febrero), observamos una cualidad de la cinta que, lamentablemente, no es habitual en nuestro día a día ficticio: la protagonista tiene una discapacidad, concretamente es muda. Lo que no le impide llevar una vida funcional y llegar a comunicarse con una misteriosa criatura marina, con la que entablará relación. Aunque el caso de Elisa (así se llama la susodicha, interpretada por Sally Hawkins) no es habitual, tampoco es aislado. ¿Qué otros casos representativos hemos tenido en el mundo de la fantasía y de la ciencia-ficción?

Koe no Katachi (A Silent Voice, Yoshitoki Ôima)

La protagonista de este manga de ocho tomos, con una reciente adaptación al anime en forma de largometraje (que se estrenará en cines españoles el próximo 16 de marzo), es sorda de nacimiento. Como tal, tiene que lidiar con su discapacidad y con los problemas de comunicación con quienes le rodean desde que es una niña, lo que no es fácil.

Shoko Nishimiya no es la única que muestra tener una discapacidad en esta historia, y es que el coprotagonista, Shoya Ishida, sufre de ansiedad social y depresión desde el minuto uno (la película arranca con un intento de suicidio frustrado). Tanto Shoya como Shoko empeoran su condición anímica y emocional por casos de bullying que muestran que, lamentablemente, aún queda camino por recorrer a la hora de la inclusión cotidiana de personas con este tipo de problemas.

https://www.youtube.com/watch?v=ZYHmIdFpu54

Sin embargo, aunque la historia sea bastante deprimente, siempre hay lugar para la esperanza, y es que nuestros dos protagonistas acaban acompañándose en sus heridas en un camino que recorre además ese lapso que va de la adolescencia a la madurez.

Cómo entrenar a tu dragón (Chris Sanders y Dean DeBlois)

Probablemente sea el título más conocido de todo este artículo, y es que no se le puede agradecer suficiente a Dreamworks el haber creado (bueno, en realidad adaptado de los libros escritos por Cressida Cowell) un protagonista con una discapacidad física notoria que no le impide llevar una vida normal y hasta tener sus momentos de heroicidad.

Hipo empieza la historia como el inadaptado hijo del jefe de la isla Mema, un muchacho inteligente pero carente de habilidades físicas excepcionales que sin embargo se acaba valiendo de su ingenio para salir del paso de forma más que victoriosa en la mayoría de las ocasiones. En el camino de Hipo se cruza el dragón Desdentado (Toothless y/o Chimuelo), el cual queda inválido para volar por sí mismo debido a un disparo del propio chico.

En buena parte por culpabilidad y también como forma de saciar su curiosidad, Hipo idea y fabrica un mecanismo que, con su ayuda, permite que el dragón pueda emprender el vuelo como si nada. El karma y la justicia poética quieren que Hipo acabe también con una pierna menos… lo que no le impide seguir adelante con su vida y en sus aventuras con Desdentado.

Zatoichi

La mayoría conocerá a este personaje por la interpretación que hizo del mismo Takeshi Kitano en su adaptación cinematográfica de 2003, pero lo cierto es que se trata de una conocidísima figura literaria en Japón creada por el escritor Kan Shimozawa.

Zatoichi es un masajista samurai ciego errante de finales de la era Edo que además ejerció de yakuza en su juventud. Por lo tanto, no son pocos los maleantes y personas que lo persiguen, a pesar de lo cual Zatoichi siempre escapa, en buena parte gracias a su increíble habilidad con la katana.

Lo cierto es que servidores solo hemos visto hasta la fecha la versión de Kitano, por lo que en ésta se nos muestra un Zatoichi despreocupado, que no parece detenerse en su problema de visión (mensaje final incluido), a pesar de lo cual es un auténtico monstruo con la espada (y guarda un pasado turbio). Salvando las distancias, un Kenshin con ceguera, más o menos.

Legión (Noah Hawley)

Al contrario que la discapacidad física, que no es tan habitual encontrarla en el mundo de la ficción, sí tenemos una buena parte de representaciones (más o menos acertadas) de discapacidad psíquica o mental, la cual por cierto puede tener tantísimas variedades que en realidad es como si solo nos hubiesen mostrado un 1%.

En el caso de trastornos como la depresión, ataques de ansiedad o esquizofrenia tenemos, por ejemplo, Mr. Robot, El club de la lucha, Shigatsu wa Kimi no Uso (Your Lie in April) o Una mente maravillosa, mientras que de autismo hemos visto Rain Man o la reciente serie de Netflix Atípico.

Rescatamos el caso de Legión (cuya segunda temporada se estrenará el 3 de abril) porque, siguiendo un estilo muy de El club de la lucha, nos muestra cierta variedad de estos trastornos y su protagonista, David Haller (Interpretado por Dan Stevens y basado en el personaje Legión de Marvel), es el emisor de un poder nunca antes visto, que todavía no se sabe si es en parte producto de su estado mental (y sus genes), o viceversa, o si una es independiente de la otra. El detonante final viene cuando David conoce a Syd (Rachel Keller), una joven que sufre de ansiedad social y que no permite que nadie la toque, y ambos se enamoran.

Mitsuru Nagata, artista de shodô: «Las letras reflejan nuestra personalidad»

Hoy ha finalizado la última edición de Japan Weekend de Madrid, que se ha celebrado durante todo el fin de semana entre varios concursos de cosplay; talleres y actividades relacionados con la cultura japonesa, como bailes o escritura; y las intervenciones de varios invitados. Entre ellos, se encontraba Mitsuru Nagata, japonés natural de Kioto que lleva varios años viviendo en España y uno de los artistas más reconocidos (sino el que más) de shodô y sumi-e en nuestro país.

El shodô y el sumi-e son disciplinas de caligrafía y pictóricas «que reflejan un estilo simple», especialmente el primero, que parte asimismo del budismo y de la filosofía zen, «ya que en Japón se expandió hace muchos años con el budismo», nos explica Mitsuru en una entrevista durante la convención.

«Actualmente, en los templos japoneses puedes practicar shodô escribiendo un sutra en una habitación, donde te puedes concentrar y olvidar de los problemas. Más que naturaleza, es un estado natural«, añade, haciendo hincapié en la concentración.

El sumi-e por su parte se aprende a partir de cuatro elementos básicos: bambú, crisantemo, ciruelo y orquídea, que forman parte de la naturaleza y que en Japón denominan «los cuatro caballeros», los cuales Mitsuru describe diciéndonos que «por ejemplo, el bambú es verde, recto y mira hacia arriba, por lo que se le compara con un caballero. El crisantemo empieza a florecer aún en el invierno, igual que el ciruelo, también como un caballero. La orquídea es capaz de florecer sola, en los valles, pero sus flores y pétalos son como elegantes, son los cuatro caballeros que les llamamos y es el básico del sumi-e. Si vas a la sección de sumi-e en una librería de arte de Japón, encontrarás un libro titulado «Shikunshi», con el kanji de cuatro («shi») y la palabra «kunshi», que significa caballero».

Nagata nos comenta que, a pesar de que el shodô y el sumi-e son disciplinas totalmente distintas, comparten varios elementos, «como el sumi (tinta), «suzuri» (la piedra), «fude» (pinceles) o papel»; aunque advierte que «hay millones de variedades de papel, por ejemplo algunos son para pinceles finos y otros para pinceles gordos. Hay papeles que se recomiendan para sumi-e, pero no es incorrecto usarlos para shodô».

El quid se halla en conocer muy bien todos los tipos de papel «para saber el efecto que quieres dar». Por ejemplo, «la hoja de papel de arroz tiene un lado de frente y otro detrás (dependiendo de la rugosidad), pero esto también es relativo. Los maestros pueden dibujar por el lado contrario para querer darle un efecto distinto».

Las tintas también varían, aunque a simple vista puedan parecer todas negras, ya que «hay por ejemplo un negro azulado y otro negro marrón, lo que se nota más cuando está muy aguado».

