Japoneando Anime: Golden Kamuy

Golden Kamuy (ゴールデンカムイ) es una de esas series de manga (creado por Satoru Noda) y anime (desarrollado por Geno Studio) que puede pasar a priori desapercibido para el ojo del lector/espectador, ya que el estilo artístico y narrativo son algo «inusuales», más anclados en el seinen y en un humor ocasional al más puro estilo JoJo´s Bizarre Adventure. Pero es una auténtica joya.

Además sirve para introducirnos, de forma bastante profunda aunque no siempre fidedigna (Noda ha declarado que no es su objetivo ser fiel a la historia) sobre cuestiones de la sociedad y cultura japonesas como los ainu, los matagi o episodios como la guerra ruso-japonesa.

Saichi Sugimoto («Sugimoto El Inmortal», voz en el original de Chikahiro Kobayashi) es un joven ex soldado de la Primera División del Ejército Imperial japonés que luchó durante la guerra contra Rusia. Arrastrando estrés postraumático, se propone encontrar oro de forma rápida en Hokkaido (isla al norte de Japón) para poder ayudar a la mujer y al hijo de su amigo, fallecido durante la guerra. En estas escucha la leyenda de un tesoro ainu escondido, a la parque conoce a Asirpa (Haruka Shiraishi), una muchacha perteneciente a la etnia ainu.

Golden Kamuy. Satoru Noda y Geno Studio.

La guerra ruso-japonesa (febrero de 1904-septiembre de 1905)

Ya hemos comentado en anteriores Japoneando Anime la importancia de la era Meiji en la historia contemporánea de Japón. Pues bien, un hecho que aconteció durante este período y que sirvió para consolidar la posición de Japón en el mundo moderno y su occidentalización (tras más de dos siglos de aislamiento y de régimen feudal) fue la guerra ruso-japonesa (日露戦争).

Este conflicto se originó debido a los intereses imperialistas tanto por parte del gobierno zarista ruso como del japonés en el Pacífico, sobre el cual buscaban los rusos un puerto que funcionase durante todo el año (que no se congelase). Ahí estaba la península de Liaodong (China).

En el extremo sur de esta península se encontraba Port Arthur (actual Lüshunkou), bajo administración rusa desde 1898. Anteriormente, el Tratado de Shimonoseki (下関条約) había puesto fin a la Primera Guerra Sino-Japonesa, el cual entregaba a Japón la administración de Taiwán y el protectorado sobre Corea y la Península de Liaodong. Sin embargo, Francia, Alemania y Rusia presionaron a Japón para que devolviera Liaodong a manos chinas, lo que  aprovecharon los rusos para firmar un arrendamiento con China sobre Kwantung y Port Arthur (en el sur de Liaodong) por 25 años.

Así las cosas, el ejército japonés atacó sin declaración de guerra el 8 de febrero de 1904 Port Arthut (asedio de Port Arthut, 旅順 攻 囲 戦), hundiendo e inmovilizando varios buques y asegurando así su acceso a la península de Corea con el objetivo de expandir su colonización sobre Asia Oriental y adelantarse así a las aspiraciones europeas sobre la zona.

Sugimoto siempre lleva puesto el uniforme del Ejército Imperial de Japón. Golden Kamuy. Satoru Noda y Geno Studio.

La guerra, de poco más de un año, se decantó a favor de Japón, lo que supuso un fuerte impulso del país nipón en el panorama internacional, ya que se trataba de la primera victoria de un país asiático sobre una potencia occidental, equilibrando así algo la balanza a favor de Asia frente a Europa. La humillación sufrida por Rusia al respecto fue notoria y el disgusto de la sociedad hacia el sistema zarista se tradujo, junto a otras causas, en la Revolución Rusa de 1905.

La historia de Golden Kamuy parte del desenlace de la guerra ruso-japonesa, ya que tanto el protagonista, Sugimoto, como otros personajes importantes como Ogata, Tanigaki o Tsurumi lucharon en dicho conflicto. Los rusos, por su parte, se encuentran presentes en la obra, partiendo de Asirpa, que es descendiente de rusos y ainu.

Los ainu y matagi

Asirpa es, junto a Sugimoto, protagonista de Golden Kamuy. Es además ainu (アイヌ), uno de los pueblos originarios de Japón, cuyo origen todavía se desconoce (hay teorías que hablan de pueblos pre-mongoles o bien provenientes de la zona de Siberia, por Rusia, entre otras). Al parecer habitaban el archipiélago, sobre todo el norte y la isla de Hokkaidô, donde convivieron con la administración del shogun o han (藩).

Con la llegada de Meiji y las aspiraciones modernizadoras de Japón, se buscó la unificación cultural y lingüística, siendo los ainu perseguidos o asimilados por la cultura dominante de Kanto. Actualmente quedan pocos ainu en Japón (poco más de 13 mil en Hokkaidô según censo oficial de 2017), si bien su situación por suerte ha mejorado respecto a antaño, siendo su cultura oficialmente reconocida en 2019 por el gobierno japonés.

Los ainu en el opening de Golden Kamuy. Satoru Noda y Geno Studio.

Noda representa a los ainu en Golden Kamuy no solo a través de Asirpa, sino de todo su kotan (poblado), su vida diaria, sus creencias religiosas, su cultura, su lengua, los vínculos familiares, vivienda, ropas… En definitiva, un trabajo de investigación (que lleva a cabo junto al profesor de lengua ainu de la Universidad de Chiba, Hiroshi Nakagawa) que se acerca bastante al de un antropólogo.

Además de Asirpa y su círculo, nos encontramos con Inkarmat, una mujer ainu nómada que dice poder adivinar el futuro y cuyas intenciones no son del todo claras…

Y luego están los matagi (又鬼), los cazadores tradicionales de Japón que habitan el norte de Honshu, especialmente la región de Tokohu y la prefectura de Akita, representados a partir de Genjirô Tanigaki. Este grupo social habita en grupos más o menos reducidos y se dedican a la caza de temporada; no obstante no desperdician nada y veneran a la naturaleza y a las presas.

Esta cosmovisión y forma de vida, basada en la caza para la supervivencia y en la veneración de espíritus animales, ha generado estudios que vinculan a los matagi con los ainu, si bien étnicamente pertenecen a yamato (大和民族), al igual que la mayoría de los japoneses.

Actualmente los matagi se encuentran en una situación decadente para ellos, ya que la caza moderna proveniente de Occidente ha acaparado su lugar. El desastre nuclear de Fukushima solo empeoró su situación, ya que la fauna quedó bastante afectada.

Tanigaki empieza en la historia siendo antagonista de Asirpa, pero el devenir de los acontecimientos hace que se una a la causa ainu y les sea profundamente fiel. Su arco argumental queda asimismo estrechamente vinculado al de Inkarmat y al del niño ainu Cikapasi.

Tanigaki (matagi) e Inkarmat (ainu) en Golden Kamuy. Satoru Noda y Geno Studio.

La ninko o mujer kitsune

Pasemos ahora a comentar algo del folclore japonés, en este caso de la figura del kitsune (狐), que es representado en varias ocasiones con la figura de una bella mujer que engaña a los hombres, conocido en este caso como ninko. Según dice Luis Antonio Carretero Martínez en Breve historia de la mitología japonesa, las ninko provienen de la mitología china, ya que los zorros representan al principio femenino yin, que desea conseguir el masculino yang.

El kitsune es en realidad un zorro (kitsune es la palabra japonesa para este animal), cuyo espíritu está muy vinculado al dios de la fertilidad, de la agricultura, del éxito y del arroz Inari (稲荷). Quizás por ello, suelen representarse como seres que engañan fácilmente a los humanos y que son, más que malignos, traviesos.

Este kami sintoísta es visto asimismo como inteligente, que va acumulando sabiduría a la parque colas (siendo el zorro de nueve colas el más poderosos de todos).

Inkarmat es presentada como una atractiva joven, de dudosa procedencia, que engaña fácilmente a Shiraishi (y seduce posteriormente a otro de los personajes masculinos). No obstante, dista de ser una villana, siendo más bien misteriosa y astuta a la hora de perseguir sus objetivos. Es comparada con una ikatkar cironnup (diosa zorro) por Asirpa y porta sobre su cabeza el cráneo de un zorro ártico (el blanco se considera a su vez el zorro con mayor poder espiritual).

En definitiva, Golden Kamuy no es solo un título para simplemente disfrutar de su arte, su historia, su alocado y maravilloso elenco de personajes, sino además para nutrirse de los episodios históricos y culturales que representa. Es una de las pocas obras que pone al frente a los ainu y el mundo del norte de Japón, ya que Noda proviene de Hokkaidô y pretende mostrar su cultura. La mejor forma para ir conociendo a los ainu (en el caso de no poder desplazarse a Rusia o Japón) es leyendo esta obra maestra.

Para saber más…

CARRETERO MARTÍNEZ, Luis Antonio, Breve historia de la mitología japonesa, Madrid, Ediciones Nowtilus, 2020.

GUARNÉ, Blai (varios autores), Antropología de Japón. Identidad, discurso y representación. Barcelona, Edicions Bellaterra, 2017.

PÉREZ RIOBÓ, Andrés y SAN EMETERIO CABAÑES, Gonzalo, Japón en su historia. De los primeros pobladores a la era Reiwa, Gijón, Satori Ediciones, 2020.

SECO SERRA, Irene, Historia breve de Japón, Madrid, Sílex Ediciones, 2010.

