¿Posible escena entre Kylo Ren, Anakin y Darth Vader en Star Wars IX?

El episodio IX (aún sin título) de Star Wars, dirigido por J.J. Abrams, va tomando forma al haber iniciado su rodaje hace unas semanas. Tras haberse filtrado fotos con Poe (Oscar Isaac), Finn (John Boyega) y Chewbacca (Joonas Suotamo), lo que nos hace pensar en que la trama de la Resistencia irá, al menos en parte, nuevamente separada de la de la Fuerza, el medio británico Express habla de una supuesta escena que involucraría a Kylo Ren (Adam Driver), Darth Vader y Anakin Skywalker (Hayden Christensen, cuyo regreso aún no está confirmado).

La escena, que es descrita como «emotiva», aparecería en un arte conceptual para este episodio, donde se refleja a Kylo Ren en su trono y frente a él una ventana que da al espacio, donde se reflejaría la imagen de un rostro a la mitad, con un parte de Anakin y otra de Darth Vader.

Al tratarse de una supuesta imagen de arte conceptual, no está asegurado que vaya a salir en el producto final, ni tampoco que la imagen sea una fantasma de la Fuerza o una mera ilusión o sueño.

La idea de un fantasma de la Fuerza o ilusión de una figura mitad Anakin, mitad Darth Vader, ya apareció reflejada en el arte conceptual de El despertar de la Fuerza, también dirigida y escrita (junto a Lawrence Kasdan) por Abrams.

Anakin/Vader en el arte conceptual de El despertar de la Fuerza

Kylo Ren siempre ha mostrado bastante inclinación hacia la figura de su abuelo, por lo que resulta creíble que éste puede aparecerse ante él de alguna forma (en el séptimo episodio lo vemos hablándole al casco quemado de Vader).

Además, todo ello uniría de forma bastante coherente las tres trilogías, especialmente a las precuelas, bastante vapuleadas por el público. Abrams ya ha indicado anteriormente que su intención es atarlo todo en el último capítulo de «la saga Skywalker».

Lo que parece claro es que Luke sí se aparecerá como fantasma de la Fuerza y/o recuerdo, ya que Mark Hamill sí ha confirmado su regreso. Lo que desconocemos es si será ante su sobrino, Rey, Leia (también de vuelta con metraje rodado y no utilizado de Carrie Fisher), o todos ellos.

Debido a que, como decíamos, ya ha empezado el rodaje del noveno episodio, cada vez irán surgiendo más rumores al respecto, algunos mucho más creíbles que otros. ¿Vosotros esperáis ver a Anakin o a Darth Vader pululando por la próxima película?

Luke, Lando y Leia vuelven para el episodio IX de Star Wars

Disney y Lucasfilm han confirmado que el rodaje de Star Wars: Episodio IX arrancará el 1 de agosto de 2018 en los Estudios Pinewood de Londres. J.J. Abrams, quien escribió el guion junto a Chris Terrio (Argo) regresa para dirigir la última entrega de la saga de Skywalker.

Los miembros del reparto que repiten incluyen a Daisy Ridley (Rey), Adam Driver (Kylo Ren), John Boyega (Finn), Oscar Isaac (Poe Dameron), Lupita Nyong’o (Maz Kanata), Domhnall Gleeson (Hux), Kelly Marie Tran (Rose), Joonas Suotamo (Chewbacca), y Billie Lourd (Connix). Al elenco del Episodio IX se incorporarán Naomi Ackie y Richard E. Grant, a quienes se unirán los veteranos actores de Star Wars Mark Hamill (Luke Skywalker), Anthony Daniels (C3PO) y Billy Dee Williams, que retomará su papel de Lando Calrissian.

El papel de Leia Organa volverá a ser interpretado por Carrie Fisher, utilizando material de archivo inédito de Star Wars: El despertar de la fuerza. «Amamos desesperadamente a Carrie Fisher», ha dicho Abrams, quien ha añadido que «nos resultaba imposible encontrar un final totalmente satisfactorio a la saga de Skywalker sin ella. No íbamos a buscar otra actriz ni utilizar un personaje creado por ordenador. Con el apoyo y la autorización de su hija Billie, hemos encontrado la forma de rendir homenaje a su legado y al papel de Carrie como Leia en el Episodio IX utilizando imágenes inéditas que rodamos juntos para el Episodio VII«.

El compositor John Williams, que ha escrito la música de todos los capítulos de la saga de Star Wars desde Una nueva esperanza en 1977, regresará a una galaxia muy, muy lejana con el Episodio IX. El estreno está programado para diciembre de 2019.

