Final Fantasy XVI presenta nuevo tráiler y salida en verano de 2023

Finl Fantasy XVI es la próxima gran promesa de Square Enix que, tras más de año y medio desaparecido, por fin hizo acto de presencia durante el State of Play de Sony de ayer. El nuevo avance, que siguió a una breve introducción del productor Naoki Yoshida, ha mostrado a montones de invocaciones, personajes y un primer vistazo a un sistema de batalla que está más Devil May Cry que nunca.

Y lo más revelador de todo, una aproximación a la fecha de salida: en verano de 2023 Final Fantasy XVI saldrá a la venta en todo el mundo, en principio, solo para Play Station 5.

Estos son algunos de los aspectos que más nos han llamado la atención de entre todas las novedades.

Invocaciones contra invocaciones

Por lo visto en el tráiler, que lleva el sobretítulo de Dominance (en referencia a los invocadores de eikons/invocaciones, que en esta ocasión son conocidos como dominantes), el sistema de batalla estará bastante orientado la acción y, para horror de muchos fieles de la saga, parece que se manejará a un único personaje por vez.

Así, vemos al protagonista, Clive, siendo capaz de controlar los poderes de estos eikons (esquina superior izquierda), pero no parece que esté recibiendo ayuda de otros.

Eso sí, habrá peleas entre invocaciones, al más puro estilo Attack On Titan. Si el final del tráiler da a entender que Clive es el dominante de Ifrit (algo que se podía intuir por algún arte oficial y la reciente camiseta de Uniqlo), éste se va enfrentando a cada uno de los eikon, por lo que absorbería sus poderes o bien al matarlos o con solo derrotarlos.

Otra invocación que vemos peleando contra más de una es Bahamut (al menos, contra Ifrit y Odín)… Lo que podría dar a entender que el Sacro Imperio de Sanbreque (que en el avance serían el señor de barba en el trono y el jovencito rubio a su lado -¿su hijo?-, que tiene una pinta de antagonista indudable) estarían intentando hacerse o dominar a los otros dominantes. Clive, por su parte, también señala que su intención es reunirlos a todos (pero para acabar con el status quo), lo que evidentemente asegura una confrontación entre ambos.

Otro aspecto que nos ha llamado la atención es la cantidad de eikons revelados: Ifrit y Fénix de fuego (en el ducado de Rosaria), Shiva (¿las devastadas tierras de hielo?), Garuda de viento(quien trabaja para Waloed, pero el eikon de este reino es Odín, también motrado), Titán de tierra (Dhalmekia), Bahamut de sacro (Sanbreke), Ramuh de electricidad (¿?) y otro cuya identidad no se muestra.

Por lo que, a no ser que el Dominio Cristalino tenga un eikon oculto (Ramuh y/o el desconocido), hay más invocaciones que dominios mostrados en el interesante mapa de Valisthea (que así se llama el mundo de Final Fantasy XVI). ¿Quizás, al igual que Rosaria con Fénix e Ifrit, cada tierra puede albergar más de un eikon por vez?

¿Y al final del tráiler aparece Ifrit peleando contra otro Ifrit? ¿Sería una metáfora del estado mental de Clive, incapaz de dominar a su eikon (que por eso «mataría» a su hermano Joshua) o es que hay una versión oscura de cada invocación?

Benedikta Harman y Hugo Kupka, Garuda y Titán

En el nuevo avance hemos podido ver más de dos personajes que ya hacían acto de presencia en el anterior, pero que ahora han mostrado tanto a su eikon como sus nombres y biografías oficiales. Son Benedikta Harman (dominante de Garuda) y Hugo Kupka (dominante de Titán).

Información extraída de la web oficial de Final Fantasy XVI (Square Enix)

Por lo que podemos sacar de sus bios, ambos estarían aliados aunque trabajen para reinos distintos (ella para Waloed y él para Dhalmakia) y se cruzan en el camino de Clive. Benedikta, concretamente, está buscando a Ifrit y se alían por ello con el protagonista (intuimos que desconocen la información de que él sería Ifrit, lo que nos llevará a drama y lucha, como la que se muestra de Garuda contra el eikon de fuego en el tráiler, o de éste último contra Titán).

El hecho de que en la bio de Benedikta se diga que ella se ve obligada a afrontar su pasado y que en la de Hugo se informe de que era un soldado raso nos lleva a pensar (quizás en vana esperanza) que ambos podrían ser controlables en algunos puntos del juego, al menos en flashbacks. En ambos tráilers hasta la fecha se puede ver a un enorme soldado en el campo de batalla (que perfectamente podría ser Hugo), y de Benedikta, pues…

¿Sexo en Final Fantasy?

Aparentemente, hay sexo en el tráiler de Final Fantasy XVI. Bueno, o lo que parece ser más bien escena post coital o algo así. Se los ve de espaldas, pero ella parece ser claramente Benedikta. ¿Y él?

Lo primero que se nos vino a la mente fue Clive, pero luego, recordando el primer avance, tiene más lógica que se tratase de este muchacho (quien ya interactuaba ahí tanto con Benedikta como con Hugo en la misma reunión). No se trataría del padre de Clive y Joshua (aunque se parecen), pues el pelo y forma de la cara son algo distintos (sobre todo la parte del flequillo).

Por la expresión que pone este señor al irse Benedikta de la reunión, ¿podría tratarse del dominante de Odín (eikon de Waloed)? Tendría cierto sentido, pues Garuda trabaja para este reino (y ella y Hugo parece que se aliarían a partir de esta reunión, aunque ambos estén en grupos distintos)… No obstante, esto es pura elucubración. El tipo de la escena sensual podrían ser Clive o su padre en cualquier caso.

