Aquaman: DC resurge desde el oceáno

Con Aquaman tenemos una vuelta asegurada hacia las buenas y sustanciales películas de DC. Ya hemos hablado anteriormente de que, a diferencia del lento cocinado de Marvel, DC ha trabajado con no escasos baches para estar a la par de su competidor más directo. El camino correcto hacia cierta resurrección de DC lo dejó Patty Jenkins con Wonder Woman.

La idea de realizar este largometraje viene de por lo menos 10 años atrás. El proyecto sufrió un sinfín de reveses, ya que en un principio iba a ser Leonardo DiCaprio el protagonista (quien inicialmente también iba a producir la película).

Dirigida finalmente por el malayo James Wan, quien sorprende gratamente saliendo de su zona de confort que son las cintas de terror y suspense, la película cumple sus expectativas con un guión algo simple, pero inevitablemente abusando un poco de los efectos especiales y el CGI, lo que es habitual en este tipo de productos. Sin tener un ritmo frenético, la película resulta interesante para alguien que no está sumergido en el universo del Rey de los Siete Mares y a su vez es un conjunto de merecidos homenajes y guiños para quien sí conoce un poco más al personaje.

La premisa de la película abre el argumento en que la reina Attlana (encarnada por una eficiente Nicole Kidman) yace malherida en las orillas cerca donde vive y trabaja Thomas Curry (Temuera Morrison), el cuidador del faro. Después de brindarle los debidos cuidados, ambos caen en las redes mutuas del amor y de esta unión nace Arthur (Jason Momoa). Los primeros años transcurren idílicamente hasta que es llevada contra su voluntad nuevamente hacia las profundidades del océano.

Arthur crece sabiendo que es especial, pero rechazando sus poderes y dándolo todo para vivir una vida mundana y simple junto con su padre. Poco sabe él que su poder es la llave de paz entre el mundo marino y el terrestre.

Aunque ya hemos mencionado que el guión es simple y hay de alguna manera un abuso no disimulado de los efectos especiales, estos últimos son para destacar. La gravedad del agua y cómo afecta al habla de los personajes y sus ropas y el detalle de toda la ambientación marina son para resaltar.

ACIERTOS

Elenco: Es un conjunto que llama la atención, desde el casting de Nicole Kidman hasta Willem Dafoe, pasando por Dolph Lundgren, Temuera Morrison y Patrick Wilson (actor fetiche de James Wan), entre otros

Nicole Kidman: Ya fue parte del universo del cómic en la olvidable contribución por parte Joel Schumacher, Batman Forever, con un papel secundario encarnando a la doctora Chase Meridian. Obtiene su merecida redención aquí como la reina Attlana, una mujer de armas tomar.

Apuesta fuerte: Aquaman, junto con Wonder Woman, ha demostrado que tiene elementos varios para darle un respiro al universo cinematográfico de DC en cuanto a anteriores tropiezos.

Desparpajo: James Wan hizo el personaje a la medida de Jason Momoa, quien con su desfachatez y su improvisación logra ser uno de los puntos más fuertes de la película.

DESACIERTOS

Guión: Se sabe que la finalidad de este tipo de largometrajes es la del entretenimiento puro y duro, pero esto no justifica cierta pobreza en el guión, sin profundidad y hasta de momentos muy previsibles.

Reacción tardía: Parecemos el perro del hortelano, habiendo mencionado alguna vez que ya bien podría DC copiar en ciertos aspectos la fórmula segura, sin embargo, repetitiva, que tanto éxito ha dado a Marvel. Creemos que el camino se abrió con la cinta amazónica de Gal Gadot y por fin James Wan, junto a Jason Momoa, por fin le siguieron la huella.

Justas y certeras cuotas de humor y el tono bonachón y campechano que el protagonista aporta junto muchos otros factores más positivos que negativos dan la pauta de que Warner y DC se dieron cuenta de cuál es el camino correcto para que el barco, nunca mejor dicho en este caso, llegue a buen puerto. Esperemos que Shazam!, de próximo estreno y buenos augurios de “performance”, termine de cerrar esta incertidumbre de una vez por todas.

