Japoneando Anime: El viaje de Chihiro

El viaje de Chihiro es una de las películas de anime con mayor reconocimiento a nivel mundial, lo que ha sido respaldado por premios tales como el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín o el Oscar a Mejor Película de Animación, entre otros. Su director, Hayao Miyazaki, no era ningún desconocido en el campo, pero este trabajo lo catapultó definitivamente en el panorama internacional. Fue asimismo la cinta más taquillera en la historia de Japón hasta la llegada de Your Name en 2016.

El viaje de Chihiro cuenta la historia de una preadolescente (con voz en el original de Rumi Hiiragi) que se muda a otra prefectura con sus padres (voces de Takashi Naito y Yasuko Sawaguchi). Poco antes de llegar a su nuevo hogar, su progenitor decide tomar un atajo que los lleva ante un misterioso túnel. Movidos por la curiosidad, lo atraviesan sin tener la menor idea de lo que encontrarán al otro lado.

La premisa puede sonar muy a lo Alicia en el País de las Maravillas (Miyazaki siempre se ha inspirado en buena parte en autores occidentales, siendo Lewis Carroll uno de ellos); sin embargo bebe a su vez bastante de Krabat y el molino del diablo, de Otfried Preussler; y de El tren nocturno de la Vía Láctea, de Miyazawa Kenji. Y es uno de los trabajos de este autor que más refleja la realidad japonesa, como veremos.

La crisis identitaria de Japón

Japón es un país que ha estado aislado durante más de dos siglos, concretamente desde el año 1639 hasta la llegada del comodoro Matthew Perry y los buques de Estados Unidos en 1853, bajo la política exterior denominada sakoku (鎖国, «país en cadenas») promovido por el shôgun (将軍, líder militar) Tokugawa con el pretexto de expulsar a los misioneros católicos y poder llevar un mayor control de la población. Únicamente se permitía la entrada puntual a comerciantes chinos y holandeses, poco más.

Los buques causaron cierta conmoción…

No es de extrañar que la llegada de los buques de guerra, que evidentemente se presentaron con la idea de ejercer presión para la apertura del comercio, causaran una enorme conmoción entre los japoneses de la época, aún anclados en un sistema básicamente feudal y en el bakufu. Tras la llegada de Perry siguió una guerra civil en Japón que terminó con la caída del shôgun, el auge del emperador como líder indiscutible y simbólico y el Período Meiji, que supuso una modernización y revolución industrial, a semejanza de Occidente, en tiempo récord.

A Meiji lo acompañó una política militarista y colonial de Japón hacia sus vecinos de Asia, lo que muy en resumidas cuentas llevó a la ocupación de Corea y de zonas de China como Manchuria (rebautizada como Manchukuo), entre otros. A grandes rasgos, esto generó confrontaciones con chinos (guerras sino-japonesas de 1894-95 y de 1937-45) y con rusos (guerra ruso-japonesa de 1904-05), además de la Primera Guerra Mundial de 1914-19 y finalmente la derrota en la Segunda Guerra Mundial en 1945 y la posterior ocupación del ejército estadounidense, que a su vez participó en la redacción de la Constitución japonesa en 1947.

Todo esto, para Japón, ocurrió en menos de dos siglos; es decir, el aislamiento había sido más duradero que su modernización, revolución industrial, colonizaciones, guerras y derrota por una potencia de Occidente con la que guardaba poca relación histórica y cultural. No es de extrañar que se sumiera en una profunda crisis identitaria en la que todavía se ve inmerso.

El viaje de Chihiro. Studio Ghibli.

El viaje de Chihiro muestra este profundo choque cultural: la película da inicio con Chihiro y sus padres en un Audi Quattro (que se conduce por la derecha), cargando con varias bolsas (entre ellas de Adidas), que se van adentrando en un camino en el bosque con un torii (鳥居) a la entrada y vigilado por dôsojin (道祖神), los cuales Chihiro ni reconoce y hasta teme. Es la imagen de la juventud que desconoce sus propios orígenes.

Cuando atraviesan el túnel (que da lugar a una estación de tren, otro de los símbolos por excelencia del Japón actual y que evidentemente trajeron desde Occidente; el tren está muy presente en el resto de la cinta), pasado un parque temático abandonado (símbolo del Japón de la burbuja de las décadas de 1970-80 y que algunos sirven como representación de países occidentales, tipo Holanda o España), llegan a una localidad habitada por deidades del sintoísmo o kami (神). Finalmente, Chihiro se ve abocada a trabajar en una casa de baños para estos mismos seres.

Una vez adentrada en el «otro» mundo, desaparecen casi por completo los elementos occidentales, incluso Chihiro debe cambiarse de ropa y los diseños de los trabajadores que son humanoides se asemejan a los cortesanos de los períodos Heian o anteriores. Aquéllos solo permanecen en el vestuario de Yubaba/Zeniba (más sobre esto a continuación) y en parte de la decoración de su despacho, que por otro lado tiene reminiscencias chinas.

El viaje de Chihiro. Studio Ghibli.

El Japón que mira (y teme) al oeste

Los personajes también son reflejos de la crisis identitaria que atraviesa Japón. Chihiro pasa a ser Sen una vez comienza a trabajar para Yubaba y casi olvida su verdadero ser; en una representación a su vez de la importancia de las palabras y su significado en el japonés o kotodama (言霊).

Haku (Miyu Irino) ha olvidado quién es: kami de un río que fue tapado por la construcción de nuevos edificios (el «Japón de hormigón» que trajo la burbuja) y que salvó a Chihiro de ahogarse cuando era niña (lo que la atrae inconscientemente a ella), busca sin rumbo a Yubaba con la intención de que le enseñe magia, finalmente cae presa de sus propias ambiciones y vuela siguiendo sus órdenes (de forma muy similar al vínculo que se establece entre Japón y Occidente). La protagonista llega a preguntar en determinado momento de la película si hay «más de un Haku».

La propia Yubaba (Mari Natsuki) tiene una hermana gemela, Zeniba, que representa su lado humilde y austero de vida en el campo, no por nada Zeniba describe a su pariente como «ambiciosa». No obstante, ninguna es buena ni mala, simplemente son «problemáticas».

Los demás personajes, como Lin (Yumi Tamai), Sin Rostro o (Ryûnosuke Kamiki) también dan muestras de esta dualidad; ya sea para mostrar una cara diferente cuando se está en el plano laboral del personal; porque nos dejamos consumir por nuestros deseos o materialismo; o por cegarnos el temor a lo desconocido basado en la sobreprotección materna (Bô sirve además de reflejo del hikikomori -引き篭り-, el joven que se aísla en su cuarto por temor o frustración hacia las expectativas de la sociedad).

El viaje de Chihiro. Studio Ghibli.

El corporativismo japonés

Si hay algo que se refleje del Japón actual (frente al tradicional del sintoísmo y los onsen) en El viaje de Chihiro, aparte del tren, es su relación con el mundo laboral.

Absorbiendo totalmente el capitalismo, mezclado con su propia conciencia de trabajo en colmena y el modelo del ie (家), en el Japón contemporáneo es todavía común la idea de permanecer toda una vida en la misma empresa, a la cual debes mayor fidelidad aún que a tu propia familia. De este modo, no es extraño que los japoneses echen horas extra»porque sí» y que incluso se llegue a la muerte por exceso de carga laboral o karoshi (過労死).

Así, Chihiro le entrega su propia identidad a Yubaba cuando empieza a trabajar para ella, del mismo modo a como hiciera Haku. Es la entrega devota que se le hace a la empresa con la firma del contrato, que se queda con una parte de tu ser. Una vez ambos recuperan su verdadero yo, dejan de trabajar para ella.

No obstante, Miyazaki, que no pretende hacer moraleja, refleja asimismo el trabajo como algo que dignifica, que es lo que te separa de convertirte en un animal (como un cerdo), ya seas un niño como Chihiro o un anciano como Kamaji (Bunta Sugawara). La propia Yubaba cita un juramento que hizo de no negarle trabajo a quien se lo pidiera.

Otro elemento muy característico del corporativismo japonés es la pronunciada jerarquía, que se simboliza hasta en los asientos que tiene asignado cada trabajador en las reuniones, entre otros. En la torre de baños, que es marcadamente vertical, los despachos de Yubaba se encuentran en el piso superior de todo, denominado como «cielo» con el kanji de 天.

Asimismo, el sello que Haku le roba a Zeniba por orden de Yubaba es un hanko (判子), que contiene su inkan (印鑑), un objeto que la mayor parte de japoneses adultos usan como firma personal. Ergo, otro elemento vinculado tanto al corporativismo como a la identidad.

El viaje de Chihiro. Studio Ghibli.

Al otro lado del túnel…

Vamos terminando este extenso Japoneando Anime dedicado a El viaje de Chihiro. Y sí, soy muy consciente de que no hemos tocado el sintoísmo, muy presente en toda la película a través de los kami, el concepto de purificación a través de los baños u onsen (温泉), los citados dôsojin, el mito de Izanami e Izanagi saliendo de la cueva o el hecho de que el mundo espiritual y material sean un contínuum. Dejaremos al menos una recomendación bibliográfica para quien quiera saber más sobre el tema.

Para saber más…

García Villar, Marta (2017): Biblioteca Studio Ghibli: El viaje de Chihiro. Héroes de Papel.

