Japoneando Anime: Totsukuni no Shoujo (La pequeña forastera)

La pequeña forastera (Totsukuni no Shoujo とつくにの少女) es en realidad un manga (no tiene adaptación al anime, al menos por ahora) escrito y dibujado por Nagabe, un «mangaka» (漫画家 dibujante de cómics) no muy conocido fuera de las fronteras niponas, pero con un estilo y sensibilidad únicos, que se exponen perfectamente en la obra que nos ocupa.  Para los más interesados, comentaros además que recientemente ECC Ediciones ha lanzado el primer tomo a la venta en España, el cual realmente os recomendamos porque es una delicia.

El argumento de partida es simple: el mundo se encuentra dividido por una frontera o muro que separa a los del interior de los del exterior en base a una maldición antigua que torna a las personas en monstruos al ser tocados por uno de ellos. Los malditos no sienten dolor, ni frío ni calor, tampoco está claro actualmente si son inmortales (desde luego es lo que parece) ni cuál es exactamente su naturaleza. En medio de este panorama, la niña Shiva vive con el Doctor, una de estas criaturas malditas.

Cuando Japón se interesó por la mitología celta

Probablemente varios de los que están leyendo esta entrada conocen ya La esposa del hechicero (Mahô Tsukai no Yome 魔法使いの嫁), un manga y ahora también anime realizado por Wit Studio que, a simple vista, abarca una temática muy similar a la de La pequeña forastera. Decimos «a simple vista» porque en realidad son más las diferencias que las similitudes entre ambos títulos, sobre todo a medida que se va avanzando en la historia (no queremos destripar nada, pero el giro que ha tomado el manga de La esposa del hechicero en los últimos capítulos no acaba de agradarnos, aunque hay que esperar a ver cómo se desenvuelven los acontecimientos).

Lo que parece confirmar la existencia de ambas obras es el creciente interés que parece tener al menos un sector de la sociedad japonesa por la mitología celta, la cual, esta vez sí, es el elemento base en las dos historias.

Por ejemplo, y al contrario que con La esposa del hechicero, en La pequeña forastera no tenemos a nuestra protagonista rodeándose de todo un catálogo de criaturas sacadas de la saga Harry Potter (de hecho, los personajes en este manga son mínimos, siendo precisamente una obra centrada en esta característica), siendo la ambientación lo que resulta más europeo-medieval. Incluso el estilo de dibujo llegados a este punto parece sacado de un cómic de algún artista europeo.

Sin embargo, el acercamiento que hacen a esta mitología parece cuanto menos cuidadoso y respetuoso, pero es que además en el caso de La pequeña forastera se le suman una sensibilidad y una mirada muy «nipona», muy del estilo de autores literarios como Hiromi Kawakami (El cielo es azul, la tierra blanca), con su percepción reflexiva y neutral.

Hacemos especial hincapié en lo de neutral porque, en capítulos más avanzados, aparecen nuevos personajes en esta obra que al lector probablemente le darán ganas de tirar a un río con una piedra atada, pero que sin embargo el autor los deja pulular libremente por sus páginas. No juzga, como decíamos, un elemento muy característico de la literatura japonesa, lejos de influencias de religiones que tienden a dividir el mundo entre el bien y el mal, justamente, el blanco y el negro.

Influencias de otras culturas

Sí hay, sin embargo, una clara división entre «el mundo bueno» (del interior) y «el mundo malo» (del exterior) en la narrativa, pero ésta forma parte de la historia, no del juicio del autor (ni tampoco del lector, que probablemente simpatizará más con «los malditos»). Quizás este aspecto de la historia sí está más influenciado por religiones occidentales, existiendo una división clara e infranqueable entre la sociedad de dentro y la de fuera.

En un punto incluso dos soldados llegan a hablar de la posible culpa de los inmigrantes a la hora de la nueva ola de contagios, algo que lamentablemente se encuentra muy en boga en la sociedad actual a nivel mundial. El caso japonés en particular tiene cierto sector de su población que puede ser considerada como xenófoba, teniendo también vocablos despectivos para dirigirse a los extranjeros (siendo el término más conocido el de «gaijin » 外人, aunque no siempre es utilizado de forma despectiva).  En cualquier caso, como decíamos, por desgracia este aspecto se encuentra actualmente presente (más de lo deseado) en todas las sociedades.

Cambiando de tercio, el nombre de la niña protagonista, Shiva, hace referencia a la diosa hindú que forma parte de su trimurti, trinidad divina, en la cual es la figura destructora del universo. Casualidad o no, el personaje de La pequeña forastera es el detonante (en principio, o eso creen…) de la nueva ola de contagios que asolan al mundo interior. Hasta la fecha, es una constante en la obra que la sociedad crea que Shiva está contagiada por el mundo exterior.

Como curiosidad, Shiva es el único personaje en toda la obra (también hasta la fecha) que tiene nombre propio, siendo su acompañante simplemente conocido como «el Doctor» (en la versión japonesa «sensei», 先生, que puede ser traducido como maestro o doctor en el sentido de alguien muy conocedor de cierta materia) y su pariente como «la tía» en la traducción española y «abuela» en otras versiones. El pueblo del interior de momento ni tan siquiera tiene nombre, ni a nivel local ni los que en él habitan.

En conclusión

Nos encontramos ante una obra algo atípica, aunque no deja de resultar familiar para los que sean seguidores de mangas o animes que no se limiten al shônen/shôjo de turno y/o cierta literatura proveniente de Japón. Si crees solo al ver la portada que vas a encontrarte con una copia de La esposa del hechicero, piénsatelo de nuevo, porque en lo personal creo que lo que vas a encontrar es una mirada, a medio camino entre Oriente y Occidente, de ciertos aspectos de la mitología celta envueltos por una historia acogedora y repleta de sensibilidad. Por nuestra parte resulta imperdible.

Japoneando Anime: Koe no Katachi (A Silent Voice)

Retomamos Japoneando Anime con una película muy especial, no solo por su calidad, sino por lo que nos toca a nivel personal. Aunque Koe no Katachi (聲の形, inspirado en el manga de mismo nombre de Yoshitoki Ôima, traducido al inglés como A Silent Voice) se estrenó el 17 de septiembre de 2016 en cines nipones, aún faltan algunos meses para que llegue a España (gracias a Selecta Visión), mientras que países como Colombia ya pueden disfrutar de ella.

La adaptación cinematográfica contó con el estudio Kyoto Animation (Clannad, Hyôka) y está dirigida por Naoko Yamada (K-ON!), con guión de Reiko Yoshida (Angelic Layer, Digimon: La película) y música compuesta por Kensuke Ushio (Space Dandy). De ella, podemos destacar sobre todo su cuidadísima animación, con escenarios que reflejan paisajes que podrían pasar por los de una fotografía y colores vivos, a pesar de la dureza de la historia. ¿Y de qué trata ésta?

Shôya Ishida es un estudiante de primaria con una vida de lo más normal, acostumbrado a jugar a la videoconsola con sus amigos, ir a clases y deambular por la calle tras el horario escolar. Un día reciben a una nueva compañera en el colegio, Shôko Nishimiya, una niña que tiene una particularidad: es sorda de nacimiento. Al principio es bien recibida por (casi todos) sus compañeros, pero pronto empezará a recibir el acoso de Ishida y sus colegas… obligándola a abandonar la escuela. Tras la partida de Nishimiya, el director del colegio comienza una inspección debido a lo ocurrido (y a las quejas de la madre de la niña), por lo que los amigos de Ishida lo delatan y comienzan a dejarlo de lado, siendo él ahora la víctima de bullying. Pasan los años e Ishida, ya totalmente solitario, llega a pensar en el suicidio… Sin embargo, a última hora recapacita y se le ocurre algo mejor para intentar enmendar su error: volver a contactar con Nishimiya y disculparse, dando inicio a una profunda e inesperada amistad.

Aunque parezca que os hemos contando la película entera, en realidad esto sucede en la primera parte, por lo que no queremos destriparos más. Simplemente, haceros un favor y ved esta maravilla. Eso sí, ahora pasaremos a comentar algo más a fondo algunos aspectos que aparecen reflejados en Koe no Katachi y cómo son percibidos en Japón (y en el mundo occidental).

La discapacidad y la inclusión

Si bien Koe no Katachi no es la única obra procedente del país del sol naciente que aborda la discapacidad (la también muy recomendable Real, de Takehiko Inoue, se nos viene a la mente), sí es la primera que ha alcanzado un éxito considerable tanto de crítica como de público (un 94% en Rottentomatoes y más de 2 mil millones de yenes recaudados en Japón, aguantando tres semanas en la cartelera argentina y entrando en el Top 5 de la taquilla mexicana).

Lamentablemente, la discapacidad no es un tema muy abordado en grandes medios audiovisuales, lo que no significa que no exista. En Japón, se promulgó en 1960 la Ley de Fomento de la Contratación de las Personas con Discapacidad, pero hasta el año 1987 no se incluyó dentro de la misma a personas con discapacidad intelectual. Según los datos de abril de 2012 lanzados por el Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar japonés, solo el 24% de personas que se graduaban en una escuela adaptada a necesidades especiales conseguía trabajo en una empresa común. También en el mismo año, la contratación de este tipo de personas había aumentado un 4,4% en relación con 2011; aunque aparecía reflejado que el total de compañías que cumplían con la normativa de contratación de personas con diversidad funcional era del 46,8%, menos de la mitad, según recoge el medio Nippon. Dentro del colectivo, solo en 2016, hasta 972 personas con discapacidad dijeron haber sufrido algún tipo de acoso en su lugar de trabajo, según resultados de una encuesta del Gobierno.

Si bien Japón sigue avanzando a nivel legislativo hacia una mayor inclusión de las personas con funcionalidad diversa, con la ratificación en enero de 2014 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, lo cierto es que a nivel práctico y sobre todo de concientización social todavía le queda mucho que abordar (y no es el único).