Golden Kamuy. Satoru Noda y Geno Studio.

Japoneando Anime: Rurouni Kenshin Tsuiokuhen

Rurouni Kenshin (るろうに剣心) fue uno de los shônen más populares de la década de 1990, a lo que contribuyó en nuestro país la emisión del anime en Canal+ las mañanas de sábados y domingos, así como la publicación del manga por parte de la desaparecida editorial Glénat. A su vez les acompañaron una serie de OVAs (Original Video Animation) que narraban el pasado del protagonista, bajo el título de Tsuiokuhen (追憶編, en inglés Trust and Betrayal, si bien la traducción sería más bien la de Recuerdos).

Lanzada en Japón en 1999 y dividida en cuatro episodios de cerca de una hora cada uno, las OVAs, animadas por Studio Deen y dirigidas por Kazuhiro Furuhashi siguen un estilo muy distinto al del anime y manga, muy anclado en el shônen tradicional de multitud de batallas y personajes con habilidades sobrehumanas. Rurouni Kenshin: Tsuiokuhen es mucho más realista y poético, mostrando el Japón inmediatamente anterior a Meiji en forma y contenido.

Durante el Bakumatsu, los partidarios del poder único en el emperador, Ishin Shishi (維新志士), intentan derrocar a la figura militar del shogun. A esta facción pertenece Kenshin Himura (voz en japonés de Mayo Suzukaze), más conocido como hitokiri Battousai (traducido en nuestro país como «Battousai el carnicero»), quien asesina a un joven conocido como Akira Kiyosato durante una ronda nocturna, no sin antes recibir de la víctima una herida en su rostro. Tras seguir asesinando en medio del conflicto, se topa accidentalmente con una misteriosa joven que responde al nombre de Tomoe Yukishiro (Junko Iwao). Los destinos de ambos se cruzan de manera inexorable.

Rurouni Kenshin: Tsuiokuhen. Studio Deen y Nobuhiro Watsuki.

El Bakumatsu y la Guerra Boshin

El Bakumatsu (幕末, conocido también como Shogunato Tokugawa Tardío, 1853-67) fue el período que finaliza la era Edo (1603-1868) y que precede a la Guerra Boshin (戊辰戦争, 1868-69) antes de llegar a Meiji. Son, básicamente, los últimos años de la figura del líder militar que era el shogun, todavía en manos de la familia Tokugawa.

Pero esta guerra civil no suponía solo la caída del shogun. Como ya hemos comentado en algún otro Japoneando Anime, la llegada del comodoro Matthew Perry y el fin del sakoku (鎖国, período de aislamiento de Japón) supuso un profundo cambio en la política, cultura, sociedad y economía de Japón, dejando atrás un sistema feudal para adentrarse en la modernización al estilo occidental, y además a toda prisa.

Así, surgieron clanes que no estaban a favor de algunas de las corrientes que se estaban formando, siendo el caso de los Choshu y los Satsuma, que forjaron la alianza Satchodomei para derrocar al shogun Tokugawa. Ambos se guiaban por la filosofía japonesa y movimiento político sonno-joi (尊王攘夷, literalmente «reverenciar al emperador, expulsar a los bárbaros»), que defendía básicamente la superioridad del emperador como figura social y política y el rechazo xenófobo a los occidentales.

A este clan Choshu pertenecían Kogoro Katsura (1833-77), personaje relevante dentro de Tsuiokuhen y uno de los líderes del Ishin Shishi del que forma parte Kenshin; y Shinsaku Takasugi (1839-67), quien aparece en varias escenas junto a Katsura y protagoniza una de las más emotivas del final de las OVAs (y fiel a la realidad, pues Takasugi no llegó a vivir la caída del shogunato).

Uno de los grupos rivales al Ishin Shishi en el Bakumatsu y la Guerra Boshin fue el Shinsengumi (新選組), una fuerza especial de policía fiel al shogun y formada por samuráis con un estricto código de permanencia y que portaban un característico uniforme azul con rayas blancas. Dentro de él se encontraban Hajime Saitou (1844-1915) y Souji Okita (1842/44-68), ambos personajes dentro de las OVAs, especialmente importante el primero en el argumento de Rurouni Kenshin, y que protagonizan una batalla final contra Kenshin. Los principales líderes del Shinsengumi fueron derrotados o ejecutados al finalizar la Guerra Boshin.

A lo largo de Tsuiokuhen se muestran otros episodios históricos importantes dentro de este período, como el Incidente de Ikedaya (池田屋事件, Ikedaya Jiken), la noche del 8 de julio de 1864 en Kioto, cuando el Shinsengumi sorprendió a los líderes del Ishin Shishi reunidos en una de estas tabernas tradicionales japonesas, la que finalizó en una clara victoria para la fuerza del shogun. Es una de las escenas más bellas de estas OVAs (que no tienen pocas).

Tomoe y la yuki-onna

Tomoe es uno de los personajes más importantes dentro de la trama de Rurouni Kenshin, si bien no aparece mucho (de hecho, en la adaptación a anime nunca hace acto de presencia, salvo en el sexto ending). En Tsuiokuhen es claramente la protagonista junto a Kenshin y parte del argumento se ve desde sus ojos.

Tanto el diseño como la personalidad de Tomoe estarían inspirados en la yuki-onna (雪女, mujer de nieve), un yôkai y figura popular dentro del folclore japonés, que se dice en algunas leyendas es una mujer que falleció en la nieve y cuyo espíritu vaga durante las noches nevadas y con luna llena. La suelen describir como una hermosa fémina de piel pálida y largos cabellos negros, que viste un kimono blanco y con mirada y actitud frías; en algunos casos flota sin pies sobre la nieve.

El mismo apellido de Tomoe ya nos da una pista, ya que yuki (雪) es nieve y shiro (白) es blanca. Además viste con un kimono blanco, es descrita como una belleza fría por el propio autor (Nobuhiro Watsuki) y tiene una larga cabellera negra. Su personalidad es reservada y calculadora; asimismo (SPOILER) Tomoe muere asesinada sobre la nieve (FIN DE SPOILER).

El relato de la yuki-onna sirve para recordar los peligros (y belleza, lo que veremos en el siguiente apartado) del invierno y de las montañas, especialmente en algunas regiones del norte de Japón.

El lirismo y simbología de la naturaleza

Rurouni Kenshin: Tsuiokuhen está repleto de naturaleza. En serio, no hay apenas planos o dibujos en los que no aparezca algún elemento perteneciente al mundo natural. Para los japoneses, que viven en un archipiélago repleto de volcanes y montañas sobre el denominado Círculo de Fuego (terreno con elevado número de terremotos de variada intensidad), la naturaleza es salvaje, cruel y hermosa a partes iguales. Esto ha hecho que desarrollen su propia simbología en torno a elementos naturales.

Esta simbología está muy vinculada a las estaciones, que son muy marcadas en Japón por ciertas características. Así, tal como recoge la Doctora Elena Barlés en su artículo «Arte y naturaleza en Japón: la belleza de las cuatro estaciones», la primavera (que empezaba con el inicio del año en el antiguo calendario) viene por ejemplo marcada por la flor del cerezo (sakura, 桜) o la del ciruelo (ume, 梅), siendo de ésta última la fragancia que lleva Tomoe.

El verano está caracterizado por el iris o lirio japonés (con el cual comparan a Tomoe), el loto, la paulonia, las luciérnagas o el sonido de las cigarras.

Rurouni Kenshin: Tsuiokuhen. Studio Deen y Nobuhiro Watsuki.

El otoño es la estación con rasgos como la contemplación de la luna llena o tsukimi (月見) y del cambio del color de las hojas del arce a su característico tono rojizo (momiji, 紅葉), flores como el crisantemo o animales como la libélula, que simboliza la felicidad o la victoria, entre otros (Tomoe le dice a Kenshin que al atardecer vio una libélula, significando que tendrían buena cosecha y que se encuentran en otoño).

Terminando el ciclo anual hallamos el invierno, cuyo elemento más característico es la nieve, al igual que el pino o el bambú. En la conclusión de Tsuiokuhen esta estación está muy marcada.

Para entender la presencia de las estaciones en Japón y en estas OVAs de Rurouni Kenshin, tenemos una escena donde Seijuro Hiko le dice a su alumno:

«La flor de cerezo es de la primavera, las estrellas del verano, la luna llena del otoño y la nieve del invierno. El sake está bueno […]»

Así, las estaciones en la narrativa no sirven solo para marcar el paso del tiempo, el ciclo vital o el estado anímico de los personajes, sino que para los japoneses son una manifestación artística.

Para saber más…

BARLÉS BÁGUENA, Elena, “Arte y naturaleza en Japón: la belleza de las cuatro estaciones”, en BARLES, E. y ALMAZÁN, D. (coms.), Cerezos, lirios, crisantemos y pinos. La belleza de las estaciones en el arte japonés, Zaragoza, Fundación Torralba-Fortún, 2008, pp. 15-49.

CARRETERO MARTÍNEZ, Luis Antonio, Breve historia de la mitología japonesa, Madrid, Ediciones Nowtilus, 2020.

SECO SERRA, Irene, Historia breve de Japón, Madrid, Sílex Ediciones, 2010.

Rurouni Kenshin: Tsuiokuhen. Studio Deen y Nobuhiro Watsuki.