Sobre Luke, Leia y Lando

Definitivamente, de entre todo lo confirmado, nos quedamos con el ataque de nostalgia que supone la vuelta de Billy Dee Williams como Lando, añadiendo la incertidumbre de si el (todavía desconocido) personaje que interpretará Naomi Ackie estará vinculado a él de alguna forma.

Por otro lado, el que Luke regrese confirma su proyección como fantasma de la Fuerza, al igual que ya lo hicieran Obi-Wan o Yoda. La cuestión es, ¿se aparecerá ante Rey para seguir su entrenamiento? ¿A Kylo para atormentarlo y seguir su despedida («hasta luego, muchacho»)? ¿A los dos?

En cuanto a la reutilización de material rodado con Carrie Fisher como Leia, nos parece lo más acertado, aún a sabiendas de que seguramente suponga una breve aparición del personaje y/o una pronta muerte (al menos no fallecerá detrás de las cámaras y que lo anunciasen en los créditos iniciales, como temíamos la mayoría). Es algo arriesgado, teniendo en cuenta que puede salir algo «chapuza» de todo esto, pero tengamos fe en Abrams.

Hablemos de Kylo Ren/Ben Solo (Star Wars)

Star Wars: Los últimos jedi se estrenó el pasado 15 de diciembre y todavía está dando que hablar en redes sociales y medios varios, para bien y para mal. Teniendo en cuenta el lapso de vida de las novedades en Twitter o Facebook, es bastante. Uno de los temas centrales de los debates que la rodean es el personaje de su villano (¿o anti héroe?), tanto en el episodio siete como en el que nos ocupa: Kylo Ren, también conocido como Ben Solo, único hijo de Han y Leia, interpretado por Adam Driver. Avisamos de paso que se avecina un largo análisis con SPOILERS de Los últimos jedi.

Tanto J.J. Abrams (director de El despertar de la Fuerza y el Episodio IX) como Rian Johnson (director de Los últimos jedi) han dejado caer varias declaraciones sobre la ambivalencia del personaje de Kylo y CÓMO NO es Darth Vader, a pesar de que al ver su diseño es lo primero que nos trae a la mente. Así, Abrams comentó que tanto a él como a Kathleen Kennedy (presidenta de Lucasfilm) se les ocurrió Driver tras unas pocas pruebas de casting a algunos actores debido a su versatilidad, hasta el punto de que fue el primer miembro del reparto en ser anunciado al público. Johnson, por su parte, ha declarado, entre otros, que Kylo y Rey «son las dos partes de un protagonista».

De este modo, diseños aparte, Kylo Ren poco y nada tiene que ver con el prototipo de villano que era Vader, más allá de ser su nieto, que tenga una cierta admiración por él y, de hecho por eso, copiarlo en la apariencia y vestimenta.

Con quien sí guarda mayor similitud es con Anakin, tanto en el aspecto debajo de la máscara (cicatriz ahora incluida), como en la actitud de un muchacho muy poderoso que no sabe muy bien qué hacer con el papel que le ha tocado jugar, derivando en una enorme inestabilidad emocional. Porque, si algo tiene Ben en común con su abuelo, es que ambos son tremendamente emocionales, hasta el punto de traspasar los límites de la cordura y de inestabilizarse con cierta facilidad.

Si hacemos caso a las palabras de otros personajes a lo largo de las últimas dos cintas, Ben también guarda cierta similitud con Han (Snoke le dice que tiene el corazón de su padre), lo que no debería pasar desapercibido entre tanto trato negativo en Ben, incluyendo entre los miembros de su propia familia. De lo poco que hemos visto a Han y su hijo juntos, la relación entre ellos debía ser algo distante. El dueño del Halcón Milenario no sabe muy bien qué hacer con el niño poco después de nacer debido a su conexión con la Fuerza y años más tarde se dedica a enseñar a otros jóvenes pilotos más que otra cosa, según Bloodline, además de lo comentado por el propio Kylo a Rey. Sin embargo, y a pesar de la dramática deriva de los acontecimientos, Ben no odia a su padre, como también le dice a la muchacha. Si acaso, su muerte lo ha sumido aún más en la confusión emocional en la que estaba sumido.