Otra pista que podemos sacar de todo el misterio que rodea a Benedikta es que quizás es la dominante que proviene del Reino de Hierro, pues aquí en la web oficial que sacrifican a sus eikon. Si su pasado es tan terrible como se dice, es posible que lograse huir de su tierra natal y fuese acogida/contratada por Waloed, donde lidera el dominante de Odín.

Bueno, el caso es que, al menos implícitamente, parece que, por primera vez (no, lo del Viento Fuerte no está confirmado), tendríamos algo de mambo horizontal en Final Fantasy.

Soken es el compositor de Final Fantasy XVI

Un secreto a voces, Masayoshi Soken, habitual colaborador de Yoshida, es el compositor de la banda sonora de Final Fantasy XVI. Lo cual supone una excelente noticia para los amantes de Final Fantasy XIV.

Aparte de Soken, Square Enix ha revelado a los siguientes miembros principales del equipo. Lo que confirma que esta entrega se acercará bastante a los títulos realizados por Yasumi Matsuno, como Final Fantasy Tactics, Vagrant Story o Final Fantasy XII. Vamos, que tendremos política, corrupción y traiciones por doquier. Por si quedaba alguna duda.

En cualquier caso, seguramente iremos teniendo muchas más novedades antes del verano de 2023, temporada de salida de Final Fantasy XVI. No podemos esperar.

Las invocaciones en Final Fantasy

Las invocaciones son uno de los factores que han ido marcando cada entrega de la franquicia Final Fantasy, tanto en sus juegos numerados principales como en spin off. Pero no siempre han tenido la misma importancia ni han desarrollado el mismo papel, yendo ocasionalmente desde personajes fundamentales para entender la narrativa hasta meros instrumentos para el combate (o a veces ni eso). Hagamos un recorrido por los Final Fantasy que han puesto más el foco sobre sus invocaciones y el porqué. Avisamos de que habrá SPOILERS de Final Fantasy IX y XV.

Previamente… hablemos un poco de mitología(s)

Las invocaciones en Final Fantasy guardan ciertos rasgos comunes en todas las entregas: suelen asistirnos en la batalla, están asociados a un elemento concreto (Ifrit siempre será la invocación de fuego y Shiva la de hielo, por ejemplo; pero también los hay que causan estados alterados o que sanan al equipo) y los hay que son recurrentes y ya extremadamente populares entre los seguidores de la saga (aparte de los citados, Bahamut es un imprescindible).

Sin embargo, ¿cuántos de los aquí presentes saben que Odín o Fenrir provienen de la mitología nórdica, pero no que Ifrit o Bahamut son de la musulmana? En las invocaciones hallamos todo un sincretismo folclórico de diversas culturas, probablemente con la intención de otorgarle un carácter exótico y hasta cierto punto ajeno (son seres que trascienden la humanidad). Así, tenemos que Leviatán proviene del hebrero, Fénix o Alejandro del griego, Shiva del hinduismo o los citados Bahamut e Ifrit de las culturas preislámicas.

Todos ellos tienen en común que son seres sobrenaturales (si bien los yinn árabes suelen vincularse más a los humanos) y ajenos al folclore japonés (salvo excepciones como Yojimbo en Final Fantasy X). Lo que sí está más relacionado con Japón es la vinculación con los elementos (taoísmo) o la percepción ocasional (sintoísta) de estos seres como especie de divinidad que influyen en el mundo natural que nos rodea, pero que no son necesariamente buenas ni malas ni tampoco exactamente dioses (véase el caso de Final Fantasy XV, que abordaremos).

Un ifrit seduciendo a una joven en una pintura de 1648

Otro elemento común a las invocaciones en casi todas las entregas son sus diseños: Shiva suele ser una mujer con piel azulada (de hielo), Ifrit una bestia leonada (curiosamente, la versión como bello joven de Final Fantasy XV es la más cercana a la del folclore árabe), Bahamut un dragón (aunque en su origen preislámico es más bien un gran pez, como Leviatán), etc. De vez en cuando surgen casos curiosos como Final Fantasy XII, donde las más conocidas son naves (usándose nombres y diseños nuevos para los esper); o los “mechas” de Final Fantasy XIII.

Final Fantasy VI y los espers

La sexta entrega tiene una gran presencia de las invocaciones, denominadas para la ocasión esper. Son las típicas de todas las entregas (Ifrit, Shiva o Bahamut no pueden faltar); pero aquí aumentaron tanto en cantidad (aparece hasta una ballena llamada Bismark, en lugar de la más conocida Leviatán) como en impacto.

Para empezar, la protagonista del juego (bueno, o uno de sus personajes principales, pues en Final Fantasy VI no hay UN protagonista definido completamente), Terra, es mitad esper, por lo que ya se intuye la relevancia que van a tener. Los espers aquí son seres que convivían antaño con los humanos, pero debido a la ambición de poder desmesurada de éstos, acabaron por autoexiliarse y refugiarse en una isla tras un muro mágico. Pasaron los años y esta barrera es franqueada por el imperio, quienes atrapan a varios de estos seres para extraer y consumir su alto poder mágico.

Terra en su transformación esper por Yoshitaka Amano. Squaresoft.

Hay hasta una escena de flashback dedicada al esper que es padre de Terra, Maduin, y cómo conoció a su madre humana. Mientras controlamos (por un breve período de tiempo) a éste, podemos recorrer el mundo esper y conversar con el resto de invocaciones que allí habitan como Ramuh (otro de los clásicos). Tras esto, la historia se centra en buena parte en una incipiente confrontación entre el imperio y los espers.

