El aniversario en el que Square Enix puso Final Fantasy VII como reclamo de ayuda en la salud mental

El 31 de enero Final Fantasy VII cumplió años desde su salida en Japón, su país de origen. Nosotros, ingenuos, coincidiendo con la emisión de un State of Play, esperábamos un nuevo tráiler (y, probablemente, una demo). En su lugar, tuvimos un anuncio sobre la búsqueda de ayuda en el ámbito de la salud mental (y un aviso para otro evento, esta vez sí, dedicado íntegramente a Final Fantasy VII Rebirth el 6 de febrero).

Final Fantasy VII y la salud mental

Hace unos meses lo hablaba también con un conocido de Twitter: Final Fantasy VII nos gustaba especialmente por su aproximación a la psicología, a personajes que son psicológicamente complejos (o, al menos, más complejos que a los que estamos habituados en el sector del videojuego e incluso de ciertas ficciones, si me apuras).

Cloud Strife, su protagonista, siempre ha sido mi favorito y sigue siéndolo. Acostumbrada a apoyar a los villanos, para mí esto resultaba nuevo. Pero claro, Cloud no es un protagonista al uso.

«Cloud es muy débil«, fue lo que dijo su creador, Tetsuya Nomura, hace unos años. «Débil» en el sentido de que todos lo somos de una u otra forma, claro. Pero Cloud además es vulnerable. ¡El héroe de la historia en una posición vulnerable!

No nos centraremos en cómo un mindundi llega a salvar al mundo, pues ya hemos hablado de eso en el pasado y, francamente, tampoco es algo realmente innovador (Luke Skywalker ya llegaba a los hogares de todo el planeta un par de décadas antes, previo a cierta revelación que quedaría en el imaginario colectivo de la cultura pop). Cloud es que es PSICOLÓGICAMENTE frágil, y durante la historia se nos rompe (literal y metafóricamente) varias veces.

No somos especialistas del ámbito de la salud mental (y dudo mucho que el equipo de Square Enix lo sea) y no nos vamos a centrar en el diagnóstico de Cloud. Además, ya hay algún que otro vídeo y escrito realizados por fans bastante interesantes al respecto.

Hablaremos sobre cómo Cloud se comporta erráticamente a lo largo de la narrativa y cómo esto puede, justamente, servir de catalizador y/o inspirar a la gente a buscar ayuda. Cloud lo hace, no está solo. A partir de aquí, avisamos de que habrá SPOILERS de Final Fantasy VII.

Cloud Strife, ¿el héroe atormentado?

Uno de los primeros comentarios que me asaltaron en la publicación del vídeo realizado para la colaboración entre Square Enix y Seize the Awkward destacaba que por qué no usaban a Sefirot en cualquier cosa relacionada con salud mental. De hecho, el villano ni aparece.

Pero esa es la cuestión, precisamente: Sefirot es el malo. Y que los malos estén mal de la cabeza, pues nada nuevo, ¿no? Son villanos de esos incomprendidos, que sientes que tienen un motivo para serlo, al menos. Pero villanos al fin y al cabo. Y bastante daño hace ya el vincular enfermedad mental con maldad y problemas de manera automática.

Cloud es el protagonista y tiene enfermedad mental. Para los seguidores de Final Fantasy VII no resulta un mensaje innovador. Sí que Square Enix lo haga TAN oficial (hace unos meses ya habían escrito por sus redes que era un “adicto a Mako”…) y que, además, lo utilice para hacer llegar un mensaje tan importante como es el pedir ayuda, preguntar y no avergonzarse.

Cloud ya resultaba un niño solitario e introvertido, que se metía en peleas con los demás. Hijo de madre soltera, en el fondo siempre sintió un enorme complejo de inferioridad, lo que hizo (entre otros) que quisiera impresionar especialmente a la niña más popular de la aldea, Tifa. Siguió, al fin y al cabo, lo que se suponía que debería y que ya habían emprendido el resto de muchachos de su ciudad: irse a la capital a labrase un futuro, alistarse en Soldado (algo así como el ejército), ser como su ídolo Sefirot.

Gracias a @ReimyMonfer por el dato =)

Y, para cuando se decide a dar el paso, fracasa estrepitosamente: no pasa de ser un soldado de rango inferior. Ni tan siquiera se atreve a mostrar el rostro para cuando regresa a su pueblo natal. Al menos, en el camino ha forjado una buena amistad con (este sí) un Soldado de Primera Clase llamado Zack.

