Episode Ardyn, la tragedia de un sino inevitable

El pasado día 26 salió a la venta el que es último contenido descargable de Final Fantasy XV: Episode Ardyn, por 9,99€ en PlayStation y Xbox One. Como muchos sabréis, con este capítulo la entrega número quince de la saga llega a su punto final, a la espera únicamente de un libro recopilatorio de historias que narrarán lo que iba a suceder en el resto del contenido descargable que fue cancelado.

Pero estamos aquí para hablar de Ardyn. Mucho hemos especulado con el pasado del que es, para nosotros, personaje más interesante de Final Fantasy XV y uno de los mejores (sino el mejor) villanos de la franquicia. Para regocijo nuestro, casi todo lo que habíamos teorizado se ha ido cumpliendo. Y es que las pistas estaban ahí, pero había que hacer un ejercicio de observación llamativo (y lamentablemente el desarrollo de este videojuego de Square Enix sí debió de resultar bastante accidentado). Primero avisamos de que habrá SPOILERS de Final Fantasy XV y de Episode Ardyn. Segundo, de que somos conscientes de ciertas incongruencias en los distintos guiones de Final Fantasy XV y lo que lo rodea, siendo (para nosotros) lo más complicado todo lo concerniente a Ifrit (que no vamos a tratar aquí).

Para el caso, se ha reforzado aún más la idea de que Ardyn se equipara a una especie de «Jesucristo oscuro» en la historia de Eos. No solo el propio diseño y su pasado (más el hecho de resultar al final inmortal): Ardyn tiene además 33 años en el momento de «morir» y es asignado como chivo expiatorio de los pecados de la humanidad por el dios Bahamut.

Ardyn «Jesucristo» Lucis Caelum en Episode Ardyn: Prologue

También hemos acertado en la existencia de una primera oráculo que guarda un especial vínculo con Ardyn, la figura clave del hermano usurpador y Bahamut como villano en las sombras. De ello hablaremos a continuación.

Aera, la primera oráculo

Empezamos por uno de los personajes a los que al fin podemos poner rostro y que es definitivo para el «lore» de Eos, similar al papel que tenía Lucrecia en Final Fantasy VII.

La familia de oráculos Nox Fleuret es básica para mantener el equilibrio en Eos, ya que se comunican con los sidéreos y transmiten al pueblo sus designios, ocupando la parte religiosa de esta historia.

La primera oráculo fue Aera Mils Fleuret, quien además era prometida de Ardyn y estaban enamorados, en claro reflejo de Noctis y Luna años más tarde. Gracias a lo que podemos ver en Episode Ardyn y en Episode Ardyn: Prologue, la relación entre Ardyn y Aera está más desarrollada que la de los protagonistas (algo que sinceramente no era difícil). Por un lado, ambos tienen una base de amistad y entendimiento mutuo y están en claro y estrecho contacto desde hace tiempo (como se percibe por el hecho de que Aera se lamente de llevar días sin ver a su prometido y salga por ello a su encuentro); frente a la mera relación epistolar (idealización de la infancia además) de aquéllos.

Por eso es comprensible el lamento y frustración que produce la cancelación del episodio dedicado a Luna, que ya había sido anunciado junto al que nos ocupa, al de Aranea y el de Noctis. Sin embargo, si nos ponemos escépticos, el equipo de desarrollo ya había añadido un par de escenas nuevas en actualizaciones posteriores y en la Royal Edition que tampoco habían podido arreglar al personaje y mostrar su potencial.