La Liga de la Justicia es un buen entretenimiento que no innova

Tras un proceso de filmación plagado de trágicos contratiempos tales como el lamentable suicidio de Autumn Snyder, hija del realizador, el consecuente y lógico abandono en la dirección por parte de Zack Snyder y el reemplazo y la refilmación de algunas escenas por parte de Joss Whedon, así como el bigote de Henry Cavill (Superman), que resultó ser hasta ahora el mostacho más caro de la historia del cine, podemos y debemos hacer la crítica de esta película que no resulta ser mala ni aburrida, pero como siempre se queda a mitad de camino.

Si bien es evidente que Warner Bros/DC corre con una gran desventaja en cuanto a asentamiento y asimilación de sus productos con respecto a Marvel, La Liga de la Justicia es una película, que a pesar de los ya remanidos vicios de Zack Snyder, entretiene y cumple sin más su cometido.

La fórmula de la película, sin querer o tal vez queriendo, remite a las de su casa competidora. En el universo de Marvel son las seis Gemas del Infinito para controlar el universo y en el universo DC son las tres cajas madre que sirven para controlar la energía de todos los planetas.

Las nuevas adiciones estelares las conforman Ezra Miller como The Flash, quien juega un papel correcto, pero creo que por cuestión uno prefiere a Grant Gustin. Tenemos también a Jason Momoa como AquamanRay Fisher como Cyborg, siendo estos dos últimos los que ya están en proceso de filmar sus respectivas películas individuales.

Ciarán Hinds compone un villano que, como Ultron de Marvel, apoya toda su maldad en la voz así como James Spader lo hiciese en su momento. El punto de esta comparación es dejar al descubierto que, aunque Marvel ya le haya de alguna manera marcado el camino, DC no sabe aprovechar las pautas o huellas ya dejadas e innovar desde allí.

Lamentablemente, tras la magnífica trilogía de Batman con el binomio Nolan/Bale, DC no supo coger el guante del buen empujón que ésta supo darle a sus productos. Si bien la película cumple y entretiene, creo que los vicios de Zack Snyder ya le generan cierto lastre innecesario. Vicios tales como la innecesaria y cansina cámara lenta que supo ser caballito de batalla en la década del 2000 con la pionera Matrix y sus secuelas. Pero como bien reza el refrán: “Lo poco agrada y lo mucho cansa”.

Otro vicio recurrente en la visión de Snyder es la inclusión permanente de ese color sepia tirando a oscuro, marcando la ominosa maldad y que, después de vencer al villano de turno, el cielo se aclara y las florecitas se afanan por resurgir en una tierra que fue árida e inhóspita hasta justo ese mismo momento.

Huelga mencionar que faltan otros componentes de La Liga de la Justicia que no aparecen, como Linterna Verde o Detective Marciano. Quizás por el sonado traspié de Ryan Reynolds y la consecuente identificación de Deadpool de Marvel, provocó que hayan querido apostar a lo seguro y una vez más no arriesgar todas sus fichas para mejorar el producto.

VIRTUDES

  • Esta película ofrece cierta redención al universo DC tras el paso en falso que significó Batman v Superman.
  • Esta cinta abre la puerta a la profundización de los personajes con sus respectivos largometrajes.
  • Gratas sorpresas tuve con las interpretaciones de Jason Momoa y Ray Fisher.
  • Siguiendo nuevamente el émulo de Marvel y sus Vengadores, han sabido darle una sensación de «conjunto» a todo el grupo que conforma La Liga de la Justicia.

DEFECTOS

  • Me molesta que DC todavía no encuentre la fórmula para hacer una película sin fallas evidentes. Busca tal vez una solemnidad y trascendencia en donde no debe buscarla, que es este tipo de películas (a no ser que quieran apostar en serio, como el citado Batman de Nolan o Logan). Es por eso que, entre otros motivos, Marvel le lleve una clara ventaja.
  • Que la base del villano siempre esté en algún perdido lugar de Rusia (o zona sovuética) me cansa e indigna por la falta de creatividad (¿y por qué siempre aparece reflejado como un lugar pobre, inhóspito y nuclear? Ni que fuese Chernóbil…).
  • No niego que Zack Snyder es un buen director, pero nos tiene de rehenes con sus vicios repetitivos hasta el cansancio.

¡ALERTA! SPOILERS

La resurrección de Superman es inevitable, pero esto no tiene que significar que el kryptoniano resuelva todos los problemas o que sea la solución divina a todos los contratiempos. Pues Superman resuelve y evoca a toda epifanía como puede apreciarse en su regreso triunfal, eliminando con ello toda posible sensación de amenaza.