Japoneando Anime: La princesa Mononoke

Los nombres de Hayao Miyazaki y Studio Ghibli son de sobra conocidos no solo en Japón, sino en todo el mundo, además de ser sinónimos de calidad en forma de cine de animación para todas las edades. Pues bien, hasta La princesa Mononoke (もののけ姫), fuera del círculo de aficionados al manga y al anime, apenas sonaban y las películas «de dibujos» se consideraban en su gran mayoría dirigidas al público infantil (a continuación vino El viaje de Chihiro para poner la guinda en el pastel).

Es difícil entender el anime en cines antes de La princesa Mononoke. Akira y Ghost in the Shell eran títulos de culto entre los aficionados que no salían del formato doméstico (hablamos de la situación en un país como España, claro está). Por supuesto, tras el estreno de la de Ghibli, las salas pronto se llenaron de niños con padres abnegados que salían despavoridos tras los primeros cinco minutos de proyección. Casualmente, este es uno de los trabajos de Miyazaki más sangrientos (y tiene un arranque fuerte).

La princesa Mononoke cosechó críticas muy positivas a lo largo y ancho del planeta y sirvió de preludio para el Oscar a Mejor Película de Animación para Miyazaki por El viaje de Chihiro, siendo en la actualidad uno de los títulos más destacados de la filmografía de este autor y de los aficionados al anime o simplemente al cine.

La historia trata sobre un joven líder emishi, Ashitaka (voz en el original de Yôji Matsuda), quien se ve obligado a marcharse para siempre de su pueblo tras contagiarse de la maldición de un espíritu del bosque desbocado y con forma de jabalí gigante. En su viaje hacia el oeste, llega a la Ciudad de Hierro, donde conoce a Lady Eboshi (Yuko Tanaka), y al gran bosque, donde se topa con una misteriosa muchacha que vive entre lobos llamada San (Yuriko Ishida).

La princesa Mononoke. Studio Ghibli

El «anti nihonjinron» o ir contra el relato de la construcción identitaria colectiva de la japonesidad

En conjunto, se puede interpretar a La princesa Mononoke como la versión que quería aportar Miyazaki al nihonjinron (日本人 論) o, mejor dicho, su respuesta a éste, una especie de revisionismo histórico.

El nihonjinron es considerado la construcción de la identidad colectiva nipona por excelencia, aquélla que procede del libro que narra los orígenes de Japón (Kojiki, 古事記) y que se apoya en la figura del emperador, en el sintoísmo como religión principal y natural de Japón, en la lengua japonesa como «única» en el mundo y en la supuesta homogeneidad del pueblo japonés, superior a los demás y que, además, procede del bushidô o camino del guerrero (y de ahí su beligerancia). Es también el concepto del país-isla que evoluciona de manera independiente al resto.

He resumido muchísimo el nihonjinron, pero básicamente era (es) la corriente que se fortaleció a raíz de la apertura de Japón a Occidente en el siglo XIX, con la modernización de Meiji y posteriores campañas colonizadoras, a semejanza de Europa, hacia otros países de Asia Oriental (como Corea del Sur) que eran vistos como inferiores.

«Mi cultura iba mucho más allá de los estúpidos japoneses que empezaron la guerra, más allá de Hideyoshi Toyotomi, quien invadió Corea, y más allá de La Historia de Genji, que detestaba» (Hayao Miyazaki, cit. in Montero Plata, 2017: 105-6)

La princesa Mononoke. Studio Ghibli

Así, en La princesa Mononoke Miyazaki narra la historia desde la perspectiva de un miembro de uno de los grupos aborígenes de Japón, los emishi, quienes se enfrentaron al emperador en una guerra que duró entre el 774 y el 812 en el noreste de la isla principal del archipiélago, en la región de la actual Tohoku. Más adelante hablaremos más de los emishi.

Pero no solo Ashitaka, por la película pululan también personajes que son prostitutas, leprosos, forjadores de hierro o la propia San, una marginada de la sociedad y cuyo diseño con máscara está inspirado en máscaras domen (怒面) de la cultura Jômon (縄文時代), anterior a la formación del Japón/Yamato como nación.

Los samuráis aparecen poco y, cuando lo hacen, son bajo una perspectiva antagónica y efectivamente beligerante. El emperador es solamente nombrado y su ambición es superar a los propios dioses aunque para ello tenga que acabar con todo el mundo natural.

Tampoco se vislumbran apenas elementos «típicos» que se asocian con la cultura japonesa, como arrozales (únicamente cuando Ashitaka llega al principio al oeste de la isla) o grandes castillos, viviendas de daimyô (譜代大名); al contrario, los escenarios que más predominan son los de la fortaleza de prostitutas, leprosos y forjadores de hierro como epítome de la civilización, y el bosque donde habitan San y los suyos.

El mayor obstáculo a este revisionismo histórico de Miyazaki lo hallamos en la predominancia del sintoísmo en la trama, ya sea mediante los espíritus del bosque, la corrupción del tatarigami (祟り神), el shishigami (獅子神), los kodama (木霊). Pero bueno, que no estés a favor de algo no significa que te disguste todo el conjunto.

Los emishi y el imperio de Yamato

Como mencionábamos, los emishi (蝦夷) son uno de los pueblos originales de Japón que se describen, por ejemplo, en el Nihon Shoki (日本書紀), aunque de forma poco favorable (que al fin y al cabo había que legitimizar y fortalecer la figura del emperador).

Se desconocen sus orígenes (algunos académicos creen que proceden justamente de la cultura Jômon) y si están o no extintos, ya que otras corrientes defienden que los ainu (アイヌ), en Hokkaidô, provienen de ellos.

Se estima por descubrimientos arqueológicos y descripciones históricas que los emishi eran más bajos y anchos que los japoneses y también más peludos. Se destaca su fuerza y habilidad luchando a caballo y con el manejo del arco y de la espada (nada que ver con la katana), al igual que Ashitaka cabalgando sobre Yakul.

Los emishi se dividían en varios grupos, pero los que habitaban en la región de Tohoku fueron de los que se opusieron al emperador de Yamato y a su expansión por toda la isla desde la capital (Nara o Kioto, según la ocasión). Así se dieron varios enfrentamientos, destacando la citada guerra de los 38 años (774-812), durante la cual los emishi pusieron contra las cuerdas a los ejércitos imperiales (que seguían el modelo de infantería chino) mediante las tácticas de guerrilla.

Ashitaka tirando con arco mientras cabalga sobre Yakul. La princesa Mononoke. Studio Ghibli

Finalmente, los emishi fueron derrotados (tras copiar su modelo de combate de ataque en grupos reducidos y huida rápida) y algunos se adhirieron al ejército japonés.

El poblado emishi al que pertenece Ashitaka sería uno de los pocos que prevalecen en Honshû, pues La princesa Mononoke se sitúa en el período Muromachi, cuando ya quedaban pocos grupos en pie.

Con esta importancia dada a los emishi a través de su protagonista, Miyazaki muestra mediante La princesa Mononoke que Japón no siempre ha sido un pueblo tan homogéneo, tal como defiende el nihonjinron.

Período Muromachi y la llegada del Japón moderno

La era Muromachi (室町時代, 1336-1573) es, para Miyazaki, quizás el último vestigio de lo que quedaba «antes de Japón»: es el fin de los grandes bosques y de la naturaleza más salvaje, de los grupos emishi y de la convivencia con diversas culturas como los reductos de la Jômon. Llegan las ciudades, la tala masiva de árboles, la destrucción del paisaje natural y de los grandes guerreros daimyô como Oda Nobunaga, quien buscaba unificar el país.

Aún así, Muromachi no fue tampoco un período precisamente pacífico. A lo largo del mismo se establecieron shogunatos (幕府, bakufu, líderes militares) como el de Ashikaga Takauji y éstos tenían que jugar a equilibrar el poder con otros daimyô o señores feudales.

La princesa Mononoke. Studio Ghibli

Finalmente, este equilibrio de poder se rompió, lo que derivó en la formación de dos cortes paralelas: la Corte del Norte (apoyada por el shogun Ashikaga) y la Corte del Sur (que poseía los tres tesoros sagrados, lo que legitimiza al emperador), lo que evidentemente produjo una guerra civil (la de la batalla de Dan no Ura y El Cantar de Heike) y, bueno, la llegada de una figura como la de Nobunaga.

Durante la era Muromachi se dieron asimismo una proliferación del comercio y de la agricultura, el teatro no y del budismo zen.

Al final de La princesa Mononoke, los humanos asesinan al dios del bosque o shishigami, arrasándolo y generando una ola de destrucción que puede rememorarnos a un tsunami. Al final, tras recuperar la cabeza, Ashitaka, San y Eboshi tienen un atisbo de esperanza para empezar de nuevo un mundo mejor; similar a cómo Muromachi supuso el final de la Edad Media japonesa y la llegada del Japón moderno. Pero con ese toque optimista del Studio Ghibli.

Para saber más…

Guarné, Blai (varios autores, 2018): Antropología de Japón. Identidad, discurso y representación. Edicions Bellaterra.

Montero Plata, Laura (2017): Biblioteca Studio Ghibli: La princesa Mononoke. Héroes de Papel.

Ono, Sokyo (2014): Sintoísmo: La vía de los kami. Satori Ediciones.

Seco Serra, Irene (2010): Historia breve de Japón. Sílex Ediciones.