Ardyn y Aera en Episode Ardyn

Volviendo a Aera, su papel es clave también en quien es la que recibe el mensaje de Bahamut, el cual cambia totalmente el sentido de esta historia, y el hecho de haber tenido que ocultárselo a Ardyn la llena de culpa. Esto quizás puede parecer algo confuso al principio, por ello vamos a resumirlo aquí:

  • Ardyn es asignado por los sidéreos para ser el salvador de la humanidad ante la «plaga de las estrellas», otorgándole para ello el arma Raksasha, similar a la espada del Místico que porta Somnus. A su vez, Aera es nombrada oráculo.
  • Aera recibe en Episode Ardyn: Prologue el verdadero designio de Bahamut, que es que Ardyn, contaminado por la plaga que él mismo está intentando curar (tal como el propio sidéreo buscaba para erradicar así la «plaga de las estrellas» de una vez), sirva de chivo expiatorio de la humanidad corrompida. Aera queda consternada ante este descubrimiento y se lo cuenta a Somnus, ya que Ardyn no está presente y se intuía que sería el primer rey de Lucis al haber sido asignado inicialmente como salvador.
  • Somnus (hablaremos con más detalle de él), que se ha visto es ante todo un tipo pragmático y severo que piensa que el fin justifica los medios, entiende con este mensaje que debe deshacerse de Ardyn y coronarse él como rey «por el bien mayor».
  • Vuelve Ardyn y Aera no se ve capaz de confesarle la verdad. Somnus lo ataca y la muchacha defiende a su prometido, muriendo en el procedo. Ardyn empieza a ser consumido por la corrupción y cae ante Somnus y sus hombres, quienes lo encarcelan de por vida en una isla y pasa a ser conocido para la posteridad simplemente como «Adagium» (saben que Ardyn no puede morir hasta que no lo mate un «recipiente de luz», el Elegido, acabando así con este desequilibrio, según Bahamut).
  • Aera muere reconcomida por la culpa y Somnus, más entero y frío, se vuelve primer rey de Lucis. Dos mil años más tarde, uno de sus descendientes, Noctis, será quien acabe con Ardyn.

Hay diversas opiniones sobre si la oráculo siguiente a Aera sería la que aparece reflejada en «Cosmogonía» al lado de Ardyn o de si se trata de otros personajes. También existen teorías sobre si Aera en realidad sobrevive al episodio fatídico (y que incluso de a luz a un hipotético descendiente de ella y Ardyn, de ahí que los poderes de Luna sean parecidos a los de éste y al vínculo extraño que el pelirrojo busca con ella y con Ravus, que por otro lado también puede ser explicado desde una perspectiva de venganza y resquemor hacia lo existente). Debido a que Final Fantasy XV se ha terminado oficialmente, y a no ser que algún miembro de Square Enix diga lo contrario, lo que se deja más claro es que Aera fallece víctima del ataque de Somnus.

El asombroso parecido de Aera con Luna (parentesco aparte) y el que Ardyn acabe herido y enloquecido (más aún) tras la revelación de Bahamut aportan explicación al ataque a la muchacha en Altissia y la mirada que Ardyn le dirige momentos antes.

Tanto Aera como Ardyn y Somnus son así peones de los dioses, algo que detallaremos más adelante.

Somnus, un villano… pero no tanto como parece

Tanto Episode Ardyn: Prologue como Episode Ardyn retratan a Somnus el 98% del tiempo básicamente como a un capullo… Hasta la pelea final con Ardyn en su episodio, donde muestra más culpa y desasosiego por lo ocurrido con su hermano. ¿Por qué es esto?

Por un lado, como decíamos, Somnus es retratado como un joven pragmático para quien el fin justifica los medios. Sorprendentemente, parece haber pasado a la posteridad como un buen monarca y fundador. Por otro, Somnus es un tipo joven durante los acontecimientos de Prologue, seguramente mucho más impulsivo que su versión fallecida hace milenios y ahora protector de Insomnia.

Es desde la perspectiva de Ardyn cuando vemos al Somnus más sádico y retorcido, algo lógico teniendo en cuenta que es el causante principal de su situación actual. Lo sencillo para la dolida mente de Ardyn, quien además es descrito como idealista y soñador (antes de volverse loco), es ver a su hermano como un usurpador celoso y cruel, que no se detiene a pensar en los demás cuando se trata de lograr sus objetivos. Por eso mismo, Ardyn es el más desconcertado ante la actitud de Somnus para con él tras la batalla. Viéndose derrotado, es cuando se muestra más vulnerable y su verdadera cara.