De este modo, tanto el shodô como el sumi-e se nos revelan como estilos artísticos más complejos de lo que aparentan, y a los que Mitsuru describe como «todo un mundo».

«Mi estilo es pintar solo en negro y blanco. A veces puedo pintar los pétalos de sakura de rosa, pero solamente eso. Es mi estilo, quizás en diez años lo cambie. Lo habitual en shodô es negro y blanco, pero en sumi-e sí se pueden utilizar más variedades. Hay por ejemplo usos de dorado o plateado, y hay un papel de arroz para eso que es negro».

En definitiva, «la cuestión es elegir las tintas y el papel adecuados y conseguir un efecto especial».

La ilustración de la izquierda refleja una tinta negra más azulada y la de la derecha una negra tono marrón. Obras de Mitsuru Nagata

El shodô, el sumi-e y la cultura japonesa en España

A pesar de su pasión y desbordantes conocimientos por estas disciplinas, Mitsuru se inició en el shodô principalmente por obligación, ya que allí «es bastante común que estudiemos shodô cuando somos niños, porque en Japón se considera que escribir bien las letras es una parte de la educación, también allí seguimos haciendo el currículum a mano. Las empresas así pueden ver las letras de cada uno y comparar las de cada trabajador. Tener buena letra demuestra buena imagen y que esa persona tiene buena educación».

«Cuando era pequeño, no pensaba ser calígrafo profesional, estudié sociología porque a mí me interesaba. Hace dos o tres años que me dedico enteramente a este trabajo«, ha añadido, lamentando también en parte que «no es fácil ganarme la vida con lo que hago, suele pasar con los artistas. Desde fuera se ve todavía más difícil y yo pensaba lo mismo».

Sin embargo, las posibilidades que ofrece hoy en día internet ayudaron a Mitsuru a empezar a hacerse un hueco en el mundo artístico. «Un día mi mujer me propuso abrir un blog, ella me ayudó a crear la página, Facebook, etc. Tuvo bastante éxito, sobre todo en Europa y Estados Unidos. La gente de fuera no tiene mucha idea de shodô ni de sumi-e, por lo que me preguntan y yo les respondo. Ahora tengo bastantes seguidores y llego a mandar cuadros a Sudamérica, China o Japón gracias a internet».

De hecho, a pesar de que el artista ha realizado pedidos para Japón y colabora con la embajada, donde más éxito tienen sus trabajos es en Europa y Estados Unidos.

Sin embargo, no es fácil conseguir los materiales para estas disciplinas en España, ya que él los consigue en Japón, a donde viaja cada año «para ver también a la familia y para seguir aprendiendo». «De todos modos», añade, «se pueden conseguir los materiales también por internet».

El hecho de que en los últimos años haya seguido creciendo el interés del público general en nuestro país por la cultura japonesa ha ido facilitando más las cosas, y por suerte Mitsuru también opina que «no es un boom ni una moda del momento. Si hubiese sido una moda, esto ya hubiese desaparecido. Creo que en Europa cada vez se está integrando más esta cultura«.

El artista de shodô asimismo agradece la labor que para ello hacen eventos como Japan Weekend, ya que, aunque sigan estando muy centrados en el manga y el anime, van alcanzando «más categorías, ya que si no se aburrirá el público. De hecho, en Japón es una parte muy importante el manga y el anime, pero hay mucho más». Haciendo un símil con España, «en Japón pensamos que es toros, flamenco y paella, pero tenéis muchas más cosas, como pueblos muy bonitos que merece la pena visitar».

Mitsuru Nagata durante la demostración en vivo del domingo en Japan Weekend Madrid

La paciencia y la constancia, bases para el aprendizaje del shodô y del sumi-e

Mitsuru nos cuenta que, a la hora de aprender shodô y sumi-e, hay cierta rigidez, ya que «al empezar, mis profesores siempre me corregían (con tinta roja). Depende también de las escuelas, de quién te enseñe… Al final, hasta un gran maestro no puede hacer la misma obra«, y por ello, «hay muchas innovaciones, pero las hacen solamente los grandes, los que están experimentados».

«Los maestros te corrigen por su experiencia, ya que las letras por ejemplo no se pueden calcar. Hay muchísimas maneras de escribir un kanji, hay tres estilos básicos: el «kaisho», que es como los kanjis que aprendemos en el colegio en Japón, es bastante estático; el segundo es «reisho», más fluido; y el tercero es «sosho», «estilo de hierba», que la mayoría de los japoneses no sabe leer. Si no sabes hacer un trazo recto y rígido en un papel, no sabrás hacer un estilo artístico».

Por ello, en el aprendizaje del shodô, hay que ir poco a poco, perfeccionando primero un estilo antes de pasar al siguiente, y es que «todos tenemos que saber escribir más o menos bien, aunque no exista la perfección. Por eso shodô significa «camino de la escritura»«.

Mitsuru concluye que, a la hora de iniciarse en estas disciplinas, «hace falta paciencia. Si fallas, seguir insistiendo. Las letras reflejan nuestra personalidad, y no puedes negar tu personalidad. Hay que seguir intentándolo y nunca estar desanimado. No es cosa de un día para otro, sino de constancia, pero hoy en día no hay nada imposible. Y no solo los japoneses pueden aprenderlo, sino todo el mundo».

Probablemente por ello, la demostración que hizo en vivo este domingo sobre uno de los numerosos escenarios que tenía dispuestos para esta ocasión Japan Weekend muestra a un samurái erguido, katana en mano. En sus cuatro kanjis se lee «no rendirse».

Japan Weekend Madrid llega los días 11 y 12 de febrero para disfrute de los amantes de la cultura japonesa

Desde sus humildes inicios en 2008, Japan Weekend Madrid ha ido creciendo para convertirse en uno de los eventos más señalados de la provincia. Sin embargo, Madrid no es el único destino en el que este desfile cultural nipón tiene lugar.

Se celebran varias ediciones al año en distintas partes del territorio nacional y siempre enfocado en dar a conocer los diversos aspectos de la cultura, ocio y costumbres japonesas tanto a adultos como a los más jóvenes.

En esta XVIII edición se celebrarán diversas actividades de la mano de invitados de índole internacional como el artista francés Yann le Gall, el cual ha trabajado en multitud de series en el desarrollo de storyboards y como
diseñador de escenarios. Con diez años de experiencia a sus espaldas en la industria del anime entre Francia y Japón, ha tomado parte en series como Rage of Bahamut: Virgin Soul, Princess Principal, No Game No Life, Miraculous Ladybug o Lastman. Uno de sus últimos trabajos ha sido para la serie Cannon Busters, que se estrenará próximamente en Netflix.

Asimismo, entre los dibujantes que asistirán a esta nueva edición, contaremos con el ilustrador brasileño Gabriel Picolo, cuyo talento y carisma le han llevado a tener más de un millón y medio de seguidores en Instagram. Picolo asegura haber comenzado a dibujar desde antes de lo que pueda recordar, y su obra toma inspiración de Studio Ghibli, Disney, videojuegos y cómics -especialmente la saga Teen Titans de DC Comics . Los fan arts de Picolo sobre esta serie se han hecho mundialmente famosos, llevando a sus fans a hacer diversos cosplays de su versión de la saga. También se centra en ilustrar momentos de cierta intimidad sentimental , lo que le ha llevado a conectar de manera muy directa con sus seguidores.

Por otro lado, tras la enorme y calurosa acogida que recibió en la pasada edición de Japan Weekend Madrid, Laura Brouwers, más conocida como Cyarin, vuelve a nuestro evento para ofrecernos más de su arte. Esta artista
holandesa de 22 años trabaja a tiempo completo y de manera independiente realizando trabajos de diseño, ilustración y animación, siendo contratada por empresas del calibre de Faber Castell. En muchos de sus dibujos aparece ella en distintas situaciones: antes de ir a la escuela, de salir a pasear o de hacer alguna cosa que forme parte de la vida cotidiana de una joven artista, remarcando un estilo que es definido como «único y dulce».

