Hitomi Odashima (My Hero Academia): «Cada vez hay más mujeres trabajando en la animación»

La última edición de Japan Weekend Madrid se celebró el pasado mes de febrero, contando con invitados de la talla del director de Mushishi, Hiroshi Nagahama; o de la directora de animación y diseñadora de personajes de My Hero Academia (Boku no Hero Academia, 僕のヒーローアカデミア), Hitomi Odashima, a quien tuvimos el honor de entrevistar y quien además respondió a varias preguntas de los asistentes mientras realizaba en directo una ilustración exclusiva protagonizada por Bakugo y All Might.

Odashima es uno de los ejemplos de mujeres que trabajan en el mundo de la animación japonesa, donde ocupa asimismo un puesto de responsabilidad. Por suerte, no es la única.

«Hoy en día hay más mujeres en el mundo del anime», nos ha asegurado. «Por ejemplo en el caso de My Hero Academia hay actualmente más mujeres que hombres trabajando».

Odashima estudió diseño y empezó trabajando como diseñadora de muebles y objetos. Empezó a trabajar en el mundo de la animación como diseñadora de personajes y de vestuario, por ejemplo en Digimon Adventure Tri. o en Ao no Exorcist.

«En My Hero Academia es la primera vez que trabajo de forma más general y con más responsabilidades, por lo que experiencias anteriores me han ayudado mucho», ha comentado.

Trabajar en My Hero Academia le ha aportado además muchas experiencias, como venir a otros países, siendo esta la primera vez que visita España.

Hitomi Odashima sosteniendo la ilustración realiada para Japan Weekend Madrid 2020 de My Hero Academia

Precariedad en el mundo del anime

Últimamente son más las voces que se alzan contra las condiciones laborales en el mundo de la animación japonesa, donde salarios bajos y el exceso de horas extra parecen estar a la orden del día.

«Es cierta la precariedad laboral en el anime, ya que la gente que empieza a trabajar tiene que dejarlo por no ganar suficiente dinero para vivir», ha contado Odashima, quien ha añadido que le «apena porque no pueden dedicarse a lo que les gusta y son jóvenes promesas». El gobierno va cambiando las condiciones de trabajo, por lo que esperan que la situación mejore, aunque es complicado y no esperan que sea a corto plazo.

A pesar de estas condiciones, la calidad en la animación en un anime (de larga duración) como My Hero Academia es notoria, lo que Odashima achaca a la pasión que todos ponen en el proyecto, «por eso lo sacan adelante». «Mantener la comunicación dentro del equipo» es asimismo esencial.

El proceso para animar cada episodio es de hecho realmente complicado, pero está a su vez perfectamente estructurado. Tal como nos ha contado, hay un plan estudiado (realizado por el productor) por cada capítulo dividido en secuencias, por lo que cada equipo de animación se encarga de un corte o secuencia. Hay varios cortes para una o dos personas,; luego se pasa a otro equipo para ponerlo en movimiento. Primero hacen el dibujo estático el equipo de arte conceptual y luego lo pasan a movimiento en el equipo de animación.

Diseño de Katsuki Bakugo realizado para el anime de My Hero Academia (Boku no Hero Academia). Estudio Bones.

Tras esto, envían el trabajo realizado al director de animación, quien le da el visto bueno o indica qué han de modificar o corregir. Después viene la edición y finalmente la publicación. Normalmente hay dos equipos (unas 300 personas) trabajando simultáneamente en cada episodio, que se complementan para sacarlo adelante en un período de tres meses (que puede verse prolongado a seis).

Normalmente cada episodio es terminado solo unas horas antes de la emisión. «Es realmente estresante», ha indicado Odashima. A veces se tiene que volver a dibujar todo a tal como lo quiere el director. Muchas veces no llegan a tiempo.