La princesa Mononoke. Studio Ghibli

Japoneando Anime: Dororo (2019)

Dororo (どろろ) es uno de los títulos con mayor reconocimiento del conocido como «dios del manga» Osamu Tezuka, si bien es uno de los más cortos y con un abrupto final. Tras pasar por varias adaptaciones de anime, videojuegos e incluso una película de acción real, el estudio Mappa llevó a cabo la última versión de Dororo (con permiso del manga de Satoshi Shiki, aún en publicación), aportando una visión algo más realista y cruda dirigida por Kazuhiro Furuhashi, quien ya había estado al cargo del anime y OVAs de Rurouni Kenshin.

La historia (que a grandes rasgos ocurre en todas las adaptaciones) nos presenta a Hyakkimaru, un joven que ha crecido sin extremidades, piel, vista, oídos o habla debido a que su padre, un daimio (大名, señor feudal) hizo un pacto con los demonios justo antes de su nacimiento, según el cual entregaría a su primogénito a cambio de prosperidad y riquezas para sus tierras. Hyakkimaru por suerte sobrevive y es criado por Jukai, quien le construye prótesis. Al alcanzar 16 años, se embarca en un viaje para derrotar a los demonios y recuperar así su cuerpo, conociendo a un niño llamado Dororo.

Dororo. Estudios MAPPA y Tezuka Productions.

Ayakashi, oni y otros demonios

Hace poco hablamos de los yôkai (妖怪), criaturas del folclore japonés que observan y en muchos casos imitan a los humanos, no siempre con carácter maligno. Hay yôkai de prácticamente todo tipo, incluso en objetos inanimados o en elementos de la naturaleza.

Dentro de los yôkai podemos encontrar especies como los ayakashi (アヤカシ), que suele hacer referencia a espíritus que habitan en el agua o que provienen de la otra orilla. En anime como Dororo o Noragami, el término ayakashi es generalmente utilizado para referirse a seres vinculados con el Más Allá, provenientes de la Orilla Lejana. En estos casos están más asociados a la corrupción del espíritu.

Otro conjunto de seres relacionados con los yôkai son los oni (鬼), que hacen mayor referencia a los demonios, ogros o diablos como tal. Los oni poseen por lo tanto un carácter algo más hostil hacia el ser humano y su forma es generalmente antropomorfa. Un anime reciente y popular que se apoya bastante en el mito del oni es Darling in the FranXX.

Si bien en Dororo Hyakkimaru persigue y derrota a los demonios, traducido así en nuestra lengua, no es que sean exactamente oni, pues su forma puede variar de una especie de escorpión/araña gigante a unos tiburones. En algunos episodios, como el 19, el enemigo a batir sí es más claramente un oni.

El budismo en Japón

Dororo posee muchas características del folclore japonés y también de su historia, a pesar de los evidentes elementos fantásticos. Por ejemplo su esfuerzo por mostrar una cara del Japón histórico que no está basada en la idealización del samurai (más bien al contrario) ni es la demostración de grandes castillos y templos. El arroz, tan característico y asociado a las teorías de la japonesidad o nihonjinron (日本人論) es aquí mostrado casi como la última y desesperada apuesta de un pueblo empobrecido y apartado del camino y de los anales de la historia por su falta de glamour.

El budismo (仏教) es otro de los rasgos clave de Japón, concretamente de su sincretismo religioso (pues convive pacíficamente con otras religiones como la natural del país, el sintoísmo). Introducido desde Corea en el año 552 según el Nihon Shoki (日本書紀), el budismo pronto se fue conformando en varias escuelas como la de la Tierra Pura (Jodo-Shu) o sobre todo la Zen, que sirvió de puente entre sectas viejas y nuevas y que ha supuesto una enorme influencia en la sociedad y cultura niponas.

El zen (禅) sostiene básicamente que la iluminación o satori (悟り) se alcanza mediante la meditación o zazen (坐禅). Se basa en alcanzar la visión de la verdadera naturaleza de las cosas y en aplicarlo a nuestra vida diaria y especialmente para con los demás.

Evidentemente, el budismo y el zen son mucho más complejos (máxime en Japón, donde puede percibirse el zen en prácticamente todo); no obstante este anime de Dororo es una buena ventana a lo que sería el budismo zen, pues lo hallamos en obviedades como la estatua bodhisattva de Guan Yin a la que reza la madre de Hyakkimaru y que impide que los demonios consuman su plan de devorar al niño; o en la historia del escultor Okaka.

Pero el budismo zen se encuentra asimismo en las principales tramas de la serie: quiénes somos realmente (cómo Hyakkimaru o Biwamaru, ambos ciegos, son capaces de percibir la esencia de los seres a su alrededor) y en el dilema de sacrificar una vida individual por el bienestar común.

Al final la propia madre de Hyakkimary y Tahomaru se asemeja a la figura de Guan Yin que reza. Dororo de estudios de MAPPA y Tezuka Productions.

«Aniki» y otras formas de dirigirse a otros

A lo largo de la historia Dororo se dirige a Hyakkimaru con la palabra «aniki» (兄貴), ocasionalmente mal traducida como «hermano». Al menos en inglés usan el término «bro», que aunque tampoco esté bien, le otorga ese rasgo de argot de pandilla callejera que puede asemejarse ligeramente a los yakuza, que es la idea prevaleciente por la actitud de Dororo y el haber sido criada entre bandoleros.

Aniki sí es un honorífico japonés (como «san», «sama», «chan», etc.) para dirigirse a un hermano mayor o a alguien de rango superior, que actualmente está desfasado y es utilizado principalmente por miembros de la yakuza o mafia japonesa para dirigirse a un camarada.

De todos modos, hay que tener en consideración (seguro que los que ven anime en versión original se han percatado de esto) la costumbre cultural y social japonesa de dirigirse a otra persona por honoríficos vinculados a la familia como onee san (hermana), oji san (tío) u obaa san (abuela), dependiendo del rango de edad y sexo del receptor y del emisor (si éste última fuera un niño, sería común que usase por ejemplo onee chan).

Así, que un niño u otra persona que no esté relacionado contigo se dirija a ti como «tío/a» (si estás alrededor de la treintena) no es de extrañar ni tampoco una rareza. Tampoco significa que te incluya dentro de su familia.

Esta costumbre puede pensarse como una derivación lógica de la división social que se tenía antiguamente en Japón basada en el ie (家, literalmente hogar), donde se arremolinaban en un sistema heteropatriarcal los abuelos, sus hijos, las esposas de éstos y toda su prole. El primer vástago terminaría ocupando el lugar del padre tras haberlo cuidado hasta su muerte, y así sucesivamente.

Dororo se dirige desde el principio a Hyakkimaru como «aniki». Dororo de estudios MAPPA y Tezuka Productions.

Por lo tanto, que Dororo se dirija a Hyakkimaru como «aniki» nos habla de su crianza, de su personalidad y también, por supuesto, de cómo percibe a Hyakkimaru como un camarada (es curioso que no lo llame por ejemplo «onii chan«, que es lo que suele escucharse en otros anime); más que de un vínculo sanguíneo o simbólico.

En conclusión…

Como ya hemos comentado con anterioridad, a nosotros Dororo nos ha gustado mucho, a pesar de sus evidentes defectos (esos altibajos en la animación…). Sobre todo por sus personajes, su vínculo y por lo «japonés» que es, por brindarnos una visión del Japón antiguo que no se limita a samuráis, castillos y arrozales (si bien están presentes), de forma similar a lo que hace Hayao Miyazaki en La princesa Mononoke.

De hecho, nos hemos tenido que dejar cosas como los biwa hôshi (琵琶法師), que es a lo que se dedica Biwamaru; el denominado «problema de Astro Boy« que arrastran las obras de Tezuka (incluida Dororo); el período Sengoku en el que se ambienta; o la profunda jerarquía dentro de los sistemas feudales y que se vislumbra en el hogar de Tahomaru; por problemas de espacio.

Para saber más…

Toiyama, Sekien (2014): Guía ilustrada de monstruos y fantasmas de Japón. Quaterni.

Suzuki, Daisetz T. (2020): El zen y la cultura japonesa. Satori Ediciones.

Landeras, Javier (2014): Cómo hacen los japoneses: Un enfoque cultural para negociar con Japón. Satori Ediciones.

Portada de la edición blu-ray. MAPPA y Tezuka Productions.

Japoneando Anime: El tiempo contigo (Tenki no Ko)

Makoto Shinkai (Your Name) ha estrenado nueva película el pasado verano en Japón, la cual llega finalmente a España de la mano de Selecta Visión. Estamos hablando de El tiempo contigo (Weathering With You en inglés y Tenki no Ko en el original japonés), la cual ha cosechado éxitos de taquilla y crítica allí por donde ha pasado. Hemos sido unos de los afortunados de haberla visionado durante el preestreno de ayer en los cines Yelmo de Madrid, por lo que hemos podido pensar y enumerar varios aspectos que presenta relacionados con la cultura y sociedad niponas.

Teru teru bozu («brilla, brilla, monje»)

Seguro que los aficionados a la cultura japonesa lo han visto alguna vez: ese muñeco con forma parecida a la de un fantasma de trapo que cuelgan de algunos sitios. En El tiempo contigo también hacen acto de presencia de forma prominente, enganchados a un paraguas y con el hermano menor de Hina, Nagi, disfrazándose de uno. No podía ser menos, pues estos muñecos son en realidad amuletos contra la lluvia y reciben el nombre de «teru teru bozu» (てるてるぼうず), que vendría a significar «brilla, brilla, monje».