Con la revelación de Somnus hay todavía un misterio que queda aparentemente sin resolver: ¿Quién es Izunia?

Tal como se ha anunciado en el último número de «Famitsu», Izunia, cuyo significado en japonés es comadreja, no es más que un alias escogido arbitrariamente por Ardyn de entre todos los recuerdos que fue absorbiendo al corromper a sus víctimas. Tal como se indica en la narración de Episode Ardyn, estas vivencias llegan a confundirse con las suyas propias. Esta explicación entraría en conflicto con algunas traducciones de Final Fantasy XV. Por otro lado, podríamos verlo como una especie de «origen del Joker» (con quien Ardyn guarda no pocas similitudes), en el sentido de que éste está tan ido de la olla que ya ni recuerda cuál es su verdadero pasado, inventándose (o recordando) varios en el camino.

En cuanto a Adagium, resulta ser el nombre en clave para Ardyn durante el largo proceso de desarrollo, el cual rescataron para la ocasión.

¿Quién es entonces el verdadero villano y causante de las desdichas no solo de Ardyn, sino de todos los personajes?

El verdadero villano: Bahamut

Tras el cambio de actitud de Somnus aparece Bahamut y le revela la dura verdad a Ardyn, una que ni Aera se había atrevido a contarle: todo era un plan de los propios sidéreos para acabar con el enorme desequilibrio que originalmente había causado uno de los suyos, Ifrit.

Para ello, Bahamut, quien ve en los humanos a meros peones, había ideado convertir a Ardyn en el recipiente principal de toda esa oscuridad producida por la plaga y habría de ser finiquitado por otro ser que en contraposición irradiara luz, de ahí que Noctis fuera el elegido. Ambos son chivos expiatorios que acabarían junto a ellos mismos con toda esta desigualdad, generándose así una nueva era de armonía.

Que Ardyn estaba corrompido era algo sabido tanto por Aera como por Somnus, por lo que ambos intuirían que solo era cuestión de tiempo este final. Lamentablemente, los hechos no se dieron exactamente como preveían.

Que Bahamut se intuya como figura amenazante e incluso maligna no es algo nuevo en Final Fantasy XV. Ya se percibe al final de Omen, donde Regis aparece hablando con una voz (claramente la del draconiano), que en su momento llegó a teorizarse que fuera la del propio Ardyn por su carácter amenazante.

Bahamut le cuenta a Ardyn un secretito al final de Episode Ardyn

En el avance de Dawn también se prevé algo de esto (de hecho la ilustración de Regis con el niño Noctis en brazos se deja ver en Episode Ardyn). Las figuras que se yerguen sobre ellos son los reyes del pasado y guardianes de Lucis (se supone que por ahí debe de andar Somnus), en el momento que se intuye le ha sido revelado al monarca que su hijo es el Elegido, con tintes claramente dramáticos.

En definitiva, los verdaderos villanos de Final Fantasy XV son los sidéreos, más concretamente Bahamut, ya que son los que manipulan los acontecimientos (y a los personajes) con la búsqueda de un objetivo (por un mal que en cierto modo ellos mismos crearon). No es la primera vez en la saga que una fuera sobrenatural o ajena a este mundo se esconde detrás del que ha sido antagonista durante casi todo el juego, revelándose como jefe final (ahí tenemos a Jénova en Final Fantasy VII, Artemisa en Final Fantasy VIII, Tiniebla Eterna en Final Fantasy IX, etc.).

Los remanentes de Final Fantasy Versus XIII

Esto nos lleva al siguiente punto, y es que la base de la historia resulta entonces bastante similar a la de Final Fantasy XIII, pero con la diferencia de que en aquél los protagonistas se revelaban contra el designio de los dioses y peleaban contra ellos. Ardyn puede intentar también negarse a seguir los designios de Bahamut, pero en dicho caso el sidéreo lo castiga brutalmente.

Recordamos que inicialmente Final Fantasy XV iba a ser Final Fantasy Versus XIII, la otra cara de la moneda de Final Fantasy XIII que compartiría la misma mitología. Como sabemos, el proyecto no acabó viendo la luz, pero los remanentes pueden percibirse especialmente en estas bases argumentales.