Bakugo es su personaje favorito de My Hero Academia

Odashima, cuyas inspiraciones provienen sobre todo de títulos como Fullmetal Alchemist o Naruto, se alegró mucho al empezar a trabajar en la adaptación a anime de My Hero Academia, ya que «el manga original es muy interesante».

Dentro del variado y enorme plantel de personajes que desfilan por la obra de Kôhei Horikoshi, Odashima se queda con Bakugo y con Mineta «porque es muy fácil de dibujar».

El momento que más les costó animar fue la pelea de Deku contra Overhaul. «En el estudio costó mucho animar esa lucha debido a que fue muy complicado dibujar todos los músculos del villano», ha añadido.

Por el contrario, el sexto ending, protagonizado por Erin y dirigido por ella misma, le supuso una experiencia de lo más gratificante.

Para el futuro, nos ha asegurado que le gustaría trabajar dirigiendo otro ending, un cortometraje, un videoclip o un anuncio.

Imagen del sexto ending de My Hero Academia (Boku no Hero Academia), dirigido por Hitomi Odashima. Estudio Bones.

Las mujeres en Final Fantasy IX

Las mujeres en los videojuegos, las mujeres en los RPG, las mujeres en Final Fantasy. Son todos ellos temas sobre los que se han escrito (y escribirán) bastante, pero normalmente desde una perspectiva crítica. No es para menos, pues es sabido (pero no lo suficiente) la objetización de la mujer en este mundillo, donde o sirve como complemento del héroe masculino, o está ahí de bonito decorado (normalmente son ambas cosas).

Final Fantasy a veces ha pecado de esto, aunque quizás en donde más ha recurrido la saga es en el error de mostrar a la mujer como clichés de anime: o son moe (Serah), o tsundere (Lightning), o están ahí de relleno secundario que si te pasas la historia sin ella tampoco notas la diferencia (Yuffie).

Sin embargo, también hay que saber valorar cuándo y en qué lo hacen bien, y por eso vamos a hablar de Final Fantasy IX.

En realidad, hay muchas cosas que la novena entrega de la saga hace MUY bien, pero la representación de las mujeres es una de ellas y en la que vamos a detenernos durante un rato. Advertimos, para los que no se hayan pasado esta maravilla, que habrá SPOILERS.

Primero tenemos a la protagonista, Garnet Til Alexandros XVII, también conocida como Daga durante buena parte del juego. Garnet empieza como un modelo femenino no muy esperanzador: es una princesa en apuros que, al poco tiempo de conocer a Yitán (protagonista masculino), le pide que la «rescate»/secuestre para poder salir del castillo. Poco después cae inconsciente y tienes que rescatarla. En fin, un inicio de bostezo y «facepalm» totales.

Pero pronto esto cambia, y por ello debemos agradecer a Squaresoft por haber llevado a cabo uno de los desarrollos de personajes más magníficos y creíbles dentro del mundillo. Tan rápido como Garnet se da cuenta de que está siendo una carga (y NO quiere serlo), empieza a esforzarse por cambiar e intenta valerse siempre por sí misma.

Estos cambios incluyen el más obvio del nombre (no obstante, es una princesa escapada/secuestrada y, por lo tanto, fácilmente reconocible), pero también en la forma de hablar. Sobre todo, intenta desmarcarse en todo momento de lo que los demás (hombres, especialmente Steiner) creen que es más conveniente para ella, con la convicción de que tiene que luchar por lo que considera justo y tiene que hacerlo ELLA.

Otra mujer importante en Final Fantasy IX es la madre de Garnet y la que creemos que es villano principal durante los dos primero CDs: la reina Brahne. Odiada por muchos dentro y fuera del juego (lo cual no es más que la demostración de una muy buena caracterización), la mandataria de Alexandría demuestra ser de armas tomar y no duda ni tan siquiera en deshacerse de su hija con tal de cumplir sus objetivos. A pesar de que esto queda algo ensombrecido por la entrada en escena de Kuja, que nadie se llame a engaño: Brahne es antagonista y como tal cumple con creces su parte… lo que no significa que Garnet deje de quererla por ser su madre.