La importancia de estos seres no queda relegada al argumento en esta sexta entrega, pues gracias a los espers nuestros personajes (ya sean buenos en magia o no) pueden aprender hechizos de todo tipo, además de contar con la típica asistencia en el combate.

Final Fantasy VI fue la primera entrega numerada que destacó la importancia de las invocaciones no solo en su sistema de batalla, sino además a nivel metanarrativo. Dejaron de ser simples fuerzas adicionales en el combate, con ataques inspirados en los elementos, para saber aprovecharlos dramáticamente y para construir un lore, algo que ha influido sobre otros juegos posteriores, que procedemos a comentar.

Final Fantasy IX y los eidolons

Final Fantasy IX es una de las entregas que más bebe de Final Fantasy VI (Hironobu Sakaguchi y Hiroyuki Itô participaron bastante activamente en la realización de ambas), por lo que se inspira en varios de sus rasgos. Uno de ellos es la relevancia de las invocaciones a nivel argumental, siendo conocidas en este caso como eidolon. Aparecen de hecho muchas de las mismas, desde nuevamente los típicos Shiva, Ifrit, Ramuh o Bahamut hasta otras menos frecuentes como Fenrir o Madeen (en posible referencia a Maduin, si bien cambia de género y el nombre no es exactamente el mismo).

Nuevamente nos encontramos con que la protagonista, Garnet, es descendiente de una raza (prácticamente extinta) muy vinculada a estos seres (en esta ocasión, son los únicos que pueden invocarlos de forma consentida y armoniosa), los invocadores. De este modo, el juego nos ofrece varias e impactantes escenas que son fundamentales en el avance de la historia: la destrucción de Cleyra por parte de Odín, Bahamut asesinando a la reina Brahne o el enfrentamiento entre éste y Alejandro. Las invocaciones no estaban solo de paso y para ser cool, sino que tienen una impronta marcada. De hecho, a pesar de que los villanos (Kuja, Garland y en menor medida Brahne) no sean invocadores, están asimismo bastante vinculados con estas criaturas, de forma muy similar a como lo estaban el emperador Gestahlt y Kefka en Final Fantasy VI.

A nivel de combate, aquí los eidolons sí que no son tan prominentes como en la sexta, octava o décima entrega, pero no pueden faltar a la hora de ayudarnos, siempre que tengamos a Garnet o a Eiko en nuestro equipo.

Final Fantasy XV y los sidéreos

El director de Final Fantasy XV, Hajime Tabata, también declaró su amor por los Final Fantasy clásicos y por la sexta entrega, por lo que no es extraño que, nuevamente, las invocaciones hagan aquí acto de presencia con una gran impronta argumental. De hecho, el lore de esta quinceava parte no se entiende sin la intervención de los sidéreos (como son aquí nombrados); si bien lamentablemente una parte de este universo se halla en material añadido posteriormente (de forma gratuita) a la salida del juego (aunque algunas traducciones como la alemana se ve que se percataron, de alguna manera, de algunos de estos datos desde el principio).

Así, aquí tenemos a los sidéreos como una especie de divinidades y lo más parecido a creadores del mundo (Ifrit, por ejemplo, es quien cede el fuego a la humanidad, dándole un papel activo en semejante descubrimiento). Son ellos también quienes deciden quién debe ser el Entronado (rey de reyes, que en la historia actual vendría a ser Noctis) y para ello cuentan con un linaje de oráculos, vínculo comunicativo entre estos seres, el Entronado y los humanos. Efectivamente, lo que viene a ser un dios de toda la vida, con sus sacerdotes y todo.

Para legitimar su posición e incrementar su poder, el protagonista Noctis (previa ayuda de Luna) debe ir contactando y haciéndose con estos sidéreos; pero el imperio se le adelanta y los corrompe (nuevamente, el emperador Gestahlt y Kefka de Final Fantasy VI nos vienen a la mente). Si hay algo que Final Fantasy XV expande, eso sí, son los vínculos, filias y fobias que tienen las propias invocaciones, algo en lo que nos ilumina el libro (dentro del juego) Cosmogonía y los relatos de Gentiana. Por ejemplo, tenemos que Ifrit y Shiva eran amantes, que Bahamut al parecer es una especie de cabroncete que manipula a todos, o que Leviatán no quiere saber nada de los humanos (y que Ifrit llegó a detestarlos hasta tal punto de querer acabar con ellos).

Ifrit y Shiva en Final Fantasy XV. Square Enix.

Como curiosidad, sin saber si hay verdadera intencionalidad en esto, lo cierto es que este Ifrit parecería el más cercano al del folclore árabe: siendo de los yinn que más detestan a los humanos, los ifrit son controlados únicamente por el hijo del rey Daud, Sulaymán (nuestro Salomón), mediante poderes mágicos. Aún así, no dejan de ser díscolos y guardan cierta malicia. Lo que nos suena mucho a Ardyn y este Ifrit.

De forma similar a Final Fantasy VIII o Final Fantasy X, aquí tendremos que enfrentar a varios de estos sidéreos para que se nos unan y luego puedan asistirnos (aleatoriamente) en combate; hasta el punto de que Ifrit (corrompido por Ardyn) es uno de los principales enemigos finales. Las dimensiones que llegan a adquirir aquí las invocaciones, a nivel de poder y de tamaño, así como argumental, son aquí impresionantes.

¿Y Final Fantasy XVI?

Todavía sabemos poco de la que será próxima entrega principal de la franquicia, pero una cosa ya ha quedado clara solo con ver el primer tráiler: las invocaciones serán narrativamente esenciales. En esta ocasión se las conoce como eikon, que serán controladas por un humano denominado Dominante (al parecer, dicho humano podrá transformarse en la invocación); y cada reino o dominio tiene el suyo. De momento ya se han dejado ver Shiva, Ifrit, Titán o Fénix (de hecho, Fénix e Ifrit son los que ocupan esta vez el logo).