Otro de los elementos que iban a caracterizar a Versus XIII, en palabras de Tetsuya Nomura (su director original), era su sentido de tragedia y cierta influencia de las obras de William Shakespeare, algo que asimismo continúa vislumbrándose con Noctis y Ardyn como víctimas inevitables de su destino ya predeterminado.

Finalmente, el otro rasgo que queda perfectamente perfilado a través de la historia de Ardyn es que, quitando quizás a Bahamut, no hay un villano real en la historia. Un tráiler de Versus XIII daba inicio precisamente con una cita de Shakespeare: «No existe el bien ni el mal en sí mismos, sino es la misma mente humana la cual los genera«.

¿Qué pasa con Final Fantasy XV?

La división en el fandom de Final Fantasy, la cual empezó a percibirse a partir de la doceava entrega de la saga (puede que incluso con la secuela del Final Fantasy X y con el estreno de La fuerza interior), lleva bastantes años agrandándose. Pero, ¿qué lo ha causado y sigue causando, y cómo afecta eso a la nueva entrega de la franquicia: Final Fantasy XV? De eso va a tratar nuestro debate de Final Fantasy en esta entrada.

Como muchos sabrán, para la mayor parte del fandom la era dorada de Final Fantasy llegó con la época de la PSOne. Las entregas séptima, octava y novena conforman un trío que todavía en la actualidad sigue siendo considerado de lo mejorcito que nos ha dado Square Enix (por aquel entonces Squaresoft), con un encanto y magia especiales que son difíciles de superar. La décima entrega no se queda muy atrás, siendo asimismo la favorita de muchos. Las continuaciones no lo tenían fácil.

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Sin embargo, no es solo que no lo tuvieran sencillo, sino que, por otro lado, pareciera que Square Enix todavía no hubiera sabido adaptarse del todo a los nuevos tiempos. Es como si aún estuvieran buscando su sitio en esta nueva era. Con Final Fantasy XII, llegaron los cambios más significativos en el sistema de batalla, que a pesar de todo seguía siendo por turnos (aunque el hecho de que lo dinamizaran más y lo volviesen más interactivo hace parecer que fuese más orientado a la acción). Con Final Fantasy XIII la ruptura fue prácticamente total: ausencia de ciudades, mundo cerrado y pasillero (salvo la última parte del juego), largos diálogos que parecían sacados del más estereotipado de los animes y la no existencia de las emblemáticas tiendas o posadas provocaron que muchos le dieran la espalda a la saga. Las dos secuelas de Final Fantasy XIII no hicieron más que aumentar el rechazo, a pesar de los intentos de Square Enix por arreglar lo del mundo abierto, la inclusión de ciudades o incluso de tiendas en forma de señorita vestida de chocobo.

¿Qué sucede entonces con Final Fantasy XV, un juego que todavía no ha salido al mercado (será el 29 de noviembre)? Vamos a ver los principales puntos por los que algunos incluso ya lo han llegado a tachar de «decepción»:

No es un «verdadero Final Fantasy»

Es la queja que más suele repetirse. En realidad, es una objeción que llevamos oyendo desde el Final Fantasy XII (o incluso con el X-2, como adelantábamos), pero que en este caso ha llegado a niveles alarmantes: se han perdido totalmente los combates por turnos, manejamos a un solo personaje y el elenco es demasiado homogéneo (y encima solo está compuesto por cuatro personajes más invitados puntuales).

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En realidad, el concepto de «verdadero Final Fantasy» (también denominado como «la esencia de Final Fantasy«) es algo tan subjetivo que es difícil ver qué es exactamente el qué. Por ejemplo, para una servidora la esencia de los Final Fantasy reside en su historia y, sobre todo, el carisma de sus personajes. Sí, el sistema de batalla es importante a la hora de divertirse, pero quién dice que tienen que ser por turnos para poder entretenernos. Un juego de The Legend Of Zelda no es menos JRPG (Japanese Role Playing Game) por estar más orientado a la acción que los Final Fantasy clásicos. Y nadie discutiría normalmente la calidad de los Zelda.