Pero he aquí que al poco de regresar a su aldea Sefirot entra en brote (sí, por eso sería lo “fácil” de mostrar; aunque Cloud también parezca tener brotes psicóticos), se carga a casi todos en Nibelheim (incluida a la madre de nuestro protagonista) y daña gravemente tanto a Zack como a Cloud, quienes son secuestrados por Hojo para investigar con ellos en los laboratorios de Shinra.

Así pasan, entre probetas, cinco años, durante los cuales el cuerpo de Cloud es infectado con células de Jenova (el de Zack ya lo estaba al tratarse de un Soldado de Primera Clase, por lo que se le hace más “llevadero” el asunto). Un día, el moreno logra liberarse y se lleva con él, a rastras (literalmente), a un Cloud que básicamente lo que tiene sería el equivalente a una sobredosis del tamaño de un elefante (que no lo digo yo, que lo dice ya Square… y si no mirad al pobre de Marco en el Remake y decidme que no es una analogía de un adicto). Y va el ejército de Shinra y se carga cruelmente a Zack ante las narices (todavía medio idas) de Cloud.

El protagonista logra llegar, semi consciente, a Midgar, donde es sorprendentemente localizado por Tifa (quien lo encuentra, claro, en un estado bastante lamentable y medio tirado por la calle, por lo que resultan comprensibles sus posteriores preocupación y confusión). Cloud se recupera y se une al grupo eco-terrorista Avalancha por petición de su amiga, pero existe un “problemilla”: cuenta episodios como si fueran suyos que supuestamente no debería haber vivido. Es más, está convencidísimo de que fue un Soldado de Primera Clase. Todo aderezado con repentinas jaquecas, ataques de pánico, supuestas visiones de Sefirot (quien debería estar muerto tras el incidente de Nibelheim), voces de otro tipo, ansiedad, Marco como vecino…

Cloud y Aeris en Final Fantasy VII Remake (Square Enix)

Con todo este panorama, tras conocer a la última Cetra, Aeris (perseguida a su vez por Shinra), intentando averiguar cuál es el verdadero estado de Sefirot… Cloud se vuelve cada vez más inestable. En determinados momentos, llega a disociarse y hasta golpea a Aeris y le entrega la Materia Negra (que invocaría a un Meteorito para destruir a todo el planeta) a Sefirot. Y la florista es asesinada por el villano, de nuevo ante sus narices. Se deprime aún más. Y colapsa en el Cráter del Norte, donde ya parece rendirse y darse por perdido, recibiendo ooootra sobredosis de Mako que lo deja en estado prácticamente vegetal.

Tras esto, con ayuda de Tifa, cayendo ambos a la Corriente Vital, reestructura su verdadero yo, aceptándose junto al hecho de que había absorbido los recuerdos de Zack. A partir de aquí observamos a un Cloud no tan pendiente de “parecer cool” ante los demás, de ánimo y maneras más suaves y, sí, torpe… Como lo era realmente desde el principio (la conversación con Barret en el que confunde la edad con el rango de Soldado se daba ya en la explosión del primer reactor), solo que sin intentar disimularlo. Cloud tiene en realidad una inteligencia emocional propia de un adolescente (esto dicho por el mismo guionista, Kazushige Nojima).

El resto es historia: Cloud carga además con el síndrome del superviviente y cae en depresión en la secuela, Advent Children, lo que genera que se aísle de todos y no tenga ganas de enfrentar la situación creada por la enfermedad Geostigma. Por suerte, con algo más de autodescubrimiento y apoyo de los amigos (incluidos los que se han ido), nuestro protagonista parece terminar saliendo y, como le espeta a Sefirot en su última batalla: “no hay nada que no aprecie”.

No queremos cerrar esta entrada sin recordar que, en caso de sentir que se necesita ayuda, o de conocer a alguien que crees que puede requerirla, no dejes de contactar con profesionales de la salud mental y con organizaciones sin ánimo de lucro como el Teléfono de la Esperanza o La Barandilla.

Cloud en Advent Children (Square Enix)

Cambio de perspectivas a medida que creces con Final Fantasy VII

Final Fantasy VII, un clásico en el sector de los videojuegos, salió al mercado allá por 1997. A la espera actual de la llegada de su Remake, cuya vuelta todavía sigue causando sensación (y se espera mucho más para el próximo E3), se asume que los que lo jugaron en el momento de su salida (quizás de niños o adolescentes) ahora ya son evidentemente adultos. Puede que incluso tengan a su vez hijos que disfrutan de este título.