Y es que Daga, a pesar del cambio TAN drástico que piensa que ha sufrido su progenitora, en ningún momento deja de creer en su recuperación y en la bondad que escondería en su interior, convencida de que todo es producto de Kuja (un hombre), quien la ha corrompido y engañado. En este sentido, resulta especialmente conmovedora la escena de la muerte de Brahne.

Pero la reina de Alexandría no es la única en la ciudad que lleva las riendas. Dentro del ejército, el batallón comandado por la general Beatrix se muestra desde el principio como mucho más competente que el de Steiner (el batallón Pluto) y sus hombres. Hacemos aquí además un paréntesis para hablar de la propia Beatrix, probablememte el personaje secundario más interesante de la novena entrega. Una mujer fuerte, decidida y disciplinada, que sin embargo no duda en llegar a traicionar a la Corona cuando ve que ésta pone a Garnet en peligro. Como nota adicional, nuestros protagonistas NUNCA son capaces de derrotar a Beatrix, sin importar lo mucho que entrenemos o cuántos seamos contra ella sola.

Volviendo a nuestro equipo, Garnet no es la única mujer con forma humanoide (definir las razas en el IX resulta un pelín complicado). También encontramos a Freija, una dragontina, la primera con género femenino de toda la saga; y Eiko, otra invocadora que, debido al exterminio de los suyos, ha crecido y se ha criado sola con ayuda de los moguris. Como vemos, otros dos ejemplos de mujeres fuertes, valientes e independientes (en el caso de Freija su historia está más ligada a la de Flatley, pero no quita los rasgos de su personalidad). Y Eiko es además quien le abre los ojos a Garnet sobre su verdadera identidad y lugar de procedencia. De mujer (o niña, pues además solo tiene 6 años) a mujer.

Si echamos un vistazo por los personajes secundarios, encontramos también buenos ejemplos femeninos. Es el caso de Hilda, la gran duquesa de Lindblum y mujer de Cid, quien, cansada de los flirteos de su marido con otras mujeres, lo maldice y lo convierte en un bicho buri. En el juego, nunca se condenan los actos de Hilda, dando por hecho que ella tenía razón y sus decisiones estaban justificadas, incluso sirviendo para que Cid se arrepienta y pida perdón. Finalmente, el barco volador que usamos en el juego, el Hildagarde, está obviamente inspirado en ella, una mujer.

En el terreno de los genómidos, la raza de Yitán y Kuja, surge un personaje con aspecto femenino que destaca sobre el resto de los de su especie por poseer una personalidad e identidad propias, similar a nuestro protagonista. Su nombre es Mikoto, y fue creada como una versión mejorada de Kuja y del propio Yitán. Nuevamente, una mujer.

No es complicado visualizar, en conjunto o por separado, la importancia que tienen las mujeres en Final Fantasy IX, empezando por Garnet, protagonista del juego y cuya historia es la que mueve los hilos en prácticamente los tres primeros CDs. Quizás exageramos, pero ahora, habiendo regresado a esta maravilla, creemos que es el personaje femenino con el arco argumental mejor construido en toda la saga (seguida de cerca por Terra, Final Fantasy VI). Aeris (Final Fantasy VII) sigue siendo por ejemplo nuestra favorita, pero lo cierto es que su historia no está tan bien llevada (el mismo error que cometen con Sefirot en relación con Kuja), y lo que hacen con ella en la Compilation supone un retroceso en todas las direcciones. Garnet o Daga, en cambio, se mantiene como un constante motor de la narrativa, con su personaje creciendo y madurando de forma creíble y pasando por distintas etapas. Es verdad que necesita que la rescaten en un par de ocasiones, pero, ¿y las veces que la que rescata es ella? Porque sin Garnet, probablemente, Yitán nunca hubiera podido recuperarse de su estado tras la revelación de su verdadera identidad. Y son ella y Eiko, mujeres, las que plantan decididamente cara a Bahamut en Alexandría, al igual que Beatrix y Freija son las que deciden quedarse a enfrentar al ejército alexandrino mientras el resto de nuestro equipo huye (solo más tarde Steiner decide acompañarlas).