Sí estamos de acuerdo en que el elenco de personajes principales resulta bastante homogéneo (personalmente, los diseños que más me gustan son los de Luna y Regis… aparte del Noctis mayor), pero esto tampoco es algo que ocurra por primera vez en un Final Fantasy: en el VIII todos eran humanos, jóvenes y guapos; en el Final Fantasy X-2 nos acompañaba todo el tiempo un grupo de tres chicas (también jóvenes y guapas) y en la trilogía de Final Fantasy XIII la mayor «discrepancia» era que había un negro con pelo afro. Incluso en el Final Fantasy XII el equipo estaba compuesto por humanos jóvenes y una viera (que vendría a ser Naomi Campbell con orejas de conejo). Es cierto que preferimos repartos más llamativos, como los de Final Fantasy VI, Final Fantasy VII o Final Fantasy IX, pero lo cierto es que un elenco homogéneo no es necesariamente sinónimo de un mal juego, mucho menos de un mal Final Fantasy. Quejas sobre el reparto de esta quinceava entrega nos llevan asimismo al siguiente punto…

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¿Un juego machista?

¿Cómo puede ser, a estas alturas del siglo XXI, que no haya ni una sola chica en medio de todo este campo de nabos? ¡Sacrilegio! Algo así es el pensamiento que ocupa a este grupo de discrepantes con esta entrega.

Si bien es cierto que puede chocar la ausencia de mujeres (que tampoco es tal, puesto que sabemos que al menos Iris y Luna formarán parte de nuestro equipo momentáneamente) en un Final Fantasy, una vez más deberíamos tener en cuenta que no es la primera vez que esto sucede: en Final Fantasy X-2 el grupo era (lo repetimos) un grupo de tres chicas que, para más inri, desprendían montones de conductas estereotipadas femeninas (o propias de mujeres en anime): saltitos, grititos, cambios de trajes extravagantes y cantos. Sólo les faltaba ponerse a hablar sobre tíos buenorros y… (oh, espera). Sin embargo, en aquel entonces no hubo quejas al respecto, a pesar de que estereotipar a la mujer puede llegar a ser incluso más machista que el mostrar solamente a hombres (y, como mujer, no suelo sentirme identificada con ninguna de estas conductas).

Además, en Final Fantasy XV la historia parte de la idea de un viaje de un príncipe y sus personas de mayor confianza (y que vendrían a ser sus amigos) antes de su boda: una despedida de soltero en toda regla. Pero no solo eso, también nos encontramos con que la principal relación romántica que habrá en el juego, la de Noctis y Luna, intercambia totalmente los papeles: Luna es la mayor, madura y segura de sí misma, es una persona activa y autosuficiente; Noctis en cambio se nos muestra como un joven inseguro, tímido, algo reacio a cumplir con el papel que le ha tocado desempeñar en el mundo y en la historia. Es cierto que Kingsglaive no le hace toda la justicia que debiera a esta supuesta Luna, fuerte y sin la necesidad de protección de un hombre, pero al menos en los avances que hemos podido ver del juego esta es la Luna que más se percibe. Para muestra, una escena: Luna hablándole enérgicamente a un público embelesado… entre el que se encuentra Noctis. Así que, al menos hasta que tengamos la oportunidad de poder disfrutar de Final Fantasy XV: machismo, ¿dónde?

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No es Final Fantasy Versus XIII

De entre todas las quejas, esta es la que personalmente encuentro más difícil de comprender. En realidad sí que la entiendo, pero desde una perspectiva de fan fiction, es decir… Versus XIII tan solo existía en nuestras mentes. Así, todo lo que creíamos saber de dicho proyecto, de Stella, de la yakuza en Insomnia… era algo que habíamos desarrollado con nuestra imaginación. Poco más se puede sacar de trailers que duran a lo sumo cinco minutos (y que era lo único que teníamos de Versus XIII). Es como si creyésemos saber cómo va a ser Rogue One: Una historia de Star Wars a estas alturas de la vida, habiendo visto solo un par de avances.