Algunos de los invitados a la Japan Weekend Madrid

Otro de los invitados en repetir este año será la cosplayer de fama internacional Reika, la cual ya ha visitado España de la mano de Japan Weekend en dos ocasiones: Japan Weekend Madrid en 2014 y en Japan Weekend Barcelona en 2015. Reika se hizo muy famosa por sus conseguidos cosplays y sus trajes, ya que ha confeccionado más de 500, sin dejar de lado la calidad en sus creaciones y prestando especial atención a los detalles y a una cuidada caracterización. En esta edición será jurado de los concursos de cosplay, ofrecerá firmas de impresos y libros de fotos y participará en diversas actividades dentro del evento.

Otros referentes del mundo del cosplay son Okageo, famoso por la caracterización y la confección de armaduras de calidad con un coste razonable; y KANAME☆, el cosplayer masculino más famoso de Japón, el cual ha llegado a trabajar incluso para Kings Records como cosplayer oficial.

En el apartado musical, Japan Weekend contará en esta ocasión con la presencia de dos grupos descritos como «únicos en su género»: Tempura KIDZ y Deadlift Lolita.

Tempura KIDZ es un grupo pop de baile japonés formado por cuatro chicas y un chico. Empezaron su carrera como bailarines de Kyary Pamyu Pamyu y en 2012 debutaron con su primera canción “Cinder Cinder”. En 2013 lanzaron su single “Strobe”, que fue utilizado como ending en el anime Chou Soku Henkei Gyrozetter. Su música se caracteriza por ser alegre, frenética y divertida, y sus coreografías están llenas de energía. Sus temas cuentan con más de 8 millones de reproducciones en Youtube, y es la primera vez que visitan España.

Tras la visita de Ladybeard a Japan Weekend Madrid en 2017 y su presentación en exclusiva del primer concierto de Deadlift Lolita junto a Reika Saiki en el Salón del Manga de Valencia, vuelve este grupo compuesto por el culturista australiano y la también culturista y luchadora profesional japonesa para ofrecernos un nuevo espectáculo. El dúo define su estilo como «Kawaiicore», una mezcla del género J-pop idol con el heavy metal que junto a su lema «Kawaii x Muscles x Energy!» ofrece una nueva visión llena de musicalidad.

Los actores de doblaje de Ladybug también harán acto de presencia de la mano de Jesús M. Barreda (Cat Noir), Alfredo Martínez (Agente Roger Raincomprix) y Laura Pastor (Ladybug), junto con los de Overwatch con Laura Barriga (Mei-Ling Zhou), Ana de Castro (Tracer) y Anahí de la Fuente (Sombra).

Dado la enorme aceptación de la zona de artistas y artesanos, esta edición la organización asegura haber ampliado el número de stands, en los que los creadores exhibirán y pondrán a la venta sus creaciones: ilustraciones, dibujos, peluches, bisutería, entre otros.

Y a todo lo anterior, añadir las actividades y talleres, torneos de videojuegos, juegos de mesa, iniciaciones al japonés, caligrafía, etc., que habrá durante todo el fin de semana. Para estar al tanto de todas las actividades, lo mejor es consultar el horario online , ya que se actualiza constantemente.

Para más información pueden acudir a la web del evento, o a las diferentes redes sociales: Facebook y Twiter.

Tokyo Goul: Re y la imagen de «la mala mujer»: Tooru Mutsuki

Tenemos en mente (desde hace bastante) escribir un Japoneando Anime de Tokyo Ghoul, pero desde hace un tiempo lleva rondando mi cabeza la presencia de un personaje en concreto de dicha serie, el cual me parece que lleva un desarrollo de lo más interesante (a la espera de ver su conclusión) a la par que atrayente, hablamos de Tooru Mutsuki.

Con el capítulo 155 recientemente lanzado en Japón, nos resultó ya inevitable ponernos a hablar de Mutsuki y toda la controversia que lo rodea, desde si es realmente o no un ejemplo de personaje transgénero, si es simplemente una mala pécora que merece morir lenta y dolorosamente o una pobre alma perdida. En realidad, Mutsuki tiene bastante de todo esto, y las reacciones de los seguidores del manga hacia él son de lo más variopintas y también intensas. Avisamos que puede haber SPOILERS de Tokyo Ghoul: Re y que este artículo se basa especialmente en nuestra opinión.

Hagamos un repaso de su historia: Tooru Mutsuki nació como mujer en una familia humana, donde su padre abusaba de él y su madre no parecía hacer mucho para impedirlo, hasta que en un momento dado Mutsuki tuvo una descarga de ira violenta y los mató a todos. Cuando la CCG los encontró, él parecía no recordar nada de lo sucedido, dijo que los ghoul habían asesinado a sus parientes y que de ahora en adelante le gustaría ser tratado como hombre, vistiendo y aparentando superficialmente ser uno, adoptando pronombres masculinos y haciendo uso de las instalaciones masculinas.

De este modo, Mutsuki va entrenándose como investigador ghoul y termina entrando en el equipo de Haise Sasaki (alter ego de Ken Kaneki) junto a Kuki Urie, Ginshi Shirazu y Saiko Yonebayashi. Durante una misión, Mutsuki atrae la atención del ghoul conocido como «Torso», quien descubre que es biológicamente una mujer y se obsesiona con él, hasta el punto de secuestrarlo y, nuevamente, sufrir abuso. Al principio Mutsuki se mantiene «pacíficamente» (es un decir) con Torso, hasta que otra vez estalla violentamente y lo mata, autoliberándose.

A partir de este episodio, Tooru comienza a recordar más eventos de su vida pasada más perturbadora y, unido a la partida de Sasaki de la CCG y su consecuente obsesión con él, empieza a desarrollar más su lado sádico y claramente dañado (y dañino) de su personalidad, hasta el capítulo que nos ocupa.

Esta es, a grandes rasgos, la historia de Mutsuki, la cual tiene grandes similitudes y paralelismos con la del propio Kaneki (abusos por parte de un familiar, personalidad amable y sumisa frente a otra más sádica y problemática, la no aceptación inicial de una identidad…). Sin embargo, a Mutsuki se le añade un matiz bastante interesante en relación con los problemas de género.

Para los que conozcan el caso real de Natascha Kampusch (y sino, tenéis un resumen como siempre en la auxiliadora Wikipedia), el de Mutsuki guarda con él alguna que otra similitud, especialmente en su caso con Torso. Unos meses después de su autoliberación, Kampusch salió en la prensa diciendo que quería raparse el pelo y «parecer un hombre, ya que los hombres no atraen tanto la atención». También se comentó que parecía tener una conducta más hostil hacia otras mujeres, de forma similar (aunque mucho más radical y violenta) a Tooru con Touka, a quien considera principal culpable de la partida de Sasaki.

La conducta de Mutsuki hacia Touka aquí es bastante ilustrativa: Sasaki no se fue porque él quisiera, porque el propio Haise fuera un «engaño», por la corrupción de la CCG o por la intervención de Arima. No, si Sasaki se fue es EXCLUSIVAMENTE culpa de otra mujer, en este caso Touka, y por lo tanto hay que erradicarla, así el querido inspector volverá. Algo así debe pensar la cabeza de Tooru.

Todos estos indicios, a mí me hacen vislumbrar a Mutsuki como, primero, una víctima de (repetidos) abusos a manos de hombres, en algunos casos cercanos a él. Y segundo, como alguien que absorbió todas las perspectivas de esas figuras masculinas hacia las mujeres, que son completamente negativas: la mujer como el sexo débil, como alguien perturbador y desequilibrado, excesivamente emocional, que «roba» a otros hombres.