López Martín, Javier (2017): El viaje de Chihiro. Nada de lo que sucede se olvida jamás. Diábolo Ediciones.

Seco Serra, Irene (2010): Historia breve de Japón. Sílex Ediciones.

Landeras, Javier (2014): Cómo hacen los japoneses: Un enfoque cultural para negociar con Japón. Satori Ediciones.

Ono, Sokyo (2014): Sintoísmo: La vía de los kami. Satori Ediciones.

Cartel promocional chino de El viaje de Chihiro. Studio Ghibli.

Final Fantasy VII Remake: el bueno, el feo y el malo

Final Fantasy VII: Remake salió a la venta el 10 de abril, por lo que han pasado más de tres meses desde que pudiéramos disfrutar el regreso de Cloud, Tifa, Barret, Aeris y Avalancha en una recreación que llevaba años siendo solicitada por sus seguidores. ¿El resultado fue el esperado?

A grandes rasgos, sí, y así lo han demostrado por ejemplo las encuestas llevadas a cabo por Base Avalancha. Sin embargo, evidentemente, ni es perfecto ni puede llover a gusto de todos.

Resumiendo, Final Fantasy VII: Remake recupera la parte dedicada a Midgar del Final Fantasy VII original y la amplía, con matices, situaciones y rincones nuevos gracias en buena parte a la tecnología actual de la PlayStation 4. Se ha retomado a parte del equipo de desarrollo original, como Tetsuya Nomura (ahora director), Yoshinori Kitase (ahora productor), Motomu Toriyama (ahora subdirector) o Kazushige Nojima (sigue siendo el guionista principal). Sin embargo, hay nuevos rostros y generaciones, así como grandes ausencias (la más evidente, la de Hironobu Sakaguchi) que también se notan.

Final Fantasy VII Remake: el bueno

Todos estos años de arduo trabajo (porque se nota que ha sido duro) han dado como resultado un primer juego en este proyecto al que han denominado «Remake» (abordaremos esto más adelante) que, visualmente hablando y a grandes rasgos, es muy bonito, sobre todo en lo referido al diseño de personajes, tarea que ha recaído sobre Roberto Ferrari a partir de los originales de Nomura.

Estos tres siguen siendo maravillosos. Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

Los personajes eran uno de los puntos fuertes de Final Fantasy VII, y es que todo el mundo que lo ha jugado (o a algún título de la Compilación) aún recuerda a Cloud, a Sefirot, a Aeris o a Tifa. El hecho de que sean nombres que han ido apareciendo recurrentemente en otros títulos de Square Enix habla por sí solo de su popularidad.

El Remake ha sabido recuperarlos de forma bastante fiel a lo que uno puede recordar, pero además han sabido añadirles más rasgos a su personalidad, así como evidentemente una gran expresividad y el soberbio trabajo de los actores de doblaje/seiyuu tanto en la versión japonesa como inglesa (no hemos probado las francesa y alemana).

No hablamos solo de los principales, ya que Cloud, Aeris y Tifa brillan por sí solos, sino de los secundarios: aquí los que más han pegado el salto de calidad han sido los miembros de Avalancha, con Jessie a la cabeza.

Vale, a la muchacha le han dado la personalidad de Aeris en el original, pero le han otorgado a su vez profundidad: la visita a la casa de sus padres y los pequeños vistazos a su pasado logran conmover al jugador y aportan una nueva luz al personaje.

Biggs y Wedge no se quedan muy atrás; aunque éste último no pueda entrar más en el tropo del «gordito tierno y gracioso» (¿algún día aprenderán los japoneses a retratar a personajes con sobrepeso?). Son guiños que se agradecen además el poder aprender un poco más sobre el pasado de Biggs si completamos alguna de las misiones secundarias con Aeris.

Avalancha en Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

El hecho de ampliar el peso de Avalancha ha conllevado que también lo hagan las consecuencias de sus actos, presentándose estos dilemas en el Remake, cuando en el original apenas tenían cabida. Veremos a la población general de Midgar sufrir por los atentados de Avalancha (que Shinra sabe aprovechar en su beneficio, lo que asimismo añade un matiz de crítica a la manipulación de los medios por parte de los grandes poderes y corporaciones).

Mención especial merece Barret, ya que ha pasado de ser un poco el «apestado del cuarteto principal», un cliché con patas (estilo Lego), a un personaje más profundo y complejo. Se ha añadido un capítulo enteramente nuevo dedicado a él y a Tifa haciendo equipo que es de agradecer, en parte por su contraste con la perspectiva más bien apagada y sosegada de Cloud (que es a quien controlamos mayoritariamente en el resto del juego).

Sin embargo, Red XIII y Sefirot se han resentido en esta primera parte; el primero por su escasa participación (hace acto de presencia solo al final) y el segundo quizás por algo similar, ya que en el original ni salía en todo Midgar y aquí sus aportaciones son por lo tanto todas nuevas (y pierde bastante su aura amenazante). El hecho de que en la encuesta de popularidad que ha salido recientemente en Famitsu Sefirot haya resultado por debajo de Jessie habla por sí solo.

Es probable que la opinión sobre estos dos personajes cambie con las posteriores entregas, ya que Red XIII tendrá más peso (y su historia en Cañón Cosmo es de las más conmovedoras) y Sefirot… bueno, es Sefirot. Claramente es una versión distinta al que hemos visto en el original y sus intenciones no están todavía del todo claras.

Nos hemos quedado sin espacio para hablar de los Turcos, pero queda solo agradecer por haber dejado atrás a sus versiones pseudo-cómicas de la Compilación y mostrarnos su cara más cruda, incluso en Reno. Como curiosidad solo queda añadir que por primera vez se han revelado sus edades, con Tseng y Rude teniendo 30 años (al igual que Rufus) y Reno, el más joven, 28.

Rude y Reno en Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

Final Fantasy VII Remake: el feo

Si bien Final Fantasy VII: Remake es un juego visualmente bonito, no ha pasado desapercibido para bastantes fans la ausencia de una actualización sobre algunos de los fondos, que muestran su falta de pulido.

En realidad, esto puede pasar desapercibido hasta cierto punto (o puedes decidir fácilmente que no te moleste). El problema viene cuando se suma a un Midgar conformado por pasillos, algunos de los cuales tendrás que recorrer más de una y dos veces; y ahí vuelven a aparecer esos fondos sin terminar y que, siendo sinceros, son feos.

El hecho de que Midgar no sea todo lo abierto que se podría imaginar (previamente al lanzamiento del juego Nomura ya advirtió de que la ciudad no sería del todo mundo abierto… pero es que básicamente no lo es nada) es otro de los aspectos «no bonitos» de este primer juego del Remake. La megalópolis nunca fue hermosa, pero tampoco es que haya aquí ningún escenario, con toda su tecnología punta, con el que te quedes embobado (se queda cerca la casa de Aeris). Sí, el Mercado Muro es muy pintoresco, dinámico y divertido, pero hasta ahí.

Abundancia de alcantarillas, interiores de edificios minimalistas,estaciones y callejuelas es lo que más encontramos. Es verdad que, en definitiva, eso son los suburbios, y por otro lado puede traernos a la mente el bullicio o vida de cierto tipo de ciudades del mundo real (yo, que he vivido varios años en Buenos Aires, casi lloro cuando pasaba por los alrededores de la casa de Aeris y escuché el tango de fondo en una comuna de ancianos). Pero bonito, lo que es bonito, no es.

Ese fondo hermoso. Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

Final Fantasy VII Remake: el malo

Llegamos a la peor parte, que podríamos decir no forma parte de algo intrínseco del juego, sino más bien de la estrategia de marketing adoptada por Square Enix, incluso actualmente, ya con el desarrollo de la segunda parte en marcha. Aquí pueden venir SPOILERS.

Final Fantasy VII: Remake no es un remake, y es comprensible que esto pueda sentar a cuerno quemado a algunos jugadores que, a medida que se van acercando al final, van arqueando las cejas en descreimiento. Hasta los últimos episodios el juego puede pasar perfectamente por una recreación, con nuevos añadidos, personajes y momentos del original (salvo algún guiño en forma de «visiones»); pero el final despeja todas las dudas: esta historia es nueva.

Se han roto las barreras de tiempo y espacio y personajes como Aeris o Sefirot claramente son más que sus contrapartes del original. En un recurso similar al que ya hizo J.J. Abrams con Star Trek (del que abusa Rick y Morty de forma paródica), los personajes ahora se están enfrentando al destino que ya tuvieran que soportar sus otras versiones.

Esto no es que sea malo en sí, pero cambia, al menos a priori, todo el significado del original, que era la vida. Aún es pronto para saber si ésta se verá modificada por el destino, el determinismo o vete a saber qué. Los personajes que ya tendrían que haber muerto en esta primera parte ni siquiera lo están para el epílogo, lo que puede darnos una idea de por dónde irán los tiros en un futuro. Evidentemente, si no gusta, los desarrolladores siempre podrán acogerse a la carta del «multiverso».

Esto no pasaba en la primera parte del juego… Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

Por lo tanto, más que remake nos encontraríamos ante un reboot o incluso secuela. Es por ello comprensible el sentimiento de haber sido estafado hacia el final.