Es cierto que era Tetsuya Nomura el que se encontraba detrás del proyecto, un nombre muy aclamado en la comunidad gamer actual (es el director de la saga Kingdom Hearts y conocido diseñador de personajes dentro de la franquicia), pero también lo es que Nomura no tiene en su currículum un historial de personajes femeninos realmente destacables (ejemKairiNamineejem); y sin embargo de ahí hay gente que ha llegado a creer que Stella habría sido un personaje femenino unas 623232 veces mejor que Luna. Cuando no hemos (a día de hoy) llegado a conocer ni a una ni a la otra. Ver para creer.

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Por otro lado, tampoco sabemos hasta qué punto Final Fantasy XV ha cambiado lo que iba a ser Final Fantasy Versus XIII. Es cierto que ya no está Stella, pero sí una mujer rubia que viste de blanco, que proviene de un reino rival al de nuestro protagonista y que se encuentra relacionada de alguna manera con un misterioso encapuchado. Tres cuartas partes de lo mismo sucede con la yakuza: en aquel entonces había hombres trajeados de negro sentados en torno a Regis; ahora tenemos a personas con túnicas y colores oscuros sentados en torno a Regis (visiblemente más mayor). Es cierto que Insomnia ha adquirido un tono más medieval, pero la influencia del Tokio actual o de incluso otras grandes y conocidas ciudades como Berlín siguen siendo perfectamente perceptibles. Conceptos como el cambio de color de ojos de Noctis, el que puedan ver las almas que van a expirar o la existencia de una «diosa Etro» continúan estando presentes en Final Fantasy XV.

En definitiva…

En contra de Final Fantasy XV juegan dos grandes factores: su largo periodo de desarrollo, desde que era Versus XIII, con cambios de plataforma, director y equipo incluidos; y que lo precede Final Fantasy XIII (Final Fantasy XIV es online y no suele incluirse dentro de la misma categoría que el resto, con excepción del Final Fantasy XI). Por eso mismo el propio Hajime Tabata (director) se ha intentado desvincular de las aventuras de Lightning y compañía en medida de lo posible (no vamos a entrar en el debate de si el vapuleo a la treceava entrega está justificado o no, eso da para otra entrada).

Sin embargo, adelantarse a la salida del juego mismo y asegurar que éste va a ser «un fracaso» nos parece cuanto menos algo… precipitado. No solo porque nos es imposible probar las aventuras de Noctis por nosotros mismos, sino además por el hecho de que todo lo que nos han ido mostrando hasta la fecha hace prever un juego que al menos está siendo fabricado con mimo y cuidado. La propia Square Enix es consciente de lo que se juega con Final Fantasy XV.

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Las shipping wars en Final Fantasy: Parte I

Ah, las shipping wars. Todo aquel que se considere miembro de algún fandom en el mundo sabrá a qué nos estamos refiriendo: las guerras de parejas, es decir, por qué prefieres que Pepito se empareje con Josefa, y no con Claudia. Hay shipping wars de todo tipo y condición, unos más cerca de lo oficial que otros. Algunos se toman a sí mismos muy en serio (DEMASIADO), mientras que otros (quizás conocedores de que su pareja favorita nunca va a ser oficializada) se lo toman más como puro divertimento a través de fan arts, fan fiction y mundos alternativos creados por la imaginación.

Final Fantasy está repleta de shipping wars, algunas de ellas ya consideradas míticas (¿eres Cloti? ¿o quizás te va más el Clerith?), y probablemente casi cada entrega tiene su guerra entre fandoms propia (los primeros Final Fantasy numéricos no cuentan porque los personajes por no tener casi no tenían ni género). ¿Por qué se da esto? Bueno, parte de la culpa la tiene la famosa ambigüedad que los japoneses suelen mostrar con lo relacionado en el amor (y no, los Final Fantasy no son shôjo) y las relaciones de pareja, al menos en el mundo de la ficción. ¿Que acaso nosotros consideraríamos el gesto de Cloud tendiéndole la mano a Aerith como romántico? Pues no te creas, que quizás en algunas partes del fandom japonés eso quizás sea lo más romántico que haya hecho el rubio por la vendedora de flores.