En definitiva, Hironobu Sakaguchi, padre de Final Fantasy y muy involucrado con esta novena entrega (aparte de productor, fue el guionista), ha declarado en varias ocasiones dos cosas: que la parte numerada que nos ocupa es su favorita y que es un admirador del trabajo de Hayao Miyazaki. Y todos sabemos que los personajes femeninos son una de las muchas virtudes del director de Ghibli.

P.D.: Los temas musicales de Garnet y de Beatrix («Rose of May»), ambos compuestos por Nobuo Uematsu, merecen de por sí estar en el podio de los podios.

P.P.D.: Sí, nos hemos dejado a Lani y a Rubí, otras dos mujeres que sirven de personajes secundarios repletos de carisma (en el caso de la primera, es además enemiga temporal).

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Las mujeres en Final Fantasy VII

Las mujeres en Final Fantasy VII

Ríos y ríos de tinta han corrido sobre el que es aún considerado “mejor JRPG (Japanese Rol Player Game) de la historia” (aunque las opiniones son como los traseros, claro, y cada uno tiene la suya). Hay muchos elementos que explican esto: Final Fantasy VII fue, ya se ha dicho hasta la saciedad, toda una innovación en su época (para los despistados, salió en 1997 para Play Station). Primer JRPG de la saga numérica principal de Squaresoft en salir al mercado occidental, y primer videojuego de la ya mítica franquicia en salir para la consola de Sony (los anteriores, todos habían ido para Nintendo). Asimismo, su historia con cierta complejidad y profundidad, su estética cyberpunk, sus carismáticos personajes y su mítica banda sonora hicieron el resto.

De personajes de este videojuego venimos a hablar hoy, especialmente de los femeninos. En todo Final Fantasy que se precie (veremos el XV…) hay personajes femeninos dentro del grupo principal. Hasta el VI, siempre había habido alguna princesa o damisela en apuros, casta y pura, delicada como flor, tan típica en las historias de rol “de toda la vida”. Con la llegada de Final Fantasy VI, la cosa cambió. Terra, Celes y Relm (esta última, una niña) distan de ser princesas, damiselas, y de estar en apuros. La primera es la última superviviente de su especie, usada como arma por el ejército; la segunda es una reconocida y curtida guerrera, que acaba traicionando al imperio; y la tercera es, bueno, una niña que dibuja, pero que al menos no se encuentra en apuros y tampoco estorba para nada.

¿Por qué empiezo con Final Fantasy VI? Porque mucho me temo estos personajes tendrán algo que ver en lo que acabaremos viendo en el VII, su directo sucesor. En Final Fantasy VII, tampoco hay princesas. Es un mundo inspirado en el actual (la idea original era ambientar la historia en Nueva York) y con algunos toques futuristas-tecnológicos. Así, la gran urbe de donde parte la historia, Midgar, y sus suburbios, pueden llegar a recordarnos a los suburbios de otra gran ciudad como, por ejemplo, Nueva Delhi (aunque a Naora, artista conceptual de este juego, se le ocurrió la singular forma de Midgar mientras comía una pizza). Así, en medio de este mundo, no hay lugar para princesas. Aquí nos presentan a Aerith (o Aeris en Occidente, como se la conocía antaño), Tifa y Yuffie. Todas ellas recogen parte del legado de sus directas predecesoras.