En el caso que nos ocupa, Final Fantasy VII es una de esas obras que marcan, que consideras (con sus imperfecciones) de una calidad superior a otros productos audiovisuales por lo hondo que ha calado. Esta sensación no ha cambiado, pero hemos ido observando con el paso de los años que otros aspectos que lo rodean sí lo han hecho, quizás por ser capaces (con la madurez y la repetición de la historia) de percibir más matices, quizás por el cambio propio que experimenta uno al crecer e ir acumulando experiencias. Enumeremos algunas. Avisamos de que habrá SPOILERS de Final Fantasy VII.

Final Fantasy VII hubiese sido (aún) mejor con otro final

La conclusión de Final Fantasy VII es bastante abierta y puede dejar a los jugadores confusos la primera vez que lo experimentan. ¿Mueren o viven todos? ¿Qué pasa con el planeta? ¿Qué son las risas de esos niños y de dónde vienen? ¿Cómo ha tenido descendencia Red XIII?

Red XIII y su descendencia frente a Midgar. Final Fantasy VII: Advent Children

Aunque la Compilación, años más tarde, se ha encargado de responder con más o menos éxito algunas de estas preguntas, son varias las que siguen en el aire. Es más, algunas de las respuestas de la Compilación casi que mejor no se hubieran dado.

El equipo de desarrollo ya admitió que tuvieron la idea de que todo el elenco moría originalmente en el juego (inicialmente, durante la caída sobre Midgar para detener a Arma). No es descabellado pensar que este fuese el planteamiento inicial con un final tan abierto.

Personalmente pensaba que una conclusión trágica iba más acorde con Final Fantasy VII, y la Compilación en principio no me hizo cambiar de opinión. Sin embargo, parece que con la edad nos sensibilizamos más con estos temas y actualmente disfruto más de finales agridulces e incluso felices, siempre que vaya al compás de la historia y no se muera de diabetes en el proceso. Además, sintiendo un mundo y a unos personajes tan cercanos como estos, con los que llegas a identificarte tanto, al final no vas a desear que sigan pasando penurias.

Cloud y Tifa durante el final de Final Fantasy VII

Un mundo muy como el nuestro

La fecha de lanzamiento de Final Fantasy VII es relativamente cercana y muchos de los temas que aborda ya nos afectaban en la vida real. Lo cierto es que esto se ha acentuado con el paso del tiempo: el cambio climático, la supremacía mundial de las multinacionales (el Ibex35 en el plano nacional), la manipulación de los medios, el desarrollo tecnológico imparable que busca (supuestamente) acomodarnos a cambio de taparnos los ojos sobre determinados asuntos incómodos. Así como en lo visual Final Fantasy VII no ha envejecido tan bien como otras entregas, en el aspecto de historia sí lo ha hecho excepcionalmente.

El elenco de este título, gran culpable en parte de su éxito, también es lo suficientemente mundano. Diseños repletos de colores apagados y grises, personajes complejos con crisis existenciales con los que es fácil que nuestras generaciones se identifiquen.

Hay un miembro del grupo que destaca, Aeris. Esto me lleva al siguiente punto, uno sobre los que mi perspectiva más se ha ido modificando con el paso de los años.

Las guerras de parejas

Ya hemos hablado más detalladamente sobre este punto hace bastante tiempo (lo cuál prueba la intención de esta entrada sobre el cambio de perspectiva con los años), por lo que no voy a expandirme mucho más. Sí lo voy a hacer respecto a mi perspectiva en la relación de Cloud y Tifa y la de Cloud y Aeris, y cómo ambas son igualmente bellas e importantes respecto al personaje (ante todo me declaro fan del rubio y esto sí que no ha cambiado nunca).

Es evidente con el diseño de Aeris que este personaje ya fue concebido para ser especial. Colores excesivamente vivos en un entorno oscuro, flores por todos lados (cuando no crecen en ningún otro sitio en todo Midgar), una personalidad optimista y que mira hacia el futuro… Todo en Aeris rezuma vida y creación. Lo que evidentemente causa que su muerte tenga un mayor impacto sobre el jugador y que, posteriormente, se note su vacío.