Por eso, en mi opinión, y similar a Kampusch, Tooru quiso (quiere) hacerse pasar por hombre y ser tratado como uno, porque el hombre es el fuerte, el que tiene el control, el que no llama la atención y, por lo tanto, no recibe abuso. Cuando Mutsuki deja de usar el pronombre masculino «Ore» por el neutral «Watashi» es justamente cuando Torso lo secuestra: ahí vuelve a ser mujer, en posición inferior, sumisa, lista para ser abusada. Actualmente habla más abiertamente de que en realidad es del género femenino (en el capítulo 154 lo dice directamente a Urie, quien ya lo sabía, y Saiko), porque se encuentra de nuevo en una posición de descontrol (al menos emocional).

Lamentablemente, y como vemos, estos casos suceden en la vida real (algo intolerable), donde el hombre (evidentemente, en este tipo de casos) intenta robarle a la mujer su identidad y voluntad, como si se tratase de una mera extensión de él, el fuerte, a quien le debe su propia existencia. Es la figura femenina mal entendida y que sirve para contrastar la posición dominante del otro, que no debe existir y ser erradicada; del mismo modo que la madre de Kaneki intentaba anular la voluntad de éste, pero despojado del elemento de género (porque los problemas de identidad de Ken nunca están relacionados con que si es o no un hombre, sino con su propia personalidad y lado más oscuro).

Curiosamente, no son pocos los seguidores de Tokyo Ghoul que, cuando ven a Tooru desatado, le dirigen los calificativos más propios de «la mala mujer», a saber: «bitch», «whore», acompañados o no de adjetivos como «crazy» o «fucked up» (lo traducimos brevemente, todos ellos significan puta). Es cierto que Mutsuki entra en todos los cánones de la figura «yandere» (el estereotipo dentro del manga donde un personaje se muestra normalmente como alguien tierno, amable y tímido, pero con un lado perturbado que de repente «explota»), pero también lo hace Kaneki y el grado de aversión hacia él es mucho menor (también somos conscientes de la irritante actitud de Tooru hacia Touka).

En definitiva, vemos a Mutsuki como la figura de una mujer repetidamente maltratada, que absorbe la ideología del maltratador hasta cierto punto y, en parte por esto y como medida de autoprotección, asimila una identidad masculina, que a su vez es la que refleja la parte más «controlada y equilibrada» de Tooru. ¿Significa esto que Ishida (autor de Tokyo Ghoul) está asociando el lado femenino con el negativo? Desde nuestro punto de vista, al contrario: está mostrando una lamentable realidad, donde la mujer en muchos casos se ve obligada a «dejar de existir» si es que justamente quiere vivir (la propia Kampusch habla extensamente sobre esto en su autobiografía 3096 días), que es lo que pretenden los hombres abusadores.

Ahora solo queda esperar a ver cómo se desenvuelven las cosas, ya cercanas a su conclusión. No por nada, frente a Mutsuki, Ishida ha colocado al que actualmente es quizás el personaje más equilibrado de Tokyo Ghoul: Re (que tampoco es decir mucho porque casi todos están como cabras): Kuki Urie.

Lo mejor del año 2017 en cine, series y videojuegos

Al igual que hiciéramos en el 2016, este año ya va llegando a su fin y toca hacer reflexión y recopilación de lo que, desde nuestra experiencia, ha sido lo mejor en los ámbitos de cine, series y videojuegos. Admito que yo al menos no tenía muchas esperanzas puestas en este 2017 cuando echaba un vistazo a la lista de estrenos, pero lo cierto es que las expectativas han sido superadas con creces, y creo que lo mejor de este año ha superado en calidad al anterior.

5- Logan (James Mangold)

El cierre al personaje interpretado desde hace más de una década por Hugh Jackman es también su mejor película, y con diferencia (incluyendo a las de X-Men donde aparece). Logan es pura crudeza y melancolía del cine crepuscular, con un Jackman en estado de gracia acompañado por unos también carismáticos Patrick Stewart (Charles Xavier) y Dafne Keen (X-23, Laura).

La cinta se sitúa en un futuro postapocalítico, con un Logan desencantado con la vida y cuidando de un avejentado (y casi senil) profesor Xavier, a la vez que se esconden de la caza de mutantes surgida a raíz de cierto incidente. En su camino se topará con una misteriosa mujer que le suplicará ayuda para una niña que la acompaña y que resultará estar bastante vinculada a nuestro protagonista.

En Logan confluyen una dirección espectacular, con un ritmo que no decae, unas interpretaciones carismáticas y, sobre todo, mucha llorera, especialmente para los que hemos amado al personaje desde su nacimiento en las viñetas. Para mí, la mejor cinta de superhéroes hasta la fecha (admitiendo que no soy especialmente fan del género).

Puedes leer nuestra crítica de Logan aquí.

4- Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve)

Había muchos recelos ante la confirmación de una secuela de una obra de culto como lo es Blade Runner (Ridley Scott, 1982), por mi parte también, aunque al proyecto fuesen sumándose nombres como Denis Villeneuve, Ryan Gosling y los propios Ridley Scott y Harrison Ford. El resultado despejó todas mis dudas, topándome con una película que conserva lo mejor de su antecesora y atreviéndose a dar unos pasos más allá.

Es cierto que esos contados atrevimientos son casi lo peor de la cinta, ya que dejan entrever la idea de expandir un universo que, aunque atractivo, mejor dejarlo como está por si acaso la cagan.

Centrándonos ahora en Blade Runner 2049, lo mejor es sin duda su cinematografía (Roger Deakins merece un Oscar), seguido de un guión que trae temas de rabiosa actualidad y que te dejan pensando (como su predecesora) y unos personajes que, al menos a mí, me resultaron bastante atractivos.

En su contra juegan una historia demasiado larga y que se desinfla por momentos y, como decíamos, esas tramas abiertas con planteamientos de secuelas (innecesarias, sí). Lamentablemente, Blade Runner nunca fue un producto que atrajera al público mayoritario, algo que se ha visto reflejado en los número de taquilla.

Puedes leer nuestra crítica y análisis de Blade Runner 2049 aquí.

3- Coco (Lee Unkrich)

El tándem Disney-Pixar suele resultar (casi siempre) una apuesta seguro por el entretenimiento de calidad, de la animación que es capaz de divertir a los niños y emocionar a los adultos. Lamentablemente, la casa de Flexo llevaba unos últimos productos que no lograban calar tan hondo como algunos de sus clásicos (Toy Story, Monstruos S.A., Wall-E). Coco parecía que iba a ser más de lo mismo, oliendo además a refrito de El libro de la vida.

No pude alegrarme más de estar equivocada. Coco es simplemente maravillosa, con una animación espectacular, un respeto reverencial y cándido hacia la cultura mexicana y una historia con unos personajes que te sacan las lágrimas en más de una ocasión. Y por supuesto la música, aquí especialmente importante, también en homenaje a México.

Puedes leer nuestra crítica de Coco aquí.

2- Star Wars: Los últimos jedi (Rian Johnson)

La gente todavía está hablando bastante de la última película perteneciente a la saga Star Wars… lo cual ya de por sí es bueno, aunque no siempre sea en buenos términos. Para nosotros, el octavo episodio no es perfecto, pero es lo más cercano a una película de la franquicia creada por George Lucas que nos ha tenido entre obsesionados y perturbados durante días, tras un séptimo capítulo con mayor adrenalina, pero también más calcado y «sobre seguro».

Los últimos jedi es una historia fundamentalmente sobre personajes, sobre su psique, a lo que ayuda el contar con un actor de la categoría de Adam Driver (Osacr Isaac, Laura Dern, Benicio del Toro y Domhnall Gleeson están más desaprovechados), un «Anakin bien hecho», en contraposición a un Hayden Christensen que no tenía el respaldo de un guión con diálogos al menos aceptables.

La cinematografía es el otro gran componente de esta cinta, con planos que quedan grabados en la retina (sin querer hacer spoiler, cierto momento con una nave y otro frente a unos AT-AT y soles) y otros que te dejan los pelos como escarpias.