Aerith Tifa Yuffie

Aerith, por ejemplo, es la última superviviente de su especie (los Cetra o Ancianos), por lo que Shinra (la super corporación gubernamental que gobierna el mundo a golpe de explotación industrial y capitalista en el mundo de Final Fantasy VII) va tras ella. Su diseño es delicado y femenino. Vestida de rosa, con enormes ojos verdes y el pelo recogido en una larga trenza, parece una perfecta damisela. En cierta forma lo es, puesto que en un par de veces habrá que protegerla (de hecho, Cloud acuerda hacerle de guardaespaldas). Sin embargo, su personalidad contrasta con su apariencia. Aerith (la del juego original) es desinhibida, flirtea abiertamente con Cloud, está acostumbrada a tratar con los bajos fondos y es directa en sus comentarios (por lo que en ocasiones puede llegar a parecer hasta fría o cínica –ejem, Barret-). Naturalmente, es bondadosa y amable (hasta el punto de llegar a sacrificar su vida por la de los demás, al más puro estilo Jesucristo), pero lejos queda el prototipo de chica dulce y pasiva. Cuando Cloud le dice que no puede acompañarle, porque es demasiado peligroso y ella “es una chica”, Aerith salta ofendida y se pasa por donde cubren los cerros las precauciones de Cloud. Toma rienda de su propio destino y papel en la historia, sin que tenga que depender de algún otro personaje masculino (no por ello deja de ser el interés amoroso de Cloud, en el original; y de Zack, en el Crisis Core). Incluso, en Advent Children vuelve a ser la salvadora de la humanidad, aun estando muerta y sin verle la cara. Por desgracia, en Crisis Core Aerith aparece como un personaje algo más pasivo y “tímido”, cuyo papel sí depende del de un personaje masculino (Zack). Pero bueno, quizás pueda “excusarse” en que en Crisis Core Aerith es más joven que en Final Fantasy VII y secuelas.

En cuanto a diseño, Tifa sirve como contrapunto de Aerith. Es más, Nomura cuenta que originalmente estaban diseñados Cloud, Aerith y Barret, y que Tifa fue planeada cuando se había decidido que Aerith muriera en medio de la historia, para poder tomar ella el peso de la misma (Cloud aparte). Así, Tifa aparece como una joven explosiva, de largas piernas, abundante pecho, pelo largo y moreno; una curtida luchadora de artes marciales. A simple vista, es el personaje perfecto para el fanservice. Sin embargo, y como pasara con Aerith, la personalidad de Tifa contrasta con su físico: ella es más insegura, tímida y prudente que la del vestido rosa. Enamorada de Cloud desde su adolescencia, nunca se atreve a confesárselo, y en cuanto aparece Aerith ella misma se relega a un segundo plano, como pensando que quizás no tiene nada que hacer en este “duelo” (otro dato a tener en cuenta, es que lejos de representar la típica “pelea de gatas”, Tifa y Aerith se respetan y hasta se hacen amigas, más allá del interés romántico común). No por ello Tifa deja de ser un personaje fuerte (no sólo con sus puños): también es equilibrada, bromista y cálida. Es por esto, que Tifa deja de ser “un personaje diseñado para el fanservice” y adquiere profundidad, rompiendo nuevamente barreras. Probablemente, Tifa no tiene tanto peso por sí misma como Aerith en la historia; pero sin ella Cloud seguiría sumido en un mar de confusiones (en la famosa escena de la Corriente Vital, que por algo es la favorita de Kitase), y de hecho nunca se habría unido a Avalancha (son Tifa y Barret los ecologistas que quieren cambiar el mundo, y no Cloud, al menos al inicio de la historia). En pocas palabras, está para servir de nexo entre los miembros del grupo y para mantener un punto de cordura entre ellos. En Advent Children, Tifa sigue representando este papel, añadiéndole un toque (aún más) maternal mientras cuida de Marlene y Denzel (y de Cloud, si nos ponemos). SquareEnix se ha encargado muy mucho de representar a Tifa como la heroína principal dentro de la Compilation de Final Fantasy VII, al menos a nivel merchandising. Y todo esto lo escribe alguien que, cuando se pasó el juego por primera vez, se consideraba anti-Tifa.