Es una estrategia narrativa muy eficaz que Square Enix repetiría posteriormente con Zack (salvo el diseño, por motivos obvios) en Crisis Core con similares resultados, y que no nos extrañaría nada que lo hicieran de forma aumentada y exagerada en el Remake.

La relación que Aeris establece con Cloud sigue esta misma estrategia. La suya es la tragedia griega, la que busca hacer llorar a moco tendido a los espectadores. De nuevo, repitieron fórmula con Zack y la propia Aeris en la precuela. Y de nuevo la gente lloró.

Cloud y Aeris en el último tráiler de Final Fantasy VII: Remake

Frente a esto, Cloud y Tifa pasan como algo mucho más mundano, pero esto es para mí lo más hermoso de su vínculo. Tifa es en este aspecto mucho más realista que Aeris, que resulta casi celestial. Es fácil identificarse con ella, al igual que lo es con Cloud, pues ambos son tímidos, inseguros (a pesar de poseer habilidades que no tendrían personas normales) y, cuando Kazushige Nojima (guionista) lo hace bien, vamos viendo cómo van logrando salir adelante a pesar de los obstáculos externos y de los demonios internos.

Lamentablemente, así como en varios casos Aeris es recordada meramente por su muerte, Tifa lo es por el tamaño de su «corazón», simplificando a estos personajes hasta el extremo y entrando en batallas sobre cuál es más o menos importante o sobre cuál pinta mejor o peor con Cloud (en un juego que de forma evidente dejaba que el jugador fuera eligiendo según simpatías y hasta como recurso humorístico, a pesar de las estrategias narrativas que hemos mencionado).

Aeris es en definitiva el romance pasajero que te marca, Tifa es la persona que siempre va a estar ahí. Las dos importantes no solo por separado, sino además de forma complementaria.

Cloud y Tifa en la cita de Gold Saucer. Final Fantasy VII

Red XIII, ese gran compañero

Cuando jugué a Final Fantasy VII por primera vez contaba con 13 años. Me alucinaron enseguida los aspectos cyberpunk aderezados de rabiosa actualidad del juego, un tono muy melancólico y personajes arrebatadoramente carismáticos. Sin embargo, poca atención le presté a Red XIII, también conocido como Nanaki.

Con el paso de los años, Red XIII ha sido el arquetipo de personaje que ha ido creciendo en mí hasta convertirse en uno de mis favoritos. Similar a Tifa, en él conjugan una personalidad insegura con arrebatos de falsa confianza (véase cuando lo encontramos en el laboratorio de Hojo frente a la confrontación de su pasado en Cañón Cosmo) bajo una apariencia feroz. No por nada, es la morena quien más «confronta» al animal, intentando a la vez reconfortarlo, cuando todos están sumidos en la tristeza y el temor tras los acontecimientos protagonizados por Cait Sith en Gold Saucer.

Es otro de esos personajes con lo que es increíblemente fácil identificarse (máxime si estás en edad de crecer), ¡pero es que además tiene forma de león/lobo parlante con cola de fuego! ¿Qué puede haber más molón que eso?

Final Fantasy VII y el Remake en la exposición «Despedida»

Como muchos ya sabréis (y para los que no, lo resumiremos aquí mismo), Square Enix está llevando a cabo estos días una exposición de despedida (de hecho se llama así, «Farewell») por el treinta aniversario de la franquicia Final Fantasy, donde muestran bocetos de los videojuegos, historias y audio dramas, uno de ellos protagonizado por Aeris (con voz de Maaya Sakamoto) en medio de una representación a tamaño real de su iglesia.

Gracias a varios usuarios de Twitter y del foro CloudxAerith nos han llegado transcripciones y traducciones al inglés de lo referente a Final Fantasy VII y su futuro Remake, el cual se encuentra en desarrollo «en principio» para Play Station 4.

Primero, tenemos fotos (de momento, al menos, algo borrosas), gracias al usuario de Twitter @jsjunshen, del arte conceptual del Remake de Final Fantasy VII, donde podemos ver más espacios de Midgar, la casa de Elmyra y Aeris (¿con la susodicha de fondo?), la iglesia de ésta, el despacho del presidente Shinra y lo que parecen los suburbios del sector 6, además de los bocetos de Jesse, Wedge y Biggs:

El mismo usuario nos ha dejado una foto con el guión del audio drama narrado por Aeris (Maaya Sakamoto) en su iglesia, el cual ha sido traducido al inglés por las usuarias Jon Snow y Dreamstar en el foro de CloudxAerith, con aportaciones a su vez de @StarStrawberry4 en Twitter:

Ésta vendría a decir lo siguiente (traducción al español por servidora):

«Me disgusta el cielo. Se llevó a alguien importante».