Aunque cada vez son más los padres que deciden matricular a sus hijos en una escuela común, no son pocos los inconvenientes que no tardan en surgir. Entre ellos, claro está, el bullying recibido por otros compañeros. A este se le suele añadir el desconocimiento y/o falta de preparación por parte del profesorado, que o hacen la vista gorda o simplemente desconocen el protocolo de actuación con un niño con discapacidad en su clase. Algo que aparece muy reflejado en Koe no Katachi, ya que no son solo Ishida y sus colegas los que martirizan a Nishimiya, sino el propio profesor parece en ocasiones exasperado o desconcertado por la presencia de la muchacha (algo que se acentúa más en el manga).

El suicidio juvenil en Japón

Japón es lamentablemente conocido por su número alarmante de suicidios, alcanzando la cifra récord de 34.437 muertes por esta causa en 2003, siendo además el primer motivo de fallecimiento de jóvenes entre 19 y 34 años en el país (datos de la OCDE). Por suerte, a partir de 2012 parece que esta tendencia está bajando, aunque las cifras sigan siendo altas (más de 27.000 casos en 2013). El hecho de que tantos jóvenes nipones decidan quitarse la vida continua siendo un tema de estudio, valorándose el empeoramiento de las condiciones laborales y de las relaciones con los compañeros de trabajo como las principales causas. Algunos optan por encerrarse «de por vida» ante la presión social y laboral para que consigan ingresar en una buena universidad y la obtención de un trabajo bien considerado (los hikikomori).

El suicidio infantil también es alarmante en Japón, ya que, desde 2014, se ha situado como principal causa de muerte en niños de entre 10 y 19 años, según informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con una tendencia que parece seguir al alza. Entre los motivos que los llevan a esta fatal decisión, se encuentran precisamente el acoso escolar o demasiada exigencia en el colegio, lo que conduce a la depresión. Según analistas, las fechas en las que casualmente se dan más casos de suicidio infantil se dan en septiembre y abril, meses en los que hay que regresar a la vida escolar en Japón.

En Koe no Katachi (SPOILERS para los que no hayan visto la cinta) se observan varios intentos de suicidio por parte de los protagonistas (de hecho, la cinta comienza justo con Ishida planificando su muerte), que por suerte no acaban en tragedia. El principal motivo detrás de todos los casos es siempre el mismo: el acoso y la no pertenencia a un grupo dentro de un país en el que se valora fuertemente la integración social.

Camino hacia la madurez y la vida adulta

Una de las principales diferencias entre el manga de Koe no Katachi y su adaptación animada se da en el tercer acto, con la película finalizando antes y de forma algo más abrupta que su contrapartida en papel (quizás donde más falla la cinta, si bien su última escena resulta de lo más emotiva y hasta hace un breve guiño al último panel del manga). En la obra de Ôima (avisamos de SPOILERS para quienes no lo hayan leído), los capítulos finales muestran qué van a hacer con sus vidas los personajes principales, en el sentido de qué quieren estudiar o hacer.

Nishimiya, por ejemplo, decide irse a vivir a Tokio para aprender bien el oficio de peluquera (¿guiño a la madre de Ishida?), mientras que Ishida refleja a ese joven indeciso que todavía no sabe muy bien qué hacer con su vida, incluso si acompañar a Shôko a la capital nipona. Al final, mostrando otra de las características de los jóvenes con discapacidad, la familia y amigos de Nishimiya dejan que ésta vaya a Tokio tranquila e independiente, pues el hecho de que tenga funcionalidad diversa no significa que no pueda valerse por sí misma (dejando atrás la comprensible, pero a veces insana, sobreprotección familiar). A diferencia de la película, el manga sí ofrece un cierre al arco argumental de Nishimiya (la cinta se centra más en Ishida), algo que se agradece especialmente por el enfoque hacia la discapacidad y la inclusión que mencionábamos antes y porque la pobre muchacha se lo merece. Por cierto, sí, en el manga se deja entrever más que ella e Ishida acaban juntos (o potencialmente juntos).

Conclusión

Nos encontramos ante una película de temática bastante dura, a pesar de los dibujos y colores vivos y bonitos. Temas como el suicidio, la discapacidad, el acoso o la inclusión son abordados en Koe no Katachi. No obstante, la cinta también ofrece momentos de humor (sobre todo a través del personaje de Tomohiro Nagatsuka) y un acertado equilibrio entre el drama y el romanticismo, sin llegar a resultar éste último ofensivo (conmueve ver a Ishida intentando interactuar lo mejor posible con Nishimiya). Un relato sobre madurez, inclusión y redención muy bien hecho y 100% recomendado. Entre esta y Kimi no na wa, el cine de animación japonés estuvo de enhorabuena en 2016.

No queremos cerrar esta entrega sin dejar por aquí unas palabras que consideramos importantes, y es que una parte de Fantasy Cloud tiene una discapacidad motriz de nacimiento, que no le ha impedido llevar una vida perfectamente funcional:

«Si bien mi discapacidad no es la misma que la de Nishimiya, me toca bastante de cerca, ya que mi paso por el colegio tuvo ciertos altibajos parecidos a los descritos en la película.  En la mayoría de estos casos, la gente que molesta a otra no lo hace por una cuestión de maldad genuina, sino porque simplemente no entiende o no se molesta en entender. Yo me siento muy afortunado, porque desde mi más tierna infancia, tuve muy buenos amigos que siempre me integraron en todo aquello que podía hacer y participar.

Habiendo crecido, me doy cuenta de cuán importante son los amigos y en este más importante aún la familia para enseñarle a uno, que más allá de todo impedimento, si uno pone voluntad de verdad, todo es posible.

Otro punto fuerte de la película, es el perdón y más importante aún, la capacidad de perdonar. La moraleja de la película, para mí, es justamente que el tiempo sana las heridas, y en el mejor de los casos, lima las asperezas. Por eso Ishida, necesita de cierta redención por parte de Nishimiya, y al pedirle perdón, obtiene cierta paz consigo mismo. Por eso, creo que la película tiene un mensaje positivo y de esperanza, que nos enseña que si ponemos voluntad, nunca es tarde para pedir perdón.»

https://www.youtube.com/watch?v=yAKvdayFnew

Japoneando Anime: Shingeki no Kyojin (Attack on Titan)

Esta vez en Japoneando Anime vamos a tratar una de las series más populares de los últimos años: Shingeki no Kyojin (進撃の巨人, también traducida como Attack on Titan o Ataque a los titanes), de Hajime Isayama y publicada desde Bessatsu Shônen Magazine desde septiembre del 2009. Actualmente, lleva 22 volúmenes recopilados y más de 20 millones de copias vendidas, además de anime y películas en imagen real.

El anime está al cargo de los estudios Production I.G. y Wit, llevando ya dos temporadas en curso. Como el manga aún está serializándose, es altamente probable (también visto el éxito cosechado) que terminen siendo alguna que otra más. De la banda sonora se encarga Hiroyuki Sawano (Nanatsu no Taizai, Blue Exorcist, etc.). Si bien el anime captura bastante la esencia del dibujo de Isayama, lo cierto es que lo «mejora» bastante, volviéndolo más bonito a la vista a través de una animación fluida y, por lo general, cuidada.

Shingeki no Kyojin nos sitúa en un mundo post apocalíptico dominado por titanes, unos misteriosos seres de gran envergadura (unos más que otros), sin genitales y que se alimentan solo de humanos. Por ello, los supervivientes se han refugiado en ciudades entre muros, siendo los sectores más humildes los que habitan las áreas más pegadas al exterior y los más favorecidos los que habitan en el centro y más hacia el interior. Eren Jäeger es un niño que vive con su familia y con su amiga/hermana adoptiva Mikasa en una de estas zonas más pegadas al exterior. Un día, de forma repentina y totalmente inesperada, el único muro que los protege de lo que hay afuera se ve atacado por «el titán colosal», un titán nunca visto de proporciones increíblemente gigantescas. La ciudad se ve atacada entonces por multitud de estos seres y solo unos pocos consiguen evacuar, entre ellos Eren, Mikasa y su amigo Armin. Debido al rencor y a la sed de venganza, Eren jura entonces unirse a la milicia contra los titanes.

Entre el shônen y el seinen

En Shingeki no Kyojin encontramos un shônen (少年漫画, manga para chicos adolescentes) realmente entretenido, pero no por ello libre de varios clichés típicos de este género. Sin embargo, lo que quizás hace que esta serie destaque sobre el resto de otros shônen de éxito es su crudeza, que causa que a veces parezca más cercano al seinen (青年, manga dirigido a adultos). Este es, probablemente, uno de los grandes aciertos de Shingeki no Kyojin: se palpan la desesperación y el sentido de «emergencia» en sus páginas, apareciendo también bien reflejado en el anime. De hecho, Isayama no tiene ningún reparo en asesinar personajes que solo unos capítulos atrás parecía que iban a ser importantes para la trama. Esto causa la sensación de que, a la postre, cualquiera será prescindible y que nadie está a salvo. Ni tan siquiera su protagonista (que se las ha visto canutas en más de una ocasión).

Unido este punto al de que este manga y anime trata temas aparentemente algo más serios como la política y la corrupción, alejan a Shingeki no Kyojin de ser el shônen convencional y lo acercan más, quizás, a historias tipo Juego de Tronos (o Canción de Hielo y Fuego, para los fanáticos de los libros). No obstante, Shingeki no Kyojin no deja de ser un shônen con todos sus ingredientes típicos: protagonistas adolescentes con aires cool y, por qué no decirlo, bastante estereotipados (algo que trataremos a continuación), acción fluida y a raudales, pequeños toques de romance (sobre todo de la o las fémina/s que beben los vientos por el prota) y, en definitiva, un mundo al que salvar.