aerith tifa 3

No vamos a dejar a Yuffie para lo último, ya que hay más personajes femeninos (no jugables, en el juego original) dentro del mundo Final Fantasy VII. Yuffie, al ser un personaje optativo, fue añadido casi en el último momento, por lo que no aparece en ninguna de las cinemáticas del juego. No por ello pierde este personaje su chispa. Yuffie es la más joven del grupo (16 años), por lo que es impulsiva y alocada. Al ser ninja, también sabe luchar, y además y como nos descuidemos, nos robará toda nuestra materia (más algo de dinero). Elena forma parte de los Turcos (una especie de inteligencia secreta de Shinra), siendo “la novata” dentro del grupo principal que lo conforma. Posee rasgos similares a los de Tifa, siendo tímida, prudente, y estando enamorada en secreto de su jefe (Tseng). No por ser la única mujer dentro del equipo compuesto por Reno, Rude y ella misma, ocupa un papel pasivo, sino que al contrario es en ocasiones ella quien toma la iniciativa o les para los pies a los impulsivos de sus compañeros (o más bien, Reno es el impulsivo y Rude le sigue). Escarlata es una de los altos mandos de Shinra. Fría y calculadora, no duda en llevarse a quien sea por delante con tal de cumplir sus objetivos. Mítica es la escena en la que se gana (a buen pulso) la somanta de guantazos que le propina Tifa. De la familia de Cloud, tan sólo se nos presenta a su madre (su padre murió cuando él era muy pequeño); y Aerith heredó su sangre Cetra por parte de su madre Ifalna. También es una mujer que vive sola, Edelmyra, con quien Aerith sigue criándose una vez huérfana. Y Marlene, la hija (adoptiva) de Barret, es la voz de la razón dentro de la “familia” que forman ella, Barret, Cloud, Tifa y Denzel después de Final Fantasy VII.

Si nos pasamos a la Compilation, la plantilla aumenta; aunque no siempre de la forma deseada (al menos para quien esto escribe). Aún me sangran los ojos viendo a Tifa vestida de stripper-cowboy en Crisis Core (sí, ya aparecía vestida así en el flashback de Final Fantasy VII, ¿pero había que hacerlo TAN evidente?). Y Aerith, como ya mencioné, pasa a ser el mero objeto amoroso del aspirante a héroe que es Zack en el mismo título. Lucrecia, la madre biológica de Sephiroth y amada de Vincent, abandona su posición ambigua dentro del juego original para presentárnosla como poco más que una panoli que no para de equivocarse con todos los hombres que la rodean en Dirge of Cerberus. Y hasta le aparece un clon en el mismo juego. Sin embargo, también tenemos personajes como Cissnei, una especie de Elena más joven y segura de sí misma en Crisis Core. Y Shelke, a pesar de todo, desarrolla un papel bastante activo en Dirge of Cerberus.

Para concluir este (extenso) artículo, hay que resaltar el papel que los personajes femeninos desarrollan en Final Fantasy VII. Teniendo en cuenta que es un juego japonés del año 1997, sorprende ver a mujeres con personalidad y papeles propios, que se separan de estereotipos. Es de agradecer que el triángulo amoroso del juego no acabe en culebrón venezolano, sino que se lleve de forma natural y secundaria, con Aerith y Tifa cooperando entre ellas y hasta haciéndose amigas. Porque, en definitiva, es de agradecer que también en los videojuegos podamos ver papeles femeninos fuertes e independientes, no porque se pongan a dar guantazos a diestro y siniestro, o porque sean unas bordes de mucho cuidado (Lightning, te miro a ti), sino porque, y a pesar de todo, dejan a un lado la amplia sombra de la figura del “macho alfa y protector” y pasan a ser recordadas por ellas mismas dentro del colectivo de fans.

P.D.: Los fan arts de este artículo no son nuestros. Ya nos gustaría.

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