Una víctima de abuso y un pésimo líder

Llegados a este punto, ¿qué sabemos realmente del pasado de Kylo Ren? Pues más bien poco. único hijo de Han y Leia, poderoso en la Fuerza desde el momento en que nació, según Abrams, Kylo es tan fuerte en el lado luminoso como en el lado oscuro, lo que rápidamente atrajo la atención de Snoke. Se ve que este ser lo acechó desde temprana edad, aunque no sabemos exactamente cuándo (¿infancia? ¿adolescencia?). Sea como sea, sus padres, bastante metidos de lleno en sus respectivas carreras (Han como piloto, como ya decíamos, y Leia como política de la nueva república), se dieron cuenta en algún momento de que estaban perdiendo a su hijo y decidieron mandarlo con Luke, quien había fundado una academia jedi con una docena de estudiantes,

Luke y Ben entrenaron juntos por algún tiempo, pero llegó un punto en que el primero tuvo una visión del segundo, donde Snoke ya había llegado a lo más profundo de su corazón, y por puro instinto durante un momento fue a matarlo mientras dormía. Evidentemente, Luke enseguida cayó en la cuenta de la atrocidad que estaba a punto de cometer y se detuvo, pero ya era tarde: su sobrino había despertado y lo había visto. Ben evidentemente se defendió y derribó a Luke, se llevó a algunos de sus estudiante (¿los caballeros Ren?) y al resto los mató, incendiando de paso su academia.

Ben Solo no era siempre un conflictivo muchacho que daba problemas. Extracto de la guía visual de Los últimos jedi, por Pablo Hidalgo

Es increíblemente significativo que en dicho momento Ben no acudiera a sus padres… sino a Snoke, lo que nos habla de que efectivamente el villano ya tenía una poderosa influencia sobre él. Sin embargo, si nos fijamos en la actitud de Snoke hacia Kylo tanto en el séptimo episodio como en el octavo (más en los pocos minutos que trata a Rey), nos damos cuenta de que el primero es tremendamente abusivo con el segundo, recurriendo a humillaciones psicológicas («el increíble Kylo Ren» con tono de sorna al burlarse que ha sido derrotado por una inexperta), emocionales (prácticamente lo obliga a matar a Han) y físicas (el rayo, la tortura a Rey).

Si sumamos esto último a la sensación de soledad y abandono que ha debido sentir Ben por los poderes con los que ha nacido, la temprana edad a la que Snoke debió empezar a contactarlo y el bagaje emocional que de por sí lleva en los genes, nos parece que demasiado bien está Kylo Ren después de todo.

¿Dónde está el mayor drama, entonces? En que, una vez liberado de Snoke, y de hecho habiéndolo asesinado él (pudo matar a Han, pero no a Rey), Kylo Ren ya debería estar libre para poder tomar mejores decisiones… solo que no lo está. Si nos fijamos, tras el asesinato del líder de la Primera Orden y de su guardia pretoriana, lo primero que hace Kylo es quedarse mirando fijamente el cadáver de Snoke. Claramente está en shock. Es probable que tenga estrés postraumático en ese mismo momento y en los años próximos.

Arte conceptual de Los últimos jedi, extraído de The Art of StarWars: The Last Jedi

Sin embargo, Rey, por quien acaba de dar dicho paso, le dice que salve a la Resistencia. Pero Kylo tampoco guarda aprecio hacia el grupo (los llama ladrones, asesinos y traidores en la cinta anterior), está hasta las narices de todo y quiere mandarlo al carajo. Una reacción, a priori, muy normal en alguien que aún está en shock. Rey choca con él en este punto y ya sabemos todos cómo sigue la cosa.

La rabieta posterior de Kylo Ren es bastante criticada, y no falta razón, pero tengamos en cuenta que la película está contada desde la perspectiva de «los héroes», y él está en el bando de «los villanos». Si fuera al contrario, sinceramente, tampoco le faltarían motivos al muchacho para estar cabreado, más teniendo en cuenta lo fácil que es que salte. La aparición de Luke empeora aún más las cosas, pues Kylo odia a su tío: es el principal culpable de su actual situación, con la cual no parece que esté radiante de felicidad. Tanto es así, que ni se da cuenta de que lo que está frente a él ni tan siquiera es REAL, ya que Luke no deja marcas de pisadas en la sal que cubre Crait (solo por poner un ejemplo).

Toda esta secuencia también sirve para mostrarnos otra cara de Kylo: la de un pésimo líder. No sabe dar órdenes (Hux se le intenta imponer a la mínima y en cualquier momento me huelo un Frank Underwood con él) y se guía puramente por sus emociones, no por la estrategia ni por la ideología de la Primera Orden, la cual creo que se la trae más bien al pairo (cuando se le propone a Rey, entre otras cosas le dice que acaben juntos con la organización). Todo ello concluye en un gran fracaso para «los malos» y con los escasos miembros de la Resistencia huyendo con vida, lo que no es poco.