El hecho de que esté levantando tanto odios como pasiones deja en claro algo: Los últimos jedi ha ido a arriesgar, algo que no hizo su predecesora y que recuerda a las reacciones guardadas de algunos espectadores tras los primeros visionados de El imperio contraataca. Solo esperamos que J.J. Abrams sepa estar a la altura para poder ponerle un broche de oro.

Puedes leer nuestra crítica sin spoilers de Star Wars Los últimos jedi aquí.

1- NieR Automata (Yoko Taro)

Y llegó NieR. Lo cierto es que servidores no habíamos jugado ningún juego de NieR ni de Drakengard con anterioridad, por lo que llegábamos a Automata con la mente en blanco y atraídos por una estética muy de anime y una jugabilidad entre la acción y el RPG adictiva. Y qué MARAVILLA nos encontramos.

NieR Automata no es la mejor experiencia de ocio de este 2017, lo es desde hace varios años. Su poderosa narrativa, con momentos que te hacen reír y llorar, cuestiones existencialistas, personajes que te llegan al alma y un (o varios) final que te dejará estupefacto y con sonrisa bobalicona durante días (¡incluso semanas!). Si le añades la citada jugabilidad y una banda sonora compuesta por el siempre espectacular Keiichi Okabe hallamos esta OBRA MAESTRA.

Su director, Yoko Taro, no quiso quedarse ceñido a las barreras que ofrece un videojuego al que Square Enix apostó tras varias paupérrimas inversiones en el pasado, y decidió expandir aún más el universo de Yohra, los androides y su eterna guerra contra las máquinas a través de novelas, conciertos y videoclips que también dejan huella. Hasta ahí llegan 2B, 9S y A2, los tres personajes principales que, espero, me acompañen durante mucho más tiempo, aún con toda su melancolía. Y que Yoko Taro nunca los mate.

Puedes leer nuestra crítica de NieR Automata aquí.

Puedes leer nuestro análisis sobre NieR Automata y las construcciones de género por este otro lado.

Y puedes leer todos los conciertos traducidos e historietas cortas de NieR Automata en nuestro blog dedicado.

Menciones de honor

Por supuesto, la segunda temporada de Stranger Things (crítica aquí) hubiese entrado fácilmente en este top5, pero como ya incluimos a su también extraordinaria primera parte en la lista de 2016 no queríamos parecer demasiado repetitivos.

En cuanto a anime y manga, han habido varios descubrimientos en este 2017, destacando a mi parecer Koe no Katachi (análisis aquí) y La pequeña forastera (Totsukuni no Shoujo, análisis también por aquí), pero ninguna es realmente de este año, por lo que aquí lo dejamos.

Cinco grandres influencias de Blade Runner

Blade Runner (Ridley Scott, 1982) se ha convertido por méritos propios en una cinta de culto dentro del género de la ciencia-ficción. Basada en el libro ¿Sueñan los robots con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick, lo cierto es que poco podemos escribir de ella que no se haya escrito ya.

Máxime ahora, con el estreno (el 6 de octubre en España) de la secuela Blade Runner 2049 a la vuelta de la esquina. Pero lo que sí queremos hacer es un repaso por cinco obras en las que se percibe clarísimamente la influencia de este hito, en parte porque son títulos por los que a su vez tenemos especial debilidad.

Cowboy Bebop (Shinichiro Watanabe, 1998)


Otra obra considerada de culto, esta vez dentro del mundo del anime, es la que nos ocupa. Esta serie de 26 episodios dirigida por Watanabe desprende Blade Runner por sus cuatro costados, pero lo hace especialmente en su ambientación (no es en la Tierra, como la de Scott, sino en otros planetas, pero lo que resulta más llamativo es su constante deje melancólico), su banda sonora (Blade Runner bebe bastante del jazz, así como Cowboy Bebop, que por cierto es un subgénero dentro del estilo) y su protagonista (aunque, no sé aún bien por qué, se me hace más Spike Gosling que Ford). Además, ambas mezclan estupendamente la realidad y el suspense propio del thriller con elementos oníricos.

El propio Watanabe es de hecho el director de uno de los cortos precuela de Blade Runner 2049, concretamente el titulado Black Out 2022, en cuyo avance admite la influencia que ha ejercido sobre su obra la de Ridley Scott.

Final Fantasy IX (Hiroyuki Ito, 2000)


Aquí tenemos un ejemplo basado más en lo argumental que en el estilo, y es que este videojuego de Squaresoft podría perfectamente titularse ¿Sueñan los genómidos con moguris eléctricos? El asunto existencial es la principal línea argumental de la novena entrega de esta franquicia, representado no solamente a través de Yitán, sino también de Vivi y los magos negros.

Pero en donde personalmente encuentro una mayor similitud entre ambas es en sus antagonistas. Roy (Rutger Hauer) y Kuja, replicante y genómido, respectivamente, que viven aterrorizados ante la idea de que un buen día, simplememte, dejarán de funcionar. Yitán y sobre todo Vivi también aprenden a hacer frente a este miedo de lo que vendría a ser la muerte, pero solo Kuja se revela ante él, al igual que Roy. La similitud cobra aún mayor envergadura si se confirmase (o se cree) en la teoría de que Deckard es un replicante, al igual que Yitán un genómido.

Ghost in the Shell (Mamoru Oshii, 1995)

Para los fans, tiene que resultar fácilmente perceptible la influencia que ha ejercido Blade Runner sobre el anime, como decíamos y especialmente en el apartado del estilo. Uno de los máximos exponentes de ello es Ghost in the Shell, nuevamente otra obra considerada de culto.

En Ghost in the Shell nos encontramos también una atmósfera futurista (y esta vez en la Tierra), con grandes anuncios y luces de neón y androides que conviven junto a humanos. Aspectos como la humanidad, el existencialismo y el avance tecnológico imparable son aquí tratados con grandes dosis de pseudofilosofía. Por otro lado, la ambientación oscura y lúgubre están aquí a la orden del día.

Hemos elegido hacer referencia especial a la película de 1995 porque creemos que es donde más se aprecian las similitudes con Blade Runner, aunque sus temas base siguen siendo abarcados tanto en el manga de Masamune Shirow como en las series de anime posteriores.

Pris-Harley Quinn

Hay varias teorías sobre el origen de esta famosa villana de Batman, creada por Paul Dini y Bruce Timm para la serie animada de la década de 1990. Lo cierto es que las similitudes entre ella y la replicante Pris (interpretada por Daryl Hannah) son fácilmente apreciables, tanto en diseño como en personalidad.

Para empezar, y por muy impopular que resulte decirlo en estos días, tanto Pris (la de la película) como Harley fueron concebidas como «las novias de los villanos». La primera lo es de Roy y la segunda (lo era) del Joker. También tienen un diseño de chica rubia y aparentemente delicada que no corresponde con la realidad, ya que en el fondo resultan hábiles luchadoras, principalmente por su agilidad y acrobacias. En personalidad, evidentemente hemos visto más matices de Harley, pero a Pris se nos muestra en la película como una replicante con un lado dulce y juguetón, que al ser asesinada por Deckard patalea porque no quiere morir.

P.D.: Roy se preocupa más en 5 minutos por su novia que el Joker en varias décadas por la suya.

Bubblegum Crisis (Katsuhito Akiyama y varios, 1985-)

Este anime, que fue concebido como una serie de 13 episodios, luego reducidos a ocho, más tarde teniendo varias secuelas debido a su éxito, es quizás donde es más descarada la influencia de Blade Runner. Nos encontramos en Tokio en el año 2032, con la capital nipona habiendo sido devastada por un gran terremoto. En medio de esta sociedad, tecnológica y fragmentada, encontramos a un comando de cuatro mercenarias que ayuda a la policía a atrapar y frenar a los robots que se han salido de control.