«¡Estás pisoteándolas! ¡¿Pisoteándolas?! Ahora verás…» (en referencia a Reno pisando las flores de la iglesia de Aeris).

«Un nuevo amor puede ayudarnos a olvidar uno viejo. Eso es lo que he oído. ¿Es así? De algún modo, mi corazón sufre. ¿Esto estaría bien?».

«Es extraño que no tengamos estaciones… y aún así las flores no tienen inconveniente en florecer aquí en este misterioso lugar… Es un sentimiento extraño».

«En ocasiones veo a gente con tus mismos ojos, y eso me confunde. ¿Os conocéis? ¿Sabes dónde está? No sé si debería preguntar…».

«A pesar de que conozco el dolor de las despedidas, ¿por qué este encuentro… por qué este encuentro me hace tan feliz? Soy terrible, ¿no es así?».

«Al igual que este camino, algún día nuestra soledad también tendrá fin, así que vamos a decir este triste adiós con una sonrisa, ¿eh?» (parece que hace referencia a la despedida de Aeris a Cloud en los sueños de éste último, cuando la muchacha parte sola a la Capital Olvidada).

«Ya está, me rindo, estoy interesada en ti… ¡Ah, es frustrante!».

«¡Disculpa! Hola. ¿Vas a despertar? Ya es de día».

«No pises las flores».

«Estoy feliz y agradecida de que hayas venido, aún cuando estás…»

«He sido separada de ti, y tú has sido separado de mí. Ah… he ascendido al cielo y he desaparecido… Puedo verte… estás llorando… Por favor, no llores más, o parecerá que llueve».

El usuario de Twitter @midgarteam también ha tenido la enorme amabilidad de traducir al español estos paneles, a su vez aportados por @CloudxAerith:

@CloudxAerith en Twitter también ha traducido parte del texto al inglés que acompaña a las siguientes imágenes expuestas, aportadas a su vez por @pluvia_ca:

Traducción al español (hecha por mí) de la primera imagen: «Final Fantasy VII recibió aclamaciones por todo el mundo tras su lanzamiento gracias a sus fondos diseñados en CGI, personajes en 3D, una ambientación futurista y una narrativa que rompió con las convenciones de los RPG. La historia sigue al protagonista, Cloud, pero es la heroína, Aeris, quien abre los ojos del primero y lo acerca a comprender los misterios de su pasado. Es a través de ella que nos imbuimos en la verdad de la historia.

Lanzado en 1997, Final Fantasy VII fue la primera entrega de la saga desarrollada para Play Station. Esta escena, en la que perdemos a la heroína Aeris, es fácilmente la más sorprendente y trágica en la historia. Nadie se esperaba tener que decir adiós a un personaje tan importante en la mitad del juego. Se expandieron los rumores de una posible y secreta forma de resucitar a Aeris, lo que dejó claro que los jugadores también estaban pasando un mal trago a la hora de despedirse de ella. Incluso ahora, 20 años más tarde, todavía se siente como un evento realmente chocante.»

En la última imagen de la galería, al lado de las capturas de la muerte de Aeris, puede leerse: «Mientras abraza el cuerpo acuchillado por Sefirot de Aeris, Cloud murmura en un estado de consternación», junto al monólogo que hace éste último ante la muerte de su compañera.

No olvidéis visitar y agradecer a los usuarios y sitios que han aportado toda esta información, la cual siempre es y será bienvenida.

Qué nos dicen las nuevas imágenes del Remake de Final Fantasy VII sobre su sistema de combate

El día 18 de febrero se mostraron un par de nuevas imágenes del Remake de Final Fantasy VII en el MAGIC 2017 (Monaco Anime and Games Internactional Conferences). El juego, que ya se sabe estará dividido en capítulos y que aún no tiene fecha de lanzamiento, está siendo dirigido por Tetsuya Nomura (Kingdom Hearts y diseñador de personajes del Final Fantasy VII original), quien acompañó a las fotos de unas palabras:

«Aquí tenemos una nueva imagen de Final Fantasy VII. He prestado muchísima atención al sistema de batalla, el cual va a suceder sin interrupciones. En las reuniones, hemos tenido bastantes problemas con las granadas (los aliados no sufrirán daños por éstas).

