Avengers: Infinity War, primera y épica mitad del arco final

Con el estreno de Iron Man en 2008, el productor de Estudios Marvel Kevin Feige inició el Universo Cinematográfico de la susodicha, el cual, con la primera parte de Avengers: Infinity War, comenzó a colocar la guinda en un pastel que, lejos de terminarse, apenas está en sus comienzos.

Con un elenco coral, Avengers: Infinity War, dirigida por los hermanos Anthony y Joe Russo, en mi humilde opinión cumple con creces toda expectativa, ya que siendo el principio del final, juega con el as en la manga de dividir un mismo largometraje en dos partes.

Con actores de la talla de Josh Brolin (Thanos), Benedict Cumberbatch (Doctor Strange), Scarlett Johansson (Viuda Negra), Mark Ruffalo (Hulk), entre muchos otros, este film es lo que todos esperábamos y también temíamos, el fin de una saga de 19 películas, , dando lugar a lo que en Marvel Studios se denominó la cuarta fase. Si bien es cierto que el Universo Marvel no se acaba, este evento sí significa la despedida de actores como Robert Downey Jr., Chris Evans y Chris Hemsworth, quienes terminan su contrato con la productora (al menos previsiblemente).

La acción toma lugar en un contexto aciago para todos los integrantes de los Avengers (Vengadores en estas tierras), ya que el grupo se encuentra separado debido a los acontecimientos ocurridos en Capitan América: Civil War., donde por una sutil guerra de egos y desencuentros nadie supo mantener el contacto con ningún antiguo compañero del equipo. Todo esto cambia cuando Hulk regresa malherido a la tierra luego de un fallido encuentro contra Thanos, empezando la historia en donde nos dejó el final de Thor: Ragnarok.

El dios del trueno, por su parte, habiendo perdido el Mjolnir, va en busca de Eitiri, el enano que forjó su martillo, para que acuñe el Hacha Rompe Tormentas, y es allí donde se cruza con los Guardianes de La Galaxia. Estos son ejemplos de los muchos frentes que se abren en esta cinta. Fácilmente se puede pensar que, al tener varias subtramas, la velocidad del relato puede decaer y fragmentarse, pero este por suerte no es el caso. Este es un punto a favor en comparación con las películas de DC.

Cameos, sorpresas y eventos no calculados, se sortean por doquier en una acción trepidante y de las que te dejan pegado al asiento y comiéndote las uñas, cuando las palomitas se terminaron ya. Marvel cumple y supera toda expectativa con un argumento claro y sin agujeros. Thanos se materializa en en un Josh Brolin que mete miedo y deja de ser ese terror que, aunque esté oculto, es omnipresente. Su misión en esta ocasión es la búsqueda de las seis gemas del infinito (la del poder, la mente, la realidad, el tiempo, el espacio, y el alma) con el fin de cumplir su gran objetivo, la destrucción de la la mitad del universo porque los recursos sencillamente no alcanzan para todos.

El común denominador de las películas de Marvel es que suelen ser para toda la familia, simples y conciliadoras con una fórmula, si se quiere repetitiva pero no por ello menos efectiva. Aunque hay ejemplos donde existe un nivel de complejidad,es con esta primera parte donde los guionistas se redimen al ofrecernos un villano de calidad y con un bagaje emotivo y dramático de alto impacto.

Como nada es perfecto en esta vida y siempre hubo, hay y habrá algo de lo que quejarse, como punto ambiguo podemos comentar que nos hubiese gustado que hubiesen guardado lugar para resolver los temas inconclusos de las entregas anteriores. Pero también entendemos que el tiempo no es solamente tirano en el mundo de la televisión, sino también en el del celuloide, y probablemente no tuvieron lo suficiente en esta primera parte.

La oscuridad del guión puede palparse en que nadie sale indemne en el transcurso del relato, donde todos los personajes, con mayor o menos participación en pantalla, se enfrentan al dilema de tener que perder algo, incluso el villano Thanos.

Marvel da buen cierre y recoge los frutos de lo que supo construir lenta y concienzudamente durante estos 10 años. A nivel personal, me encuentro más identificado con las historietas del universo DC, pero sé muy bien cuándo reconocer que las cosas se han hecho de forma excelente. Si bien el universo extendido cinematográfico de DC no es malo, se nota que todavía tiene mucho ejemplo que tomar de su más directa competencia.