La inspiración aquí claramente no viene solo del estilo (muy cyberpunk), y el argumento (robots descontrolados y policías que los persiguen), sino también de referencias absolutamente directas en los nombres, como ese grupo denominado «Pris y los replicantes». En definitiva, toda una oda a la película de Ridley Scott en ambientación, historia y diseños. Tanto es así, que hace unos pocos años un fan imaginó cómo sería Blade Runner en versión anime realizando un montaje con imágenes extraídas directamente de Bubblegum Crisis.

Por qué los guionistas de Dragon Ball Super no han entendido nada (Capítulo 93)

Sí, el título es pretencioso, pero es lo que siento ahora mismo mientras veo el último capítulo de Dragon Ball Super (el 93) emitido en Japón. Algo similar me ocurre con Los Simpson desde hace algunos años. Opino  que, debido a que las hordas de guionistas (que son varios)  nuevas son de generaciones que crecieron viendo el Dragon Ball y Dragon Ball Z de antaño (con suerte, porque a lo peor alguno no habrá visto nada del Dragon Ball de Toriyama), se habrán formado ideas en su cabeza con el tiempo que luego querrán plasmar, así en plan fan fiction. Lo malo es que a veces esas ideas no quedan bien ejecutadas, o directamente no son coherentes con el resto de la historia creada por Akira Toriyama. Puede que el culpable sea éste mismo, ya que a veces es él el que viene dando la idea base para la historia en Super (como ocurrió con Goku Black). Probablemente, el haber podido acceder a través de internet a algunas obras creadas por los fans (el Multiverse es el que más se viene a la mente), ha llevado a la decisión de plasmar algunos conceptos «cool» en el canon de la serie (que, a veces, no quedan bien ejecutados en cualquier caso).

Pongámonos en situación, porque son varios los frentes que tengo ahora abiertos con Dragon Ball Super (SPOILERS para quiénes no hayan llegado hasta el capítulo 93):

Los saiyans del Universo 6: Los que nos siguen por redes sociales saben de nuestra debilidad por la introducción de estos nuevos saiyans. No es de extrañar, puesto que, de los tres, dos de ellas son mujeres, ¡y encima se transforman! ¡Las primeras mujeres super saiyan en toda la historia de Dragon Ball! Así, era imposible no emocionarse ante la perspectiva. Además, el diseño de Caulifla (hecho por el mismo Toriyama) mola (aunque le falten varios bocatas de chorizo, como a Cabba), y Kale es directamente una copia de Broly para atraer a los fans de éste último, que no son pocos. ¿Qué empieza a fallar, entonces?

Por un lado, la forma de transformarse. La de Cabba tuvo un pase porque Vegeta lo provocó malamente con amenazas REALES (Cabba no conocía de nada a ese saiyan tan fuerte y de apariencia amenazante). Pero las de Caulifla (que ya va por super saiyan nivel 2 y nadie se ha dado cuenta (!!)) y Kale, no. Son aún peores que las de Trunks y Goten, de por sí ya muy criticadas por los seguidores de la serie en su día. Caulifla resulta que se transforma con solo pudiendo concentrar bastante energía en su espalda. Y ya. Lástima de Vegeta, que se dejó torturar y matar por Freezer porque nunca había llegado a tan compleja conclusión. O Goku, que tuvo que ver la muerte de su mejor amigo para nada. Y encima lo llaman «genio de la estrategia». Se ve que la espalda de Caulifla está muy entrenada porque, lo dicho, ya va por el nivel 2 y, a este paso, no nos sorprenderá verla en super saiyan 3 o incluso blue. Total…

Ahora vamos con Kale, «la Broly femenina». Curioso que sea una copia de Broly sin disimulo alguno (hasta le imitan frases y poses), porque los guionistas parece que no han entendido nada de lo que es el personaje. Broly surgió en las películas como la figura del verdadero super saiyan legendario en lugar de Goku/Kakakrotto (de hecho, nacieron el mismo día). Por lo tanto, desde el minuto 1 de su existencia poseía un potencial y un nivel de poder incalculables, causando el temor del Rey Vegeta, quien decidió acabar con Broly aún siendo un bebé y con su padre, Paragus. Ambos sobrevivieron gracias al poder del infante, quien pudo transformarse en super saiyan desde muy temprana edad (sin apenas poder controlarlo, por lo que Paragus le construyó y puso por la fuerza una diadema para mantener a raya dicho poder). Kale no. Kale es una saiyan tímida y algo peculiar (en pocas palabras, es una yanguire total) que pasa totalmente desapercibida para cualquiera (Cabba ni la registra) hasta que alguien osa dirigirle la palabra a su admirada Caulifla. Entonces estalla y se convierte en una monstruosa figura que, bueno, que copia todo de Broly. Ni una mención a que Kale naciera como alguien especial, a que fuese temida por el resto de sus compañeros o a que Caulifla se acercase a ella porque vio «algo» en ella que le decía «tiene un poder incalculable», o similar. Kale no tiene en absoluto el trasfondo que tenía Broly y, por lo tanto, su transformación carece de lógica y hasta de ritmo. Lo único que tiene en común con el personaje de las películas (apariencia y tal aparte) es que el motivo de que ambos «estallen» es totalmente ridículo. Sí, puede que un futuro cuenten mediante flashbacks aspectos del pasado de Kale que la acerquen más al armario empotrado que era Broly (aunque lo dudo), pero el daño sobre la primera vez en que vemos su transformación ya está hecho.

De Cabba no voy a hablar, porque hasta la fecha solo ha servido de saco de boxeo de las féminas. Está bien que introduzcan a mujeres poderosas y fuertes en Dragon Ball (ya era hora); no que lo hagan a costa de ningunear a otro personaje que inicialmente también prometía.

La vuelta de Freezer. Ay, la vuelta de Freezer. Otra vez, que a este paso se está pareciendo justo a Broly en las películas. Ya he mencionado lo que me parece el regreso de este villano (puede que el más emblemático e irredimible de toda la serie), pero seguiré por la misma vía: ¿Toei quiere cargarse la saga de Namek o qué? ¿Cómo es posible que Krilin, Vegeta o Piccolo estén de acuerdo con que semejante ser luche junto a ellos? ¡Si apenas muestran oposición! Recordamos que al primero lo mató y se cargó las razas enteras del segundo y del tercero (bueno, y al príncipe de los saiyans también lo tuvo esclavizado durante unos cuántos años, ya de paso). Pero nada. Y Goku también como si nada, que le interesa más ver el nivel de una supuesta nueva forma de Freezer (¡¿otra?!) que todo lo que le hizo pasar el tirano espacial en el pasado. Es verdad que puede que Goku esté jugando con el villano, ya que en principio le ha prometido algo que las bolas de dragón de la Tierra no pueden cumplir (ser resucitado, lo cual siendo ya dos veces, no debería poder ser). También es cierto que puede resultar interesante ver a un villano como este luchando del lado de los buenos, pero en definitiva, a mí me sigue sonando como un mal fan fiction. Si lo comparase con otras series, sería como si Luke volviese a por Palpatine o Naruto a por Madara (y eso que los grados de evangelización de Naruto a veces alcanzas cuotas incalculables). Un sinsentido total.

Y Buu es como Cabba, mejor no hablar de él y de su (mal)trato por parte de Toei…

En definitiva, sigo esperando a que esta nueva saga de Dragon Ball Super me demuestre algo coherente y de calidad. Quizás una vez empezado el Gran Torneo, que se está haciendo desear. Por lo demás, me sigue pareciendo una mala copia del Multiverse con muy poca lógica y coherencia. Y eso que los nuevos personajes prometen…

P.D.: La animación sigue en su línea, no hace falta mencionar más.