Tsundere, kûdere, yandere o ninguna de ellas

Comentábamos que los personajes de Shingeki no Kyojin se encuentran bastante estereotipados, algo que, no lo negaremos, sucede en el 90% de mangas, animes y videojuegos procedentes de Japón. De hecho, cada estereotipo tiene su propia denominación nipona, según los rasgos de personalidad que destaquen en él.

Así y por ejemplo, tenemos por un lado a los tsundere (ツンデレ), kûdere (クーデレ) o dandere (ダンデレ”), en donde entrarían las personalidades más introvertidas, siendo el primero el ejemplo de alguien que es frío (incluso hostil) con su entorno hasta cierto punto (y que en el fondo esconde una faceta más tierna y cariñosa); el segundo sería el más apático e inexpresivo; y el tercero el que se muestra tímido o asocial con los demás, salvo con su interés amoroso o con las personas de más confianza. Se pueden encontrar varios debates por la red sobre dentro de qué estereotipo se encontraría Mikasa (en mi modesta opinión, tsundere o kûdere), mientras que Historia Reiss suele estar catalogada dentro de los dandere (aunque en la primera parte pueda parecer mucho más yangire, como veremos) y otros como Levi en los kûdere.

El contrapunto a este bloque de estereotipos sería el yandere (ヤンデレ) y el yangire (ヤンギレ), que son personajes aparentemente dulces y cariñosos, que en el fondo tienen un lado sádico y violento. El caso de yangire suele aplicarse a personajes femeninos que van enloqueciendo paulatinamente y debido a algún trauma; mientras que los yandere muestran los cambios de manera brusca y repentina. En realidad, varios personajes de Shingeki no Kyojin son susceptibles de entrar en este grupo, destacando probablemente Bertolt, Reiner o Armin. No es de extrañar, como punto y aparte,  encontrarse en las series yaoi o shônen ai que uno de los chicos cumple el papel de tsundere y el otro el de yandere.

Desastres que asolan Japón

Ya hemos hablado en otros Japoneando Anime cómo las bombas de Hiroshima y Nagasaki, junto con otras terribles consecuencias de la II Guerra Mundial, afectaron al imaginario colectivo nipón, reflejándose esto en algunos de sus manga y anime. Hay otro factor que siempre ha sobrevolado al grupo de islas y que es incluso más relevante que lo acontecido en la II Guerra Mundial: los desastres naturales.

Como muchos sabemos, Japón se encuentra en medio del conocido como Cinturón de Fuego del Pacífico, convirtiéndolo en una de las zonas más sísmicas del planeta. A lo largo de su historia, el país nipón ha sufrido terremotos realmente terribles, como el de Kantô el 1 de septiembre de 1923 o el de Sendai el 11 de marzo del 2011. El primero dejó la ciudad de Yokohama y alrededores destruidos, más de 105.000 fallecidos y otros 37.000 desaparecidos (además aparece reflejado en la película El viento se levanta, de Hayao Miyazaki). El segundo, probablemente el más conocido en nuestra generación, fue seguido de un terrible tsunami y dejó cerca de 9.000 muertos y 13.000 desaparecidos, además de la amenaza nuclear de Fukushima.

Los terremotos (y tsunamis que a veces siguen) son imprevisibles, de ahí su poder devastador. No es de extrañar que en tantos manga y anime surjan seres gigantescos y completamente destructivos (ya hablamos también de Godzilla y el género kaiju). Como hemos mencionado, uno de los grandes logros de Shingeki no Kyojin es su sensación de amenaza constante, de que nadie está a salvo. Ya en el primer capítulo, los titanes colosal y acorazado surgen de la nada y arrasan con el muro y con la ciudad. Este tipo de episodio se repetirá más veces posteriormente y a lo largo de la serie. Y es que nadie está a salvo, ni tan siquiera Eren Jäeger.

P.D.: Queremos aprovechar esta entrada y que estamos en plena emisión de la segunda temporada para avisar que Selecta Visión está lanzando los capítulos de Shingeki no Kyojin casi a la vez que en Japón y subtitulados al castellano. Es GRATIS y LEGAL. A partir de aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=uJQ6kbDgARM

Japoneando Anime: Code Geass (Code Geass: Hangyaku no Lelouch)

Hace varios meses que no estrenamos entrada de Japoneando Anime, lo que no significa que no le demos vueltas al tema de vez en cuando. Justo como le sucede al anime que aquí nos ocupa, que parece terminar un año… para seguir volviendo. Hablamos de Code Geass y sus dos temporadas (dentro de poco serán tres), más OVAs, más mangas, más merchandising a tutiplén…

Y es que Code Geass resultó ser altamente popular entre los japoneses y los occidentales. ¿Cuáles son los secretos de su éxito? En Japoneando Anime vamos a ver algunos de los aspectos que abarca y que, además, se encuentran estrechamente vinculados con la sociedad y cultura niponas.

code geass 5

 

Un anime de mechas

Code Geass (nombre completo: Code Geass: Hangyaku no Lelouch, コードギアス 反逆のルルーシュ, La rebelión de Lelouch) está realizada por los estudios Sunrise, concretamente bajo el mando de Goro Taniguchi(quien también trabajó en la serie Gundam, uno de los clásicos de los mechas) e Ichirô Ôkouchi (aparte de en Gundam, también coincidió con Taniguchi en Planetes, una seriaza, por cierto). El característico diseño de personajes fue realizado por las archi famosas CLAMP (Tokyo Babylon, X-1999, Card Captor Sakura, etc.). En definitiva, la serie se estrenó en octubre del 2006 en Japón, lanzándose a partir del 2007 en el resto del mundo. Se convirtió en una obra de culto entre los fanáticos del anime casi al instante. Personajes atractivos y carismáticos (es pensar en Lelouch y C.C. y no puedo evitar que se me venga a la mente una especie de House of Cards con adolescentes -aunque C.C. diste de serlo-…), una narrativa trepidante y un apartado técnico muy cuidado lo pusieron fácil. Pronto siguió una segunda temporada (Code Geass: Hangyaku no Lelouch R2, コードギアス 反逆のルルーシュ R2), una tercera a punto de estrenarse (Code Geass: Fukkatsu no Lelouch, que vendría a significar El regreso/La resurrección de Lelouch), además de todo el arsenal que ya mencionábamos de OVAs, mangas, películas y merchandising.

¿De qué trata Code Geass? Nos situamos en un ficticio año 2010 del calendario imperial (adelantado 55 años al gregoriano, el que tenemos nosotros), fecha en la que el Sacro Imperio de Britannia ganó la guerra contra Japón y la sometió, pasando a llamarse Área 11, y sus habitantes, Elevens (al español vendría a ser «Onces»). Éstos sobreviven entre fuerzas armadas, guetos y grupos rebeldes que buscan de nuevo la independencia y la libertad. En medio de esta situación vive nuestro protagonista, Lelouch,uno de los numerosos hijos del emperador Charles de Britannia, junto con su hermana (paralítica y ciega debido a un atentado que también acabó con la vida de la madre de ambos). Un día como otro cualquiera Lelocuh se topa con C.C., una misteriosa joven (o no tanto), con quien realiza un pacto por el que le concede un extraño poder: el Geass, con el que podrá someter a todo aquel que lo mire directamente a los ojos para que cumpla cualquiera de sus órdenes. A cambio, el Geass lo condenará a llevar una vida de soledad…

Además de por el trasfondo político (aparte del Sacro Imperio de Britannia, en el mundo también gobiernan la Unión Europea y la Federación China) y por sus carismáticos personajes, Code Geass resulta llamativo por algo muy característico de un amplio porcentaje de manganimes: las peleas de mechas (de la abreviatura Meka, de «Mechanical», メカ). Éstos vendrían a ser como robots gigantes, siempre controlados por un piloto y normalmente empleados como armas. Varios ejemplos de reconocidos animes de mechas serían el mencionado Gundam, Neon Génesis Evangelion o Macross Plus, pero en realidad el que es, quizás, más nostálgico para los fans y que asentó las bases es Mazinger Z (マジンガ, de Gô Nagai). La lista podría seguir durante varias entradas más (que Escaflowne y Tengen Toppa Gurren Lagann también se encuentran entre nuestros animes favoritos). Los mechas pueden ser mecánicos o biológicos (la propia palabra señala la diferencia) e incluso llegar a tener en algunos casos (no mayoritarios) algo así como conciencia propia. En cualquier caso, sirven como un buen instrumento para lucimiento de los protagonistas durante épicas batallas.

El protagonista y su harem

Otra característica que solemos hallar en algunos animes es la de la figura del protagonista, normalmente bastante atractivo, y todo un corrillo de posibles intereses amorosos (normalmente del sexo opuesto) que suspiran por él/ella. En el caso de los shônen (mangas y animes dirigidos a chicos adolescentes), el objeto de deseo suele ser un hombre; mientras que en los shôjos (mangas y animes dirigidos a un público femenino y juvenil) es una mujer (Fushigi Yûgi, por ejemplo). Code Geass no se queda atrás en este aspecto.

Y es que prácticamente casi todas las féminas (no vinculadas con él por lazos de sangre) suspiran o han suspirado en algún momento por Lelouch. Desde Shirley, hasta Kallen, pasando por C.C. (y Euphemia si contamos su historial de cuando eran niños). Por supuesto, todas ellas son además atractivas (aunque en lo personal C.C. pasa ya de eso para situarse en el nivel DIOSA). Al menos Lelouch también está de buen ver y justifica su magnetismo con una portentosa inteligencia y oratoria, porque hay casos de harem como el de Love Hina (o, nuevamente, el de Fushigi Yûgi) que son dignos de un estudio sociológico.