Aquí tenemos al primer enemigo del juego. Se trata de un Escorpión, y el escenario será parcialmente destruible. Lo siento, solicité mostrar un vídeo, pero la compañía (Square Enix) se negó. Los menús aún no están finalizados, pero hablaré de ellos en otra ocasión.»

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Vistas las imágenes, ¿qué podemos inferir del sistema de batalla? Lo primero que se nos viene a la mente, es su parecido con los sistemas de los Kingdom Hearts o de Final Fantasy XV. Que será un Action RPG en toda regla, vaya. Se puede intuir también que podremos movernos por el escenario de forma bastante libre (Cloud parece correr hacia uno de los lados contra Escorpión, mientras que en la otra foto se está resguardando de los disparos de uno de los soldados de Shinra; además de que podremos marcar objetivos).

Por otro lado, tenemos los comandos: «Ataque», «Magia», «Materia» y «Objeto». Lo más llamativo de esto es que «Magia» y «Materia» vayan por separado, cuando en el juego original ambas resultaban lo mismo. Quizás, para hacerlo más sencillo, los desarrolladores han decidido esta vez que lo que es propiamente magia (es decir, Piro, Hielo, Electro, etc.) vaya en un comando y el resto de materias (invocaciones, habilidades enemigas, cambios de estado) vayan en otro. O lo mismo podemos subdividir todas: magia, invocaciones, estados… dejando que el resto vayan en «Materia». Sea como sea, de momento la cosa parece bastante confusa. Al parecer, estos comandos podrás ir pasándose con L1 y R1, lo que lo acercaría más al sistema de Final Fantasy XV que al de Kingdom Hearts.

ffvii remake 2

A la derecha pueden observarse los recuadros de cada personajes (recordamos que en el tráiler de hace un año se podía ver cómo el jugador podría controlar a Barret o a Cloud a elección): «HP» (Vida), «PM» (Puntos de Magia), «Límite» y «ATB» (que todavía no sabemos qué es, pero que trae irremediablemente a la mente, nuevamente, los Kingdom Hearts). Por lo demás, es un alivio ver que los límites de los personajes siguen estando presentes (ya queremos ver el Omnilátigo de Cloud con estos gráficos).

Nomura y Kitase ya anunciaron que pensaban sacar más material promocional del Remake de Final Fantasy VII a lo largo del año. Parece que aún queda bastante para la salida del juego, por lo que esperamos que nos vayan mostrando, aunque sea poco a poco, varias cosas de este esperado (y reverenciado, si nos referimos al original) videojuego.

Las mujeres en Final Fantasy VII

Ríos y ríos de tinta han corrido sobre el que es aún considerado “mejor JRPG (Japanese Rol Player Game) de la historia” (aunque las opiniones son como los traseros, claro, y cada uno tiene la suya). Hay muchos elementos que explican esto: Final Fantasy VII fue, ya se ha dicho hasta la saciedad, toda una innovación en su época (para los despistados, salió en 1997 para Play Station). Primer JRPG de la saga numérica principal de Squaresoft en salir al mercado occidental, y primer videojuego de la ya mítica franquicia en salir para la consola de Sony (los anteriores, todos habían ido para Nintendo). Asimismo, su historia con cierta complejidad y profundidad, su estética cyberpunk, sus carismáticos personajes y su mítica banda sonora hicieron el resto.

De personajes de este videojuego venimos a hablar hoy, especialmente de los femeninos. En todo Final Fantasy que se precie (veremos el XV…) hay personajes femeninos dentro del grupo principal. Hasta el VI, siempre había habido alguna princesa o damisela en apuros, casta y pura, delicada como flor, tan típica en las historias de rol “de toda la vida”. Con la llegada de Final Fantasy VI, la cosa cambió. Terra, Celes y Relm (esta última, una niña) distan de ser princesas, damiselas, y de estar en apuros. La primera es la última superviviente de su especie, usada como arma por el ejército; la segunda es una reconocida y curtida guerrera, que acaba traicionando al imperio; y la tercera es, bueno, una niña que dibuja, pero que al menos no se encuentra en apuros y tampoco estorba para nada.