P.P.D.:Escenas como la de abajo ahora carecen de sentido…

Retomando Dragon Ball Super en el episodio 88

Como ya habréis comprobado, hemos estado varias semanas sin comentar los episodios de Dragon Ball Super, lo cual no quiere decir que hayamos abandonado la serie, ni mucho menos (las capturas que subimos a las redes sociales prácticamente cada semana pueden dar fe de ello). Aquí vamos a intentar hacer una recuperación de la serie, pero como consideramos que los capítulos que están emitiendo en estos momentos son casi-casi de relleno (y no queremos estar dando la matraca cada semana con que la calidad deja mucho que desear y ese tipo de cosas), lo haremos en modo resumen de todo un conjunto de episodios, hasta que veamos que por fin sucede algo sustancial (como es el caso que nos ocupa con Dragon Ball Super 88).

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Los capítulos anteriores de Dragon Ball Super (desde el 83 y parece ser que al menos hasta el 89 de la semana que viene) están centrados en el reclutamiento que está llevando a cabo Goku de cara al Gran Torneo de Poder entre todos (o casi todos) los universos y organizado por los dos Zeno. A día de hoy, ya tenemos en el equipo a Krilín, A18, A17, Boo, Piccolo, Gohan y Vegeta (además del propio Goku, claro). Cada reclutamiento ha estado prácticamente centrado en un episodio, aunque han habido casos (como el de A18) que ha venido acompañado con el de Krilín (por motivos obvios), y otros como el de A17 han ocupado dos capítulos (podrían haberse ahorrado fácilmente uno). En el episodio 88 no ha habido reclutamiento per se (lo cual ya rompe un pelín la estructura, que se agradece), aunque sí parece estar forjándose uno en el Universo 6 (que comentaremos más en detalle). En lo que sí se centra Dragon Ball Super 88 es en el entrenamiento entre Piccolo y Gohan, recordándonos por un lado a los viejos (buenos) tiempos y, por el otro, a que ya era que el primogénito de Goku afianzara su lugar en esta nueva etapa de la serie creada por Akira Toriyama. Y es por eso, principalmente, por lo que nos parece que en el capítulo 88 de Dragon Ball Super ha ocurrido, al fin, algo que merece ser comentado (y no absurdas escalas de poder que Toei no pueden dejar de pasarse por el arco del triunfo).

Como decíamos, por un lado, Gohan y Piccolo. El namekiano siempre ha ejercido un poco de maestro por antonomasia del hijo de Goku, con quien además desarrolló una relación paternal. Como tal, podríamos decir que es, probablemente, la persona que mejor conoce a Son Gohan (a veces, mejor incluso que su padre real). Este capítulo lo demuestra, sabiendo qué teclas apretar y por dónde dirigir la conversación para obtener una reacción clara (y más que buscada). Es cierto que Son Gohan no parece a simple vista un personaje arrogante, sino todo lo contrario. Sin embargo, sí es verdad que ha habido varios momentos a lo largo de la serie donde ha sacado un lado más «pasivo agresivo» de lo habitual. El más recordado es el que mostró contra Cell, que posteriormente le costaría un sacrificio a Goku. Más tarde también lo sacó a relucir contra Boo, costándole nuevamente una derrota inesperada. Piccolo lo sabe: en el momento en que Gohan logra más poder, también aumenta su arrogancia (¿su lado saiyan?), lo que lo convierte en una de cal y otra de arena. Y ya va siendo hora de ir dejando esa faceta atrás.

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Piccolo, como buen maestro, no se queda ahí, presiona más y logra lo que muchos fans estábamos esperando: el regreso de la forma Mística (que, al parecer, se traduce en el pirulo de pelo que le cae a Gohan por la frente, así al más puro estilo transformación Clark Kent-Superman). Llegados a este punto, es de esperar que el hijo de Goku empiece a dar guerra, al fin, ya que, como recordamos, en palabras del propio Toriyama, la forma Mística es aún más poderosa que la del super saiyan 3 (evidentemente, no lo será tanto como los nuevos super saiyan dios o super saiyan blue).

En este episodio no solo ha vuelto el Gohan que recordábamos, sino también la buena química que siempre han desprendido él y Piccolo. Haciendo varios guiños clarísimos a la nostalgia (dinosaurio con cola cortada incluido), Piccolo y Gohan vuelven a demostrar que su relación maestro-alumno (o incluso padre-hijo) sigue viento en popa. Por algo el mismísimo Goku le solicitó a Piccolo que se encargase de su vástago, en lugar de hacerlo él (aunque bien pensado, esta actitud ya es común en nuestro protagonista).

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Tocando el otro punto interesante: ha aparecido un nuevo personaje. Pero no uno cualquiera, sino una saiyan MUJER. Lo recalcamos en mayúsculas porque esta es, básicamente, la primera vez que aparece una mujer 100% saiyan en Dragon Ball (sí, sabemos que existen Gine y Seripa, pero la primera aparece en cinco páginas y la segunda tiene dos frases de diálogo en un OVA). Caulifla, o algo así parece que se va a llamar (proveniente de la palabra Coliflor, siguiendo con el juego de saiyans = verduras al que nos tiene acostumbrados Toriyama), todavía no ha dicho ni hecho nada tampoco, pero sabemos (o esperamos) que lo hará. Para empezar, ya ha sido anunciada como una guerrera de gran potencial y en los avances (opening incluido) su transformación en una especie de super saiyan a lo Broly (de brócoli, curiosamente) no ha pasado desapercibida para nadie. Por el momento, Caulifla se nos presenta en el Universo 6 (el de Champa y Cabba… por cierto, el nombre de éste último viene de repollo) como una especie de punkarra al mando de una banda de motoritas intergalácticos (?). O algo así. En realidad, no podemos esperar para ver más de ella, su estilo de lucha, su actitud y cómo será su relación con Cabba (que al parecer no tiene buen trato con ella, por lo que ha adelantado) y, posteriormente, con Goku y Vegeta (quienes llevan sin ver a una mujer saiyan desde que eran infantes). Si podemos fiarnos de la estructura de este capítulo, su rival parecería que será Gohan, ya que ambos son los puntos llamativos del episodio 88 y los dos poseen «un gran potencial» (así se nos ha presentado a Caulifla, curiosamente). Pero ya veremos.

En el apartado técnico… pues, la verdad, todos estos episodios (de relleno en su mayoría) han mostrado una animación bastante mediocre, incluido el que nos ocupa. Por ello también esperamos que estén reservando todo lo bueno del menú para el Torneo, tanto a nivel técnico como argumental. A destacar (cómo no) el diseño de Caulifla, hecho por el mismísimo Toriyama y que ha venido a sustituir al que nos estaban presentando en tráilers, donde parecía una mujer bastante más tímida y algo más similar a Chichi que esta «pelos salvajes» (como buena saiyan) que nos ocupa ahora. Eso sí, como apunte personal, como Toriyama siga poniendo a dieta a sus personajes van a terminar desvaneciéndose. Ya se percibía con Cabba, que apenas tienen chicha en las piernas, pero es que Caulifla va por el mismo camino que él (a ver su transformación, parece que ahí sacará todo el músculo que le falta en su estado normal).

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Y eso es todo por ahora. El capítulo que viene, el 89, nos traerán de vuelta a Ten Shin Han y al maestro Roshi. Lamentablemente, parece a simple vista que será (cómo no) de relleno y, además, en el avance no hemos podido ver ni rastro de Lunch (¿pero nadie se acuerda nunca de ella?). En cualquier caso, estaremos a la expectativa por si sucediera algo interesante. Y sino, siempre nos quedarán las capturas.

P.D.: Queremos ver más del «Planeta Vegeta» (Planeta Salad) del Universo 6. De lo poco mostrado, respira «primera etapa de Dragon Ball» por todos sus poros.

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Dragon Ball Super 81: Llega el turno del protagonista

Llegó el momento de ponerle punto y final al previo al Gran Torneo de Poder, donde las cosas prometen ponerse serias: tal como acaban de anunciar los Zeno, todos aquellos universos que pierdan desaparecerán (al fin y al cabo, ya piensan que hay muchos). No será el caso de esta especie demostración que enfrenta a los Universos 7 (el de Goku y compañía) y 9. Tras las bastallas de Boo contra Basily de Gohan contra Lavenda, al fin le toca el turno a nuestro protagonista contra Bergamo.