En cualquier caso, este rasgo de algunos animes suele estar más dirigido hacia un público mayoritariamente adolescente, por los triángulos (o pentágonos) amorosos, lo atractivo de todos sus personajes y por el abundante fan service, esto es, enseñar más chicha de la cuenta sin que venga a cuento a nivel argumental. Personalmente, hubiese preferido que Code Geass se volcase algo más en el plano político y menos en el del fan service (siendo Kallen la reina en este aspecto), pero bueno, no se puede tener todo en esta vida.

code geass

Japón y sus traumas recientes

Ya hemos hablado en algún Japoneando Anime anterior de las bombas de Hiroshima y Nagasaki y algunos acontecimientos bastante turbios de la II Guerra Mundial. Lo cierto es que Japón ha sido, hasta la fecha, el único país donde se han lazado bombas masivas de energía nuclear contra población civil, algo que no es un tema baladí. Además, como una de las grandes perdedoras de la guerra, sufrió la ocupación de Estados Unidos hasta el año 1972, cuando el ejército yankee dejó Okinawa. En realidad, la ocupación más efectiva como tal, se dio durante siete años (hasta la firma del Tratado de San Francisco). Durante ésta, unos 150.000 soldados estadounidenses se repartieron a lo largo del país nipón durante dicho tiempo. Lo que se buscaba, en realidad, era una transformación cultural profunda (una forma de sometimiento típica de las colonizaciones), algo que se logró con bastante éxito. No fue meramente labor de los norteamericanos: la disciplina social y la nueva actitud grupal afrontada por los japoneses ante la crisis de la posguerra tuvo mucho que ver. Sobre todo, la caída de la figura del Emperador (a quien la sociedad nipona nunca había oído hablar hasta el día de la derrota, por la radio), quien tomó una postura de rendición y cooperación con el gobierno de Estados Unidos. La nueva Constitución, aprobada en mayo de 1947, lo dejaba prácticamente fuera del poder, como una figura simbólica. A pesar de todo, el pueblo japonés siguió rindiendo tributo al emperador y su familia (lo siguen haciendo hasta la fecha, aunque probablemente de manera mucho menos reverencial), lo que a su vez ayudó a la colaboración con los yankees. Si el emperador los seguía, ellos también lo harían.

No obstante, Japón también entró en una coyuntura que sigue percibiéndose hasta nuestros días: por un lado, las tradiciones, el Japón más «enraizado» y propio, sin influencias occidentales (representado especialmente a través de los mayores); por el otro, el Japón del aperturismo a Occidente, con sus nuevas costumbres, películas, vestidos y tecnología. También con su capitalismo, movimientos políticos como el socialismo y cada vez mayor participación de las mujeres en ámbitos políticos y sociales. Algo de esto se halla bastante presente en Code Geass, fundamentalmente a través del emperador Charles y del Sacro Imperio de Britannia (el nombre no es coincidencia, los ingleses también colaboraron en la ocupación estadounidense de Japón). Ellos son los invasores, los que ultrajan, los de fuera. Los japoneses bajo su dominio poco a poco van perdiendo su identidad y hasta dejan de denominarse japoneses por una palabra propiamente inglesa (elevens). La figura (SPOILER) de Lelouch convertido en el nuevo emperador que ha derrocado a Charles trae, sin embargo, consecuencias de inestabilidad y cambio que no gusta a todo el mundo (ni tan siquiera a los japoneses más radicales). Japón y sus traumas recientes…

https://www.youtube.com/watch?v=ZCiK5BK-Lzs

Japoneando Anime: Kimi no na wa (Your Name)

Esta vez en Japoneando Anime vamos a centrarnos en una película que está causando furor en Japón (ha logrado el puesto de película de animación que no es de Ghibli que más ha recaudado en la historia, lleva un 8,9 en IMDB y un 94% de opinión del público en Rotten Tomatoes): Kimi no na wa (君の名は también conocida como Your Name). La idea, guión y dirección corren a cargo de Makoto Shinkai, para muchos fans de la animación un nombre ya conocido (5 cm. por segundo, El jardín de las palabras), con la animación a cargo del estudio CoMix Wave Film (que ya se encargó de las otras obras del director).

La película trata, al menos en principio, sobre la vida en un apacible pueblo, Itomori, de Mitsuha Miyamizu, una estudiante de secundaria que se siente atrapada allí y ansía con ir a Tokio. A su vez, un estudiante también de secundaria de nombre Taki Tachibana pasa sus días también tranquilamente en la capital japonesa. Hasta que un día ambos se despiertan, por algún motivo desconocido, encerrados en el cuerpo del otro. Y ese es el punto de partida (no queremos desvelar más porque la historia da varios giros, todos ellos igual de impresionantes).

https://www.youtube.com/watch?v=hRfHcp2GjVI

El hilo rojo que nos une

El hilo rojo del destino (赤い糸 en japonés) es uno de los conceptos que más podremos observar en obras audiovisuales procedentes del país nipón y, en realidad, de todo el noreste asiático. En realidad, se trataría más bien de una leyenda, cuyo equivalente más cercano en Occidente sería el de «las almas gemelas». Como tal, el hilo o cordón rojo se encuentra atado por los dioses (e invisible a los ojos humanos) a los dedos meñique o muñecas de dos personas, las cuales estarán destinadas a ser amantes, independientemente de las circunstancias. Por lo tanto, el hilo rojo podrá alargarse, enredarse o contraerse, pero nunca romperse.

En realidad, esta creencia procede de China (donde el cordón estaría atado a los dedos de los pies), pero se extendió por Japón, donde sigue estando muy presente. El hilo rojo del destino puede verse, por ejemplo, en animes y mangas tan conocidos como Ranma½, Inuyasha (ambas de Rumiko Takahashi) y xxxHolic (Clamp). Takeshi Kitano también llevó a cabo su particular visión de la leyenda en su película Dolls.

 

En Kimi no na wa está claro desde un principio que Taki y Mitsuha están destinados a encontrarse, siendo de hecho así la única manera (posible, hipotética) en que sus extraños «sueños» se detengan. No queremos desvelar mucho del argumento, pero una de las escenas clave (y más hermosas) de la película muestra claramente este hilo rojo que une a ambos protagonistas.

Musubi y sintoísmo

En otra importante escena de la cinta, la abuela de Mitsuha le explica a ésta (o a quien cree que es ésta) y a su hermana el concepto de «musubi», una forma antigua de nombrar al guardián del santuario local. Sin embargo, musubi contiene un significado más profundo.

La palabra en sí se encuentra compuesta por los kanjis que significan generar-espíritu, y que implica entrelazar, unir, lo que a su vez vuelve a recordarnos a la leyenda del hilo rojo del destino. En el sintoísmo (como sabemos, religión mayoritaria y propia de Japón), musubi implica el nacimiento, creación y crecimiento. Es la vida misma. Así se lo asegura la propia abuela de Mitsuha a sus nietas. Musubi, en definitiva, contiene un alto significado espiritual y se encuentra en todo lo que nos compone y nos desarrolla en crecimiento y vida.

kimi-no-na-wa3

Pero además, la palabra musu también puede significar fermentar, como es el caso de la fermentación del arroz para la elaboración del sake (酒). Algo muy presente en una de las escenas del inicio de la película, donde Mitsuha y su hermana menor realizan un ritual de nombre kuchikami-sake (口噛みの酒 kuchikami no sake), mostrándonos a ambas elaborar con su saliva (ahí el arroz se dejará en fermentación) el sake que más tarde entregarán a los dioses. Este sake significará «la mitad» de ellas y será clave en la historia. Resulta que en Japón, tradicionalmente, el sake se realizaba con la saliva de vírgenes, de ahí que continúe llevándose a cabo este tipo de ritual, al menos de forma puntual y para determinadas celebraciones.

Otro concepto de igual importancia, asimismo muy relacionado con el sintoísmo, es el kataware-doki, que hace referencia a ese momento en el día, durante el atardecer, en que el cielo aún está brillante, pero el sol ya no se ve. Durante este periodo es cuando podríamos percibir figuras y seres no humanos, lo que cobrará un significado absoluto en cierto momento entre Taki y Mitsuha.

kimi-no-na-wa-gif

Concluyendo

Hemos intentado hacer una breve elaboración de todos los conceptos que rodean a esta película. O a algunos, porque en realidad nos dejamos en el tintero temas que también atañen a la sociedad y cultura japonesas como el binomio campo/ciudad o la construcción de roles de género. Sin embargo, como estos son temas que también se hallan presentes en otros animes y mangas, hemos preferido centrarnos más en la simbología y significado de algunos elementos propios del sintoísmo, que no son tan fáciles de encontrar. En este sentido Kimi no na wa también es una película MUY interesante.

En definitiva, no debéis perdérosla. Una historia emotiva y maravillosa, que mezcla perfectamente elementos costumbristas y fantásticos, cuyo ritmo no decae. Y qué decir de la animación, que creo que es, y esto lo digo sinceramente, la más bonita que he visto nunca. Además, Selecta Visión ha anunciado su lanzamiento en España (aunque todavía no han especificado cuándo ni cómo), pero llegar, llegará. Es lo mínimo, teniendo en cuenta los récords que está cumpliendo en Japón.

kimi-no-na-wa4

Japoneando Anime: Mahou Tsukai No Yome

Esta quincena trataremos un manga (también con adaptación al anime en formato OVAs) que es para nosotros muy especial: Mahou Tsukai No Yome (魔法使いの嫁 The Ancient Magus Bride). Lo es porque nos encontramos ante un manga japonés con protagonista japonesa, pero que versa sobre el folclore de origen celta (al menos en su mayoría) y se ambienta, claro está, en Inglaterra.