El otro gran «malo» viene por la división en partes del original. Con este nuevo giro de los acontecimientos se entiende aún más por qué lo han hecho, pero esto es a costa de perder en sensación de aventura. Midgar por sí solo no es una aventura como evidentemente lo es la historia completa, sabe a poco. Las misiones secundarias sirven si acaso para profundizar en la historia y psique de los personajes (su punto fuerte), pero no para ganar en amplitud metanarrativa.

Probablemente con la llegada de las secuelas esto también se corrija, al menos en parte, ya que para el final hemos salido de Midgar y sabemos que nos espera un mundo rico en rincones, cuevas y ciudades de todo tipo. Claro que, viendo cómo han terminado Final Fantasy VII: Remake y su «es remake, pero no, que todavía no podemos explicarlo bien», me espero (casi) cualquier cosa.

Como comentario final, esto tampoco tiene que ver con el juego en sí, pero la resurrección de ciertos debates entre la comunidad de Final Fantasy VII me hace querer rasgarme las vestiduras. Estamos en pleno siglo XXI como para andar compitiendo entre personajes femeninos ficticios, que si cuál es la más guapa, la más simpática o la «mejor» para el protagonista (este tipo de discusiones no se da con la misma frecuencia ni intensidad entre personajes masculinos). Si además, total, probablemente con el «multiverso» van a dejar abierta la puerta a dejar contento a cualquier fanático.

Hasta estos dos tendrán su momento. Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

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Brand New Animal, ritmo trepidante para la última apuesta de Trigger

El estudio de animación Trigger nos ha tenido acostumbrados a títulos de anime de calidad generalmente alta, en algunos casos rozando la maestría, como con Tengen Toppa Gurren-Lagann, y en otros quedándose en un notable y algo significativo entretenimiento. Puede gustar más o menos su estilo atropellado y cargado de adrenalina, con ciertos clichés repetitivos, pero nunca ha ofrecido algo mediocre. Parece que esta tendencia no va a cambiar con su último trabajo: Brand New Animal (más conocido por sus siglas BNA).

El guión lo firma, en parte, Kazuki Nakashima, quien ya escribiera las historias de la citada Tengen Toppa Gurren-Lagann o Promare, lo que se percibe en varios conceptos de base: mundos distópicos donde la humanidad se ve enfrentada a bestias antropomorfas, el deseo del protagonista de ir más allá, el viaje del héroe y un elenco que rezuma energía a través tanto de la confrontación como de la cooperación.

En este caso, el mundo se asemeja mucho al nuestro, con la salvedad de que la humanidad ha convivido desde el principio de los tiempos con hombres-bestia, siempre con una gran desventaja para éstos últimos, quienes debido a la hostilidades se ven finalmente obligados a vivir apartados en una ciudad creada para tal fin: Animacity. Michiru Kagemori (voz en japonés de Sumire Morohoshi) es una joven humana que se ve convertida misteriosamente en una mujer-tanuki. Aterrada y escondiéndose de todos, huye a esta especie de refugio para animales antropomorfos con la esperanza de poder llevar una vida normal. Lamentablemente sus planes se ven rápidamente frustrados, conociendo en el proceso a un hombre-lobo que responde al nombre de Shirou Ogami (Yoshimasa Hosoya).

Brand New Animal (BNA). Trigger.

Entre ambos protagonistas pronto se desarrolla un vínculo que nos traerá a la mente aquéllos de las «buddy movies» (como Zootrópolis, con la que guarda a su vez más de un parecido, o Arma letal), donde policía/detective serio y veterano se ve arrastrado a varios problemas por el miembro más joven e impulsivo, quien a la postre lo sacará del aprieto. Esta química y la que cada uno de ellos (especialmente Michiru) va desenvolviendo con el resto de personajes, incluso los secundarios, es lo que dota a BNA de un enfoque extremadamente interesante y que nos hace empatizar rápidamente con ellos.

Los diseños de los personajes, tanto de los principales como de los secundarios, que corren a cargo de Yusuke Yoshigaki, añaden a ese carisma y a esa compenetración y química entre ellos. Tanto en su forma humana como animal, veremos rasgos comunes y distintivos. Especial mención, claro está, a Michiru y Shirou, si bien la alcaldesa nos tiene asimismo muy intrigados.

La ciudad en la que se desenvuelve la acción, Animacity, tiene a su vez parte de la culpa de que el espectador se vea arrastrado rápidamente al universo del nuevo título de Trigger. La megalópolis tiene sus propias normas, que la acercan más al mundo animal que al civilizado; así como rincones; agrupaciones; deportes; incluso religión. En solo seis capítulos BNA ya ha tocado todos estos palos.

Es posible que todo este enriquecimiento genere a su vez una sensación de sobrecarga en el espectador, como que se están narrando demasiadas cosas en un breve lapso de tiempo. El ritmo, trepidante, quizás lo es demasiado, si bien hay detalles en las interacciones entre los personajes que, de percibirse, nos hablan de su evolución. Lo que sí nos estamos preguntando es cuánto durará este título (ya que hasta la fecha no se ha confirmado, ni tampoco cuándo saldrá la próxima tanda de episodios), pues sentimos que hay muchísimas cosas por contar y que a día de hoy estimamos no serán suficientes doce capítulos (los que suele tener una temporada de anime) para ello. Eso sin tener en cuenta los habituales giros de guión a los que nos suele tener acostumbrados Trigger en los últimos actos.

La dirección de You Yoshinari (Little Witch Academia) tiene mucho que ver en este ritmo desenfrenado y sólido, que logra atrapar al espectador desde el primer episodio. Las escenas de acción son trepidantes y están animadas con una fluidez y dinamismo excelentes (solo con ver la primera confrontación entre Ogami y los bandidos te quedas ojiplático).

La banda sonora, compuesta por mabanua (Megalo Box, Sakamichi no Apollon), se compenetra a la perfección tanto con las dinámicas escenas de acción como con las más pausadas; especial mención a cierto tema que suena de forma recurrente (sobre todo cuando hay flashbacks de Michiru) y que trae consigo cierto sabor melancólico; así como el ending «Night Running» (de Shin Sakiura y AAAMYYY), el cual está integrado en la trama.

En definitiva, los seis primeros episodios de BNA (disponibles, por ahora, en Netflix Japón) nos han demostrado que Trigger ha sabido traernos otro producto fresco, interesante más allá de ciertos clichés, algo gamberro y con una ambientación y unos personajes la mar de interesantes; aderezado todo ello con un apartado audiovisual imponente y de buena calidad. Lo único que nos hace preocuparnos es cuánta será la duración final del producto y si estará a la altura de todas las tramas que ya han sido abiertas.

Brand New Animal (BNA). Trigger.

Ghibli y la importancia de los ancianos

La ancianidad ha sido la gran ignorada en la ciencia ficción y fantasía, salvo excepciones (caso de la figura del maestro o títulos como Up de Pixar). Vivimos una etapa en la que, además, están siendo las grandes víctimas (y, muchas veces, dejados a su suerte), como si fuesen el lastre de la sociedad. Nada más lejos de la realidad. Studio Ghibli ha ido mostrando a lo largo de la mayor parte de su filmografía la importancia de los ancianos en las vidas de los héroes (cuando no son ellos mismos los protagonistas). Repasamos los títulos donde han tenido papeles más relevantes.

Ponyo en el acantilado (崖の上のポニョ, Hayao Miyazaki)

Esta reinvención de La Sirenita por el gran Miyazaki nos sitúa en un pueblo costero de Japón, donde un niño llamado Sôsuke encuentra y acoge a una niña-pez a la que bautiza como Ponyo. La madre de Sôsuke, Lisa, trabaja como cuidadora en una residencia de ancianos, siendo éstos testigos de varios de los acontecimientos de la película (especialmente durante el tercer acto). La forma en la que el director nipón retrata a los abuelos y su interacción con los personajes más jóvenes es de una naturalidad y gracia que rara vez se ven en el cine. El geriátrico está lejos de ser un lugar triste y sombrío y la energía de sus residentes se alejan de determinados estereotipos.

Nicky, aprendiz de bruja (魔女の宅急便, Hayao Miyazaki)

Otra de Miyazaki y quizás uno de sus títulos más pasados por alto  es este relato sobre la búsqueda de la independencia y nuestro lugar en el mundo laboral, visto desde la perspectiva de una adolescente que tiene la particularidad de ser una bruja. Nicky se muda del hogar familiar, como viene siendo costumbre entre los suyos, para buscar trabajo en la gran ciudad. Allí, entre otros, conoce a una señora (conocida solo como «Oku-sama» en la versión japonesa) que la ayudará a reencontrarse y que le pedirá un encargo para el cumpleaños de su nieta.

Miyazaki muestra aquí el papel de apoyo de los abuelos sin que esperen nada a cambio, ya que la nieta solo muestra rechazo y desapego ante el regalo. También cómo algunos, en los avatares de la juventud, tienden a pensar en los ancianos como un incordio; mientras que la propia Nicky se ve alejada de los suyos.

Nicky, aprendiz de bruja. Studio Ghibli

Susurros del corazón (耳をすませば, Yoshifumi Kondô)

Dirigida por alguien que no es Hayao Miyazaki (aunque el guión sí está firmado por él), esta obra nos narra la búsqueda de inspiración por parte de una adolescente apasionada de los libros, Shizuku Tsukishima, en el Japón de 1994. Un día, siguiendo a un rechoncho y misterioso gato, la joven encuentra una tienda de antigüedades que pertenece a un anciano, Shirô Nishi, a su vez abuelo de un compañero de curso.

El papel que el anciano jugará en la búsqueda de Shizuku para encontrarse a sí misma será fundamental, así como sirve de apoyo para su nieto en la familia. Estamos de nuevo ante la representación de un abuelo jovial, amable, culto y que será amigo de la protagonista. Especial mención a su aportación (con sus colegas músicos) a la interpretación de «Country Road».

El viaje de Chihiro (千と千尋の神隠し, Hayao Miyazaki)

La que es considerada obra magna de Miyazaki es esta especie de Alicia en el País de las Maravillas con muchos elementos del folclore nipón. La protagonista, Chihiro, va a parar a un misterioso negocio de baños para deidades regentado por una bruja, Yubaba. Ésta tiene aspecto de anciana, no por ello sin dejar de ser autoritaria, vital y poderosa. Además, Yubaba cuenta con una hermana gemela, de características similares, que responde al nombre de Zeniba.

Si bien no son propiamente abuelas de nadie, Yubaba y Zeniba representan a la bruja de aspecto anciano y que no por ello es necesariamente maligna (ya que los cuentos nos tienen más que habituados a que bruja y vieja equivale a villana).

El castillo ambulante (ハウルの動く城, Hayao Miyazaki)

Como mencionábamos al inicio, la representación de la ancianidad en la ficción por lo general ha sido ausente o ha dejado bastante que desear, algo que se ve incrementado en los casos de papeles protagonistas. Son contadas con los dedos de la mano las películas con un anciano en el papel principal. En el caso de Ghibli, ese título sería El castillo ambulante.

Adaptación (muy libre) de la novela escrita por Diana Wynne Jones, la historia cuenta cómo una joven sombrerera llamada Sophie se ve maldita por una bruja, por lo que su aspecto cambia repentinamente al de una anciana. Sophie irá a la búsqueda del mago Howl con la idea de revertir la maldición, a la vez que aprende a aceptarse a sí misma.

Si bien Sophie no es propiamente dicho una anciana, se pasa casi toda la película como tal, por lo que sus actos y las interacciones con el resto de personajes son desde la perspectiva de alguien de la tercera edad. 

Una de cal y otra de arena con la representación femenina en Fire Emblem: Three Houses

Fire Emblem: Three Houses tiene una más que correcta representación femenina entre su numerosa plantilla de personajes, eso es un hecho. Desde Edelgard hasta Rhea, pasando por Catherine, Shamir, Ingrid, Hilda o Bernadetta, por poner solo unos ejemplos. Algunos incluso representan bastante positivamente al colectivo LGBTI (sobre todo la parte femenina, que no puede decirse lo mismo de la masculina hasta la llegada de Yuri; pero eso da para otro artículo). Sin embargo, esta representación no está exenta de claroscuros. Avisamos de que habrá SPOILERS.

Edelgard, buen personaje y líder más dependiente

Edelgard es uno de los personajes más polémicos de Fire Emblem: Three Houses (quizás el que más). Sus decisiones, actos y la deriva que toman los acontecimientos por su culpa (directa o indirectamente) la tornan inmediatamente en alguien interesante y complejo. Representa además a una líder fuerte y decidida… al menos aparentemente.

En realidad, si escoges la ruta Flor Carmesí, se descubre que Edelgard cuenta con numerosas inseguridades, todas ellas reveladas a Byleth/el jugador. Esto hace que Edelgard sea más humana, pero a la vez la jefa de casa más dependiente emocionalmente.

Sí, es verdad que Dimitri también cae en un momento de crisis importante y que Claude cuenta algunos (matiz importante) de sus planes al profesor (o profesora), pero donde el primero te mandaba al carajo y se terminaba recuperando «solo» con ayuda, eso sí, de personajes como Rodrigue, Gilbert o Byleth; Edelgard siempre va a necesitar al jugador. Si no, cae en desgracia o muere. Es importante matizar que Dimitri (aparentemente) no entra en crisis en la ruta de Flor Carmesí, pero Edelgard sí está como perdida en todas las rutas donde no se la une Byleth. Incluso en Viento Glauco, donde apenas hay relación directa con Edelgard, ésta tiene que soltar antes de morir que solo quería estar contigo (el jugador).

Edelgard en Fire Emblem: Three Houses. Intelligent Systems y Nintendo.

Muchos interpretan esto como un romance (y es perfectamente válido); pero yo lo encontraba especialmente incómodo. Razoné que era porque Edelgard es la única líder de casa que es mujer y es la que han hecho (como mujer que es, faltaría más) más emocional y dependiente del jugador. Quizás tenga que ver también con la «cultura waifu«, donde el jugador evidentemente va a percibir (porque es MUY obvio) que esta mujer tan fuerte, cool y poderosa, su «waifu«, va a estar a sus pies.

Quizás por el mismo motivo, Edelgard es la única líder de casa (hasta la llegada de Yuri, otra vez) que puede terminar románticamente junto a Byleth tanto en hombre como en mujer. Dimitri y Claude, si Byleth es hombre, simplemente no es posible, a pesar de que los diálogos y situaciones son prácticamente los mismos en ambos casos.

No solo con el protagonista/jugador, Edelgard es asimismo la líder más vinculada (y dependiente) emocionalmente a su criado. Allí donde Dimitri y Dedue muestran a su vez un estrecho vínculo emocional (que se sumerge en el Síndrome de Estocolmo en el caso del duscuriano), ni Dedue lo sabe todo de su señor, ni está presente durante buena parte de la crisis de éste. En las rutas que no son la de los Leones Azules, Dedue puede llegar incluso a sobrevivir sin Dimitri (caso de narrativas de la iglesia y de los Ciervos Dorados). También duermen en cuartos separados por plantas, ya que pertenecen a distintas clases sociales.

Y esto es ya nada más empezar. Edelgard y Byleth en Fire Emblem: Three Houses. Intelligent Systems y Nintendo.

De Claude no hace falta añadir mucho, pues ni tan siquiera tiene criado. Lo más parecido (en papel respecto a su personaje) sería Hilda, pero la relación entre ellos está construida en tiempos más recientes y es la más equitativa. Tampoco sus aposentos están juntos.

En el caso de Edelgard y Hubert, ambos se conocen desde muy niños, las han pasado putas, Hubert sabe todo de Edelgard (a la inversa no, algo que lamenta la muchacha en sus conversaciones), forma parte activa de todos sus planes (hasta el punto de que ocasionalmente no sabes de quién parten realmente algunas cuestiones), está MUY presente (bastante más que Dedue) en toda la ruta Flor Carmesí y sus cuartos están juntos (se podrían haber separado bajo la excusa de que están divididos por sexos). Sí, somos conscientes de que la idea es mostrar que están muy unidos y que maquinan contra el mundo, pero el que nuevamente sea la única líder mujer la que se muestre más necesariamente asociada a su criado (varón) está ahí.

A pesar de todo esto, Edelgard es muy buen personaje. Una mujer con carácter fuerte y firme (a pesar de las citadas inseguridades ante el jugador) que se las ha tenido que valer casi siempre ella sola para poder cambiar un mundo que le ha sido cruel e injusto prácticamente desde su nacimiento. Y lo que puede llegar a lograr en Fódlan es muy significativo, así como su papel en todas las narrativas del juego (aquí sí, más relevante que sus contrapartes masculinos).

Conviene tener finalmente en cuenta que la ruta Flor Carmesí parece la más incompleta de todas, con 18 capítulos (en lugar de los 21 ó 22 que duran el resto) y arcos que se quedan totalmente abiertos (¿la rebelión de los Vestra? ¿Qué pasa con Arundel? Y no me sirven dos líneas del epílogo). Por eso, es fácilmente comprensible que los arcos de Dimitri o Claude resulten más satisfactorios.

A la búsqueda de un marido

Hay dos personajes en Fire Emblem: Three Houses cuyas historias se centran básicamente en la búsqueda de un buen esposo, y por supuesto ambas son mujeres. Hablamos de Dorothea y Manuela.

En realidad, las dos son muy parecidas en todo, pero pertenecen a generaciones distintas (algo de lo que el guión es consciente). Antiguas divas de la ópera, nacieron en la plebe y tuvieron infancias complicadas hasta que alguien las sacó del mundo de la pobreza por su voz y/o belleza. Como ninguna está ya en la cresta de la ola y «se les está pasando el arroz», deciden alistarse en Garreg Mach con la idea de encontrar un buen partido entre los herederos de la nobleza para que las mantengan el resto de sus vidas. Una como maestra y la otra como alumna.

El problema queda patente cuando son solo personajes femeninos los que muestran esta inquietud u objetivo frente a ninguno masculino. Incluso tenemos a Sylvain, que se permite el lujo de hacer todo lo contrario (desbaratar los planes de las «buscafortunas»). O Yuri, que nació a su vez pobre y pasó una infancia de penurias, nunca expresa (probablemente ni piensa) la necesidad de encontrar una buena esposa que lo mantenga, así se pelee y aleje de su padre adoptivo, el conde de Rowe. Es más, a Yuri le sobra y le basta con su «carisma» para hacerse un hueco entre la nobleza, no como Manuela o Dorothea, a pesar de su evidente popularidad.

Por otro lado, es cierto que estas premisas pueden servir para exponer que, frente a los hombres, las mujeres nunca lo han tenido fácil, sufriendo un escrutinio más concienzudo y exigente por parte de la sociedad. Lamentablemente, en el caso de Manuela, esto es aún más cierto si se considera cómo en el juego muchos critican y juzgan su actitud frente a la bebida y las juergas; pero no se plantea lo mismo con otros personajes como Balthius.

El 90% de lamentaciones de Manuela son sobre por qué no logra encontrar a un buen tipo (y si el fallo está en ella). Fire Emblem: Three Houses. Intelligent Systems y Nintendo.

Bernadetta o el historial de abuso (por ser mujer)

Queremos hacer un hincapié en Bernadetta, pues nos resulta uno de los personajes más fascinantes de Fire Emblem: Three Houses (que tiene una plantilla nada desdeñable). Aquí Intelligent Systems también nos ha dado una de cal y otra de arena.

En una historia donde el 98% de los personajes ha sufrido alguna forma de abuso, Bernadetta es el epítome de todos ellos, algo que se refleja constantemente en su personalidad: agorafobia, ansiedad generalizada y miedo terrible a socializar. Esto, que inicialmente (desgraciadamente) es presentado en el juego con la intención de echarte unas risas o pensar qué demonios le pasa «a la friki esta», se rebela como consecuencia de una vida de abusos por parte de sus padres, especialmente del progenitor.

Éste siempre habría exigido una conducta más que impecable a Bernadetta, ya que como única heredera (y con emblema) debía resultar en una mujer bien casadera y repleta de virtudes. La buena esposa. No es de extrañar, pues, que Bernadetta sea excelente (y disfrute) de tareas como la costura, la pintura o que le gusten las cosas monas. Todos estos eran atributos propios de las (buenas) mujeres nobles de antaño.

El problema mayor viene cuando Bernadetta disfruta haciéndolo sola, pues, con tal de no tener que sufrir las presiones y críticas constantes del padre, se encerraba en su cuarto. La idea era (es) desaparecer. Evidentemente, los abusos vienen principalmente por su condición de mujer, pues (generalmente) a los hombres no se los presionaba tanto para ser buenos maridos, sino más bien excelentes guerreros o gobernantes (ahí tenemos los casos de Sylvain o Caspar). La cosa llega a tal nivel que la madre de Bernadetta ordena que la secuestren y que la lleven (sin su consentimiento) a Garreg Mach.

Atarla todo el día a una silla para que se estuviera callada y quieta, una de las estrategias del padre de Bernadetta para convertirla en la buena (sumisa) esposa. Fire Emblem: Three Houses. Intelligent Systems y Nintendo.

Como Bernadetta debe ser una buena pieza casadera en el tablero de alianzas de Fódlan, su padre no le permite tener amigos plebeyos. Es lo que ocurre en el caso de Yuri, a quien conoce cuando son niños y, siendo una de las pocas personas que es amable con ella, congenian enseguida. Un día, Yuri desaparece repentinamente y se entera de que su padre le ha mandado dar tal paliza que lo han dado por muerto. Bernadetta asume que es por su condición humilde y eso la hace recluirse aún más.

Más adelante ella y el jugador descubren por boca de Yuri que éste en realidad fue contratado para asesinarla por otra familia noble rival, pero llegado el momento no pudo hacerlo por haberse encariñado genuinamente de ella. En ese instante lo descubrió el padre y el resto ya es conocido. Por un momento, parece que el guión pretende justificar los abusos del progenitor en base a que defendió a su hija frente a un asesino y traidor (¡qué nivel!); pero lo cierto es que dicha escena no gira en torno a los actos del padre de Bernadetta, y Yuri ya aclara anteriormente que de culpar a alguien lo haría a Lord Varley y no a su compañera.

Bernadetta llega a superar parte de su agorafobia (especialmente en la ruta Flor Carmesí), pero nunca totalmente, lo que por un lado lo hace creíble (la ansiedad no se cura ni se elimina de un plumazo), pero a su vez triste. Máxime si tenemos en cuenta que, de todos los posibles finales que le han dado a Bernadetta, en la minoría llega a gobernar (es la heredera, al fin y al cabo) o a tener un papel realmente activo. Concretamente, esto pasa únicamente en las conclusiones que comparte con Raphael, Yuri o Edelgard (hasta cierto punto éste último, pues parece más por obligación que otra cosa). En el resto, Bernadetta o bien continúa aislándose, o se resigna y renuncia a su herencia, o sigue fielmente a su «amado».

Lo cierto es que la entrada nos ha quedado demasiado larga. Podríamos seguir hablando sobre cómo hay varias conversaciones entre personajes femeninos donde se habla «de cosas de mujeres», como el intento de volver más femenina a Ingrid (quien nunca se ha fijado en cuestiones como el maquillaje o la coquetería). O de cómo los finales del jugador con personajes femeninos son, en su mayoría, más apacibles (y ellas sumisas) que con los masculinos (algunos incluso pareciera que pasaran de ti, muy duros ellos), simplemente por seguir cumpliendo con determinados roles de género. Quizás para otra ocasión.

Hubert se pregunta cómo es posible que Bernadetta se haya desmayado estando de pie (mejor no saberlo…). Fire Emblem: Three Houses. Intelligent Systems y Nintendo.

Hitomi Odashima (My Hero Academia): «Cada vez hay más mujeres trabajando en la animación»

La última edición de Japan Weekend Madrid se celebró el pasado mes de febrero, contando con invitados de la talla del director de Mushishi, Hiroshi Nagahama; o de la directora de animación y diseñadora de personajes de My Hero Academia (Boku no Hero Academia, 僕のヒーローアカデミア), Hitomi Odashima, a quien tuvimos el honor de entrevistar y quien además respondió a varias preguntas de los asistentes mientras realizaba en directo una ilustración exclusiva protagonizada por Bakugo y All Might.

Odashima es uno de los ejemplos de mujeres que trabajan en el mundo de la animación japonesa, donde ocupa asimismo un puesto de responsabilidad. Por suerte, no es la única.

«Hoy en día hay más mujeres en el mundo del anime», nos ha asegurado. «Por ejemplo en el caso de My Hero Academia hay actualmente más mujeres que hombres trabajando».

Odashima estudió diseño y empezó trabajando como diseñadora de muebles y objetos. Empezó a trabajar en el mundo de la animación como diseñadora de personajes y de vestuario, por ejemplo en Digimon Adventure Tri. o en Ao no Exorcist.

«En My Hero Academia es la primera vez que trabajo de forma más general y con más responsabilidades, por lo que experiencias anteriores me han ayudado mucho», ha comentado.

Trabajar en My Hero Academia le ha aportado además muchas experiencias, como venir a otros países, siendo esta la primera vez que visita España.

Hitomi Odashima sosteniendo la ilustración realiada para Japan Weekend Madrid 2020 de My Hero Academia

Precariedad en el mundo del anime

Últimamente son más las voces que se alzan contra las condiciones laborales en el mundo de la animación japonesa, donde salarios bajos y el exceso de horas extra parecen estar a la orden del día.

«Es cierta la precariedad laboral en el anime, ya que la gente que empieza a trabajar tiene que dejarlo por no ganar suficiente dinero para vivir», ha contado Odashima, quien ha añadido que le «apena porque no pueden dedicarse a lo que les gusta y son jóvenes promesas». El gobierno va cambiando las condiciones de trabajo, por lo que esperan que la situación mejore, aunque es complicado y no esperan que sea a corto plazo.

A pesar de estas condiciones, la calidad en la animación en un anime (de larga duración) como My Hero Academia es notoria, lo que Odashima achaca a la pasión que todos ponen en el proyecto, «por eso lo sacan adelante». «Mantener la comunicación dentro del equipo» es asimismo esencial.

El proceso para animar cada episodio es de hecho realmente complicado, pero está a su vez perfectamente estructurado. Tal como nos ha contado, hay un plan estudiado (realizado por el productor) por cada capítulo dividido en secuencias, por lo que cada equipo de animación se encarga de un corte o secuencia. Hay varios cortes para una o dos personas,; luego se pasa a otro equipo para ponerlo en movimiento. Primero hacen el dibujo estático el equipo de arte conceptual y luego lo pasan a movimiento en el equipo de animación.

Diseño de Katsuki Bakugo realizado para el anime de My Hero Academia (Boku no Hero Academia). Estudio Bones.

Tras esto, envían el trabajo realizado al director de animación, quien le da el visto bueno o indica qué han de modificar o corregir. Después viene la edición y finalmente la publicación. Normalmente hay dos equipos (unas 300 personas) trabajando simultáneamente en cada episodio, que se complementan para sacarlo adelante en un período de tres meses (que puede verse prolongado a seis).

Normalmente cada episodio es terminado solo unas horas antes de la emisión. «Es realmente estresante», ha indicado Odashima. A veces se tiene que volver a dibujar todo a tal como lo quiere el director. Muchas veces no llegan a tiempo.

Bakugo es su personaje favorito de My Hero Academia

Odashima, cuyas inspiraciones provienen sobre todo de títulos como Fullmetal Alchemist o Naruto, se alegró mucho al empezar a trabajar en la adaptación a anime de My Hero Academia, ya que «el manga original es muy interesante».

Dentro del variado y enorme plantel de personajes que desfilan por la obra de Kôhei Horikoshi, Odashima se queda con Bakugo y con Mineta «porque es muy fácil de dibujar».

El momento que más les costó animar fue la pelea de Deku contra Overhaul. «En el estudio costó mucho animar esa lucha debido a que fue muy complicado dibujar todos los músculos del villano», ha añadido.

Por el contrario, el sexto ending, protagonizado por Erin y dirigido por ella misma, le supuso una experiencia de lo más gratificante.

Para el futuro, nos ha asegurado que le gustaría trabajar dirigiendo otro ending, un cortometraje, un videoclip o un anuncio.

Imagen del sexto ending de My Hero Academia (Boku no Hero Academia), dirigido por Hitomi Odashima. Estudio Bones.

El amor está en el agua, un refrescante romance con forma de trabajo menor de Yuasa

Masaaki Yuasa se ha hecho un hueco en el mundo de la animación japonesa (y lo que le queda) con títulos tan interesantes como The Night Is Long, Walk On Girl, Mind Game o Devilman: Crybaby. Ninguna de ellas baja del notable. Selecta Visión ha traído a las carteleras españolas su último trabajo, El amor está en el agua (Kimi to, Nami ni Noretara きみと、波にのれたら), una apuesta la mar de oportuna para la fecha de su estreno el 14 de febrero.

Hinako Mukaimizu (voz en japonés de Rina Kawaei) es una joven recién llegada a una ciudad costera que aspira a estar cerca del mar, al cual adora desde que era niña debido en buena parte a su pasión por el surf. Allí conoce a Minato Hinageshi (Ryôta Katayose), un bombero muy simpático y agradable que sabe hacer un poco de todo. Ambos enseguida conectan y se enamoran, dando inicio a una relación que se verá truncada debido a un trágico acontecimiento.

El amor está en el agua aprovecha la química desarrollada por el par de protagonistas para dar así rienda suelta al drama, a la melancolía y a la exploración de la pérdida y su consecuente superación.

El amor está en el agua. Science SARU.

A Yuasa se le debe de dar bien la narrativa de romances, algo que ya había demostrado con The Night Is Long, Walk On Girl y en menor medida con Devilman: Crybaby  (por volver a los mismos ejemplos) porque, a pesar de lo fácil que es caer en terrenos almibarados en este tipo de historias, logra salvar el tipo y nos ofrece un vínculo Minato-Hinako sólido y enternecedor, aún con sus escasos minutos en pantalla.

Gracias a que la relación entre los dos protagonistas se asienta bien, la parte más dramática llega sola. Esta es probablemente la sección más interesante de la cinta y la que más posibilidades ofrece. Lamentablemente, no están bien aprovechadas y el último acto es el que más cae en clichés y situaciones anodinas. Eso sí, el final es quizás de los más emotivos que hemos tenido oportunidad de ver en los últimos años.

El amor está en el agua. Science SARU.

El apartado técnico, a cargo del estudio de Yuasa, Science SARU, cumple como en todos los trabajos del director. Animación simple, pero efectiva y dinámica, con colores llamativos que se acoplan estupendamente al tipo de historia que nos quiere contar. No nos encontramos ante un estilo tan bonito como el de Ghibli ni tan grandilocuente como el de las cintas de Satoshi Kon, ni falta que le hace. Es el estilo Yuasa.

La banda sonora, compuesta por Michiru Oshima, viene con trampa. Se puede decir que hay un tema especialmente importante a lo largo de la trama y que suena en más de una ocasión. Si te gusta, bien; pero como no sea el caso puede llegar a resultar irritante y distrae de ciertos aspectos de la trama.

En definitiva, El amor está en el agua es otro notable trabajo de Yuasa, pero está algo lejos de ser el mejor. Apoyándose en la química de sus dos protagonistas y en el bonito (y desaprovechado) guión de Reiko Yoshida, la película pasa como una ola, con su momento álgido y luego cayendo en un último acto poco inspirado y más propio de un shôjo promedio o de una película de sobremesa.

Posibles influencias históricas y literarias en los protagonistas de Fire Emblem: Three Houses

Fire Emblem: Three Houses es la última entrega para Nintendo Switch de la franquicia creada por Intelligent Systems y Koei Tecmo donde, en la piel del profesor/a Byleth, eliges dirigir a una de las casas que conforman el monasterio de Garreg Mach, cada una de ellas representada por uno de los máximos futuros dirigentes de Fódlan: Edelgard (Águilas Negras), Dimitri (Leones Azules) o Claude (Ciervos Dorados).

Ya hemos mencionado en nuestra reseña del juego que supone una fusión entre Harry Potter, Juego de Tronos y lo mejor de un JRPG de estrategia. Pero hay además bastante de historia medieval y moderna (europea, claramente). No fiel a la realidad ni mucho menos, no es un Assassin´s Creed; sino en base a posibles influencias para los personajes principales y sus rutas. Avisamos de SPOILERS de Fire Emblem: Three Houses.

Fire Emblem: Three Houses. Intelligent Systems y Koei Tecmo.

Dimitri, Hamlet y los reyes daneses

Quizás la obra más popular (sin duda, una de las más famosas) de William Shakespeare es Hamlet, príncipe de Dinamarca. Con múltiples representaciones desde su publicación (se cree que entre 1599 y 1601) y adaptaciones (El rey león entre ellas), narra la historia de un príncipe destronado por su propio tío, quien antes había asesinado al legítimo rey y padre del protagonista, para así quedarse con la corona y la monarca regente. Hamlet empieza a recibir sueños de su progenitor donde le revela que fue asesinado por su hermano Claudio y que debe vengarlo. Consternado, el príncipe aparentemente empieza a enloquecer y empieza a idear la forma de su vendetta.

Es fácil ver a priori las semejanzas entre Hamlet y Dimitri: durante la tragedia de Duscur asesinan a su padre, el rey Lambert, y a toda su familia y amigos. Hasta que cumpla la mayoría de edad, el trono lo ocupa su tío; y Arundel, quien claramente muestra características de villano en rutas de Edelgard y Dimitri, recibe el título de «tío» por parte de ambos. Nunca olvida este acontecimiento, el cual lo atormenta, entre otras formas mediante las visiones del fantasma de su progenitor, quien le sugiere venganza. Finalmente, acude a reclamar su trono. Por suerte, la ruta de los Leones Azules no acaba tan dramáticamente como la obra de Shakespeare, pero los caminos de Dimitri y Hamlet van muy parejos.

Farghus, o lo que conocemos de éste, posee además rasgos en común con países del norte de Europa (Hamlet se sitúa en Dinamarca), como el clima helador o el que sus habitantes sean representados de manera más «burda», y a la vez caballeresca, que sus compañeros de otras casas (no hay más que ver el diseño de Dimitri tras el salto temporal de cinco años). Son como el ideal del vikingo. Curiosamente, nombres de procedencia rusa, como Dimitri, se entremezclan aquí con otros de origen francés (Rodrigue) e incluso español (Felix, Sylvain Jose).

Dimitri en uno de sus momentos chungos. Fire Emblem: Three Houses. Intelligent Systems y Koei Tecmo.

Edelgard, Hildegard von Bingen y la reina Isabel

El nombre completo de la representante de las Águilas Negras, Edelgard von Hresvelg, es extremadamente similar al de Hildegard von Bingen, figura femenina relevante dentro de la cultura del siglo XII y reclamada posteriormente como una de las primeras figuras representativas del feminismo (dentro de los cánones de su época, claro está).

Hildegard von Bingen en realidad fue una religiosa, intelectual, científica, naturalista, filósofa, médica y escritora mística que decía recibir visiones desde muy temprana edad. Estas visiones levantaron mucha curiosidad ya durante los años en los que vivió y se ha escrito bastante sobre ellas, sin tener clara su naturaleza (hoy en día parecerían migrañas, según se ha teorizado).

Sea como fuere, Hildegard fue una figura importante en su época, llegando a ocupar el cargo de abadesa y líder monacal durante muchos años y siendo aclamada por hombres y mujeres no solo por las citadas visiones, sino por su intelecto, alto nivel cultural y amplios conocimientos.

Viendo el historial y personalidad de Hildegard (quien por cierto llegó a vivir 81 años, cifra nada desdeñable en la Edad Media europea), más que a Edelgard (Hildegard además nació y vivió en la época del Sacro Imperio Romano Germánico, representado por un águila negra bicéfala), nos trae a la mente al personaje de Rhea, por temas como la espiritualidad, su liderazgo religioso y su relevancia en la sociedad.

Rhea en Fire Emblem: Three Houses. Intelligent Systems y Koei Tecmo.

Más allá del nombre, la figura histórica que más nos recuerda a Edelgard es la reina Isabel I de Inglaterra. No hace falta decir que fue una de las figuras más importantes a nivel mundial en el siglo XVI y, a día de hoy, una de las monarcas más estudiadas y queridas en el Reino Unido.

Hija de Enrique VIII y Ana Bolena, al caer su madre en desgracia fue encerrada y apartada del poder por su padre y posteriormente por su hermana. Antes que ella, los herederos al trono eran sus hermanos Eduardo y María. El caso es que ambos reinaron y murieron antes que ella, así que llegó su turno.

Isabel llevó a cabo varias reformas y retomó (y asentó) la senda del protestantismo tras el sangriento y católico reinado de su hermana mayor, de manera similar a como Edelgard se enfrenta (y renuncia) a la iglesia de Seiros, la cual considera cruel, mentirosa y corrupta. Al igual que la monarca inglesa, de personalidad fuerte e independiente (nunca se casó, aunque no le faltaron pretendientes), ambas tuvieron infancias difíciles, encerradas y apartadas de sus familias. Edelgard también accede al trono tras el fallecimiento de sus hermanos.

Hay una figura muy presente a lo largo de la vidad de Isabel I de Inglaterra que nos recuerda a alguien importante en la de Edelgard: hablamos, respectivamente, de Robert Dudley y Hubert.

Dudley e Isabel se conocieron siendo unos niños (llevándose un año de diferencia), ya que a él también lo encerraron al cosiderarlo junto a su familia parte de un levantamiento contra el monarca (de hecho, sus parientes fueron ejecutados). Tras haber crecido juntos, una vez Isabel accede al trono enseguida coloca a Dudley muy cerca de ella, nombrándolo maestro de caballerizas. A decir de las comidillas de la época, eran prácticamente inseparables y surgieron todo tipo de rumores, ninguno de ellos confirmados hasta la actualidad. 

De Dudley también se escribieron ríos de tinta y se llegó a decir de él que era un asesino, un extorsionador y un delincuente… muy al estilo Hubert. No se sabe hasta qué punto esto era real (su primera mujer apareció misteriosamente con el cuello roto en lo que se consideró un suicidio) o mera leyenda negra, pero el caso es que Robert se ganó numerosos enemigos por su posición de poder en la Corte y su cercanía extrema a la reina, a cuyo lado permaneció (broncas aparte) durante casi cuarenta años.

Es fácil ver asimismo aquí las similitudes: Hubert y Edelgard se conocen desde muy temprana edad y en situaciones adversas para ambos. Confiando plenamente el uno en el otro, al crecer ella ocupa el trono y coloca a su amigo cerca en todo momento. Hubert, por su parte, es un ser extraño y siniestro de quien se pueden rumorear fácilmente varias cosas; incluyendo la naturaleza de su relación con Edelgard, puesto que, básicamente, no paran de conspirar y hasta sus dormitorios están juntos en Garreg Mach, lo que se traslada a su final en común.

Hubert y Edelgard, conspirando para variar. Fire Emblem: Three Houses. Intelligent Systems y Koei Tecmo.

Esos romances que nos marcaron para siempre (San Valentín 2020 Edition)

San Valentín está llegando a su fin (más o menos) y, como viene siendo habitual cada año, dedicamos una entrada a esos romances del mundo de la fantasía y ciencia ficción que más nos han llegado a la patata. Sin embargo, esta vez quisimos reunir a los favoritos de los seguidores en Twitter, por lo que aquí van los romances más citados o que mayor atención han recibido.

Tidus y Yuna (Final Fantasy X y Final Fantasy X-2)

Tidus y Yuna (cuyos nombres significan sol y noche en okinawense, respectivamente) han sido, desde prácticamente la salida de Final Fantasy X, una de las parejas favoritas (por no decir LA pareja en casi todas las encuestas de este tipo) de los seguidores de la franquicia.

Tidus es un reconocido jugador de blitzball (el deporte favorito del pueblo de Spira) que un día se ve trasladado a otra época, donde pervive la amenaza constante de un ente destructor conocido como Sihn. Allí conoce a Yuna, una invocadora encargada de peregrinar para destruir a Sihn (al menos durante un tiempo).

Ilustración oficial de Tidus y Yuna por Tetsuya Nomura.

El encuentro entre ambos, en principio algo distante por la timidez de Yuna y el misterio que envuelve tanto a ella como a Tidus, se va tornando más cálido y cercano a medida que van ocurriendo determinados acontecimientos y se van acercando. Suyas son escenas consideradas memorables como la del baile sobre el agua, el beso en el lago o ese final que arranca las lágrimas a más de uno.

Su historia continuaría en Final Fantasy X-2 (la primera secuela propiamente dicho de la saga) y, si se quiere tener en cuenta, un relato escrito por el mismo guionista de los juegos, Kazushige Nojima, que sería un bosquejo de lo que vendría a ser Final Fantasy X-3.

En este periplo, el romance entre Tidus y Yuna pasa por todo tipo de situaciones y llega a conmovernos, emocionarnos y hacernos reír en más de una ocasión.

Cloud y Aeris / Zack y Aeris (Final Fantasy VII y Compilación de Final Fantasy VII)

Cloud y Aeris ha sido otra de las parejas más citadas y, al igual que sucediera con Tidus y Yuna, suponen una de las historias de amor trágicas de Final Fantasy (en este caso de la séptima entrega). Como ya hemos hablado de ellos anteriormente, vamos a aportar un nuevo matiz sobre lo que puede traernos el Remake, al menos por lo visto en avances.

Parece que en esta ocasión, principalmente porque van a desarrollar más la historia y a añadir elementos aquí y allá, el papel de Aeris va a ser más prominente dentro del lore. Última supervivientes de los Cetra o Ancianos, Aeris tiene una vinculación especial con el planeta, Jenova, Sefirot y Shinra. No sería de extrañar (y parece que así sucederá) que su historia con Cloud (un mercenario que se une al grupo eco-terrorista Avalancha) sea más destacada en las primeras entregas, especialmente de cara a determinante escena.

Cloud y Aeris en Final Fantasy VII: Remake. Square Enix.

Otra pareja que involucra a Aeris y que ha sido mencionada más de una vez es la que forma con Zack, la cual cuenta asimismo con gran cantidad de seguidores.

Zack es un joven que aspira a convertirse en héroe dentro de las filas de Soldado en Shinra, mientras que Aeris es cuando se conocen todavía una joven que se refugia (de Shinra, básicamente) en los suburbios de Midgar. Se encuentran accidentalmente y enseguida congenian, formándose una relación que la muchacha describirá como la de su primer amor o novio.

Evidentemente, como casi todas las parejas populares de Final Fantasy, su historia termina en tragedia, lo que habrá llevado al llanto a multitud de jugadores con el final de Crisis Core (el título donde se desarrolla su romance). Lo cierto es que tienen elementos de lo más conmovedores y emanan muy buena química como extrovertidos y fuertes emocionales que son. Previsiblemente, al igual que comentábamos con Cloud, la presencia de Zack (y con ella su historia con Aeris) será ampliada en el Remake.

Estas tres parejas han sido las más citadas o que han despertado mayor reacción y, casualmente, todas ellas se las debemos en buena medida a los nombres de Tetsuya Nomura, Kazushige Nojima y Motomu Toriyama. Aplausos para ellos.

Ipsen y Colin (Final Fantasy IX)

La pareja principal de Final Fantasy IX la conforman Yitán y Garnet (o Daga), pero hay un momento en especial que estos dos protagonizan donde él le cuenta una historia a ella. Los protagonistas de este relato son Ipsen y Colin y, al igual que su periplo, son tan efímeros como memorables. Sencilla y contundente, Yitán la usa a modo equiparable con la persona por quien siente algo especial. Devoción y ternura en estado puro. Gracias a @LeonheartTribal (Twitter) dejamos la imagen por aquí.

La historia de Ipsen y Colin en Final Fantasy IX. Squaresoft.

Haruka y Michiru (Sailor Moon)

Sailor Moon es EL shôjo de la década de 1990 y sí, tenía (al menos) una pareja lésbica canon protagonizada por Haruka y Michiru (Urano y Neptuno, respectivamente). Evidentemente, en algunos países la censura se encargó de hacerlas pasar por primas, pero lo que es obvio, es obvio. Es verdad que cada una de ellas ya presentaban los estereotipos de chica andrógina y seria y otra sensible y bondadosa, respectivamente; pero que un anime y manga tan popular nos haya brindado con tanta naturalidad una pareja tal, y que hayamos podido crecer con ellas, es para estar lo suficientemente agradecido.

Entrando en materia, recuerdo a Haruka y Michiru con ternura. Su vínculo es especialmente fuerte y además se llevan estupendamente.

Haruka y Michiru en Sailor Moon. Naoko Takeuchi.

Favaro y Amira (Shingeki no Bahamut: Genesis)

Los protagonistas del anime Shingeki no Bahamut: Genesis, adaptación de MAPPA de un videojuego de cartas, son un ejemplo de cómo de un concepto la mar de sencillo pueden salir 12 episodios de pura fantasía épica. Y sí, hablamos tanto del anime a nivel general como de esta pareja en particular. Amira es una muchacha con personalidad algo infantil y con una naturaleza sobrenatural que va aprendiendo de Favaro, un amante de la libertad mujeriego, conceptos básicos (y no tanto) de la vida. Viaje emocional y fantástico donde los haya que, para variar, no acaba del todo bien (básicamente nos gustan los romances tristes).

Se han mencionado a otras tantas parejas, como Guts y Casca (Berserk), Haruo y Akira (Hi Score Girl), Ayato y Haruka (RahXephon), 9S y 2B (NieR: Automata) o Yukito y Toya (Cardcaptor Sakura), pero lamentablemente no tendríamos espacio para poder escribir sobre sus virtudes. Gracias a todos por participar y feliz día (o noche) de San Valentín.