Al igual que en las entregas anteriormente mencionadas, Final Fantasy XVI tendrá escenas gráficamente impresionantes que marcarán el avance argumental del juego con los eikon como protagonistas (ya se ve en el tráiler la confrontación entre Ifrit y Fénix o el intento de derrotar a Shiva). Y esto es solo el inicio de todo lo que está por llegar.

Episode Ardyn, la tragedia de un sino inevitable

El pasado día 26 salió a la venta el que es último contenido descargable de Final Fantasy XV: Episode Ardyn, por 9,99€ en PlayStation y Xbox One. Como muchos sabréis, con este capítulo la entrega número quince de la saga llega a su punto final, a la espera únicamente de un libro recopilatorio de historias que narrarán lo que iba a suceder en el resto del contenido descargable que fue cancelado.

Pero estamos aquí para hablar de Ardyn. Mucho hemos especulado con el pasado del que es, para nosotros, personaje más interesante de Final Fantasy XV y uno de los mejores (sino el mejor) villanos de la franquicia. Para regocijo nuestro, casi todo lo que habíamos teorizado se ha ido cumpliendo. Y es que las pistas estaban ahí, pero había que hacer un ejercicio de observación llamativo (y lamentablemente el desarrollo de este videojuego de Square Enix sí debió de resultar bastante accidentado). Primero avisamos de que habrá SPOILERS de Final Fantasy XV y de Episode Ardyn. Segundo, de que somos conscientes de ciertas incongruencias en los distintos guiones de Final Fantasy XV y lo que lo rodea, siendo (para nosotros) lo más complicado todo lo concerniente a Ifrit (que no vamos a tratar aquí).

Para el caso, se ha reforzado aún más la idea de que Ardyn se equipara a una especie de «Jesucristo oscuro» en la historia de Eos. No solo el propio diseño y su pasado (más el hecho de resultar al final inmortal): Ardyn tiene además 33 años en el momento de «morir» y es asignado como chivo expiatorio de los pecados de la humanidad por el dios Bahamut.

Ardyn «Jesucristo» Lucis Caelum en Episode Ardyn: Prologue

También hemos acertado en la existencia de una primera oráculo que guarda un especial vínculo con Ardyn, la figura clave del hermano usurpador y Bahamut como villano en las sombras. De ello hablaremos a continuación.

Aera, la primera oráculo

Empezamos por uno de los personajes a los que al fin podemos poner rostro y que es definitivo para el «lore» de Eos, similar al papel que tenía Lucrecia en Final Fantasy VII.

La familia de oráculos Nox Fleuret es básica para mantener el equilibrio en Eos, ya que se comunican con los sidéreos y transmiten al pueblo sus designios, ocupando la parte religiosa de esta historia.

La primera oráculo fue Aera Mils Fleuret, quien además era prometida de Ardyn y estaban enamorados, en claro reflejo de Noctis y Luna años más tarde. Gracias a lo que podemos ver en Episode Ardyn y en Episode Ardyn: Prologue, la relación entre Ardyn y Aera está más desarrollada que la de los protagonistas (algo que sinceramente no era difícil). Por un lado, ambos tienen una base de amistad y entendimiento mutuo y están en claro y estrecho contacto desde hace tiempo (como se percibe por el hecho de que Aera se lamente de llevar días sin ver a su prometido y salga por ello a su encuentro); frente a la mera relación epistolar (idealización de la infancia además) de aquéllos.

Por eso es comprensible el lamento y frustración que produce la cancelación del episodio dedicado a Luna, que ya había sido anunciado junto al que nos ocupa, al de Aranea y el de Noctis. Sin embargo, si nos ponemos escépticos, el equipo de desarrollo ya había añadido un par de escenas nuevas en actualizaciones posteriores y en la Royal Edition que tampoco habían podido arreglar al personaje y mostrar su potencial.

Ardyn y Aera en Episode Ardyn

Volviendo a Aera, su papel es clave también en quien es la que recibe el mensaje de Bahamut, el cual cambia totalmente el sentido de esta historia, y el hecho de haber tenido que ocultárselo a Ardyn la llena de culpa. Esto quizás puede parecer algo confuso al principio, por ello vamos a resumirlo aquí:

  • Ardyn es asignado por los sidéreos para ser el salvador de la humanidad ante la «plaga de las estrellas», otorgándole para ello el arma Raksasha, similar a la espada del Místico que porta Somnus. A su vez, Aera es nombrada oráculo.
  • Aera recibe en Episode Ardyn: Prologue el verdadero designio de Bahamut, que es que Ardyn, contaminado por la plaga que él mismo está intentando curar (tal como el propio sidéreo buscaba para erradicar así la «plaga de las estrellas» de una vez), sirva de chivo expiatorio de la humanidad corrompida. Aera queda consternada ante este descubrimiento y se lo cuenta a Somnus, ya que Ardyn no está presente y se intuía que sería el primer rey de Lucis al haber sido asignado inicialmente como salvador.
  • Somnus (hablaremos con más detalle de él), que se ha visto es ante todo un tipo pragmático y severo que piensa que el fin justifica los medios, entiende con este mensaje que debe deshacerse de Ardyn y coronarse él como rey «por el bien mayor».
  • Vuelve Ardyn y Aera no se ve capaz de confesarle la verdad. Somnus lo ataca y la muchacha defiende a su prometido, muriendo en el procedo. Ardyn empieza a ser consumido por la corrupción y cae ante Somnus y sus hombres, quienes lo encarcelan de por vida en una isla y pasa a ser conocido para la posteridad simplemente como «Adagium» (saben que Ardyn no puede morir hasta que no lo mate un «recipiente de luz», el Elegido, acabando así con este desequilibrio, según Bahamut).
  • Aera muere reconcomida por la culpa y Somnus, más entero y frío, se vuelve primer rey de Lucis. Dos mil años más tarde, uno de sus descendientes, Noctis, será quien acabe con Ardyn.