Su autora es Kore Yamazaki y este es su primer trabajo conocido fuera de Japón. El manga tiene una periodicidad mensual y en España está siendo publicada por Norma Editorial. Con lo bonito que es, no sé a qué estáis esperando para haceros con él (o darle una oportunidad, al menos). Como adelantábamos, tiene una adaptación al anime en formato OVAs, que serán un total de tres, de los cuales ha salido en la actualidad solamente el primero. La animación corre a cargo del Estudio Wit (Shingeki no Kyojin) y parece que será tan bonito como su versión en papel.

mahou-tsukai-no-yome

¿De qué trata Mahou Tsukai No Yome? Chise Hatori es una joven pelirroja y con ojos verdes de origen japonés que lleva una vida bastante complicada: su padre las abandonó a ella y a su madre, por lo que ésta última optó por suicidarse. Chise ha tenido poderes mágicos desde muy pequeña: es capaz de ver y percibir cosas que nadie más puede notar. Sin embargo, esta capacidad no ha hecho más que traerle problemas, ya que entre eso y su aspecto (ser pelirrojo en Japón no es algo muy común, aunque en el mundo del manga y el anime pudiera parecer lo contrario), los demás han tendido a marginarla. Hasta que un día aparece un misterioso hombre y le dice que va a ser vendida a unos señores muy importantes, que se encuentran más allá del mundo que ella ha conocido hasta la fecha. Chise, entre desesperada y deprimida, accede. Y así es como aparece en su vida Elias Ainsworth, un ser antropoforme con cabeza en forma de cráneo de una bestia. Elias decide llevársela a su hogar y enseñarle todo lo que un mago necesita saber, puesto que Chise es en realidad una Slay Vega, un ser de enorme capacidad mágica, pero a cambio de poder costarle la vida…

mahou-tsukai-no-yome

Así da inicio esta serie, donde se nos irá desvelando un mágico mundo repleto de seres propios de las creencias de origen celta.

Mitología celta… y no tan celta

En este rico universo que Chise (y el espectador) irá descubriendo hallaremos multitud de criaturas (y las que quedan): desde los típicos dragones y hadas, hasta las banshees, pasando por los populares perros negros o Padfoot, entre otras muchísimas criaturas. Lo emocionante de cada capítulo de Mahou Tsukai No Yome es descubrir con qué nuevo ser se encontrará Chise, y cómo reaccionarán unos y otros. Como en todo, hay criaturas benignas y malignas; aunque una de las virtudes de este manga es que su autora no se dedica mucho tiempo a juzgar. Por ejemplo, aquí el Padfoot, que suele ser considerado una señal de mal augurio, acaba siendo un familiar y uno de los seres más cercanos a Chise.

Asimismo, a medida que va avanzando el manga y vamos conociendo a más y más criaturas, nos surge la eterna duda: ¿Qué diablos es Elias? ¿Una quimera (sí, también hay quimeras)? ¿Un ser benigno que acabó usando magia oscura? O la que cuadra más (hasta el momento, al menos) de todas: un wendigo. El wendigo, para los pueblos originarios de algunas zonas de Canadá, es un ser mitad hombre, mitad bestia. Normalmente suele habitar en lugares fríos y en lo profundo de los bosques y, en algunas cosmologías, se alimenta de personas. De hecho, el wendigo es visto como un castigo para aquéllos que, presas de la hambruna propia de lugares tan inhóspitos, se ven obligados a comer carne humana. No es de extrañar, puesto que los primeros colonos ingleses que pisaron suelo en lo que hoy es conocido como Canadá acababan por lo general muriendo de inanición. También pueden ser asociados con la codicia. Además, el wendigo es visto como un ser bastante más alto que un humano, ya que crece en proporción a la carne que haya comido. Si nos fijamos en lo poco que sabemos del pasado de Elias, cuadra bastante con la definición del wendigo: fue encontrado por Lindenbaum en medio de un bosque cubierto de nieve, agotado y amnésico perdido. Lo único que murmuraba era que tenía hambre. Lo único que recordaba era el color rojo (¿sangre?). Y no podemos olvidar que casi se come a Chise en pleno arrebato… Así que, salvo sorpresas de última hora, apostaríamos por que es un wendigo.

La Bella y la Bestia

Versión japonesa. Porque el otro principal componente de esta obra, aparte de todo lo folclórico y anglosajón que la inunda, es la creciente relación entre Elias y Chise (de ahí el título The Ancient Magus Bride). No son pocos los que han corrido a clamar a los cuatro vientos su paralelismo con la Bella y la Bestia. Si bien es cierto que la base es la misma (chica joven se enamora de hombre con apariencia de bestia), lo cierto es que todo el resto que la compone es totalmente distinto. Tampoco podemos olvidar que el mismo concepto de enamorarse más allá de las apariencias ha sido repetido hasta la saciedad (El fantasma de la ópera, la adaptación fílmica de V de Vendetta, etc.). Pero lo fundamental de la relación que se establece entre Chise y Elias no es el enamoramiento, sino la evolución y el descubrimiento de la identidad que uno va descubriendo junto al otro. Chise porque aprende cada vez más sobre un mundo totalmente mágico y nuevo para ella, y de paso va queriéndose un poqito. Elias porque va comprendiendo poco a poco el significado de su humanidad (la cual también había olvidado por completo). En cierta forma, son como dos niños que van creciendo juntos. Y sobre todo, Chise por una vez empieza a ser consciente de su propia existencia y del valor irreemplazable que ésta posee, tras haber pasado una infancia y adolescencia totalmente desdichadas y que la habían sumido en un estado de depresión absoluto.

mahou-tsukai-no-yomw

Por lo tanto (y sí, a pesar de las apariencias), el lector va queriendo descubrir cada vez más sobre la relación entre estos dos protagonistas. Porque es una que implica la evolución y el crecimiento de ellos como personajes.

Conclusión

Si bien esta vez no hemos hablado de aspectos centrado en la sociedad y cultura propiamente japonesas, resulta curioso observar cómo es el acercamiento de una autora nipona a una cultura y mitología que no son suyas (lo que hacemos nosotros con ellos). En este caso, la anglosajona (no diremos exclusivamente celta, hay elementos en Mahou Tsukai No Yome que no lo son). Y más si el resultado tiene forma de una obra tan bonita y encantadora como esta. A pesar de su periodicidad mensual (se va leyendo muy poco a poco), la espera va mereciendo la pena. Con cada nuevo capítulo nos sentimos como Chise cuando acaba de llegar por primera vez a la casa de Elias: entre cautos y encandilados, es un nuevo mundo que se abre ante nosotros.

https://www.youtube.com/watch?v=g7Lsrfdbfe8

Japoneando Anime: Bleach

En realidad, la decisión de dedicar esta entrega de Japoneando Anime a Bleach vino a última hora, debido a la finalización de dicho manga (y deberíamos puntualizar que esta entrada sería más bien un «Japoneando Manga«, ya que el anime de Bleach se canceló hace años). Pero comencemos…

Bleach es la obra de Tite Kubo, quien ha estado hasta quince años dedicándole su tiempo y esfuerzo (concretamente, desde el 2001 al 2016), llevando en total más de 66 volúmenes (tankôbon 単行本) recopilados. La adaptación al anime fue llevada a cabo por el estudio Pierrot desde el año 2004 al 2012 y consta de un total de 366 episodios.

¿De qué trata Bleach? Ichigo Kurosaki es un estudiante adolescente que reside en Tokio junto a su familia y que lleva una vida aparentemente normal. Sin embargo, Ichigo posee una extraña capacidad: puede ver las almas de los muertos. Un día se encuentra con un extraño monstruo y una chica vestida con un kimono negro: es una shinigami (死神), un dios de la muerte. Debido a los incidentes causados por el bicho (que después conoceremos que se trata de un hollow), la mujer shinigami se ve obligada a traspasarle sus poderes a Ichigo. Y así comienzan un sinfín de aventuras y batallas que juntan la vida terrenal con el más allá, y en donde habrá cabida para un sinfín de personajes de todo tipo y condición (desde los amigos de Ichigo hasta el resto de shinigamis o Sociedad de Almas, pasando por los arrancar, quincies y demás).

bleach 4

En su punto álgido, el éxito de Bleach llegó a ser tal que se la solía comparar con las otras dos grandes top en ventas de la Shônen Jump (revista donde se publicaba): Naruto y One Piece. En el 2009, por ejemplo, fue la tercera serie más vendida en Japón, justo por detrás de las dos susodichas. Sin embargo, Bleach no supo o no pudo aguantar el ritmo, y poco a poco fue decayendo hasta pasar por la cancelación del anime (en el 2012) y del propio manga (hace un par de semanas). ¿Por qué ha podido ser esto?

Relación entre mangakas y editores: entre el amor y el odio

Es bien sabido por los que llevamos años siguiendo este mundillo que la vida del mangaka (漫画家 dibujante de manga) de éxito no es fácil. Firman contratos realmente estrictos con las editoriales, donde se pueden llegar a incluir cláusulas que van desde lo más habitual (número de páginas, fechas de entrega, etc.) hasta lo más controlador (el mangaka de éxito no puede ser pillado viendo escaparates de dudosa moralidad, por poner un ejemplo). Las fechas de entrega, sobre todo, suelen ser bastante cortas (para todo lo que hay que realizar), ya que las tiradas de más éxito suelen ser publicadas en la Shônen Jump, cuya periodicidad es semanal. Por ello, gran parte de mangakas cuentan con la ayuda de uno o varios asistentes, que pueden llegar a desarrollar tareas de todo tipo (desde planificación de la obra y trato con el editor hasta dibujar solo determinado tipo de cosas, como maquinaria o vegetación). Aclamados mangakas de la actualidad, como Eichiro Oda (One Piece) o Nobuhiro Watsuki (Rurouni Kenshin) iniciaron sus andaduras siendo asistentes de otros mangakas veteranos.