Evidentemente, hacen referencia a un monje budista y son especialmente populares entre los niños, ya que son muy fáciles de hacer. De hecho, hay una canción infantil que es muy conocida en Japón que se usa a modo de invocación para que el teru teru bozu haga que cese la lluvia:

Es fácil entender su presencia en una película con la temática de El tiempo contigo, ya que Hina viene a ser básicamente una teru teru bozu en carne y hueso. Lo que nos lleva a…

Hare onna y Ame otoko

Vamos a detenernos un momento en el término por el que se dirigen a Hina varias veces a lo largo de la película (al menos en el audio original japonés): «hare onna» (晴れ女), literalmente mujer que despeja el cielo.

Por lo que he encontrado, en inglés se ha traducido como «sunshine girl» y en los subtítulos que vimos nosotros como «la chica que detiene la lluvia» (o similar, que lo cito de memoria). En realidad, este término es bastante común en Japón y hace referencia a la gente que parece traer el buen tiempo, siendo su versión masculina «hare otoko» (晴れ男).

Para denominar todo lo contrario, a las personas que parecen atraer el mal clima, se los llama «ame otoko» (雨男) o «ame onna» (雨女, hombre o mujer de la lluvia, respectivamente).

«Tenki no Ko». CoMix Wave Films.

Senpai y kôhai

Un chiste recurrente a lo largo de la cinta es la forma en la que Hodaka, de 16 años, aborda a Nagi, claramente menor que él. Quizás se pierda con la traducción (en nuestros subtítulos casi nunca se le hacía referencia), pero en el original Hodaka se dirige a Nagi desde más o menos la mitad de la película como «senpai», lo que resulta inusual y muy chocante en alguien que es menor que el interlocutor.

En Japón, el sistema social, muy arraigado en el confucionismo, se basa en el respeto de la mujer al hombre y de los menores a los mayores (por ejemplo del hijo al padre). Esto en la lengua japonesa ha derivado en los honoríficos «senpai» (先輩) y «kôhai» (後輩), siendo el primero la forma en la que alguien de menor edad o inferior rango se dirige a otro, y el segundo todo lo contrario (el mayor al menor). Esto es bastante estricto y se utiliza tanto en la escuela (por ejemplo alguien de un curso inferior) como en la empresa (aquí juega un papel el rango o puesto).

Por eso, que alguien claramente mayor, como Hodaka, se dirija a Nagi como «senpai» es un recurso humorístico y algo chocante, especialmente para los japoneses. Este rasgo también se utiliza, de manera mucho más dramática, entre Hodaka y Hina, ya que se juega con las edades de ambos a lo largo de la historia, lo que causa que el muchacho se dirija a ella con el honorífico de «san» mientras que la joven simplemente lo llama «Hodaka».

Nagi, Hina y Hodaka en «Tenki no Ko». CoMix Wave Films.

El bien grupal contra el beneficio individual

Uno de los conflictos que presenta El tiempo contigo es un dilema que podría decirse universal, pero que tiene mayor presencia en los países de Asia Oriental y aún más en Japón, por confrontar sus enseñanzas tradicionales locales (de nuevo, muy basadas en el confucionismo, pero también en los orígenes tribales y en una larga duración de un sistema feudal) con las influencias de Occidente desde la segunda mitad del siglo XIX.

En Japón, como bien se sabe, se da especial importancia a la armonía grupal y a la ausencia de rasgos individualistas, lo que choca con el ser occidental, que tiende mucho más hacia lo contrario. A raíz de la occidentalización de Asia y con la ocupación de Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, el pueblo japonés ha ido hacia dos vertientes: o bien la asimilación de lo que algunos consideran como más positivo del lado occidental; mientras que otros se han reforzado en su tradicionalismo, endureciendo la creencia del bien grupal y asimilándolo como una de las características propias del pueblo japonés o «japonesidad» y que lo diferencia del resto (desde su perspectiva, para bien, claro está).

«Tenki no Ko». CoMix Wave Films.

Hacia el final, todos los personajes principales se enfrentan a este tipo de dilema y toman sus decisiones, lo que conlleva consecuencias que marcan el epílogo de la cinta. Al parecer, el propio Shinkai contó en una conferencia en el Animation Film Festival del pasado octubre que este fue uno de los motivos por los que a algunos de los críticos más mayores en Japón no les gustó El tiempo contigo.

El mundo empieza en las profundidades del océano

Seguro que este concepto les suena a quienes hayan visto la cinta de animación china Big Fish and Begonia (estáis tardando en verla), pues su argumento parte de esta premisa, con raíces chinas, sobre nuestro mundo unido por cielo y océano, es decir, empieza donde termina el otro, originándose un círculo vicioso.

El tiempo contigo, si bien no se centra tanto en este concepto, juega bastante con él, con peces cayendo del cielo; los dragones celestes con forma de anguila gigante (muy a lo dragón chino); la isla a donde va a caer Hina, que está depositada sobre una nube; o la información que aporta el personaje de Natsumi de una determinada nube conteniendo tanta agua como un lago.

«Tenki no Ko». CoMix Wave Films.

Torii, la entrada al mundo de los dioses

Para ir finalizando, que la entrada nos está quedando larga, si hay un elemento importante en la última cinta de Shinkai es esta puerta roja situada sobre un edificio abandonado. La misma sirve, como todas las torii (鳥居) situadas a la entrada de santuarios y templos (jinja 神社), de ingreso al mundo de los dioses.

Elemento característico de la religión animista de origen japonés, el shinto o sintoísmo, se asemeja a una puerta con forma rectangular, alargada y normalmente de color rojo (es especialmente famoso el conjunto de torii que hay a la entrada del santuario Fushimi Inari en Kioto). Su presencia casi omnipresente en la película sirve para avisarnos de que, en medio de tanta actualidad, modernismo y costumbrismo tokiotas (pues uno de los rasgos de Shinkai es la fidelidad de sus paisajes dibujados a los reales), siguen estando presentes los dioses. Al fin y al cabo, el ser humano no deja de ser insignificante en el conjunto de las cosas (otro de los mensajes de la cinta).

Podríamos escribir largo y tendido sobre la película y aspectos varios que muestra sobre la cultura y sociedad niponas, como la creencia de estar unidos por el destino a través de los paraguas o esa sátira a la pasividad del pueblo japonés a través de los policías o cierta escena con Hodaka corriendo. Pero creemos haber comentado lo más importante. Ahora solo queda disfrutar de esta maravillosa película y la multitud de matices que ofrece.

«Tenki no Ko». CoMix Wave Films.

En su décimo aniversario, la Japan Weekend saca sus mejores cartas

Tres días quedan para que la Japan Weekend Madrid cumpla diez años desde sus inicios. El fin de semana del 21 y 22 de septiembre tendremos las cita en IFEMA Madrid, donde se dará lugar, entre otros, una competición internacional, 11 países de todo el mundo, 33 participantes, invitados internacionales referentes en el mundo del cosplay… El International Cosplay League.

Enayla, una de las invitadas, es una «cosplayer» y «popmaker» de Estados Unidos que, inspirada por los disfraces llamativos de su evento más cercano, compró una máquina de coser en un mercadillo de garaje y aprendió lo básico. Hasta este momento, ha aparecido en una gran variedad de publicaciones, ha organizado paneles sobre cosplay y ha juzgado concursos tanto a nivel local como internacional.

Desde Roma, contaremos con la participación del camaleónico Manuel D’Andrea. El italiano sorprende con su virtud para calcar a cualquier personaje que se propone.

Hikarin se hizo conocida por su interpretación de Mikaela de Owari no seraph. Especializada en interpretar personajes masculinos con una historia trágica, su capacidad para interpretar personajes tanto masculinos como femeninos le ha conducido a convertirse en un referente.

La cosplayer Hikarin

Con motivo del aniversario y para estar a la altura de la circunstancia, en esta oportunidad hay varios invitados de renombre. Entre ellos:

RJ Palmer, el artista que ha dado vida a los pokémon de Detective Pikachu. El ilustrador se hizo viral en todo el mundo gracias a sus «fanarts» de estilo realista de estos seres de Nintendo. Años más tarde, su talento como artista conceptual le ha llevado hasta la película de imagen real.

En Japan Weekend ofrecerá una masterclass sobre su proceso creativo y una charla con preguntas y respuestas sobre Detective Pikachu. Además, se podrán conseguir sus ilustraciones firmadas.

Los directores de Bakemonogatari y The Ancient Magus Bride, entre los invitados

Quien también ha confirmado su presencia es Akio Watanabe, el diseñador de personajes y director de animación de la saga Monogatari, estará en el evento presentando, gracias a Front Wing, el anime de Grisaia: Phantom TriggerBakemonogatari, Nekomonogatari, Nisemonogatari, Kizumonogatari, Owarimonogatari… La implicación de Watanabe en el anime de Monogatari es total: es la piedra angular que da vida a sus personajes.

Akio Watanabe ofrecerá un show en directo donde realizará uno de sus dibujos en vivo. Asimismo, tanto sábado como domingo el dibujante asistirá a una sesión de firmas para todo aquel interesado en el diseñador.

También tenemos a Renji «Range» Murata, un artista y diseñador japonés, conocido en gran medida por su trabajo de diseño conceptual en las series Last Exile y Blue Submarine No. 6.  Comenzó su carrera haciendo trabajos de diseños de videojuegos y ha publicado más de una docena de libros de su trabajo, siendo algunos de los más notables Robot, Rule y Futurhythm. 