¿Por qué empiezo con Final Fantasy VI? Porque mucho me temo estos personajes tendrán algo que ver en lo que acabaremos viendo en el VII, su directo sucesor. En Final Fantasy VII, tampoco hay princesas. Es un mundo inspirado en el actual (la idea original era ambientar la historia en Nueva York) y con algunos toques futuristas-tecnológicos. Así, la gran urbe de donde parte la historia, Midgar, y sus suburbios, pueden llegar a recordarnos a los suburbios de otra gran ciudad como, por ejemplo, Nueva Delhi (aunque a Naora, artista conceptual de este juego, se le ocurrió la singular forma de Midgar mientras comía una pizza). Así, en medio de este mundo, no hay lugar para princesas. Aquí nos presentan a Aerith (o Aeris en Occidente, como se la conocía antaño), Tifa y Yuffie. Todas ellas recogen parte del legado de sus directas predecesoras.

Aerith Tifa Yuffie

Aerith, por ejemplo, es la última superviviente de su especie (los Cetra o Ancianos), por lo que Shinra (la super corporación gubernamental que gobierna el mundo a golpe de explotación industrial y capitalista en el mundo de Final Fantasy VII) va tras ella. Su diseño es delicado y femenino. Vestida de rosa, con enormes ojos verdes y el pelo recogido en una larga trenza, parece una perfecta damisela. En cierta forma lo es, puesto que en un par de veces habrá que protegerla (de hecho, Cloud acuerda hacerle de guardaespaldas). Sin embargo, su personalidad contrasta con su apariencia. Aerith (la del juego original) es desinhibida, flirtea abiertamente con Cloud, está acostumbrada a tratar con los bajos fondos y es directa en sus comentarios (por lo que en ocasiones puede llegar a parecer hasta fría o cínica –ejem, Barret-). Naturalmente, es bondadosa y amable (hasta el punto de llegar a sacrificar su vida por la de los demás, al más puro estilo Jesucristo), pero lejos queda el prototipo de chica dulce y pasiva. Cuando Cloud le dice que no puede acompañarle, porque es demasiado peligroso y ella “es una chica”, Aerith salta ofendida y se pasa por donde cubren los cerros las precauciones de Cloud. Toma rienda de su propio destino y papel en la historia, sin que tenga que depender de algún otro personaje masculino (no por ello deja de ser el interés amoroso de Cloud, en el original; y de Zack, en el Crisis Core). Incluso, en Advent Children vuelve a ser la salvadora de la humanidad, aun estando muerta y sin verle la cara. Por desgracia, en Crisis Core Aerith aparece como un personaje algo más pasivo y “tímido”, cuyo papel sí depende del de un personaje masculino (Zack). Pero bueno, quizás pueda “excusarse” en que en Crisis Core Aerith es más joven que en Final Fantasy VII y secuelas.

En cuanto a diseño, Tifa sirve como contrapunto de Aerith. Es más, Nomura cuenta que originalmente estaban diseñados Cloud, Aerith y Barret, y que Tifa fue planeada cuando se había decidido que Aerith muriera en medio de la historia, para poder tomar ella el peso de la misma (Cloud aparte). Así, Tifa aparece como una joven explosiva, de largas piernas, abundante pecho, pelo largo y moreno; una curtida luchadora de artes marciales. A simple vista, es el personaje perfecto para el fanservice. Sin embargo, y como pasara con Aerith, la personalidad de Tifa contrasta con su físico: ella es más insegura, tímida y prudente que la del vestido rosa. Enamorada de Cloud desde su adolescencia, nunca se atreve a confesárselo, y en cuanto aparece Aerith ella misma se relega a un segundo plano, como pensando que quizás no tiene nada que hacer en este “duelo” (otro dato a tener en cuenta, es que lejos de representar la típica “pelea de gatas”, Tifa y Aerith se respetan y hasta se hacen amigas, más allá del interés romántico común). No por ello Tifa deja de ser un personaje fuerte (no sólo con sus puños): también es equilibrada, bromista y cálida. Es por esto, que Tifa deja de ser “un personaje diseñado para el fanservice” y adquiere profundidad, rompiendo nuevamente barreras. Probablemente, Tifa no tiene tanto peso por sí misma como Aerith en la historia; pero sin ella Cloud seguiría sumido en un mar de confusiones (en la famosa escena de la Corriente Vital, que por algo es la favorita de Kitase), y de hecho nunca se habría unido a Avalancha (son Tifa y Barret los ecologistas que quieren cambiar el mundo, y no Cloud, al menos al inicio de la historia). En pocas palabras, está para servir de nexo entre los miembros del grupo y para mantener un punto de cordura entre ellos. En Advent Children, Tifa sigue representando este papel, añadiéndole un toque (aún más) maternal mientras cuida de Marlene y Denzel (y de Cloud, si nos ponemos). SquareEnix se ha encargado muy mucho de representar a Tifa como la heroína principal dentro de la Compilation de Final Fantasy VII, al menos a nivel merchandising. Y todo esto lo escribe alguien que, cuando se pasó el juego por primera vez, se consideraba anti-Tifa.