tite kubo

Tite Kubo y sus obras

En el caso de Tite Kubo, su carrera al parecer no comenzó como asistente, sino con una pequeña obra de título Zombie Powder. Debido a que no tuvo el éxito necesario y a que la consideraron demasiado violenta, terminó siendo cancelada. Entonces comenzó Bleach. Con el caso de esta serie, tenemos algo curioso: tiene un ritmo MUY distinto en las diferentes sagas que la componen. Por ejemplo, la saga de la Sociedad de Almas (para la mayoría, la mejor de todas) posee un ritmo dinámico, donde descubrimos nuevos lugares y conocemos a los personajes, que van creciendo ante nosotros. También tiene grandes dosis de acción, pero sin llegar a saturar. Es, en definitiva, una narrativa (al más puro estilo shônen, claro) equilibrada. Llegamos al arco argumental de Hueco Mundo, y las batallas van alargándose más, pero no por ello los personajes quedan perdidos en un fondo del que nunca volveremos a saber (hay excepciones, claro, como Grimmjow o Szayel, personajes que serán retomados años más tarde). Y, amigo, llega la saga de los quincy. Para entonces, Bleach ya había ido perdiendo progresivamente interés, pero con este arco argumental directamente todo se va al carajo: batallas eternas una detrás de la otra y casi cero interacción entre los personajes. Hay escasos momentos como lo de Nemu y Mayuri en los que parece que Bleach retoma su esencia, pero duran poco (y, además, Mayuri nunca fue uno de los personajes principales). El desdibujamiento de prácticamente todos los personajes, en favor de mostrar nuevas técnicas (sin mucho sentido) y transformaciones, llega hasta tal punto que Rukia e Ichigo (los dos protagonistas) pueden pasarse capítulos y capítulos sin dirigirse la palabra. Imaginaros en ese sentido a Dragon Ball y a Vegeta y a Goku, que llevan años sin cruzarse. Es más, Vegeta lleva tres años sin aparecer más que en dos viñetas. Impensable, ¿verdad? Pues a ese punto había llegado Belach.

Pero, siendo justos, Bleach nos ha regalado grandes momentos en el pasado: la revelación de Aizen, el juicio de Rukia, sus recuerdos de Kaien, el final de Ulquiorra… En definitiva, grandes momentos protagonizados por personajes bien desarrollados, que quedarán siempre en el recuerdo de los lectores. ¿Qué había pasado entonces con ESE Tite Kubo?

Muchos creen haber hallado la respuesta en la editorial (en este caso, Shûeisha). Todo mangaka tiene a un editor que sirve de vínculo entre su trabajo y la editorial. El editor puede llegara involucrarse más o menos en los resultados de la obra, hasta el punto de llegara cambiarlo todo. Algunos editores llegan a ser verdaderos colaboradores de los mangakas, y otros en cambio pueden convertirse en su peor pesadilla. El ejemplo más famoso es el de Akira Toriyama (autor de Dragon Ball). Toriyama, acostumbrado a realizar historias cortas, quiso poner punto final a su serie en varias ocasiones, pero la editorial, debido al enorme éxito alcanzado, lo presionaba para seguir. El mayor cambio llegó con Dragon Ball Z (titulada así en el anime, no en el manga), cuando llegó otro editor (de Torishima Kazuhiko pasó a Yû Kondô) y éste ideó que, para que la serie alcanzase todavía más popularidad, la historia se orientase más hacia la acción y adquiriera tonos más dramáticos. El culmen llegó con la saga de Cell, donde Toriyama se vio obligado a cambiar los diseños de los androides hasta tres veces (C19 y C20 eran «un gordo y un viejo», C17 y C18 «unos críos», y Cell pasó de «tener aspecto de bicho deforme» a «cara de idiota»), llegando a improvisar semana tras semana. El hartazgo de Toriyama llegó hasta tal punto que, una vez pudo finalizar Dragon Ball con la saga de Boo, no quiso volver a hacerse cargo nunca más (Dragon Ball GT es un producto exclusivo de Toei y en las sagas y películas posteriores su papel se ha visto limitado a supervisar diseños y ayudar en la elaboración de los guiones, pero poco más).

En el caso de Tite Kubo, parece bastante obvio suponer que el editor ha debido de tener algo que ver en los cambios de ritmo y hasta de narrativa. También cabe la posibilidad de que Kubo se hubiera hartado de su obra, al más puro estilo Toriyama, y ya no supiera qué hacer. Pero al menos Toriyama supo darle un «final» (que no es tal) más que digno a Dragon Ball. En cualquier caso, la relación entre editores y mangakas no siempre es fácil (por no hablar de las veces en que el mangaka, probablemente superado por la presión, «desaparece» o se «enferma» cada determinado tiempo). Un manga y anime (bastante recomendable, por cierto) que trata muy bien las vicisitudes de este mundillo es Bakuman (Tsugumi Ôba y Takeshi Obata).

En definitiva, que como lectora que he sido de Bleach desde hace años (concretamente, desde la primera aparición de Ulquiorra y Yammy), el giro que tomó Bleach tras la saga de Hueco Mundo me entristeció bastante. También me decepcionó, por qué no decirlo. Pero hay que procurar quedarse con lo bueno: con los inicios de la relación entre Ichigo y Rukia, con toda (TODA) la saga de la Sociedad de Almas, con personajes realmente carismáticos y cuidados diseños (Gin… Gin y su final es otro de esos MOMENTAZOS). En cuanto al anime, nos hubiera gustado comentar más sobre la simbología y mitología habida tras la figura de los shinigamis en Japón, también con su concepto del «más allá», pero bueno, probablemente para otra ocasión. Y su banda sonora… cómo no recordar su banda sonora. Hasta siempre, Bleach, te recordaremos por lo que pudiste llegar a ser.

https://www.youtube.com/watch?v=UFGHBiRjy5M

Japoneando Anime: Digimon

Esta quincena, vamos a alterar ligeramente el formato de Japoneando Anime, pero lo que nos ocupa bien lo merece: el 1 de agosto Digimon (デジモン también conocido como Digimon Adventure para los amantes del anime) cumplía 17 años. ¿Por qué el 1 de agosto? Fácil: es el día en el que los niños elegidos comienzan, sin quererlo, su andadura por el mundo digital. ¿Por qué decíamos lo de alterar brevemente el formato? Porque no vamos a comentar tanto aspectos de la cultura, historia o sociedad japonesas, sino más bien haremos un inciso en esta serie y el género al que pertenece, que lleva en auge ya casi dos décadas (que se dice pronto).

Para los despistados, ¿qué es Digimon? Pues una franquicia creada en 1999 por Bandai a partir de la idea de Akiyoshi Hongo, de la que han surgido (y siguen surgiendo) muñecos, animes, mangas, videojuegos, etc. Es decir, todo un macrouniverso de merchandising y relatos. La idea le llegó a Hongo a partir del popular (por la década de 1990) bicho electrónico conocido como Tamagotchi (たまごっち), y de ahí fue tomando forma el monstruo digital (digital monster, de ahí el nombre) que acabaría por evolucionar en diversos diseños y formas, conglomerando a todos los digimons y su digimundo. Lo que probablemente dio mayor fama a la franquicia fue el estreno del anime, conocido como Digimon Adventure, en el mismo año de 1999. Desde entonces, el anime ha tenido secuelas y aventuras aparte, siempre con los digimons y el digimundo como elementos comunes: Digimon Adventure 02 (secuela directa de Digimon Adventure), Digimon Tamers, Digimon Frontier, Digimon Savers, Digimon Xros Wars, Digimon Xros-Wars-Hunters y, la que nos ocupa en este 2016, Digimon Universe: Appli Monsters. Mientras tanto, Toei (encargada de producir todos los animes) está realizando una serie de OVAs en conmemoración del aniversario y que se sitúan después de Digimon Adventure y Digimon Adventure 02, con el título de Digimon Adventure Tri. El tercer (y penúltimo) de estos OVAs se estrenará el próximo 24 de septiembre en Japón.

digimon 3

  • Digimon Adventure: comienza una aventura

Un día de un atípico verano, en medio de un campamento, un niño llamado Taichi Yagami (más conocido como Tai) y otros seis amigos y acompañantes (Yamato «Matt» Ishida, Sora Takenouchi, Koshiro «Izzy» Izumi, Mimi Tachikawa, Jo «Joe» Kido y Takeru «T.K.» Takaishi) se ven sorprendidos por una tormenta de nieve. Todos buscan refugio y, tras la tormenta, contemplan la aparición de una aurora boreal. De ésta empiezan a caer unos elementos extraños. Los niños, creyendo que podrían tratarse de meteoritos, se ponen a cubierto. Sin embargo, los elementos extraños frenan en seco ante ellos, uno por cada niño. No son meteoritos, son digimons, y a cada niño le corresponde el suyo. Pronto se hacen amigos, pero se ven absorbidos por una gran ola que los lleva a un mundo alternativo, el digimundo, donde no solo se toparán con digimons amables y simpáticos, sino también con otros de aspecto salvaje o incluso malvados.

Como vemos, un punto de partida muy visto en este tipo de aventuras (shônen), con el añadido de los acompañantes en formas de monstruos/animales. Lo que más destaca, a priori, en Digimon Adventure, es lo bien definida que está la personalidad de cada niño, y lo bien que se acopla a cada uno de ellos su respectivo digimon: tenemos a Tai que es claramente el niño-líder, optimista y carismático; en contraposición está Matt, el niño solitario y cool, cuya familia no es tan estructurada y funcional como la de Tai; luego está Sora, la niña amable y cándida, con instinto maternal; Izzy es el cerebrito y geek del grupo; Mimi la niña malcriada de padres adinerados, que no obstante posee alegría y energía a raudales; Joe es el maduro neurótico; y T.K., el menor, es la voz de la inocencia. Como podemos imaginar, a Tai lo acompaña Agumon, un digimon con aspecto de dinosaurio; a Matt, Gabumon, un digimon-lobo (solitario, claro); a Sora, Piyomon/Biyomon, un pájaro; a Izzy, Tentomon, un insecto; a Mimi, Palmon, un digimon-planta; a Joe, Gomamon, un digimon marino similar a una foca; y a T.K., Patamon, un digimon alado y de aspecto adorable. Cada niño, y su digimon, cumplen con su papel en completa y llana armonía.

digimon 2

En ese sentido, la historia de aventuras con un grupo de niños pre-adolescentes que ocupan un rol, puede recordarnos a conocidísimas películas como Los Goonies, El club de los Cinco o, más recientemente, la serie Stranger Things. Digimon Adventure engloba toda esa nostalgia de las aventuras vividas (la mayor parte imaginarias) con nuestros amigos cuando éramos niños, donde lo que más nos preocupaba era derrotar a un poderoso ser maligno (imaginario, claro) o encontrar un maravilloso tesoro (que nunca existió). Al menos Digimon Adventure usa toda esa narrativa de aventuras protagonizadas por niños de mejor manera que Super 8, por ejemplo.