En realidad, no vamos a hacer un resumen sobre el capítulo 81 de Dragon Ball Super. ¿El motivo? El disgusto por la incongruencia y la falta de caracterización de los personajes principales ya ralla en lo absurdo. Goku nunca fue (del todo) un héroe a la vieja usanza (y Toriyama siempre ha criticado que Toei soliera mostrarlo en ese tipo de vertiente). Pero de ahí a mostrarlo como un capullo con coeficiente menos dos al que le da igual que todos los universos (incluido el suyo) puedan irse al carajo porque, bueno, porque está aburrido y solo quiere luchar… hay un trecho. Y que Gohan y Satán lo animen como dos colegialas sin cuestionarse sus motivaciones (y que Pan y Videl puedan ser eliminadas de un plumazo por su egoísmo), también. Realmente no tengo palabras para describir lo que están intentando hacer con Goku. Si querían mostrarlo como villano, ya lo hicieron con Black. Y aquí escribe una que siempre fue con Vegeta, que conste.

En realidad, creo que el problema con Dragon Ball Super viene de lejos. Lo empezaron como algo realmente más infantil que Dragon Ball y Dragon Ball Z, probablemente con la intención de atraer a las nuevas generaciones. Probablemente, Toei se dio cuenta de las críticas vertidas por los fanáticos que casi llegamos (o directamente pasan) a la treintena, que son el núcleo de sus espectadores. Y entonces intentaron darle algún tomo un poco más melodramático, pero sin erradicar nunca ese infantilismo inicial (y es como se llegó a la Saga de Trunks del futuro, la mejor de todo Super hasta la fecha). De este modo, Dragon Ball Super queda en tierra de nadie: demasiado infantil para los que crecimos con Z, demasiado «extraño» para los nuevos niños y niñas del planeta. Goku es un buen ejemplo de ello.

Para empezar, han querido convertir a nuestro protagonista en Luffy (One Piece), probablemente debido al arrollador éxito del que goza en la actualidad la obra de Oda. Goku nunca ha sido un ejemplo de inteligencia, pero tampoco era… ¿cómo decirlo? Un completo retrasado. Con Luffy funciona porque se ha presentado así desde el primer capítulo, al contrario que el saiyan. Goku de niño era inocente y algo atolondrado Y sí, le pirraban las peleas por encima de todo. Pero no lo mostraban egoísta y, de hecho, se preocupaba lo suficiente por los demás como para llegar a desviarse de su objetivo principal (momentáneamente), para ayudar y eso. Hay ejemplos: Suno, Hachi, Upa… Cuando creció, Goku siguió manteniendo esa actitud infantil y despreocupada, lo que en cuerpo de un adulto ya le otorgaba un aspecto de bobalicón. Y sí, seguía siendo un obseso de las peleas (suplicó a Krilín que dejase vivo a Vegeta…). Había momentos, sin embargo, en los que Goku mostraba su brillantez: era un estratega nato. Quizás no tan calculador como Vegeta, pero sí sabía cómo llegar a ganar una pelea. Hay algo que nunca fue Goku: un despreocupado al que solo le importaba ganar y ganar peleas, aún a costa de varias vidas (incluyendo las de miembros de su familia). Por algo juró ante Freezer vengar a los saiyans y a los namekianos, con los cuales apenas tenía relación por aquel entonces. ¿Estamos en Dragon Ball Super ante el mismo Goku? Ni de cerca, y la falta de caracterización o las incongruencias son cosas extremadamente molestas para esta servidora.

No voy a seguir con Gohan y Satán, ya he dicho bastante. Llegados a este punto, no sé por dónde tirará Toei con el resto de la saga y prefiero otorgarles el beneficio de la duda. Sin embargo, distan del sentimiento de amenaza que se palpaba en Dragon Ball Z (de nuevo, ese infantilismo…) y, peor aún, parecen no conocer a sus propios personajes. 

¿En cuánto al capítulo? Sí, muy bonito, en animación no ha estado mal y fan service ha tenido a raudales (otra vez kaio-ken y una transformación…). Pero, lo dicho, ese no es Goku, no al menos el Goku con el que yo crecí.

Dicho esto, esta noche/mañana por la mañana (en algunas partes del mundo) tenemos una nueva cita con Toppo, una especie de justiciero galáctico con piernas muy cortas, y esta especie de intruso que dice llamarse Son Goku.

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X Japan: Impresionante concierto de regreso en Londres

¡X Japan ha vuelto! Bueno…en realidad resurgieron de sus cenizas cual Fénix en 2007, pero por fin han confirmado la salida de un nuevo álbum para este mismo año.

Y es que la banda de heavy metal japonés y pionera de Visual Kei lleva dándole rock al cuerpo desde 1982, cuando los adolescentes Yoshiki (batería, teclado y compositor) y Toshi (vocalista) decidieron formar un grupo y llamarlo provisionalmente «X”, a falta de ideas para un buen nombre. Poco se sospechaba entonces que romperían todos los moldes, venderían más de 30 millones de discos, cosecharían fama internacional y colgarían el cartel de “completo” en el Tokyo Dome… cinco veces consecutivas. X Japan se ha convertido en uno de esos grupos de referencia, apreciados por otros artista como Richard Fortus (Guns N’ Roses), Marilyn Manson e incluso Stan Lee.

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Foto realizada por rainiedreams

Cuando tamaña leyenda de la música nipona pone los pies en Europa, qué menos que estar presente y para ello nos dimos cita en la sala Wembley SSE Arena de Londres el pasado 4 Marzo. Un evento pospuesto desde hace un año debido a los problemas de salud de su guitarrista, Pata, y que calificaremos de extraordinario, teniendo en cuenta que el quinteto no ha salido de sus fronteras desde el concierto en el Madison Square Garden de New York en 2014.

La velada comenzó con la proyección del documental titulado We are X, el cual recorre toda la historia del grupo destacando varias épocas oscuras, como su disolución tras la abrupta ruptura del vocalista con la banda en 1997 para unirse a la secta Home of Heart; la accidental muerte de Hide, uno de sus miembros más queridos; así como la rivalidad entre Yoshiki y Taiji (bajista) y el suicidio de este último en 2011. La banda sonora del documental se encuentra actualmente en el primer puesto de los 40 de la BBC, en la categoría de álbum de rock.

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Foto realizada por rainiedreams

Pese a todos los altos y bajos, años de mutismo y problemas de salud, X Japan sigue siendo un espectáculo digno de ver en directo y su energía se palpa en el ambiente. Nos pusieron la miel en los labios para el nuevo álbum con un repertorio mayormente compuesto por sus últimos singles y nuevas canciones y revivieron la nostalgia de los incondicionales con temas como Rusty Nail, Drain, Kurenai, Without you y, por supuesto, final apoteósico con X.

Fue también una velada intimista y emotiva en la que Yoshiki y Toshi compartieron recuerdos de sus primeros conciertos undreground en Chiba con todos sus fans e intercambiaron instrumentos como solían hacer en el pasado, improvisaron unos segundo de Say Anything para hacernos llorar y agradecieron su apoyo, de todo corazón, a los presentes. No faltaron tampoco homenajes a los músicos británicos David Bowie y Freddie Mercury por parte de Sugizo (guitarrista), que interpretó al violín Life on Mars, mientras que Yoshiki hizo lo propio al piano con Bohemian Rhapsody y Space Oddity.

Aún no hay fecha oficial para la salida del nuevo álbum, en grabación desde el 2014, pero nos quedó muy claro, entre bromas de los artistas, que está ya bien doradito. Así que, para paliar la espera, aquí os dejamos con la canción que nos fascinó cuando sólo teníamos 15 años y que nos hace gritar “¡¡We are X!!” una y otra vez: