Por qué el hecho de que Abrams vuelva a dirigir Star Wars es una FANTÁSTICA noticia

Ayer salió a la luz que J.J. Abrams volverá a colocarse tras las cámaras y el guión del episodio IX de Star Wars, tras la anunciada salida de Colin Trevorrow, quien había ocupado hasta entonces la silla del director.

Como la mayoría sabrá (y sino no sé en qué clase de cueva habréis estado metidos), Abrams ya se encargó de sacar adelante El despertar de la Fuerza, con la colaboración en la escritura de la historia de Lawrence Kasdan (quien ya se encargara de la escritura de la trilogía original). Tras él llega Rian Johnson para la elaboración del octavo episodio, Los Últimos Jedi, cuyo estreno será el próximo 15 de diciembre. Recordamos que el capítulo nueve sigue teniendo previsto llegar a los cines de medio mundo en diciembre de 2019.

Así, se espera que un director como Johnson, que tiene en su currículum cintas destacables como Brick o Looper, aporte cierto toque indie o «extravagante» para un producto tan comercial como Star Wars, lo que probablemente hará las delicias de varios cinéfilos, pero que quizás tire para atrás a otro tipo de fans de la saga.

Sin embargo, y volviendo a Abrams, su retorno podría suponer un nuevo equilibrio entre Johnson y un quizás DEMASIADO comercial Trevorrow (dirigió Jurassic World, ejem). No obstante, fue la mente creativa de Perdidos (Lost) el que ideó la existencia de Rey, Finn, Poe o Kylo Ren. Sí, su estilo, aunque no tan palomitero como el de Trevorrow, también se ajusta demasiado bien a los moldes que solicitan las grandes productoras de Hollywood (como lo son Disney y Lucasfilm). De hecho, uno de los principales defectos de El despertar de la Fuerza es su ya consabido parecido  con Una nueva esperanza.

De este modo, es cierto que quizás Abrams es un director que no arriesga TANTO en estilo como Johnson, pero qué carajo, sin él no hubiésemos tenido los regresos de Star Wars y Star Trek que tenemos, y mucho público mayoritario seguiría pensando que esos son productos propios de niños frikis (más el segundo que el primero). Puede que Rey peque en ocasiones de Mary Sue y que Kylo Ren se comporte como la estrella invitada de Hermano Mayor, pero su carisma es indiscutible.

Por encima de todo, está que Abrams ya conoce a esos personajes, que son en buena parte y de hecho suyos. Por eso, qué mejor que sea él quien les de un punto final (o aparte, porque con Disney detrás resulta extremadamente difícil afirmar que no habrá más trilogías). No somos muy partidarios de que un director distinto se hagan cargo de la historia y transcurso de cada película de la saga, la verdad sea dicha. Porque, en la trilogía original Lucas se encargara de dirigir la primera, lo cierto es que él siempre estuvo detrás de toda la franquicia, de una forma u otra, y las principales decisiones de la narrativa («Luke, yo soy tu padre») salieron de su mente. Está claro que Abrams tiene un recorrido ideado para sus personajes, porque es algo que siempre ha dicho y dejado entrever en los comentarios. Y en El despertar de la Fuerza solo vimos el inicio de todos ellos.

En definitiva, teniendo en cuenta todo lo expuesto, nos parece que el regreso de Abrams es una muy buena opción, además de aportar cierta justicia poética al asunto. Al fin y al cabo, todavía nos queda descubrir a qué se refería Kylo Ren cuando le decía al casco destrozado de Darth Vader que terminaría lo que él había empezado, entre otras muchas cosas. Y por cierto, alguien que claramente ha tomado algunas referencias del mismísimo Hayao Miyazaki (esa Nausicaa Rey…) no puede ser malo.