Cabe destacar asimismo la potente banda sonora de Digimon Adventure, sin la cual la experiencia no hubiera sido la misma (era empezar a sonar Brave Heart y ya sabías que se venía algo GRANDE). Por ello queremos mandar desde aquí nuestro humilde recordatorio al cantante por excelencia de la serie (de la misma Brave Heart o del opening, Butterfly, entre otras), Koji Wada, que falleció el pasado mes de abril por un cáncer. Descanse en paz.

digimon 4

  • Los monstruos pequeños y adorables

Con Digimon Adventure (y Pokémon, no penséis que vamos a pasar por alto a los Pocket Monsters) se dio inicio a un género dentro del anime en el que mundos inventados o como el nuestro se veían inundados por pequeñas y adorables (o no tanto) criaturas; muchas de ellas basadas en animales, pero al fin y al cabo todos surgidos de la imaginación de su creador o creadores.

Como adelantábamos, no solo Digimon fue el precursor, la famosísima Pokémon (ポケモン) es (como ya todos sabrán) una franquicia creada en 1995 a partir de la idea de Satoshi Tajiri. Al igual que Digimon, Pokémon está compuesto por todo un universo de videojuegos, animes, mangas, ropa, merchandising, etc. El éxito alcanzado por Pokémon (ahora nos invade Pokémon Go hasta en las noticias), con más de 175 millones de copias de videojuegos vendidas hasta la fecha, la coloca en la posición de segunda saga más vendida en la historia de Nintendo.

No son pocos los que intentan ver (o crear) una rivalidad entre Pokémon y Digimon. En realidad, quitando que ambas están protagonizadas por niños y monstruitos, poco más tienen que ver. Digimon es una aventura con un argumento claro y definido (especialmente en el anime, su punto fuerte), donde hay bien y mal, y donde cada niño tiene un digimon que va digi-evolucionando a medida que avanza la historia y la situación lo requiera. Pokémon, en cambio, trata más sobre un niño en concreto y su periplo para ir coleccionando la mayor cantidad de pokemones posibles. En el camino, va cruzándose con rivales (otros entrenadores pokémon) y gimnasios, pero la amenaza nunca llega a ser realmente grande (el Team Rocket sirve normalmente más como un recurso cómico que otra cosa). El punto fuerte de la franquicia Pokémon, por cierto, son sus videojuegos, todo un mar de horas y horas de puro entretenimiento. En el fondo, es como comparar a Sailor Moon con Marmalade Boy (por poner dos conocidos ejemplos), solo porque ambas son shôjo y las protagonizan adolescentes de instituto.

Tras Pokémon y Digimon, el fenómeno de criaturitas no ha hecho más que aumentar, con mayor o menor éxito, y por la pantalla han pasado series como: Monster Rancher, Bakugan o Yo-Kai Watch, entre tantos otros. Visto lo visto con fenómenos como Pokémon Go, o los mencionados OVAs de Digimon Adventure Tri., tenemos monstruitos para (largo) rato.

Y por supuesto, muchas felicidades a Digimon, serie que probablemente nos ha acompañado a muchos de nosotros en grandes momentos de nuestra infancia o adolescencia.

Japoneando Anime: Sakamichi no Apollon (Kids on the Slope)

Volvemos con la sección Japoneando Anime y, como no podía ser de otro modo, con una serie del gran Shinichiro Watanabe (Cowboy Bebop, Zankyou no Terror, Samurai Champloo). En este caso le toca a Sakamichi no Apollon, traducida como Kids on the Slope («Niños en la ladera»), un manga original de Yuki Kodama y adaptado al anime por el mencionado Watanabe.

sakamichi no apollon gif

La adaptación al anime consta de 12 episodios de unos 25 minutos cada uno. De la animación se encargó el estudio MAPPA (que repetiría posteriormente con Watanabe en Zankyou no Terror). En el apartado musical (un aspecto esencial en esta serie) se encuentra la inigualable Yoko Kanno, otra de las habituales colaboradoras de Watanabe. Aunque, todo hay que decirlo, muchas de las piezas que suenan a lo largo de este anime son adaptaciones de clásicos del jazz y del blues (género musical importantísimo asimismo en Cowboy Bebop). El opening se titula Sakamichi no Melody (坂道のメロディ) y es interpretado por YUKI, mientras que el ending Altair (アルタイル) es cantado por Motohiro Hata en colaboración con Sakamichi no Apollon.

Adentrándonos en el argumento de este anime, podría decirse que entraría dentro del género shôjo, es decir, manga para chicas jóvenes/adolescentes. Aunque, a decir verdad, algunos de los temas aquí tratados son algo más adultos de lo que habitualmente podríamos hallar en un shôjo. Sin embargo, el tema principal en Sakamichi no Apollon y que resuena en cada una de sus partes es el jazz. Como tal, la serie se encuentra ambientada en Japón durante el verano del año 1966. ¿Por qué esta época? Ahora lo veremos.

 

Kaoru Nishimi es un tímido joven que poseo un gran talento para la música (concretamente para tocar el piano) y que acaba de llegar a vivir a la prefectura de Nagasaki con unos parientes. En su nuevo instituto, conoce a dos jóvenes que le cambiarán la vida: Sentaro Kawabuchi, un joven impulsivo y que suele meterse en problemas, pero que al igual que Kaoru le apasiona la música; y Ritsuko Mukae, una chia responsable y delegada de la clase de Kaoru. Pronto, los tres se hacen inseparables y Sentaro y Kaoru acaban tocando juntos en un grupo de música jazz, donde ambos encuentran más fácil y sencillo expresar sus sentimientos. A través de la música…

  • El jazz y el blues

Hagamos un paréntesis aquí, ya que, como todo el mundo sabrá, jazz y blues son dos géneros musicales originarios de Estados Unidos y que se han ido expandiendo por todo el mundo, también en Japón. No obstante, tal como indicábamos, estos géneros musicales son ampliamente escuchados a lo largo de Sakamichi no Apollon, con piezas como: My Favorite Things (John Coltrane), Someday My Prince Will Come (Miles Davis) y Moanin´(Art Blackey & The Jazz Messengers), entre muchas otras.

Es imposible explicar en dos párrafos un género musical que se originó a finales del siglo XIX (que se dice pronto) en Nueva Orleans, como una forma de expresión artística de la comunidad afroamericana y que traía influencias tanto de la música europea como de la africana. Tres de los rasgos característicos comunes del jazz serían: un ritmo especial conocido como swing, un fraseo y un sonido que dejan entrever la personalidad del músico y la importancia de la improvisación. El segundo es quizás por lo que el jazz cobra tanta importancia en Sakamichi no Apollon: el gamberro Sentaro y el introvertido Kaoru pueden expresarse mejor a través de su música.

No por nada, el propio Watanabe ha explicado que su fanatismo por este estilo de música y el hecho de sentirse identificado con la época en la que está ambientado el manga es lo que provocó que se decidiera a dirigir la adaptación al anime.

  • Japón y las revueltas estudiantiles de los 60

Muchos pensamos en tranquilidad y armonía social cuando pensamos en Japón. Un país donde siempre hay educación y respeto por el otro, donde el orden y la seguridad imperan. Sin embargo, no siempre fue así.

kids-on-the-slope1-4-620x

Tras finalizar la II Guerra Mundial, habiendo admitido el emperador Hirohito la derrota frente a los estadounidenses, lo cierto es que se originó entre la población nipona un fuerte sentimiento contrario a todo lo proveniente del país norteamericano. Este sentimiento fue canalizado de diversas formas, siendo una de ellas la formación del Partido Comunista Japonés, el cual acabó ramificándose en el llamado Zengakuren (全学連) o Federación Japonesa de Asociaciones Estudiantiles, en 1948, solo tres años tras el final de la guerra.

Las actividades del Zengakuren iban desde lo más diplomático hasta el uso de la violencia, y protagonizaron varios episodios. Sin embargo, su presencia se intensificó con el estallido de la Guerra de Vietnam (1955-1975), y fue especialmente convulsa entre los años 1968 y 1970 (recordemos las revueltas de mayo del 68 en Francia y todo lo que aquello desencadenó). De forma similar al país galo, los estudiantes universitarios japoneses tomaron varios edificios del campus en reclamo de mejoras salariales (para los estudiantes de medicina en prácticas, por ejemplo) o como protesta contra las subidas de las tasas universitarias. A todo ello se le sumaba que las universidades públicas no solían hacer tanto uso de la seguridad(privada o policial), en comparación con las privadas. Así, universidades como la de Tokio o la Nihon fueron tomadas y en su interior los grupos de protesta se reestructuraron en el Zenkyôtô (Zengaku Kyoto Kaigi o Comité Inter-Campus de Lucha Conjunta), cuyo modus operandi se basaba en la democracia de masas y en los mítines abiertos. Seguían las influencias de movimientos como la Revolución Cultural China o los de liberación en países del tercer mundo. Las tensiones, violencia y cada vez mayor intervención de los antidisturbios en los edificios de las universidades públicas desembocó en barricadas y barrios tomados (al estilo parisino) y, finalmente, bajo la intervención directa del Ministerio de Educación, en miles de arrestados y heridos. Las huelgas y manifestaciones no prosperaron y todos estos movimientos acabaron disolviéndose.