Murata celebrará un encuentro con sus seguidores y todo aquel interesado en su trayectoria profesional y asimismo asistirá a una sesión de firma de autógrafos.

El furor que causa The Ancient Magus Bride trae aparejado la visita del director de su versión animada, Norihiro Naganuma, quien también ha trabajado en La chica que saltaba a través del tiempo, El monstruo de al ladoDeath Note Welcome to the NHK. También ha dirigido la película de Yowamushi Pedal

Naganuma hará una sesión de preguntas y respuestas el sábado tras una proyección de The Ancient Magus Bride durante el evento.

Por último, pero no por ello menos importante este año contaremos con la presencia de:

  • Sunstroke Project (grupo eurovisivo):  El grupo que encandiló a todo internet tras pasar por Eurovisión gracias a Epic Sax Guy.
  • Gabriel Picolo (Ilustrador): El artista detrás de Icarus and the Sun y las obras de Teen Titans con Raven y Beast Boy para DC Comics.
  • Creators Expo (Youtubers): Andrea Compton, Hermoti, Keunam, Bleda y Vuldarde, El rincón de Ani… Conócelos en un nuevo espacio espacio creado para la ocasión
  • Salvador Espín (Dibujante): El dibujante de Deadpool y personajes de Marvel en series como X-Men o Hulk estará en nuestro 10º aniversario.
  • Maki Itoh (Luchadora): La que dicen es la luchadora más irreverente de Tokyo Joshi Pro llega a Madrid para ponerlo todo patas arriba.
  • Cyarin (Artista): Las ilustraciones de la artista, popularizadas en todo el mundo a través de redes sociales, en Madrid.
  • Masaaki Hasegawa (Artista):  El afamado artista nipón realizará una pintura de 36 metros cuadrados el sábado ante el público.
  • Elena Casagrande (Dibujante): La dibujante de los cómics de Doctor Who estará en Madrid gracias a la editorial Fandogamia.
  • Álvaro Arbonés (Autor): Conoce al autor de Tú (no) necesitas ser un héroe, el genial libro sobre Evangelion de la editorial Héroes de Papel.
  • Miyu Yamashita (Luchadora): ¡La profesional de Tokyo Joshi Pro Wrestling y ganadora del título Princess Of Princess Champion!
  • Hyemin 혜민 · K-POP (Cantante): La surcoreana se une al cartel musical y podremos escuchar sus nuevos temas en Madrid.
  • Valentín Lorén (Exboxeador): El representante de España en Tokio 1964 rescata sus vivencias como boxeador de los Juegos Olímpicos.
  • Kamidaiko y Kokeshi (Taiko y folk): El grupo de taiko, el tambor tradicional japonés, y el de folk completan la oferta musical de Japan Weekend.
  • Makiko Sese (Artista de danza): La japonesa interpretará el domingo la obra de danza y pintura «Dance & Ink» junto a Kumiko Fujimura.

Algo característico de este tipo de eventos que nunca pueden faltar  son los concursos, las actividades de diversa índole y exposiciones, entre los que encontraremos algunos clásicos y otros nuevos:

  • Asian Cover Dance
  • International Cosplay League
  •  China Cosplay Super Show
  • Pop Culture Hiroshima
  • Japan Weekend Cosplay Show
  • Pasarela Cosplay
  • X Japan Weekend Idol Festival
  • Concurso de CMV (Cosplay Music Video)
  • Concurso de Cosplay Infantil
  • Espacio Umami, dedicado a la gastronomía japonesa.
  • Madrid Weekend Live
  • Exposición: El Olimpismo en Tokyo 1964
  • Espacio Umami
  • Creators Expo
  • Paneles de Cosplay
  • Firmas de Cosplayers

Japan Weekend Madrid ya tiene disponible la venta de entradas a través de su página web.

Japan Weekend Madrid celebra la cultura japonesa este fin de semana en Madrid

Japan Weekend Madrid, el festival de cultura pop japonesa, celebra su XIXa edición ofreciendo a sus asistentes un sinfín de actividades y entretenimiento de la mano de invitados como el inconfundible Pikotaro, cuyo éxito viral «PPAP» («Pen Pineapple Apple Pen») se convirtió en toda una sensación en internet ganando el récord Guinness a la canción más corta en entrar en la lista Billboard Hot 100. La fama de Pikotaro le ha permitido conocer a celebridades como Justin Biber o Gerard Piqué y trabajar junto a artistas como Momoiro Clover Z, PSY o Seungri de BIGBANG.

 Continuando con el mundo de la música, nos acompañará Charisma.com con su «electrorap» lleno de crítica habla sobre una sociedad nipona que rompe con lo adorable o kawaii a lo que estamos acostumbrados, acumulando millones de reproducciones con éxitos como «HATE» o «Rock». También estará presente WASUTA (The World Standard), uno de los principales grupos de idols del panorama actual. Formado en 2015, este grupo del sello Idol Street ha irrumpido en la escena japonesa con fuerza con sus dos primeros álbumes «The World Standard» (2016) y «Paradox World» (2017). Recientemente han colaborado con los artistas españoles Adexe y Nau en la canción «Yo quiero vivir».

Asimismo, entre los dibujantes que asistirán estará la mangaka shôjo Ando Mai. Tras debutar en 2013 en la revista Sho-Comi, dos de sus obras han sido editadas por Fandogamia Editorial en España: Trampas Agridulces (Amakute Zurui Wana no Naka) y Jugando a las Casitas (Shinkon Gokko).

Otra de las ilustradoras que asistirá a este edición de Japan Weekend Madrid es Shinnosuke Uchida, que con sólo 23 años ganó el premio de debutante de la revista Ultra Jump. En la actualidad se dedica a realizar ilustraciones en vivo con un característico estilo influenciado por el clásico de Katsuhiro Otomo Akira, su obra favorita.

Dentro del mundo del anime y gracias a la colaboración de Japan Weekend Madrid con Selecta Visión, también nos visitará el jefe de animación, director y diseñador de personajes Atsushi Nishigori, quien ha participado en más de medio centenar de producciones de animación japonesa. Apasionado por el dibujo y la animación, es un profesional contemporáneo que conectará con los fans de todas las edades. Entre los títulos en los que ha trabajado hallamos a Evangelion 2.22, Evangelion 3.33, Gurren Lagann, iDOLM@STER, Panty & Stocking, Your Name, y ha dirigido la sensación de este año: Darling in the Franxx.

Como parte de la zona +18, Fumio y Kuuchuu Yousai de la empresa FrontWing nos acompañarán el fin de semana. Fumio trabaja en el arte de las novelas visuales para adultos, pero no sólo se dedica a la elaboración de ilustraciones en obras de Frontwing, sino que también participa en otros títulos muy populares del mundillo (como el spin-off de Clannad titulado «Tomoyo After ~It’s a Wonderful Life~», o «Pia Carrot e Youkoso!! G.O.»). Además, es el responsable del diseño de las heroínas Amane Suou, Kazuki Kazami, Makina Irisu y Sachi Komine en la célebre franquicia Grisaia. Kuuchuu Yousai es diseñador de personajes e ilustrador principal de la visual novel Island, recién adaptada al anime.

En lo referente al cosplay, habrá diversas actividades encabezadas por la final del International Cosplay League, el único concurso internacional de cosplay con sede en España, reuniendo a países y participantes de todo el globo: China, Perú, Reino Unido, Dinamarca, entre otros.

En cuanto a invitados, contaremos con la presencia del artista Joo Skellington (Guadalajara, México), más conocido como Jose Dávalos, famoso por sus increíbles caracterizaciones de villanos de Disney. Le acompañará la drag queen y cosplayer Phi Phi O’hara, conocida por la cuarta temporada y el All Stars 2 de Ru Paul’s Drag Race. Completando la oferta de cosplay, Saki Miyamoto, una popular cosplayer japonesa conocida en las redes sociales gracias a su capacidad para retratar a los personajes más famosos del momento en Japón. Los tres formarán parte del jurado de cosplay, harán ronda de preguntas y respuestas y firmarán impresos.

Para terminar, la artista y cosplayer especializada en arte digital y diseño de vestuario Hannah Alexander, conocida por sus diseños basados en personajes de la cultura pop; y Hana Kimura, luchadora profesional japonesa de Wrestle-1, hará exhibiciones junto a otros luchadores como Holidead gracias a la colaboración con RCW (Revolution Championship Wrestling).

A todo ello lo acompañarán concursos, talleres, torneos de videojuegos, juegos de mesa, iniciaciones al japonés, caligrafía, exhibiciones de artes marciales y exposiciones que llenarán Feria de Madrid (Ifema) el 29 y 30 de septiembre.

Mitsuru Nagata, artista de shodô: «Las letras reflejan nuestra personalidad»

Hoy ha finalizado la última edición de Japan Weekend de Madrid, que se ha celebrado durante todo el fin de semana entre varios concursos de cosplay; talleres y actividades relacionados con la cultura japonesa, como bailes o escritura; y las intervenciones de varios invitados. Entre ellos, se encontraba Mitsuru Nagata, japonés natural de Kioto que lleva varios años viviendo en España y uno de los artistas más reconocidos (sino el que más) de shodô y sumi-e en nuestro país.

El shodô y el sumi-e son disciplinas de caligrafía y pictóricas «que reflejan un estilo simple», especialmente el primero, que parte asimismo del budismo y de la filosofía zen, «ya que en Japón se expandió hace muchos años con el budismo», nos explica Mitsuru en una entrevista durante la convención.