Dimitri y otros tres personajes de videojuegos que abordan la enfermedad mental

La enfermedad mental no es un asunto baladí, máxime teniendo en cuenta la cantidad de desinformación (y lo que falta por conocer) sobre el tema. No somos precisamente unos entendidos, ni pretendemos, pero es cierto que el mundo de la ficción ha abordado en numerosas ocasiones este delicado y complejo tema, en varias de ellas de manera no del todo acertada.

Sin embargo, sí ha habido veces en el que se ha abordado, con mayor o menor exposición, la enfermedad mental, o al menos los trastornos o síndromes, de manera bastante adecuada, cuanto menos interesante y respetuosa. Hacemos repaso a cuatro personajes que en el mundo de los videojuegos han expresado la enfermedad mental (o los trastornos, ya que a veces no hay consenso dentro del fandom sobre si es uno o lo otro) de este modo, al menos en nuestra opinión.

Hemos tenido en cuenta a personajes principales por su mayor profundización en el tema. Avisamos de  SPOILERS de los títulos que tocaremos.

Dimitri (y Bernadetta, y Felix, Fire Emblem: Three Houses)

En Fire Emblem: Three Houses somos Byleth, una profesora (o profesor) que enseña en el monasterio de Garreg Mach en Fódland. Allí conviven y estudian tres casas, cada una representante de una región distinta: las Águilas Negras, los Leones Azules y los Ciervos Dorados.

Dimitri es el aparentemente modélico delegado de los Leones Azules, que representan al reino de Farghus (del cual es príncipe y heredero). Servicial, educado, aplicado y con los ideales caballerescos a tope, si bien algo tímido y distante. A medida que avanza la historia, poco a poco vamos percibiendo que hay algo que no cuadra en él. Pocas horas de sueño. Jaquecas. Empieza a exhibir momentos de agresividad descontrolada. Cuando se revela que Edelgard es el Emperador de Fuego, el muchacho salta definitivamente al abismo y entra en una especie de brote.

Dimitri. Fire Emblem: Three Houses. Intellect Systems y Nintendo.

Tras el salto temporal de cinco años, nos encontramos con un Dimitri en un estado bastante peor: violento, que cree que eres un espía del imperio, que aparentemente habla con los muertos, que no va a las clases, le importa todo (menos decapitar a Edelgard) un bledo y que se queda ausente mirando a los escombros del monasterio. Y así durante meses. Es otro evento desafortunado (y el empeño de determinados seres cercanos durante los citados meses) lo que consigue traerlo de vuelta a su estado estable. Pero ni las visiones, ni la culpabilidad, ni las jaquecas, ni las tendencias suicidas, desaparecen nunca. Ni tan siquiera en el final.

Dimitri expone lo que es el trastorno de estrés postraumático y el síndrome del superviviente (ya que la tragedia de Duscur cuando aún era un niño, donde asesinaron a su familia y amigos, es realmente el evento que marcó su vida). Pero en este caso se añade la psicosis, pues lo de Dimitri tiene perdurabilidad en el tiempo, no se «cura por arte de magia» (de hecho, no se cura, a secas) y son episodios que van y vienen. Él mismo le dice a Felix que tanto en crisis como en los momentos más estables, todo ello forma parte de su persona.

Hablando de Felix, tanto él como Linhardt, de las Águilas Negras, muestran síntomas del Síndrome de Asperger (intereses muy concretos hasta el punto de la obsesión, falta de tacto con los demás, no dan muestras de entender algunas expresiones ni normas sociales de conducta). Pero, aparte de Dimitri, el personaje que mayor trastorno mental parece tener es Bernadetta: agorafobia (casi nunca sale de su cuarto, algo que la aterra), ansiedad generalizada y un pasado de abusos y traumas por doquier. Al final, con mucho esfuerzo, parece mejorar, pero tampoco son rasgos que desaparezcan ni se «curen».

Dimitri. Fire Emblem: Three Houses. Intellect Systems y Nintendo.

Cloud Strife (Final Fantasy VII)

Cloud es el protagonista de Final Fantasy VII, probablemente la entrega más popular de la franquicia (y la cual próximamente tendrá un Remake). El juego empieza con él como mercenario al servicio de un grupo eco-terrorista llamado Avalancha. Inicialmente desconsiderado con los demás y con la situación del planeta, poco a poco va abriéndose al mundo, a medida que el jugador va conociendo a un Cloud más amable y solidario.

Uno de los mayores giros del juego viene cuando descubrimos que una buena parte del pasado de Cloud no corresponde a la realidad ni a lo que él nos había contado (y que él mismo creía). Nunca fue miembro de Soldado, mucho menos de primera clase, ni estuvo en primera fila junto a Sefirot durante la expedición del Reactor Mako en Nibelheim. En verdad, Cloud había asumido los recuerdos de su amigo Zack durante dicho acontecimiento. El traumático asesinato de éste último a manos de Shinra delante de sus narices es lo que causa que el rubio asimile sus recuerdos y legado. Los cuales empeoran con determinados acontecimientos como la muerte de Aeris.

Cloud exhibe así, de nuevo, síntomas del trastorno de estrés postraumático, síndrome del superviviente y posteriormente una profunda depresión, la cual muestra especialmente en Advent Children (película-secuela del videojuego). Si bien todo ello aporta matices al personaje de Cloud (mucho más que el simple «emo» que algunos quieren ver), lo cierto es que en esta cinta se torna algo superficial, con ese aparente «todo está bien» del final y en parte la «romantización» del trastorno y del síndrome.

El protagonista no es el único que da muestras de enfermedad mental o trastornos de conducta en este título. Los villanos Sefirot y Hojo, cada uno a su manera, hacen gala de un enorme narcisismo y, especialmente el primero, alteración de la realidad.

Zack y Cloud. Final Fantasy VII: Advent Children. Square Enix.

9S y A2 (NieR: Automata)

Bueno, en realidad cualquier título de Yoko Taro juega bastante con los límites de la locura y los bordes de la desesperación, pero NieR: Automata es el que mejor conocemos y aquí está. Todos sus personajes hacen gala de trastornos de conducta, pero especialmente dos: 9S y A2.

9S es un androide de tipo escáner de naturaleza curiosa y amigable. Por ello, enseguida congenia con la fría y (aparentemente) apática 2B. Escabrosos secretos (que siempre termina descubriendo), una vida en bucle que no para de incluir su muerte a manos de la persona que ama (y posterior reinicio y vuelta a empezar) y el asesinato de 2B forman un cóctel que acaba con su aparente salud mental (y digo aparente porque su prototipo ya parecía dar muestras de cierto desequilibrio sin que sucedieran ninguno de estos factores). De forma similar a Dimitri, 9S pasa de ser un agradable muchacho (al menos durante la mayor parte del tiempo) a un joven con conducta errática, asocial, obsesionado con una idea, violento y con tendencias suicidas. Lo de las alucinaciones parece quedar aquí más en mano de las máquinas (y el cambio sucede de forma más brusca que en el personaje de Fire Emblem).

Por su parte, A2 da muestras principalmente de ansiedad por separación, nuevamente trastorno de estrés postraumático y síndrome del superviviente. Con todo su escuadrón asesinado y enviados a una muerte segura por una causa inexistente, la androide opta por aislarse de todo contacto e ir a la deriva en solitario. Sus conversaciones con Anémona y Pascal demuestran que esta situación es autoimpuesta (a pesar de que Yohra efectivamente quiera darle caza), lo que casa con la profunda culpabilidad que conllevan éstos.

9S hablando cordialmente con A2. NieR: Automata. Platinum Games y Square Enix.

Senua (Hellblade: Senua´s Sacrifice)

Hellblade: Senua´s Scarifice es quizás el videojuego que mejor aborda la enfermedad mental (o al menos la psicosis), ya que sus desarrolladores (Ninja Theory) fueron muy conscientes de lo que querían reflejar al respecto y tomaron las pertinentes averiguaciones.

Senua es una guerrera celta picta (antiguas tribus del centro y norte de Escocia) que se adentra en las profundidades del Helheim (mundo de los muertos de la mitología nórdica) para rescatar el alma de su amante, retenida por la diosa Hela. En su camino, aparte de los enemigos pertinentes, tendremos que hacer frente a la psicosis, en forma de «oscuridad» o «furias», visiones, recuerdos o ruidos en su cabeza.

De manera similar, pero mucho más profunda, que con Dimitri, Senua demuestra que la psicosis no es un punto y aparte en la vida de una persona. Está siempre ahí, altera la percepción de la realidad, y son determinados eventos lo que quizás la vuelven más prominente o agresiva. Lo que consigue a su vez este título es que lo vivamos en primera persona, haciendo nuestra la perspectiva de Senua.

Podríamos añadir a varios personajes más, como Joel en The Last of Us, Neku o Shiki en The World Ends With You o todo el videojuego Gris; pero la extensión de esta entrada nos lo torna (casi) imposible. Hemos querido pues mostrar a esos personajes de videojuegos que, en nuestra opinión, más fondo nos han calado por su abordaje y exploración de la enfermedad mental y de los trastornos de conducta.

Senua. Hellblade: Senua´s Sacrifice. Ninja Theory.