aerith tifa 3

No vamos a dejar a Yuffie para lo último, ya que hay más personajes femeninos (no jugables, en el juego original) dentro del mundo Final Fantasy VII. Yuffie, al ser un personaje optativo, fue añadido casi en el último momento, por lo que no aparece en ninguna de las cinemáticas del juego. No por ello pierde este personaje su chispa. Yuffie es la más joven del grupo (16 años), por lo que es impulsiva y alocada. Al ser ninja, también sabe luchar, y además y como nos descuidemos, nos robará toda nuestra materia (más algo de dinero). Elena forma parte de los Turcos (una especie de inteligencia secreta de Shinra), siendo “la novata” dentro del grupo principal que lo conforma. Posee rasgos similares a los de Tifa, siendo tímida, prudente, y estando enamorada en secreto de su jefe (Tseng). No por ser la única mujer dentro del equipo compuesto por Reno, Rude y ella misma, ocupa un papel pasivo, sino que al contrario es en ocasiones ella quien toma la iniciativa o les para los pies a los impulsivos de sus compañeros (o más bien, Reno es el impulsivo y Rude le sigue). Escarlata es una de los altos mandos de Shinra. Fría y calculadora, no duda en llevarse a quien sea por delante con tal de cumplir sus objetivos. Mítica es la escena en la que se gana (a buen pulso) la somanta de guantazos que le propina Tifa. De la familia de Cloud, tan sólo se nos presenta a su madre (su padre murió cuando él era muy pequeño); y Aerith heredó su sangre Cetra por parte de su madre Ifalna. También es una mujer que vive sola, Edelmyra, con quien Aerith sigue criándose una vez huérfana. Y Marlene, la hija (adoptiva) de Barret, es la voz de la razón dentro de la “familia” que forman ella, Barret, Cloud, Tifa y Denzel después de Final Fantasy VII.

Si nos pasamos a la Compilation, la plantilla aumenta; aunque no siempre de la forma deseada (al menos para quien esto escribe). Aún me sangran los ojos viendo a Tifa vestida de stripper-cowboy en Crisis Core (sí, ya aparecía vestida así en el flashback de Final Fantasy VII, ¿pero había que hacerlo TAN evidente?). Y Aerith, como ya mencioné, pasa a ser el mero objeto amoroso del aspirante a héroe que es Zack en el mismo título. Lucrecia, la madre biológica de Sephiroth y amada de Vincent, abandona su posición ambigua dentro del juego original para presentárnosla como poco más que una panoli que no para de equivocarse con todos los hombres que la rodean en Dirge of Cerberus. Y hasta le aparece un clon en el mismo juego. Sin embargo, también tenemos personajes como Cissnei, una especie de Elena más joven y segura de sí misma en Crisis Core. Y Shelke, a pesar de todo, desarrolla un papel bastante activo en Dirge of Cerberus.

Para concluir este (extenso) artículo, hay que resaltar el papel que los personajes femeninos desarrollan en Final Fantasy VII. Teniendo en cuenta que es un juego japonés del año 1997, sorprende ver a mujeres con personalidad y papeles propios, que se separan de estereotipos. Es de agradecer que el triángulo amoroso del juego no acabe en culebrón venezolano, sino que se lleve de forma natural y secundaria, con Aerith y Tifa cooperando entre ellas y hasta haciéndose amigas. Porque, en definitiva, es de agradecer que también en los videojuegos podamos ver papeles femeninos fuertes e independientes, no porque se pongan a dar guantazos a diestro y siniestro, o porque sean unas bordes de mucho cuidado (Lightning, te miro a ti), sino porque, y a pesar de todo, dejan a un lado la amplia sombra de la figura del “macho alfa y protector” y pasan a ser recordadas por ellas mismas dentro del colectivo de fans.

P.D.: Los fan arts de este artículo no son nuestros. Ya nos gustaría.

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