«Actualmente, en los templos japoneses puedes practicar shodô escribiendo un sutra en una habitación, donde te puedes concentrar y olvidar de los problemas. Más que naturaleza, es un estado natural«, añade, haciendo hincapié en la concentración.

El sumi-e por su parte se aprende a partir de cuatro elementos básicos: bambú, crisantemo, ciruelo y orquídea, que forman parte de la naturaleza y que en Japón denominan «los cuatro caballeros», los cuales Mitsuru describe diciéndonos que «por ejemplo, el bambú es verde, recto y mira hacia arriba, por lo que se le compara con un caballero. El crisantemo empieza a florecer aún en el invierno, igual que el ciruelo, también como un caballero. La orquídea es capaz de florecer sola, en los valles, pero sus flores y pétalos son como elegantes, son los cuatro caballeros que les llamamos y es el básico del sumi-e. Si vas a la sección de sumi-e en una librería de arte de Japón, encontrarás un libro titulado «Shikunshi», con el kanji de cuatro («shi») y la palabra «kunshi», que significa caballero».

Nagata nos comenta que, a pesar de que el shodô y el sumi-e son disciplinas totalmente distintas, comparten varios elementos, «como el sumi (tinta), «suzuri» (la piedra), «fude» (pinceles) o papel»; aunque advierte que «hay millones de variedades de papel, por ejemplo algunos son para pinceles finos y otros para pinceles gordos. Hay papeles que se recomiendan para sumi-e, pero no es incorrecto usarlos para shodô».

El quid se halla en conocer muy bien todos los tipos de papel «para saber el efecto que quieres dar». Por ejemplo, «la hoja de papel de arroz tiene un lado de frente y otro detrás (dependiendo de la rugosidad), pero esto también es relativo. Los maestros pueden dibujar por el lado contrario para querer darle un efecto distinto».

Las tintas también varían, aunque a simple vista puedan parecer todas negras, ya que «hay por ejemplo un negro azulado y otro negro marrón, lo que se nota más cuando está muy aguado».

De este modo, tanto el shodô como el sumi-e se nos revelan como estilos artísticos más complejos de lo que aparentan, y a los que Mitsuru describe como «todo un mundo».

«Mi estilo es pintar solo en negro y blanco. A veces puedo pintar los pétalos de sakura de rosa, pero solamente eso. Es mi estilo, quizás en diez años lo cambie. Lo habitual en shodô es negro y blanco, pero en sumi-e sí se pueden utilizar más variedades. Hay por ejemplo usos de dorado o plateado, y hay un papel de arroz para eso que es negro».

En definitiva, «la cuestión es elegir las tintas y el papel adecuados y conseguir un efecto especial».

La ilustración de la izquierda refleja una tinta negra más azulada y la de la derecha una negra tono marrón. Obras de Mitsuru Nagata

El shodô, el sumi-e y la cultura japonesa en España

A pesar de su pasión y desbordantes conocimientos por estas disciplinas, Mitsuru se inició en el shodô principalmente por obligación, ya que allí «es bastante común que estudiemos shodô cuando somos niños, porque en Japón se considera que escribir bien las letras es una parte de la educación, también allí seguimos haciendo el currículum a mano. Las empresas así pueden ver las letras de cada uno y comparar las de cada trabajador. Tener buena letra demuestra buena imagen y que esa persona tiene buena educación».

«Cuando era pequeño, no pensaba ser calígrafo profesional, estudié sociología porque a mí me interesaba. Hace dos o tres años que me dedico enteramente a este trabajo«, ha añadido, lamentando también en parte que «no es fácil ganarme la vida con lo que hago, suele pasar con los artistas. Desde fuera se ve todavía más difícil y yo pensaba lo mismo».

Sin embargo, las posibilidades que ofrece hoy en día internet ayudaron a Mitsuru a empezar a hacerse un hueco en el mundo artístico. «Un día mi mujer me propuso abrir un blog, ella me ayudó a crear la página, Facebook, etc. Tuvo bastante éxito, sobre todo en Europa y Estados Unidos. La gente de fuera no tiene mucha idea de shodô ni de sumi-e, por lo que me preguntan y yo les respondo. Ahora tengo bastantes seguidores y llego a mandar cuadros a Sudamérica, China o Japón gracias a internet».

De hecho, a pesar de que el artista ha realizado pedidos para Japón y colabora con la embajada, donde más éxito tienen sus trabajos es en Europa y Estados Unidos.

Sin embargo, no es fácil conseguir los materiales para estas disciplinas en España, ya que él los consigue en Japón, a donde viaja cada año «para ver también a la familia y para seguir aprendiendo». «De todos modos», añade, «se pueden conseguir los materiales también por internet».

El hecho de que en los últimos años haya seguido creciendo el interés del público general en nuestro país por la cultura japonesa ha ido facilitando más las cosas, y por suerte Mitsuru también opina que «no es un boom ni una moda del momento. Si hubiese sido una moda, esto ya hubiese desaparecido. Creo que en Europa cada vez se está integrando más esta cultura«.

El artista de shodô asimismo agradece la labor que para ello hacen eventos como Japan Weekend, ya que, aunque sigan estando muy centrados en el manga y el anime, van alcanzando «más categorías, ya que si no se aburrirá el público. De hecho, en Japón es una parte muy importante el manga y el anime, pero hay mucho más». Haciendo un símil con España, «en Japón pensamos que es toros, flamenco y paella, pero tenéis muchas más cosas, como pueblos muy bonitos que merece la pena visitar».

Mitsuru Nagata durante la demostración en vivo del domingo en Japan Weekend Madrid

La paciencia y la constancia, bases para el aprendizaje del shodô y del sumi-e

Mitsuru nos cuenta que, a la hora de aprender shodô y sumi-e, hay cierta rigidez, ya que «al empezar, mis profesores siempre me corregían (con tinta roja). Depende también de las escuelas, de quién te enseñe… Al final, hasta un gran maestro no puede hacer la misma obra«, y por ello, «hay muchas innovaciones, pero las hacen solamente los grandes, los que están experimentados».

«Los maestros te corrigen por su experiencia, ya que las letras por ejemplo no se pueden calcar. Hay muchísimas maneras de escribir un kanji, hay tres estilos básicos: el «kaisho», que es como los kanjis que aprendemos en el colegio en Japón, es bastante estático; el segundo es «reisho», más fluido; y el tercero es «sosho», «estilo de hierba», que la mayoría de los japoneses no sabe leer. Si no sabes hacer un trazo recto y rígido en un papel, no sabrás hacer un estilo artístico».

Por ello, en el aprendizaje del shodô, hay que ir poco a poco, perfeccionando primero un estilo antes de pasar al siguiente, y es que «todos tenemos que saber escribir más o menos bien, aunque no exista la perfección. Por eso shodô significa «camino de la escritura»«.

Mitsuru concluye que, a la hora de iniciarse en estas disciplinas, «hace falta paciencia. Si fallas, seguir insistiendo. Las letras reflejan nuestra personalidad, y no puedes negar tu personalidad. Hay que seguir intentándolo y nunca estar desanimado. No es cosa de un día para otro, sino de constancia, pero hoy en día no hay nada imposible. Y no solo los japoneses pueden aprenderlo, sino todo el mundo».

Probablemente por ello, la demostración que hizo en vivo este domingo sobre uno de los numerosos escenarios que tenía dispuestos para esta ocasión Japan Weekend muestra a un samurái erguido, katana en mano. En sus cuatro kanjis se lee «no rendirse».

Japan Weekend Madrid llega los días 11 y 12 de febrero para disfrute de los amantes de la cultura japonesa

Desde sus humildes inicios en 2008, Japan Weekend Madrid ha ido creciendo para convertirse en uno de los eventos más señalados de la provincia. Sin embargo, Madrid no es el único destino en el que este desfile cultural nipón tiene lugar.

Se celebran varias ediciones al año en distintas partes del territorio nacional y siempre enfocado en dar a conocer los diversos aspectos de la cultura, ocio y costumbres japonesas tanto a adultos como a los más jóvenes.

En esta XVIII edición se celebrarán diversas actividades de la mano de invitados de índole internacional como el artista francés Yann le Gall, el cual ha trabajado en multitud de series en el desarrollo de storyboards y como
diseñador de escenarios. Con diez años de experiencia a sus espaldas en la industria del anime entre Francia y Japón, ha tomado parte en series como Rage of Bahamut: Virgin Soul, Princess Principal, No Game No Life, Miraculous Ladybug o Lastman. Uno de sus últimos trabajos ha sido para la serie Cannon Busters, que se estrenará próximamente en Netflix.

Asimismo, entre los dibujantes que asistirán a esta nueva edición, contaremos con el ilustrador brasileño Gabriel Picolo, cuyo talento y carisma le han llevado a tener más de un millón y medio de seguidores en Instagram. Picolo asegura haber comenzado a dibujar desde antes de lo que pueda recordar, y su obra toma inspiración de Studio Ghibli, Disney, videojuegos y cómics -especialmente la saga Teen Titans de DC Comics . Los fan arts de Picolo sobre esta serie se han hecho mundialmente famosos, llevando a sus fans a hacer diversos cosplays de su versión de la saga. También se centra en ilustrar momentos de cierta intimidad sentimental , lo que le ha llevado a conectar de manera muy directa con sus seguidores.