Por lo tanto, en lo personal veo poco probable que haya un gran salto temporal entre Los últimos jedi y el noveno episodio, entre otras cosas porque no veo a Kylo Ren gobernando la Primera Orden durante mucho tiempo sin graves consecuencias, comenzando para él mismo. Hux sigue rondándole y la última mirada que le dirige antes de finalizar la película no es precisamente de aprecio. Puede que el general no sea poderoso en la Fuerza, pero dentro de la Primera Orden tiene más contactos que Ren seguro (a quien se ha mostrado que temen, pero no respetan), por lo que es fácilmente imaginable la organización de una especie de golpe de Estado.

No es tampoco poco significativo que la última escena protagonizada por Kylo Ren en Los últimos jedi lo muestre arrodillado ante Rey, agarrando los dados de la suerte que pertenecieran a su padre, con gesto triste y actitud arrepentida, mientras un rayo de luz lo ilumina en medio de la oscuridad.

Esto ya lo hemos visto en otra parte…

La historia de lo que llevamos hasta ahora de Ben Solo y Kylo Ren no es única en el mundo del entretenimiento. De hecho, los seguidores de anime, manga y videojuegos procedentes de Japón tienen ejemplos varios. Cáspita, hasta Elza de Frozen podría servir de referencia en ciertos puntos. A partir de aquí, habrá SPOILERS de Naruto y de Code Geass.

El más llamativo es probablemente el de Sasuke Uchiha (Naruto), protagonista primero y villano después, empezando la serie como compañero, rival y amigo de Naruto para después volverse su enemigo, movido primero por las ansias de venganza personal y por, adivinad, estrés postraumático posterior, hasta el punto de querer acabar con todo el orden ninja establecido, el cual percibe como corrupto, aunque para ello tenga que matar a Naruto, a Kakashi, a Sakura o a quien haga falta.

Por suerte, Naruto nunca pierde del todo la esperanza en él (aunque hay momentos que casi), y en un enfrentamiento final donde ambos pierden sus brazos, Sasuke «ve la luz» y vuelve al lado luminoso (valga la redundancia). Tras unos años de exilio, y sin llegar a recuperar nunca su brazo, Sasuke acaba viviendo en Konoha con Sakura y ambos tienen una hija, Sarada, restaurando asimismo el clan Uchiha (del cual solo quedaba él).

La otra gran similitud percibida es con Lelouch Lamperouge, protagonista de Code Geass, aparentemente un estudiante normal que un día y de forma fortuita se ve ¿bendecido? ¿maldecido? con el poder del geass, el cual causa que todo aquel que lo mire directamente a los ojos siga sus órdenes. Lelouch decide usar este poder principalmente como medida de venganza personal, adoptando un alter ego enmascarado (vaya) conocido como Zero, con el cual también se erige como una figura justiciera frente al opresor imperio de Britannia. Sin embargo, Lelouch se va obsesionando con su venganza hasta el punto de derribar a todo aquel que ose interponerse, aunque sean sus amigos, parientes o similar.

Llegado el momento, Lelouch llega hasta sus padres, el emperador de Britannia, objeto principal de su venganza, a quien asesina. ¿Qué hace entonces el chico? Se auto erige como máximo dirigente y se vislumbra como la nueva principal figura opresora. Al final, Lelouch acuerda con su amigo Suzaku su asesinato ante el público y, en teoría, muere (aunque algunos teorizan que es una farsa para escapar con C.C. a la vez que le deja un mundo mejor a Nunally, que era su deseo). Sea como sea, parece que Lelouch volverá para una tercera temporada.

Podríamos hablar de otras representaciones de estos personajes más antihéroes (o héroes byronianos) y de sus contrapartes heroicas sin artificios, como Riku y Sora en Kingdom Hearts, Seifer y Squall en Final Fantasy VIII, Delita y Ramza en Final Fantasy Tactics, etc. En definitiva, parece ser un concepto que encanta a los asiáticos.

Lo que en mi opinión queda claro es que Kylo Ren se redimirá de alguna forma (¿dónde estaría la gracia de la trilogía entonces?), pero si en el camino sobrevivirá o si llegará totalmente íntegro ya es otro cantar… La narrativa está poniendo bastante énfasis en que el objetivo es obtener el verdadero equilibrio en la Fuerza, no que prevalezca un lado sobre el otro, que es en donde fracasaron las anteriores trilogías, con la oscuridad prevaleciendo en las precuelas y la luz en la original (como bien dirían en Kingdom Hearts, a más luz haya, mayor será la oscuridad). Ben Solo debe hallar ese equilibrio en él mismo, pero también entre él y Rey.