Para ir calentando motores, vamos a ir haciendo un repaso a las shipping wars existentes en los distintos universos de Final Fantasy (como hemos dicho, algunos son tomados más en serio que otros). Por cierto, las ilustraciones no son nuestras (más quisiéramos); de algunas hemos podido encontrar al o la autor/a, pero de otras no, lamentablemente:

  • Final Fantasy IV: Vale, está claro, Cecil y Rosa son la pareja oficial (si hasta tienen un hijo en la secuela). Pero aún así hay quienes prefieren a la muchacha con Kain, quien a su vez mostraba ciertos intereses por ella (formándose así, al menos durante buena parte del juego, un triángulo amoroso). Es en parte comprensible: Cecil es siempre el bueno, el protagonista, «el rey Arturo» de la película; mientras que Kain es más el antihéroe, el que se vuelve del bando contrario (a ratos), pero que no deja atrás sus sentimientos (ocultos) por Rosa. Y todos sabemos lo que a la gente le gusta un buen antihéroe marcado por la tragedia y prisionero de sus propias emociones, frente al protagonista boy-scout
  • Final Fantasy VI: Lo cierto es que Final Fantasy VI no tiene mucho lugar para el amor. Sin embargo, sí hay una pareja (aparentemente) oficial durante el juego, que es la de Locke y Celes. Pero no queda ahí la cosa: Locke se pasa buena parte de la historia buscando un método para poder traer de vuelta a la vida a Rachel, su novia fallecida en un accidente (del que él se considera culpable). Aquí ya surge uno de los triángulos, entre Locke, Celes y Rachel. Por suerte, la cosa no llega a los niveles de Cloud, Tifa y Aerith (que veremos a continuación) y en el mismo juego se nos muestra a Locke despidiéndose «para siempre» de Rachel, dejándola ir junto a sus demonios. Sin embargo, no es la única «shipping war» existente en torno a esta maravilla de Squaresoft: hay fans varios que prefieren ver más al muchacho con Terra, o a la peliverde con Edgar. Es lo que tiene que el casting de personajes sea tan variado y carismático, que en realidad ofrece infinitas posibilidades y, vaya, prácticamente todas quedan bien.
  • Final Fantasy VII: Hemos llegado. El cúlmen de las shipping wars dentro de los Final Fantasy. El que ha provocado que hayamos decidido dividir esta temática en varias partes. Buena parte de culpa la tiene el famoso sistema de citas, según el cual podíamos acabar teniendo una cita con uno de estos personajes: Aerith, Tifa, Barret o Yuffie, a partir de lo «afectuosos» que hubiéramos sido con unos o con otros. Porque sí, hasta Jesse (y Don Corneo, si seguimos los pasos adecuados) siente atracción por Cloud en el mundo de Final Fantasy VII, él es así de motherfucker. ¿Y él? Pues se deja querer. Se han escrito manifiestos de páginas y páginas sobre por qué Cloud quería más a Aerith, o los motivos de por qué debería quedarse con Tifa. Square Enix parece haberse percatado de esta situación y ha seguido explotándola durante toda la Compilation, complicándola aún más (si cabe) introduciendo (es un decir, el personaje ya estaba presente en diez minutos opcionales del juego original) a Zack y su noviazgo escolar (o así parece) con Aerith en Crisis Core, la precuela de Final Fantasy VII. Mientras puedan seguir sacando dinero a partir de la ambigüedad, está claro que Square no va a mostrar nada definitivo (quizás el remake nos sorprenda en este sentido).