Por otro lado, tras la enorme y calurosa acogida que recibió en la pasada edición de Japan Weekend Madrid, Laura Brouwers, más conocida como Cyarin, vuelve a nuestro evento para ofrecernos más de su arte. Esta artista
holandesa de 22 años trabaja a tiempo completo y de manera independiente realizando trabajos de diseño, ilustración y animación, siendo contratada por empresas del calibre de Faber Castell. En muchos de sus dibujos aparece ella en distintas situaciones: antes de ir a la escuela, de salir a pasear o de hacer alguna cosa que forme parte de la vida cotidiana de una joven artista, remarcando un estilo que es definido como «único y dulce».

Algunos de los invitados a la Japan Weekend Madrid

Otro de los invitados en repetir este año será la cosplayer de fama internacional Reika, la cual ya ha visitado España de la mano de Japan Weekend en dos ocasiones: Japan Weekend Madrid en 2014 y en Japan Weekend Barcelona en 2015. Reika se hizo muy famosa por sus conseguidos cosplays y sus trajes, ya que ha confeccionado más de 500, sin dejar de lado la calidad en sus creaciones y prestando especial atención a los detalles y a una cuidada caracterización. En esta edición será jurado de los concursos de cosplay, ofrecerá firmas de impresos y libros de fotos y participará en diversas actividades dentro del evento.

Otros referentes del mundo del cosplay son Okageo, famoso por la caracterización y la confección de armaduras de calidad con un coste razonable; y KANAME☆, el cosplayer masculino más famoso de Japón, el cual ha llegado a trabajar incluso para Kings Records como cosplayer oficial.

En el apartado musical, Japan Weekend contará en esta ocasión con la presencia de dos grupos descritos como «únicos en su género»: Tempura KIDZ y Deadlift Lolita.

Tempura KIDZ es un grupo pop de baile japonés formado por cuatro chicas y un chico. Empezaron su carrera como bailarines de Kyary Pamyu Pamyu y en 2012 debutaron con su primera canción “Cinder Cinder”. En 2013 lanzaron su single “Strobe”, que fue utilizado como ending en el anime Chou Soku Henkei Gyrozetter. Su música se caracteriza por ser alegre, frenética y divertida, y sus coreografías están llenas de energía. Sus temas cuentan con más de 8 millones de reproducciones en Youtube, y es la primera vez que visitan España.

Tras la visita de Ladybeard a Japan Weekend Madrid en 2017 y su presentación en exclusiva del primer concierto de Deadlift Lolita junto a Reika Saiki en el Salón del Manga de Valencia, vuelve este grupo compuesto por el culturista australiano y la también culturista y luchadora profesional japonesa para ofrecernos un nuevo espectáculo. El dúo define su estilo como «Kawaiicore», una mezcla del género J-pop idol con el heavy metal que junto a su lema «Kawaii x Muscles x Energy!» ofrece una nueva visión llena de musicalidad.

Los actores de doblaje de Ladybug también harán acto de presencia de la mano de Jesús M. Barreda (Cat Noir), Alfredo Martínez (Agente Roger Raincomprix) y Laura Pastor (Ladybug), junto con los de Overwatch con Laura Barriga (Mei-Ling Zhou), Ana de Castro (Tracer) y Anahí de la Fuente (Sombra).

Dado la enorme aceptación de la zona de artistas y artesanos, esta edición la organización asegura haber ampliado el número de stands, en los que los creadores exhibirán y pondrán a la venta sus creaciones: ilustraciones, dibujos, peluches, bisutería, entre otros.

Y a todo lo anterior, añadir las actividades y talleres, torneos de videojuegos, juegos de mesa, iniciaciones al japonés, caligrafía, etc., que habrá durante todo el fin de semana. Para estar al tanto de todas las actividades, lo mejor es consultar el horario online , ya que se actualiza constantemente.

Para más información pueden acudir a la web del evento, o a las diferentes redes sociales: Facebook y Twiter.

Japoneando Anime: Kimi no na wa (Your Name)

Esta vez en Japoneando Anime vamos a centrarnos en una película que está causando furor en Japón (ha logrado el puesto de película de animación que no es de Ghibli que más ha recaudado en la historia, lleva un 8,9 en IMDB y un 94% de opinión del público en Rotten Tomatoes): Kimi no na wa (君の名は también conocida como Your Name). La idea, guión y dirección corren a cargo de Makoto Shinkai, para muchos fans de la animación un nombre ya conocido (5 cm. por segundo, El jardín de las palabras), con la animación a cargo del estudio CoMix Wave Film (que ya se encargó de las otras obras del director).

La película trata, al menos en principio, sobre la vida en un apacible pueblo, Itomori, de Mitsuha Miyamizu, una estudiante de secundaria que se siente atrapada allí y ansía con ir a Tokio. A su vez, un estudiante también de secundaria de nombre Taki Tachibana pasa sus días también tranquilamente en la capital japonesa. Hasta que un día ambos se despiertan, por algún motivo desconocido, encerrados en el cuerpo del otro. Y ese es el punto de partida (no queremos desvelar más porque la historia da varios giros, todos ellos igual de impresionantes).

https://www.youtube.com/watch?v=hRfHcp2GjVI

El hilo rojo que nos une

El hilo rojo del destino (赤い糸 en japonés) es uno de los conceptos que más podremos observar en obras audiovisuales procedentes del país nipón y, en realidad, de todo el noreste asiático. En realidad, se trataría más bien de una leyenda, cuyo equivalente más cercano en Occidente sería el de «las almas gemelas». Como tal, el hilo o cordón rojo se encuentra atado por los dioses (e invisible a los ojos humanos) a los dedos meñique o muñecas de dos personas, las cuales estarán destinadas a ser amantes, independientemente de las circunstancias. Por lo tanto, el hilo rojo podrá alargarse, enredarse o contraerse, pero nunca romperse.

En realidad, esta creencia procede de China (donde el cordón estaría atado a los dedos de los pies), pero se extendió por Japón, donde sigue estando muy presente. El hilo rojo del destino puede verse, por ejemplo, en animes y mangas tan conocidos como Ranma½, Inuyasha (ambas de Rumiko Takahashi) y xxxHolic (Clamp). Takeshi Kitano también llevó a cabo su particular visión de la leyenda en su película Dolls.

 

En Kimi no na wa está claro desde un principio que Taki y Mitsuha están destinados a encontrarse, siendo de hecho así la única manera (posible, hipotética) en que sus extraños «sueños» se detengan. No queremos desvelar mucho del argumento, pero una de las escenas clave (y más hermosas) de la película muestra claramente este hilo rojo que une a ambos protagonistas.

Musubi y sintoísmo

En otra importante escena de la cinta, la abuela de Mitsuha le explica a ésta (o a quien cree que es ésta) y a su hermana el concepto de «musubi», una forma antigua de nombrar al guardián del santuario local. Sin embargo, musubi contiene un significado más profundo.

La palabra en sí se encuentra compuesta por los kanjis que significan generar-espíritu, y que implica entrelazar, unir, lo que a su vez vuelve a recordarnos a la leyenda del hilo rojo del destino. En el sintoísmo (como sabemos, religión mayoritaria y propia de Japón), musubi implica el nacimiento, creación y crecimiento. Es la vida misma. Así se lo asegura la propia abuela de Mitsuha a sus nietas. Musubi, en definitiva, contiene un alto significado espiritual y se encuentra en todo lo que nos compone y nos desarrolla en crecimiento y vida.

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Pero además, la palabra musu también puede significar fermentar, como es el caso de la fermentación del arroz para la elaboración del sake (酒). Algo muy presente en una de las escenas del inicio de la película, donde Mitsuha y su hermana menor realizan un ritual de nombre kuchikami-sake (口噛みの酒 kuchikami no sake), mostrándonos a ambas elaborar con su saliva (ahí el arroz se dejará en fermentación) el sake que más tarde entregarán a los dioses. Este sake significará «la mitad» de ellas y será clave en la historia. Resulta que en Japón, tradicionalmente, el sake se realizaba con la saliva de vírgenes, de ahí que continúe llevándose a cabo este tipo de ritual, al menos de forma puntual y para determinadas celebraciones.

Otro concepto de igual importancia, asimismo muy relacionado con el sintoísmo, es el kataware-doki, que hace referencia a ese momento en el día, durante el atardecer, en que el cielo aún está brillante, pero el sol ya no se ve. Durante este periodo es cuando podríamos percibir figuras y seres no humanos, lo que cobrará un significado absoluto en cierto momento entre Taki y Mitsuha.

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Concluyendo

Hemos intentado hacer una breve elaboración de todos los conceptos que rodean a esta película. O a algunos, porque en realidad nos dejamos en el tintero temas que también atañen a la sociedad y cultura japonesas como el binomio campo/ciudad o la construcción de roles de género. Sin embargo, como estos son temas que también se hallan presentes en otros animes y mangas, hemos preferido centrarnos más en la simbología y significado de algunos elementos propios del sintoísmo, que no son tan fáciles de encontrar. En este sentido Kimi no na wa también es una película MUY interesante.

En definitiva, no debéis perdérosla. Una historia emotiva y maravillosa, que mezcla perfectamente elementos costumbristas y fantásticos, cuyo ritmo no decae. Y qué decir de la animación, que creo que es, y esto lo digo sinceramente, la más bonita que he visto nunca. Además, Selecta Visión ha anunciado su lanzamiento en España (aunque todavía no han especificado cuándo ni cómo), pero llegar, llegará. Es lo mínimo, teniendo en cuenta los récords que está cumpliendo en Japón.

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