Hay diversas opiniones sobre si la oráculo siguiente a Aera sería la que aparece reflejada en «Cosmogonía» al lado de Ardyn o de si se trata de otros personajes. También existen teorías sobre si Aera en realidad sobrevive al episodio fatídico (y que incluso de a luz a un hipotético descendiente de ella y Ardyn, de ahí que los poderes de Luna sean parecidos a los de éste y al vínculo extraño que el pelirrojo busca con ella y con Ravus, que por otro lado también puede ser explicado desde una perspectiva de venganza y resquemor hacia lo existente). Debido a que Final Fantasy XV se ha terminado oficialmente, y a no ser que algún miembro de Square Enix diga lo contrario, lo que se deja más claro es que Aera fallece víctima del ataque de Somnus.

El asombroso parecido de Aera con Luna (parentesco aparte) y el que Ardyn acabe herido y enloquecido (más aún) tras la revelación de Bahamut aportan explicación al ataque a la muchacha en Altissia y la mirada que Ardyn le dirige momentos antes.

Tanto Aera como Ardyn y Somnus son así peones de los dioses, algo que detallaremos más adelante.

Somnus, un villano… pero no tanto como parece

Tanto Episode Ardyn: Prologue como Episode Ardyn retratan a Somnus el 98% del tiempo básicamente como a un capullo… Hasta la pelea final con Ardyn en su episodio, donde muestra más culpa y desasosiego por lo ocurrido con su hermano. ¿Por qué es esto?

Por un lado, como decíamos, Somnus es retratado como un joven pragmático para quien el fin justifica los medios. Sorprendentemente, parece haber pasado a la posteridad como un buen monarca y fundador. Por otro, Somnus es un tipo joven durante los acontecimientos de Prologue, seguramente mucho más impulsivo que su versión fallecida hace milenios y ahora protector de Insomnia.

Es desde la perspectiva de Ardyn cuando vemos al Somnus más sádico y retorcido, algo lógico teniendo en cuenta que es el causante principal de su situación actual. Lo sencillo para la dolida mente de Ardyn, quien además es descrito como idealista y soñador (antes de volverse loco), es ver a su hermano como un usurpador celoso y cruel, que no se detiene a pensar en los demás cuando se trata de lograr sus objetivos. Por eso mismo, Ardyn es el más desconcertado ante la actitud de Somnus para con él tras la batalla. Viéndose derrotado, es cuando se muestra más vulnerable y su verdadera cara.

Con la revelación de Somnus hay todavía un misterio que queda aparentemente sin resolver: ¿Quién es Izunia?

Tal como se ha anunciado en el último número de «Famitsu», Izunia, cuyo significado en japonés es comadreja, no es más que un alias escogido arbitrariamente por Ardyn de entre todos los recuerdos que fue absorbiendo al corromper a sus víctimas. Tal como se indica en la narración de Episode Ardyn, estas vivencias llegan a confundirse con las suyas propias. Esta explicación entraría en conflicto con algunas traducciones de Final Fantasy XV. Por otro lado, podríamos verlo como una especie de «origen del Joker» (con quien Ardyn guarda no pocas similitudes), en el sentido de que éste está tan ido de la olla que ya ni recuerda cuál es su verdadero pasado, inventándose (o recordando) varios en el camino.

En cuanto a Adagium, resulta ser el nombre en clave para Ardyn durante el largo proceso de desarrollo, el cual rescataron para la ocasión.

¿Quién es entonces el verdadero villano y causante de las desdichas no solo de Ardyn, sino de todos los personajes?

El verdadero villano: Bahamut

Tras el cambio de actitud de Somnus aparece Bahamut y le revela la dura verdad a Ardyn, una que ni Aera se había atrevido a contarle: todo era un plan de los propios sidéreos para acabar con el enorme desequilibrio que originalmente había causado uno de los suyos, Ifrit.

Para ello, Bahamut, quien ve en los humanos a meros peones, había ideado convertir a Ardyn en el recipiente principal de toda esa oscuridad producida por la plaga y habría de ser finiquitado por otro ser que en contraposición irradiara luz, de ahí que Noctis fuera el elegido. Ambos son chivos expiatorios que acabarían junto a ellos mismos con toda esta desigualdad, generándose así una nueva era de armonía.

Que Ardyn estaba corrompido era algo sabido tanto por Aera como por Somnus, por lo que ambos intuirían que solo era cuestión de tiempo este final. Lamentablemente, los hechos no se dieron exactamente como preveían.

Que Bahamut se intuya como figura amenazante e incluso maligna no es algo nuevo en Final Fantasy XV. Ya se percibe al final de Omen, donde Regis aparece hablando con una voz (claramente la del draconiano), que en su momento llegó a teorizarse que fuera la del propio Ardyn por su carácter amenazante.

Bahamut le cuenta a Ardyn un secretito al final de Episode Ardyn

En el avance de Dawn también se prevé algo de esto (de hecho la ilustración de Regis con el niño Noctis en brazos se deja ver en Episode Ardyn). Las figuras que se yerguen sobre ellos son los reyes del pasado y guardianes de Lucis (se supone que por ahí debe de andar Somnus), en el momento que se intuye le ha sido revelado al monarca que su hijo es el Elegido, con tintes claramente dramáticos.