  • Final Fantasy VIII: Está claro que una historia de amor como la del Final Fantasy VIII iba a tener sus shipping wars y preferencias varias entre los fans, por mucho que Squall y Rinoa acaben juntos y besándose bajo la luna. Es el caso de Rinoa y Seifer, por ejemplo (ya que aparentemente ambos tuvieron una especia de aventurilla de verano antes de que la morena conociera a Squall, así en plena reminiscencia de Zack y Aerith). O el de Quistis y Squall, ya que la rubia parecía tener especial interés en su alumno hasta que «redescubriera» sus instintos maternales (o algo así). Como todos son jóvenes y guapos en la octava entrega de la saga, lo cierto es que cualquiera queda estéticamente bien con… cualquiera.
  • Final Fantasy IX: Al contrario de lo que sucediera con la entrega anterior, en el caso que nos ocupa el casting resulta de lo más variopinto. Añadámosle que Yitán (Zidane en el original) y Garnet son una de las parejas oficiales más adorables de los Final Fantasy. Por lo que no hay tantas shipping wars (a no ser que haya preferencias por Eiko o Quina… pero son cosas en las que preferimos no indagar). Como curiosidad, pueden encontrarse algunos fan arts y fan fics de Garnet y Kuja por la red.
  • Final Fantasy X: Es un caso curioso el de este Final Fantasy: pareciera que querían intentar un sistema de citas similar al de la séptima entrega, pero se quedó a medias. Más que nada porque con Tidus nos daban opción de piropear a cualquiera de las tres mujeres del grupo: Yuna (la oficial), Lulu o Rikku. Aunque Tidus y Yuna ganan sobre el resto, esto ha provocado que hayan surgido fans de parejas varias con el jugador de blitzball. Y no podemos dejar pasar a aquellos que les hubiese gustado que el Seymour x Yuna hubiese llegado más lejos (especialmente tras la Ultimania que confirmaba una especie de sentimientos complejos por parte del guado hacia la invocadora).
  • Final Fantasy XII: En esta entrega todo es tan ambiguo en cuanto a la historia que todos pueden ser emparejados con todos (y en Japón hay bastante fan de Larsa y Penelo, como curiosidad). Fin (o no…).
  • Final Fantasy XIII: La treceava entrega de la serie parece dividir a los fans tanto a nivel general como en los pequeños detalles, siendo uno de ellos las shipping wars. Porque, nos guste o no el Final Fantasy XIII y sus personajes, no podemos ignorar el hecho de que LightningxHope tienen un fandom bastante representativo, especialmente en Japón (donde hasta tienen un nombre, al más puro estilo Cloti, Clerith o Squinoa: Hopurai). Y no solo ellos: FangxVanille, SerahxSnow, SnowxLightning, SerahxNoel, NoelxYeul, YeulxCaesar… y así hasta el infinito y más allá.
  • Final Fantasy XV: Todavía no ha salido, pero vamos a hacer un ejercicio de intento adivinatorio (hasta dan ganas de realizar una porra): lo más probable es que en este juego/universo abunden los fans del yaoi (de hecho, parece que ya lo están haciendo, dominando el NoctisxPrompto sobre el resto), pero si nos ceñimos a las posibilidades (siendo realistas), lo más probable es que acabe habiendo algún tipo de rollito entre Noctis y Luna. Por lo que si queremos rizar más el rizo se podrá ir emparejando alternativamente a la oráculo con Nyx, que parecen compartir mucho metraje en Kingsglaive (y el rollo guardaespaldas y «conversaciones bajo fuegos artificiales» parece gustar mucho a Square Enix y seguidores). O a Noctis con Iris, con quien parece haber crecido más cercanamente (al menos en el plano físico) que con Luna. En fin, todo se irá viendo a partir del 30 de septiembre.

Mención especial merece en esta Primera Parte de las shipping wars de los Final Fantasy el yaoi. No ya por el Final Fantasy XV que mencionábamos, sino por la cantidad de fans habidos y por haber de relaciones como las de Cecil y Kain, Cloud y Sephiroth, Cloud y Zack, Seifer y Squall, Seifer y Zell, Yitán y Kuja (sí, sí…), Tidus y Auron, Auron y Jecht, Hope y Snow. Y un largo etcétera.