Podríamos hablar extensamente también de la interesante relación entre Kylo Ren y Rey, de qué papel puede jugar en el destino de la galaxia como último Skywalker (¡y Solo!), de cómo su historia parece ser la misma que la de Anakin pero a la inversa («terminaré lo que tú empezaste»), y más cosas, pero eso nos llevaría a escribir nuestra propia trilogía. Lo que sacamos en claro es que Kylo Ren/Ben Solo es, para nosotros, el personaje más interesante de esta nueva saga. Esperamos que sepan darle una conclusión satisfactoria.

Por qué el hecho de que Abrams vuelva a dirigir Star Wars es una FANTÁSTICA noticia

Ayer salió a la luz que J.J. Abrams volverá a colocarse tras las cámaras y el guión del episodio IX de Star Wars, tras la anunciada salida de Colin Trevorrow, quien había ocupado hasta entonces la silla del director.

Como la mayoría sabrá (y sino no sé en qué clase de cueva habréis estado metidos), Abrams ya se encargó de sacar adelante El despertar de la Fuerza, con la colaboración en la escritura de la historia de Lawrence Kasdan (quien ya se encargara de la escritura de la trilogía original). Tras él llega Rian Johnson para la elaboración del octavo episodio, Los Últimos Jedi, cuyo estreno será el próximo 15 de diciembre. Recordamos que el capítulo nueve sigue teniendo previsto llegar a los cines de medio mundo en diciembre de 2019.

Así, se espera que un director como Johnson, que tiene en su currículum cintas destacables como Brick o Looper, aporte cierto toque indie o «extravagante» para un producto tan comercial como Star Wars, lo que probablemente hará las delicias de varios cinéfilos, pero que quizás tire para atrás a otro tipo de fans de la saga.

Sin embargo, y volviendo a Abrams, su retorno podría suponer un nuevo equilibrio entre Johnson y un quizás DEMASIADO comercial Trevorrow (dirigió Jurassic World, ejem). No obstante, fue la mente creativa de Perdidos (Lost) el que ideó la existencia de Rey, Finn, Poe o Kylo Ren. Sí, su estilo, aunque no tan palomitero como el de Trevorrow, también se ajusta demasiado bien a los moldes que solicitan las grandes productoras de Hollywood (como lo son Disney y Lucasfilm). De hecho, uno de los principales defectos de El despertar de la Fuerza es su ya consabido parecido  con Una nueva esperanza.

De este modo, es cierto que quizás Abrams es un director que no arriesga TANTO en estilo como Johnson, pero qué carajo, sin él no hubiésemos tenido los regresos de Star Wars y Star Trek que tenemos, y mucho público mayoritario seguiría pensando que esos son productos propios de niños frikis (más el segundo que el primero). Puede que Rey peque en ocasiones de Mary Sue y que Kylo Ren se comporte como la estrella invitada de Hermano Mayor, pero su carisma es indiscutible.

Por encima de todo, está que Abrams ya conoce a esos personajes, que son en buena parte y de hecho suyos. Por eso, qué mejor que sea él quien les de un punto final (o aparte, porque con Disney detrás resulta extremadamente difícil afirmar que no habrá más trilogías). No somos muy partidarios de que un director distinto se hagan cargo de la historia y transcurso de cada película de la saga, la verdad sea dicha. Porque, en la trilogía original Lucas se encargara de dirigir la primera, lo cierto es que él siempre estuvo detrás de toda la franquicia, de una forma u otra, y las principales decisiones de la narrativa («Luke, yo soy tu padre») salieron de su mente. Está claro que Abrams tiene un recorrido ideado para sus personajes, porque es algo que siempre ha dicho y dejado entrever en los comentarios. Y en El despertar de la Fuerza solo vimos el inicio de todos ellos.

En definitiva, teniendo en cuenta todo lo expuesto, nos parece que el regreso de Abrams es una muy buena opción, además de aportar cierta justicia poética al asunto. Al fin y al cabo, todavía nos queda descubrir a qué se refería Kylo Ren cuando le decía al casco destrozado de Darth Vader que terminaría lo que él había empezado, entre otras muchas cosas. Y por cierto, alguien que claramente ha tomado algunas referencias del mismísimo Hayao Miyazaki (esa Nausicaa Rey…) no puede ser malo.