En definitiva, los verdaderos villanos de Final Fantasy XV son los sidéreos, más concretamente Bahamut, ya que son los que manipulan los acontecimientos (y a los personajes) con la búsqueda de un objetivo (por un mal que en cierto modo ellos mismos crearon). No es la primera vez en la saga que una fuera sobrenatural o ajena a este mundo se esconde detrás del que ha sido antagonista durante casi todo el juego, revelándose como jefe final (ahí tenemos a Jénova en Final Fantasy VII, Artemisa en Final Fantasy VIII, Tiniebla Eterna en Final Fantasy IX, etc.).

Los remanentes de Final Fantasy Versus XIII

Esto nos lleva al siguiente punto, y es que la base de la historia resulta entonces bastante similar a la de Final Fantasy XIII, pero con la diferencia de que en aquél los protagonistas se revelaban contra el designio de los dioses y peleaban contra ellos. Ardyn puede intentar también negarse a seguir los designios de Bahamut, pero en dicho caso el sidéreo lo castiga brutalmente.

Recordamos que inicialmente Final Fantasy XV iba a ser Final Fantasy Versus XIII, la otra cara de la moneda de Final Fantasy XIII que compartiría la misma mitología. Como sabemos, el proyecto no acabó viendo la luz, pero los remanentes pueden percibirse especialmente en estas bases argumentales.

Otro de los elementos que iban a caracterizar a Versus XIII, en palabras de Tetsuya Nomura (su director original), era su sentido de tragedia y cierta influencia de las obras de William Shakespeare, algo que asimismo continúa vislumbrándose con Noctis y Ardyn como víctimas inevitables de su destino ya predeterminado.

Finalmente, el otro rasgo que queda perfectamente perfilado a través de la historia de Ardyn es que, quitando quizás a Bahamut, no hay un villano real en la historia. Un tráiler de Versus XIII daba inicio precisamente con una cita de Shakespeare: «No existe el bien ni el mal en sí mismos, sino es la misma mente humana la cual los genera«.

Hablemos de Ardyn (Final Fantasy XV)

Final Fantasy XV ya lleva más de dos semanas en el mercado y las reacciones han sido de lo más variadas: desde ser uno de los Top 3 para algunos hasta ser absolutamente despreciado por otros. Lo cierto es que el juego no es perfecto (nuestra crítica aquí) y, sobre todo, se nota que le falta un pulido. La historia contiene muchísimo potencial, pero parece que no ha podido ser desarrollada del todo, por lo que la narrativa va dando trompicones y ha provocado que algún que otro gamer se atragante con ella. Sin embargo, ¿quién dijo que las historias de Final Fantasy eran obras de Shakespeare (justo esta entrega es la que más influencia ha recibido del dramaturgo inglés)? ¿Acaso nadie recuerda que Final Fantasy VII (el considerado por muchos mejor de la saga, inclusive para servidora) también se ha comentado, desde siempre, que no está terminado?

Esto conlleva a su vez que los huecos vacíos, dejados así por la forma de la narración y los recortes, puedan rellenarse con la vasta imaginación del espectador. Y así surgen los jugosos debates, siempre enriquecedores. Nosotros estamos encontrando que uno de los puntos fuertes de todo Final Fantasy XV, y que puede llevar a su vez a varios de estos debates (vinculados con la historia) es Ardyn Izunia. Veamos porqué (avisamos que habrá SPOILERS importantes del juego).

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Ardyn Izunia… ¿villano o héroe?

La historia en Final Fantasy XV va desarrollándose con Ardyn en el bando opuesto; aunque esto él no lo descubre ante Noctis y sus amigos hasta más avanzado el juego (los espectadores ya deberíamos saberlo, sobre todo si hemos visto Kingsglaive): se trata de Ardyn Izunia, canciller del imperio de Niflheim. Aunque nuestros protagonistas ya sospechaban algo sobre él debido a su carácter enigmático, lo cierto es que no se imaginaban su verdadera posición debido a que, básicamente, éste se había dedicado a ayudarles a lo largo de su periplo. No es hasta el final del Capítulo 13 cuando Ardyn confiesa su verdadera identidad ante Noctis: no es Izunia, y lo de canciller era una tapadera que había estado utilizando todos estos años. Su verdadero nombre es Ardyn Lucis Caelum y había sido el elegido por los Sidéreos hace siglos para acabar con la Plaga de las Estrellas original. Un «ser celoso» (probablemente el Izunia original, si hemos de recordar las palabras del propio Ardyn cuando dice «te sorprenderá saber quién era Izunia» a Noctis, lo que a su vez nos hace suponer que Izunia es el antepasado de nuestro protagonista que a su vez terminó ocupando el puesto de Ardyn) le condenó al ostracismo «creando así al verdadero monstruo». En realidad, Ardyn, como elegido, había querido acabar con la existencia de los cadentes absorbiéndolos y asimilándolos él mismo en su cuerpo, lo que había terminado por corromperlo. Esto causó no solo el citado castigo al que lo sometió «el rey celoso», sino a que los mismos Sidéreos que lo habían elegido acabasen por rechazarlo, por lo que Ardyn no podía morir ni descansar en paz tampoco.