En Sakamichi no Apollon tenemos al personaje de Junichi como representante de este tipo de ideologías (al menos en un principio, o a través de flashbacks). No por nada, la serie está ambientada en la década de 1960. También cabe preguntarse si Watanabe mismo no guardará algo de simpatía hacia este tipo de grupos e ideologías, puesto que en Zankyou no Terror volvería a sacar a coalición estos temas, y hasta uno de los detectives se lamenta de la ausencia de movimientos protesta entre los jóvenes del Japón actual. En cualquier caso, eso quedaría dentro de la brillante cabeza de este genio.

  • Conclusión

Sakamichi no Apollon es, en conclusión, una oda a la música. Pero no a cualquier música, sino al jazz y a su enriquecedor número de sub-géneros, y cómo éste puede servir de hilo conductor para que un grupo de jóvenes dispares se exprese y se vincule irremediablemente. Porque, para empezar, Kaoru y Sentaro no pueden ser más diferentes: uno de clase alta, estirado y tímido; el otro de clase más humilde, impulsivo y desaliñado. Sin embargo, ambos se unen a través de su pasión por el jazz. En medio, una historia que nos habla sobre la madurez que inevitablemente llega en cualquier época y contexto, sobre las relaciones de amistad y de amor. La década de 1960 en Japón como telón de fondo, la dirección de Watanabe y la batuta de Kanno: no se puede pedir más.

kids-on-the-slope (1)

Japoneando Anime: One-Punch Man

Esta semana en Japoneando Anime os traemos el shônen de los shônen, al superhéroe de los superhéroes, al único e irrepetible One-Punch Man (más conocido quizás como Saitama o Calvo con Capa). Para los no iniciados, One-Punch Man es un manga con guión del artista One y dibujo de Yusuke Murata (Eyeshield 21) cuyo origen se encuentra en el formato web cómic (es decir, viñetas o tiras autoconclusivas publicadas exclusivamente en la red). Debido al éxito que tuvo, el mencionado dibujante contactó con One para crear un manga como Saitama manda, y así surgió la serie tal como la conocemos hoy en día. La adaptación al anime no se hizo esperar, y ésta llegó en forma de serie de 12 capítulos (más 6 especiales), de 25 minutos de duración cada uno. Debido a que el manga todavía se encuentra en publicación, es altamente probable que realicen más temporadas en un futuro (esperamos que no muy lejano).

¿De qué trata One-Punch Man? Saitama es un apático joven que en sus ratos libres se dedica a salvar el mundo (ficticio, aunque basado en el Japón actual), ya que éste se encuentra constantemente amenazado por monstruos de diversa índole. En su trayectoria se van cruzando otros héroes como Genos o Cyborg Demonio (quien, sorprendido ante su enorme fuerza, le suplica ser su aprendiz), Tatsumaki o Tornado del Terror, o Mummen Rider; y monstruos como el Rey del Mar/Sea King, Lord Boros o el Hombre-Cangrejo, entre otros. El reparto de personajes, todo sea dicho, no puede ser más variopinto (e hilarante).

one punch man 2

 

  • El shônen (少年)

Muchos sabréis ya que el shônen es uno de los géneros dentro del manga y el anime más populares, tanto dentro como fuera del país nipón. Por si acaso, y para ir refrescando la memoria, empezaremos recordando que el shônen es aquel género del manga y del anime cuyo público mayoritario al que va destinado son niños mayores y adolescentes (masculinos, aunque en realidad puede verlo y disfrutarlo cualquiera). Algunas de sus características comunes son héroes con super poderes (ya sea una gran fuerza, o una poderosa magia, o algún tipo de mutación o condición ventajosa, etc.), personajes femeninos pechugones, mucha acción, dinamismo en las batallas (aunque en algunos casos éstas pueden verse alargadas hasta el infinito y más allá), exaltación del poder de la amistad (los ya famosos nakama) y uno o varios villanos carismáticos (que suelen asimismo entrar en el terreno del bishônen (美少年), es decir, «chico guapo»). Con todo esto en mente, seguro que los que halláis visto animes como Dragon Ball, One Piece, Naruto, Bleach, Saint Seiya o Rurôni Kenshin ya los habréis identificado como shônen.

One-Punch Man es claramente un shônen… tanto, que se encarga en realidad de parodiar a todos ellos. Echemos un vistazo a Saitama, por ejemplo. A simple vista, es lo contrario de un héroe shônen: apático, calvo, mirada perdida, traje estrafalario, etc. Sin embargo, en cuanto despliega su inmensa fuerza no tiene rival. Tanto, que los enemigos tan solo le duran un puñetazo… para pesar de Saitama, que no encuentra ningún tipo de estímulo ni motivación en lo que hace, ya que no encuentra rival a su altura. Los villanos, a su vez, son presentados como seres terribles a los que no le frena nada ni nadie. De hecho, uno de los grandes alicientes de One-Punch Man es la creación de un ambiente cargado de tensión en cuanto aparece un nuevo villano. Muy similar a lo que hacen los shônen, éstos son presentados como seres muy poderosos y sádicos. Sin embargo, en cuanto aparece Saitama, con un puñetazo ya está todo arreglado. Es una forma de reírse de las típicas batallas en los shônen, que como mencionábamos antes se prolongan hasta lo indecible para al final acabar ganando el héroe, que en el fondo es lo que todos sabíamos desde el principio que iba a pasar (en serio, ¿alguien se espera que en Dragon Ball Goku y los Guerreros Z pierdan, acaben muertos y con todo destruido?).

Sucede algo similar cuando al fin Saitama revela el secreto de su fuerza: su GRAN entrenamiento consistía en correr 10 kilómetros todos los días, durante 3 años, hacer 100 sentadillas, 100 flexiones y 100 abdominales también a diario, comer 3 veces al día (desayunando solo un plátano), y no utilizar nunca ni aire acondicionado ni calefacción. Como vemos, nada del otro mundo (para quien esté metido en asuntos de gimnasio). Sin embargo, por algún extraño motivo, al protagonista de One-Punch Man le ha funcionado hasta el punto de no poder hallar rival. Esto es asimismo una parodia de los típicos «entrenamientos» que siguen los héroes en los shônen, tras los cuales y por lo general reaparecen con su poder aumentado de tal forma que ya pueden derrotar a todos los villanos. Pero ojo, esto solo les sucede sistemáticamente y por norma a los protagonistas. No esperéis lo mismo de los personajes secundarios o ayudantes; aunque sigan exactamente ese mismo entrenamiento.

  • Los mechas, monstruos y demás bestialidades

Otros de los géneros (o sub-géneros) más conocidos dentro del mundo del anime y el manga (decimos lo de «sub» porque suelen ir vinculados a los shônen) son los mechas y los kaijus (怪獣). También tenemos bastante de ellos en One-Punch Man. Especialmente de éstos últimos, ya que todos los enemigos (o la absoluta mayoría) con los que va topándose Saitama son monstruos. En cuanto a los mechas (cuyo término proviene de mechanical), hace referencia a los robots gigantes… que suelen ser los que se enfrentan a los monstruos. Pensemos en este sentido en Evangelion o en Mazinger Z. En One-Punch Man no hay mechas en sí, en formato mastodóntico, pero el propio Genos sí es un robot (a secas), que planta cara muy efectivamente a las amenazas.

one punch man gif

Toda esta fijación que hay en Japón por las cosas enormes y muy destructivas tiene una explicación, que son las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Como muchos sabrán, antes de finalizar la guerra, Estados Unidos lanzó en pleno verano del año 1945 dos bombas nucleares sobre el país nipón (ambos eran enemigos declarados, obviamente). Ambas cayeron sobre población civil (tanto Hiroshima como Nagasaki eran -y son- dos centros urbanos de un considerable tamaño) y acabaron con la vida de numerosas víctimas, ya que no solo el momento de la explosión causó (evidentes) pérdidas, sino también los efectos secundarios a posteriori, causados por la radiación, que provocaron elevados (y mortales) casos de cáncer, entre otros.

Se piensa que el impacto de las bombas atómicas sobre Japón fue tal, que no solo causó la rendición inmediata del país (y con ello la victoria para los EEUU), sino a su vez numerosos ejemplos de imaginarios colectivos plasmados en medios audiovisuales. Es el caso de Godzilla, archiconocido monstruo con forma de lagarto gigante y que destruye todo a su paso. Godzilla es una amenaza desconocida que aparece repentinamente desde el mar (es decir, viene de fuera) y que arrasa con todo a su paso. Nos suena, ¿verdad? Además, la primera película de Godzilla fue estrenada en el año 1954, solo nueve después de la explosión de las bombas.

  • Conclusión

One-Punch Man resulta un manga y anime de lo más ameno y caricaturesco, con una historia versión shônen que se ríe del resto de los shônen. Algunos podrían pensar que entonces sería algo similar a One Piece… pero, en realidad, One Piece es un shônen de humor con momentos dramáticos (y, no lo olvidemos, el poder de los nakama).. One-Punch Man nunca llega a tomarse a sí misma totalmente en serio, a pesar de lo tensa que pueda volverse la atmósfera. Es aparecer Saitama y todo ello se esfuma. Goku y Luffy pierden o lo tienen complicado alguna vez, al menos.

Todo esto no significa que no pueda disfrutarse igualmente One-Punch Man, pero convendría tener en consideración su carácter paródico. Por lo demás, una animación fluida y una banda sonora potente hacen el resto. Nada más escuchar el pegadizo opening cantado por (entre otros) Hironobu Kageyama (sí, el mismo que canta el Cha la head cha la original) ya sabes que viene algo épico. Y MUY DIVERTIDO.