Así, Ardyn pasó los siglos ideando un plan para vengarse de los Lucis Caelum, reyes de Lucis, de los Sidéreos y la destrucción del cristal. Por eso, cuando al fin llega Noctis como nuevo elegido, junto a Luna, para detener la Plaga de las Estrellas (que el mismo Ardyn está causando desde Niflheim, ayudando a crear cadentes y magitek), el que era canciller decide allanarle el camino al príncipe, para que así pueda terminar consiguiendo todo el poder del cristal. Solo así Noctis podría acabar de una vez por todas con su oponente (incluso en el más allá/otro lado, donde Ardyn estaría esperándolo, puesto que recordemos que por sí solo no puede morir). Porque ese es el objetivo fundamental del Entronado original: morir. Y ya de paso, acabar de una vez por todas con los cadentes y la Plaga de las Estrellas, la línea real de Lucis y el cristal. En definitiva, con todo el sistema, creando un nuevo amanecer. Por eso, sin la influencia definitiva de Ardyn, es altamente probable que Noctis nunca hubiera conseguido terminar la tarea de forma victoriosa. A lo sumo, habría conseguido nuevamente marginar a Ardyn y erradicarlo de la historia (como el propio Ardyn le recuerda a Noctis cuando éste lo derrota: no basta con eso, no basta con intentar eliminarlo de la historia «otra vez», tiene que acabar con él también en el más allá). Y es por eso también por lo que Noctis necesita morir y sacrificarse. Solo así, eliminando a Ardyn en todos lados, se podrá acabar con la plaga que ha estado acosando a la humanidad durante milenios. Por eso Ardyn es el único villano de toda la franquicia que ha logrado su objetivo de forma permanente: muere y además elimina el linaje de los Lucis Caelum (Noctis ha de morir y no deja descendencia), el cristal (Noctis había tenido que absorberlo para poder eliminar a Ardyn y la Plaga) y, con ello, a los Sidéreos y a los cadentes.

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De este modo, Ardyn se trataría en realidad de un villano poco convencional: en realidad, sería más bien un anti-héroe, o la viva imagen del elegido/ángel caído que finalmente logra la redención, similar a Anakin Skywalker en Star Wars. Por ello, podríamos llegar a discutir que, en realidad, Final Fantasy XV no es solo la historia de Noctis, sino también la de Ardyn Lucis Caelum.

La simbología en Ardyn

Cuando ya hemos descubierto la verdadera historia de Ardyn, nos daremos cuenta de que en realidad el juego, los concept arts (arte conceptual) y hasta el mismo diseño del personaje ya nos iban lanzando pistas sobre ello. Por ejemplo, en lo relacionado con el diseño de Ardyn: viste de negro y no de blanco, como suelen ir los personajes asociados a Niflheim (Ravus, Iedolas) e incluso a Tenebrae (de nuevo Ravus y Luna). Sin embargo, el negro es característico de la nobleza de Lucis (Regis, Noctis y los demás miembros del grupo), así como del otro personaje que, si bien también aparece inicialmente asociado a Niflheim, luego descubrimos que va más de por libre porque es una mercenaria: Aranea. Asimismo, en los dos momentos en los que se ve claramente a Ardyn siendo poseído por su «parte cadente», éste lleva puesto su característico sombrero.

Pero no solo eso, en el mismo diseño de Ardyn, pero especialmente en los concept arts que nos han dejado de él en el libro recopilatorio que viene en la Collector´s Edition, nos dejan clara su similitud con otro personaje: Jesucristo. Sí, habéis leído bien. ¿Que no? Echad un vistazo:

Por lo tanto, podríamos decir que Ardyn vendría a ser la imagen, no solo del ángel caído, sino también la de una especie de «Jesucristo oscuro», que de hecho no puede morir. Si le añadimos que se supone que la historia de Ardyn se desarrolló hace 2000 años… blanco y en botella.

Ardyn y la Oráculo

Las otras grandes pistas que vamos obteniendo a lo largo de Final Fantasy XV se encuentran en el libro Cosmogonía (Cosmogony), del que iremos leyendo fragmentos a medida que avanzamos en la historia: cuenta la historia de los Sidéreos, de la Plaga de las Estrellas, del Entronado y de la Oráculo. Del susodicho podremos ver dos imágenes en el juego: la portada y otra en su interior:

Si unimos estas imágenes a lo que pone en la guía oficial dentro de la cronología de Eos (pp.318), descubrimos que Ardyn, el elegido de la familia Lucis Caelum, fue seleccionado a la vez que la primera Oráculo, una mujer de la casa Fleuret (que a su vez luego fundarían Tenebrae), para acabar ambos con la Plaga de las Estrellas (probablemente iniciada por Ifrit, quien se había rebelado contra el resto de Sidéreos por detestar a la humanidad). En lo personal, he visto que mucha gente confunde a la figura femenina que aparece en la portada de Cosmogonía con Gentiana/Shiva… Y no, no lo es, tal como podemos comprobar en la otra imagen del interior del libro (donde se muestra a la susodicha entregándole sus poderes a Ardyn y a la Oráculo… donde por cierto él es representado con un halo de santidad, de nuevo en similitud con Jesucristo). Efectivamente, la mujer es la primera Oráculo, de los Nox Fleuret, una antepasada de Ravus y Luna (además de que porta el mismo tridente que Luna en ambas ilustraciones).

¿Qué significaría esto? Pues nos aportaría más luz a la relación entre Ardyn y Luna, básicamente, y podría añadir aún más profundidad al personaje en cuestión. Por un lado, porque demostraría que no mató a Luna simplemente «porque es el malo jujuju». Para empezar, Ardyn se queda contemplando a Luna de cerca un rato antes de abofetearla (que de hecho lo hace porque la Oráculo percibe que dentro de él hay más de lo que parece), y duda antes de matarla. Es más, en Kingsglaive hay una escena donde se nos muestra específicamente a Ardyn observando a Luna (y Nyx) desde lejos. ¿Le recuerda a su ex compañera, elegida por los Sidéreos, como él?

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Por el otro, significaría que, de algún modo, Ardyn sabía qué consecuencias traería la muerte de la Oráculo (es decir, desaparecería la principal barrera para que se completase la Plaga de las Estrellas, donde las noches se volverían eternas), por lo que así se facilitaría el cumplimiento de los objetivos de Ardyn (sería una baja necesaria). ¿Quizás lo sabía porque ya lo había vivido en el pasado?

Esto nos llevaría a Omen, el famoso tráiler de Final Fantasy XV que salió allá por octubre, donde se nos muestra a un Noctis volviéndose loco por la lucha contra los cadentes para, a la postre, terminar asesinando a Luna. Al final Omen es tomado como un mero avance conceptual, puesto que en el juego nunca se nos muestra a Noctis perdiendo la cabeza, ni siendo poseído por cadentes, ni mucho menos asesinando a Luna. ¿Qué personaje, en cambio, sí ha pasado por todo esto? Efectivamente: Ardyn. Él es el ejemplo de lo que podría pasar si el camino del Entronado fuera mal, si acabase solo, si fuese poseído, si asesinase a la Oráculo: el mundo se iría al traste. Se supone que esto es algo que sueña Regis y que quiere impedir a toda costa que suceda (¿o que vuelva a suceder?). ¿Podría ser, acaso, una advertencia de lo que ya pasó con el anterior elegido, Ardyn Lucis Caelum? Regis al final del mismo aparece hablando con el Cristal/Bahamut, lo que reforzaría esta teoría, puesto que Bahamut conoce a la perfección lo que sucedió con el anterior elegido, como así se lo cuenta a Noctis posteriormente.

Con esto solo faltaría explicar por qué parece que Ardyn y la Oráculo (en este caso Luna) parecen tener el mismo poder… solo que no lo tienen. Ardyn absorbió a los cadentes y acabó corrompiéndose, Luna PARECE que absorbe una enfermedad de un señor y a su vez está enferma. Primero, lo que hace Luna en dicha escena puede ser perfectamente un hechizo de curación, no teniendo que ser necesariamente absorción. Más tarde realiza algo similar con Noctis cuando éste cae contra Leviatán, y al príncipe ahí no hace falta absorberle nada. Además, en una conversación entre Ravus y Luna, éste menciona algo sobre que la enfermedad de su hermana parece estar relacionada más con el contacto con los Sidéreos que con otra cosa. Tampoco sabemos si Noctis tiene la capacidad de absorber o no cadentes, puesto que no lo hemos visto (aunque sí conocemos que es capaz de «matarlos» o «trasladarlos a otra dimensión» con el sello de la luz). En definitiva, que lo de Ardyn teniendo los mismos poderes que la Oráculo sería una mala interpretación debido a alguna que otra confusión (como el confundir a Shiva/Gentiana con la primera Oráculo en el libro Cosmogonía).

Noctis, poseído, en Omen

Noctis, poseído, en Omen

Ardyn e Izunia

Llegados a este punto, parece que la persona más importante en el pasado de Ardyn es este tal Izunia, «el celoso», «el usurpador», pero que sin embargo y para Bahamut es el Entronado. Evidentemente, el arte conceptual de Ardyn siendo torturado (y los paralelismos con Jesucristo) nos llevan a pensar más en la perspectiva de Ardyn que en la del Sidéreo: parece que nuestro antagonista sí fue marginado y «erradicado de la historia» en un momento dado por esta persona y hasta por los Sidéreos. Sin embargo, también es de sobras conocido que Ardyn sí estaba corrompido y que por eso fue rechazado como candidato al trono. El mismo Ardyn no siempre puede controlar esta parte de sí mismo (como observamos cuando Noctis pasa al otro lado para darle el golpe de gracia y Ardyn al principio lo saluda calmadamente para a continuación transformársele la cara y confrontar más agresivamente a su nuevo visitante). Si lo unimos a lo anteriormente dicho con Omen, sería realmente justificable que Ardy no pudiera reinar y que, de hecho, se hubiera convertido en un peligro para el resto de la humanidad. Si acaso, los principales culpables habrían sido los Sidéreos, por no haber podido prever las consecuencias y haberle frenado a tiempo, evitando así sufrimiento por uno y otro lado. Es cierto que Ardyn había sido utilizado.

Por otro lado, ¿quién era este Izunia? ¿Un pariente de Ardyn, también apellidado Lucis Caelum? ¿O alguien ajeno a la familia que usurpó también el apellido para disimular más todo el asunto de cara al público? Aquí sí que no nos atrevemos a decir nada claro, ya que ni el juego, ni el arte conceptual, ni la guía aportan más información al respecto. Lo que sí sabemos seguro es que de este Izunia es de donde proceden Regis y Noctis.

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En definitiva, estamos ante uno de los mejores villanos de toda la franquicia, uno que incluso te lleva a cuestionar sus motivos y los de los demás, dónde está «lo correcto». Y además, parece tener una historia lo suficientemente profunda, incluso como para poder tener su propio videojuego (¿un DLC de Ardyn?). Es, en conclusión, uno de los mejores aspectos de Final Fantasy XV.

P.D.: ¿Ardyn ha estado llevando la misma ropa durante 2000 años? Eso sí da qué pensar…

ACTUALIZADO: El/la usuario/a de Tumblr Ich Iese nur mit ha recogido una captura donde puede observarse un tridente dentro del arsenal de armas de Ardyn en la batalla final. ¿Despiste de los desarrolladores o más leña al fuego a la teoría de que Ardyn pudo vivir/causar de alguna forma la muerte de la Oráculo que lo acompañó?

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